Metodología del lenguaje y comunicación

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Metodología del lenguaje y comunicación
Prof. Griselda Ríos V.
II semestre 2007
LA ESCRITURA
La escritura manuscrita se comprende como una modalidad del lenguaje y práctica siendo
un sistema complejo, debido a la exigencia que requiere para su dominio, como los niveles
de organización de la motricidad, dominio de las direcciones del espacio, el pensamiento y
la afectividad.
Se considera que la escritura no constituye un sistema homogéneo, sino que se expresa a
través de la adquisición e integración de los niveles, por lo tanto éste aprendizaje es una
adquisición de factores de maduración como también del aprendizaje escolar jerarquizado.
La escritura es un modo de expresión verbal tardía, si se le compara con la aparición del
lenguaje oral, la escritura , que es un grafismo y lenguaje, esta íntimamente ligado a la
evolución de las destrezas motrices las cuales les permiten tomar su forma y el
conocimiento lingüístico, lo cual da posibilidad para darle un sentido.
Dentro del marco escolar, la escritura manuscrita es considerada como una modalidad de la
conducta de comunicación, constituyendo para el niño/a un instrumento de vital
importancia, debido a que le permite adquirir, retener y recuperar el lenguaje escrito;
retener, precisar, clarificar y perfeccionar el pensamiento propio con mayor facilidad, como
también registrar las ideas y planteamientos de los otros luego después de haberlos leído o
escuchados y mantener, desde un punto afectivo y social, una comunicación altamente
personal. La escritura como técnica instrumental básica, una vez automatizada, permite al
niño desplace su atención hacia otros aspectos de la repuestas escritas, tales como la
ortografía, la gramática, la sintaxis y por sobre todo al contenido de lo que se quiere decir o
pretende comunicar.
Por ser considerado un medio de transmisión social, el niño/a tiene que responder de
acuerdo a sus posibilidades personales a ciertas exigencias impuestas por el sistema escolar
y social, nos referimos a las exigencias caligráficas de legibilidad, rapidez, tamaño,
regularidad, entre otros aspectos.
La enseñanza sistemática de la escritura
Por tener un carácter de transcripción del lenguaje, la escritura constituye un sistema
adquirido de carácter complejo cuyo aprendizaje debiera iniciarse una vez que el niño/a
alcance la madurez necesaria, ya sea en los aspectos motrices como también lenguaje y
afectividad entre otros. Esto se debería dar alrededor de los 6 años de edad, siempre y
cuando el niño/a haya tenido a preparación adecuada a través de actividades preparatorias
para la escritura, estimulando el desarrollo del lenguaje, la motricidad y la grafomotricidad.
Todas estas actividades deben preparar al niño/a para que logre verbalizar un contenido,
para luego representarlo en forma simbólica, para saber utilizar diversos materiales( como
tiza, lápices, pinceles, etc.), ejercitar la coordinación óculo manual para la realizar formas
gráficas específicas. Los niños/a que carecen de esta preparación y que a la vez son
introducidos directamente a la enseñanza formal de la escritura requieren necesariamente
de un período inicial de desarrollo de los factores fundamentales como también de la
estimulación del sentido creativo y lúdico.
Sin embargo es necesario mencionar que no siempre se cumple esta finalidad a nivel de
jardín infantil, como también que el adecuado aprestamiento para la escritura depende de la
maduración física, de la experiencia escolar y no sólo de la edad mental. A medida que
avanza, la edad cronológica se traduce en un mayor desarrollo de la musculatura gruesa y
fina, así como también en el interés por comunicarse por escrito.
La zurdería
La condición de zurdería gráfica no siempre es de carácter natural y hereditario, en un
porcentaje reducido aparecen como zurdos niños/a que son neurológicamente diestros, pero
aquella lateralidad se ha alterado por algún impedimento motor.
En ocasiones en la práctica pedagógica se encuentran niños/a zurdos o los ambidextros que
plantean el problema de cuál mano elegir para iniciar el aprendizaje de la escritura. En
lugares con cultura psicopedagógica generalmente se acepta con naturalidad que el niño
zurdo escriba con la mano izquierda, pero aparecen las dudas cuando el niño oscila en el
uso de una u otra mano.
