conclusiones sistemas electrónicos

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 RESUMEN DE CONCLUSIONES DEL ÁREA SISTEMAS ELECTRÓNICOS DEL PROYECTO EVEHICLES
Los sistemas electrónicos de potencia tienen una importancia destacada en
los actuales y futuros vehículos eléctricos, tanto en el caso de vehículos
híbridos como en el de los incipientes totalmente eléctricos “enchufables”. El
estudio desarrollado permite extraer las siguientes conclusiones, agrupadas en
tres grandes bloques: accionamiento del vehículo, almacenamiento de
energía y sistemas de alimentación auxiliares.
1. Accionamiento del vehículo
Los vehículos híbridos disponen de un sistema de trasmisión de los
motores a las ruedas similar al de los vehículos de combustión
convencionales. El paso a vehículos totalmente eléctricos permite
configuraciones bien distintas, como la denominada trasmisión “in
wheel”, que dispone de un motor en cada una de las ruedas que son
accionadas de manera independiente para reducir e incluso eliminar
las partes mecánicas de la trasmisión. El fabricante de neumáticos
Michelin utiliza este concepto en su producto Michelin Active Wheel TM.
En cuanto al tipo de motor eléctrico utilizado, los fabricantes se están
decantando por motores AC a pesar de que los motores DC ofrecen
buenas características de par y mayor sencillez en el control de
velocidad. Las razones de esta elección residen en la mayor densidad
de potencia, sus menores necesidades de mantenimiento y, muy
especialmente, la posibilidad de alcanzar velocidades de giro muy
elevadas, lo que permite un amplio rango de variación de velocidad sin
necesidad de utilizar caja de cambios. Destaca que el rendimiento de
los accionamientos eléctricos es del orden de cuatro veces superior al
de los motores convencionales.
La tecnología necesaria para accionar el vehículo (motores,
convertidores electrónicos…) está muy madura y permite la concepción
de toda la gama de vehículos disponibles actualmente.
2. Almacenamiento de energía
Sin duda, es este campo el que supone actualmente la mayor debilidad
del concepto de vehículo totalmente eléctrico, debido a los siguientes
factores:
2.1.
La recarga de las baterías todavía requiere varias horas con
tomas domésticas, aunque este tiempo puede reducirse a una
media hora si se dispone de tomas de mayor potencia. Para suplir
esta deficiencia se ha propuesto la sustitución de baterías, en
2.2.
2.3.
lugar de su recarga, en establecimientos equipados a tal efecto,
con una duración del proceso estimada en 5 ó 10 minutos.
La autonomía del vehículo está fuertemente limitada en
comparación con combustibles convencionales, lo que supone
una desventaja especialmente para trayectos interurbanos. Para
usuarios acostumbrados a repostar combustible cada 800km ó
1000km, los datos de autonomía actuales, unos 100km ó 150km,
no resultan atractivos.
La vida útil de las baterías depende, entre otros factores, de los
ciclos de carga y descarga a los que se ven sometidos.
La tecnología basada en Li-Ion es la que se perfila como más
prometedora para reducir los inconvenientes mencionados. Compañías
como Delphi, tradicional fabricante de componentes para automoción,
Ford en colaboración con Magna, así como las habituales en otros
sectores (Toshiba, Nokia, etc.) están invirtiendo un gran esfuerzo
investigador en este sentido.
Como alternativa a las baterías, las pilas de combustible basadas en
hidrógeno permitirían una interacción con el usuario similar a la que éste
tiene actualmente, con tiempos de recarga reducidos y autonomías
altas. Sin embargo, pese a que la mayoría de grandes fabricantes
disponen ya de prototipos basados en esta tecnología, su
comercialización a gran escala dependerá de la fiabilidad de los
sistemas de seguridad empleados en el vehículo (el hidrogeno es un gas
inestable y explosivo que debe conservarse en condiciones extremas de
presión y temperatura) y, muy especialmente, de la viabilidad de crear
una red de distribución de hidrógeno.
3. Sistemas de alimentación auxiliares
Los tradicionales sistemas de alimentación basados en baterías de 12V
han venido cuestionándose durante la última década, pues las
necesidades crecientes de potencia para alimentar circuitos eléctricos
y electrónicos, especialmente en vehículos de alta gama, requiere altas
corrientes que resultan en sistemas de alimentación ineficientes y
aumentan el grosor del cableado eléctrico. El estándar 42V se ha
venido perfilando como una alternativa interesante a los sistemas
convencionales.
Diciembre 2009 
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