María García Pérez

Quién te ha visto y quién te Wert
María García Pérez
Este año el curso académico ha comenzado más caldeado que nunca. La subida de tasas
universitarias y, en general, los recortes en educación han puesto en pie de guerra a
estudiantes, padres, personal docente, administrativo y de servicios. El decretazo del ministro
Wert, junto con la caótica implementación del plan Bolonia y la faraónica deuda de la
Comunidad autónoma con la Universidad de Murcia, son el epicentro de las quejas de la
comunidad universitaria que ya demostró su rechazo en la inauguración del curso académico al
impedir su celebración ante el asombro y la indignación del equipo rectoral. Este incidente
encontraba su origen en el malestar provocado por el menoscabo del principio de igualdad de
oportunidades del que somos víctimas y seguirá expresándose mediante las movilizaciones
que se avecinan bajo los lemas de Juventud sin futuro, Somos pública o La educación no se
vende, se defiende.
Los años 80 supusieron la consolidación de la recién estrenada democracia y de la clase
media, y en ellos transcurrió la infancia de lo que hoy ha venido a calificarse como ´generación
perdida´, la protagonista de las protestas. La incipiente sociedad del bienestar en nuestro país
no sólo se llamaba de este modo por la mejora de las condiciones de vida y la conquista de
ciertos derechos sociales, sino también por la esperanza puesta en un futuro de posibilidades
abiertas, de progreso y de mejoras materiales y políticas. En aquellos años de niñez nunca
pudimos imaginarnos a nosotros mismos con alrededor de treinta años, en paro, viviendo en
casa de nuestros padres, los mismos que nos aconsejaban el estudio y el esfuerzo diario, tal y
como establecía el prácticamente olvidado principio de meritocracia.
Hoy, miles de jóvenes miran con desconcierto sus bolsillos vacíos, caminan cada día con un
currículum en la mano, calculan las tasas universitarias con el desánimo por lo elevado de sus
precios y el absurdo de seguir formándose en un mundo que no les ofrece lugar alguno para
poder desarrollarse y ofrecer sus capacidades. Entre tanto, por sus mentes pasa la idea de
marcharse del país, de emigrar y buscar otros horizontes, pero la precariedad no sólo está
dentro de las propias fronteras: la mayoría de los que se marchan lo hacen con trabajos que
tampoco corresponden a su formación y que, de nuevo, sólo sirven para la mera subsistencia.
Los jóvenes se han convertido en Sísifo: una y otra vez, cada día, levantan una enorme piedra
que al cabo vuelve a caer inexorablemente.
Pese a todo, lejos de dejarse vencer por la
frustración, hace ya más de un año muchos de ellos decidieron salir a la calle y comenzar a
reclamar todo aquello que se les había prometido: dignidad en sus condiciones de vida y
dignidad política para tener voz en la toma de decisiones. El año 2011 convirtió, pues, a
nuestro despolitzado país en una inmensa ágora de debate y protesta, permitiendo de este
modo el paso de una generación en sí a una generación para sí. Esta ´generación perdida´ se
recupera a sí misma en la movilización, en la lucha de cada día por una transformación que les
devuelva ese lugar en el mundo que ahora se les niega.
Ante las declaraciones de impotencia de la clase política sobre las medidas económicas a
adoptar que, nos dicen, no pueden seguir otra senda que la dictada por Alemania, cada vez
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son más los ciudadanos que no están dispuestos a resignarse en esta acelerada marcha atrás
en los derechos adquiridos. Huelgas, encierros, manifestaciones y concentraciones comienzan
a organizarse de modo imparable marcando una agenda de lucha en la calle y en las aulas.
La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres (CEAPA) que aglutina a
12.000 asociaciones de toda España ha convocado para maána, 18 de octubre, una huelga
general exigiendo el cese del ministro Wert. Los padres se suman así a la convocatoria de
huelga para los días 16, 17 y 18 lanzada por del Sindicato de Estudiantes. En Murcia, diversas
plataformas de estudiantes, como Asamblea UMU, comienzan a trabajar para sumarse a esta
ola de movilizaciones. Ya hay convocada una manifestación para las 12 horas del día 18 que
saldrá desde la Plaza del Campus de la Merced.
Y esto es sólo el inicio.
(Artículo publicado en diario La Opinión de Murcia el 17/10/2012:
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2012/10/17/opinion-visto-wert/433641.html)
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