LA CALIFICACIÓN DE DOCUMENTOS JUDICIALES

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LA CALIFICACIÓN DE
DOCUMENTOS
JUDICIALES
JORGE ORTIZ PASCO
SUMARIO
1. Análisis normativo del conflicto de normas en nuestra legislación. lI. Análisis normativo
en la legislación comparada. III. Conceptos que deben entender los jueces. IV. Cuando se
vuelve áspera la comunicación con los jueces. V Conclusiones.
T
ema por demás controvertido y de innegable vigencia que debe quedar claro desde el inicio, ya
que ningún documento susceptible de inscripción puede encontrarse exento de calificación, pues
ésta es condición inexcusable para realizar aquélla. La calificación difiere de acuerdo al tipo de
documento sometido a su examen o verificación. En el caso de los documentos originados en sede
judicial o judiciales, simplemente, por la investidura de su autor (magistrado), se han motivado
reiterados conflictos tanto en nuestro país como en otros. En nuestra realidad, las divergencias,
discrepancias y conflictos se encuentran acentuados a raíz de la modificatoria al artículo 2011 del
Código Civil1 establecida con la promulgación del Código Procesal Civil2, tema que será abordado
más adelante.
Con respecto a la posibilidad de someter a calificación una resolución judicial, debemos tener
en cuenta lo expresado por EDGARDO SCOTTI, quien manifiesta lo siguiente: "Las dudas surgen,
en realidad, porque se considera que el poder de decisión de un juez o tribunal es absoluto y
superior a las facultades que pueden corresponder a un funcionario administrativo (registrador) o
que, dependiendo del mismo poder judicial, no goza de los atributos propios de la función
jurisdiccional. Esta cuestión debe analizarse también desde otro punto de vista, 10 cual clarifica y
determina los límites de las esferas de actuación de cada funcionario (Judicial y registral).
Es sabido que en nuestro ordenamiento, el régimen de división de los poderes públicos, es la
ley quien asigna a cada uno de ellos una competencia determinada, fijándoles atribuciones y
responsabilidades. En su respectivo campo de actuación, el órgano judicial o administrativo es
autónomo y, especialmente en casos como el de los registros inmobiliarios cuando existen
disposiciones orgánicas que rigen su desenvolvimiento, aplican cada uno de ellos la legislación que
enmarca su labor; mientras su accionar no exceda de la misma, no podrá considerarse ilegítima una
resolución administrativa que limite los efectos de una decisión judicial".3
De acuerdo a los términos mencionados en el párrafo anterior, se resolvió una reinscripción
de embargo rogada, una vez producida la caducidad del asiento precedente y cuando el propietario
1
Texto original del artículo 2011 del C.C.: "Los registradores califican la legalidad de los documentos en
cuya virtud se solicita la inscripción, la capacidad de los otorgantes y la validez del acto, por lo que resulta de
ellos, sus antecedentes y de los asientos de los Registros Públicos".
2
Párrafo agregado por el C.P.C.: "Lo dispuesto en el párrafo anterior no se aplica, bajo responsabilidad del
Registrador, cuando se trate de parte que contenga una resolución judicial que ordene la inscripción. De ser el
caso el Registrador podrá solicitar al Juez las aclaraciones o información complementaria que precise, o
requerir acredite el pago de los tributos aplicables, sin perjudicar la prioridad del ingreso al Registro".
