La Influencia - Manantial de Vida

Escudriñando
las Escrituras
Estudios basados en
las Espístolas
a los Corintios y Timoteo
“Sabemos que todos
tenemos conocimiento.
El conocimiento
envanece, pero el amor
edifica. Por lo cual,
siendo libre de todos,
me he hecho siervo de
todos para ganar a
mayor número. No seáis
tropiezo ni a judíos,
ni a gentiles, ni a la
iglesia de Dios.”
1 Cor. 8:1; 9:19; 10:32
¿Qué es la Influencia
Cristiana?
Pertenece a _________________________
I. INTRODUCCION
II. EL PROBLEMA EN CORINTO
1. Considerando el problema en el primer siglo
III. ANALIZANDO LA SITUACION
1. El Conocimiento
2. El amor
IV. EL EJEMPLO DE PABLO
1. Los privilegios de un apóstol
2. Pablo sacrifica sus privilegios
V. UN MENSAJE DE ADVERTENCIA
1. Advertencia a no caer en pecado
2. Advertencia en cuanto a la idolatría
VI. LLAMADA A LA MADUREZ
1. El ejemplo de Pablo en la madurez
2. El ejercicio de la madurez y la influencia
VII. CONCLUSION
1. ¿Estás tu entre los fuertes o los débiles?
2. ¿Has aprendido a considerar a otros?
Texto de lectura: 1 Corintios 8:1-11:1
Versículos clave: 1 Corintios 8:1; 9:19; 10:32
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¿Qué es la
Influencia
Cristiana?
I. INTRODUCCION
Siguiendo con nuestros estudios sobre la madurez, llegamos al siguiente
tema que plantean los corintios a Pablo: ¿Qué es la influencia cristiana?
Las palabras con que comienza el v.1: “con respecto a...”, muestran que
está citando la carta que los corintios le habían enviado a Pablo (1 Cor. 7:1).
Esta es una de esas preguntas que muchos creyentes se hacen al mirar sus
propias vidas y las de los demás, y que se aplica a todos los cristianos.
Podríamos decir que existen tres grupos que definen la influencia cristiana,
y cada creyente forma parte, o es colocado, en uno de estos grupos.
a). Los influenciados. En este grupo están aquellos creyentes que no
tienen ninguna influencia; están totalmente bajo la influencia de otros,
no han desarrollado un caracter firme basado en la Palabra de Dios. Su
unica regla de práctica es lo que hacen los demás. Dicen: “Si el lo puede
hacer pues yo también.” Estos son los que tienen normas y privilegios
porque otros las tienen, pero no pueden mantenerlas y fracasan.
b). Los diferentes. Estos son los que actúan como les da la gana. Tratan
de ser diferentes de los demás tan sólo para probar que no serán
dominados por otros, sin embargo tan solo es apariencia. Son los que se
ofenden por todo.
c). Los genuinos. Son aquellos creyentes que se ven a sí mismos a la luz
de la influencia cristiana genuina. No se sienten atados por las acciones
de otros, sino por su propia conciencia y convicciones delante de Dios,
basadas en las Escrituras.
El creyente genuino sabe que una persona que sea más debil podría
ser dañada por alguna acción.
Este tercer grupo es la clase de creyentes que vamos a tratar en este estudio.
¿Qué es la Influencia Cristiana?
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II. EL PROBLEMA EN CORINTO (1 COR. 8:1)
El apóstol Pablo trata con otro problema entre los cristianos coríntios. En esta
ocasión es sobre lo sacrificado a los ídolos, algo que ya había quedado claro
en el decreto de Jerusalén (Hch. 15:19-20; no estaban sujeros a la ley judía
pero debían respetarla), pero que los coríntios habían ignorado voluntariamente.
1. Considerando el problema en el primer siglo
Los coríntios escribieron a Pablo preguntando que hacer con relación a
la carne que se había sacrificado a los ídolos (1 Cor. 8:1a).
Estos sacrificios a dioses paganos se hacían tanto de forma privada
como pública, y el resto de lo sacrificado era para el consumo.
Cuando se ofrecía en privado, el que lo ofrecía, después del
sacrificio, hacía un banquete siendo invitados los amigos del
oferente.
Cuando el sacrificio era público, se hacía sobre el altar que
estaba frente al templo de Apolos, dios del sol, y después entraban
en el templo. Tan solo una pequeña porción del animal era usada
para el sacrificio. El resto era limpiado y llevado para ser vendido
en los mercados.
Prácticamente toda la carne que se vendía en los mercados había
sido técnicamente presentada a los ídolos por medio de una pequeña
porción usada en el sacrificio.
Esta situación creó un conflicto en las mentes de algunos creyentes en
Corinto. Se preguntaban: ¿Podemos comer carne sacrificada a un dios
falso en una fiesta pagana? ¿Podemos comprar y comer carne que ha sido
ofrecida a los ídolos?
Para ellos el hacer estas cosas es como si de alguna manera
estuviesen aprobando el culto a los dioses coríntios.
Por otra parte estaban los creyentes que eran más entendidos que no
compartían este sentimiento. La actitud de ellos era que no hay dioses,
y por lo tanto la carne no podía ser contaminada. Así que Pablo establece
principios generales para la madurez del creyente ante estos problemas.
