EL PIE DEL DEPORTISTA: Cuando hablamos del pie y el deporte, debemos diferenciar tres grupos de probables pacientes: el deportista profesional, el deportista habitual y el de fin de semana u ocasional. Los tres grupos pueden sentir malestares en sus pies. El deportista ocasional es aquel que tiene mayor riesgo de sufrir una fractura en el pie, sobre todo si tiene exceso de peso. Este tipo de fracturas se denominan fracturas por estrés, sin traumatismo. El pie del deportista se debe proteger más que el de una persona normal, porque está sometido a mucha fuerza; por ello, se debe colocar un buen amortiguador como un buen zapato deportivo. Cada deporte tiene sus características, lo que lleva a escoger un calzado propio para cada modalidad. No hay que utilizar la misma zapatilla de deporte para la vida cotidiana que para el deporte.. Para este tipo de prácticas hay que tener en cuenta tres puntos: 1) Suela: tiene que absorber el golpe contra el suelo, debe tener grosor en la parte delantera y trasera del pie y ser diferente en la parte central. 2) Zapatilla: adapta el pie a la suela. 3) Parte externa de la zapatilla, que cumple la función de sujetar el pie. El deportista debe saber si tiene un pie pronador o supinador. Si usa un calzado incorrecto que ser el causante de un esguince de tobillo. Las ampollas por fricción aparecen con relativa frecuencia cuando el pie tiene que habituarse a cambios, como pueden ser: la iniciación de un deporte, un aumento en la actividad, el cambio en el calzado habitual, o por la confluencia de varios de estos factores. No suelen causar problemas médicos significativos generalmente, pero sí muy dolorosos y hasta comprometer una competición y hasta la salud general, en caso de patologías previas no atendidas como corresponde. ………………………………………………………………………………………………………………………………………… RECOMENDACIONES GENERALES 1. Corte correcto de uña, para evitar traumatismos innecesarios. 2. El roce, la fricción y los traumatismos a repetición producidos durante el desarrollo de la actividad deportiva pueden provocar ampollas, hematomas debajo de las uñas, etc, que pueden prevenirse. 3. El aseo de sus pies debe realizarlo con jabón de pH adecuado al de la piel, prestando atención al secado entre los dedos. Así mismo evite lavados con agua caliente antes de la actividad deportiva, ya que debilitaría la piel aumentando el riesgo de aparición de ampollas. 4. Uso de zapatillas de baño en vestuarios y duchas colectivas. 5. Se recomienda uso de medias de algodón o hilo, sin costuras ni relieves en contacto con la piel, para evitar lesiones. 6. Se recomienda no estrenar el calzado deportivo el día de la competición. 7. El calzado deportivo debe adecuarse a las características de la actividad y tipo de terreno donde se desarrolle. 8. Consulte a su Profesional Podólogo para el correcto cuidado y salud general de sus pies. Pdga. SILVINA A. CAPUTI Técnica Universitaria Podóloga Mat. Prof.:02-1183