Trabajo Práctico Nº3 AntropologÃ−a

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Trabajo Práctico Nº3
AntropologÃ−a
1) Realizar una lectura del apunte de la unidad 1 y:
• Elegir un perÃ−odo histórico para investigar sobre el mismo en profundidad.
Elegimos los OrÃ−genes de la filosofÃ−a.
• Hacer una breve descripción de los perÃ−odos filosóficos que no se van a elegir.
PerÃ−odo Contemporáneo
Tras la filosofÃ−a crÃ−tica de Kant el idealismo alemán se convertirá en la corriente predominante en la
Europa continental, a través de Hegel. El existencialismo de kierkegaard, tanto como el marxismo y el
vitalismo de Nietzsche serán, en buena medida, una reacción al idealismo hegeliano que, en cierto modo,
consagra la identificación del yo trascendental kantiano con el Dios del cristianismo. En Gran Bretaña, el
desarrollo del positivismo utilitarista con Bentham y J.S.Mill se inspira en los principios del empirismo,
distinguiéndose del positivismo "idealista" del francés A. Comte; en ambos casos, no obstante, se da
una preocupación por los temas sociales y por el bienestar de la humanidad que, aunque en una dirección
distinta, compartirán con el marxismo. Por lo demás, el desarrollo de las ciencias y sus continuos éxitos
hacen tambalear los cimientos de la filosofÃ−a, que se ve cometida a fuertes crÃ−ticas por parte de los
defensores del pensamiento cientÃ−fico, que encuentran en la ciencia el paradigma del conocimiento
verdadero. Hacia finales del siglo XIX, al desarrollo del historicismo en Alemania, con Dilthey, y del
pragmatismo en los Estados Unidos, con Pierce y W...James, hemos de sumar el desarrollo de la
fenomenologÃ−a con Husser. Todas estas corrientes tienen su continuidad en el siglo XX, en el que
destacarán además los representantes del FilosofÃ−a AnalÃ−tica, como Russell y Witgenstein, del
Estructuralismo, como Levi-Strauss y Foucault, del Existencialismo, como Sartre, o los de la Escuela de
Frankfurt, como Adorno, Horkheimer y Habermas.
PerÃ−odo Moderno
Si la filosofÃ−a antigua habÃ−a tomado la realidad objetiva como punto de partida de su reflexión
filosófica, y la medieval habÃ−a tomado a Dios como referencia, la filosofÃ−a moderna se asentará en el
terreno de la subjetividad,. Las dudas planteadas sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo de la
realidad, material o divina, harán del problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión
filosófica. Son muchos los acontecimientos que tienen lugar al final de la Edad Media, tanto de tipo social y
polÃ−tico, como culturales y filosóficos, que abrirán las puertas a la modernidad, y que han sido
profundamente estudiados. En lo filosófico, el desarrollo del humanismo y de la filosofÃ−a renacentista,
junto con la revolución copernicana, asociada al desarrollo de la Nueva Ciencia, provocarán el derrumbe de
una Escolástica ya en crisis e impondrán nuevos esquemas conceptuales, alijados de las viejas e
infructuosas disputas terminológicas que solÃ−an dirimirse a la luz de algún argumento de autoridad, fuera
platónica o aristotélica. De las abadÃ−as y monasterios la filosofÃ−a volverá a la ciudad; de la glosa y
el comentario, a la investigación; de la tutela de la fe, a la independencia de la razón.
PerÃ−odo Medieval
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A diferencia de lo que habÃ−a ocurrido con la filosofÃ−a griega, que habÃ−a centrado su reflexión en torno
a la determinación del objeto, la filosofÃ−a medieval centrará su interés en Dios. La filosofÃ−a
helenÃ−stica habÃ−a dado una orientación práctica al saber, dirigiendo hacia la felicidad del hombre. Es el
caso del estoicismo y del epicureismo, que habÃ−an colocado a la ética en el vértice del saber. A lo largo
de los primeros siglos de nuestra era, la progresiva expansión del cristianismo y otras religiones mistéricas
irá provocando la aparición de otros modelos de felicidad o "salvación individual", que competirán con
los modelos filosóficos. Frente a la inicial hostilidad hacia la filosofÃ−a manifestaba por algunos de los
primeros padres apologistas cristianos, sus continuadores encontrarán en la filosofÃ−a, especialmente a
partir del desarrollo del neoplatonismo de Plotino, un instrumento útil, no solo para combatir otras religiones
o sistemas filosóficos, sino también para comprender, o intentar comprender, los misterios revelados.
