Apuntes sobre el Mercado de trabajo. Modelos teóricos.

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Apuntes sobre el Mercado de trabajo. Modelos teóricos.
Economía Española
Autora: Maite Martínez Granados
Prof. C. SAN JUAN
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El mercado de trabajo bajo competencia perfecta
Como en cualquier modelo con competencia perfecta, los vendedores y compradores del mercado trabajo
en el modelo de competencia perfecta toman el precio relativo del mercado, es decir, el salario real, como
un precio fijado previamente a su actuación.
Los vendedores del mercado de trabajo son los trabajadores, porque venden el servicio de trabajar a las
empresas. Los compradores del mercado de trabajo son las empresas, porque compran ese servicio. Por
eso, y siguiendo la costumbre de cualquier mercado, la oferta de trabajo agregada la componen todos los
trabajadores dispuestos a trabajar a un determinado salario real, mientras que la demanda de trabajo
agregada la componen todas las empresas dispuestas a contratar trabajadores a un determinado salario
real.
Tanto la oferta como la demanda de trabajo son relaciones, no cantidades fijas. Por ejemplo, si el salario
es muy alto, esperaríamos que muchos trabajadores estén dispuestos a vender sus servicios de trabajo. Por
el contrario, si el salario fuese bajo, el número de trabajadores sería menor. Es esta relación entre salario
real y cantidades de trabajo lo que entendemos por la oferta de trabajo. Respecto a la demanda de trabajo,
esperaríamos que cuanto mayor es el salario real la demanda de trabajo es mayor. Esta relación entre
salario real y cantidades de trabajo demandadas por las empresas es lo que entendemos por demanda de
trabajo. Es importante recordar que esta relación se determina por la productividad del trabajo para cada
nivel de contratación.
En el Gráfico 1.a representamos las curvas de demanda y de oferta agregadas en el mercado de trabajo.
Cuanto mayor es el salario real, menor es la demanda y mayor la oferta. El concepto de equilibrio es el
mismo que en el caso general de un bien cualquiera. En particular, en equilibrio los trabajadores reciben
como salario su productividad marginal. En el Gráfico 1.b se representan las curvas de demanda y oferta
para una empresa que contrata: la curva de oferta plana a que se enfrenta la empresa responde al hecho de
que dicha empresa es salario-aceptante y puede contratar tanta cantidad de trabajo como quiera al salario
vigente.
Salario
Salario
Oferta Agregada
W
W
Oferta
Demanda Agregada
L
GRAFICO 1.A
Trabajo
Demanda
Li
GRAFICO 1.B
Trabajo
Nótese que bajo el supuesto de competencia perfecta los costes salariales medios y marginales para la
empresa son los mismos y vienen representados precisamente por la curva de oferta en el gráfico 1.b.
En equilibrio, la cantidad demandada de trabajo se iguala a la cantidad ofertada de trabajo. No quedan
pues empresas sin puestos de trabajos vacíos ni trabajadores sin puestos de trabajo, no hay paro. ¿Cuál es
el supuesto fundamental que provoca la ausencia de paro en el modelo? Como en el modelo de
competencia perfecta, suponemos que si la oferta es mayor que la demanda, entonces el salario disminuye.
Esta reducción nos acerca a la situación de equilibrio porque provoca una reducción de la oferta y una
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reducción de la demanda. Es decir, en el modelo de competencia perfecta del mercado de trabajo no hay
paro porque los salarios reales son flexibles a la baja.
El mercado de trabajo bajo monopsonio
El modelo de monopsonio sirve para explicar que ocurriría si en el mercado de trabajo hubiese sólo una
empresa y muchos trabajadores. Aunque no es probable encontrar muchos ejemplos, su importancia
estriba en que expone claramente los efectos que el poder de mercado puede tener en el mercado de
trabajo.
La clave para entender el modelo de monopsonio es que mientras que los trabajadores siguen tomando los
salarios reales como dados, y por tanto hay oferta de trabajo, el empresario no lo va a hacer porque puede
observar los efectos de sus políticas de contratación en los salarios reales. En el gráfico 2 observamos que
si el empresario decide contratar L* trabajadores, deberá ofrecer el salario real w*, mientras que si quisiese
contratar Lc trabajadores, debería ofrecer el salario real wc.
