Wenceslao Maldonado HEXAGRAMA en luces y en sombras p o e m a s Ediciones Pavadit@ Buenos Aires – 2012 1 Maldonado, Wenceslao. HEXAGRAMA, en luces y en sombras. – 1ª ed. – Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Pavadit@, 2012. 32 p.; 21x15 cm. ISBN 978-987-27744-0-0 1. Literatura Argentina. 2. Poesía. I. Título CDD A861 Fecha de catalogación: 26/12/2011 Contacto con el autor: www.wencesmaldonado.com.ar [email protected] Ecuador 609, 1º B 1214 – CABA Tel.: (011) 4966 1660 Diseño de tapa e interior: Equipo Editorial Ediciones Pavadit@ Paraguay 1317 – CP 1057 – CABA email: [email protected] Tel.: (011) 4813 3122 1ª edición: marzo 2012. Todos los derechos reservados Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 ISBN 978-987-27744-0-0 Impreso en la República Argentina Printed in Argentina 2 ¡GRACIAS! a Norma Varela que desde hace casi veinticinco años me ha ido mostrando el curso de los astros a Daniel Giorgetti por el afecto de amigos y por las explicaciones precisas de la carta natal a Hara que en sus cálculos numerológicos me ha hecho ver las puertas que se cierran y las que se abren a Mario y Andrea que hicieron nacer esta nueva Editorial Pavadit@ mientras se va gestando la vida de la primera hija: Milena 3 Prólogo Me acerco al I Ching, más que con una curiosidad adivinatoria, con un deseo de aprendizaje sapiencial. Creo que son oráculos de sabiduría antiquísima que pueden enriquecerme, sobre todo en esta última etapa de mi vida, transpuestos ya los setenta años. Y pregunto: ¿Cómo he de ser en la vejez? El Libro de las Mutaciones me responde con el hexagrama 9, Hsiao Khu, que por una línea mutante de los números que he echado al azar, puede complementarse con el hexagrama 26, Ta Khu. Al rato escribo: Llegué a la vejez. Valoro el pasado. Amigos me alientan. Soy rico de afectos. Es hora de dar. Reparto mis dones. Este bello Libro de los Cambios puede decirme más. Le pregunto entonces: ¿Cómo debo ver la vida? Y el I Ching me ofrece el hexagrama 36, Ming I, que por las líneas mutantes que aparecieron, puedo leer también como 43, Kwai. El poemario que presento, nace de un HEXAGRAMA que escribí para continuar el diálogo con el misterioso Libro de los Cambios. Y lo que he aprendido es, precisamente, que hay cambios. La experiencia de mi propia vida me lo dice. Es hora, entonces, de adquirir la sabiduría de la paciencia, de la espera. Sé que la vida transcurre en luces y en sombras. 4 Guía de poemas 36 – Ming I (luz que se apaga) / 43 – Kwai (decidir) 1ª PARTE: Las luces se apagan 1. 2. 3. 4. 5. 6. El valle se inunda. Congoja del campo. Se quiebra la paz. La música danza. Los hombres se juntan. Llegó Primavera. 2ª PARTE: Dolor de la tierra 1. 2. 3. 4. El año es cambiante. Imagen pasada. Los días se suman La ley del coraje. 5. La rueda da vueltas. 6. Reunión de familia. 3ª PARTE: La noche es la duda 1. 2. 3. 4. 5. Un trueno se quiebra. Verano en sequía. Me invade la noche. El río se escapa. Jornadas sin nadie. 6. La sombra es un pliegue. 4ª PARTE: La casa es sosiego 1. 2. 3. 4. 5. Atizo las brasas. Quietud del paisaje. La tierra y el agua. Ya es tiempo de logros. Regreso. Es la hora. 6. Un monte ante el lago. 5ª PARTE: Nostalgias de niebla 1. 2. 3. 4. 5. 6. El lago está en calma. Son cosas pequeñas. La tierra es fecunda. Hay brillos que mienten. Nos junta el abrigo. Los años pasaron. 