PREDICACIONES Y FRASES MARIANAS POR EL R.P. RODRIGO MOLINA, L.D. EN LA POBREZA DE ESPÍRITU JESÚS Y MARÍA HACEN LA VOLUNTAD DE DIOS (IX, 88 Sb 17) Predicaciones y Frases Marianas, R.P. Rodrigo Molina, L.D. “Porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió” (Jn 6, 38) Lo que más sobresale en la conducta de Jesús, el rasgo que mejor lo define es el cumplimiento de la voluntad de Dios Padre. Jesús se desligó de todo aquello que constituía obstáculo para cumplir la voluntad de Dios. “He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 38) Esto es lo esencial en María: Cumplir la voluntad de Dios sin reservas. Lo específico de la vida de Santa María, como la de Jesús: trabajar en la identificación de su voluntad con la del Padre. Los cauces y medios para averiguar la voluntad de Dios y cumplirla: las órdenes verbales de los superiores y las Reglas. Sabiduría de Dios encarnada, expresión suprema de la voluntad del Padre son las Reglas y las órdenes de los superiores: “En la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y fariseos, haced según os dicen pero no hagáis según sus obras” (Mt 23, 2). 2 Predicaciones y Frases Marianas, R.P. Rodrigo Molina, L.D. Santa María era fiel y exacta cumplidora de las prescripciones legales: circuncisión del Niño a los ocho días, purificación de la madre, presentación del primogénito, la oblación de los pobres para rescatarlo, viaje a Jerusalén para la Pascua.... María vivió y aceptó la vida de sumisión, muy dura de la mujer judía palestina, a los padres antes de casarse y al marido después de casada. La mujer del tiempo de María sufría hirientes discriminaciones de toda clase en lo social y religioso: María se sometió a ellas. En la Palestina del tiempo de María, el marido tenía dominio sobre la mujer semejante al de un dueño con su esclavo. La mujer debía obedecer al marido como los hijos al padre. María vivió en un pueblo dominado por los romanos. María obedeció en todo a las leyes del imperio Romano. María en y a través de todas esas circunstancias, a las veces duras y discriminantes, supo descubrir la voluntad de Dios. María obedecía a hombres y a leyes humanas pero sabía que en y a través de esos hombres y circunstancias al que obedecía era al Padre. 3 Predicaciones y Frases Marianas, R.P. Rodrigo Molina, L.D. En este modo de proceder seguía María a Jesús: norte luminoso de su vida: la voluntad de Dios. Lugar de la voluntad de Dios: la obediencia. Había obediencias duras y obscuras pero María, la pobre en propia voluntad, obedecía siempre porque no se apoyaba en la calidad de lo mandado sino en el que siempre estaba detrás de lo mandado: el Dios Roca, el Dios fiel, el Dios digno de todo crédito. Actitud fundamental de María: disponibilidad a la voluntad del Padre. Momento central de esa disponibilidad: la Anunciación. El contenido de la Anunciación lleva a la perfección de la disponibilidad de María, la corona. El “He aquí la esclava...” es el acontecimiento culminante de la Historia de la Salvación porque en esa disponibilidad de María pudo realizarse la encarnación, esto es: el amor infinito de Dios a nosotros. Encarnación: momento supremo en la vida de Santa María; la totalidad de la vida de María es convergencia hacia ese momento. 4 Predicaciones y Frases Marianas, R.P. Rodrigo Molina, L.D. La vida de Santa María, su espiritualidad está concentrada, se resume en su disponibilidad sin reservas al Plan de Dios que es la Encarnación Sólo Dios es el dueño de la vida de María: Ella sólo es la humilde sierva, la abierta a la acción del Espíritu Santo de Dios en ella. María es un SÍ claro y decidido a la voluntad de Dios, no momentáneo, perseverante; no superficial, profundo, a prueba de riesgos. María se ha entregado con todo su ser al proyecto de Dios: no desmentirá nunca esa su entrega. La espiritualidad de María es la de la ‘perfecta disponibilidad’. Así debe ser también la nuestra. María queda por eso constituida en modelo de la Iglesia. El infinito sentimiento de su actitud de fe hace de María el seno (vientre) ideal y real de la Iglesia: ella es la Madre de la Iglesia. De Santa María dice San Juan de la Cruz: “... que nunca tuvo impresa en su alma forma alguna de criatura, ni por ella se movió, sino que siempre su moción fue por el Espíritu Santo” (Sub. Lib. III cap. 2, 10). 5 Predicaciones y Frases Marianas, R.P. Rodrigo Molina, L.D. María es el perfecto dechado de docilidad al Espíritu Santo. Y en esta disponibilidad la primera obra de María es la unión con el Espíritu de Dios para realizar la obra más grande: la encarnación del Verbo. Y en esta unión con Espíritu de Dios está toda la grandeza de María, toda su capacidad de ser obradora de grandes obras. Dice San Ireneo: “María siendo dócil (= obedeciendo) fue causa de salvación para sí y para todo el género humano” (Adv. Haer. III 22,4). Y “El nudo atado por Eva desobedeciendo, fue desatado por María obedeciendo; lo que destruyó Eva por su incredulidad, lo construyó María con su fe” (San Ir y íbib). En María disponibilidad es fe y fe es disponibilidad porque fe es acoger la voluntad de Dios que me es dada en la palabra. Es una constante del obrar de Dios: requiere la cooperación del hombre. La cooperación que Dios quiere del hombre es el obrar siempre bajo obediencia, esto es: la disponibilidad. Por eso el centro del relato de la anunciación la constituye la respuesta de María. La respuesta de María fue la única que debía ser: la disponibilidad 6 Predicaciones y Frases Marianas, R.P. Rodrigo Molina, L.D. El hombre