Ken Blanchard - Consultores en Capacitación

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Junio 12, 2.003
La Pirámide Organizacional Puesta Al Revés
En el libro de la Fundación Drucker sobre liderazgo para el siglo XXI. podemos ver
algunos de los conceptos que se han recogido, particularmente, en este caso por Ken
Blanchard
Según Dick Ruhe, existen dos responsabilidades diferentes al interior de las organizaciones
modernas. Uno es el papel de Liderazgo, y el otro es el papel de la Dirección. El primero,
Liderazgo, tiene que ver con hacer lo correcto (visión y orientación), mientras que el
segundo, la Dirección, tiene que ver con hacer las cosas bien hechas (la puesta en práctica).
Se entiende por efectividad empresarial, aquello relacionado con visión y de orientación.
Esto tiene que ver con focalizar la energía de la organización en una dirección específica.
Cuando se habla de eficiencia empresarial, se habla de sistemas y procedimientos que
permiten realizar aquello que se ha dicho desde la visión y la orientación.
Tradicionalmente, los altos directivos no se remangan las mangas de las camisas. Están
cómodamente sentados en sus escritorios. Dejan en manos de otras personas la puesta en
práctica de sus decisiones. Si realizamos una interrelación entre estas dos variables y
armamos un plano cartesiano, podremos observar un gráfico en el cual en el eje de la Y
tenemos la visión, sobre el cual se medirá la Efectividad, y en el eje de la X se medirá la
eficiencia. En el diagrama en amarillo la Visión y en azul los Sistemas. Cada cuadrante
representa una situación particular de la organización (en crema) y requiere de unas
acciones concretas a desarrollar (en verde)
Podemos observar que en el primer cuadrante superior izquierdo, tenemos un alto grado de
visión (efectividad), pero adolecemos de sistemas (eficiencia). Nos encontramos
extraviados Necesitamos alinear nuestra visión con sistemas que nos permitan alcanzar
nuestros objetivos, estableciendo nuevos sistemas o redefiniendo los actuales.
En el segundo cuadrante, superior derecho, tenemos un alto grado de visión (efectividad) y
a la vez unos altos sistemas (eficiencia). Tenemos alineados la efectividad y la eficiencia.
En estas circunstancias podemos delegar y empoderar a las personas para obtener el mejor
provecho de los esfuerzos realizados. Esta es una organización Definitiva.
En el cuarto cuadrante, inferior izquierdo, nos encontramos con una organización que no
tiene visión (baja efectividad) y no cuenta con sistemas (baja eficiencia). Estamos perdidos.
Cuando nos encontramos perdidos, ¿Cuál es el primer paso que damos, diseñar una visión o
con una puesta en práctica de un sistema? Obviamente daremos prioridad a una visión.
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En el tercer cuadrante, inferior derecho, usted tiene buenos sistemas, se encuentra alto de
eficiencia, pero no sabe a donde va, (bajo de afectividad). Usted necesita liderar la
organización con claros principios y objetivos que le permita alcanzar sus metas.
Visión
Extraviado
Definitivo
(+)
Delegar
Facultades
Alinear
(-)
Perseverar
E
F
E
C
T
I
V
I
D
A
D
EFICIENCIA
(+)
Liderar
Sistemas
Perdido
En búsqueda
(-)
El líder del futuro tiene que ser eficiente y efectivo. Para establecer la efectividad, diseñar
la visión, los valores y la misión, la pirámide organizacional debe estar en posición
habitual. Al fin y al cabo, Moisés no subió a la montaña con un comité para recibir las
tablas. Para implementar los sistemas el líder del futuro tiene que ser eficiente, pero si la
pirámide se mantiene en su posición habitual cuando la visión, la misión y los valores se
ponen en práctica, toda la energía fluirá para atrás, alejándose de los clientes, perdiendo la
eficiencia que se busca.
El líder del futuro debe ser capaz de cambiar la energía y el estado físico de la gente. Al
establecer la visión se centrará en la atención de la gente y les proporcionará orientación.
Logrado esto, el líder deberá orientar su atención al funcionamiento, las actitudes y el
comportamiento de la gente, para alinear su visión con el comportamiento de ellos. Deberá
ser un animador constante, un defensor del cliente, un guía espiritual, más que un juez, un
crítico o un evaluador.
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