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Número 14
Año 02
Fecha: 26 de mayo al 01 de junio de 2015
ABC Económico: Del Valor y las Ideas
¿Cómo valoran los individuos a cosas, personas, bienes y servicios?
¿Qué es exactamente aquella consideración que hace a algo valioso? A estas
preguntas, los denominados economistas clásicos, particularmente Adam
Smith y David Ricardo, trataron de responderlas a través de la teoría del valor
-trabajo; explicación que posteriormente se convertiría en el basamento
teórico de uno de los aspectos fundamentales del marxismo: la teoría de la
explotación a través de la apropiación de la plusvalía.
En términos generales, quienes proponen este tipo de explicación a
las valoraciones humanas defienden que el valor económico de un bien o
servicio es determinado por la cantidad total de trabajo socialmente
requerido para producirlo. Lo anterior, sin embargo, podría resultar como
una explicación poco satisfactoria al tema de las valoraciones, pues como
David Ricardo habría de reconocer, la teoría en cuestión no daba explicación
a ciertos casos donde la escasez juega un rol determinante1, mientras Smith
aseguraba que tal acercamiento al problema del valor solo aplicaba a
sociedades primitivas, pues en aquellas con niveles culturales mucho más
avanzados, la compensación a los dueños del capital empleado2 introducía
consideraciones adicionales que hacían de tal cálculo, uno impreciso.
Por suerte para la sociedad, el tema quedaría zanjado teóricamente
para finales del siglo XIX tras surgir lo que hoy llamamos como la Revolución
Marginalista. Leon Walras, William Jevons y Carl Menger serían los
cofundadores -por separado– de este acercamiento a la naturaleza del valor,
aunque por afinidad a la Escuela Austríaca de Economía, me concentraré en
el desarrollo teórico de Menger con el cual se daría la solución a lo que para
los economistas clásicos fue un rompecabezas irresoluble.
Consideremos por un momento que un individuo se ve en una
situación en la cual debe escoger entre hacerse con un vaso de agua o un
diamante. Con absoluta certeza, tanto Usted como yo suponemos que esa
persona decidiría a favor del diamante, pero ¿Por qué es el diamante
entonces más preciado que el agua, si el agua es un componente esencial
para mantener con vida al ser humano? Tal aparente paradoja sería discutida
por grandes pensadores de la historia occidental, como Nicolás Copérnico,
John Locke, y Adam Smith, siendo este último a quien se asocia como el
presentador de tal problema económico. Para Menger, los bienes y servicios
son valorados por las personas de acuerdo a las necesidades que estos
satisfacen, haciendo, en consecuencia, de la escasez una consideración
fundamental. Así, con modificar el escenario planteado anteriormente, y
colocar al individuo en cuestión en un desierto, ahora este escogerá hacerse
con el agua en lugar del diamante en tanto su vida dependa del consumo del
vital líquido.
En el mismo orden de ideas, lo hasta ahora descrito se denomina
revolución marginal pues la misma desarrolla el concepto de utilidad marginal
decreciente, es decir, que la utilización de un bien adicional para satisfacer
necesidades subsiguientes a la más apremiante representa una mejoría cada
vez menor, disminuyendo, en efecto, el valor de uso de un bien o servicio. En
la figura 1 tenemos la escala de valores desarrollada por Carl Menger en su
obra Principios de Economía Política (1871), la cual se utilizará para ilustrar lo
anteriormente descrito. Supongamos que la escala I representa la
significación de la necesidad de alimentos, siendo el primer plato de una
valoración máxima de 10, y disminuyendo a medida que se consume uno más.
La escala V, representa el placer de fumar, y notemos que al primer cigarro
se le otorga una valoración de 6. Claramente, la satisfacción de la necesidad
de alimentarse será valorada más que la de fumar hasta alcanzar esta un
particular grado de plenitud. Así para el momento en que se consuma el 5to
plato de comida, la valoración será exactamente la misma, mientras que para
el 6to plato, el individuo escogerá fumar, puesto que la importancia de
satisfacer esta necesidad resulta ahora mayor que la de consumir mayor
cantidad de alimentos.