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¿Qué es la Influencia Cristiana?
III
III.. ANALIZANDO LA SITUACIÓN (1 COR
COR.. 8)
El problema que se presenta es complejo y dificil de tratar. Así Pablo
comienza dirigiéndose a los que tienen conocimiento.
1. El conocimiento (1 Cor. 8:1-12)
La palabra usada aquí para conocimiento es “gnosis”, que denota
conoci-miento, especialmente de la verdad espiritual, y lleva la idea de
estar tomando en conocimiento, venir a saber, reconocer, entender, o
entender totalmente. También se traduce como ciencia (1 Cor. 1:5; 13:2;
Col. 2:3; 1 P. 5:6).
a). Los que tienen conocimiento. Pablo se identifica con los que
tienen conocimiento, con los que son maduros. En este pasaje utiliza
dos veces esta expresión (1 Cor. 8:1, 4). Hace referencia a aquellos
que han alcanzado la madurez por medio de la lectura y la obediencia
a la Palabra de Dios.
Pablo deja claro que la carne no puede ser contaminada por el
hecho de que una parte de ella fuese usada en un culto idolátrico,
ya que los ídolos nada son.
Los cristianos no son simples teistas. El mensaje de la Biblia no es
una creencia en un Dios que es superior a otros dioses, sino una
creencia en un solo Dios, mediante el cual existen todas las cosas, y
que no hay otros dioses (1 Cor. 8:4-8; Dt. 6:4; Is. 40:25-26; 44:6; 45:5).
b). Los que no tienen conocimiento. Pero Pablo también hace referencia a algunos creyentes coríntios que todavía no han alcanzado esa
madurez, y por lo tanto no habían entendido esta verdad completamente (1 Cor. 8:7).
Podemos entender a estos creyentes que posiblemente eran
nuevos en la fe, los cuales habían estado rodeados toda su vida por
magníficos templos.
Algunos no estaban seguros del poder de sus antiguos dioses
paganos; otros desconocían que los ídolos no poseían influencia
alguna sobre sus vidas, por lo que debió haber sido bastante dificil
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para ellos creer en un Dios al cual nunca habían visto, y sin un templo
espectacular.
Pero aun más dificil les habría sido aceptar el hecho de que todas
las deidades coríntias, con esos magníficos templos, en realidad no
existían.
c). El conocimiento envanece (hincha). Con esta expresión Pablo
planta su primera advertencia a aquellos que se jactaban de ser de
ideas liberales, que toman su libertad en Cristo como un derecho (Gá.
5:13; 1 Cor. 8:9; 3:4).
Esta misma palabra es la que usó Pablo para acusar a los coríntios
por permitir entre ellos a un fornicario (1 Cor. 5:2)
El conocimiento sin equilibrio hace que uno se sienta bien y que
crea que es importante, pero fácilmente se puede desarrollar la
soberbia, y una actitud de “sabelotodo”. Esto lleva a no estar
dispuestos a oír y aprender de Dios y de otros, cayendo en el
legalismo; una falsa santidad.
Pablo recalca que el conocimiento de Dios, aquel que se necesita
para edificar la iglesia, solo se puede obtener amando a Dios (Stg.
3.17-18). Esto queda demostrado por los versículos 2 y 3.
1). Si alguno se imagina. En este versículo hay dos palabras que
debemos destacar:
“Imagina”: dokeo. Esta palabra significa suponer, pensar,
formar una opinión, que puede ser correcta o incorrecta. No se
dice si alguno sabe o entiende, sino que es algo que supone,
dando la idea de duda.
“Debe”: dei. Esta palabra es un verbo impersonal que significa es necesario, es preciso, se debe. “ser necesario”. Se
traduce con el verbo conveniente en Hch 27:21; Ro 8:26; 1 Ts
4:1; Tit 1:11.
El corazón envanecido se imagina que tiene conocimiento, sin
embargo está muy lejos de esta realidad. Este versículo habla de
aquellos creyentes que creen que lo saben todo, pero que en el
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¿Qué es la Influencia Cristiana?
fondo no es más que para su propio provecho y satisfacción.
Algunos comentaristas dicen que este “saber” hace referencia a un conocimiento experimental. Así, los que dicen saber,
no saben como deben saber por no haberlo experimentado.
2). Si alguno ama a Dios. Este es el contraste. Por el amor a Dios
es que adquirimos conocimiento porque el que ama es conocido
por Dios (1 Jn. 4:16).
“Conocido”: ginosko. Indica una relación entre la persona
que conoce y el que es conocido por lo que es de gran valor e
importancia para aquel que conoce, y de ahí el establecimiento
de la relación. Conocer sugiere aprobación y tiene el significado de “ser aprobado” (Gl 4.9; 2 Ti. 2:19).
El amor a Dios produce tanto conocimiento de Dios como
sentido del conocimiento que Dios tiene de la persona. El que ama
a Dios es conocido porque ha sido aprobado por El, y lo ha recibido
como suyo.