es un ser que es calidad. Pero la grandeza del hombre no está en haber sido creado en calidad sino en abrir esta calidad a la voluntad de Dios. Por eso el sentido profundo de nuestra vida está en aceptar de corazón el proyecto de Dios sobre nosotros. Mi vida sólo quedará lograda en la medida en que haya sabido vivir en la voluntad de Dios. Petición central en la oración de Jesús: “Hágase tu voluntad”. Este “hágase tu voluntad” fue la plegaria constante de Jesús: esa debe ser nuestra plegaria. Sea nuestro objetivo: estudiar constantemente la voluntad divina y no buscar otra cosa sino cumplirla. Toda la vida de los consagrados a Dios está en esas palabras: “Hágase tu voluntad”. María se siente la insignificante, la impotente. En este sentimiento de pequeñez-pobreza está la clave de la grandeza de la personalidad de María. María con este sentimiento se puso en la verdad y en la verdad pudo Dios conectar con ella. María en esta su pobreza pudo apostar siempre por Dios. El profeta Jeremías aún en medio de una Jerusalén sembrada de cadáveres, de una violación de esposas e 7 Predicaciones y Frases Marianas, R.P. Rodrigo Molina, L.D. hijas, de un amargo destierro siguió esperando en Dios. Esa actitud sólo puede salir de un hombre pobre de espíritu. La vida del pobre de espíritu está siempre iluminada por la fe en la indefectible Palabra de Dios. El pobre de espíritu confía siempre en Dios y obedece aunque se estremezca ante lo duro de lo mandado. El pobre de Espíritu espera contra toda esperanza aplicado a la obediencia que parece lo lleva a la muerte: “Aunque acampe contra mí un ejército mi corazón no teme, aunque estalle una guerra contra mí estoy seguro en ella” (Salm 27, 3). El disponible, el pobre de espíritu, vive en confianza y abandono absolutos en las manos de Dios aunque para ello tenga que vencer la resistencia de la razón y la repugnancia del sentimiento. Vive la capacidad de confianza del niño en la palabra de su padre. El dócil de espíritu es pura y total disponibilidad a la voluntad de Dios. A María por mujer disponible en vacío absoluto se le dio lo que superó las perspectivas más ambiciosas que mujer alguna pudo tener: una maternidad virginal y divina. 8 Predicaciones y Frases Marianas, R.P. Rodrigo Molina, L.D. María abrió de par en par las puertas de su corazón al Dios de las exigencias infinitas. Su lema: hacer la voluntad de Dios. El pobre de espíritu ante las obras grandes que Dios hace en él no se ensoberbece, agradece. En el humilde, el volverse es reforzar los sentimientos de su pequeñez. Preciosa cualidad del humilde. Así Santa María. El secreto profundo de las grandezas de María: la humildad. Jesús es manso y humilde: la humildad que predica Jesús es el abandono total al Padre en confianza absoluta y filial en Él. Ese fue su ejemplo en la cruz: en el desamparo más absoluto entrega confiada en los brazos de su Padre: “Padre en tus manos entrego mi espíritu”. No usa otra arma que la de ponerse confiado en los brazos de Dios. El desprendimiento afectivo de todas las cosas en la medida que se opongan a la realización de la voluntad de Dios es exigencia a la realización de la voluntad de Dios, es exigencia de Jesús para todo el que quiere seguirle. El desprendimiento efectivo para una total identificación, hasta literal con Cristo pobre es también exigencia de 9 Predicaciones y Frases Marianas, R.P. Rodrigo Molina, L.D. Jesús para todo el que quiera seguirle; siempre que esa pobreza no obste al mayor amor - servicio pedido por la voluntad de Dios. El humilde evangélico en la medida que es más humilde en esa misma medida trata de parecerse más a Jesús escogiendo su mismo género de vida. La riqueza da seguridad, es peso que horizontaliza al hombre. El pobre de espíritu, aligerado de este peso, se levanta hacia Dios, se eleva hacia Dios. El pobre de espíritu es el rico en Dios mediante la fe. La pobreza de espíritu hace estridencia con la sociedad de consumo que hoy vivimos. El hombre moderno que ignora el evangelio, ha centrado su felicidad en tener cosas que satisfagan sus instintos. Para él la pobreza es indescifrable. Pero para Jesús y María la pobreza voluntaria (reflejo visible de la pobreza de espíritu invisible) es el estuche en el que puede vivir la voluntad del Padre como el único tesoro de su propia existencia: “Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todas esas cosas se os darán por añadidura”. (M 6, 33). Jesús y María lo pusieron todo en común para compartirlo con nosotros: “Y yo la excelencia que me diste se la di a 10 Predicaciones y Frases Marianas, R.P. Rodrigo Molina, L.D. ellos para que sean uno con nosotros” (Jn 17, 22). Ese es el blanco al que apunta la auténtica pobreza: a hacer Koinonía = comunidad. La pobreza de espíritu me pone en actitud de servicio y de apertura a las necesidades del hermano. Jesús y María no eran apocados, eran audaces y valientes. Así es todo pobre de espíritu. El pobre de espíritu sabe que toda su fuerza está en la elección de Dios; sabe que el abrirse a esta elección de Dios es lo único que los capacitará para la gran empresa de transformar al mundo. Dios Padre convoca a Jesús y María a una misión absorbente, que todo lo exige y que todo lo ofrece. Es una misión que al tiempo construye la propia vida y la vida de los demás. Jesús y María respondieron. Esa fue su vida: responder a esa llamada. La respuesta de Jesús le hace Hijo de Dios en poder. La respuesta de María la hace esposa del Espíritu Santo y madre: madre de Cristo y madre de la Iglesia. 11