Informe de evaluación regional sobre el riesgo de desastres en América Latina y el Caribe Recomendaciones para políticas de desarrollo sostenible Invertir en Reducción del Riesgo de Desastre para proteger y proyectar el desarrollo sostenible: más y mejores flujos financieros para la resiliencia DESCARGO DE RESPONSABILIDAD Las denominaciones empleadas y la presentación del material en esta publicación no representan la opinión de la Secretaría de la Naciones Unidas sobre la condición jurídica, las autoridades o la delimitación de las fronteras o límites de los países, territorios, ciudades o zonas aquí mencionados. Los nombres de los grupos de países que figuran en el texto y en los cuadros tienen como único objetivo la pertinencia estadística o anatlítica, y no expresan necesariamente un juicio sobre la etapa alcanzada por un país o zona en particular en el proceso de desarrollo. La mención de empresas y productos comerciales no implica la aprobación de las Naciones Unidas. Algunos derechos reservados. Esta obra está disponible bajo la licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial 3.0 IGO (CC BY-NC 3.0 IGO; https://creativecommons.org/licenses/by-nc/3.0/igo/legalcode). Bajo los términos de esta licencia, la presente obra puede ser copiada, redistribuida y adaptada para fines no comerciales, siempre y cuando se cite adecuadamente. El uso de esta obra no debe dar a entender que UNDRR respalda a alguna organización, producto o servicio específico. No se permite el uso del logotipo de UNDRR. Si se crea una traducción de esta obra, debe incluir la siguiente exención de responsabilidad: “Esta traducción no ha sido creada por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR). Por lo tanto, UNDRR no se responsabiliza ni por su contenido ni por su exactitud. Las ediciones originales en inglés y en español son las únicas autorizadas”. 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Cita: UNDRR (2024), Recomendaciones para políticas del desarrollo, Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR). 2024 OFICINA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA REDUCCIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES-OFICINA REGIONAL PARA LAS AMÉRICAS Y EL CARIBE Para más información, comuníquese con UNDRR: Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) Oficina Regional para las Américas y el Caribe, Calle Luis Bonilla 112, Ciudad del Saber, Panamá, Panamá. Tel.: +507 317-1124. 2 Informe de evaluación regional sobre el riesgo de desastres en América Latina y el Caribe Recomendaciones para políticas de desarrollo sostenible Invertir en Reducción del Riesgo de Desastre para proteger y proyectar el desarrollo sostenible: más y mejores flujos financieros para la resiliencia 3 4 Introducción Los desastres amenazan el desarrollo sostenible a nivel global. En América Latina y el Caribe, son cada vez más frecuentes y devastadores, con un aumento de hasta 38% en el número de personas afectadas por tormentas y de 19,5% afectadas por inundaciones entre 2019 y 2022 (UNDRR & OCHA, 2023). El 53 % de las pérdidas económicas mundiales por desastres ocurren en la región y 6 de los 10 países del mundo con mayores pérdidas económicas por desastres respecto al PIB están en América Latina y el Caribe. La inversión en reducción del riesgo de desastres (RRD) ha probado ser efectiva para proteger los avances del desarrollo, habilitando recursos para cerrar brechas en la implementación de la Agenda 2030. Sin embargo, el financiamiento para la RRD continúa siendo mínimo, representando únicamente el 0,92 % de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) que recibe la región. Esta baja inversión en prevención y resiliencia incrementa las vulnerabilidades y lleva a que muchos países, con grandes desafíos estructurales y estrechos márgenes fiscales, estén en un estado de continua recuperación ante desastres. Los países de la región necesitan marcos habilitadores, sistemas fiscales progresivos y transparentes para la movilización de recursos, mecanismos presupuestarios robustos e iniciativas multisectoriales para fortalecer la inversión en RRD. No se trata solo de movilizar más recursos para la RRD, sino también de asegurar que toda la inversión en desarrollo esté debidamente informada por una comprensión integral del riesgo y sus efectos cascada. En otras palabras, se trata de