Sección III Intestino - Elsevier Instituciones

Anuncio
Tratamiento de las enfermedades gastroenterológicas
Sección III
Intestino
Capt. 13.indd 145
13/12/10 17:04:30
Capt. 13.indd 146
13/12/10 17:04:30
Sección III
13
Seudobstrucción intestinal,
íleo y obstrucción
A. Accarino Garaventa y F. Azpiroz Vidaur
CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN
147
La característica común de estos trastornos es un fallo en progresión anterógrada del
contenido intestinal, bien por falta de permeabilidad de la luz intestinal bien por un fallo en
la capacidad propulsiva de la pared del intestino.
Obstrucción intestinal
La obstrucción intestinal es una alteración parcial o completa de la progresión del contenido intestinal por oclusión de la luz. Puede diferenciarse entre simple o estrangulada,
dependiendo de si existe o no compromiso de la vascularización del intestino.
Íleo paralítico
El íleo paralítico es un fallo en la propulsión intestinal que aparece de forma aguda en
ausencia de obstrucción mecánica; es secundario a diversas causas y afecta a la contractilidad intestinal (tabla 13-1).
Seudobstrucción crónica intestinal
La seudoobstrucción crónica intestinal es un cuadro clínico bien caracterizado. Se debe
a un fallo en la capacidad propulsiva del intestino y puede ser debido a una miopatía o una
neuropatía visceral.
Tabla 13-1 Causas de íleo paralítico
Cirugía abdominal
Trastornos hidroelectrolíticos (hipopotasemia, hiponatremia)
Fármacos (opiáceos, fármacos colinérgicos, fenotiazinas)
Procesos intrabdominales (perforación, diverticulitis)
Hemorragia retroperitoneal (rotura de aneurisma abdominal)
Procesos inflamatorios retroperitoneales (pancreatitis aguda, pielonefritis)
Isquemia intestinal
Enfermedad torácica (neumonía, infarto agudo de miocardio)
Sepsis
Capt. 13.indd 147
13/12/10 17:04:30
III. Intestino
Tabla 13-2 Causas de seudobstrucción crónica intestinal secundaria
Enfermedades que afectan a la musculatura lisa:
– Enfermedades del colágeno
– Distrofias musculares
– Enfermedades infiltrativas (amiloidosis, infiltración linfomatosa)
Enfermedades neurológicas:
– Ganglioneuromatosis intestinal
– Enfermedad de Chagas
– Enfermedad de Parkinson
– Pandisautonomía, síndrome de Shy-Drayer
– Accidente cerebrovascular y neoplasias
148
Enfermedades metabólicas:
– Hipertiroidismo
– Diabetes mellitus
– Hipoparatiroidismo
– Porfiria aguda intermitente
Fármacos:
– Narcóticos
– Antidepresivos tricíclicos
– Anticolinérgicos
Miscelánea:
– Gastroenteritis eosinofílica
– Enteritis rádica
Miopatía visceral. Se produce un fallo en la contractilidad (contracciones débiles e inefectivas) de la pared intestinal por una afectación de la musculatura lisa del intestino. Se
caracteriza por presentar cambios que consisten en degeneración de las células musculares lisas y reemplazamiento por tejido fibroso o por la existencia de un infiltrado
inflamatorio linfoplasmocitario que infiltra las capas musculares. Puede asociarse a afectación de la musculatura lisa de otras localizaciones como el tracto urinario
Neuropatía visceral. Se produce una desorganización de la contractilidad intestinal debida a
una variedad de procesos, que pueden afectar a cualquier eslabón de la regulación nerviosa
del intestino desde el plexo mientérico al sistema nervioso central. La neuropatía visceral
se puede limitar al tracto gastrointestinal o asociarse a alteraciones en el sistema nervioso
central o autónomo. Se caracteriza por presentar unas contracciones eficaces, pero con
un patrón desorganizado y no propulsivo. Cuando afecta al sistema nervioso entérico se
caracteriza por cambios degenerativos con alteraciones en el número o en la morfología de
las neuronas del plexo mientérico rodeadas o no de infiltrado inflamatorio.