¿Qué significa que el valor trabajo sea un acercamiento teórico
equivocado al problema del valor, y sin embargo esté vigente aún en
Venezuela? En efecto, gran parte del discurso oficialista tiene como
basamento económico, político y filosófico, la apreciación del trabajador
como figura virtuosa en las relaciones de producción y lucha de clases. Esto
sirve como justificación para políticas económicas hostiles al sector
empresarial, aumentando la burocracia, cargas impositivas y financiamiento
forzoso de beneficios sociales que terminan por ahogar al sector productivo
nacional, todo bajo un armazón interpretativo de la realidad con
fundamentos errados. Se termina entonces por reforzar una retórica y acción
política lesiva a las instituciones republicanas y de mercado cuya etapa final
es la ruina de toda una nación.
1”
Existen algunas cosas cuyo valor está determinado solamente por su escasez. Ningún
trabajo puede aumentar su cantidad y, por consiguiente, su valor no puede ser reducido
aumentando la oferta ... Su valor es enteramente independiente de la cantidad de trabajo necesaria para producirlas, y varía según el grado de riqueza y las inclinaciones de los
que desean poseerlas”. Ricardo. 1821
“La totalidad del producto del trabajo no siempre pertenece al trabajador. El tiene, en la
mayoría de los casos, que compartirlo con el dueño del capital que lo emplea”. Adam
Smith. 1776.
Figura 1.– Escala de valoraciones desarrollada por Carl Menger
“Básicamente, solo hay dos maneras de coordinar las actividades económicas de millones de personas. Una es la dirección central conllevando el
uso de la coerción - la técnica del ejército y del estado totalitario moderno. La otra es la cooperación voluntaria de individuos - la técnica del mercado”.
Milton Friedman—Premio Nobel de Economía 1976
Número 14
Año 02
Fecha: 26 de mayo al 01 de junio de 2015
ECONOMÍA AL DÍA
En discusión la simplificación cambiaria: La discusión del tema
cambiario en Venezuela ha resonado mucho en la opinión pública en
los últimos meses. Fruto de la incapacidad del Gobierno de gerencia a
través de un ente centralizado al mercado de divisas, la escasez de
moneda extranjera para hacerse con materia prima e insumos ha
despertado propuestas como la dolarización formal y completa de la
economía, regímenes de caja de conversión, o un esquema de simple
flotación libre. Propuestas miopes también han ido resonando, como
aquella recomendada por Cipriana Ramos, presidenta de
Consecomercio, quien sugiere el establecimiento de un “dólar
aduanero” (Aunque mantiene que lo ideal es el desmonte del control
en su totalidad), o la iniciativa de Héctor Luna, vicepresidente de la
Cámara de Turismo del estado Anzoátegui, que consiste en crear un
“dólar turístico”. Ciertamente, propuestas de este tipo, que mantienen
un tipo cambiario preferencial y generador de poderosas distorsiones y
perversos incentivos, distan de una solución adecuada, mas provienen
de una profunda preocupación por la inestabilidad de la moneda
nacional. El Gobierno ya ha empezado a generar una línea de discurso
en respuesta, negando que se vaya a dolarizar a la economía nacional
(aunque no por un racionamiento económico, sino de la preservación
del abstracto que denominan “soberanía monetaria”), mas si
reconociendo que el sistema en vigencia es en extremo complicado. El
diputado Jesús Faría explicó: “Está planteada la simplificación
cambiaria e ir progresivamente a algo más manejable como una tasa de
cambio controlada y una libre”. Mientras la ciudadanía se mantiene
expectante ante los posibles cambios en regulaciones cambiarias, el
dólar paralelo se mantiene en niveles superiores a los Bs. 400. José
Rozo, economista y expresidente de la Cámara de Comercio de San
Antonio, considera que la absurda variación del tipo de cambio paralelo
obedece a una burbuja económica, “que puede explotar en cualquier
momento”, sin embargo, considerando que la demanda de la divisa
obedece a la necesidad de importaciones, o de refugio inflacionario, se
estima improbable una caída súbita en la cotización del dólar sin previo
colapso del aparataje industrial, cuyo sometimiento a estrictos
controles hacen inviable un cambio de enfoque hacia la producción”.