blindar las inversiones para el desarrollo ante el riesgo, evitando que este aumente y asegurando su contribución a la resiliencia. Al no invertir en la RRD, el mundo está deliberadamente financiando desastres futuros, puesto que resiliencia y sostenibilidad van de la mano. El segundo Reporte Regional de Evaluación del Riesgo de Desastres en América Latina y el Caribe – RAR 24, preparado por la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), propone estrategias para fortalecer la inversión y mejorar el financiamiento de la RRD. A continuación, se presentan sus principales recomendaciones para las políticas de desarrollo sostenible. Este documento constituye únicamente un resumen preliminar del RAR24, con algunos de sus principales hallazgos y conclusiones. El RAR24 en completo será publicado a finales de septiembre de 2024. 5 El impacto de los desastres está creciendo en la región. Es necesario revertir esta tendencia a través de la RRD. 1. El informe Panorama de los Desastres en América Latina y El Caribe, (UNDRR & OCHA, 2023) muestra que la región es la segunda región más propensa a desastres a nivel mundial. Entre los años 2000 y 2022, aproximadamente 190 millones de personas fueron afectadas por 1534 desastres. Los desastres afectan de manera desproporcionada a las mujeres y a las poblaciones vulnerables. Las amenazas climáticas están aumentando su frecuencia y los impactos de los desastres asociados son cada vez mayores. El informe estima que el número de personas afectadas por desastres ha aumentado entre los años 2019 y 2022, destacando un incremento de 38 % de las personas afectadas por tormentas y 19,5 % más de personas afectadas por inundaciones. Previo al impacto de los huracanes Irma y María en 2017, en la región se encontraban 6 de los 10 países con mayores pérdidas anuales relativas con respecto a su Producto Interno Bruto - PIB (UNDRR & CRED, 2017). En Dominica, por ejemplo, las pérdidas y daños por el huracán María ascendieron a 226 % del PIB. Adicionalmente, la región concentra el 5,5 % de la infraestructura expuesta a una o más amenazas a nivel global. A nivel regional se estima que las pérdidas directas esperadas por desastres en el total de su infraestructura rondan los 58 mil millones de dólares anuales (CDRI, 2023), siendo los sectores de energía, infraestructura vial y telecomunicaciones los de mayor riesgo. En cuanto a los sectores sociales, la región es la segunda con mayores pérdidas anuales relativas en infraestructura estimadas para el sector educación, solamente después del Sur de Asia, y la tercera para el sector salud, detrás del (1) Sur de Asia y (2) Europa y Asia Central (CDRI, 2023). 6 Cuadro 1. Pandemia del COVID-19: Un desastre con múltiples consecuencias América Latina y el Caribe fue una de las regiones más afectadas por el desastre global de la pandemia*. La región llegó a concentrar el 15 % de los contagios y el 28 % de las muertes a nivel mundial. Además, la pandemia dejó al descubierto las lagunas y debilidades históricas de los sistemas de salud de la región y las desigualdades sociales preexistentes. En ese sentido, las mujeres fueron particularmente afectadas, viendo incrementada la asimetría en las funciones de cuidados, lo cual, entre otras cosas, significó un retroceso de diez años respecto a la participación laboral. Los diferentes efectos económicos de la pandemia, como la caída del comercio mundial, de los precios internacionales de la producción regional y de la demanda interna de los países de la región, produjeron una contracción de 6,7 % del PIB regional, la mayor en más de cien años, afectando de manera significativa los ingresos públicos. Por su parte, el aumento sin precedentes del gasto fiscal para hacer frente a la crisis, en un marco de reducción de ingresos, vino acompañado del deterioro de los balances fiscales. El impacto económico estuvo desigualmente distribuido, produciendo el mayor aumento de la pobreza y la pobreza extrema en más de una década. Así, quedaron en evidencia las vulnerabilidades relacionadas con la urbanización deficitaria, las debilidades de los sistemas de salud, la falta de acceso a servicios básicos, entre otros factores de riesgo preexistentes en la región. Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL (2022) Los datos del informe Resiliencia de la Infraestructura Global (CDRI, 2023) estiman que el 70 % de las pérdidas anuales esperadas en infraestructura a nivel global están vinculadas a amenazas climáticas. Adicionalmente, se espera que el cambio climático influya hasta en un 6 % en el incremento de dichas pérdidas. En ese sentido, es fundamental asegurar la coherencia de las políticas y aprovechar las sinergias en las inversiones en RRD y adaptación al cambio climático. Para revertir la tendencia de los desastres, es fundamental que los Estados avancen en fortalecer la identificación de las brechas en el presupuesto destinado a RRD y su incorporación en los marcos financieros. Además, es imperativo fomentar las inversiones públicas y privadas informadas por riesgo, asegurando que las inversiones presentes no estén financiando desastres futuros; y desarrollar instrumentos y herramientas innovadoras para el financiamiento de la RRD como parte de la inversión en desarrollo sostenible. *El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres (2015-2030) comprende las epidemias y pandemias como desastres de orígen biológico conexo. 7 GRÁFICO 1. PÉRDIDAS ANUALES ESPERADAS EN SECTORES DE INFRAESTRUCTURA POR PAÍS A NIVEL GLOBAL – ABSOLUTAS (USD) Y RELATIVAS (%) Pérdida Anual Esperada (PAE) Absoluta 100,000 (en millones US$) Estados Unidos 10,000 México Canadá Chile Brasil 1,00 Perú Ecuador Guatemala Costa Rica Honduras 100 El Salvador Nicaragua 10 1 Haiti Guadalupe Bahamas Islas Caimán Barbados Aruba Islas Vírgenes Antigua y Barbuda San Cristóbal y Nieves Dominica Anguilla Belice San Vicente y las Granadinas Montserrat 0.05 0.1 0.2 0.4 0.8 1.6 3.2 PAE relativa (en%) PAE Absoluta más alta PAE Relativa más alta - sin SIDS Fuente: CDRI, 2023 8 PAE Relativa más alta - SIDS La inversión en RRD es un componente clave para el desarrollo sostenible. Sin embargo, su financiamiento es todavía insuficiente. 2. La Revisión de Medio Término del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015 - 2030, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de mayo de 2023, destaca que las inversiones en RRD siguen siendo insuficientes, resaltando la importancia de fortalecer y ampliar los mecanismos de inversión pública, privada e internacional informadas por riesgo. De manera ilustrativa, a través del análisis de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) para la región, se puede observar que el financiamiento actual para la RRD continúa siendo minoritario. Los datos muestran que únicamente el 2,5 % del financiamiento para el desarrollo se destina a la gestión del riesgo y la respuesta a desastres, donde la prevención y preparación contribuye únicamente con el 0,92 %. En ese sentido, para incrementar la inversión, es determinante considerar criterios de RRD en la toma de decisiones sobre el financiamiento para el desarrollo. Esto se puede lograr a través del uso de análisis y evaluaciones de riesgo, incluyendo mapas de riesgos o análisis de costo-beneficio, entre otras herramientas disponibles. Por ejemplo, la AOD relacionada con el medioambiente representó el 5,21 % del total recibido en la región entre los años 2005 y 2021, lo que representa una oportunidad para la RRD a través de la adaptación al cambio climático (ACC)1. 1 La RRD y la ACC son enfoques complementarios pero distintos. Mientras que la RRD se centra en reducir los impactos de eventos presentes y futuros de diversa índole, la ACC se enfoca en ajustarse a los cambios climáticos ya ocurridos o anticipados. Aunque ambas comparten el objetivo de fortalecer la resiliencia de las comunidades y los sistemas, la RRD aborda una gama más amplia de riesgos relacionados con la ocurrencia de desastres (incluidos los geofísicos, tecnológicos y biológicos, entre otros), mientras que la ACC se concentra específicamente en los múltiples impactos del cambio climático, no necesariamente limitados a aquellos relacionados con desastres. 