Bufo Alvarius Bufo Alvarius Mi experiencia con la medicina ancentral Dedicado a: Dr.Octavio Retting Hinojosa Con cariño Nuri Libertad & Anmi Estefania mi experiencia con la medicina ancentral Nuri Libertad Primera dosis C uando le di las primeras fumadas no sentí nada, hasta unos pocos segundos después, en los que perdí toda consciencia de mi cuerpo físico; unos sentimientos tan profundos, muy intensos empezáron a surgir de mi interior, tocando fibras hipersensibles y lejanas de mi ser, fibras de años luz atrás, mi mente se resistía a romper viejos conceptos, antiguos esquemas forjados con el tiempo. Mente siempre traicionera, alimentada por demonios internos y casi como con una especie de “miedo a la belleza”. El canto de Octavio causó algo en mi, que en pocos segundos sentí como sucesivamente vivía vidas que rapidamente se cosumían en cuestion de segundos para dar vida a otras y otras y otras, un nace-muere-nace-muere-nace muere continuo. Sentía todos los sentimientos pasados en cada vida como un vaivén repentino que agitaba mi cuerpo. Después de muchas vidas (incontables) llégue a sentír que lloraba sin llorar y reía sin reír, hasta que esa sensación llegó a mi garganta y a mi vida actual, empecé a gritar fuertemente; ese grito contenía todos los gritos, de rabia, alegría, dolor, nacimiento y muerte de todo el universo: Bufo Alvarius Nooooooo!!!!!!Porqueeee?? Perdi mucho tiempo!!!!! Perdóoooon!!!!! AAAAAAAAAAAAAAA!!! Una alegría consciente, melancólica y divina, extremadamente original grito conmigo : Soy Libertaaaad!!!!! Por algo me pusieron Libertaaad!!!! Siiiiiii!!!!!!! Claro que siiiiii!!!! AAAAAAAAAA!!! Era un sentimiento de alegría pero a la vez doloroso,polos opuestos tratando de complementarse juntos. En ese momento pasé de emoción exagerada (acompañada de risas) a llanto agónico y viceversa. Seguía apareciendo el ego, sin embargo el llanto era liberador, estaba contenta de saborear tanta existen- cia y sentir mi grito como el grito universal, o el grito de varias vidas contenido, varias encarnaciones. Al ver mi reacción, Octavio me dijo: Vuela, corre, eres libre! Corrí un tramo junto con el, después seguí corriendo pero en algún momento se me acabó el piso y Zaz ! jeje me di un madrazo que no sentí hasta mucho después, volviendo a la realidad. Segunda dosis R ecuerdo que Octavio nos dijo: tómense de las manos, dí las primeras fumadas y de nuevo me encontraba en el suelo, perdí otra vez consciencia corporal y en esta ocasión fue un viaje muy intros- mi experiencia con la medicina ancentral pectivo, me costo muchísimo trabajo y fue muy doloroso, de mucho sufrimiento, creo que me metí demasiado en mi subconsciente. Sentí que lloré, vomité, que me arrastré; era muuuy fuerte y no podía controlar lo que estaba pasando. Octavio o alguien, o algo o la lluvia me echaron agua a la boca, y sentí como esa agua era un río que salía de mis entrañas, vomitando todos los ríos, pero con dolor y pena, sentía que me ahogaba, y era con mis propias limitaciones, con mi yo interno luchando contra lo que mi yo nuevo experimentaba. “Hubo un momento, el más aterrador, doloroso, abrumador que he sentido en mi vida, cuando en vez de expandirme, me contraje hacia mi misma, pero sobretodo hacia mis pensamientos y sentimientos mas oscuros, fue el viaje denso más grande que jamás haya podido experimentar; era una cosa repetitiva, obsesiva y sin fin, era como si yo misma me hubiese puesto un limite infinito, una pared y un sufrimiento intenso. Dentro de todo esto, que fue una pausa que duro muchísimo tiempo, estaba yo, o la parte de mi que seguía consciente, gritando NOOO!!!! sufriendo como loca, observando todo esto como espectadora sin poder hacer nada, poniéndome en peligro, sin salir, sentía que cuando gritaba para poder