Tanto las miopatías como las neuropatías pueden dividirse, en cuanto al tipo de presentación, en familiares o esporádicas, y, en cuanto a la etiología, en primarias o secundarias,
si el trastorno gastrointestinal forma parte de un proceso sistémico (tabla 13-2). En ocasiones pueden ser segmentarias, como en los casos de megaduodeno, pero suelen afectar al
intestino delgado y/o al colon de forma global.
Capt. 13.indd 148
13/12/10 17:04:31
Seudobstrucción intestinal, íleo y obstrucción
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS
Estos trastornos producen unas manifestaciones similares de dificultad de tránsito intestinal, que pueden ser agudos o crónicos. El problema en estos pacientes es determinar
cuál es la causa del cuadro, y los criterios diagnósticos dependen de la forma de presentación de signos y síntomas de obstrucción intestinal en ausencia de oclusión de la luz.
Criterios diagnósticos en los cuadros agudos
Estos pacientes presentan un cuadro de detención del tránsito intestinal con distensión y
timpanismo abdominal, y el proceso diagnóstico sigue una serie de pasos.
Valoración clínica
149
El íleo adinámico cursa con detención del tránsito, distensión abdominal, vómitos y
ausencia de ruidos intestinales a la exploración. Los pacientes presentan molestia abdominal por la distensión, pero no dolor de tipo cólico. El íleo adinámico se produce generalmente de forma refleja por un proceso irritativo y el proceso de base suele resultar
evidente. Las causas más frecuentes son los procesos intrabdominales con irritación
peritoneal, y aquí cabría incluir el íleo asociado a cuadros de abdomen agudo y el íleo
postoperatorio. Otras causas pueden ser procesos retroperitoneales (hematoma, traumatismos vertebrales, afecciones urológicas), procesos torácicos (neumonías basales,
traumatismos costales, infarto de miocardio), alteraciones humorales (hipopotasemia)
y fármacos (especialmente los que afectan al sobre el sistema nervioso autónomo).
A veces la relación causal no se establece a primera vista, como ocurre en caso de traumatismo vertebral.
Un caso especialmente frecuente es el íleo postoperatorio. Tras una intervención abdominal, sobre todo si se actúa sobre el tubo digestivo, se produce un período de parálisis
intestinal transitoria. A veces este cuadro se prolonga más de 24-48 h, lo que constituye el
íleo postoperatorio.
Los episodios agudos de seudobstrucción intestinal se manifiestan como un cuadro agudo de obstrucción intestinal con cierre intestinal, distensión y dolor abdominal, náuseas
y vómitos, y generalmente precisa ingreso hospitalario de urgencia. Después de un tratamiento conservador con aspiración nasogástrica e hidratación intravenosa, el cuadro suele
evolucionar favorablemente. Pueden existir antecedentes de episodios similares, porque
se suelen repetir de forma recidivante, aunque la frecuencia de presentación varía mucho
de un paciente a otro. Entre los episodios agudos los pacientes pueden quedar completamente asintomáticos o mostrar algún síntoma residual, como distensión abdominal, dolor o
alteraciones del hábito deposicional.
Los pacientes con obstrucción intestinal presentan síntomas en principio indistinguibles
de la seudobstrucción, aunque a veces la causa del cuadro puede presentar antecedentes
o síntomas específicos. La obstrucción se puede deber a una hernia estrangulada, adherencias debidas a intervenciones previas, un vólvulo intestinal, carcinoma o una diverticulitis.
Es importante intentar determinar si la retención del tránsito es proximal, en intestino
delgado, o distal, en el colon. A este respecto, los síntomas clínicos son orientativos. Los
cuadros proximales suelen cursar desde el inicio con náuseas y vómitos y pueden seguir
manteniendo emisión de gas o alguna deposición. En cambio, en los cuadros distales
(generalmente por afectación del colon), el cierre intestinal suele ser evidente desde el principio, la distensión más pronunciada pero mejor tolerada y las náuseas y vómitos pueden
Capt. 13.indd 149
13/12/10 17:04:31
III. Intestino
ser tardíos. La seudobstrucción que afecta exclusivamente al colon se denomina síndrome
de Ogilvie. En la descripción original este síndrome se debía a un proceso retroperitoneal,
pero realmente su etiología puede ser la misma que la de íleo paralítico y la de la seudobstrucción. El cuadro cursa con parálisis y distensión del colon.
