Monografía Formación en Neurosicoeducación Alumna: María Teresa Ferrer www.asociacioneducar.com Mail: [email protected] Facebook: www.facebook.com/NeurocienciasAsociacionEducar DE SERES HUMANOS, CAPACIDADES E ILUSIONES. Si tienes una mente calma, serás una persona bella. Si eres una persona bella, crearás un hogar armonioso. Si tu hogar está en armonía, tu Nación se hallará en orden. Si en tu Nación hay orden, habrá paz en el mundo. Lao Tse “El ser humano y su perfeccionamiento como persona (revolución mental), debe ser el anhelo más alto de una sociedad que se considere sana.” Carlos A. Logatt Grabner Los seres humanos, ¿seres especiales? La historia de la evolución de los seres vivos se ha caracterizado por la necesidad de sobrevivir para reproducirse, y así, asegurar la continuidad de la próxima generación. Como seres humanos, también nosotros hemos tenido que librar una dura batalla por la supervivencia de la especie. Y continuamos batallando. La característica que nos hace “especiales” entre otras seres vivos, es la de poseer un cerebro que nos ha permitido conocer el mundo exterior, pero además, ir más allá de la mera supervivencia, intentando conocer nuestro mundo interior. Estamos en un momento histórico en el cual este conocimiento del mundo interior cobra particular relevancia. Es, tal vez, el mayor desafío al que nos hemos enfrentado. Demasiado interés solo en el mundo exterior nos convierte en seres competitivos, atentos solo a lo material. Claro que para poner el interés en el mundo interior hay que pensar en solucionar los déficits en materia de necesidades básicas, ya que solo una persona sin privaciones puede pensar en la trascendencia. Entendiendo la trascendencia como la capacidad de controlar los instintos evolutivos pro-supervivencia, para darle relevancia a los instintos evolutivos pro-altruismo. La clave para superar el egoísmo en la supervivencia (que nos deja aislados y despreocupados por el otro), es la adopción de un nuevo principio: el compartir desde el respeto por nosotros mismos y por todo el planeta. Vivimos en una ilusión compartida, en la que creemos que la vida consiste en HACER para TENER cada vez más; y que SEREMOS mejores cuanto más tengamos. Así, nos convertimos en consumidores y productores de cosas que realmente no nos satisfacen; en una vorágine de “necesidades” creadas, en donde van quedando en el camino insatisfechos, seres deprimidos, estresados, enfermos. Este Yo ideal es un generador de insatisfacción e inseguridad, y un debilitador social, impulsor del consumo y del desperdicio. En oposición a esto, podemos pensar en otra fórmula de vida. Una donde el SER sea el valor mas importante, determinante del sentido de la vida; HACIENDO para cubrir nuestras necesidades básicas de TENER, sin sufrir y disfrutando de la existencia. A diferencia del primer modelo, el ser proporciona seguridad, porque nadie nos lo puede quitar. El tener está sujeto a lograr una buena calidad de vida, limitando el consumismo, pensando en una justa distribución y contribuyendo a la mayor duración de los recursos con los que contamos. Un paseo por nuestra evolución como especie Nuestra historia evolutiva se inicia unos 600 millones de años atrás, con la aparición de los primeros organismos acuáticos multicelulares. 150 millones de años después, surgían los animales cordados (nervios que se prolongaban de su espalda). 25 millones de años después, se originan los primeros vertebrados, peces muy primitivos. Hace 400 millones de años, algunos peces comenzaron su aventura fuera del agua, evolucionando paulatinamente en los primeros anfibios. Surgen, a partir de ellos, los reptiles, hace 300 millones de años. Las terminaciones nerviosas fueron mejorando y estructurándose en módulos (primer cerebro, instintivo), caracterizándose por actuar sin conciencia de lo que estaban haciendo. Los reptiles fueron la base para la aparición de una nueva especie, los mamíferos, hace 180 millones de años. Tenían un cerebro límbico (emociones) y un sistema primitivo de memoria, con lo cual hace su aparición el aprendizaje. En nuestro cerebro está integrada y concentrada la síntesis de todos esos millones de años de evolución. Los “diferentes cerebros” y sus áreas están integrados de abajo hacia arriba, evidenciando que la evolución ha dejado aquello que funciona bien. Los instintos son la piedra basal sobre la que está constituida la UCCM humana. El cerebro emocional agrega memoria y capacidad de aprendizaje. El