librarme de aquello, miles de Bufo Alvarius “Fue una psicosis excesiva, un infierno laberíntico donde yo en alguna parte, diminuta, lloraba y gritaba pero no podía salir...” mi mismas, de mis propios pensamientos y necedades me hundían hacia abajo, era una verdadera tragedia; mi voz y mi alma querían salir de ese abismo, pero no podían porque voces más fuertes la hundían hacia abajo, hacia la locura y esquizofrenia, hacia la auto-destruccción, ahogando mi ser, estaba en el ojo del huracán de mi psique y yo, en alguna parte lejana, percibía que estaba haciéndome mucho daño, que era yo misma y mi mente la que conflictuaba un momento que hubiera sido maravilloso y de apertura.” Me sentí muy mal conmigo misma al no sentir la armonía, en vez de eso fue una psicosis excesiva, un infierno laberínti- co donde yo en alguna parte, diminuta, lloraba y gritaba pero no podía salir. Llegué a pensar que mi iba a volver loca. A lo lejos, en el exterior escuchaba voces de Octavio y mi hermana que me decian: Vengaaa! Libertad aquí estoy! golpes en mi pecho que venían desde afuera tratando de sacarme de la incapacidad y el laberinto del inframundo en el que me estancaba. Ese episodio, esa crisis de conciencia para mi fue devastador, después de eso siguió otro capitulo, en el cual me resistí con mucho dolor y miedo a lo inevitable: mi muerte. Una que traspasaría toda barrera física, era mas bien una muerte psicológica dónde me llegaba mi experiencia con la medicina ancentral demasiada información a una velocidad luz increíble, que atravesaba mi mente hinchada; vi pasar como sueños lucidos, millones de universos que morían y/o daban vida a otros, no separados, todos dentro de un mismo macro cosmos, se expandían tanto y tan rápido que pensé que mi cabeza iba a estallar, fue como un big bang en retroceso. Llegó un momento en el cual deje de sentir dolor (pero si mucha resistencia) deje de sentir voces a la lejanía, dejé de ver expansiones, dejé lo poco que quedaba del recuerdo de mi cuerpo, el ego se disipó, y solo pude ver, sentir y ser una luz en la máxima y mas alta de todas las explosiones, todo se detuvo en un momento abso- luto, no existía el tiempo ni el espacio, ni el ruido, ni la belleza, ni el caos, solo la luz y un planeta radiante atrás de esa línea de luz que abarcaba todo. Sentí un eco de algo en mi que se apago, se murió para siempre. Fue ahí que entre en pánico, me dio miedo desintegrarme, morir. (o tal vez lo hice sin darme cuenta). Todo fue tan rápido y tan lento, tan profundo y fuerte, tan aterradoramente bello o bellamente aterrador, me cuestionaba si seguía viva. Ese acercamiento a la muerte que había apenas e x p e r i m e n t a d o, h i c i e r o n que con miedo regresara lentamente a la realidad. Pero regresé a la tierra con pensamientos banales y de Bufo Alvarius poca importancia, a lo convencional, creo que fue tan intenso el momento en el cual todo cedió, que para volver hice cualquier cosa, en este caso pensar de esta manera; había sido tanto el cansancio y la apertura mental de la explosión, que con eso tuve para siempre. Tenia miedo. Al ser sincera, no fue un viaje placentero, mas bien un viaje introspectivo al fondo de mi consciencia, de la parte más dormida de mi personalidad, a esa que tal vez negaba reconocer y aceptar, la parte mas herida, mas susceptible y frágil. Nuestra primera obligación tendría que ser ha- cia la verdad absoluta, por eso llegue a pensar que había deshonrado mi experiencia que se supone tendría que ser lumínica. Después de esta experiencia no creo volver a ser la misma, una parte de mi se fue para siempre, con mucha resistencia y mucho sufrimiento, nací de nuevo, ahora percibo que tengo una gran sabiduría respecto a la vida y a la muerte, un gran respeto hacia mi propia existencia