Del soma al cuerpo

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Fepal - XXIV Congreso Latinoamericano de Psicoanálisis - Montevideo, Uruguay
“Permanencias y cambios en la experiencia psicoanalítica" – Setiembre 2002
FEDERACIÓN PSICOANALÍTICA DE AMÉRICA LATINA
XXIV CONGRESO LATINOAMERICANO DE PSICOANÁLISIS
“Del soma al cuerpo”
Autores: Dra. Ana María Ballesteros, Lic. Gabriel Finquelievich, Lic. Marta
Marquez, Lic Martha Nowik y Lic. Liliana Solari.
ASOCIACIÓN PSICOANALÍTICA ARGENTINA – BUENOS AIRES
Introducción
En el siguiente trabajo tomaremos las conceptualizaciones metapsicológicas de la
formación del yo , investigaremos acerca de su génesis y posterior desarrollo. Lo
relacionaremos con las psicosomatosis.
Como hipótesis planteamos que para hablar de la representación simbólica del
cuerpo debemos recurrir a los primeros tramos de la constitución del yo.
Nuestra segunda hipótesis consiste en que las fallas en la génesis del yo dan lugar
a un punto de fijación que pone en marcha los fenómenos psicosomáticos. Para
ello investigaremos la construcción en el sujeto humano
de su representación
cuerpo y las vicisitudes que el mismo padece cuando dicha representación no
alcanza una categoría simbólica (representación – palabra). A nuestro entender por
fallas en la organización del yo del sujeto.
Así intentaremos demostrar la vinculación entre los déficits originarios de
representación y la emergencia de una situación traumática intra o extrapsíquica
que actualiza dichos déficits generando un estallido orgánico.
Conceptualizaciones Freudianas y pos-Freudianas
El Dr. Valls 1 en su diccionario define al yo de la siguiente manera: “YO : - Instancia,
institución y estructura psíquica unificadora y totalizadora del aparato psíquico”.
1
Valls, José Luis , “ Diccionario Freudiano” , Editorial Julián Yébenes, ,S.A., Colección Continente /
Contenido, 1995.
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Desde esta perspectiva podemos hablar de un yo construido con representaciones,
que se forma paulatinamente a medida que van sucediendo las experiencias que
dejan las huellas. Éstas ulteriormente devienen primero en representaciones – cosa
y luego, cuando se aprende el lenguaje, en representaciones palabra, las que
constituirán la médula del mundo representacional. Las vivencias de satisfacción y
dolor, son originariamente las dos formas principales de vínculo con el objeto.
El yo representacional surge para moderar los pasajes de la energía libidinal
invistiente entre las representaciones, e impedir de esa manera la identidad de
percepción alucinatoria y por lo tanto frustrante, propia del proceso primario regido
por el principio de placer.
Es así como se accede al principio de realidad. Esta operación sirve como
fundamento a Green
2
para introducir el concepto de alucinación negativa y
considerarla como organizadora de la formación del psiquismo normal. Es necesario
dejar de alucinar el objeto primario, para poder acceder a su representación.
Siguiendo a Green en el proceso de transformación de la alucinación negativa
normal a patológica , tenemos la siguiente explicación: La satisfacción alucinatoria
de deseo se da como resultado de la ausencia de la madre. Hay un tiempo en que
se accede a la misma poniéndose en juego la posibilidad de ligar representaciones,
alucinar y esperar la satisfacción pulsional, se pone así en marcha un buen
funcionamiento psíquico. Todo esto se lleva a cabo a instancias de un plus libidinal.
Cuando por el contrario la frustración se hace traumática la falta de satisfacción, por
la falta de aparición del objeto, provocan un sentimiento de soledad, vacío, en que la
solución alucinatoria fracasa, entonces la alucinación negativa se hace patógena.
Termina siendo la puesta en marcha de las pulsiones destructivas con la pérdida de
confianza en el mundo, en el objeto, en uno mismo. Se llega así al caos psíquico
con su efecto esterilizante sobre la configuración subjetiva. Clínicamente esto se
pone de manifiesto con alteraciones de la percepción, se deja de ver lo que está, o
por el contrario se ve lo que no está. Aquí está en juego la desmentida por sobre la
represión.
Piera Aulagnier
3
plantea en tal sentido: “El yo no puede ser sino deviniendo su propio
biógrafo, y en su biografía deberá hacer sitio a los discursos a los cuales habla de su propio cuerpo y
2
3
Green. A , “ El trabajo de lo negativo” , Amrrortu Editores , 1993. Revista “Zona erógena” Nº 49.
Aulagnier, Piera , “ Nacimiento de un cuerpo , origen de una historia”, Paidós editores, 1991.
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con los que los hace hablar para sí. Estos discursos sobre su cuerpo singular... son las marcas
visibles de una historia libidinal , historia libidinal pero asimismo historia identificatoria.”
Así pensamos que de esta historia inscripta habrá permanentes versiones en cada
momento de la vida. Dando cuenta de una continuidad dinámica del psiquismo.
