Informe | Charla-debate ¿Quién puede traducir? Derivaciones del proyecto de Ley de Traducción Autoral Facultad de Lenguas, Universidad Nacional de Córdoba, 2 de octubre de 2015 Disertantes: Pablo Ingberg (Grupo LDTA), Franco Kendziura (Síntesis FL), Lucía Ferrou (aiel – Centro de Estudiantes de Lenguas), Juana Demarchi (aiel – Centro de Estudiantes de Lenguas) La actividad fue llevada a cabo en el marco de la muestra Casi lo mismo, alrededor de la traducción, originalmente llevada a cabo por el Museo del libro y de la lengua de Biblioteca Nacional y luego trasladada a la ciudad de Córdoba por la agrupación Síntesis FL de Córdoba. El panel “¿Quién puede traducir?” tuvo por objetivo seguir en la línea de debates en torno al proyecto de ley de traducción autoral; en este caso, ya con el nuevo proyecto de Ley de Protección de los Derechos de los Traductores y de Fomento de la Traducción. En un principio, se había invitado a la Federación Argentina de Traductores a compartir el panel y debatir con uno de los autores del proyecto de ley, pero nuevamente se obtuvo una respuesta negativa para dar el debate. Las exposiciones de Pablo Ingberg y Franco Kendziura estuvieron centradas en delimitar el alcance de la ley y sus implicaciones en el mundo editorial, con especial énfasis en que el proyecto apunta a proteger el ejercicio de la traducción, tanto de aquellos que tengan título como de los que no. En este punto, la intervención de Ingberg puede ser sintetizada en la siguiente fórmula: “el proyecto de ley no se ocupa de quiénes traducen, se ocupa de quienes traducen”. Por medio de esto, se deja en claro que el proyecto no busca determinar cuáles son las aptitudes ni recorridos de formación que deben tener los traductores (situación que el proyecto no modifica en absoluto respecto a la legislación actual), sino regular el trabajo de quienes efectivamente traducen libros en Argentina. En suma, es un proyecto laboral, no educativo ni corporativo, y resulta curioso que haya oposición a algo en lo que el proyecto, de convertirse en ley, no introduciría ninguna modificación respecto a la situación actual. Por su parte, Lucía Ferrou y Juana Demarchi compartieron el proceso de debate que se dio en la Facultad de Lenguas, principalmente en el claustro estudiantil y con relación a una iniciativa presentada en el Consejo Directivo de esa unidad académica, que también apunta a incluir y reconocer como profesionales de la lengua a aquellas personas que tengan experiencia laboral en el campo de la docencia, la investigación y la traducción. El proyecto se denomina Programa de Acompañamiento Profesional para Egresados/as Noveles de la Facultad de Lenguas y busca contener las inquietudes y necesidades de quienes hayan terminado su carrera de grado y necesiten orientación para adentrarse en un campo laboral determinado. El punto de discusión que generó cierto rechazo hacia el programa se relaciona con la posibilidad de que una persona que no posea título específico en las áreas de docencia, traducción o investigación en lenguas pueda acompañar a alguien que sí lo tenga, sin importar su experiencia, grado de especialización o reconocimiento en el campo. Según comentaban Ferrou y Demarchi (miembros del Consejo Directivo de Lenguas) la reacción se da por parte de docentes ligados al Colegio de Traductores. Parte de los cuales, paradójicamente, dan clases sin poseer título de profesor. Dado el carácter abierto que tenía la actividad al estar enmarcada en una muestra sobre traducción, el perfil de la audiencia fue diverso: se encontraban traductores –con y sin título–, editores, estudiantes y docentes de traducción. Las intervenciones en su mayoría fueron expresiones de sorpresa y desorientación al escuchar los pobres argumentos de quienes se oponían al proyecto de ley de traducción autoral por concepción de traductor más allá de la titulación. Varios de los asistentes insistieron en el escaso contacto que han mostrado tener las unidades académicas formadoras de traductores y correctores con las editoriales de Córdoba; claro reflejo de la complicada relación que mantiene el claustro universitario en sí con la sociedad que lo contiene. Luis Seia