Suelo, gran maestro

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DE LOS 0 A LOS 12 MESES EL SUELO ES EL GRAN MAESTRO QUE POTENCIA EL
MOVIMIENTO.
El movimiento está presente desde el inicio de la gestación. Esta se produce gracias
a la movilidad de los espermatozoides. Posteriormente el feto se moverá más o
menos agitadamente a lo largo de los 9 meses. En su movimiento se asemeja a un
delfín, no olvidemos que se encuentra en un medio líquido.
Es decir desde antes de su nacimiento, el futuro bebe mantiene una actitud activa.
En los 2 últimos meses de embarazo el bebe se ha ido colocando con la cabeza
apoyada en la parte baja del útero, para acabar encajándose en la pelvis con el cuello
y el cuerpo flexionados. El feto, con su movimiento, participa activamente en el
parto.
Una vez nacido pondrá en marcha los sistemas que ha estado preparando durante los
9 meses de gestación. Nace con unos reflejos primitivos muy bien organizados,
imprescindibles para participar en el parto, sobrevivir y aprender.
Un bebe es un ser totalmente inmaduro que tiene que acabar de madurar. Cada bebé
tendrá una velocidad de desarrollo distinta. Es importante que se respete y se
potencie su desarrollo neurofuncional paso a paso. No importa a que edad alcanza
cada etapa, lo importante es que las cubra todas y no se salte ninguna.
Nacemos con 2 ojos, 2 oídos, 2 hemisferios cerebrales. El hemisferio derecho y el
hemisferio izquierdo, que controlan respectivamente cada uno la parte contraria del
cuerpo. Los neurólogos, llegan a decir que podemos considerar que nacemos con dos
cerebros que tenemos que llegar a integrar en uno. El objetivo del desarrollo
neurofuncional es precisamente, activar los 2 hemisferios al máximo y lograr que
funcionen como una unidad por medio de la activación y estimulación del cuerpo
calloso, un pequeño arco que comunica los dos hemisferios cerebrales entre si.
Imprescindible para que un día desarrollemos aprendizajes superiores como el
lenguaje, la lectura, la escritura, las matemáticas y la mejor manera de garantizar
esto es a través del movimiento. El movimiento perfecciona el conocimiento.
El bebé nace flexionado y plegadito y se ira desplegando paulatinamente durante los
3 primeros meses por la acción de la gravedad. Comenzará descubriendo sus manitas,
mirándolas, moviéndolas y más tarde descubrirá sus pies.
Desde los 3 ó 4 meses el bebé debe pasar en el suelo un tiempo, que debe ir
aumentando progresivamente, hasta que pase en el suelo todo el tiempo que este
despierto. El Suelo es el gran maestro del movimiento. Los bebés necesitan un
espacio libre de obstáculos para poder arrastrarse y gatear.
La posición más correcta con la que podemos propiciar una estimulación adecuada es
boca arriba. Esta colocación facilita el movimiento de la cabeza y el estiramiento
progresivo de las extremidades. Desde los primeros días de vida, es importante
activar todas las estructuras dobles que tenemos. Es decir estimular a ambos lados
de la línea media, ofrecerle juguetes, caricias tanto por la derecha como por la
izquierda, la lactancia materna garantiza esta estimulación simétrica.
A los 3 meses su mundo interno ha acabado de madurar, los sistemas sensoriales se
han ido activando y se va abriendo al mundo exterior. Su cuerpo se ha ido
desplegando y controla la cabeza en la línea media boca arriba. Va activando la
coordinación de brazos y piernas. Y se va preparando para voltear. Comienza a
flexionar el brazo del mismo lado hacia el que gira la cabeza. Se va asentando el
control de la cabeza. La visión se ira desarrollando desde la experiencia táctil. Al
comienzo del volteo gira la cabeza y las piernas no le siguen. Y cuando nadie se lo
espera lo encontramos boca abajo, y así surge la posibilidad del desplazamiento, esto
genera nuevas necesidades y le motiva a seguir moviéndose, surge la posibilidad de
percibir más estímulos, deseo de alcanzarlos, y la necesidad y el placer de hacerlo
por si mismo. Lo peor que podemos hacer es convertir al niño en un mero espectador
sentadito en su hamaca. El mejor regalo que podemos ofrecerle es la posibilidad del
movimiento para conquistar su entorno y desarrollarse adecuadamente.