3
SCOTTI, Derecho registral inmobiliario. Modalidades y efectos de las observaciones regístrales, Buenos
Aires, 1980
del bien sobre el cual se pretendía reinscribir la medida cautelar no era quien figuraba en el parte. El
juez insistió, bajo apercibimiento de ordenar el desacato. Esta es la forma como se desarrolló el
procedimiento de inscripción de un título en el registro de la ciudad de Buenos Aires, a través del
expediente N° 2300-8024-73, con fecha 7 de junio de 1973, con lo cual nos podemos dar cuenta,
claramente, que el conflicto de calificar registralmente la legalidad de un documento judicial
traslada cualquier frontera.4
GONZALES Y MARTÍNEZ se refiere extensamente al tema en términos adecuados:
"Dificultades mucho mayores ha suscitado el problema de la calificación de documentos judiciales,
pues si, por una parte, la resolución del registrador puede rayar en la desobediencia, cuando se niega
abiertamente a dar debido cumplimiento a sentencias dictadas por un juez dentro de los límites de
su competencia, o se acerca al delito de denegación de auxilio a la justicia, desde otro punto de
vista, no puede dejarse la extensión de un asiento y la marcha entera de la oficina a funcionarios que
resuelvan sobre cuestiones distintas y sin exacto conocimiento de los asientos registrales. Dentro de
su respectivo campo el registrador y el juez son autónomos y en cierto modo soberanos, y el
segundo no puede imponer la extensión de un asiento determinado, como el primero no puede
alterar los pronunciamientos de un fallo". 5
GARCÍA CONI expresa que, "al registro no se le ordena, sino que se le pide el cumplimiento
de un deber especifico (principio de rogación). No se trata de un conflicto de poderes, ni menoscaba
la autoridad judicial, pues las leyes obligan tanto al juez como al registrador. Dentro de su función
específica el Registrador no es superior al Notario ni inferior al juez, por lo que debe cumplir su
cometido sin excesos ni sumisiones".6
Por último DE MENA Y SAN MILLÁN, con respecto a la calificación de documentos
judiciales, expresa que, "(...) el registrador que califica y deniega la inscripción de un documento
judicial lo hace sin el dolo específico de desobedecer y sí con la leal y noble pretensión de cumplir
un deber de función en el ejercicio legítimo de un cargo". 7
I.
ANÁLISIS NORMATIVO DEL CONFLICTO DE NORMAS EN NUESTRA LEGISLACIÓN
Para la ley peruana todo lo expresado hasta ahora no se aplica cuando el registrador tenga en
su poder una resolución judicial. ¿Qué locura? No, para nada. Lo expresado líneas arriba responde a
lo dispuesto por el Código Procesal Civil en su primera disposición modificatoria al Código Civil.
De acuerdo con lo dispuesto por el Código Procesal, el principio de legalidad o la calificación
de la legalidad de los documentos que son presentados al registro para su inscripción, sólo opera
4
SCOTTI, Ob. cit
Estudios de Derecho Hipotecario, T. 1, Madrid, 1948, p- 440
6
La calificación registral específica y atípica en aportes a las reuniones nacionales de directores de registros
de la propiedad, Vol. 11, Tercera Reunión UNA 1967, La Plata, P. 133.
7
DE MENA y SAN MILLAN. "El principio de legalidad en relación con los documentos procedentes de la
autoridad judicial". En: Revista de Derecho Registral N° 2, Buenos Aires, p.91.
5
para los documentos notariales y administrativos, mas no para los documentos judiciales. ¿Podría
considerarse la presente norma por su carácter de discriminatoria, como inconstitucional?
Lo preocupante de la norma en comentario es que el mismo Código Procesal se contradice
cuando, en los artículos 656 y 673, exige que para realizar la anotación del embargo sobre un
inmueble deberá existir compatibilidad con el título de propiedad ya inscrito. Pregunta: ¿qué
sucederá si presentamos al registro un parte judicial que contiene un embargo, pero en el mismo se
detalla un lindero distinto al lindero registrado? ¿existirá tal compatibilidad?8
Otra situación similar la encontramos en el artículo 673 del mismo cuerpo de leyes en cuanto
a las anotaciones de las demandas, pero lo anecdótico y resaltante se encuentra constituido porque
dicho articulo textualmente dice: "El registrador cumplirá la orden por su propio texto, siempre que
(condicional) la medida resulte compatible con el derecho ya inscrito". ¿Más de lo mismo?9
Personalmente, creemos que los extremos siempre fueron, son y serán malos, y que la norma
en comentario tiene mucho de ella, es decir, se constituye en una norma extremista.