Este en un punto crucial. El empresario observa que aumentar el número de trabajadores incrementa su
factura salarial por dos razones adicionales:
-debe pagar salarios más altos a los nuevos trabajadores para que ofrezcan sus servicios.
-debe pagar estos salarios más altos a los demás trabajadores, pues no puede discriminar.
En este caso, por lo tanto, los costes salariales marginales son superiores a los costes salariales medios
como muestra la Tabla 1. Recuerda que en competencia perfecta no se enfrenta a estos costes añadidos,
sino que su factura salarial aumenta por el valor del salario fijado en el mercado (los costes salariales
medios son iguales a los marginales).
TABLA 1
Unidades de Trabajo
1
2
3
4
Coste Salarial Medio
100
200
300
400
Coste Salarial Total
100
400
900
1600
Coste Salarial Marginal
100
300
500
700
El Gráfico 2 describe la determinación del salario y del empleo cuando nos encontramos en un modelo de
monopsonio. El equilibrio se encuentra en aquella cantidad de trabajo que iguala el coste marginal al
ingreso marginal, L*. El salario que es necesario pagar para conseguir esa cantidad de trabajo viene
determinado por la curva de oferta, W*.
Salario
Coste Marginal
Oferta=Coste Medio
Wc
W*
Demanda
L*
Lc
GRAFICO 2
Trabajo
Como en el modelo de competencia perfecta, la estrategia que le permite maximizar el beneficio es la de
contratar nuevos empleados siempre que la aportación de éstos en el proceso productivo sea mayor o igual
3
que su coste. A diferencia del modelo de competencia perfecta, en el monopsonio el empresario
“reconoce” los efectos de su contratación de trabajadores. Es decir, reconoce costes marginales superiores
que en el modelo de competencia perfecta y por tanto contratará a menos trabajadores y a un salario real
inferior al equilibrio en el modelo de competencia (el equilibrio en competencia viene representado por la
cantidad Lc de trabajo al salario Wc, en el Gráfico 2).
Sin embargo, al igual que en el modelo de competencia, en el monopsonio no hay paro. ¿cuál es la razón
en este caso? El empresario tiene el poder de elegir la combinación de salario real y número de
trabajadores que más le conviene en la curva de oferta de los trabajadores. No tendría sentido ofrecer un
salario que generase paro porque sería un salario por encima de la curva de oferta.
La introducción del salario mínimo
Vamos a estudiar el efecto de la introducción del salario mínimo en el modelo de competencia perfecta y
en el modelo de monopsonio.
Empecemos con el caso de competencia perfecta. Para que el salario mínimo tenga interés, es necesario
que esté por encima del salario de equilibrio. El salario mínimo normalmente se establece en términos
nominales, y por lo tanto las variaciones en los precios generan variaciones en el salario real mínimo. Sin
embargo, nosotros no vamos a estudiar la repercusión de la inflación en el efecto de un salario nominal
fijo, y simplificaremos suponiendo que no hay variación de precios. Esto a efectos prácticos es igual a
suponer que el salario nominal coincide con el real.
Cuando el gobierno establece por Ley un salario mínimo esta obligando a los empresarios a contratar a
sus trabajadores con un salario al menos igual al salario mínimo. Cuando el salario mínimo se establece
por encima del salario de equilibrio en el mercado competitivo obtenemos una situación como la
presentada en el gráfico 3.a.
Salario
Oferta Agregada
Coste Marginal
Wmin
W1
Wec
Oferta
Wec= Wmin
W0
Demanda Agregada
Ld
Lec
GRAFICO 3.A
Lo
Trabajo
Demanda
L0
GRAFICO 3.B
Lec
Trabajo
Como en el gráfico 1, tenemos una curva de oferta y una curva de demanda de trabajo, indicando que
tanto empresas como trabajadores toman los salarios como dados. En ausencia de la ley de salario
mínimo, el salario de equilibrio sería el salario observado en el mercado, es decir, el salario al que las
empresas contratarían trabajadores y el salario por el que trabajarían los trabajadores.