Algunos párrafos desaparecerán, otros se invertirán en un incesante ajuste al
trabajo de reconstrucción y reorganización de los contenidos.
A nuestro entender los signos corporales son traducidos y significados a través de
la palabra del otro y así el puro soma va adviniendo a la representación psíquica del
cuerpo libidinal. Dicho proceso para poder instaurarse necesita que el sujeto
humano se maneje, como ya dijimos, en el principio de placer – displacer.
El Dr. Vals al referirse a la inhibición alucinatoria, menciona, el pensamiento
reproductor. Éste sería previo a la aparición de la palabra , sería una de las primeras
formas de pensamiento que permiten distinguir entre el recuerdo y la percepción, un
primitivo nivel de proceso secundario.
“Éste primer nivel –plantea el Dr. Vals4- de pensamiento en imágenes les da paulatinamente mayor
cabida en el aparato psíquico al recuerdo y a la actividad psíquica en sí, el incipiente yo de realidad
piensa, distingue a su pensamiento como expresión del deseo sin que el deseo baste como para
considerarlo como realizable. El pensamiento reproductor le sirve a lo sumo para reconocer
diferencias entre lo deseado y lo percibido y entre las diferentes percepciones entre sí, comparando
con los otros recuerdos”. De este modo se va instalando una mediatización entre la pura
percepción y la representación.
Todo este proceso va llevando al primitivo yo a conformar el yo de realidad definitiva
que permite la búsqueda de la satisfacción en el mundo exterior.
Pensamos que en la psicosomatosis se producen déficits en algún punto del camino
hacia la representación que hemos descripto, traduciéndose en escotomas
psíquicos
que en algún momento de la vida del sujeto adquieren expresión
somática. El proceso psicosomático es un cuerpo no hablado, no investido . Así
plantea Piera Aulagnier5: “No hay biógrafo ni biografía mientras a una primera indisociación
espacio psíquico – espacio somático no le suceda una puesta en conexión de estos dos espacios;
donde la psique y el cuerpo ocupan, cada uno de ellos, uno de los dos polos”.
Esta puesta en conexión señala el paso del cuerpo sensorial a un cuerpo relacional
que permite a la psique asignar una función de mensajero a sus manifestaciones
somáticas.
4
5
Ob. Cit.
Ob.Cit.
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El bebé siente una molestia, la mamá le pone palabras a la misma dándole un
significado que contribuye a armar la representación simbólica de su propio cuerpo y
las necesidades del mismo.
Lo psicosomático: Aproximaciones a la clínica
Las estructuras psíquicas con tendencia a la somatización pueden, por un lado,
provocar en la relación transferencial, un sentimiento de exclusión objetal; que lleva
al terapeuta, sin que este lo advierta, a desinvestir a su paciente y como
consecuencia a la inercia del tratamiento.
Por otro lado están aquellas estructuras con tendencia a la fusión y a la
dependencia del objeto.
Esto es descripto por Green
6
y ejemplifica su aparición en la clínica diciendo : “un
relajamiento asociativo extremo, una vaguedad del pensamiento una manifestación
somática intempestiva sobre el diván, como si el paciente tratara de comunicar por
medio de un cuerpo a cuerpo o aun, más simplemente una atmósfera analítica que
llega a ser pesada y oprimente”.
Creemos con Green que la presencia y el auxilio del objeto(analista) son
indispensables. Se demanda de él más que su capacidad de afecto y empatía; se
espera de él que “su“ funcionamiento mental reemplace al del paciente .
La contratransferencia aquí su significación.
La singularidad de cada paciente exige creatividad técnica para instalar la
transferencia. Lograr convertir en afecto lo que ha quedado inscripto como memoria
del cuerpo (Mc. Dougall)7 o huellas ingobernables (Maruco)8 será el objeto del
proceso analítico.
La necesidad del uso de los sentimientos contratransferenciales, haciendo
construcciones, transformando los afectos percibidos en la contratransferencia en
representaciones útiles para el paciente, pasa a ser el recurso técnico prínceps.
El analista se transforma en el reparador o constructor del narcisismo deficitario del
paciente. Así como en el neurótico el dispositivo en juego es la atención flotante, en
estos casos es el ensoñar diurno.
6
Green . A, “De locuras privadas”, Amorrortu Editores , 1994.
MC. Dougall , “ Alegato por cierta anormalidad”, Ediciones Petrel – estructura del inconsciente,1982,
Barcelona , España.
8
Marucco. N ,” Cura analítica y transferencia” , Amorrortu Editores, Buenos aires, 1998.
7
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El analista responderá al vacío con un esfuerzo intenso de pensamiento para tratar
de pensar lo que el paciente no puede, y se traducirá en un aflujo de
representaciones fantasmáticas para no dejarse ganar por la muerte psíquica
(letargo de Cesio).
