Creencias erróneas sobre el adelgazamiento ¿El agua o la sal engordan? ¿Para adelgazar hay que olvidarse del pan? ¿No hay que picar entre horas?.... El adelgazamiento en un tema muy popular y está lleno de mitos. Veamos algunos de los más importantes (y a veces, incluso peligroso), que ha demostrado la ciencia. • Para adelgazar hay que hacer una sola comida al día. Falso, Hay que hacer el desayuno, comida y cena, intercalando tentempiés. • La fruta no engorda. En general engorda menos que otros alimentos, pero algunas frutas si engordan, como los hígados o plátanos. • Hay alimentos que adelgazan, porque “se comen la grasa” o porque se gasta más energía en digerirlos que la que dan. No es cierto. Todos los alimentos, aunque como se sabe, unos más y otros menos. • Las vitaminas engordan. No solo engordan por sí mismas, sino que son fundamentales para nuestra salud. Otra cosa es que un alimento con vitaminas engorde, pero no engordará por ellas, sino por su contenido en grasas, hidratos proteínas. • Para adelgazar conviene no tomar pan. No es cierto pues el pan aporta nutrientes importantes, como hidratos, fibra, proteínas y ciertos minerales. Lo que si puede ser conveniente es reducir la cantidad ingerida, pues también aporta calorías como es sabido. • Las bebidas con gas engordan. Si engordan, será por el azúcar que contienen, pero no por el gas, aunque este sí puede producir otros efectos indeseables, sobre todo en los niños, como hinchazón del estómago o flatulencia. • No se debe comer entre horas, pues una determinada ingesta a media mañana engorda más que durante la comida. Engorda lo mismo, lo que sí puede ocurrir es que escojan para “picar” productos más engordantes y menos sanos que los que se toman en la comida. • El agua engorda. Ya lo hemos tratado en otros artículos. No solo no aporta ni una sola caloría sino que es conveniente y beneficioso tomar en abundancia, al menos dos o tres litros al día. Además llena el estómago y da sensación de saciedad. Por otra parte es indiferente el momento en que se tome, y si es durante la comida o entre horas. • Si se abandona temporalmente un régimen, hay que comenzarlo de nuevo desde cero. No es cierto, pues basta con continuarlo, aunque no hay que despreciar los prejuicios producidos durante el abandono. • Sudar adelgaza. LA costumbre de hacer ejercicio con ropa que transpire poco o muy abrigados, para sudar más, es equívoca e incómoda. Se pierde más peso es cierto, pero solo de agua, que se recupera en cuanto se bebe lo necesario. • Únicamente el ejercicio realizado nos hace quemar calorías, con independencia de que se sude mucho o poco. • A partir de los 40 o 50 años es inevitable engordar. No es verdad, lo que ocurre es que baja el metabolismo, si seguimos comiendo lo mismo y además reducimos la actividad física, engordaremos inevitablemente. Por eso hay que comer en cada edad lo necesario, pero no más.