Surge de ahÃ− una asociación entre filosofÃ−a y cristianismo o, mas en general, entre filosofÃ−a y
religión, que pondrá las bases de la futura filosofÃ−a medieval, entre los cristianos, los musulmanes y los
judÃ−os. El tema fundamental de reflexión pasará a ser la divinidad, quedando subordinada la
comprensión e interpretación del mundo, del hombre, de la sociedad, etc. al conocimiento que se pueda
obtener de lo divino.La fe, que suministra las creencias a las que no se puede renunciar, tratará de entrar en
dialogo con la razón. La inicial sumisión de la razón exigida por la fe, dejará paso a una mayor
autonomÃ−a propugnada, entre otros, por Santo Tomas de Aquino, que conducirá, tras la crisis de la
Escolástica, a la reclamación de la independencia de la razón con la que se iniciara la filosofÃ−a
moderna.
2) Realizar una investigación del perÃ−odo histórico elegido en la que aparezcan los rasgos centrales
del pensamiento filosófico de esa época, el contexto, el tiempo que comprende, el problema
filosófico preponderante, mención de los autores centrales etc.
El origen de la filosofÃ−a ha sido un tema muy debatido a lo largo de la historia del pensamiento.
Su nacimiento comienza en la Grecia antigua, en el Asia Menor. Generalmente los filósofos griegos
consideraron que la filosofÃ−a nació con Tales de Mileto por el siglo VII a.C. Ellos estaban de acuerdo en
afirmar que la filosofÃ−a tiene una forma de pensamiento que no recurre a la acción de elementos
sobrenaturales para explicar la realidad y que rechaza el uso de una lógica ambivalente o contradictoria. Es a
partir de la polémica que suscitan los filósofos alejandrinos durante el periodo helenÃ−stico cuando el
origen de la filosofÃ−a comienza a convertirse en un problema. Será a lo largo del siglo XX cuando se
comiencen a encontrar respuestas explicativas de la aparición del fenómeno filósofo.
Existen dos hipótesis que son las más difundidas, las cuales explicarÃ−an el posible origen de la
filosofÃ−a:
La hipótesis del origen oriental.
Los defensores de esta hipótesis afirman que los griegos habrÃ−an copiado la filosofÃ−a oriental, por lo que
la filosofÃ−a no podrÃ−a tomarse como una creación original del pueblo griego. Los primeros filósofos,
que sostienes esta hipótesis, habrÃ−an viajado a Egipto y Babilonia en donde habrÃ−an adquirido sus
conocimientos matemáticos y astronómicos. Estos, lejos de ser los creadores de la filosofÃ−a habrÃ−an
sido unos puros transmisores del saber oriental que, en contacto con la civilización griega habrÃ−an
conseguido un desarrollo superior al logrado en sus lugares de origen. Esta hipótesis fue mantenida por los
filósofos alejandrinos y por los padres apologistas cristianos. Los filósofos alejandrinos ponen en
circulación la tesis del origen oriental de la filosofÃ−a. Con intención polémica similar a la de los
filósofos alejandrinos, los primeros padres apologistas del cristianismo, airean la hipótesis del oriental de la
filosofÃ−a, hipótesis que más tarde no será mantenida por la filosofÃ−a cristiana occidental.
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Si se asimila la filosofÃ−a a un discurso racional entendido como la imposibilidad de recurrir a lo
sobrenatural para explicar los fenómenos naturales, y al rechazo de la contradicción, resulta apenas
sostenible la existencia de una filosofÃ−a oriental. La cuestión que se plantea, entonces, es la de determinar
si esa astronomÃ−a y esas matemáticas orientales eran o no eran filosofÃ−a. Los estudios sobre el tema
parecen indicarnos que no, que la astronomÃ−a babilónica tendÃ−a a degenerar en astrologÃ−a, es decir, en
arte adivinatoria; y que las matemáticas egipcias, lejos de alcanzar el grado de abstracción necesario para
considerarse ciencia, no superaron nunca el estadio de unas matemáticas o de un saber práctico, generado
al amparo de las necesidades de medición de los terrenos luego de cada una de las anunciaciones periódicas
del Nilo.
La hipótesis del origen griego
J.P.Vernant, en su explicación, en su obra "Mito y pensamiento en la Grecia antigua" (1965), agrega
importantes elementos derivados del contexto sociocultural, polÃ−tico y económico de la época para
manifestar cómo este paso del mito a la racionalidad fue posible, y por qué se produjo en Grecia en lugar
de en otra civilización de la época. La inexistencia de una casta sacerdotal, la figura del sabio, el
predominio de la ciudad, la transmisión pública del saber, la libertad individual y el desarrollo de la
escritura, hacen posible la puesta en entredicho de las explicaciones cosmológicas y su sustitución por una
forma de pensamiento que no entrañe la creencia y la superstición propias de los 0pensamientos mÃ−tico y
religioso.
La estructura del mito hesiódico ("TeologÃ−a") sirve de modelo según Vernant a toda la fÃ−sica Jonia,
siguiendo a Cornford.
En este mito, la realidad se genera a partir de un estado inicial de indeterminación. Existen tres momentos
fundamentales en el discurrir de la narración:
1) Se parte de un estado de indeterminación del elemento originario.