Nuestro propósito en la vida es servir a Dios, no simplemente
que él satisfaga nuestras necesidades (1 Cor. 8:6)
Entonces, ¿dónde radica el verdadero conocimiento? en el amor a
Dios. De esta manera, el que se imagina que sabe algo es para
agradarse a si mismo; el que ama a Dios edifica y agrada a los
demás.
El conocimiento solo dice: Todo me es lícito; el mas importante
soy yo y mis necesidades, y mi conducta se sujetará a mi ego.
El amor responde: Pero no todo edifica; lo primero es que el
Señor sea glorificado, y mi conducta la disciplinaré para que
Su Iglesia sea prosperada
d). La conciencia. Es el juez que nos condena cuando hacemos lo malo,
y nos elogia cuando hacemos lo correcto. Es quien nos “da testimonio”
(Ro 2:15; 9:1). La conciencia del cristiano ha sido purificada (Heb 9:14;
10:22) y se le llama “buena conciencia” (1 Ti 1:5, 19).
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El pecado continuo no juzgado ni confesado hará que la conciencia se corrompa (Tit 1:15) y a la larga se convertirá en una
conciencia cauterizada (1 Ti 4:2) que no se condena. Debemos
esforzarnos por tener una conciencia sin ofensa (Hch 24:16).
El cristiano nuevo, o que no ha sido enseñado, tendrá una concien-cia
débil (1 Co 8:7, 10, 12). Así, si ve a otro cristiano comer carne que fue
dedicada a un dios pagano, podría ofenderle por tal experiencia y eso
le puede lleve a pecar. Por no tener sus sentidos espirituales plenamente desarrollados, irá al otro extremo y quizás deshonre el nombre
de Cristo (ver Heb 5.11–14).
2. El amor (1 Cor. 8:1, 3, 9-13)
El creyente maduro debe actuar no solo sobre la base de su conocimiento, sino también sobre la base del amor, ya que es el amor el que edifica
( 1 Cor. 8:1; 13:4).
a.) El camino del amor. Este tema lo consideraremos más extensamente en el estudio nº 6 en 1 Corintios 13.
1.) El amor recuerda. No es olvidadizo. Pablo destaca que el amor
se acordaría de que no todos los creyentes tienen el mismo
conocimiento pleno de las cosas de Dios (1 Cor. 8:7), y que por
consiguiente se acordaría de ello antes de tomar o llevar acabo
ninguna acción.
2.) El amor considera. Por esto Pablo señaló que el amor tendría
consideración por la condición del creyente débil (1 Cor. 8:9).
Valora la situación y considera al hermano débil viendo el
daño y el perjuicio que tal acción le podría causar.
3.) El amor se niega. Pablo finaliza declarando que el amor estaría
dispuesto, considerando el bienestar espiritual del hermano débil,
a negarse a comer carne. El mismo apóstol había llegado a esta
decisión (1 Cor. 8:13).
Pablo declaró que el amor “no busca lo suyo” (1 Cor. 13:7),
sino que está dispuesto a negar sus “derechos” por el bienestar
del hermano.
b.) Considerando a Cristo. Nuestro Señor, en los días de su carne en
la tierra, se cuidó de no ser la causa de que otros tropezaran.
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¿Qué es la Influencia Cristiana?
“Para no ofenderles” (Mt. 17.24–27). Este incidente ilustra un
maravilloso principio a seguir, porque significa poner el amor
cristiano en la vida diaria.
Cristo murió por el cristiano más débil, por lo tanto, no
debemos atrevernos a ser causa de que peque (Ro. 14:15). Pecar
contra otro cristiano es pecar contra Cristo. Sería mejor no comer
carne que hacer que otros caigan, dice Pablo (1 Cor. 8:12-13).
Son muchas las aplicaciones de este principio en la vida moderna. Por
ejemplo:
Una persona puede ser capaz de asistir al teatro y no sufrir
espiritualmente por eso; pero si este acto hace que un cristiano más
débil se descarríe, el cristiano más fuerte ha pecado.
Un cristiano maduro quizás lea una novela popular y no se
afecte; pero si su selección hace que otro tropiece, ha pecado.
En verdad, tenemos libertad como cristianos; pero no estamos en
libertad de convertirnos en piedras de tropiezo para otros.
Qué tragedia si un cristiano se descarría, o si un pecador perdido
rechaza a Cristo debido a que un cristiano egoístamente hizo uso de
“sus derechos” y dio un mal ejemplo.
“Ninguno busque su propio bien, sino el del otro” (1 Cor. 10:24)
¡Este es un maravilloso principio a seguir!
IV
O DE PPABL
ABL
O (1 COR. 9)
V.. EL EJEMPL
EJEMPLO
ABLO
En Corinto había una tendencia de abusar de los demás en cuanto al dinero.
Pablo quería dejar bien claro el tema de la influencia y para ello él mismo
se pone como ejemplo.
1. Los privilegios de un apóstol ( 1 Cor. 9:1–15).
Mientras estuvo en Corinto, Pablo trabajó con sus manos y no recibió
ningún sostén de la iglesia (2 Tes. 3:7-9). De forma voluntaria dejó a un
lado el privilegio del matrimonio. Pablo estaba en su derecho de
reclamar el privilegio de ser sostenido financieramente por la iglesia, y
¿Qué es la Influencia Cristiana?