ultimo logro en evolución es la aparición del neo córtex y los Lóbulos Pre Frontales (LPF), que se desarrollan durante la etapa de transición entre homínidos y humanos, aproximadamente 5 millones de años atrás. Ocupan un área mucho mayor de la corteza cerebral que la de cualquier otro animal. Estas son las áreas más evolucionadas de nuestro cerebro, y el hogar de las cualidades éticas y cognitivo-ejecutivas. Aquí es donde se manifiesta la autoconciencia, y en donde las emociones se transforman verdaderamente en sentimientos. lo que nos Es hace “especiales”. El conocimiento de nuestra UCCM Los seres humanos tenemos un mundo interior asociado al cerebro y la mente (producto del primero), con manifestaciones corporales y en interacción con el medio ambiente. Por eso hablamos de Unidad Cuerpo Cerebro Mente Medio Ambiente (UCCM o UCCMMA). Si queremos desarrollar una inteligencia orientada al mundo interior, tendremos que considerar que: - El mundo primitivo y sus peligros eran fácilmente detectables por los sentidos, eran bastante estables en el tiempo, se podían resolver rápidamente, y con frecuencia de la misma manera. - El mundo civilizado actual conserva pocos de los peligros primitivos que afectaban supervivencia. la Los problemas actuales no son de rápida resolución, e implican la evaluación de la situación, la elaboración de estrategias y planes de acción, la ejecución y el monitoreo de las soluciones adoptadas. La UCCM que poseemos hoy, es la misma que se adaptó durante millones de años de evolución al viejo mundo natural. Hoy nos encontramos con un mundo muy diferente. Adaptarse a las características cambiantes de nuestro entorno implica que tiene que ser capaz de pensar a largo plazo, que evalúe entre distintas opciones, que desarrolle la autoconciencia y el autocontrol, que pueda postergar gratificaciones, entre otras capacidades. Todo ello innecesario en el mundo primitivo. Neuronas espejo, Teoría de la mente y Módulo del Intérprete: ¿Quién manda realmente? Una de las capacidades más destacadas humanos de es la los seres imitación. Esta capacidad está alojada en nuestros genes, en las llamadas neuronas espejo. Fueron descubiertas por Giacomo Rizzolatti, y pueden ser la clave para entender cómo aprendemos y construimos nuestra sociedad. Esta capacidad para la vida en grupo puede ser un problema, o un valor. Todo depende de la conducta a imitar, del conocimiento que tengamos de su funcionamiento, y de la posibilidad de modelar a favor de comportamientos positivos para uno mismo y para los demás. Nos podemos enfocar en ofrecer modelos en donde la generosidad, el altruismo, la creatividad, etc., sean las características. Este sistema de neuronas en espejo nos permite hacer propias las sensaciones, emociones y acciones de los demás, posibilitando que nos podamos poner en el lugar del otro. También nos permiten anticiparnos y “adivinar” las intenciones de las otras personas. No necesitan ver; una representación mental es suficiente para activarlas. Construimos una Teoría de la mente ajena. Esta es la base de la empatía, y el motivo por el cual necesitamos vivir en comunidad. O podríamos invertir esta relación, y pensar que para vivir en comunidad, necesitamos de esta capacidad. En los seres humanos, este sistema está más evolucionado y es más flexible que en las otras especies. Nos podemos dar cuenta al observar la complejidad de nuestras sociedades. En este particular momento, nuestra supervivencia depende en gran medida del entendimiento que podamos tener de las intenciones y acciones de los demás, y del “contagio emocional” que generemos en el cerebro de nuestros semejantes. Yendo un poco más lejos, se puede pensar que la cultura de una comunidad es absorbida por las neuronas espejo, y es traspasada de generación en generación, a través de la imitación. Aplicar los conocimientos y la información disponible para aprender a usar esta fabulosa capacidad se ha convertido en una necesidad en esta sociedad global, para mejorar la calidad de vida, para desarrollar la empatía, comprender a los demás, y construir relaciones más sanas. Michael Gazzaniga ha descubierto que en el hemisferio izquierdo de nuestro cerebro funciona un módulo, al que llama “Módulo del Intérprete”, que intenta interpretar el mundo y las acciones propias. Produce toda una argumentación mental que parece producto de la lógica, pero en realidad se puede basar en ilusiones y hasta en memorias falsas. Nos hace sentir seguros de