Con respecto a la normatividad muchas veces invocada por los señores jueces, tenemos que
detener nuestro análisis en el articulo 4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial10, que se refiere a la
obligación de toda persona y autoridad para acatar y dar cumplimiento a las decisiones judiciales,
sin poder calificar su contenido o sus fundamentos, restringir sus efectos o interpretar sus alcances.
Es oportuno dejar en claro que observar una incompatibilidad producto de la calificación registral a
un documento judicial, entre el documento mismo y los antecedentes registrales no constituye para
nada la calificación del contenido, de sus fundamentos, ni mucho menos, con ello, restringir sus
efectos o interpretar sus alcances. Ello constituye, simple y llanamente, la aplicación pura del
principio de legalidad en uno de sus aspectos, aquel que le permite al registrador confrontar la
realidad registral vs. la realidad extrarregistral o, como lo dice la norma misma, de lo que resulte de
ella y de sus antecedentes registrales. Nos llama severamente la atención la invocación que hacen
algunos magistrados del articulo 9 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.11 ¿Qué dice la
8
Artículo 656 del C.P.C.: Embargo en forma de inscripción. "Tratándose de bienes registrados, la medida
puede ejecutarse inscribiéndose el monto de la afectación, siempre que ésta resulte compatible con el título de
propiedad ya inscrito. Este embargo no impide la enajenación del bien, pero el sucesor asume la carga hasta
por el monto inscrito. La certificación registral de la inscripción se agrega al expediente".
9
Artículo 673 del C.P.C: Anotación de demanda en los Registros Públicos. "Cuando la pretensión discutida
en el proceso principal está referida a derechos inscritos, la medida cautelar puede consistir en la anotación de
la demanda en el registro respectivo. Para su ejecución, el Juez remitirá partes al Registrador, los que
incluirán copia íntegra de la demanda, de la resolución que la admite y de la cautelar.
El Registrador cumplirá la orden por su propio texto, siempre que la medida resulte compatible con el derecho
ya inscrito. La certificación registral de la" inscripción se agrega al expediente."
La anotación de la demanda no impide la transferencia de bien ni afectaciones posteriores, pero "otorga
prevalencia a quien ha obtenido esta medida".
10
Ley Orgánica del Poder Judicial. Artículo 4: "Toda persona está obligada a acatar y dar cumplimiento a las
decisiones judiciales o de índoles administrativa, emanadas de autoridad judicial competente, en sus propios
términos, sin poder calificar su contenido o sus fundamentos, restringir sus efectos o interpretar sus alcances,
bajo la responsabilidad civil, penal o administrativa que la ley señala
11
Ley Orgánica del Poder Judicial. Artículo 9: "Los Magistrados pueden llamar la atención, o sancionar con
apercibimiento, multas, pedidos de suspensión o destitución, o solicitar su sanción, de todas las personas que
se conduzcan de modo inapropiado, actúen de mala fe, planteen solicitudes dilatorias o maliciosas y en
general, cuando falten a los deberes señalados en el artículo anterior, así como cuando incumplan sus
mandatos. Esta facultad comprende también a los abogados".
mencionada norma? Simplemente que los magistrados podrán decretar apercibimientos, entre otras
medidas, de las personas que planteen solicitudes dilatorias o maliciosas. Cabría preguntarnos si el
hecho de aplicar una norma legal o cumplir con una obligación (deber de función, tal y como lo
establece la normatividad de la Superintendencia de Registros Públicos)12 puede generar un
apercibimiento judicial por conducirse de modo inapropiado, actuar de mala fe o plantear solicitudes dilatorias o maliciosas, tal y como lo plantea la norma legal comentada y que indebidamente
aplican los señores magistrados, cuando el registrador observa un documento judicial.
II.