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lo probó citando cinco argumentos.
a.) Los demás apóstoles y obreros (1 Cor. 9:1–6). Este es el primer
argumento. Pablo afirma su apostolado con pruebas muy claras, aún
cuando muchos lo dudaban. Había visto al Señor (Hch 1.21, 22) y fue
llamado a su apostolado por el mismo Señor resucitado y glorificado.
De por sí la existencia de la iglesia de Corinto es prueba del
reconocimiento divino de su ministerio, es decir, su apostolado en
el Señor
Los otros apóstoles, incluyendo a Pedro, recibían sostén de las
iglesias y llevaban consigo a sus esposas de lugar a lugar según
ministraban. Si otros siervos tenían estos privilegios, ¡Pablo también!
b.) La costumbre humana (1 Cor. 9:7) Con el segundo argumento
Pablo demuestra que es algo natural y que es la costumbre humana.
Ningún soldado se mantenía así mismo, sino que recibía provisiones y salario de su gobierno.
El pastor es un soldado para proteger la iglesia y presentar
batalla a Satanás;
El agricultor que se esfuerza en cultivar la viña tiene el privilegio de comer de su fruto.
El pastor es el agricultor que cuida la viña espiritual y busca
su fruto.
El pastor realiza su labor y espera recibir leche y carne de su rebaño.
El pastor es un pastor que guía y alimenta a las ovejas.
¿Es acaso irrazonable esperar que una iglesia local sostenga al pastor?
c.) La ley del Antiguo Testamento (1 Cor. 9:8–11). En este tercer
argumento Pablo hace referencia a la ley del Antiguo Testamento (Dt.
25:4).
La práctica del AT, y aún hoy día en el Oriente, era hacer que los
bueyes caminaran sobre las espigas y separaran así el grano del
tamo. Pablo usa esa ley para ilustrar este principio (1 Cor. 9:11)
Si los bueyes se benefician de su trabajo físico, ¿no es lógico que
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¿Qué es la Influencia Cristiana?
los siervos de Dios se beneficien de su trabajo espiritual? El que
ara y el que siega trabajan en esperanza, aguardando participar de
la cosecha.
d.) Los sacerdotes del Antiguo Testamento (1 Cor. 9:12–13). En el
cuarto argumento recuerda a los coríntios que la ley permitía a los
sacerdotes participar de los sacrificios que se ofrecían en el altar (Dt.
18:1; Lv. 7:6).
Así mismo, los panes de la proposición eran el alimento exclusivo de los sacerdotes en el templo (Lc. 6:3-4), del cual tenían el
privilegio de participar de ellos por su servicio.
e.) La ordenanza de Cristo (1 Cor. 9:14). El quinto argumento es
como el sello que reafirma todo lo expuesto anteriormente. En tanto
que Pablo no usaba personalmente estos privilegios, no dice que
fueran incorrectos, porque, como ordenó el Señor, “el obrero es digno
de su salario” (Mt. 10:10; Lc 10:7).
Es correcto que los cristianos mantengan a los que les sirven en
el Señor (Gá. 6:5).
Cinco razones por las que él tiene todo el derecho de ser sostenido por la
iglesia que él ha fundado en Corinto. Sin embargo no aceptó este privilegio,
sino que trabajó con sus manos para su mantenimiento. ¿Por qué?
2. Pablo sacrifica sus privilegios (9.15–27)
Aunque tenía todos esos privilegios, Pablo no los usaba (1 Cor. 9:12,15)
y da varias razones para explicar el porqué.
a.) Quería presentar el evangelio gratuitamente (1 Cor. 9:15–18;
Hch. 20:32-35). Pablo se gloriaba en predicar el evangelio gratuito
de gracia gratuita. Como un escritor lo dijo: “¡La paga de Pablo era no
recibir ninguna paga!”
Pablo predicaba el evangelio voluntariamente y se regocijaba
de tener este privilegio (2 Cor. 11:7-10). Cuando los cristianos
miran sus responsabilidades como cargas en lugar de bendiciones
han perdido toda visión y propósito divino.
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Pablo recibió de Dios el mandato de predicar el evangelio, y eso es lo
que él iba a hacer. El tomó la decisión de hacerlo de balde, lo cual le
empujó a una mayor entrega por el evangelio (1 Cor. 9:16-17)
Debemos aprender a cumplir el plan de Dios para nuestras vidas
sin esperar que seamos remunerados por ello. El poder hacerlo es
nuestro pago.
b.) Quería llegar a todos con el Evangelio (1 Cor. 9:19-23). Aunque
Pablo disfrutaba de libertad como obrero (1 Cor. 9:19a), voluntariamente se hizo siervo de todos los hombres para poder ganarlos para Cristo.
Pablo en ningún momento está diciendo que va a hacer todo lo que
otros hagan, como dice el refrán: “Al lugar que fueres, haz lo que
vieres”, para ganarlos para Cristo. Hoy día hay muchos grupos de
“creyentes” que dicen que “el fin justifica los medios”, y esto es
totalmente antibíblico (1 Jn. 2:15; Stg. 4:4; 2 Cor. 6:17; 1 Cor. 6:12).