lo que decimos o pensamos, incluso a costa de inventar narrativas personales ficticias. Parece que, puesto de ese modo, queda poco espacio para la libertad de acción y el libre albedrio, pero no hay que olvidar que todavía tenemos responsabilidad. Como construcción social, y como acuerdos que llevamos a cabo entre todos. “Lóbulos Prefrontales. Caminos corto y largo” Retomemos el tema de los sistemas cerebrales integrados en nuestra UCCM. Vivimos en una época en que los estímulos externos son muy diferentes a los del mundo primitivo. El sistema instintivo-emocional (cerebro instintivo y emocional) sigue actuando, y es el que primero emite respuestas de ataque, huida o búsqueda, evitando el dolor y buscando el placer, basado en la supervivencia inmediata, con bancos de memoria emocional básicos, y en el corto plazo. Tarda 125 msg. Es el camino corto. Lo podemos equiparar a una Ferrari, difícil de frenar. El problema es que, en un mundo signado por “peligros” y “placeres” muy diferentes a los que había en el viejo mundo natural, las respuestas emitidas por este sistema, con frecuencia son desmedidas e inadecuadas a la situación originaria. Es el sistema de los Lóbulos Prefrontales (LPF) el que nos posibilita adecuarnos, medir, pensar, evaluar, modular, la calidad de la respuesta. Es más lento, demora aproximadamente 500 msg, y es nuestro Ford T. Se constituye en el denominado camino largo. Consumen, además, mucha energía, por lo que es entendible que no se puedan usar todo el tiempo. Aceleración de Ferrari, con frenos de Ford T. Así es de compleja la modulación de las conductas instintivas. Los LPF funcionan interconectados con el resto del cerebro, permitiendo una retroalimentación permanente. Este sistema está formado por distintas áreas, que integradas en un conjunto, son las constructoras de todas las cualidades consideradas esencialmente humanas. Funcionan como un “director de orquesta”. En el “mapa” del cerebro, los LPF ocuparían el cartel de “Usted está aquí”. Es la parte que más nos diferencia de otros seres vivos. Se constituyen en el observador consciente de la mente. Es lo que nos permite mirar más allá de la supervivencia inmediata. Es el asiento de las facultades cognitivas-ejecutivas (intelectuales y emocionales) y éticas, permitiéndonos dirigir nuestra conducta. Precisamente, dirigir, controlar y modelar las respuestas a los impulsos provenientes del sistema instintivo-emocional, es trabajo de los LPF, a través del mencionado conscientemente camino las largo. emociones, Poder y auto-observarnos, transformarlas en reconociendo sus efectos en nosotros mismos y en los demás. detectar sentimientos, Este sistema nos permite ir de la expresión más primitiva a la más humana. Implica trabajar la reflexión del camino corto, reevaluando la solución y variarla, en caso de ser necesario. Siempre teniendo en cuenta el bienestar propio y el de los demás. Los LPF participan de funciones ejecutivas: - Funciones ejecutivas metacognitivas: solución de problemas, planeamiento, formación de conceptos, desarrollo e implementación de estrategias, memoria de trabajo, etc. - Funciones ejecutivas emocionales: coordinación de la cognición y emoción/motivación. Además, necesitan información de calidad para no tomar decisiones erradas. Y para un desarrollo armonioso, se requiere de adultos empáticos, que posibiliten un aprendizaje emocional positivo. Conclusiones Lo que nos enseña la neurosicoeducacion es que el mundo es lo que somos. Que los problemas en el mundo exterior son las traducciones de los conflictos que residen en la mente. Que si queremos una verdadera revolución, debemos empezar por hacerla en nuestras mentes. Solo entonces, entenderemos lo que Lao Tse había intuido, hace miles de años. La solución siempre estuvo ahí, pero como sucede muchas veces, tenemos una especie de “ceguera mental”, que nos impide ver nuestro interior, ver al otro, importarle el otro. Se necesita re-direccionar las prioridades, considerar el largo plazo, y asumir la equidad como valor universal. Y solo cuando lo logremos en nuestro propio mundo interior, lo podremos pensar para el resto. Nuestra UCCM es el hogar de fabulosas capacidades, pero también de “trampas” e ilusiones. Conocer y controlar éstas, y desarrollar aquellas, es el verdadero desafío. Con muy poca modestia, hago mías las palabras de Santiago Ramón y Cajal: “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro” Les propongo, y me propongo, empezar a esculpir…