Documento 962131

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MESA 3 – Perspectivas de formación de docentes en el campo de la
educación física, el deporte y la recreación
Un debate sobre perspectivas de formación, independientemente del campo que se trate,
requiere un mínimo de historización, a la vez que implica el esfuerzo por una descripción más o
menos exhaustiva del escenario actual y sus posibilidades. Ese es el intento realizado en este breve
documento, que representa no más que un esbozo inicial, a fin de propiciar el debate referido.
Una posibilidad, tal vez la más potente, es situar la cuestión en un terreno específico: el de
las políticas educativas (o políticas en educación, más precisamente). El marco que ofrece la Ley
General de Educación (Nº 18.437) parecería obligar a este enfoque, si se comprende que la misma
trata de fines, principios, gobierno y organización institucional general, en la cual se incluyen todos
los niveles y ámbitos vinculados a la educación y/o enseñanza.
La formación de docentes se inscribe largamente en la enseñanza terciaria y/o superior del
Uruguay; ya sea en lo que se puede denominar tradición normalista o en la tradición universitaria.
La tradición normalista configurada en el siglo XIX alberga, en sentido estricto, la formación de
maestros para la educación primaria o enseñanza fundamental; se puede agregar allí, no sin
tensiones, la formación de profesores para la enseñanza media, tal y como se reformula a partir de
1949 (es decir, desde el “proyecto Grompone” que cristalizaría en el Instituto de Profesores
Artigas), cuyos prolegómenos se encuentran en la escisión establecida con la Universidad de la
República en 1935 (año de creación del ente autónomo Enseñanza Secundaria). La cooptación de la
expresión “formación docente” por parte de la tradición normalista habitualmente produce un olvido
bastante sintomático: la Universidad de la República también forma docentes, sus propios
docentes, desde mediados del siglo XIX. Este aspecto introduce un primer problema respecto del
equívoco tras el cual se funden las posibles distinciones entre “formación de docentes” y “formación
docente”. Al respecto, pueden mencionarse varios elementos con los cuales se puede precisar la
discusión, dentro de los que destacaremos sólo algunos: la fundación de la Universidad de la
República, la reforma vareliana, los postulados de Vaz Ferreira sobre la educación superior, la
fundación del Instituto de Profesores para Enseñanza Secundaria y la “ley Sanguinetti” de 1973, el
período de intervención en la dictadura cívico-militar y las últimas décadas de democracia reiniciada
en 1985.
El tema podría parecer simple, sin embargo, es harto complejo. Pensar y organizar la
enseñanza, en cualquiera de sus niveles, trasciende la dimensión administrativa. El debate sobre
políticas en educación, especialmente si se focaliza en formación de “personal especializado”
(docentes), implica cuestiones económicas, sociales, culturales, políticas, y también (o sobre todo),
cuestiones teóricas. Las investigaciones recientes y las aún en curso sobre la enseñanza superior,
aportan nuevos elementos para otra comprensión del problema, y probablemente arrojen una luz
menos tenue sobre la cuestión. En suma: se trata de la génesis del tema, un primer aspecto que
debería ser abordado para dar precisión al debate. ¿Qué significa formar docentes? ¿Qué significa
“formación docente”? ¿Qué discusiones han estado en la base de la conformación de estas
nociones en la historia de la educación uruguaya? ¿Qué aspectos se han privilegiado y cuáles se
han minimizado? Las “perspectivas” se corresponden más o menos claramente con ciertos
parámetros histórico-institucionales en los que se inscriben, y también, a la vez, en los parámetros
teóricos que las admiten. Para el caso de la educación física, el deporte y la recreación en el
Uruguay, no contamos con una historia crítica sistematizada. Sin embargo, una primera lectura, aun
como hipótesis, supone que la formación de profesores en este campo no pertenece ni a una ni a
otra tradición en sentido estricto, o bien recoge elementos de ambas (normalista y universitaria) y
las resignifica de un modo específico. Conviene recordar que, en términos de institucionalidad, la
historia del ISEF entra en un camino sinuoso en el año 2002, hasta su compleja inserción y reciente
afirmación en la UdelaR.
Un segundo aspecto a destacar es el que vincula la formación de docentes con un campo
de saber. La docencia supone educación y/o enseñanza; en cualquier caso, supone un vínculo con
un saber o campo de saberes: educación para un fin, enseñanza de un objeto. En algunos ámbitos
esto es relativamente sencillo de identificar: ya se trate de licenciados en historia (UdelaR) o
profesores de historia (IPA), el campo de saberes es claro: se trata de la historia o de las ciencias
históricas. Luego corresponde, por supuesto, establecer las continuidades y rupturas entre una y
otra formación, ya que no se trata de lo mismo.
Cuando se trata de educación física, deporte y/o recreación, no es tan sencillo identificar un
campo de saberes con su correspondiente delimitación epistémica. Al ponerse en cuestión la
tradición pragmático-instrumental, numerosas investigaciones muestran, desde hace décadas, la
dificultad para precisar estos objetos. Es relativamente fácil establecer un saber hacer; una
riquísima historia oral está por hacerse en este sentido.
Finalmente, una referencia a la situación actual. La nueva institucionalidad que propone la
Ley General de Educación, especialmente el Sistema Nacional de Educación, obliga a debates.
Algunos ya se están procesando; por ejemplo: ¿dónde se forma el “personal especializado” en
educación física, deporte y recreación? El escenario actual plantea dos ámbitos: la Universidad de la
República y el Consejo de Formación en Educación. Los próximos años demandarán sucesivos
ajustes, de modo que el diálogo entre las dos instituciones permita establecer especificidades,
énfasis y propósitos. Se trata, en cualquier caso, no solamente de una discusión sobre la formación
de profesionales para distintos ámbitos laborales, sino de los objetos que dan sustancia a la
formación, es decir, de la matriz conceptual que, en relación con un campo de saberes, se despliega
en distintas expresiones curriculares. Dado el escenario universitario que se plantea, será preciso
discutir y ensayar propuestas o programas de trabajo que articulen la investigación, la enseñanza y
la extensión.
Representantes por UdelaR a la Comisión de promoción de Educación Física, Deporte y Recreación
Lic. Cecilia Ruegger (representante docente)
Br. Inés Scarlato (representante estudiantil)
Comisión de apoyo a la delegación por UdelaR (nombrada por Comisión Directiva de ISEF)
Raumar Rodríguez
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