El gateo es una de las formas que tienen los bebés para explorar el

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Descubriendo el mundo
Por la Dra. Liliana Ortega *
El gateo es una de las formas que tienen los bebés para explorar el mundo que los rodea. Si
bien muchos papás se preocupan porque sus hijos lo hagan como supuestamente lo hace la
mayoría de los bebés, el gateo no es un hito madurativo determinante de normalidad. De ahí la
importancia de no comparar y entender que cada bebé lo hace a su manera y a su ritmo. En
cambio sí representan hitos madurativos, por ejemplo, el sostener la cabeza, sentarse
(sedestación), adoptar la posición de parado (bipedestación) y comenzar a caminar
(deambulación). Todos estos son hechos que con determinadas variantes individuales, sí son
jalones madurativos, es decir acontecimientos inevitables de un calendario que va al compás
de nuestro programa genético como especie, pero que no se da en todas las personas en una
precisa edad cronológica.
Por eso es que los pediatras tenemos la misión de observar atentamente el proceso evolutivo
de los chicos, aún estando sanos. Estas consultas “ en salud” al pediatra son muy fecundas y
sirven para disfrutar del crecimiento del bebé, anticipar situaciones especiales, logros,
dificultades o ahuyentar fantasmas e incertidumbres, con el objetivo de acompañar en forma
relajada los progresos de los chicos. Lo importante es recordar que cada bebé tiene su
particular forma de “ser” en el mundo y que las influencias del medio ambiente son irrepetibles
para cada hijo, aún dentro de la misma familia. Por supuesto que son muy importantes los
estilos de crianza, pero genética y entorno se combinan en cada ser humano en forma original.
En cuanto a su progreso en la exploración del mundo se puede afirmar que alrededor del
cuarto mes los bebés son capaces de “balconear”, es decir elevar el tronco y la cabeza
apoyándose en las dos manos. Al quinto mes pueden “rolar”, que es pasar DE estar boca abajo
a boca arriba. Así seguirá probando y, si se lo deja en una colchoneta en el piso con sus
juguetes, hará gala de destrezas antes desconocidas. De a poco intentará apoyarse en ambas
manos y en las rodillas y adquirir la posición de gateo (cuadripedestación). Esta posición le
permitirá avanzar hacia delante, atrás, para más tarde pararse (bipedestación) con la
inigualable ayuda de los muebles de la casa o de los brazos y piernas de sus padres o
hermanos. Pero gatear no será para todos igual. Hemos visto distintas formas de gateo o
modelos de desplazamiento: “gateo de oso”, “arrastrando la cola”, “avanzando en una pierna”,
“reptación”, etc. Y también se observa que muchos bebés, aún sabiendo caminar, prefieren
gatear cuando quieren desarrollar “altas velocidades”.
Como vemos, todo suma para la misión más importante: investigar y lograr autonomía. Lo que
no suma, sino que entorpece es sobreestimular a los bebés, controlar con obsesión sus
movimientos, descuidar los enchufes, objetos pequeños, escaleras, etc. También interfiere el
andador, que muchos equivocadamente recomiendan “para estimularlo a que camine antes”.
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Pediatra. Jefa del Servicio de Pediatría Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento
Lo cierto es que no será más inteligente por caminar antes. Sólo estará usando una prótesis
innecesaria. El mejor sostén es el que él mismo, inteligentemente, se arma con sus brazos,
piernas, manos, pies y en un ambiente seguro, en el que es tratado con cariño y respetado en
su individualidad. Así, el gateo lo ayudará a investigar y contribuirá a que logre confianza en sí
mismo.
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