ANÁLISIS NORMATIVO EN LALEGISLACION COMPARADA
La norma argentina es la Ley 17801, y en su articulo 8 establece que el registro calificará la
legalidad de las formas extrínsecas de los documentos cuya inscripción se solicita ateniéndose a lo
que resultara de ellos y de los asientos respectivos. Nota saltante de la norma en comentario la
constituye el hecho de centrar la calificación en las formas extrínsecas. Otro hecho saltante es la
denominación "los documentos", con lo cual no distingue el tipo de documentó materia de la
calificación.13
La Ley Hipotecaria española del 8 de febrero de 1946, en su artículo 18, establece que los
Registradores calificaran, bajo su responsabilidad, la legalidad de las formas extrínsecas de los
documentos de toda clase. No genera distingo alguno. Agrega la norma en comentario que dicha
calificación se contempla con la verificación de la capacidad de las partes y la validez de los actos,
por lo que resulta de ellos y de los asientos del registro.14
Como es sabido por todos, la ley peruana constituye casi una copia de la española con la gran
diferencia de que en la madre patria el registrador es responsable por calificar y no por no calificar,
como sucede actualmente en nuestro país cuando se trate de una resolución judicial, de acuerdo a la
modificación planteada al principio de legalidad por el Código Procesal Civil, dentro del cual se
establece que cuando se trate de una resolución judicial, el registrador, bajo su responsabilidad, no
aplicará el principio de legalidad.
Por último, el reglamento de la Ley Hipotecaria española termina por especializar el tema de
la calificación de las resoluciones judiciales cuando, en su artículo 10O, establece claramente que la
calificación de los documentos judiciales se limitará a la competencia del juzgado, a la congruencia
del mandato con el procedimiento, a la formalidad extrínseca del documento y a los obstáculos que
surjan del registro. 15
12
Ley 26366. Artículo 3: Son garantías del Sistema Nacional de los Registros Públicos: a) La autonomía de
sus funcionarios en el ejercicio de sus funciones registrales; c) La seguridad jurídica de los derechos de
quienes se amparan en la fe del Registro.
13
Ley 17801 (Argentina) Artículo 8: "El registro examinará la legalidad dejas formas extrínsecas de los
documentos cuya inscripción se solicita ateniéndose a lo que resultará de ellos y de los asientos respectivos".
14
Ley Hipotecaria del 8 de febrero de 1946 (España). Artículo 18: "Los registradores calificaran, bajo su
responsabilidad, la legalidad de las formas extrínsecas de los documentos de toda clase, en cuya virtud se
solicite la inscripción; así como la capacidad de los otorgantes y la validez de los actos dispositivos
contenidos en las escrituras públicas, por lo que resulte de ellas y de los asientos del registro"
15
Reglamento Hipotecario del 14 de febrero de 1947.Artículo 100: "La calificación por los Registradores de
los documentos expedidos por la Autoridad Judicial se limitará a la competencia del Juzgado o Tribunal, a la
III.
CONCEPTOS QUE DEBEN ENTENDER LOS JUECES
El principio de legalidad es tal porque así lo manda la ley, quien mejor que un juez para
entender la aplicación correcta, oportuna y veraz del mismo.
No se observa un mandato o resolución judicial (el registrador no es competente para ello),
solamente estamos calificando la validez de un título en función de su acceso al registro.
El registrador es un juez de títulos y por tanto legalmente competente y capaz para ejercer la
función encomendada por la ley, calificar los títulos que llegan a su oficio registral.
La calificación es para el registrador una actuación obligatoria y personalísima.
Los registradores califican bajo su responsabilidad, sin poder delegar en otra persona, ni
suspender su juicio, ni consultar con sus superiores jerárquicos.
No es función judicial, pero se ejerce con independencia semejante, y consiste en un juicio de
valor, no para declarar un derecho dudoso o controvertido, sino para incorporar o no al registro una
nueva situación jurídica.
IV.