9 La inversión prospectiva, que evita el aumento del riesgo existente y la aparición de nuevas manifestaciones, es particularmente redituable. A través de normativas para la ejecución de inversión pública, la planificación urbana y el ordenamiento territorial, y la gestión ambiental entre otros, los Estados pueden prevenir riesgos futuros de manera costo-eficiente. Por otra parte, la región requiere de un fuerte aumento en la inversión correctiva del riesgo. El valor de la infraestructura expuesta es de alrededor de 20 billones de dólares (CDRI, 2023), subrayando la necesidad de reducir el riesgo ya existente en activos, procurando resultados sistémicos que aborden las manifestaciones directas e indirectas del riesgo y las formas en que están interconectadas. Esta inversión correctiva puede llevarse a cabo por medio de medidas como el refuerzo estructural de edificaciones y la mejora de los servicios públicos para hacerlos más resilientes, en las cuales resulta estratégica la articulación del sector privado. Cuadro 2. Soluciones basadas en la naturaleza con participación del sector privado Las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) son alternativas para abordar los desafíos ambientales y climáticos de manera sostenible y efectiva, permitiendo la integración de medidas de reducción del riesgo. En Brasil, Nippon Koei LAC, miembro de la Alianza del Sector Privado para Sociedades Resilientes ante Desastres (ARISE), junto al Departamento de Aguas y Energía Eléctrica del Estado de San Pablo (DAAE), ha liderado una serie de estudios y proyectos para combatir las inundaciones en el área urbana central del municipio de Guararema. Esta iniciativa se basa en la implementación de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) para mitigar los problemas de inundaciones a través de técnicas de Desarrollo de Bajo Impacto (Low Impact Development - LID), como el sistema innovador de micro retenciones a lo largo de los cursos de agua, como alternativa a los tradicionales reservorios de detención, popularmente conocidos como piscinões. Estas intervenciones proponen la hidrología como un modelo integrador, al enfocarse en la micro gestión, controlar la fuente, utilizar métodos no estructurales y crear un paisaje multifuncional para abordar de manera efectiva los desafíos de las inundaciones en Guararema. Fuente: Nippon Koei LAC (2024) También es importante incorporar componentes de RRD en la gestión compensatoria del riesgo residual. Por ejemplo, la anticipación de 24 horas y la preparación previa a la ocurrencia de un evento a través de la disponibilidad de Sistemas de Alerta Temprana (SAT), permite reducir el impacto económico de dicho evento en aproximadamente un 30 %. Aunado a eso, combinar la gestión compensatoria con enfoques prospectivos, tiene la capacidad de proveer información relevante para reducir efectivamente el riesgo presente, así como para evitar riesgo futuro. Además, es importante tener en cuenta que, con la creciente frecuencia de fenómenos transfronterizos, se debe fortalecer la inversión a través de la acción binacional, subregional y regional. Un ejemplo de esfuerzos de este tipo es la coordinación entre Costa Rica y Panamá para mejorar los Sistemas de Alerta Temprana (SAT) y la acción anticipatoria en comunidades a ambos lados del río Sixaola. 10 GRÁFICO 2. INSTRUMENTOS DE FINANCIAMIENTO PARA LA RRD- AYUDA OFICIAL AL DESARROLLO (AOD) 1,54 % 0,92 % Emergencia y respuesta de las comunidades afectadas 0,26 % Prevención y preparación ante desastres 97,28 % Otras categorías de AOD Reconstrucción, alivio y rehabilitación Fuente: Elaboración propia 11 La inversión en RRD requiere de una gobernanza y marcos habilitadores robustos 3 Dada la naturaleza sistémica del riesgo y sus efectos en cascada, la gestión integral de la RRD demanda una estrecha articulación entre diferentes sectores y niveles gubernamentales, así como la participación activa de diversos sectores. Sin embargo, la Revisión de Medio Término del Marco de Sendai destaca que persiste la falta de coordinación entre organismos de RRD, ministerios competentes y políticas, lo que obstaculiza la eficacia de las inversiones en RRD. Resulta fundamental adoptar un enfoque común y coordinado, que involucre a todos los actores pertinentes, poniendo especial énfasis en la participación de las poblaciones más vulnerables y el fortalecimiento del enfoque interseccional de la RRD. De esta manera, se fortalece el impacto de la inversión en RRD y su contribución a la reducción de las desigualdades. La gobernanza de la RRD requiere de marcos habilitadores como leyes, políticas y planes específicos de desarrollo sectorial y territorial, así como el diseño de mecanismos de articulación multisectorial a través de Sistemas de Reducción del Riesgo de Desastres, incluyendo mecanismos de rendición de cuentas. Cuadro 3. Marcos