El punto de corte de las curvas de oferta y demanda nos determina gráficamente el salario de equilibrio y
las cantidades de trabajadores y puestos de trabajo en el mercado a ese salario. En el gráfico 3 tenemos
que el salario de equilibrio sería wec mientras que el número de trabajadores dispuestos a trabajar
coincidiría con el número de puestos de trabajo en las empresas y sería igual a Lec.
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La introducción de un salario mínimo es relevante sólo si está por encima del salario de equilibrio. ¿Por
qué? Supongamos que el gobierno dispone un salario mínimo menor que wec. Como todas las empresas
pagan un salario igual a wec, ninguna empresa estaría infringiendo la ley si continuase comportándose
como lo hacía antes de la introducción del salario mínimo y por lo tanto ninguna variaría su estrategia. Lo
mismo podríamos decir respecto a los trabajadores. Por lo tanto, no habría ningún cambio en el mercado
de trabajo y en ese sentido el salario mínimo sería completamente irrelevante.
Nos interesa por tanto el caso en el que el salario mínimo se encuentra por encima del salario de
equilibrio. Supongamos que el gobierno establece un salario mínimo igual a wmin, como en el Gráfico 3.b.
Por ser este salario superior al salario de equilibrio, las empresas ya no pueden seguir actuando como
antes y tienen que reconsiderar su actitud. Imaginemos qué ocurre el día después de que el gobierno
introduce el salario mínimo. Los empresarios no quieren ir a la cárcel y se negarán a seguir pagando el
salario inicial. Tras un período de cierta confusión, es probable que acepten pagar el salario mínimo. Sin
embargo ya no estarán dispuestos a contratar a Lec trabajadores. Como muestra la curva de demanda, al
salario w2 sólo querrán emplear a Ld trabajadores. Por su parte, los trabajadores no querrán trabajar al
salario inicial, sabiendo que es ilegal, y exigirán al menos el salario mínimo. Sin embargo, y como
muestra la curva de oferta, nuevos trabajadores estarán dispuestos a trabajar, y el número total de
trabajadores dispuestos a trabajar ascenderá a Lo.
Es decir, si el salario de mercado es el mínimo, entonces la oferta de trabajo será mayor que la demanda.
Normalmente esto provocaría una disminución del salario, pero precisamente la ley de salario mínimo
descarta esta posibilidad. Por otro lado, para cualquier salario por encima del mínimo la oferta será
también mayor que la demanda, luego el único nuevo equilibrio posible será de nuevo el salario de
equilibrio. La lección importante es que la introducción de un salario mínimo por encima del de equilibrio
en un mercado de trabajo con competencia perfecta generará sin ningún tipo de ambigüedad paro (L o-Ld)
y reducción del empleo.
Estudiemos ahora el caso de la introducción de un salario mínimo en el modelo de monopsonio (Gráfico
3.b). Recordemos que en el modelo de monopsonio el empresario contrata menos trabajadores a un salario
menor que en el equilibrio de competencia perfecta. En el Gráfico 3.b. el empresario contratará Q 0
unidades de trabajo por un salario igual a W 0. Supongamos que el gobierno fija como salario mínimo el
salario de equilibrio con competencia perfecta, Wec, es decir aquél en el que la productividad marginal del
trabajo iguala la oferta de trabajo.
Vamos a ver primero que el empresario no tiene ningún incentivo a contratar trabajadores por debajo del
nivel del equilibrio competitivo. Para esos niveles de contratación, la productividad marginal es mayor
que el salario que tiene que pagar, que es el salario mínimo. Es decir, aumentan sus beneficios si aumenta
su contratación, y por tanto nunca contratará por debajo del nivel del equilibrio competitivo.
Tampoco contratará por encima del equilibrio competitivo, porque la productividad del trabajo sería
menor que en el equilibrio competitivo, es decir, sería menor que el salario mínimo. Por tanto, la
estrategia maximizadora del empresario sería ahora contratar Lec y pagar a cada trabajador el salario
mínimo. De hecho, un salario mínimo superior a W 0 e inferior a W1, transforma a la empresa en salarioaceptante e induce a la empresa a elevar su nivel de empleo.