2) De él brotan, por segregación, parejas de contrarios que interactúan hasta acabar configurando toda la
realidad conocida.
3) Conforme a un ciclo siempre renovado se produce una continua interacción de contrarios.
La filosofÃ−a, si bien está enraizada en el mito, parece ser una creación original del pueblo griego. Su
rechazo de lo sobrenatural, de lo mágico, de la ambivalencia, son signos de una racionalidad que
difÃ−cilmente podemos encontrar en otras formas de pensamiento anterior.
En esta época, algunos pensadores intentaron comprender el mundo que los rodeaba sin recurrir a las
comunes explicaciones de las acciones de los dioses. Ellos usaron su razón para hallar argumentos que
hicieran comprensibles el universo y la conducta humana. Entre ellos, estaban los filósofos Anaxágoras,
Jenófanes, Protágoras y Demócrito.
3) Elegir un autor de ese perÃ−odo y presentar sus datos biográficos, junto a sus principales aportes al
pensamiento filosófico, sus ideas centrales, etc. Detenerse especialmente en su pensamiento sobre el
hombre.
Protágoras de Abdera
Nació en torno al año 480 a.C., fue compatriota y, tal vez, discÃ−pulo de Demócrito. Hay abundantes
testimonios de su vida viajera y de sus estancias en Atenas, donde ejerció gran influencia sobre Pericles y
otros personajes polÃ−ticos.
Protágoras negaba la posibilidad de conocer a los dioses puesto que su conocimiento sobrepasa la capacidad
humana.
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Consideraba que habÃ−a que investigar la naturaleza y el mundo sin tomar en cuenta la cuestión de si los
dioses existÃ−an o no.
De sus obras quedan escasos fragmentos, debido quizás al rechazo que causaba su pensamiento en amplias
zonas de la población y, sobre todo, entre las clases oligárquicas.
Hay un famoso fragmento de Protágoras que Platón cita en el Teeteto, y que dice asÃ−: “El hombre es la
medida de todas las cosas, de las que son en cuanto que son, y de las que no son en cuanto que no son”.
Platón explica esta cita aludiendo a la sensación: “¿No ocurre a veces que el soplo del mismo viento,
uno de nosotros lo siente frÃ−o y el otro no?”. Sócrates comenta que “tal como me parece a mÃ− cada
cosa, asÃ− es para mÃ−, y asÃ− como te parece a ti, asÃ− es para ti”.
Esta defensa de la “subjetividad” no es únicamente la tesis que expresa el relativismo del conocimiento,
sino, sobre todo, la afirmación de la perspectiva personal que cada vida humana concreta y condiciona. La
verdad tiene, pues, el carácter de una correspondencia entre el sujeto y el supuesto objeto. En el momento en
que Protágoras sostiene semejante tesis, se traslada la idea de una posible verdad objetiva e independiente
del hombre hacia un horizonte humano y, como todo lo humano, sujeto a error y revisión.
Esta teorÃ−a del hombre-medida está en consonancia con la corriente sofÃ−stica cuyos mejores
planteamientos brotaban de esa humanización del saber y de la verdad. Se entra asÃ− en un proceso
dialéctico, es decir, en un proceso en que la reflexión, el lenguaje crÃ−tico, los ideales que trascienden el
simple egoÃ−smo van enriqueciendo nuestro ser como individuos y, al mismo tiempo, nuestro modo de
convivir.
4) Hacer una reflexión grupal sobre lo aprendido en este T.P., en especial sobre lo que les aportó el
perÃ−odo y el autor elegido al pensamiento del grupo. Designar por qué se realizó esa elección.
Lo que nosotras aprendimos con este trabajo es el posible origen de la filosofÃ−a, y la definición que tienen
algunos pensadores de esa época sobre ésta y las explicaciones que le dan al mundo a través de ella.
También nos hizo ver un lado que no conocÃ−amos, por lo menos, no profundamente de la filosofÃ−a,
como el hecho de poder diferenciar entre ciencia y filosofÃ−a (aunque no lo hayamos puesto en el trabajo), en
donde se afirma que la ciencia se demuestra y la filosofÃ−a se vive, busca un sentido para la vida, para la
ciencia y para todo lo que hacemos. Ahora tenemos presente, que la filosofÃ−a, a diferencia de la ciencia que
sabe, piensa y vuelve a pensar. Nos parece algo positivo.
Elegimos ese perÃ−odo porque nos parecÃ−a el más fácil de explicar e investigar. Sinceramente, elegimos
a Protágoras como el autor a presentar, sin razón preferencial, simplemente porque nos pusimos de acuerdo
en elegirle a él.
Pero nos parece, que su pensamiento es confuso y no muy profundo como el de otros autores como
Anaxágoras, que afirma que la luna es una piedra frÃ−a.
BibliografÃ−a
www.kalipedia.com
www.wikipedia.com
www.lopezdearenas.com
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