y una especie de misión de mejorarme a mi misma para después mejorar la humanidad. Fue una catarsis mental y fue un tocar fondo que pasó tan rápido, sin embargo los minutos mi experiencia con la medicina ancentral parecieron horas y las horas parecieron vidas! Este es un nuevo comienzo consciente, una nueva realidad, un nuevo camino guiado por la verdad absoluta y un nuevo estilo de vida, porque estoy aquí, sobreviví y voy a vivir, pues somos un instante, un respiro, un aleteo en la inmensidad de este precioso universo! Lo mejor que podemos hacer es educar y cuidar lo que nos prestaron temporalmente, el cuerpo y la mente! Me di cuenta y me doy cuenta ahora, con lagrimas en el rostro. Mis palabras y acciones cada día serán siempre de agradecimiento . GRACIAS! GRACIAS Octavio !!!!! Nota: Los días posteriores me he sentido bajoneada, a los dos días de la experiencia, a mitad de la noche desperté sobresaltada, llorando, dice mi jefe que es parte del proceso y de la sanación, que poco a poco iré sacando lo que quedó dentro, pero que la mayoría ya lo saque… Nota: No sé que tanto tenga que ver el hecho de que mi hermana gemela y yo fuimos sietemesínas, yo nací empujándola a ella, morada del esfuerzo que eso implicó, a partir de ese momento considero que fui yo siempre la receptora, es decir, todo me afectaba y sufría por ambas, de niña muchas veces estuve en hospitales, me preocupaba por todo y tenía pensamientos demasiado existenciales y fatalistas para Bufo Alvarius mi edad, siempre me cuestionaba todo y el sufrimiento ajeno me afectaba tanto al grado de adoptarlo como propio, se me hizo un mal habito esa manera de sentir y percibir la realidad. Me quedé un poco preocupada porque en estos dias he sentido una aprehensión fuerte en el pecho, como algo atravesado, y cuando se acerca la noche, me entra un miedo inexplicable y sigo sintiendo a través de sueños cosas y sensasiones no tan agradables, también físicamente mucha tensión en el cuerpo (sobretodo en el cuello) y un fuerte dolor de cabeza, ando sensible y cualquier cosa me sobresalta, me he sentido muy triste y he llorado muchas veces. P a s a r á ! mi experiencia con la medicina ancentral To m é dos dosis; Recuerdo que estaba nerviosa,fui la segunda del grupo en fumar la medicina, el primero fue mi padre; metí el humo a mis pulmones y octavio me dijo: respira!…más aire!…y con su mano me tapó la boca para que el humo entrara en mi cuerpo, pero a decir verdad desde que empezó la experiencia yo me encontraba sumamente nerviosa, tenía un poco de miedo, no podía concentrarme en inhalar y exhalar, no sabía que me iba a pasar. Recuerdo sus palmaditas en la espalda... Anmi Estefanía Después de eso tuve la sensación de desplomarme, la gente a mi alrededor desapareció, todo desapareció, sentí que me desprendía de mi ser, de mi conciencia, del mundo físico. Recuerdo la voz de Octavio arriba! vamos! yo sentí una sacudida intensa, busqué los ojos de Octavio, quería seguir consiente, pero la esencia de mi pensamiento se abría conforme pasaban los segundos, se expandía y entraba en una realidad de tal magnitud que era imposible captar la atención en algo concreto; el mundo se abrió, el universo entero respiraba; Tenía la boca abierta, creo que mi expresión era de asombro absoluto, los ojos desor- Bufo Alvarius bitados, como un ciego que puede observar su “Esa energía entraba sin cesar a entorno por vez primera, destravés de mi mente, bajaba hacia pués de una operación de ojos. Temi cuerpo, inundaba mi alma, se nía la boca abierta y cada vez la abría apoderaba totalmente de mi más, pues algo increíblemente poderocorazón” so empezaba a apoderarse de mi después de la confusión, después de la sacudida interna, cuando mi mente no me ató a mis pensamientos y mi conciencia se