CUANDO SE VUELVE ÁSPERA LA COMUNICACIÓN CON LOS JUECES
Es importante tener en cuenta que la norma modificatoria del artículo 2011 de Código Civil
establece que los registradores podrán solicitar aclaraciones a los jueces.
Teniendo en cuenta que el registrador deberá solicitar al juez le aclare determinadas
situaciones que no aparecen claras en el título presentado, lo único que le queda al registrador es
proceder de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 148 del Código Procesal16, es decir, enviarle un
oficio al juez con la finalidad de comunicarle la duda u observación registral. Lo criticable radica
justamente allí, porque lamentablemente, encontramos que a los Jueces les encanta enviar oficios,
pero cuando se los envían a ellos, aparecen los fantasmas y hasta las espadas de Damocles, que en
nuestra realidad registral llevan el nombre de apercibimientos y desacatos, respectivamente.
Tengo el interés particular de dejar en claro que la interpretación de la ley no puede generar
ni desacatos, ni apercibimientos, mucho menos cuando dos funcionarios públicos interpretan y
aplican leyes.
V.
CONCLUSIONES
1. La calificación registra1 constituye un hecho inexcusable y por tanto debe ser extensiva
congruencia del mandato con el procedimiento o juicio en que se hubiere dictado, a las formalidades
extrínsecas del documento presentado y a los obstáculos que surjan del Registro".
16
Artículo 148. Oficios a otros poderes y a funcionarios públicos: "A los fines del proceso, los Jueces se
dirigen mediante oficio a los funcionarios públicos que no sean parte en éL La comunicación entre Jueces se
hace también mediante oficios".
a todos los documentos que ingresan al registro para su inscripción.
2. Haciendo un análisis superficial del procedimiento registral y teniendo como objetivo
fundamental la inscripción, debemos tener en claro que el principio de rogación da inicio
al mencionado procedimiento, el de prioridad establece la preferencia y va generando
derechos de vital importancia y de cumplimiento obligatorio, y el principio de legalidad,
cuya aplicación será indispensable para generar una publicidad veraz, coherente y seria
frente a los terceros que con la. nueva teoría económica del derecho dejan de ser
solamente los adquirentes y pasan a ser los usuarios del servicio en general.
3. No podemos legislar solamente para solucionar problemas; debemos hacerla para
generar paz social, es decir, dejemos de tomar medidas de corto plazo y pasemos a tomar
decisiones que nos fortalezcan en el tiempo. Se modificó el artículo 2011 del Código
Civil porque, "(...) los registradores observaban como querían y no hacían caso a los
mandatos judiciales (...)" ¿Qué hemos conseguido? Simplemente una norma abusiva,
discriminatoria y que más allá de los adjetivos calificativos que pueda recibir,
fundamentalmente no soluciono el problema de fondo.
4. La referida norma modificatoria del Código Civil responsabiliza al funcionario público
(registrador) por cumplir con su deber. Sí, aunque usted no lo crea, está frente a un "caso
de Ripley", propio de la televisión y no del Derecho. El párrafo modificatorio establece
claramente que el incumplimiento de lo dispuesto (es decir no aplicar el principio de
legalidad) acarrea la responsabilidad del registrador. Realmente se desnaturalizó la
función registral, cuya principal labor es, precisamente, la calificación de los documentos
rogados.
5. No cabe apercibir cuando se cumple una función inherente al cargo. Siempre planteamos
en clase el siguiente ejemplo: una resolución judicial' ordena al registrador la inscripción
de un acto que contiene la descripción de un inmueble cuyo lindero derecho en el parte
judicial consigna una característica distinta a la que se encuentra inscrita en la partida
registral del inmueble. El juez es comunicado de tal discrepancia y contesta con un
apercibimiento. Lo único que generó con dicha orden (por demás incoherente) es quebrar
el orden social y como consecuencia de ello, no alcanzar la paz. Es más, generó conflicto
social registral, dado que la publicidad (hacia afuera) de dicho acto no es consistente, ni
mucho menos veraz.
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