Subido por Alejandro Altamar

Triada de Kaufman en estudiantes masculinos: estudio en El Bosque

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La influencia y la presencia de el tercer punto de la triada de kaufman en la población
masculina estudiantil de la Universidad del Bosque
La masculinidad según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México “se
define como el conjunto de atributos, valores, comportamientos y conductas que son
característicos del hombre en una sociedad determinada.” Este es un tema poco abordado hoy
en día ya que el contexto social ha impuesto bastantes tabúes y restricciones sobre las mismas,
sin embargo, esto no significa que no sea una temática de interés para la investigación
psicológica. Uno de los principales exponentes en cuestiones de masculinidad e igualdad de
género es Michael Kaufman, un autor y teórico canadiense quien propuso la teoría de “La triada
de Kaufman”, cuyo tercer punto será el centro de esta investigación.
Los hombres en la cultura de Occidente están condicionados a actuar de una manera
muy específica. Dependiendo de la edad, el contexto social y el entorno, los hombres viven una
presión constante para actuar de una manera fría, metódica y fuerte en la que las emociones y
los sentimientos no pueden mezclarse con ningún aspecto de la vida, priorizando el no sentir y
el actuar más para evitar parecer afeminados, blandos o sin capacidades de autocontrol.
En el caso de los hombres universitarios, es relevante la importancia de que acepten el
rol que van a tener en la sociedad, en el que se les alienta a ser competentes en todas las áreas
de la vida que realicen. De esta forma, se tiende a realizar la vida académica a través de un
lente bastante concreto. Por estas razones, la salud mental masculina suele ser descuidada y,
ante la falta de cultura de la expresividad, los estudiantes presentan dificultades para expresar
emociones subyacentes a la depresión, el cansancio, la ansiedad o la confusión.
Los hombres abordan la propia salud mental de una manera íntima, por lo que es común
que muchos de ellos se encuentren en situaciones de vida delicadas y nadie tenga conocimiento
de esto, ya sea por la vergüenza de mostrarse como personas no capacitadas para sobrellevar
la vida. La presión genera que nieguen estas emociones, para enfocarse en lo que la sociedad
espera de ellos. A causa de esto, la violencia suele ser tomada como un medio de expulsión de
la congestión mental y psicológica que el hombre experimenta por dentro, lejos del lente social
y cultural.
El objetivo principal de la investigación es ver que tan presente se encuentra el
fenómeno del tercer punto del planteamiento del autor ya mencionado en la población
estudiantil masculina de la Universidad El Bosque. Esto nos ayudará a entender si es algo
habitual en el contexto y si es así en futuras investigaciones proponer algún método para evitar
la violencia hacía los mismos sujetos.
La triada de Kaufman consiste en una serie de patrones que provocan la violencia y la
jerarquía de los hombres hacia distintas partes de la población, la primera es hacia la mujer, las
niñas y los niños mediante factores como el abuso de drogas, las infecciones de transmisión
sexual, la falta de responsabilidad en la paternidad y/o labores domésticas, hasta los embarazos
impuestos. El segundo punto se focaliza hacia los hombres, y se manifiesta en accidentes,
homicidios y otros tipos de violencia, así mismo mediante la transmisión de VIH/sida.
Por ultimo, el tercer punto, esta dirigido hacia si mismos, por medio del suicidio, la
depresión, adicciones como el alcoholismo y enfermedades psicosomáticas (Keijzer,2022). En
esta última parte de la teoría será en la que se indagará, en la que se presenta la violencia de los
hombres hacía ellos mismos, siendo esta en su mayoría emocional, lo que termina en la
afectación de su salud mental (Kaufman, 1999).
