1.2. DIMENSIÓN AFECTIVA 1.3. DIMENSIÓN SOCIAL 1.5

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Dirección General de Educación Básica Especial
El mayor problema por tanto, no está en interpretar o almacenar actividades netamente intelectuales, sino
en recibir información.
Como resumen, diremos que la persona con DV puede comprender, discriminar, razonar, decidir... en
definitiva, pero hay que potenciar otras modalidades perceptivas, amoldarse a las exigencias temporales
y tomar conciencia de la lentitud en el proceso.
1.2. DIMENSIÓN AFECTIVA
La persona con DV presenta unos rasgos emocionales condicionados, sobre todo, por el ambiente familiar.
También durante toda la vida, los mayores obstáculos con los que se encuentra una persona con DV no son
sus déficit sino la actitud del vidente hacia él, que le hace sentirse útil e integrado o inútil y segregado social.
El docente debe tener en cuenta, también que la persona con DV suele convivir con el fracaso en muchas
de sus realizaciones o exigencias sociales, lo cual puede llevar a la frustración, el abandono o el rechazo.
El miedo, la ansiedad y la sobreprotección suelen ser aspectos propiciados por la familia y el entorno,
desembocando en procesos de autoestima y autoconcepto negativos.
1.3. DIMENSIÓN SOCIAL
La sociedad suele demandar de la persona con DV una apreciación de las cosas y un comportamiento
similar al vidente. Las personas con DV, por su parte, responden con un conjunto de habilidades sociales
similares. Aprendiendo que la realidad social exige, premia actos y rechaza acciones y personas cuyas
normas de conducta no son aceptables.
La persona ciega acepta el mundo de los videntes y a pesar de ser una minoría dentro de su medio
social, asimilan valores y pautas de actuación del mundo que les rodea. Adopta actitudes y usos sociales
de los demás, pero las relaciones nunca llegan a ser recíprocas.
1.4. DIMENSIÓN COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
Alguno de los aspectos más característicos que se presentan en el desarrollo del lenguaje del niño con
ceguera son:
El habla aparece tarde.
La ecolalia se prolonga debido al valor autoestimulante que tiene la repetición del lenguaje oral. El
juega con los sonidos de la palabras.
Utiliza palabras aunque no comprende el significado de las mismas, desvinculándolo del contexto.
(Leonhardt, 1992).
Para la adquisición de la comunicación y del lenguaje en el niño con DV de acuerdo a su edad es
necesario seguir las siguientes orientaciones:
Brindarle experiencias directas, a partir de la exploración de los objetos a través de los sentidos
para favorecer la elaboración de imágenes mentales.
Acompañar el proceso de exploración con la verbalización –descripción del objeto o situación-,
favoreciendo la asociación del significado con el significante, así como, el incremento de
vocabulario; lo que disminuirá el verbalismo.
Proponer al niño acciones que le permitan adquirir y acompañar a su comunicación verbal, el
corporal y gestual.
1.5. DIMENSIÓN FÍSICO - MOTRIZ
La dimensión de la motricidad es sumamente compleja. Por ello, para presentar las características del
niño con DV, vamos a agruparlos en aspectos que definen o delimitan la motricidad.
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