Más bien vemos que la actitud de Pablo estaba guiada por el amor. No
estaba rebajando sus principios; antes bien, dejaba a un lado sus
privilegios personales. No era hipocresía lo que estaba haciendo, sino
simpatía; trataba de comprender a los que necesitaban a Cristo.
Voluntariamente sacrificaba sus derechos para ganar a los
perdi-dos. Todo creyente tiene sus derechos. Pero el derecho real
del creyente es el derecho de ceder sus derechos propios en interés
de otros (Mt. 16:24). Esto es señal de madurez.
c.) Quería ganar una recompensa duradera (vv. 24–27). La meta de
Pablo es agradar a Dios y recibir la recompensa por el buen servicio.
¿De que nos valen todos nuestros derechos y privilegios usados en
nosotros mismos si perdemos la recompensa eterna? El creyente tiene
que gobernar su vida con la vista puesta en los valores de la eternidad.
1.) La carrera requiere disciplina. Pablo tuvo que ejercer disciplina en su vida y trabajar arduamente para dejar a un lado sus
derechos personales (1 Cor. 9:24–27; Hch. 20:24; 2 Jn. 8).
La ilustración de los juegos deportivos griegos era familiar,
porque los famosos juegos ístmicos (similares a los olímpicos)
se celebraban cerca de Corinto. Los atletas tenían que discipli12
¿Qué es la Influencia Cristiana?
narse para obtener la victoria y para ello incluso tenían que
dejar cosas legítimas para poder ganar un premio (1 Cor. 9:25)
Si estos atletas son capaces de dejar a un lado sus derechos para
ganar una corona de olivo que se marchita, ¡ciertamente el creyente puede hacerlo a fin de ganar una corona eterna!
En estos juegos ístmicos sólo un atleta podía ganar en cada
evento, sin embargo todos los creyentes tienen la oportunidad
de ganar la aprobación de Cristo (2 Ti. 4:8) (sólo una vida).
2.) La carrera se debe correr legítimamente. El temor de Pablo a
ser eliminado no tiene nada que ver con su salvación. No está
hablando de la salvación, sino del servicio cristiano.
No somos salvos al correr la carrera y ganar; podemos correr
la carrera porque ya somos salvos (Fil. 3.12-16; He 12.1-3).
La palabra “eliminado” (adókimos) (1 Cor. 9:27; 3:14 2 Cor. 13:57) significa “reprobado, descalificado, no soportada la prueba”.
Pablo se compara al heraldo que llamaba a los atletas a la arena,
¡y sin embargo él mismo no pasaba la prueba para ser un competidor! Pablo no temía perder su salvación, sino perder su recompensa por el servicio fiel y sacrificial.
En las competiciones atléticas habían ciertas reglas que todo
atleta debía respetar. Aunque un joven tuviera fuerza, vigor y
agilidad, si no seguía las normas de los juegos sería descalificado y no podría recibir la corona del vencedor.
El creyente en Cristo debe correr esta carrera legítimamente,
siguiendo las normas de la Palabra de Dios y dejándose guiar por
el Espíritu Santo. Por lo tanto, debe estar muy alerta (2 Jn. 8; 2 Ti.
2:5; He. 12:1-2).
Al final de sus días, Pablo dijo estas palabras: “He peleado
la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”
(Fil. 4:7).
Pablo no fue reprobado sino que consiguió su galardón por el
servicio a Cristo y a los creyentes
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13
V. UN MENSAJE DE ADVERTENCIA (1 COR. 10)
Pablo ahora se remite a la historia pasada de Israel. Posiblemente tenía en
mente a los miembros excesivamente confiados de la iglesia de Corinto,
creyentes que pensaban que tenían tanta sabiduría y conocimiento que no
tenían necesidad de cuidarse de la tentación o del pecado (1 Cor. 10:14-22).
1. Advertencia a no caer en pecado (1 Cor. 10:1–13)
Después de haber expuesto su propio ejemplo, ahora Pablo se remite a
Israel para ilustrar las tentaciones y pecados del pueblo de Dios, y
ponerlos como ejemplo para nosotros.
a.) Las ventajas espirituales de Israel (1 Cor. 10:1-4). Pablo compara
las experiencias de Israel en el desierto con la Iglesia.
14
El paso de Isreal por el mar
Rojo y bajo la nuebe.
Mar rojo: separación
Nube: dirección/protección
Así como el bautismo identifica
al cristiano con Cristo, el “bautismo” de Israel identificó al pueblo
con Moisés.
Israel fue librado de Egipto
por la sangre del cordero.
Los cristianos son librados del
mundo por la cruz.
Dios abrió el mar para permitir que los israelitas pasaran; sacándolos así de la esclavitud de Egipto.
De igual manera la resurrección
de Cristo ha separado al cristia-no
del mundo y de la esclavitud de la
carne.7.37-39).
Los judios comieron el
maná
Los cristianos se alimentan de
Cristo, el pan de vida, conforme
participan de la Palabra.
Israel bebió agua provista
sobrenaturalmente
Los cristianos beben del agua viva
(Jn 4:10-14) de salvación y de la
refrescante agua del Espíritu (Jn
7:37-39).