Este tercer punto se puede ver en conductas como:
Negligencia de la salud física y mental: El hombre empieza a descuidar su salud física
y mental por seguir estándares de vida estrictos en los que no se les permite dedicarse el tiempo
necesario para recuperar energías a menos que le rindan cuentas a la sociedad, en donde debe
demostrar que es fuerte y siga unos estándares masculinos bastante grandes que manifiestan
una obsesión por el éxito absoluto en todas las áreas de la vida.
Tasas más altas de suicidio: La presión masculina suele ser recurrente desde los
primeros años de vida, en los que al hombre se le incita y se le obliga a cumplir con distintos
estándares bastante marcados. Los hombres que sean vulnerables y tengan tendencia al fracaso,
vivirán la culpa de no ser lo que la sociedad espera que sean y, de esta forma, generan un
descuido de sí mismos y mayor será su probabilidad de pensar que no tiene ninguna
importancia que estén vivos.
Supresión emocional: Es cuando el hombre evita a toda costa pensar o reflexionar
acerca de sus sentimientos, experiencias, problemas, etc. A los hombres de la modernidad se
les incita a vivir muy en el ahora y a aspirar a tener éxito en el futuro, por lo que el hecho de
parar un momento suele ser visto como una pérdida de tiempo o algo típicamente femenino.
Siendo los medios de evitación una forma de fortalecerse y seguir el camino impuesto.
Comportamientos de alto riesgo: El hombre suele ser criado en un ambiente donde se
le incita a experimentar cada vez más, donde "no pasa nada" y en el que la cobardía es
comparada con el nivel de la propia hombría. En estos casos, los hombres constantemente están
arriesgando la vida sin saberlo, ya sea por presión social o influencia del entorno. Lo que genera
mayores probabilidades para que ocurran eventos problemáticos a nivel físico, sexual, mental
o psicológico.
Abuso de sustancias: En el caso de los hombres jóvenes y, en general, en las nuevas
generaciones, suelen encontrarse modas y formas de alcanzar un estatus social por medio de
ciertos tipos de escapismo. Las sustancias son utilizadas como un medio de entretenimiento y
amplitud social, lo que, a largo plazo y dependiendo de la frecuencia de la dosis que consuma
el sujeto, presentará mayor riesgo de habituarse a una adicción o presentará problemas en su
propia vida ante el desencadenante de la misma sustancia.
"Los hombres tienen la creencia de que no necesitan apoyo emocional, siendo este un
comportamiento común entre ellos. Esto significa que suelen buscarlo en las mujeres, quienes,
para los hombres, brindan la conexión que necesitan" (McKenzie et al., 2018).
Ya indagando más en la propuesta de Kaufman podemos comenzar en cómo el autor
seccionó la triada, esta se se encuentra dividida en 7 puntos, el las relata como las P´s, cada una
de ellas explica un factor distinto de la triada, estas se terminan uniendo entre ellas completando
la teoría. En las que haremos un enfoque serán las últimas 2, osea las 6 y 7 P´s. En la sexta se
menciona el cómo los hombres reprimen sus emociones a lo largo de su vida, comenzando por
el cómo son criados, un ejemplo de esto el cómo se les enseña la costumbre como ignorar el
dolor y no llorar, con el argumento de que son acciones femeninas que afectan su masculinidad.
Lo que da como resultado la supresión de sus emociones y sus mecanismos de supervivencia,
lo que genera una falla en la forma de expresar sus emociones, en especial cuando se les pone
en situaciones donde su seguridad y autoridad se ve afectada (Kaufman, 1999).
Los hombres atraviesan una serie de sentimientos de confusión y presión a lo largo de
su vida y, con el tiempo, comienzan a experimentar la creencia de que la única manera de
canalizar la frustración que sienten hacia el entorno y hacia sí mismos es a través de la ira. La
violencia se convierte en una norma cultural que representa la supervivencia masculina, lo que
significa que empieza a evidenciarse una habituación a presenciar brutalidad, agresividad y
hostigamiento durante su vida. Esto implica que, debido a estos estímulos recurrentes, el
hombre comience a tomar la violencia como parte de su conducta.