encontraba integrada con estas nuevas sensaciones de percepción algo inesperado sucedió: Empece a sentir una energía involuntaria que se adueñaba de mi, es decir de mi esencia, pues en ese momento ya no era yo! YO era parte de esa misma energía, era esa fuerza continua, esa plenitud máxima, esa energía entraba sin cesar a través de mi mente, bajaba hacia mi cuerpo, inundaba mi alma, se apoderaba totalmente de mi corazón haciéndome estremecer de una manera indescriptible, era una convulsión, un espasmo que saciaba todos mis sentidos, llegando a lo más profundo y recóndito de mi subconsciente , esa energía que el universo me inyectaba atravesaba mis poros, y cada vez era más intensa, más fulminante, más poderosa, menos indescriptible! Era como si el universo entero estuviera mi experiencia con la medicina ancentral atravesando mi ser, no sabía que hacer con esa magnitud de belleza, de perfección, de infinita conjunción; entonces abrí los brazos, el corazón al cielo y dejé que entrara en mi. Conforme iba entrando, mi placer aumentaba, el éxtasis era cada vez mayor, hasta el punto en que pensé que estallaría mi alma de tanta alegría, una alegría que jamás había experimentado, un placer que recorría todo el cosmos, un p l a c e r t r e m e n d o , aterrador, las partículas de mi ser vibraron y se convirtieron en el núcleo de esa sensación, afuera, en el plano físico en el que me encontraba, mi cuerpo me sacudía y mis suspiros eran fuertes, mi voz, o más bien mi jadeo se convertía en eco resonante de la experiencia, una voz lejana, ausente que traspasaba el espacio, estaba en otra dimensión, y así mi gemido resonó en mi interior, reflejándose como un orgasmo espiritual, me encontraba haciendo el amor con el universo! Y ahí fue cuando llegó una paz absoluta, abrumadora, la cuál me hizo estremecer aún más… toda la creación me hablaba, despertándome de una manera sobre cogedora, todo mi universo vibró y ese placer Bufo Alvarius infinito se apoderó de toda mi existencia. Para siempre, tan fuerte! Iba poco a poco incorporándome al mundo físico, y pude por fin enfocar mi visión y al frente pude observar la pirámide principal de Cuajilote, parecía un holograma que se repetía una y otra vez, yo me encontraba todavía en ese mundo fantástico, en esa energía cósmica que era ya, parte de mi. Al regresar pude ver mi entorno nuevamente, seguía recostada en el pasto, apenas comprendiendo lo que acababa de suceder, cuando se asomó la cara de mi padre y algo me dijo que no recuerdo, después me preguntó: ¿Escuchas a tu hermana? traté de concentrarme en la realidad física y si, escuché a lo lejos gritos, la voz de mi hermana a todo pulmón: me incorporé y enfoqué mi visión para buscarla, su viaje apenas comenzaba, me paré y me dirigí hacía ella y Octavio, ella se encontraba recostada y gritaba, fuerte, muy fuerte! parecía poseída por una energía todavía más potente y profunda de la que yo había recién experimentado. La seguí, ella caía, se tropezaba, se lastimó el labio una oca- mi experiencia con la medicina ancentral sión que cayó como tabla en un montículo de arena. Me asusté mucho cuando vi su expresión, pues hubo un momento en el que su respiración se detuvo, sus ojos desorbitados y su rostro sin ninguna señal de vida, estaba atravesando el umbral de la muerte. Y es comprensible, somos gemelas, somos dualidad, ella cuenta ahora, que su experiencia fue dolorosa, experimentó un big bang en su interior y una lucha constante con su pensamiento y su conocimiento que la llevó al borde de experimentar la muerte. Trataré de incorporar su visión y relato más tarde. Esa fue la primera dosis, la segunda fue después de que el grupo hubiera ingerido la medicina, y esta vez lo hice a la par de mi hermana, es decir, inhalamos al mismo tiempo, Octavio