Sin embargo la presión social hacia el uso de la mano derecha (dextralización) en los
zurdos ha disminuido progresivamente desde la década del 50, en la actualidad las actitudes
no son tan distintas atribuyendo a la zurdería contrariada la génesis de las dislexias, el
tartamudeo y la mala ortografía.
La investigadora Auzias (1977) distingue dos tipos de lateralidad, gráfica y la que
corresponden a los hábitos de la vida, señala que importante realizar esta distinción debido
a que los padres y profesores se confunden con el hecho de que un mismo niño/a pueda ser
diestro gráfico y zurdo en sus hábitos sociales o viceversa.
La lateralidad gráfica se expresa a través del dibujo y especialmente la escritura por lo tanto
implica una actividad altamente simbólica que requiere de una organización perceptivomotriz específica y compleja, por otro lado la lateralidad usual es expresada en actividades
de manipulación heterogénea, como peinarse, comer, cepillarse los dientes etc.
Modalidad ha utilizar, ¿SCRIPT o CURSIVA?
Hace dos décadas se ha persistido en saber el valor relativo de la enseñanza de la escritura
manuscrita en su formas script o cursiva. Sin embargo las investigaciones experimentales
han sido como para responder a interrogantes como:¿Cuál es la mejor modalidad para
iniciar la enseñanza de la escritura? ¿Qué tipo de escritura es más rápido? ¿Deben
enseñarse una o dos modalidades en forma simultánea?.
Los sistemas escolares que adoptan la modalidad SCRIPT señalan que ella presenta
numerosas ventajas para el comienzo del aprendizaje por el reconocimiento fácil, trazado
simple, su condición de escritura dibujada, clara, distinta y simple permite al niño una
escritura legible y rápida dando la identidad entre los caracteres que el niño escribe y que
luego debe leer.
La escritura cursiva o ligada, la cual surge de un movimiento continuo, es más adecuada
para las exigencias correspondientes a tercer año básico.
Relación entre la Lectura y La Escritura
El procesamiento del lenguaje es fomentado a veces por la distinción hecha entre hablar y
escribir como procesos expresivos, sin embargo esta descripción se considera poco
estimulantes debido que presenta a los procesos receptivos como pasivos.
Sin embargo la denominación de los procesos receptivos y expresivos, por la de procesos
de primer y segundo orden.
Los procesos de primer orden (hablar y escuchar) se desarrollan sin la mediación de la
instrucción formal; los procesos de segundo orden (leer y escribir) se desarrollan
generalmente con instrucción. Es frecuente presumir que la escritura como proceso de
segundo orden, constituye un resultado de la lectura, concluyendo que se debe enseñar a
escribir después de enseñar a leer.
Chomsky (1971) argumenta que los alumnos están dispuestos a escribir antes que leer y que
su introducción a la lectura de material impreso debe efectuarse a través de la escritura.
Clay (1975) plantea que un programa de escritura creativa es un complemento necesario
para un programa de lectura, especialmente si enfatiza el significado.
La lectura y la escritura no pueden estar separadas en el currículo escolar, debido a las
influencias positivas de ambas, se menciona que las correlaciones entre las distintas
destrezas de lenguaje se encuentran en interdependencia con la madurez sintáctica y que las
experiencias en la lectura y escritura tienden a mejorar una gracias a la otra. Auzias (1977)
señala que la relación entre el nivel de copia y el de lectura en preescolares de 5 a 6 años,
observa que sólo aquellos alumnos que realizan una copia legible y hábil ya manifiestan
inicios de lectura espontánea, sólo se justifica que los aspectos caligráficos de la escritura
inicial sean enseñados una vez que el niño/a haya logrado los automatismos en relación al
aprendizaje de las letras, su ligado y regularidades se han estabilizado, el niño/a debe
aprender a formular su lenguaje interno o hablado en forma escrita, con el propósito de ser
leído.
Por lo tanto, todo esfuerzo desplegado en enseñar a un niño/a un modelo de escritura
manuscrita, sólo se justifica en cuanto permita la expresión de aspectos significativos para
él y su grupo.
Bibliografía: Psicogénesis de la Lengua Escrita, Mónica Szmigielski
La Escritura Creativa y Formal, Mabel Condemarín, Mariana Chadwick
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