6ª PARTE: Los ojos se incendian 1. 2. 3. 4. 5. 6. Marmita feliz. No son pequeñeces. El monte se planta. ¿Qué piensa el viajero? Así fue mi vida. Me siento tranquilo. CIERRE: El justo decide. 5 1ª PARTE: Las luces se apagan 6 (1) El valle se inunda. El agua amenaza. La vuelta es un riesgo. Controlo mis pasos. Se acercan amigos. Desastre inminente. 39 – Kien (dificultad) / 62 – Hsiao Kwo (pequeñas cosas) (2) Congoja del campo. El tiempo es sequía. Sentir soledad. Callarse palabras. Tenerse paciencia. Silencio paciente. 47 – Khwan (ansiedad) / 29 – Khan (peligro) 7 (3) Se quiebra la paz. Las aguas se inquietan. Un niño ha llorado. Golpea el capricho. Camina... Madura... Los pasos son lentos. 4 – Mang (juventud) / 15 – Khien (condescendencia) (4) La música danza. El aire aletea. Remuevo los leños. Que el fuego no duerma. Son horas heroicas. Comienzo otra etapa. 16 – Yu (ocuparse) / 64 – Wei Yi (inconcluso) 8 (5) Los hombres se agrupan. La sombra los cubre. La puerta los guarda. El fuego convoca. El cielo protege. La risa es sincera. 13 – Thung Zan (hombres reunidos) / 33 – Thun (retirarse) (6) Llegó Primavera. Volvieron las lluvias. Perfumes de tierra. Germinan colores. Soy pobre y feliz. La vida desborda. 42 – Yi (evolución) 9 2ª PARTE: Dolor de la tierra 10 (1) El año es cambiante. El tiempo me enseña. Modero pasiones. Les cierro la puerta. Espero en silencio. Tranquila está el agua. 60 – Kieh (moderación) / 5 – Hsu (esperar) (2) Imagen pasada. Recuerdos de antaño. Silencio de espera. Observo los montes. El cielo se abaja. La luz se hace brisa. 33 – Thun (retirarse) 11 (3) Los días se suman. Los bosques cambiaron. El árbol renace. Sus ramas verdean. La tierra germina. Hay fuerzas profundas. 53 – Kien (evolución) (4) La ley del coraje. El fuego y el agua. Hervor de inquietudes. El sabio previene. No olvida el honesto. Hay triunfo y derrota. 63 – Ki Yi (conclusiones) 12 (5) La rueda da vueltas. Los meses en marcha. Los giros, medidos. Las horas, exactas. Meditan los sabios. Controlan impulsos. 63 – Ki Yi (conclusiones) / 39 – Kien (dificultad) (6) Reunión de familia. Tendieron la mesa. La charla se anima. El fuego congrega. Hay risa y debates. Son lazos de afecto. 37 – Kia Zan (gente de familia) / 12 – Phi (cierre) 13 3ª PARTE: La noche es la duda 14 (1) Un trueno se quiebra. La atmósfera vibra. El valle está atento. La lluvia sacude. El alba despierta. Los montes se alumbran. 25 – Wu Wang (sinceridad) / 12 – Phi (cierre) (2) Verano en sequía. Siguieron las lluvias. Las horas de agobio. Cansancio en las ramas. Fatiga del árbol. Hay fruta madura. 30 – Li (distinguir) / 54 – Kwei Mei (desposar a la hija menor) 15 (3) Me invade la noche. Las últimas voces. El último esfuerzo. No entiendo qué pasa. La tierra se cierra. Acepto mis penas. 12 – Phi (cierre) / 45 – Yhui (cosechar) (4) El río se escapa. Su margen, inmóvil. El agua carcome. El tiempo no es fácil. Fatigas y luchas. Alguna se acerca. 23 – Po (resquebrajar) / 26 – Ta Khu (fuerza educadora) 16 (5) Jornadas sin nadie. El tiempo se mueve. Yo, en cambio, me quedo. Contemplo los montes. Las nubes caminan. Yo observo. Me quedo. 