Exploraciones complementarias
150
La radiografía simple de abdomen muestra asas dilatadas y si se realiza en bipedestación
se detectan niveles hidroaéreos, que son un criterio importante en el diagnóstico de estos
cuadros. En caso de íleo paralítico se suelen evidenciar asas dilatadas con gas en el colon
hasta la ampolla rectal. En caso de seudobstrucción hay que determinar si la afectación es
predominantemente del intestino delgado o del colon. En caso de obstrucción intestinal la
radiografía simple de abdomen puede mostrar asas de intestino dilatadas proximales a la
obstrucción, con ausencia total o parcial de gas distalmente. Hay que tener en cuenta que
en el 20-30% de los casos la radiografía puede ser normal o con alteraciones poco evidentes, particularmente en las obstrucciones altas de yeyuno proximal.
La tomografía computarizada (TC) es especialmente útil por su resolución. En la obstrucción intestinal se puede evidenciar la existencia de una zona de transición entre un asa
proximal dilatada y otra distal de características normales. Si se sospecha que la causa
puede ser cólica, se puede realizar una colonoscopia o un enema opaco. En caso de vólvulo
se puede intentar la desvolvulación endoscópica, y en caso de seudobstrucción cólica, la
administración de neostigmina intravenosa o la aspiración del contenido intestinal pueden
resolver el cuadro.
Evolución
En estos pacientes es importante determinar si existen signos de daño de la pared intestinal y de irritación peritoneal, porque en estos casos habrá que considerar una intervención
quirúrgica de urgencia. El daño de la pared se puede producir por isquemia debida a la causa de la obstrucción o simplemente por la distensión y aumento de la tensión de la pared
intestinal, sobre todo en caso de seudobstrucción cólica. Existe mayor peligro de isquemia
cuando la dilatación del ciego sobrepasa radiológicamente los 12 cm.
Hay que valorar también el estado general del paciente, porque determinará el tratamiento. Muchos pacientes, en particular con seudobstrucción intestinal, evolucionan de forma
favorable al tratamiento conservador y posteriormente se determina la causa del cuadro.
Criterios diagnósticos en los cuadros crónicos o tras la resolución
de un cuadro agudo
En los pacientes con síntomas crónicos que indican una obstrucción parcial del intestino
hay que determinar si el cuadro se debe a un proceso que afecta a la luz intestinal o a una
seudobstrucción. Estos pacientes presentan distensión y molestias abdominales, con o sin
alteraciones del tránsito, o náuseas y vómitos. La intensidad de los síntomas varía mucho
de un paciente a otro. En algunos casos con sintomatología inespecífica cabe la duda de
si el cuadro puede ser debido a patología funcional, del tipo intestino irritable. En otros
casos, los pacientes no toleran una ingesta adecuada y en los casos más graves ni siquiera
toleran sus propias secreciones. Tras un episodio agudo pueden o no persistir síntomas
residuales, pero en cualquier caso hay que estudiar al paciente para determinar cuál ha
sido la causa del cuadro inicial.
Capt. 13.indd 150
13/12/10 17:04:31
Seudobstrucción intestinal, íleo y obstrucción
Pruebas de imagen
Si no se había realizado previamente, habría que realizar una TC abdominal. En función
de los síntomas específicos podría ser útil la endoscopia alta o baja para visualizar la luz y
la mucosa intestinal. Los estudios baritados se consideraron durante mucho tiempo la técnica de elección para diferenciar entre obstrucción mecánica y seudobstrucción. Cuando el
intestino está muy dilatado es importante aspirar el máximo contenido intestinal mediante
una sonda gástrica o intestinal; también se puede usar una sonda para inyectar contraste
directamente en el intestino distal y así evitar la superposición de imágenes proximales.
Actualmente esta técnica se va sustituyendo progresivamente por la TC o la resonancia
magnética (RM) con o sin enteroclisis. La RM tiene la ventaja de que no irradia, puede
utilizarse como contraste un líquido no absorbible, como una solución de polietilenglicol,
y permite valorar el tracto gastrointestinal (dilatación de asas intestinales, grosor de la
pared, cambio de calibre de la luz) y la cavidad abdominal (patología renal, retroperitoneal o
mesentérica) en una sola exploración.
