Informe Lilly sobre sexualidad masculina: Ante los problemas sexuales, los hombres españoles no se atreven a pedir ayuda Los hombres españoles dan una nota de 6,3 sobre 10 a su vida sexual y la valoración es inversa a la edad: mayor satisfacción cuanto más joven. En cuanto a hábitos sexuales, no somos muy diferentes a los extranjeros: preferimos el fin de semana, por la noche, más la primavera y el verano para tener relaciones sexuales, aunque casi nunca las planificamos. Cuando surgen problemas de salud sexual, el hombre español prefiere -en el 85% de los casos- que su médico pregunte, incluso de manera abierta y directa, antes que ser él quien inicie la conversación. El 90% de los entrevistados sí confiaría en la fidelidad de su pareja en caso de aparecer problemas de erección. La Asociación Española para la Salud Sexual (AESS), la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA) y Lilly, como impulsores del Informe y entidades involucradas en el desarrollo y la promoción de la salud sexual, elaboran un Decálogo para llevar una vida sexual satisfactoria y ponen en marcha la web www.pideayudaatumedico.com Pincha aquí para descargarte el informe completo Madrid, 28 de noviembre de 2011.- Hombre, entre 35 y 70 años, residente en España y con un 82% de probabilidades de tener pareja. Este es el perfil del varón que se ha sometido a examen para conocer la valoración y satisfacción de la vida sexual del hombre español y cuyos resultados se han plasmado en el Informe Lilly sobre Sexualidad Masculina, avalado por la Asociación Española de Salud Sexual (AESS) y por la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y reproductiva (ASESA). En total 1.531 varones de todas las comunidades autónomas han respondido sobre sus hábitos sexuales pero también sobre otro aspecto más desconocido: cuáles son sus comportamientos cuando tienen problemas de salud sexual, tales como la disfunción eréctil. Como primera conclusión, el Informe Lilly sobre Sexualidad Masculina resalta que el individuo español valora su vida sexual con un bien raspado ya que, en una escala del 1 al 10, no pasa del 6,3. Y la valoración muestra que hay una relación inversa con la edad del individuo: mayor satisfacción cuanto más joven. Además de la edad, los hombres más satisfechos con su vida sexual, según la fotografía resultante del Informe Lilly, son aquellos que refirieron mantener una mayor frecuencia sexual (dos o más veces por semana), cualquier día de la semana y en diferentes momentos del día (antes de levantarse, después de comer, por la tarde). Estas relaciones son iniciadas indistintamente por el hombre o por su pareja. Los hombres insatisfechos, por el contrario, decían tener una pobre frecuencia sexual (no alcanzar la media de una vez a la semana y a veces no superar una vez al mes) y no mostraban predilección ni por el día de la semana ni por el momento del día para las relaciones sexuales. Afirmaron, además, que suelen ser ellos quienes inician los encuentros sexuales. No tan diferentes a los extranjeros A los hombres españoles les gusta el fin de semana, especialmente sábado, y por la noche – como momento del día- para mantener encuentros sexuales. Y si dan a elegir época del año, se escoge más la primavera y el verano frente a otras estaciones más frías. Pero, la realidad es que 9 de cada 10 no planifica sus relacionales y la frecuencia de las mismas no sobrepasa 1,3 veces por semana. En concreto, el 21% de los encuestados asegura tener relaciones sexuales una vez al mes o menos, y el 18% dice que su frecuencia alcanza 2-3 veces al mes. El porcentaje de hombres que afirma tener relaciones 1 vez por semana (22%) es prácticamente igual que aquellos que suben la media a 2 veces por semana (23%). Sólo un 17% de los hombres afirma mantener relaciones sexuales más de dos veces por semana. No obstante, los hábitos sexuales de los hombres españoles no han resultado ser tan diferentes a los de la media internacional. La comparación con los datos de la encuesta on line “Global Erectyle Disfunction Poll”, realizada en agosto de 2011, a 13.057 individuos de 13 países (Austria, Bélgica, Canadá, República Checa, Dinamarca, Finlandia, México, Portugal, Rumanía, Corea del Sur, Suiza, Reino Unidos y Estados Unidos) demuestra que la frecuencia de los españoles está por encima de Canadá y por debajo de Estados Unidos, con una frecuencia de 1,26 veces y 1,37 veces por semana, respectivamente. Aunque lejos de nuestro vecinos portugueses –situados en la posición más alta- con una media de 2,05 veces por semana. Eso sí, a todos nos gusta aprovechar momentos especiales, como después de una fiesta, en el aniversario, en la Nochevieja, o la relajación de los días de vacaciones de verano para tener un encuentro sexual. Cuando la excusa esconde un problema y no se pide ayuda Pero el sexo no siempre reporta placer. Especialmente cuando aparecen los problemas de salud sexual. “La salud sexual forma parte de la salud general del ser humano. De ahí la importancia de este Informe Lilly sobre Sexualidad Masculina que analiza los hábitos sexuales de los españoles y cómo se afronta la vida sexual cuando surgen los problemas”, explica el Dr. José Antonio Sacristán, director médico de Lilly. “Es