erguidos y constituyen céspedes aislados, en forma de almohadilla, muy apretada, y cuando habitan sobre el suelo protegido de los bosques se tienden y desparraman, formando una trama más o me­ nos floja, que cubre a veces, a manera de alfombra, grandes exten­ siones de terreno. Los Sphagnum, o musgos de las turberas, cons­ tituyen copiosas asociaciones en los suelos encharcados, y, domi­ nando sobre las otras especies, forman los Polytrichum extensas praderas en los suelos húmedos de las tundras boreales. S e conocen bastantes yacimientos evidentes de Musgos fósiles terciarios y diluviales; pero son ya dudosas las formas fósiles, que se reputan como pertenecientes a este grupo de vegetales, c o r r e s ­ pondientes a estratos de mayor antigüedad, como Muscites polytrichaceus, del período carbonífero. Las relaciones filogenéticas de estas plantitas son muy difíciles de establecer. Las formas fósiles no nos han proporcionado hasta el día ningún dato positivo, claro y terminante, que podamos a p r o v e ­ char en este sentido, y el parentesco de los actuales Musgos con los otros grupos de plantas vivas, si exceptuamos las Hepáticas, no se puede afirmar sin muchas reservas. Las diferencias entre IosMusgos y las Hepáticas son casi siempre muy pronunciadas; pero las homologías entre los dos grupos son perfectas. Del lado de IosMusgos existen además los Sphagnales y Andreaeales, que se apro­ ximan por sus caracteres a las Hepáticas, y del lado de éstas tene­ mos los Hapiomitriales, que se relacionan evidentemente con IosMusgos; todo lo cual nos permite afirmar que estos dos grupos de­ penden uno de otro, aunque filogenéticamente esta dependencia sea muy lejana. Algo difícil parece determinar la posición mutua de las dos clases que constituyen el tipo Briófitas: Si consideramos como' argumento fundamental en el desarrollo de las Cormófitas la reduc­ ción progresiva de los gametófitos respectivos, es evidente que las Hepáticas son más perfectas, ocupan una posición más avanzada que los Musgos en la serie vegetal y todavía se apoya o refuerza más este punto de vista en la circunstancia de que las Hepáticas se pue­ den derivar con relativa facilidad de los Musgos, en tanto que p a r e ­ ce imposible derivar éstos de aquéllas. En efecto; los Briales más sencillos (Archidiaceae), además de las series morfológicas que se separaron pronto de ellos (Sphagnales, Andreaeales), tipos todos de indudable parentesco relativamente próximo con los Musgos primitivos, tienen relaciones de evidente, afinidad con las Hepáticas^ Todo esto nos dice que el gametófito de la Hepática, de constitu-