PREGUNTA 2 1. EL SIGNIFICADO DE LAS PALABRAS 1.1. Dimensiones en el significado de las palabras En el significado de una palabra es posible distinguir entre DENOTACIÓN y CONNOTACIÓN. El significado denotativo se corresponde con el significado más objetivo de las palabras, gracias al cual se identifica la realidad a la que la palabra se refiere. El significado denotativo es el que procuran recoger los diccionarios, en el que coinciden todos los hablantes. El significado connotativo, por el contrario, se refiere a todas esas valoraciones subjetivas que rodean y complementan la denotación de la palabra. Las palabras que denotan las realidades más humanas, aquellas que despiertan más sentimientos son las que con más facilidad se cargan de connotaciones. Estas pueden compartirse por la mayor parte de la sociedad (comunista, dictador, fascista, feminista, guerra, machista, pena de muerte…), por grupos de ella (americano, andaluz, catalán, derecha, gitano, homosexual, Iglesia, inmigrante, Islam, liberado sindical, madrileño, vasco, izquierda, sexo…) o ser propias de cada individuo. En algunas de ellas, la connotación es tan fuerte que la denotación desaparece o casi: caridad, compasión, disciplina, fascista, machista, progresista, yanqui, sumisión, talante, talibán… Estos casos son claros ejemplos del peso de la ideología dominante en cada época. En algunos de ellos la fuerza de la connotación los ha convertido en insultos. 1.2. Grados de dispersión en el significado de las palabras De acuerdo con este criterio, se distingue entre: a) MONOSEMIA. Se da cuando el significado de una palabra permanece estable en todos sus usos. La monosemia es propia de palabras (monosémicas) de uso y contextos muy limitados, como los términos científicos y técnicos. Ej. circunferencia, crucigrama, descuento, detergente, diagonal, electrón, perpendicular… b) POLISEMIA. Se produce cuando el significado de una palabra varía dentro de unos márgenes que permiten percibir en todos los casos que se está ante la misma palabra. Ej. Aborrecer (‘tener aversión a alguien o algo’, ‘cansarse de algo, por ejemplo, un alimento’). Desahuciar (‘desalojar a un inquilino’, ‘perder la esperanza en la curación de un enfermo’) Discurrir (‘caminar’, ‘pensar’) Mando (‘autoridad y poder’, ‘persona que lo ejerce’, ‘dispositivo desde el que se dirige un determinado mecanismo’). Pestaña (‘pelos del borde de los párpados’, ‘parte saliente y estrecha en el borde de alguna cosa’, ‘elemento de la interfaz de un programa informático que permite cambiar rápidamente lo que se está viendo sin cambiar de ventana que se usa en un programa o menú ) Rajar (‘romper, rasgar’, ‘hablar sin contención’) Trampa (‘engaño, señuelo’, ‘deuda’) Volante (‘que vuela’, ‘papel en el que se manda, recomienda, pide, pregunta o hace constar algo en términos precisos’, ‘aro que sirve para girar un vehículo’, ‘jugador de fútbol que actúa en el centro del campo’). 1 1.3. Relaciones léxicas a) SINONIMIA. Es la relación entre las palabras con el mismo significado (amigdalitisanginas, arco apuntado-arco ojival, nevera-frigorífico, nombre-sustantivo, palabra aguda-palabra oxítona, oliva-aceituna, torcedura-esquince, tuberculosis-tisis, wolframio-tungsteno), de modo que pueden intercambiarse. Para que haya sinonimia las dos palabras han de pertenecer a la misma clase. Así, no puede valer como sinónimo de inteligencia, el adjetivo listo. La sinonimia absoluta como la equivalencia total en todos los contextos de dos o más palabras es muy rara (cárcel/ prisión). Esto es así porque siempre existen diferencias hasta en las palabras de significados más próximos, entre otras razones, porque los hablantes tienden a eliminar los sinónimos estableciendo distinciones entre ellos. Cariño y afecto son dos palabras muy próximas, sin embargo, puede aceptarse que la primera encierra una mayor cercanía y calor humano. Trabajar y currar son, a menudo, intercambiables, pero currar aporta algunos matices: a) ocupación laboral generalmente no muy cualificada, b) empleado por gente con este tipo, de modo que su uso está unido a un clima de solidaridad, característico de las jergas. Curiosamente, estos mismos hablantes pueden convertir en sinónimas palabras distintas en determinadas circunstancias. Es el caso de clima y climatología, fragmento y texto, interfecto y aludido, frase, oración y enunciado; mente y psicología… Otro factor que impide