¿Qué es la Influencia Cristiana?
b.) El pecado de Israel (1 Cor. 10:5-10). Israel cayó debido a su
pecado. Dios “no se agradó” de ellos (1 Cor. 10:5). Esta es la misma
palabra que se usa para “eliminado” (1 Cor. 9:27).
Fueron desaprobados y perdieron sus vidas debido al pecado.
Codiciaron1 (Nm 11:34); adoraron ídolos2 (Éx 32:1-14); cometieron
fornicación3 (Nm 25:1-9); tentaron a Dios4 al poner a prueba deliberadamente su paciencia (Nm 21:4-9); se quejaron5 (Nm 16:41-50).
Una larga lista de pecados. Sin embargo, Dios tenía que juzgar
sus pecados aun cuando los libró de Egipto de manera maravillosa.
“Los privilegios espirituales nunca nos dan licencia para pecar. Antes
bien, colocan ante nosotros la responsabilidad más grande de obedecer
a Dios y glorificarle.”
Todo este es justamente lo que estaba sucediendo en la ciudad de
Corinto donde la idolatría y la inmoralidad eran conductas aceptables
en las fiestas paganas.
Posiblemente muchos creyentes tentaban al Señor permaneciendo es esas fiestas alegando que no les había pasado nada
mientras comían y por eso no les iba a suceder nada. Tentaban a Dios
c.) Israel, una llamada de atención para nosotros hoy (1 Cor. 10:1113). El pueblo de Dios, sea en el AT o en el NT, nunca debe presumir
de pecar, y debe estar bien alerta ante los ataques del diablo.
Pablo escribe al “que piensa estar firme” (1 Cor. 10:12),
apoyado en su argumentación de que porque los ídolos no son nada
(1 Cor. 8:4), entonces el comer en el templo de un ídolo era
perfectamente aceptable (1 Cor. 8:10).
Esta es una clara advertencia a prestar atención para no caer, porque
el que se crea firme, reune todas las posibilidades para ello.
Ahora bien, nadie está exento de ser tentado, pero Dios da la
promesa de que no habrá tentación mayor de la que el creyente
pueda soportar (1 Cor. 10:13).
En este versículo podemos ver tres cosas:
¿Qué es la Influencia Cristiana?
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La tentación es humana, o sea común al hombre, adaptada a su
capacidad para soportar.
Dios es fiel al pacto que ha hecho con sus hijos de guardarlos (1
Tes. 5:23-24).
Dios dará una salida para que el cristiano pueda soportar (2 P.
2:9). La palabra salida en griego significa el medio de escape
apropiado a cada tentación particular; no una salida inmediata,
sino en el tiempo oportuno, después que la paciencia ha hecho su
obra perfecta (Stg. 1:2-4).
2. Advertencia en cuanto a la idolatría (10.14-22)
Pablo lanza una clara advertencia: huid de la idolatría. (1 Cor. 10:14).
Advierte a los corintios de no practicar actos dudosos, como el comer de lo
sacrificado a los ídolos, basándose en la libertad cristiana. Desde el Génesis
hasta el final de la Biblia hay advertencia en cuanto a la idolatría (1 Jn. 5:21).
a.) Dos analogías (1 Cor. 10:16:21). Estas son usadas por Pablo para
hacer pensar más en profundidad sobre el tema.
La primera se relaciona con la Cena del Señor (1 Cor. 10:16-17),
y la segunda con comer de los sacrificios del Antiguo Testamento
(1 Cor. 10:18).
Con esto trata de explicar que si bien los ídolos no son reales (1 Cor.
8.4-6), sin embargo Satanás puede usarlos para hacer que el hombre
se descarríe.
La Palabra de Dios claramente enseña que se puede adorar a los
demonios mediante los ídolos (Dt. 32.17-21).
Así como el creyente tiene compañerismo (comunión) con
Cristo al participar de la copa y del pan, y así como los sacerdotes
del Antiguo Testamento tenían compañerismo con Dios mientras
participaban de los sacrificios del altar, el idólatra tiene compañerismo con los demonios en su festejo idolátrico.
Es incongruente que un cristiano participe de la mesa del Señor un día
y se siente a la mesa de los demonios al siguiente (1 Cor. 10:21; 2 Cor.
16
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6:14-16).
Es de destacar la palabra usada en este versículo: “no podéis” (1
Cor. 10:21). La palabra en el original es una palabra primaria y
enfatiza el negativo absoluto. Un NO rotundo.
Dios lo deja muy claro. No se puede tener comunión con Dios y con
el Diablo. No todo lo que se hace pasar por cristianismo es bíblico y
es de Dios (Mt. 7:21; Ez. 44:23).
Tú, que dices que tienes conocimiento, ¿cómo es que participas
de los idolos?
b.) Provocar a Dios (1 Cor. 10:22). En la mente de Pablo es seguro
que estaba la cita de Deuteronomio 32:21.
En este mismo capítulo Pablo hace referencia a los que tentaron
al Señor en el desierto y como Dios mandó castigo (Nm. 21:5-9).
De igual manera nos está haciendo ver que quien tal hace está
expuesto a que Dios traiga juicio sobre él (Ex. 17:7; Num. 20:2-13;
Sal. 78:17-31; 95:7-9; 106:14-15; He. 3:78-15).