habilitadores para la RRD en Colombia En el caso de Colombia, la gestión del riesgo de desastres se integra en el ordenamiento territorial mediante la Ley 1523, que incluye herramientas de planificación y planes territoriales de gestión de riesgo. Por su parte, el sistema de ordenamiento territorial está compuesto por varias entidades que incluyen el Departamento Nacional de Planeación, los Ministerios de Interior, Ambiente y Desarrollo Sostenible y Vivienda, Ciudad y Territorio, entre otros; así como la participación multinivel a través de representantes de departamentos, áreas metropolitanas, municipios y distritos. Los esfuerzos anteriores se complementan con el Plan Nacional de Gestión de Riesgos: Una estrategia de desarrollo 2015-2025 que, a su vez, establece mecanismos de desarrollo territorial, sectorial y ambiental para evitar la construcción de nuevas dimensiones del riesgo. 12 Fuente: Elaboración propia A través del Índice de Gobernabilidad y Políticas Públicas de Gestión de Riesgo de Desastres (iGOPP) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se evalúa periódicamente la existencia de condiciones normativas, políticas, técnicas, financieras, entre otras, para la gobernabilidad de la gestión del riesgo de desastre en la región. Con los datos disponibles al momento de esta publicación, la región muestra una puntuación promedio de 32,70 sobre 100, colocándose en un nivel de clasificación “incipiente”. Esto indica la necesidad de fortalecer y consolidar la gobernabilidad, especialmente en aspectos relacionados con conocimiento y reducción del riesgo. Los países con menores resultados se encuentran en el Caribe. La inversión en marcos habilitadores para la RRD es un elemento fundamental tanto para canalizar más y mejor financiamiento, como para establecer las condiciones de una acción eficaz a lo largo de la planificación, gestión, monitoreo y evaluación de la inversión para el desarrollo sostenible. Estos marcos habilitadores deben incorporar las necesidades de las poblaciones vulnerables y el enfoque de género, en reconocimiento de la distribución desigual del riesgo. Por ejemplo, en la Ley de Gestión del Riesgo de Desastres de Bahamas se adoptan estándares humanitarios que consideran las necesidades de los grupos vulnerables en función de género, edad, discapacidad, pobreza o desplazamiento (Escovar & Balduzzi, 2024). GRÁFICO 3. RESULTADOS POR PAÍS DEL INDICE DE GOBERNABILIDAD Y POLÍTICAS PÚBLICAS EN GESTIÓN DE RIESGO DE DESASTRES (iGOPP) 70 60 50 40 Promedio: 32.70 30 20 10 0 s ca o ua á y rú a as os ce ia sil le í ia ca lica a m dy la or or la a ay tin am ad eli oliv Bra Chi mb Ri púbican ad ad ma yan ait dura ai éxic rag nam gua Pe rina nidabago gu ue n z H u B v i b a m u e a e u o l B r t R in c l n a M ica Pa ar a t G ge Bah Bar ne Su T To Ur Co Cos Dom E l S Gua P Ho J Ar N Ve E iGOPP: 29.10 17.44 20.68 11.82 34.54 34.1131.94 58.01 54.52 31.59 50.56 42.47 38.11 12.08 8.53 38.47 24.94 63.26 49.42 42.63 28.86 51.85 5.59 11.53 29.81 37.09 año: (2018) (2017) (2018) (2018) (2014) (2016) (2020) (2013) (2019) (2022) (2016) (2016) (2021) (2017) (2013) (2021) (2018) (2013) (2016) (2021) (2016) (2013) (2018) (2017) (2019) (2015) Rango de iGOPP 0% (minimo) a 100% (maximo) 91-100% Sobresaliente 71-90% Notable 41-70% Apreciable 21-40% Incipiente 0-20% Bajo Fuente: BID, 2024 (Con los últimos datos disponibles para cada país) https://riskmonitor.iadb.org/es 13 Existen oportunidades para incrementar el financiamiento para la RRD. Los Estados deben diseñar estrategias adaptadas a los contextos locales. 4. Una estrategia financiera para la inversión en RRD requiere de la combinación de instrumentos que optimicen las inversiones prospectivas y correctivas, para reducir el riesgo existente y futuro, así como compensatorias, para la gestión del riesgo residual. La configuración de una estrategia financiera requiere de una cuidadosa selección de instrumentos que se adapten al contexto específico de cada país. Sin embargo, desde una perspectiva regional, es posible observar una marcada preferencia por instrumentos que facilitan el acceso a recursos para la respuesta posdesastre, en detrimento de la aplicación de instrumentos financieros destinados a incrementar el flujo de recursos para inversiones prospectivas y correctivas. Dada la costo-efectividad de las inversiones en RRD, es crucial