33 – Thun (retirarse) / 12 – Phi (cierre) (6) La sombra es un pliegue. De luz es el aire. El agua se enciende. El fuego la anima. El cielo deslumbra. Regresa otro día. 49 – Ko (renovar) / 30 – Li (distinguir) 17 4ª PARTE: La casa es sosiego 18 (1) Atizo las brasas. Se inquieta el caldero. Ya humea la sopa. La tierra se pierde. La noche es el mundo. Preparo la cena. 50 – Ting (la caldera) / 9 – Hsiao Khu (animalito doméstico) (2) Quietud del paisaje. No hay llanto en los sauces. Afectos que vuelven. El monte se aquieta. Se duerme el pantano. Se aplaca el deseo. 41 – Sun (perder) / 4 – Mang (juventud) 19 (3) La tierra y el agua. Su unión es fecunda. Los frutos maduran. Volvamos. Ya es tiempo. Se apresta el banquete. Hay pan para todos. 8 – Pi (solidaridad) / 40 – Kieh (explicar) (4) Ya es tiempo de logros. Se enciende un buen fuego. Flamean banderas. Cordura en el hombre. Que elija lo bueno. Que aparte lo malo. 14 – Ta Yu (gran dominio) 20 (5) Regreso. Es la hora. Camino mi senda. Y hay muchos amigos. La lluvia está cerca. El trueno la anuncia. Después es la siembra. 24 – Fu (regresar) / 34 – Ta Kwang (gran fuerza) (6) Un monte ante el lago. Se espeja en el agua. Se vuelve un reflejo. Su imagen es luz. Se ha unido al silencio. Es monte y es lago. 31 – Hsien (unir) / 13 – Thung Zan (hombres reunidos) 21 5ª PARTE: Nostalgias de niebla 22 (1) El lago está en calma. Trabajo y espero. Anuncios de un trueno. Me inquieto. Regreso. Al fin, me conformo. Importa que cambie. 17 – Sui (conformarse) / 42 – Yi (evolución) (2) Son cosas pequeñas. El viento. Gorriones. La luz. Las miradas. Quedarse. Observar. Las nubes se alejan. El viento las barre. El tiempo ha cambiado. 9 – Hsiao Khu (animalito doméstico) / 18 – Ku (destrucción 23 (3) La tierra es fecunda. Me debo a su abrazo. Soy hombre de barro. Espero la lluvia. Me siembro en los surcos. La unión me germina. Promesa de mieses. 8 – Pi (solidaridad) / 31 – Hsien (unir) (4) Hay brillos que mienten. El fuego es auténtico. Alumbra y calienta. Sus llamas son fuerzas. El bosque le teme. Contagia el incendio. 22 – Pi (adornar) / 55 – Fang (abundancia) 24 (5) Nos junta el abrigo. Hechizo de hogueras. Las llamas se agitan. Nos brillan los ojos. Juntamos las mano. Dolor y memoria. 22 – Pi (adornar) / 13 – Thung Zan (hombres reunidos) (6) Los años pasaron. El tiempo prosigue. Respeto el pasado. Recuerdos y afectos. Aclara otro día. Se asoma a la puerta. 63 – Ki Yi (conclusiones) / 49 – Ko (renovar) 25 6ª PARTE: Los ojos se incendian 26 (1) Marmita feliz. El agua ya ha hervido. Se huele el puchero. Es noche de luna. Silencio de pájaros. La cena está lista. 50 – Ting (caldera) / 32 – Hang (luna creciente) (2) No son pequeñeces. Tender cada cama. Doblar las cobijas. La ropa, las sábanas. Guardar todo en orden. Abrir las persianas. 62 – Hsiao Kwo (pequeñas cosas importantes) / 56 – Lu (viajero) 27 (3) El monte se planta. Arriba es incendio. Abajo, el pantano. El sol es de fuego. Son horas de siesta. Fatiga el verano. 23 – Po (resquebrajar) / 38 – Khwei (contraste) (4) ¿Qué piensa el viajero? Va solo, cansado. ¿Ignora su meta? Perdió al compañero. Por fin, se da cuenta. Es sólo un viajero. 