Recientemente la utilización de la cápsula endoscópica ha mejorado de forma notable
la detección de lesiones parcialmente oclusivas en todo el trayecto del intestino delgado.
En estos casos en que se sospecha una suboclusión, habría que utilizar previamente una
cápsula de prueba, que se desintegra en caso de quedar bloqueada y libera un contraste
para permitir su localización (cápsula Patency).
151
Manometría intestinal
Si todas estas pruebas son negativas y se sospecha una seudobstrucción intestinal,
está indicada una manometría intestinal. Utilizando una sonda intraluminal, se mide la
presión simultáneamente en distintos puntos del duodeno y del yeyuno. De esta forma se
pueden identificar varios tipos de patrones motores anormales, correspondientes a una
miopatía, a una neuropatía o a una obstrucción intestinal. En caso de miopatía existe una
disminución de la capacidad contráctil intestinal, pero con una organización de la actividad
motora normal. En las neuropatías se produce el patrón opuesto: el intestino es capaz de
generar contracciones de amplitud normal, pero la actividad está desorganizada. Por último,
si existe obstrucción mecánica parcial del intestino, se detectan unas contracciones rítmicas que corresponden a un peristaltismo de lucha.
Si la manometría es normal, en principio se descarta una alteración de la motilidad, apoyando que pueda tratarse de un síndrome funcional como, por ejemplo, el intestino irritable.
Sin embargo, no se puede excluir que estos pacientes tengan formas menores de alteración de la motilidad no detectables por manometría. Según la evolución clínica se repite la
prueba al cabo de unos meses.
Si la manometría evidencia un patrón de tipo obstructivo, hay que sospechar que exista
una oclusión mecánica parcial que ha pasado desapercibida en las exploraciones previas.
En estos casos se deberá replantear la posibilidad de que se trate de una oclusión mecánica que haya pasado desapercibida en las exploraciones previas.
Si se detecta una alteración manométrica de tipo miopático o neuropático hay que determinar si existe una enfermedad de base y si otros segmentos del tubo digestivo (esófago,
estómago, colon, ano-recto) están afectados. En casos graves muy seleccionados se puede
confirmar el diagnóstico de miopatía o neuropatía intestinal por laparotomía o laparoscopia. Se realiza una revisión cuidadosa de la cavidad abdominal y, una vez confirmada la
ausencia de alteraciones mecánicas, se toman biopsias de todo el grosor de la pared del
intestino delgado. El estudio anatomopatológico es complejo y, por tanto, esta intervención
sólo se debe programar en centros especializados de referencia.
Capt. 13.indd 151
13/12/10 17:04:31
III. Intestino
Actualmente, desde el punto de vista histopatológico, la seudobstrucción puede dividirse
en tres categorías:
– Neuropatías: cuando existe lesión funcional o estructural del sistema nervioso entérico
y que puede ser de tipo degenerativo o inflamatorio.
– Mesenquimopatías o alteraciones de las células de Cajal.
– Miopatías: también de tipo inflamatorio o degenerativo.
TRATAMIENTO
Cuadro agudo
152
El tratamiento inicial del cuadro agudo depende de las repercusiones generales. En caso
de intolerancia a líquidos habrá que realizar reposición hídrica y electrolítica intravenosa
con control ácido-base. En caso de náuseas o vómitos se instaura aspiración nasogástrica.
Se puede administrar medicación analgésica, evitando los opiáceos, con precaución de no
encubrir un posible proceso de base. Si existen signos de toxicidad sistémica se administran antibióticos.
En caso de íleo paralítico se puede administrar metoclopramida (10 mg/4-6 h) y hay que
identificar y tratar la posible causa desencadenante. Como se ha comentado antes, se
plantea tratamiento urgente si existen signos de irritación peritoneal o empeoramiento del
estado general. Si se diagnostica una obstrucción mecánica, se plantea tratamiento quirúrgico, urgente o en diferido, en función de la causa. Los casos de vólvulo de colon se pueden
resolver mediante endoscopia.