diseñar estrategias que permitan corregir este desequilibrio para priorizar la implementación de medidas preventivas y de mitigación. Las estrategias financieras se basan en el conocimiento y la comprensión del riesgo. Por ejemplo, a través del uso de información sobre recurrencia de amenazas, niveles de exposición, análisis de costo de intervenciones, entre otras, las entidades encargadas de la planificación y gestión financiera pueden fortalecer la comprensión del panorama económico del riesgo e identificar requerimientos financieros apropiados. El financiamiento a través de los sistemas de inversión pública, haciendo uso de partidas presupuestarias específicas, fondos dedicados y presupuestos especiales para proyectos estratégicos, entre otros, debe ser el componente más relevante para la canalización de recursos hacia la RRD a nivel territorial. En ese sentido, una articulación multinivel, que reconozca la importancia de los gobiernos subnacionales y locales, es altamente relevante para la arquitectura de los flujos financieros destinados a la RRD. Los instrumentos para retener, diferir y transferir el riesgo juegan un papel importante en las estrategias de protección financiera de los países, aunque se destinan principalmente a financiamiento posdesastre. A través de préstamos contingentes, seguros paramétricos y otras medidas similares, los países fortalecen la resiliencia de las finanzas públicas. En algunos casos, este tipo de instrumentos viene acompañado de recursos de asistencia técnica para fortalecer la RRD a través del desarrollo de políticas, planes o estrategias a nivel nacional y local. 14 Cuadro 4. Estrategia de protección financiera de Panamá A través de la Dirección de Inversiones, Concesiones y Riesgos del Estado (DICRE) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de Panamá, se ha estructurado un Marco Estratégico de Gestión Financiera de Riesgo de Desastre. La estrategia se cimenta en el Fondo de Ahorros de Panamá e incluye la adquisición de seguros paramétricos a través del Caribbean Catastrophe Risk Insurance Facility (CCRIF), con una cobertura de aproximadamente 60 millones de dólares para exceso de lluvias y terremotos. Además, el país cuenta con acceso a créditos contingentes del Banco Mundial (BM), a través del Catastrophe Deferred Drawdown Option (Cat-DDO), y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través del Contingent Credit Facility (CCF), por 400 y 100 millones de dólares, respectivamente. En suma, Panamá cuenta con una protección financiera de aproximadamente 560 millones de dólares. Un monto que se encuentra dentro del rango establecido por el Marco Estratégico de Gestión Financiera de Riesgo de Desastres, que estima una necesidad de cobertura de entre el 0,5 % y 1,5 % del PIB. Fuente: DICRE (2024) El acceso recurrente a estos instrumentos depende de la mejora continua del conocimiento del riesgo, la existencia y actualización de condiciones normativas y de políticas públicas relacionadas con la reducción de riesgo. Así como de la mejora de los procesos de planificación y la incorporación progresiva de herramientas para la gestión financiera de la RRD, entre otras iniciativas que permiten fortalecer la RRD y la resiliencia financiera de los países. Además de sus propios instrumentos, las entidades multilaterales y algunos organismos internacionales también apoyan a los países para acceder a recursos de fondos globales para invertir en RRD. Por ejemplo, a través del Banco de Desarrollo de América Latina – CAF, Ecuador ha tenido acceso a financiamiento por aproximadamente 65 millones dólares por parte del Fondo Verde para el Clima (GCF, por sus siglas en inglés), entre créditos y fondos no reembolsables. Estos recursos están destinados a iniciativas de reducción del riesgo relacionado con el cambio climático en las comunidades y ecosistemas de las Islas Galápagos. Este financiamiento representa el 56 % del costo total del proyecto. Por otra parte, existen cada vez más instrumentos financieros para incrementar la participación de capital privado en la RRD. En cuanto al sector privado, el crecimiento de bonos temáticos es una oportunidad para iniciativas de financiamiento mixto, por ejemplo, a través de la estructuración de bonos de resiliencia. Asimismo, los hogares, comunidades e individuos también canalizan financiamiento que apoya a la RRD, a través de las remesas o iniciativas de financiamiento social (por ejemplo, crowdfunding), que facilitan procesos de inversión en reducción social del riesgo. 