56 – Lu (viajero) / 15 – Khien (condescendencia) 28 (5) Así fue mi vida. Nací bajo el cielo. Anduve en la tierra. Con días de sol. A veces con lluvia. Contemplo ahora el mar. 11 – Thai (prosperidad) / 9 – Hsiao Khu (animalito doméstico) (6) Me siento tranquilo. Viví lo que todos. Con penas y afectos. Me hicieron regalos. Lloré por mis pérdidas. Viví. No lo dudo. 63 – Ki Yi (conclusiones) / 39 – Kien (dificultad) 29 CIERRE El justo decide. El sabio es prudente. Quien tiene, reparte. Quien oye, comprende. Da paz la paciencia. Y es libre el que ama. NOTA FINAL: Al armar un gran HEXAGRAMA con hexagramas, que son, a su vez, sextinas sexasílabas, tirando las monedas del I Ching, fui a parar, como ya dije en el Prólogo, al hexagrama 36 – Ming I (luz que se apaga), que podía ser leído también, por sus líneas mutantes como el hexagrama 43 – Kwai (decidir). En el ordenamiento de los treinta y seis poemas, he tenido en cuenta sobre todo el hexagrama 36. Se me ocurrió, entonces, que para poner el punto final, como cierre, no podía dejar de pensar en el hexagrama 43. 30 EPÍLOGO Mi relación con I Ching, el Libro de las Mutaciones, ha sido tan casual y viene de hace tanto tiempo, que casi ni me acuerdo cuáles fueron las circunstancias. Tuvo que ver, sin embargo, con mis años vividos en Italia, más precisamente en Turín en la década del 60, es decir, hace unos cincuenta años. Había allí dos hermanos, los Judica Cordiglia, famosos porque decían grabar voces y sonidos de extraterrestres. Por aquel entonces, me parecía algo bizarro, extravagante, aunque el tema se había puesto de moda; hablaban, a mi criterio, sobre OVNIs y cosmonautas con más fantasía que realidad, con más ganas de ser originales que confiables. Luego, con el pasar del tiempo, me acostumbré a escucharlos deponiendo mis prejuicios. Poco a poco advertí que uno de ellos, Giovanni Battista, era un hombre que atesoraba un conocimiento del Oriente, en verdad, envidiable. Y como siempre me interesaron las culturas milenarias, y me he imaginado más de una vez viajando por Oriente, comencé a prestarle atención. Lo cierto es que una vez, en los años 80, cuando por mi trabajo, viajaba casi anualmente a Italia y me tenía que quedar en Roma por meses, me volví a Buenos Aires con un libro de G.B. Judica Cordiglia sobre I Ching en la valija. Sin embargo, tampoco me acuerdo por qué, ese texto quedó arrinconado por años de años. Vuelto ya definitivamente a la Argentina, 31 en los 90, después de un trienio de trabajo en Sicilia, me puse a leer casi distraídamente sus explicaciones. Fue en 1996 que se me ocurrió armar el libro HEXAGRAMA. No me pregunten por qué, ya que mi fragilidad actual de memoria me impide dar una respuesta ni siquiera aproximativa. Pero mi carpeta, las notas y los poemas escritos, delatan a las claras la intención de componer un libro en base al I Ching, que fuera algo así como un diálogo poético con aquellos oráculos antiquísimos de la China. Tampoco sé por qué motivo ese trabajo nunca lo cerré, y la carpeta correspondiente engrosó la pila de obras comenzadas que jamás llegaron a puerto. Pero sí puedo contar, con los detalles que me permite guardar todavía mi mediana lucidez actual, lo que me sucedió hace un par de meses cuando, gracias al encuentro con los estudios y análisis de Diseño Humano, descubrimiento que se debió a la psicóloga María Ulacia, me reencontré con el I Ching, entrelazado no sé exactamente cómo en mi Carta de Rave. Y aquí estuve. Conversando con estos oráculos, con pocas palabras de tono simple y ritmo elemental. Respirando aires campestres y sabiduría humana, un buen momento para saborear tranquilidad. Domingo 22 de mayo de 2011, en Buenos Aires. 32