La lección a recordar es que en monopsonio, la introducción de un salario mínimo puede aumentar el
empleo y los salarios de los trabajadores sin que aumente el paro. ¿Es este caso interesante en la vida
real? Ya hemos argumentado que en sí el monopsonio no parece un modelo realista, sin embargo los
mismos resultados se pueden obtener cuando las empresas tienen algo de poder de mercado. Es decir, si
las empresas tienen poder de mercado, la introducción de salarios mínimos pudiera no tener efectos
negativos en el paro.
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El modelo de la NAIRU
Hemos criticado el modelo de monopsonio como un modelo poco realista, pero ¿es realista el modelo de
competencia perfecta? Algunos economistas sugieren que no lo es para el mercado de trabajo. Al menos
para las economías europeas, no parece muy adecuado suponer que tanto trabajadores como empresarios
toman los salarios como fijos. Al contrario, la negociación colectiva sobre salarios y condiciones de
empleo que todos los años tiene lugar entre empresarios y sindicatos en todos los países europeos parece
sugerir que tanto empresarios como trabajadores son muy conscientes de las repercusiones que sus
acciones conjuntas tienen en el mercado de trabajo.
Por eso parece interesante plantear un modelo donde los agentes económicos fijen los salarios. El modelo
que presentamos a continuación también supone que algunos agentes económicos fijan los precios de los
productos.
Para simplificar, supondremos:
1.
Los precios de los bienes (P) se establecen como un margen añadido de los salarios esperados (We).
Asumiremos que este margen no depende del nivel de actividad (en general se podría asumir que
aumenta con el nivel de actividad). También para simplificar asumiremos que los que fijan los
precios observan perfectamente los salarios, es decir, salarios esperados y salarios nominales
coinciden: W=We
W
P
W=W(P) de la fijación de precios
u 1
(1-u)
GRAFICO 4
El gráfico nos representa en el eje horizontal la tasa de ocupación (empleados/activos) cuando se lee hacia
la izquierda, y la tasa de paro (parados/activos) cuando se lee hacia la derecha. La línea horizontal nos
indica que los agentes que fijan los precios en la economía tienen un salario esperado que es constante con
el margen que quieren obtener y es independiente de la actividad. A partir de ahora utilizaremos la
siguiente notación:
u = tasa de desempleo
1-u = tasa de ocupación
P = nivel de precios de la economía (como margen por encima de los salarios)
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2.
Los salarios (W) se establecen como un margen sobre los precios esperados (P e). Crecen con la tasa
de empleo, de forma que cuanto mayor es la tasa de empleo, los que fijan los salarios en la economía
incrementan los salarios nominales. No es importante por el momento justificar económicamente este
supuesto. Daremos más adelante ejemplos de situaciones donde este supuesto surge como un
resultado razonable en determinados contextos. Lo importante ahora es entender las consecuencias
básicas del supuesto.
W
GRAFICO 5
W=W(Pe) de la fijación de salarios
P
Pleno Empleo
u 1
Nivel de Actividad
(1-u)
Es esencial observar que la relación representada en el gráfico esta influida por el nivel esperado de
precios, y este se determinará por la inflación esperada. Es razonable suponer que a mayor inflación
esperada mayor será el salario para cada nivel de actividad. Es decir, si los fijadores de salarios modifican
sus expectativas de inflación, esperando mayores niveles de inflación, la relación nivel de actividadsalarios fijados se moverá verticalmente hacia arriba. Es crucial por lo tanto entender cómo se forman las
expectativas de inflación.