15 Protección social adaptativa Rehabilitación, recuperación, reconstrución, resiliencia (Build back better, correctiva y prospectivamente) Respuesta humanitaria Alerta temprana y acción anticipatoria Mejoras y fortalecimiento de los medios de vida Adapatación al cambio climático, relacionado con eventos extremos hasta extensivos Soluciones basadas en la naturaleza Obras de ingeniería que disminuyan la exposición de activos y población, medios de vida e infraestructuras, a amenazas de diversa naturaleza Reforzar o restructurar edificios e infraestructuras Reubicar asentamientos humanos o comunidades Adapatación al cambio climático, acciones que prevén amenazas y cambios a futuro Fortalecimiento y aumento en la resiliencia de medios de vida, y oferta de servicios básicos particularmente para los más vulnerados y vulnerables Mitigación del cambio climático Gestión y conservación ambiental-natural Planificación territorial y del uso del suelo acompañado por normas constructivas conscientes de los niveles diferenciados de amenaza existente en el territorio Normas para la ejecución de la inversión pública (Sistemas Nacionales de inversión Publica) Inversión en infraestructura Ingresos propios (tributario y no tributario) Deuda Captura de plusvalía Fondo de Reserva FUENTES INTERNAS Transferencia (gob locales) Asistencia oficial para el desarrolllo Fondos globales Fondos fiduciarios de los bancos multilaterales de desarrollo Instituciones finacieras bilaterales Instrumentos de deuda FUENTES EXTERNAS Fuente: Elaboración propia Bonos Producto de mejora del crédito Seguros (mecanismos de transferencia de riesgo) Asociaciones público-privadas Privatización o liquidación en asociaciones público-privadas La financiación combinada financiación colectiva, agregación y titulación FUENTES PRIVADAS GRÁFICO 4. COMPONENTES DE LA RRD, TIPOS DE ACCIÓN E INSTRUMENTOS PARA EL FINANCIAMIENTO Nota: Los colores claros están asociados principalmente con los impactos indirectos, con un uso condicionado, o en un uso reducido de la medida. Compensatoria Correctiva Prospectiva 16 Remesas La región requiere de un impulso significativo en el registro, monitoreo y evaluación del financiamiento para la RRD, para priorizar inversiones resilientes en el desarrollo sostenible. 5. Existen importantes déficits para el análisis comparativo, temporal y espacial del financiamiento y las inversiones de RRD. Los principales desafíos se relacionan con la existencia de definiciones diferentes o imprecisas de los conceptos clave en la RRD, la agrupación de diversas acciones bajo una única categoría genérica de inversión, la carencia de sistemas de clasificación y/o etiquetado en el ámbito de las acciones e inversiones públicas a nivel local, nacional e internacional y la ausencia de un vínculo entre las inversiones en RRD y aquellas orientadas a reducir las brechas de género y otras desigualdades. Es frecuente que los beneficios de las inversiones en RRD no lleguen a las mujeres ni a las poblaciones vulnerables. Por ello, es imprescindible incorporar perspectivas de género y enfoques interseccionales en la gestión de inversiones. Según los datos del Informe del Secretario General de la ONU sobre los avances hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ONU-Mujeres, 2023), solamente el 13 % de los países de la región cuenta con sistemas para el monitoreo de presupuesto para la igualdad de género. La categorización presupuestaria en función del género y del riesgo permite identificar brechas y prioridades para que las inversiones en RRD contribuyan a la reducción de las desigualdades, el aumento de la inclusión y a no dejar a nadie atrás. Por otro lado, todavía predominan los enfoques de inversión que hacen énfasis en los costos económicos de corto y mediano plazo. Es importante incorporar una visión de largo plazo que considere la RRD como una inversión costoefectiva, capaz de habilitar la maximización del triple dividendo de resiliencia, generando cobeneficios económicos, ambientales y sociales. Aunque existen experiencias significativas, el desarrollo de metodologías de análisis sistémicos del riesgo y sus efectos en cascada es todavía incipiente. La comprensión de