c/ Victoria, 108 – 29012 Málaga Colegio Ntra. Sra. de la Victoria HERMANOS MARISTAS Tfno.: 952 252095 Fax: 952 261985 E-mail: [email protected] Málaga APUNTES DE ED. FÍSICA 2º ESO 1ª EVALUACIÓN MALFORMACIONES POSTURALES ADQUIRIDAS O CONGÉNITAS Trataremos de ver en este tema algunas de las patologías posturales más corrientes, o malformaciones que, en ocasiones, las padecemos y no nos percatamos de ellas, bien por descuido, falta de información, o bien por estar en periodo de crecimiento y ser todavía muy leves. Veremos cuales son y, quizás, algunos ejercicios que nos ayudarán a corregirlas, pero sólo a título ilustrativo, pues en caso de duda o en caso de descubrir que tenemos alguna de ellas, hemos de visitar al especialista para que nos ponga el tratamiento oportuno. Examen morfológico y funcional. El examen permite conocer los datos sobre las deformaciones del individuo, el control de las mismas y observar su mejoría si la hubiere. Este examen se realiza desde una distancia aproximada de 3 a 5 metros, la persona a examinar estará desnuda, y será observada en situación estática y dinámica. Desarrollo de las distintas partes del cuerpo a observar. Pasamos a continuación a describir las partes que, en cualquier examen morfológico y funcional deben ser observadas e igualmente las distintas posiciones en que la persona será analizada: La actitud postural. Algunas de las malformaciones que vamos a describir en el tema pueden ser debidas a una incorrecta actitud postural. La actitud se puede entender como la disposición existente en todo momento, de los segmentos corporales, lo cual conlleva un grado de tono muscular. Una incorrecta posición de los hombros, puede desembocar en una actitud conocida vulgarmente como gibosa. Una determinada posición incorrecta de las caderas, puede disponer hacia una actitud escoliótica precisa. En definitiva, la actitud postural correcta, aprendida y educada a través de ejercicios concretos y de sensaciones correctas, es una constante lucha entre el equilibrio y el desequilibrio corporal. Es involuntaria y debe aprenderse desde las primeras edades. Los pies. Quizás sea una de las partes del cuerpo que paradójicamente, teniendo una patología muy amplia, su tratamiento ha sido y es uno de los menos tratados. Las alteraciones más conocidas son: Pie plano: es el que presenta una inexistente bóveda plantar. Es fácil de apreciar observando la huella del pie descalzo mojado en el suelo. Pie cabo: se reconoce por la remarcada bóveda plantar, es decir, sólo apoya la parte delantera y trasera del pie. Pie talo: en este caso, el calcáneo (hueso del talón) está caído y la bóveda plantar es extremadamente exagerada. Pie varo: desde una visión anteroposterior (trasera), este pie se reconoce por la caída del talón hacia dentro y el apoyo se hace con la parte externa del talón. Pie valgo: desde la misma posición que el anterior se puede observar una alteración contraria a la anterior, es decir, el apoyo del talón es hacia fuera, realizándose el mismo con la parte interna del pie. Pie zambo: es un pie denominado equino, es decir, se apoya enteramente en la parte externa. En general el tratamiento de estas patologías es fisioterapéutico y ortopédico. Las rodillas. Podemos dividir las alteraciones de esta zona corporal en dos: a) Desviaciones anteroposteriores: Varo: reconocido por la posición de las rodillas en “D”. Es frecuente en los niños que comienzan a andar, o en los ancianos. El varo tiene normalmente una separación de cuatro dedos entre las rodillas. Valgo: reconocido por la posición de las rodillas en “X”. Es más común en las mujeres. b) Desviaciones laterales: Recurvatura: reconocido por una hiperextensión de las rodillas, debida a una laxitud articular. La pelvis. En esta zona corporal, realizaremos el examen morfológico fijándonos en dos sentidos: Anteversión: produce una hiperlordosis lumbar muy acentuada. Se da con frecuencia en las mujeres embarazadas. Retroversión: se produce un aplanamiento vertebral de la zona lumbar. La columna. La columna vertebral tiene las siguientes desviaciones fisiológicas normales: lordosis cervical, cifosis dorsal, lordosis lumbar y cifosis sacra. Por diversos motivos la columna puede modificar las posiciones que a priori consideramos normales. Malas posturas adquiridas en edades tempranas, actitudes posturales incorrectas y factores hereditarios son algunos de los motivos que pueden trastocar nuestro eje corporal. Las desviaciones más frecuentes se producen en dos planos, sagital y frontal. a) Plano sagital: Cifosis: suele ser una simple exageración de la curvatura dorsal. Es la chepa o giba que aparece en algunas personas y que es frecuente en los ancianos. Hiperlordosis: es una acentuación de la curvatura lumbar. Es más frecuente en la mujer debido generalmente al embarazo y a ejercicios gimnásticos y deportivos muy especializados. b) Plano frontal: Escoliosis: es una desviación lateral de la columna vertebral. Puede aparecer por trastornos anatómicos (miembros desiguales), lesiones vertebrales, trastornos del crecimiento óseo de las vértebras, herencia, etc. Su pronóstico se realiza a través de una radiografía. Es muy común en la infancia y en la adolescencia, y la aparición en el adulto dependerá de su diagnóstico precoz y de su eficaz tratamiento. Algunas recomendaciones. Como ya sabemos, lo más razonable es acudir, en cuanto observamos la más mínima alteración, al especialista. De esta manera detendremos el avance de la enfermedad, y con el tiempo y la justa aplicación de la terapia correspondiente, la desaparición o mejoría de la malformación en cuestión.