Guía para Padres: Cómo apoyar a un
adolescente con rigidez cognitiva
La rigidez cognitiva es una dificultad para adaptarse a cambios, ver distintas perspectivas o
tolerar la frustración ante lo inesperado. Esta guía ofrece estrategias prácticas para
acompañar a su hijo adolescente en el desarrollo de un pensamiento más flexible desde
casa.
1. Modelar el pensamiento flexible
- Use frases como: “Podemos ver esto de otra manera” o “También puede salir bien así”.
- Muestre cómo maneja los imprevistos de forma tranquila.
2. Validar antes de redirigir
- Evite frases como “Estás equivocado”.
- En su lugar diga: “Entiendo cómo te sientes... ¿qué otra posibilidad existe?”
3. Practicar con juegos y rutinas variables
- Juegos como Uno, Jenga, o Dixit fomentan la tolerancia al cambio.
- Modifiquen rutinas: cambien el camino a casa, el orden de actividades, etc.
4. Establecer “zonas grises”
- Ayude a su hijo a identificar que no todo es blanco o negro.
- Pregunte: “¿Cómo sería un punto medio entre ambas ideas?”
5. Reforzar la tolerancia a la frustración
- Acompañe sin sobreproteger: “Sé que no es fácil, pero puedes hacerlo.”
- Felicite cada pequeño intento de adaptación.
6. Fomentar el pensamiento alternativo
- Pregunte: “¿Qué pensaría alguien más en esta situación?” o “¿Qué consejo le darías a un
amigo?”
7. Crear rutinas con flexibilidad controlada
- Ofrezca elecciones dentro de la estructura: “¿Quieres hacer tarea antes o después de
merendar?”
8. Evitar confrontaciones innecesarias
- Si se queda en una idea fija, evite debatir: “Vamos a pensarlo juntos más tarde.”
Frases útiles para el día a día
- “Está bien cambiar de opinión.”
- “No todo tiene una sola respuesta correcta.”
- “Nos adaptamos, eso también es crecer.”
Recuerde que estos cambios requieren tiempo, paciencia y práctica constante. Su
acompañamiento es clave en este proceso.