VI
VI.. UNA LLAMADA A LA MADUREZ (1 COR. 10:23-33)
Después de todo lo que hemos expuesto, Pablo nos da un toque de atención
en cuanto a la madurez.
1. El ejemplo de Pablo en la madurez (1 Cor. 9:19-22)
Hemos visto el ejemplo de Pablo, como él mismo puso limitaciones a su
vida por amor a los demás, lo cual es signo de madurez. De esta forma
podemos ver que:
a.) Ceder a los derechos propios es señal de madurez. Cada creyente
tiene sus derechos. Pero el derecho real del creyente es el derecho de
ceder sus derechos propios en interés de otros (Mt. 16:24).
La influencia cristiana genuina envuelve el precio que uno
quiera pagar para ayudar a uno más débil que él.
b.) Ceder a los derechos propios puede ser la manera de ganar a otros
¿Qué es la Influencia Cristiana?
17
para Cristo (1 Cor. 9:22). Pablo sacó al cristiano maduro de su
posición defensiva recordándole que su responsabilidad no era agradar a otros, sino más bien ganar a otros.
El cristiano maduro no trata de probar que otros están mal. Su
propósito es más bien ganar a todos para el bien. Como ya
mencionamos en el primer estudio sobre la madurez, una parte del
proceso de crecimiento del creyente es alimentar a otros.
De esta forma Pablo indicó que el cristiano alimenta a otros buscando guiar
a otros. Así, el cristiano que crece, finalmente ganará a otros (Pr. 11:30).
2. El ejercicio de la madurez y la influencia (1 Cor. 10:23-33)
Con este pasaje Pablo cierra su discusión sobre la influencia cristiana,
pero pone unas pautas de comportamiento. Pablo finaliza con varias
pautas muy prácticas:
a.) Busca el bien de otros (1 Cor. 10:24). La Escritura deja claro que
el creyente es libre y que todas las cosas le son lícitas; pero advierte
que no todo edifica ni todo es útil a la luz de su influencia sobre otros.
No nos atrevamos a usar privilegios que derriben la obra del
Señor, y hagan caer al hermano. Sino por el contrario, el creyente
debe dar siempre prioridad a las necesidades de los que le rodean
(Ro. 14:19-21).
b.) Relaciona la conducta al testimonio (1 Cor. 10:25-29). El apóstol
Pablo presentó un caso específico como ilustración. Al hacerlo, hizo
un cambio distinto. Dio un ejemplo que envolvía, no a un hermano
creyente más débil, sino a un incrédulo (1 Cor. 10:27). Al hacer esto,
estaba indicando que la influencia de un cristiano no ha de estar
limitada meramente a los creyentes; está relacionada también a todas
las personas sean o no creyentes (1 Cor. 10:32; Ro. 14:20).
Pablo dejó claro que el creyente corintio podía comer de la carne
que le ofreciese su hospedador sin considerar lo que de ella haya
sido anteriormente, basándose en la verdad bíblica de que todas las
cosas son de Dios (1 Cor. 10:28; 8:4-6).
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¿Qué es la Influencia Cristiana?
Sin embargo, Pablo advirtió a los cristiano corintios que buscasen
toda oportunidad buena para dar testimonio de Cristo. Si alguno fuera
huésped y el hospedador declarara abiertamente que la carne había
sido ofrecida a los ídolos, el creyente debería rechazarla de plano (1
Cor. 10:28).
Comer la carne bajo tales circunstancias sería un compromiso
y por consiguiente una falta para poder dar testimonio. Rechazar
abría el camino para testificar y obligaría al hospedador a examinar su propia conciencia a la luz de las convicciones del huésped.
c.) Vive movido por el deseo de glorificar a Dios (1 Cor. 10:29-31).
El apóstol sabía que la ilustración presentada sobre el comer carne,
que ya hemos visto, levantaría fuertes criticas. Por esto Pablo
vislumbra de antemano un argumento:
“¿Por qué mi conciencia fuerte la debe juzgar la conciencia
débil de un hermano? Y ¿qué daño puede haber en la carne por la
cual he dado gracias?” (1 Cor. 10:29-30)
Pablo contestó a sus preguntas expresando claramente el principio
motor y guiador de la influencia cristiana: “Si, pues, coméis o bebéis,
o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.” (1 Cor. 10:31;
Col. 3:17; Ro. 14:6). Esto es una oportunidad para poder dar testimonio.
En este punto está el qué y el porqué de la influencia cristiana.
Nuestra primera preocupación como creyentes tiene que ser siempre
glorificar a Dios, sin importar lo que hagamos, ya sea comer o beber,
debemos hacerlo para la gloria de Dios y no para autocomplacernos.
Hacer que el hermano débil tropiece y caiga en pecado deshonra
a la Iglesia y al nombre de Cristo (Ro. 14:20-24).
d.) Vive para ganar almas para Cristo (1 Cor. 10:32-33). Hay tres
grupos de personas en el mundo: los judíos, los gentiles y la Iglesia.