Control cambiario y de precios es un ancla a la producción nacional:
De acuerdo a cifras de la Confederación Venezolana de Industriales
(Conindustria), 67% de los industriales nacionales ha registrado una
contracción en su producción, mientras el 71% confirmó una
disminución en sus inventarios. Adicionalmente, Eduardo Garmendia,
presidente de Conindustria, indicó que, en promedio, el país opera al
50% de su capacidad instalada, 59% han visto caer sus ventas, y 43%
afirmó tener expectativas negativas con respecto a lo que queda del
año 2015. Tal desempeño obedece a las ineficiencias inherentes a
mecanismos de centralización económica, cuya planificación a través
de controles de precio y de cambio han probado introducir distorsiones
que van en detrimento del bienestar de los ciudadanos venezolanos.
De acuerdo a la Asociación de Procesadores de Leche (Asoprole), la
industria se encuentra en una situación crítica debido a las consideraciones
anteriores; específicamente por el rezago en el precio de la leche y falta de
envases. Edecio Pineda, presidente de la asociación, aclaró que empresas
han visto paralizada su producción por completo también debido a la
dificultad de hacerse con las divisas que permitan importar repuestos de la
maquinaria utilizada. Situación semejante registra la industria del arroz, la
cual ya se encuentra en reuniones con el ministro de Alimentación, Carlos
Osorio, y el de Agricultura, José Luís Berroterán, con el fin de ajustar los
precios máximos establecidos. Mientras tanto, la industria de licores en el
país ha visto paralizado el suministro por importadores y productores hasta
que los márgenes de ganancia y el marcaje de precios queden establecidos.
Sin embargo los licoreros tienen dudas acerca del proceder, a la vez que
han pedido la nulidad de la normativa del marcaje del P.V.P. aunque sin
haber recibido respuesta.
Estrategia de Arabia Saudita compromete operaciones petroleras en
E.E.U.U.: Para Alí al Naimi, ministro saudí del Petróleo, la estrategia liderada
por Riyahd ha empezado a dar sus frutos, estabilizando el mercado debido
a la ralentización de la oferta. La OPEP actualmente surte el 30% del crudo
mundial con una producción de 30 millones bpd, tope de producción a
discutir en la próxima reunión de la organización. Dicha dinámica del
mercado petrolero, sin embargo, ha representado un duro golpe a la
empresa petrolera estatal PDVSA, y a las finanzas públicas de Venezuela,
pues se estima que para el presente año, la empresa de hidrocarburos
presente un déficit de caja de USD 19,300 millones, de acuerdo a BancTrust.
A los inconvenientes mencionados se suma la caída de los precios del oro,
disminuyendo en consecuencia a las RRII. De acuerdo a cifras de Latinvest,
Venezuela tiene cerca de 11,6 millones onzas de oro, perdiendo por la
depreciación del oro, unos USD 600 millones.
Indicadores Económicos de Venezuela - 1 de junio de 2015
Dólar Cencoex VEF 6,3
Reservas Internacionales US$ 17.662
Dólar Sicad
VEF 12
Cesta Petrolera
Dólar Simadi
VEF 199,93 BRENT
US$ 56,73
US$ 60,88
Fuente: BCV y Banca y Negocios.
VEF
Salario Mínimo
6.761,36
Canasta Alimentaria
(INE)
Canasta Alimentaria
familiar (CENDA)
VEF 6.382,62
VEF 22.603,99
Fuente: Instituto Nacional de Estadística, Banca y Negocios.
Elaborado por
Ramón Rey González
Economista. Investigador de CEDICE.
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