importante que los hombres hablen sobre sus problemas sexuales hablen con sus médicos porque además de la esfera sexual, puede haber otros problemas de salud que haya que abordar”. En este sentido, el primer comportamiento detectado es que los hombres ponen excusas para no mantener relaciones sexuales, como “el cansancio o agotamiento”, “el estrés” o “sentirse mal”, frente a la creencia común de que nunca dicen no. El problema surge cuando dichas excusas encubren problemas de salud sexual como la disfunción eréctil, aspecto que queda reflejado en el Informe: 3 de cada 10 entrevistados entre 35 y 70 años mencionaron haber sufrido alguna vez problemas de erección (proporción que aumentó de 4 de cada 10 en el grupo de entre 55 y 70 años) y las excusas que utilizaron para justificar este problema fueron muy similares a las mencionadas para evitar una relación sexual. Es decir, “cansancio físico”, “estrés y ansiedad” y, en tercer lugar, “exceso de alcohol”. Lo más llamativo es que, siendo la disfunción eréctil el problema de salud sexual más común en el hombre y que en España afecta en mayor o menor grado al 40% de los mayores de 40 años, el 70% de los entrevistados que han sufrido alguna vez problemas de erección comentaron no haber buscado ayuda para solucionarlos. Los más jóvenes son los más reacios a pedirla, frente a los de mayor edad, que parecen mostrar más seguridad para buscar soluciones. En caso de que querer o necesitar hablar de sus problemas sexuales, los varones encuestados prefieren primero a la pareja y luego al médico. Pero, en general, desearían no iniciar ellos la conversación sino que les preguntaran. Por ello, el 85% de los hombres que participaron en el Informe Lilly aclararon que no les importaría que el médico les preguntase sobre su salud sexual durante una consulta habitual. Incluso el 70% explicó que le gustaría que esa pregunta fuera de una manera directa y sin rodeos. “Es fundamental que el hombre que sufre problemas de erección, primero lo reconozca, y posteriormente se atreva a dar el paso de hablarlo. No hay que conformarse, ni tener vergüenza, ni pensar que el sexo tiene edad. Nosotros recomendamos que acuda al profesional que sienta más cercano y que se lo cuente. Él le escuchará. Y nosotros como profesionales podemos ayudar a solucionar su problema”, explica el Dr. Ignacio Moncada, presidente de AESS. Los problemas de erección aún siendo un problema de salud no son un problema de pareja, por lo menos de fidelidad, según los entrevistados. Porque el 90% de la muestra sí confiaría en la fidelidad de su pareja si tuviera problemas de erección. Por otra parte, también se ve en el estudio que cuanto más satisfecho está el hombre con su vida sexual, mayor es la confianza en su pareja (estadísticamente significativo frente al grupo de insatisfechos). Además, 9 de cada 10 hombres encuestados dijeron no haber utilizado medicamentos para tratar sus problemas de erección. Los hombres que afirmaron haberse tratado, aseguraron haber estado pendientes de cuándo iba a empezar el efecto del tratamiento, con una espera ante los resultados que les generaba ansiedad. Decálogo Tras todas estas conclusiones arrojadas por el Informe Lilly sobre sexualidad masculina y, como entidades comprometidas con el desarrollo de la salud sexual de las personas, AESS, ASESA y Lilly han desarrollado un Decálogo para una vida sexual satisfactoria, basado en diez principios: 1. Disfrute de su sexualidad. 2. Mantenga relaciones sexuales periódicamente. 3. Hable con su pareja sobre su vida sexual: mejora la intimidad. 4. Evite las rutinas: todos los días de la semana son buenos para tener relaciones sexuales, no sólo el fin de semana. 5. Fomente la espontaneidad: sorprenda y déjese sorprender. 6. Deje que su pareja también tome la iniciativa en las relaciones sexuales. 7. Aproveche las vacaciones, ocasiones especiales, celebraciones, o fiestas para fomentar su vida sexual. 8. Ante los problemas de erección en su vida sexual, no busque excusas. Pida ayuda a su médico. 9. La sexualidad no tiene edad: no ponga fecha de caducidad. 10. En tiempos de crisis, las endorfinas generadas por las relaciones sexuales placenteras aumentan el optimismo. Para la presidenta de ASESA, la Dra. Ana Puigvert, “toda persona tiene derecho a vivir su sexualidad y gozar de una óptima salud sexual. Ello proporciona al hombre un estado general de bienestar físico, mental y social. Y nosotros hemos querido contribuir con este Decálogo a que los hombres puedan disfrutar plenamente de su vida sexual: que los insatisfechos pasen progresivamente a ser satisfechos y los satisfechos mantengan y profundicen la percepción positiva que tienen de su vida sexual”. Además, en el portal web www.pideayudaatumedico.com, otra iniciativa emprendida por AESS, ASESA y Lilly dentro de su abordaje integral de la sexualidad masculina, se puede encontrar información útil para que los hombres afronten y superen sus problemas de salud sexual, acompañándoles desde los primeros momentos de incertidumbre ante la aparición de los problemas de erección hasta la fase en que deciden dar un paso adelante y buscar una solución. Una iniciativa y una solución que les permita recuperar nuevamente su vida sexual.