que haya sinónimos perfectos es que la mayoría de las palabras son polisémicas, por lo que la sinonimia solo se produce con alguno de sus sentidos, de modo que la equivalencia no existe siempre. Por ejemplo, cariño y afecto pueden ser intercambiables en casos como Le tengo mucho cariño/ afecto, pero no cuando me dirijo a alguien diciéndole: ¡Cariño! En este caso, sería imposible decirle: ¡Afecto! Otro ejemplo, cuando se trata de clasificar una serie de objetos de distinta naturaleza, muchos hablan indistintamente de tipos o de clases; pero esto no quiere decir que puedan alternar en todos los contextos. Solo cuando ambos aluden a una determinada agrupación o clasificación, como cuando se habla de clases o tipos de texto. Sin embargo, es imposible decir que en la planta primera del colegio hay ocho tipos, en vez de ocho clases. b) HOMONIMIA. Es la relación entre dos o más palabras distintas que coinciden en el significante. Si la coincidencia es solo de pronunciación, se habla de homófonos (bacavaca, ha-a, Juanete-juanete, ola-hola, Onda [pueblo de Alicante] y onda *‘ola’+, tubotuvo…); si la coincidencia también se produce en la ortografía, hay homógrafos (bonito, caña, cepillo, cromo, chato, llama). Ante el ejemplo de los homógrafos surge la pregunta de su distinción con las palabras polisémicas, de las que se ha hablado hace un momento. ¿Por qué trampas es una palabra polisémica y bonito, en cambio, es un ejemplo de homonimia? En este punto es importante tener las ideas claras: Hay polisemia cuando los distintos significados están relacionados, de modo que en todos los casos se siente que se está ante la misma palabra. Por el contrario, hay homonimia cuando los significados son tan distintos que se sienten como pertenecientes a palabras diferentes. Bonito o carpa son ejemplos de homonimia, porque entre un determinado ‘pez’ y ‘guapo’ o ‘tienda de lona, toldo’ no hay relación. Lo que sí hay entre ‘mi mejor colaborador’ y la ‘extremidad superior derecha’ en mano derecha, donde se hablaría de polisemia. Aparte de este criterio fundamental, es índice de polisemia que el diccionario incluya todos los significados bajo la etiqueta de una misma palabra, mientras que hay homonimia si en el diccionario los distintos significados se agrupan en palabras 2 diferentes que, como se escriben igual, van numeradas en serie. Otro índice de homonimia, difícil de comprobar sin ayuda, es que los significados diferentes proceden de orígenes distintos. Carpa como ‘tienda de lona, toldo’ proviene de una palabra quechua y carpa, como ‘pez’ viene del latín. Finalmente, hay homonimia si estamos ante clases distintas de palabra. Por ejemplo, vino puede ser verbo (Ella vino) o nombre (Se tomó un vino). Este criterio no sirve cuando estamos ante dos clases de palabra tan próximas como nombre y adjetivo. Por ejemplo, puede hablarse de polisemia en estos dos usos de blanco: En ese equipo de la NBA juegan tres blancos (nombre); En ese equipo de la NBA juegan tres jugadores blancos (adjetivo). c) ANTONIMIA. Es la relación entre palabras opuestas, de modo que la negación de una supone la afirmación de la otra (alto-bajo, caliente-frío, caro-barato, gordo-flaco, parimpar, verdad-mentira). Algunos ejemplos de antónimos presentan grados intermedios y pueden graduarse (alto-bajo, caro-barato, gordo-flaco), mientras que otros, no (número negativo-número positivo, par-impar, verdad-mentira, vivo-muerto). Estos últimos son los mejores representantes de la antonimia. También se incluyen dentro de la antonimia las palabras inversas, que son aquellas como tíosobrino, vender-comprar, enseñar-aprender, preceder-seguir… caracterizadas porque la presencia de uno implica la de la otra en la misma situación. Si decimos de Manolo que es tío de Manuel, estamos implicando que Manuel es sobrino de Manolo. 1.4. Campo semántico o léxico Es un conjunto de palabras que se reparten una zona de significación común. Arrepentimiento, culpa, culpabilidad, pecado, remordimiento, vergüenza… son palabras que forman parte del campo semántico de la culpa. Llorar, sollozar, gimotear, gemir, berrear, lloriquear… pertenecen al campo semántico de las acciones asociadas al llanto. Todas las palabras pertenecientes a un mismo campo semántico tienen que pertenecer a la misma clase de palabras. Por ejemplo, no forman parte del último campo semántico que acaba de aparecer nombres como llanto, lágrimas… 3