MIEDOS A LA SEXUALIDAD Una serie de ideas irracionales, temores y miedos relacionados con la sexualidad han hecho que numerosas personas acudan a las consultas médicas para atenderse, con la convicción de que padecen disfunciones sexuales. Terapeuta de amplia experiencia, la doctora en Ciencias Psicológicas Beatriz Torres Rodríguez, especialista del Centro de Educación Sexual (CENESEX), comenta sobre estas ideas que causan molestias, crean angustias y llegan a lesionar la autoestima y la salud mental de hombres y mujeres, y que se basan, sencillamente, en haber recibido una inadecuada educación y orientación sexual. Sucede especialmente en el hombre. Porque los conceptos de su virilidad están relacionados con su genitalidad, en la que el hombre es hombre porque tiene un pene grande y es capaz de lograr una buena erección. Cuando alguno presenta dificultades en esta esfera, le provocan angustia e inseguridad que afectan no sólo su área íntima, amorosa, matrimonial y sexual, sino toda su vida. Y entonces pueden presentarse otros síntomas. Por ejemplo, esta inseguridad se generaliza a sus relaciones interpersonales, a su profesión, etcétera. Estas ideas están basadas en la creencia popular o en emociones que se relacionan con estos pensamientos. A veces se generan muchas expectativas. En el ejemplo del hombre pendiente del control de la eyaculación, de tener el pene erecto, de que esta erección se mantenga..., esto provoca que lejos de disfrutar su relación amorosa y sexual, esté a la expectativa del puedo o no puedo. Entonces, muchas veces el placer pasa a segundo término. Esto lleva a que el sujeto entre al círculo del disfuncional. Puede haber tenido una falla (hasta haber creído que la tuvo, por una situación) que le genere sentimientos de ansiedad, de inseguridad, de temor al desempeño y, por supuesto, esto le provoca realmente trastornos. Al tener ese trastorno, no por causa orgánica ni relacionado por un conflicto determinado, sino por estas ideas irracionales, fracasa; y así sucede una y otra vez. ¿Qué es realmente una disfunción sexual? "Para nosotros, es una alteración en cualquiera de las fases de la respuesta sexual, mantenida por un período mayor de tres meses, que provoca molestias no sólo al sujeto que la aporta, sino también a su pareja. Los temores anteriormente referidos hacen que la persona se sienta ansiosa e irritable, y también que presente otros síntomas asociados: desde los psicológicos hasta los psicofisiológicos”. “Hace unos meses vino a consulta un hombre de 48 años, profesional, divorciado dos veces, con la idea de que sus parejas lo habían abandonado por tener un pene pequeño. Desde muy joven había tenido una serie de inhibiciones relacionadas con la sexualidad. Por ejemplo, no enseñaba sus genitales a su pareja estable, apagaba la luz para tener relaciones sexuales, buscaba posiciones en que no pudieran visualizarse sus genitales... Estaba tan inhibido o sentía tantos temores durante su relación sexual, que en muchas ocasiones sufría trastornos en la erección o no podía tener buen control de la eyaculación.” Acudió a la consulta porque su actual pareja se lo pidió, aunque no había habido grandes dificultades. Ella explicó que había tenido varias parejas anteriores y consideraba que el pene de él era normal. Para ella esto no era lo importante, porque cuando un pene pequeño entra en estado de erección duplica generalmente su tamaño; a ella le angustiaban la preocupación que él tenía, sus inhibiciones, que no le permitían entregarse ni tampoco disfrutar. Cuando se le hizo el estudio al hombre por equipo multidisciplinario, se comprobó que tenía un pene normal. Sin embargo había vivido prácticamente toda su vida con esas ideas que le habían impedido disfrutar su sexualidad. El ser humano, a diferencia del resto de los animales, es el único ser viviente que tiene la sexualidad fundamentalmente para el placer. Porque buscamos tener relaciones sexuales para un contacto íntimo, para la ternura, la intimidad emocional, y pocas veces durante nuestra vida para procrear. "¿De dónde le habían llegado esas ideas a este hombre? Por personalidad era tímido, retraído, y cuando adolescente había mantenido relaciones sexuales con una mujer un poco más adulta que él, quien le comentó que tenía el pene un poco pequeño. Y eso le quedó, debido a personalidad, para toda su vida." Una educación sexual inadecuada Muchas veces una población supuestamente sana vive de manera angustiosa, y ese malestar y esas inquietudes pueden resolverse con adecuadas educación y orientación sexuales. "Vayamos a otro caso, esta vez una mujer. Tenía más de 30 años, un buen nivel escolar y procedía de una familia rígida. Callada, retraída, insegura, vivió durante muchos años con una misma pareja de bajo nivel escolar y muy poco gentil (por decirlo así) durante sus relaciones sexuales. Él decía que ella no servía como mujer. Y ella vino a consulta porque no llegaba al orgasmo, algo que creen las mujeres con frecuencia y que raramente es cierto. "Al investigar lo que sentía después de estar excitada (porque la respuesta sexual tiene tres fases: deseo, excitación y orgasmo), describió una sensación de calor, luego de cosquilleo en los genitales, y que después tenía una sensación muy placentera, de relajación. Pues, le dijimos, ¡ése es tu orgasmo! Y es que muchas veces se magnifican esas sensaciones y vivencias, al repetir lo visto en telenovelas o filmes, o lo que dicen los amigos, como algo muy llamativo. Tampoco el esposo la preparaba suficientemente en el preámbulo amoroso, ella creó esta idea irracional de que era anorgásmica, y por tal razón vivía con muchos temores. No solo información, también orientación Es oportuno insistir en la necesidad de mejorar las relaciones amorosas, para aumentar la calidad de vida. "La fórmula es no sólo la educación, sino la orientación. No sólo se trata de trasmitir conocimientos, es necesario orientar al sujeto de manera adecuada, de acuerdo con sus características, no es lo mismo orientar a un niño, que un adolescente, que a un adulto, que a un adulto mayor. "Muchas veces se tienen relaciones sexuales sin deseo, como para cumplir una meta, y esto deteriora gradualmente los sentimientos. La pareja debe buscar sus espacios, ser creativa en la vida cotidiana; que ha de estar preparada para enfrentar los pequeños y grandes problemas que surjan cada día y no los lleve a la separación; toca a los profesionales enseñarlos a buscar y conservar su felicidad."