Por simplicidad, aquí supondremos que los agentes toman como inflación esperada la inflación del
período anterior: Inflación esperada = Pe  P1  P1  P1  P2 . De este modo las sorpresas en
precios pueden verse como el cambio en la inflación:
P  Pe  P  P1  ( Pe  P1 )  P  P1
donde P-1 son los precios del período anterior
En este contexto, sería interesante plantearse que ocurre si los agentes que fijan los precios tienen las
expectativas correctas sobre la inflación. El siguiente gráfico nos refleja la interacción entre los que fijan
los salarios y los que fijan los precios. Sus decisiones sólo son compatibles en el punto de corte entre la
curva de fijación de salarios y la curva de fijación de precios. En este sentido de compatibilidad de planes
es ese punto, un equilibrio de la economía. No nos importa saber ahora mismo cómo puede la economía a
ese punto. Más adelante pondremos ejemplos concretos. Lo importante del gráfico es que muestra
claramente que la variable que se ajusta para hacer compatible todos los planes de fijación de los precios
es precisamente la tasa de paro. Además, por ser las expectativas de inflación correctas, deducimos que la
inflación es constante, y podemos llamar a la tasa de paro que acabamos de obtener la tasa de paro “con
inflación no acelerada”. Las siglas en inglés de este concepto forman la palabra NAIRU. A partir de
ahora así llamaremos a esta tasa de paro.
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W
GRAFICO 6
W(Pe=P)
P
W de la fijación de precios
(1-u*)
u
1
(1-u)
Sin embargo, no hay nada en el modelo que nos obligue a suponer que los que fijan los salarios deben
acertar en las expectativas de inflación. De hecho, podríamos por ejemplo preguntarnos qué ocurre si la
inflación esperada siempre es menor que la que finalmente tiene lugar (P e<P):
- Por una parte, los salarios para cada nivel de actividad serán menores que si la inflación
esperada es la que finalmente tiene lugar. Es decir, la curva de fijación de salarios estaría desplazada hacia
abajo, y la tasa de paro de equilibrio sería menor.
- Por otra parte, dada la formación de expectativas que hemos supuesto, estas sorpresas de
inflación sólo pueden darse con una inflación creciente. El supuesto sobre la formación de expectativas no
es esencial. La idea de fondo es que las sorpresas de inflación sólo se van a producir con inflación
creciente.
El Gráfico 7 muestra los cambios en el equilibrio producidos bien por el caso anterior, en el que la
inflación esperada siempre es menor que la que finalmente tiene lugar y los correspondientes cambios
cuando la inflación esperada es siempre mayor que la que finalmente tiene lugar. Tenemos pues que con
inflación creciente la tasa de paro es menor que la NAIRU. Se puede deducir que la tasa de paro es mayor
que la NAIRU si la inflación es decreciente. Esta relación de intercambio negativa entre variación de la
inflación y la tasa de paro se conoce como curva de Phillips (Gráfico 8), en honor del economista
británico que descubrió su presencia para datos del Reino Unido en la postguerra.
8
W
GRAFICO 7
W(Pe>P)
Pe>P
W(Pe=P)
P
Pe<P
W(Pe<P)
W de la fijación de precios
(1-u1)
(1-u*)
(1-u2) 1
u
Inflación decreciente NAIRU
P-P-1
(1-u)
Inflación creciente
GRAFICO 8
0
(1-u*)


u
1
(1-u)
Desempleo por debajo de u* implica inflación creciente
Desempleo por encima de u* implica inflación decreciente
Del modelo de la NAIRU hemos deducido:
1) que habrá tasas de paro positivas independientemente de la rigidez de los salarios reales a la
baja. De hecho en nuestro modelo la determinación de los salarios es a través del margen sobre los
precios.
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2) que puede haber un alto coste en términos de desempleo si el gobierno de una economía donde
los agentes económicos fijan precios y salarios decide reducir la inflación.
En la próxima sección vamos a dar dos ejemplos de mercados donde los supuestos de modelo de la
NAIRU son resultados del comportamiento de los agentes económicos.
Modelo de salarios de eficiencia y modelo de negociación colectiva
El modelo de salarios de eficiencia genera curvas de fijación de salarios y precios como las de la sección
anterior. ¿Cuál es el planteamiento del modelo?