los impactos territoriales, sectoriales, ambientales y económicos es todavía insuficiente y, aun en los casos en los que está disponible, su utilización efectiva para informar inversiones continúa siendo un desafío para la gestión integral de la RRD. La institucionalización y mejora continua de los sistemas de planeación, gestión, monitoreo y evaluación de la inversión informada por riesgo permite canalizar más y mejor financiamiento para la RRD. 17 Cuadro 5. Normativas e instrumentos para la gestión de inversiones en RRD Guatemala ha realizado importantes avances respecto al fortalecimiento en la gestión de inversión para la RRD. La Política Nacional para la Reducción del Riesgo en Guatemala 2024-2034 (PNRRD) provee un marco estratégico que, entre sus ejes, establece la inversión en reducción de vulnerabilidades con enfoque de Gestión Integral de la Reducción del Riesgo de Desastres (GIRRD), destacando herramientas como el Análisis de Gestión de Riesgo en la Inversión Pública (AGRIP), las Normas de Reducción de Riesgo de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), entre otras. En cuanto a mejorar el financiamiento para la RRD, el país cuenta con una Estrategia Financiera ante el Riesgo de Desastres. Entre otras iniciativas, esta incorpora la articulación entre el Ministerio de Finanzas Públicas (MEF), CONRED, Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN), para fortalecer el clasificador de Gestión de Riesgo en la gestión presupuestaria, mejorando la planeación, monitoreo, evaluación y rendición de cuentas relacionadas con el financiamiento para la RRD. Es importante mencionar que el clasificador de Gestión de Riesgo forma parte del grupo de Clasificadores Temáticos que, entre otros, incluye los clasificadores Pueblos Indígenas, Niñez, Juventud y Género. Desde una perspectiva geográfica más amplia del riesgo, es importante continuar fortaleciendo la gestión de inversiones a través de estrategias conjuntas entre países y de acción subregional y regional. Se trata de una oportunidad para mejorar y aumentar el acceso al financiamiento a través de la construcción de sinergias. En ese sentido, es recomendable establecer un sistema de registro estandarizado que cuente con el consenso de países y gobiernos. Este debe basarse en criterios, definiciones y categorías comunes, alineadas con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres y las recomendaciones del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), sobre las cuales se han desarrollado metodologías para la gestión presupuestaria de RRD, a fin de garantizar mayor coherencia y comparabilidad a nivel internacional, nacional y local en el ámbito de RRD y su contribución al desarrollo sostenible. 18 Referencias Banco Interamericano de Desarrollo - BID (2024). RISKMONITOR – Índice de Gobernabilidad y Políticas Públicas en Gestión de Riesgo de Desastres (iGOPP). Consultado en Marzo de 2024. Disponible en: https://riskmonitor.iadb.org/es Coalition for Disaster Resilient Infrastructure – CDRI (2023). Global Infrastructure Resilience: Capturing the resilience dividend. Disponible en: https://www.cdri.world/gir CEPAL (2022). Los impactos sociodemográficos de la pandemia de COVID-19 en América Latina y el Caribe. Disponible en: https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/ee93d909-bcfa4799-b04b-ff322e8b2ea7/content Dirección de Inversiones, Concesiones y Riesgos del Estado del Ministerio de Economía y Finanzas del Gobierno de Panamá -DICRE (2024). Instrumentos de Gestión del Riesgo Escovar, María Alejandra y Balduzzi, Soledad (2024). 8M: El impacto desigual de los desastres en las mujeres. Disponible en: https://blogs.iadb.org/sostenibilidad/es/8m-el-impacto-desigual-de-losdesastres-en-las-mujeres/ Nippon Koei LAC(2024). Soluciones basadas en la naturaleza con participación del sector privado [virtual]. ONU-Mujeres (2023). Presupuestos con Enfoque de Género. Disponible en: https://lac.unwomen. org/es/presupuestos-con-enfoque-de-genero UNDRR y OCHA (2023). Panorama de los desastres en América Latina y el Caribe 2000-2022. Disponible en https://www.undrr.org/media/89902/download?startDownload=true UNDRR y Centre for Research on Epidemiology of Disasters - CRED (2017). Pérdidas económicas, pobreza y desastres 1998-2017. Disponible en https://eird.org/americas/docs/perdidaseconomicas-pobreza-y-desatres.pdf 20