Ide@s CONCYTEG 10(118): Abril, 2015 ISSN: 2007-2716 La instrumentación de la polı́tica de lucha contra la pobreza rural en Colombia 1997-2013 especı́ficos independiente del objetivo que persigue. En este caso, se observa que el instrumento produce resultados perversos en los productores rurales, al ir en contravı́a de lo que realmente quieren y necesitan. Del enfoque de oferta al enfoque de demanda Ahora bien, los problemas presentados y los escasos resultados obtenidos en la primera etapa de ejecución de Pademer, condujeron a partir del 2000 a una serie de ajustes incrementales o marginales plasmados en una reorientación de las estrategias operativas que se fueron adaptando en la instrumentación de la polı́tica, teniendo en cuenta, por un lado, el marco jurı́dico vigente, que correspondı́a a la normatividad establecida para el fomento de la microempresa. Por otra parte, tomando como referencia los resultados que se iban presentando en el transcurso de la implementación de Pademer. En el primer punto, la entrada en vigencia de la ley 590 del año 2000 (que derogó la Ley 78 de 1988), introdujo varios ajustes conceptuales y procedimentales para llegar más claramente a las microempresas rurales. El principal cambio introducido por este instrumento de autoridad, fue el desmonte del esquema vigente de cooperación entre los sectores público y privado para el desarrollo del sector microempresarial, que se hacı́a a través de la Corporación Mixta para el Desarrollo de la Microempresa. Ello significó el retiro de ésta instancia de la canalización y gestión de los recursos públicos con los que se adelantaba la polı́tica sectorial. Ası́ mismo, relegó la participación directa de las organizaciones con mayor experiencia, del ámbito de las decisiones que orientaban el sector; participación que quedó destinada a funciones instrumentales y operativas (FOPENCOL, 2005, p. 19). Dichas acciones fueron fundamentales para propiciar un cambio en el enfoque de intervención de Pademer al pasar de un modelo centralizado a un modelo más descentralizado y participativo. A lo anterior, se sumó una enmienda al contrato de préstamo suscrito entre el FIDA y el gobierno colombiano que incorporó importantes transformaciones en las estrategias metodológicas y en la estructura operativa de Pademer en su segunda etapa de ejecución (2001-2006). En la parte metodológica, el proyecto propició espacios de coordinación más claros y adecuados para que los microempresarios formularan sus propias propuestas empresariales y pudieran participar más directamente en el proyecto al tener la oportunidad de seleccionar ellos mismos a sus oferentes de servicios tecnológicos en las regiones. Este cambio, según el FIDA mejoró la eficacia de los servicios técnicos, que respondieron más a la demanda y aumentó la eficiencia de las inversiones porque no se financiaron actividades innecesarias ni se pagaron altos costos administrativos, lo que contribuyó al empoderamiento general de los microempresarios (FIDA, 2007, p. xiii). En cuanto a la estructura operativa, con la salida de la CMDM se dio una renovación en la organización administrativa, técnica y operativa del proyecto. La coordinación de los servicios tecnológicos pasó a manos de una “Unidad Nacional de Gerencia” (UNG) establecida en el Ministerio de Agricultura que se encargó de manejar los servicios tecnológicos y financieros de Pademer y marcar el trazo de su operatividad en las regiones. Igualmente se constituyó un nuevo comité de dirección conformado por el Ministerio de Agricultura y el DNP. De igual forma, se descentralizó la asignación de recursos a través de concursos organizados en las regiones. En este proceso, las gobernaciones departamentales y las cámaras de comercio, jugaron un papel importante porque coordinaron con el gobierno las estrategias de descentralización del proyecto. Estas instancias apoyaron a los microempresarios en la formulación de sus planes de desarrollo empresarial y facilitaron los medios para que presentaran por sı́ mismos sus propuestas productivas. 19