Al respecto pensamos que en la psicosomatosis frente a la ausencia del objeto de la
necesidad nos encontramos con un cuerpo no hablado, no investido, puro soma por
lo tanto la pulsión no se viabiliza por la representación palabra que nunca terminó de
constituirse sino a través de la pura descarga orgánica.
Dice Piera Aulagnier9 “Antes de que la mirada se encuentre con otro o con una madre, la psique
se encuentra o se refleja en los signos de vida que emite su propio cuerpo. Este poder de los
sentidos de afectar a la psique, le permitirá transformar una zona sensorial en una zona erógena, la
primera oreja psíquica no capta sonidos y menos aún significaciones, capta las variaciones de su
propio estado, de su propia vivencia, la sucesión de una experiencia de placer y una experiencia de
sufrimiento y este placer o este sufrimiento si falta la reacción sensorial devenida psíquica puede
existir fisiológicamente , orgánica, pero no tendrá experiencia psíquica”. El soma no ha podido
advenir cuerpo erógeno.
Uno de los puntos del tratamiento psicoanalítico con estos pacientes es intentar que
las experiencias sensoriales se transformen en experiencias psíquicas.
Frente a la irrupción somática en la clínica, se apela a la trama de representaciones
que bordea el escotoma. La falta de ritmos pulsionales tolerables para el sujeto, en
lugar de dar espacio a la aparición de la huella mnémica que posibilitaría la ligazón
de lo pusional, aparecen estados de abrumamiento psíquico (lindante al orden
orgánico). Esto ocurre en lugar de la representación palabra. Así pensamos que el
aparato psíquico no puede entender los llamados del cuerpo, se fija en las
excitaciones somáticas.
Conclusión
Así concluimos la presentación, pensando que de darse bien el proceso, este
trabajo conduciría a una imagen del propio cuerpo que unifica a todas las vivencias
autoeróticas y objetales previas, como perteneciendo a un yo, a una esencia cuerpo
que ya tiene historia y marcas de esa historia dentro de sí. El objetivo analítico será
ensanchar las representaciones preconscientes dando lugar a un cuerpo, a una
historia subjetiva, en el transcurrir del proceso del campo analítico.
Bibliografía
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Ob. Cit.
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Aulagnier, Piera , “ Nacimiento de un cuerpo , origen de una historia”, Paidós
editores, 1991.
Green . A, “De locuras privadas”, Amorrortu Editores , 1994.
Green. A , “ El trabajo de lo negativo” , Amrrortu Editores , 1993. Revista “Zona
erógena” Nº 49.
McDougall,Joyce, “Alegato por cierta anormalidad” , Ediciones Petrel- Estructura del
Inconsciente, 1992, Barcelona España.
Marucco. N ,” Cura analítica y transferencia” , Amorrortu Editores, Buenos aires,
1998.
Valls, José Luis : “ Diccionario Freudiano” , Colección Continente / Contenido , Editorial
Julian Yebenes, S.A, 1995.
Bibliografía y trabajos consultados
Assoun, Paul – Laurent , “ Introducción a la Metapsicología Freudiana” , editorial
Paidós- Psicología Profunda, 1º edición 1994.
Ballesteros , Ana María y Adrián Grinspon , Monografía: “El camino de la
representación” . Trabajo presentado en la Asociación Psicoanalítica Argentina ,
Buenos aires ,2001.
Finquelievich Gabriel: “Vicisitudes del narcisismo frente a la pérdida del objeto
indiferenciado” , Monografía. Trabajo presentado en la Asociación Psicoanalítica
Argentina , Buenos Aires, 2001.
Freud, Sigmund, Obras completas, Amorrortu Editores:
“Tres ensayos de teoría sexual” , (1905), tomo VII.
“Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci” , (1910), tomo XI.
“Sobre un caso de paranoia descrito autobiográficamente”,(1911),tomo XII.
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“ Formulaciones sobre los dos principios del acaecer psíquico” , (1911), tomo XII.
“ Introducción del narcisismo”, (1914), tomo XIV.
“ Pulsiones y destino de pulsión”, (1915), tomo XIV.
“ Duelo y melancolía” , 1917 , tomo XIV.
“ Conferencias de introducción al psicoanálisis” (Parte III, Nº 26), ( 1916-17), tomo
XVI.
“ Más allá del principio de placer”, ( 1920) , tomo XVIII.
“ Inhibición síntoma y angustia”, (1925), tomo XX.
Maldavsky, David: “ Teoría y clínica de los procesos tóxicos”, Amorrortu editores.
Marquez, Marta, Monografía: “ Contratransferencia – Transferencia – Encuentro” ,
presentada en la Asociación Psicoanalítica Argentina , segundo cuatrimestre del
2001.
Searles, Harold : “ Acerca de la simbiosis terapéutica”, Rev. de Psicoanálisis- Vol.IVNº2 – 1982.
Rappoport de Aisemberg, Elsa , “ Revisión crítica de las teorías y de los abordajes
de los estados psicosomáticos” , 42º Congreso psicoanalítico Internacional , Niza ,
Francia, 2001.
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