En caso de seudobstrucción cólica la administración parenteral de fármacos que estimulan la motilidad del colon (neostigmina) puede resolver el cuadro. Neostigmina está contraindicada en pacientes con enfermedades cardíacas y antes de la primera administración
se deberá realizar un electrocardiograma para descartar arritmias silentes. Por otro lado,
es un fármaco seguro que no requiere especial monitorización durante su administración.
Puede producir diarrea y dolor abdominal de tipo cólico tras su administración. En los casos
en los que neostigmina no resulte efectiva se realizará descompresión del colon mediante
endoscopia. Si la distensión persiste y existe riesgo de perforación por isquemia, habría
que plantearse una descompresión quirúrgica (colostomía o cecostomía), o una colectomía
si se aprecian lesiones isquémicas irreversibles.
Cuadro de seudobstrucción crónica o recidivante
En cada caso hay que adaptar la frecuencia, la cantidad y la composición de la ingesta. Deben evitarse a toda costa intervenciones quirúrgicas en caso de que se presenten
nuevos episodios agudos. Las alteraciones miopáticas son generalmente graves y suelen
seguir un curso progresivo; la administración subcutánea de 50 µg de octreótido por la
noche puede mejorar la propulsión y el sobrecrecimiento bacteriano. En caso de alteraciones neuropáticas están indicados los procinéticos del tipo cisaprida o cinitraprida. Los
pacientes con componente de gastroparesia pueden mejorar con eritromicina intravenosa.
Algunos pacientes con neuropatía presentan una enfermedad benigna con brotes agudos
muy espaciados a lo largo del tiempo, o con síntomas crónicos bien tolerados y períodos de
remisión. Las alteraciones asociadas pueden requerir un tratamiento específico. En caso
de sobrecrecimiento bacteriano hay que administrar antibióticos no absorbibles por vía oral
de forma cíclica. En los casos de miopatías o neuropatías inflamatorias estaría indicado
tratamiento esteroideo e inmunosupresor (tabla 13-3).
Capt. 13.indd 152
13/12/10 17:04:31
Seudobstrucción intestinal, íleo y obstrucción
Tabla 13-3 Fármacos utilizados en el tratamiento de la seudobstrucción intestinal
Fármaco
Mecanismo de acción
Dosis
Eritomicina
Macrólido agonista de la motilina
3 mg/kg i.v. antes de las comidas
Poco utilizado por vía oral
Cisaprida
Agonistas de los receptores 5HT4
5-10 mg antes de cada comida
Toxicidad cardíaca
Cinitaprida
Agonistas de los receptores 1 mg antes de cada comida
5HT4 y 5HT1
Metoclopramida
Antagonista de los receptores D2 10 mg/4-6 h i.v.
central y periférico
10 mg p.o. antes de las comidas
Octreótido
Análogo de la somatostatina
50 µg s.c. al acostarse
Induce fases III de CMI
Neostigmina
Inhibidor de la acetilcolinesterasa
0,5-2,5 mg i.v. en dosis única
o cada 8 h
153
Los pacientes con clínica grave e intolerancia de la ingesta deben ser valorados en centros de referencia, porque su manejo es delicado. La nutrición enteral a través de una sonda nasoyeyunal con un ritmo de infusión lento y continuo puede permitir un aporte calórico
suficiente. Con un manejo adecuado los casos graves con intolerancia alimentaria pueden
evolucionar favorablemente y reiniciar la dieta oral. En los casos secundarios, el pronóstico
también depende de la enfermedad causal. En los casos refractarios, una vez que se comprueba la tolerancia a la nutrición enteral, se puede implantar quirúrgicamente un catéter
intestinal, a la vez que se realiza la toma de biopsias en el momento de la laparotomía (o
laparoscopia) diagnóstica. Cuando el paciente no tolera sus propias secreciones es preciso
asociar una gastrostomía o una enterostomía de descarga. La resección intestinal puede
proporcionar mejoría en caso de dilatación segmentaria, pero generalmente estos procesos
son difusos y la intervención puede deteriorar al paciente. La última solución para los casos
más graves que no toleran la dieta enteral es la nutrición parenteral a domicilio. Cuando la
nutrición parenteral domiciliaria presenta complicaciones hepáticas, infecciosas o trombóticas graves se puede plantear un trasplante intestinal.
