Siguiendo nuestra tónica habitual de trabajo en equipo, estas conclusiones las hemos elaborado: - Mª Carmen Montoya Cortés Y - Milagros J. Montoya García Ambas del Salvador González Cantos (de Alhaurín el Grande) 1. Aprendizaje cooperativo.El texto, como vemos está dirigido al alumnado universitario, pero como siempre hacemos en Infantil, adaptamos lo que vemos que para nosotr@s nos sirve. En las clases, tanto de 4 como de 5 años, tenemos una distribución del alumnado en pequeños grupo, 6-7 alumnos/as. En ella, los hemos distribuido para que estén sentados por niña-niño. Desde el principio hemos tratado de fomentar la cohesión del grupo-clase, el sentimiento de pertenencia a éste, la valoración del mismo y el respeto por cada uno/a de sus miembros (una muestra es que para que uno/a hable, tiene que haber terminado el otro/a). Se fomenta también las responsabilidades individuales a través de dos rutinas: - El/la responsable del día: que se encarga que de poner el tiempo, el día de la semana, el mes, pasar lista (por fotos y nombres), etc. - El/la responsable del equipo o “teacher”: que se encarga de repartir los libros, cuadernos, lápices, recoger el material, los juguetes del rincón donde les toque jugar ese día, etc. Para exponer los problemas utilizamos un personaje (un pajarito) y una frase “Un pajarito me ha dicho…”. Así intentamos solucionar sobre todo los pequeños conflictos que van surgiendo. La evaluación en esta etapa es, por encima de todo, CONTINUA, ya que es la mejor forma, día a día, partiendo de la inicial y concluyendo con la final que nos servirá de punto de partida para el siguiente curso. Estas son las formas en las que intentamos plasmar el aprendizaje cooperativo, que en según qué momentos, irá acompañado del individual de manera que ambos se complementen. 2. ¿Es nuestro aula coeducativo?, que hay que cambiar y que hay que dejar.- Las barreras coeducativos del aula y el entorno, o las dificultades para poder llevar a la práctica actividades o una metodología coeducativos radican en: 1. Los propios espacios, puesto que son insuficientes y limitan la forma de los agrupamientos. Por ejemplo, si en infantil, queremos colocar los niños/as en forma de “U”, no nos quedaría prácticamente espacio para los rincones. 2. Los materiales. Faltan recursos materiales en los rincones, en los juegos de patio, en psicomotricidad, etc. 3. Los textos. Son incompletos y siempre tenemos que añadir o quitar actividades para adecuarlos lo mejor posible al grupo-clase. 4. El tiempo del que disponemos también es insuficiente. 5. Las actitudes del propio profesorado, a veces, sexistas con el alumnado y entre ellos/as mismos/as, incluso. 3. ¿Qué aportamos como modelo?.Como maestras intentamos mantener en todo momento actitudes que no sean nada discriminatorias, por lo que pretendemos ofrecer ese modelo. Así nos proponemos: a) Mantener un lenguaje no sexista en todo momento. Les hablamos de niños y niñas, madres y padres, etc. Tanto con el alumnado como con el resto del profesorado. b) Realizar actividades en las que participen ambos por igual. c) Ofrecer las mismas oportunidades a ambos sexos. d) Hacer hincapié en el mundo masculino de los sentimientos, y en la autoestima femenina (propocionándoles situaciones que en las que ellas sean las que dirijan: “jefa” o “guardiana” de la biblioteca o cualquier otro rincón, responsables de la clase, etc. ). e) Dejar que los niños o los maestros acojan elementos “femeninos”: la fregona, limpiar las mesas si algo se derrama, etc.