sólo es una cualidad de la Materia y el Tiempo

Anuncio
sólo es una cualidad de la Materia y el Tiempo
pertenece al Espacio.
Por tanto, sólo dos cosas reales, inseparables
una de otra, la Materia y el Espacio, constituyen
el Universo, y las leyes de la naturaleza son
distintas relaciones entre las “infinitas” formas del
Movimiento de la Materia.
Tampoco F. Engels hubo de quedarse en ese
antiguo materialismo crudo o trivial, ni en los
renovados materialismos sensualista y racionalista,
viéndose en la necesidad de desarrollar toda su
teoría de la dialéctica de la naturaleza ¿materialista?
para poder concebir y explicar el materialismo
de manera más real, a la luz de una concepción
histórica del desarrollo de la naturaleza y una
concepción histórica del desarrollo de la sociedad
humana. Introduce la variable tiempo que, según
él, es el factor fundamental de toda evolución, para
adquirir la capacidad de concebir el mundo como un
“proceso”, como una materia sujeta a su desarrollo
histórico, que por tener lugar a través del tiempo es
diacrónico.
Al considerar que el desarrollo de la Naturaleza
es susceptible de darse en el tiempo, con el
despliegue de toda su variedad dada en el espacio,
tal como los seres animados que hoy viven en
la Naturaleza que son el resultado de un largo
desarrollo que va de lo simple a lo complejo.
Engels precisa cómo el Hombre no vive sólo
en la Naturaleza, sino también en su sociedad
humana portadora de la propia historia de su
evolución; que a la edad media, por ejemplo,
no puede despachársele con ser sólo la simple
interrupción de la historia por una ola milenaria
de barbarie generalizada, sino reivindicándola
por sus grandes aportes en la expansión del
campo cultural europeo, la formación de grandes
naciones y los considerables avances técnicos de
los siglos XIV y XV.
Visto en su integralidad este materialismo, es
evidente que el desarrollo del mundo impulsa
el desarrollo del pensamiento. El pensamiento
no podría seguir siendo esa especie de esfera
autónoma e independiente del mundo que nos
rodea. Engels afirma que desde Descartes hasta
Hegel, y desde Hobbes hasta Feuerbach, los
filósofos no avanzaban impulsados sólo, como ellos
tal vez creían, por el prurito del pensamiento puro;
muy al contrario, lo que en realidad les impulsaba
era precisamente los progresos formidables y
cada vez más contundentes del conocimiento del
desarrollo de las ciencias naturales, de las ciencias
sociales humanas y de la industria.
72
¿Es el Tiempo en el espacio-tiempo un Presente?
Lo objetivo del Tiempo es fluir de lo anterior
a lo posterior, de la causa a lo causado, que
nos permite enlazar entre sí acontecimientos
pretéritos, y se estructura según la costumbre
astronómica de la traslación de la tierra (años), los
ciclos de la luna (meses), la rotación de la tierra
(días), y así subsecuentemente en horas, minutos,
segundos y fracciones de segundos.
Lo subjetivo del Tiempo, tiempo del sujeto,
es moverse en un tiempo único; ver desde el
“ahora” presente, al tiempo ido y por venir; sentir
el presente de nuestro pasado, el presente de
nuestro futuro y el presente del ahora realizado;
representar al pasado y al futuro con nuestro
presente; estar profundamente atentos a lo que
realizamos ahora, lo que recordamos (pasado) y lo
que anticipamos (futuro)Concebir que el Tiempo
“es un presente” no es tanta novedad, sabiéndose
que sólo en el presente es donde se decide y
actúa, pero ahora nos preocupa ver si lo mismo
podría decirse del “espacio-tiempo”.
La relación Tiempo y Presente es complejizada
por Fernando Sánchez, en “Ciencia y Conciencia”
(web), al referirnos el experimento de laboratorio
sobre un rayo que supera 310 veces la velocidad
de la luz, experimento realizado en un laboratorio
del Instituto de Investigación NEC en Princeton
(EEUU), cuyo resultado paradójico revaluaría leyes
de la física, ya que pudo evidenciarse cómo cierto
pulso de luz era detectado a la salida antes que
a la entrada, cuestionándose así no sólo la teoría
de la relatividad, sino la misma concepción del
Tiempo como nexo entre el pasado y el futuro.
En contra de la noción del “tiempo” como
duración, Walter Benjamin (1892-1940) considera
que el “ahora”, tiempo presente, es el centro a
partir del cual se revive el pasado, se detectan sus
claves y se proyecta la acción humana en función
de un devenir distinto, liberador.
La pensadora española Margarita Boladeras
refiere cómo para Emilio Lledó el pasado sólo
existe en el ahora de los que recuerdan, reflexionan
y reconstruyen las experiencias propias o ajenas;
que la historia se hace desde un “presente”
que se desvanece y reabsorbe en el “momento
siguiente”.
El filósofo alemán Georg Simmel (1858-1918)
considera cómo la “actualidad” es un no-tiempo
o momento inextenso en el que coinciden otras
magnitudes que sí son temporales como “pasado”
y “futuro”; cómo la realidad no es temporal porque
se da en el “presente”, y sólo en el presente.
El Gran Concilio
Descargar