Las conquistas principales en los 12 primeros años de vida,
De los 3 a los 6 meses:
¾ Dominio del volteo hacia los dos lados, primero del boca arriba al boca abajo y
posteriormente del boca abajo al boca arriba. La reversibilidad del pensamiento
tan importante para las matemáticas tiene su origen aquí.
¾ Control de la cabeza.
¾ Descubrimiento de las manos.
¾ Giro alrededor del ombligo en las dos direcciones.
¾ Descubrimiento de los pies.
¾ Ampliación progresiva del campo visual.
De los 6 a los 9 meses:
¾ Antes de arrastrarse hacia delante, arquea el cuerpo rítmicamente como si
quisiera despegar (balancín)
¾ Las piernas están menos conectadas que los brazos, por ello es normal que los
primeros intentos de rectado sean infructuosos, y que al comienzo se desplace
hacia atrás. En su ímpetu por avanzar extiende los brazos y se aleja del estimulo.
Poco a poco descubre que tiene que utilizar los pies como apoyo para proyectarse
hacia delante. Se arrastrara de forma semejante a una oruga con los dos brazos y
las dos piernas moviéndolas al unísono
¾ Posteriormente comenzara alternando mano y pierna derecha con mano y pierna
izquierda.
¾ El reptado va evolucionando al reptado contralateral (coordinación mano, ojo
derecho con pierna izquierda)
¾ El reptado contralateral supone un salto cualitativo. Se está preparando para la
percepción tridimensional del espacio, del sonido y del tacto.
¾ Llega un momento en el que es capaz de mantener el equilibrio sobre las cuatro
extremidades y comienza a gatear
¾ El gateador emplea los dos lados del cuerpo, los dos hemisferios y los canales
perceptivos de forma simultánea y coordinada.
De los 9 a los 12 meses
¾ Conforme el bebé conquista el equilibrio, las manos dejan de ser las patas
delanteras. La liberación de las manos es progresiva. Hasta llegar a los 5 años
utilizara indistintamente las dos manos.
¾ Conquista de la sedestación, un día nos lo encontramos sentado. El bebé que repta
cuando alcanza un objetivo, lo disfruta volviendo a la postura de boca arriba, el
gateador disfruta de el sentado.
¾ Lo ideal es que los niños gateen unos cuatro meses. La forma de gatear ira
evolucionando. En sus primeros intentos se balancean sin avanzar, no llegan a
desplazarse.
¾ Los primeros pasos suelen ser homolaterales, rápidamente gracias a la
experiencia del reptado contralateral, va pasando al gateo contralatral.
¾ El gateo a veces es sustituido por formas, no recomendables como el culeteo, el
conejo y el gateo con piernas asimétrica ( apoyando una rodilla y un pie)
¾ Si los obligamos a ponerse de pie y sujetandoles los brazos los forzamos a
desplazarse, no contribuimos a la activación del cuerpo calloso.
¾ Cada día esta más cerca de mantener el equilibrio de pie. Primero utilizara
apoyos.
¾ Cuando domina la posición y el equilibrio y se siente seguro comienza a dar los
primeros pasos.
¾ Alrededor de los 2 años cuando ha acumulado mucha experiencia andando
comienza a andar con el movimiento contralateral, la marcha propia del ser
humano.
¾ Cuando el niño controla la bipedestación las manos se liberan y desde los primeros
días es capaz de transportar objetos.
Los niños que cubren todas las etapas alcanzan el equilibrio de la bipedestación con
seguridad, y esa seguridad les permite arriesgarse a seguir explorando y a no temer a su
entorno. Todo el desarrollo neurofuncional retroalimenta la autoestima y el
autoconcepto que el niño va generando de si mismo. Este aprendizaje y maduración
condicionará la adquisición y el desarrollo del lenguaje. “ El proceso de andar lleva a
hablar” Steiner.
Muchos problemas que surgen en la adquisición del lenguaje y de futuros aprendizajes
tiene su origen en lagunas en estas etapas, en una falta de estimulación del cuerpo
calloso porque han faltado horas de suelo y los niños no se han arrastrado ni gateado y
han pasado de su hamaca de espectador a andar sin estar maduros para ello. No alcanzan
un adecuado equilibrio y el espacio les resulta amenazante y se repliegan sobre si
mismos.
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