Las empresas gozan de poder de mercado en el mercado de bienes, y así pueden fijar los precios de los
productos. Además, las ofertas de puestos de trabajo a los trabajadores incorporan una oferta de salario
por encima del salario que pagarían en el mercado competitivo. ¿Por qué iban a querer pagar salarios más
altos que el salario competitivo? A diferencia de la situación del monopsonio, las empresas compiten por
conseguir los trabajadores, y por tener a los trabajadores satisfechos y motivados. De alguna manera, las
empresas no pueden controlar perfectamente el esfuerzo de los trabajadores y les pagan más para que así
se esfuercen. La clave del éxito de esta estrategia consiste en la amenaza que supone para un trabajador el
perder el trabajo si el empresario descubre que no se está esforzando lo suficiente: el paro. Los pobres
desempleados son buena prueba para los trabajadores de lo afortunados que son trabajando duramente.
Para que el mecanismo funcione correctamente, los salarios deben ser más altos cuanto mayor sea la tasa
de actividad. ¿Por qué? Cuanto menor es el paro, menos preocupante es el despido para un trabajador. La
forma de compensar esta falta de incentivos que le queda al empresario es aumentando el salario, es decir,
aumentando el coste de quedar desempleado.
La estrategia de pagar altos salarios tiene otros beneficios: se reducen la posibilidad de bajas voluntarias y
los costes de reclutar nuevos trabajadores.
¿Cuál es la idea importante?: El modelo de salarios de eficiencia nos lleva a un modelo como el de la
sección anterior donde los empresarios fijan precios y salarios.
Otra posibilidad es el modelo de negociación colectiva. Supongamos una economía donde tiene lugar
negociación descentralizada bien por sectores, bien por empresas entre representantes de empresas y
representantes de trabajadores empleados.
En la negociación, el interés de los representantes de los trabajadores empleados es el obtener salarios
más altos de forma que los trabajadores no pierdan sus puestos de trabajo. Claramente, cuanto mayor es la
tasa de paro en la economía más peligrosa para los trabajadores empleados es una puja demasiado
agresiva por salarios altos.
Por otra parte, el interés de los representantes de las empresas es el de pagar los salarios más bajos
posibles.
¿Quién ganará en esta negociación? es difícil determinarlo ya que hay muchos factores:
-cuanto mayor es el poder sindical, mejor para los trabajadores empleados, peor para los
empresarios.
-cuanto menor es la competitividad en el mercado de bienes, mejor para los sindicatos.
-cuanto más intensivos son los procesos de producción en trabajo, mejor para los sindicatos.
-cuanto mayores son las prestaciones sociales, mejor para los sindicatos.
Otro factor será la tasa de paro, y claro está, cuanto mayor sea la tasa de paro peor para los sindicatos. Es
decir, los salarios se fijarán más bajos, exactamente como nuestro modelo de la sección anterior.
En todos los modelos de desempleo que hemos visto, las tasas de paro aumentan por unos factores que
pueden ser corregidos de manera que las tasas de paro se reduzcan a los niveles iniciales. Esta simetría
sin embargo no parece concordar con la experiencia del paro en Europa en los años setenta y los años
ochenta. Durante los años setenta las tasas de paro aumentaron espectacularmente en toda Europa.
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Durante los años ochenta sin embargo, las tasas de paro no descendieron a los niveles iniciales a pesar de
que hubo cambios positivos que deberían haber resuelto el problema. ¿Qué puede explicar esta
persistencia en las altas tasas de paro? Es fácil entender el concepto utilizando el modelo de negociación
colectiva. Basta considerar que puesto que los trabajadores empleados se preocupan al menos tanto por el
nivel de la tasa de paro como por su evolución. Por ejemplo, si la tasa de paro es alta pero está cayendo, la
probabilidad de quedar desempleados para estos trabajadores disminuye. Es decir, a pesar de que la tasa
de paro sea elevada, puede haber presión salarial si está bajando. En nuestro sencillo modelo esto implica
que la tasa de paro de equilibrio tiene una enorme inercia. Este fenómeno de dependencia temporal se
conoce como histéresis. La idea importante es pues que aun a pesar de tener un elevado paro, si se
producen reducciones de éste, los fijadores de precios y salarios tenderán a aceptar niveles elevados de
paro.
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