Resumen de las recomendaciones terapéuticas con nivel de evidencia científica
(EC) y grado de recomendación (GR)
Recomendaciones terapéuticas
EC
GR
Tratamiento etiológico
1c
A
Tratamiento procinético intravenoso
1c
A
1c
A
1c
A
Íleo paralítico
Obstrucción mecánica
Tratamiento quirúrgico
Seudobstrucción crónica intestinal
Fase aguda:
Dieta absoluta
Capt. 13.indd 153
13/12/10 17:04:31
III. Intestino
Sueroterapia
Medicación procinética intravenosa
1c
1b
A
A
1c
1b
1c
A
A
A
Seudobstrucción crónica intestinal
Período intercrisis:
Modificaciones dietéticas dependiendo del cuadro clínico
Tratamiento procinético: cisaprida, octreótido
Tratamiento del sobrecrecimiento: antibióticos por vía oral, en pauta única o cíclica
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
154
Amiot A, Joly F, Alves A, Panis Y, Bouhnik Y, Messing B. Long-term outcome of chronic intestinal pseudoobstruction adult patients requiring home parenteral nutrition. Am J Gastroenterol. 2009;104:1262-70.
De Giorgio R, Sarnelli G, Corinaldesi R, Stanghellini V. Advances in our understanding of the pathology
of chronic intestinal pseudo-obstruction. Gut. 2004;53:1549-52.
De Giorgio R, Guerrini S, Barbara G, et al. Inflammatory Neuropathies of the Enteric Nervous System.
Gastroenterology. 2004;126:1872-83.
Di Lorenzo C. Pseudo-obstruction: current approaches. Gastroenterology. 1999;116:980-7.
Lindberg G, Törnblom H, Iwarzon M, Nyberg B, Martin JE, Veress B. Full-thickness biopsy findings in chronic intestinal pseudo-obstruction and enteric dysmotility. Gut. 2009;58:1084-90.
Malagelada JR, Distrutti E. Management of gastrointestinal motility disorders. A practical guide to drug
selection and appropriate ancillary measures. Drugs. 1996;52:494-550.
Murr MM, Sarr MG, Camilleri M. The surgeon’s role in the treatment of chronic intestinal pseudoobstruction. Am J Gastroenterol. 1995;90:2147-51.
Pandolfino JE, Howden CW, Kahrilas PJ. Motility-Modifying agents and management of disorders of gastrointestinal motility. Gastroenterology. 2000;118:S32-S47.
Ponec RJ, Saunders MD, Kimmey MB. Neostigmine for the treatment of acute colonic pseudo-obstruction. N Engl J Med. 1999;341:137-93.
Stanghellini V, Cogliandro RF, De Giorgio R, et al. Natural history of intestinal failure induced by chronic
idiopathic intestinal pseudo-obstruction. Transplant Proc. 2010;42:15-8.
Stanghellini V, Cogliandro R, De Giorgio R, Barbara G, Salvioli B, Corinaldesi R. Chronic intestinal
pseudo-obstruction: manifestation, natural history and management. Neurogastroenterol Motil.
2007;19:440-452.
Vianna RM, Mangus RS, Tector AJ. Current status of small bowel and multivisceral transplantation. Adv
Surg. 2008;42:129-50.
PUNTOS DE INCERTIDUMBRE
– El diagnóstico de la seudobstrucción intestinal se basa en excluir una oclusión mecánica y demostrar el trastorno de motilidad; en pacientes multioperados puede ser difícil
determinar si las bridas o adherencias pueden tener un componente obstructivo.
– La manometría gastrointestinal es una técnica específica para detectar alteraciones
de la motilidad, pero es poco sensible y en algunos casos no se puede establecer el
diagnóstico de certeza.
– El tratamiento es de soporte y se basa en modificaciones dietéticas y medicación
procinética. Los casos refractarios precisan nutrición parenteral de forma crónica. En
estos casos el trasplante intestinal es un tratamiento curativo, pero todavía con alta
morbilidad y mortalidad.
Capt. 13.indd 154
13/12/10 17:04:31
Descargar