Dios espera que la Iglesia se preocupe en ganar a los judíos y a los
gentiles para el Señor. Cuando el cristiano vive para ganar almas es
sabio (Pr. 11:30), y todas estas cuestiones en cuanto a la conducta se
resolverán solas.
¿Qué es la Influencia Cristiana?
19
Cuando los creyentes viven para edificar la Iglesia y ganar a los
perdidos, ponen las primeras cosas primero y glorifican el nombre
de Cristo.
VII
USION
VII.. CONCL
CONCLUSION
Después de todo lo que hemos estudiado, podríamos sacar dos preguntas
que resumirían todo el estudio. Hazte a ti mismo estas preguntas a la luz de
todo lo estudiado.
1. ¿Estás tu entre los fuertes o los débiles?
Tal vez no sepas exactamente donde te encuentras. Posiblemente en
ninguno de los dos sino en medio de ellos. Parece que Dios no ha puesto
en ninguna persona todas las cualidades de fuerza ni todas las cualidades
de debilidad. Fíjate que había tanta fuerza como debilidad en los
cristianos que se consideraban libres como en los que eran escrupulosos.
Esta verdad nos da a entender que la tarea es doble.
En primer lugar, tienes que buscar las maneras en que puedas
ganar fuerza de las fuerzas de otros creyentes.
En segundo lugar, tienes que buscar las maneras en que puedas
compartir tus fuerzas con los que son más débiles que tu. El propósito
de Dios de la ayuda mutua es el compañerismo cristiano. Los
creyentes crecen ayudando a otros (He. 13:16; Gá. 6:2-5; 2 Jn. 5).
La tragedia es que la mayoría de nosotros permitimos que la influencia
opere hacia atrás en nuestras vidas. O nos permitimos sacar de la
debilidad de otros, o prestamos a otros nuestra debilidad en vez de
nuestra fortaleza.
2. ¿Has aprendido a considerar a otros?
Como creyentes, influimos en otros tanto por palabra como por hecho.
Damos testimonio por lo que hacemos como por lo que dejamos de hacer.
Somos responsables ante Dios por nuestra influencia (1 Ti. 4:12).
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¿Qué es la Influencia Cristiana?
Esto incluye un gran privilegio y una gran responsabilidad (Hch.
1:8; 1 Cor. 10:32).
Nuestra influencia cuenta para bien o para mal, en menor o en mayor
grado, sobre todo lo que hacemos y decimos (Ro. 14:20).
Todo hijo de Dios, cualquiera que sea su edad, ejerce una influencia sobre otros. Siempre hay probabilidad de que cada uno de nosotros
esté influyendo sobre otro, cristiano o no, más que ninguna otra
persona, y sin que nos demos cuenta de ello.
Nuestra influencia puede ser positiva, que haga que una persona se
acerque más al Señor o se convierta a Cristo por el testimonio de nuestra
vida (3 Jn. 3); o puede ser negativa de tal manera que haga que una
persona se aleje de Dios por causa de nuestro mal testimonio.
Pablo termina su discurso con el primer versículo del capítulo once, donde
dice estas palabras: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” (1 Cor.
11:1).
¿Cómo vas a responder tu?
El final de este estudio es la puerta que se nos abre para el siguiente estudio,
“los dones espirituales”
1. Codicia: Es el deseo de tener más o lo que no nos pertenece. La ley de Dios lo prohibe.
La expresión «no codiciarán» en este pasaje se usa del deseo ilegítimo de la mujer de otro
(Stgo. 4:2)
2. Idolatras: Becerro de oro
3. Fornicación: Desenfreno, lujuria. Toda relación sexual ilicita fuera del matrimonio. Se usa
también en el sentido espiritual.
4. Tentar a Dios: Exodo 17:12. Fueron puestos a prueba. El verbo se usa de las pruebas
permitidas por Dios y del creyente que debería ser consciente de su propia impotencia y de
su dependencia de Dios.
5. Queja: Murmurar. La palabra hace referncia a gruñido, rugido, aullar (Mt. 20:11)
¿Qué es la Influencia Cristiana?
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CUESTIONARIO
1. Explica con tus palabras los tres grupos que definen la influencia cristiana
1. Los influenciados _______________________________________
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2. Los diferentes __________________________________________
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3. Los genuinos __________________________________________
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2. ¿Cual fue el fondo de la cuestión relacionada con la carne ofrecida a los
ídolos? y ¿Cuál fue la naturaleza del problema que esta situación presentaba
a los cristianos de Corinto?
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3. Define la diferencia entre el conocimiento y el amor para el cristiano
maduro.
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¿Qué es la Influencia Cristiana?
4. ¿Porqué Pablo sacrifica sus privilegios?
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5. El capítulo 10 contiene usa serie de advertencias para nosotros; ¿cuales
son? Trata de resumierlas con tus palabras.
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6. ¿Cómo se aplica la madurez en la influencia crsitiana?
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7. Un día Dios pedirá cuentas por como hemos influido sobre otros porque
somos responsables ante Dios por nuestra influencia (1 Ti. 4:12). Si has
tomado alguna decisión, te has propuesto cambiar algo en tu vida, o te has
marcado una meta, escríbelo a continuación y ponlo en oración delante
del Señor para que te de fuerzas para cumplirlo.
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NOTAS
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