se quedó con ella, y a mi me cuidó un chico de pants rojos y mirada profunda, que nunca olvidaré. El me dió la sustancia, mientras inhalaba por segunda vez, tenía la mano de mi hermana enganchada a la mía, recuerdo que traté de contener lo más posible del DMT, pero mis pulmones se llenaron rá- Bufo Alvarius pidamente, después de eso ya no recuerdo la mano de mi hermana, ni al chico de pants rojos, ni a mi misma, solo recuerdo que esta vez me solté más que la primera, me dejé llevar por las sensaciones, opté por gozar la experiencia al máximo, y ufff se me ponen los pelos de punta al recordarlo; igual no lo tengo muy claro, pues la información que me regalaba el universo viajaba a una velocidad impresionantemente rápida, de expansión total, pude sentir como se abría el cosmos entero en mi interior, y se proyectaba hacia el exterior, me encontraba dentro de una paz absoluta, blanca, yo era incluso esa luz que viajaba a velocidad infinita, era tanta dicha que pensé que iba a explotar de tanta felicidad, en mi rostro se dibujaba una enorme sonrisa que se mimetizaba con el universo, yo respiraba cada vez más fuerte y en cada respiración lograba subir más, llegar a la cima, y ahí arriba dónde todo era bienestar se rompieron las cadenas del ego, de la percepción, del mundo físico, las barreras de la memoria, la mente se expandía cada vez más, llegando a ser parte de ese todo, de mi experiencia con la medicina ancentral esa energía liberadora en la que me encontraba inundada. Recuerdo que durante la ceremonia empezó a llover más fuerte, o al menos así lo percibí yo, sentía las gotas caer, hubo un momento que recuerdo estar acostada en el pasto, disfrutando el bienestar que se apoderaba de mi a un nivel cósmico y radiante, era tanto placer que irradiaba mi conciencia que recuerdo haber llorado, pero mi llanto era de absoluta alegría, apenas comprendía lo que pasaba pero estaba segura que era algo que jamás había experimentado, me sentía plena, sumamente asombrada,mis lágrimas me purificaban,se fusionaban con la lluvia que caía del cielo, se fusionaban con mi interior, un líquido sagrado que limpiaba incluso lo más percudido. Después de eso, regresaba a la “realidad” aunque después de haber experimentado esa sensación me cuestionaba cuál era realmente la verdadera realidad, el estado puro de conciencia, me encontraba todavía en un éxtasis total, enfoqué nuevamente a mis compañeros de viaje y me incorporé finalmente para observar Bufo Alvarius la última dosis suministrada a mi padre. Que maravillosa experiencia! doy gracias por poder ser parte de este sistema complejo y asombroso que es la vida y por poder abrir el mundo de la percepción a través de esta medicina que me hizo comprender muchas cosas a nivel kármico, ahora soy más compasiva, más generosa, más humana; tengo una misión en la vida y siento que voy por el camino correcto, pues lo hago con pasión; con el corazón en la mano, y la mente más abierta, con el espíritu renovado y el cuerpo receptivo a mi entorno, he respirado y he podido volver a experimentar la sensación que tuve, activando mi glándula pineal: todo empieza a brillar más fuerte, desde adentro proyectándose hacia el exterior, comprendo mi escencia espiritual y ahora puedo observarme y aceptar el maravilloso ser dual que soy. Gracias Octavio! por ser ese conductor de luz, supongo que no somos las únicas personas que sienten un profundo respeto, admiración y empatía con tu hermoso ser, sigue curando con tus ojos y tu voz, y tus golpecitos en la espalda. AXATIPE hermano! mi experiencia con la medicina ancentral Bufo Alvarius mi experiencia con el DMT Diseño Editorial: Anmi Estefanía Cortés Castillo Textos: Nuri Libertad Cortés Castillo, Anmi Estefanía Cortés Castillo Fotografía: Luis Gómez Padilla