El séptimo punto propone que los hombres que ejercen violencia suelen haber
presenciado episodios de maltrato intrafamiliar hacia sus madres. En este sentido, muchos
sienten repulsión hacia el comportamiento del padre hacia la madre y evitan imitarlo; sin
embargo, debido a la habituación, se acostumbran a la violencia y aprenden a ejercerla con
futuras parejas, lo que posteriormente les genera culpa consigo mismos. La violencia se utiliza
como una manera de manejar el entorno y recibir una respuesta del otro. De esta forma, este
comportamiento negativo es visto como una normalidad. En los casos de hombres violentos,
suelen ser aquellos que vivieron experiencias de violencia en su propio hogar, quienes tendrán
mayores probabilidades de repetir este patrón. El entorno agresivo que experimentan muchos
hombres, donde los abusos, el maltrato y el miedo son recurrentes, genera que entre ellos
también empiecen a desarrollar violencia hacia sí mismos, lo que termina convirtiéndose en un
patrón autodestructivo.
Al tener estos puntos claros puede ser un fenómeno que se pueda encontrar dentro de
la población estudiantil masculina de la Universidad El Bosque, gracias al contexto en el que
se encuentra el grupo de estudio. Cabe recalcar que no se puede generalizar esta teoría a nivel
global, por la sencilla razón de que las culturas y costumbres no son iguales. No es lo mismo
comparar la situación de violencia femenina de Occidente en donde a pesar de que se ha
alivianado la situación sigue existiendo esta problemática, a comparación de Oriente, en donde
se puede apedrear una mujer hasta la muerte por cosas tan ínfimas como no llevar el velo puesto
(Kaufman, 1999). Por esto se debe de localizar en donde se va a realizar la investigación. Esta
se ha decidido hacerla bajo el contexto occidental, ya que se va a realizar con el grupo ya
mencionado, específicamente este se encuentra ubicada en Bogotá-Colombia, lo que significa
que se hará bajo el contexto latinoamericano, lo cual permite tener un campo de estudio
específico para poder realizarlo y analizar este rasgo.
La experiencia masculina hace parte de un constructo social que, dependiendo del
entorno donde esté presente el individuo, va a tener una repercusión en la forma de actuar,
pensar y razonar. El hombre ha tenido una tendencia a la violencia. A nivel occidental, aunque
ha habido avances, sigue presentándose esta problemática. En el contexto universitario de la
Universidad El Bosque, la población masculina está bastante diversificada, lo que significa que
la noción masculina del mundo va a estar influenciada por los compañeros que rodean al
hombre, la familia y la sociedad, que, dependiendo de una estructura cultural, va a tener mayor
o menor grado una relación con la violencia, siendo vista como una opción en cuanto a una
manera de reaccionar contra la represión interna y el comportamiento autoinfligido.
Preguntas:
¿Qué impacto tiene el tercer punto de la triada de Kaufman en los estudiantes masculinos de la
Universidad El Bosque
¿Cómo influye el tercer punto de la triada de Kaufman en el desempeño y habilidades
académicas en los estudiantes masculinos en la Universidad El Bosque?
¿Cómo se ve afectada la salud mental de los estudiantes masculinos de la Universidad el
Bosque según el tercer punto de la triada de Kaufman?
Referencias:
Comisión Nacional de los Derechos Humanos. (Julio, 2018). Respeto a las diferentes
masculinidades. Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México.
https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/doc/Programas/Ninez_familia/Material/triprespeto-dif-masculinidades.pdf
McKenzie, S. K., Collings, S., Jenkin, G., & River, J. (2018). Masculinity, social
connectedness, and mental health: Men’s diverse patterns of practice. American Journal
of Men's Health, 12(5), 1247-1261. https://doi.org/10.1177/1557988318772732
https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/doc/Programas/Ninez_familia/Material/tri
p-respeto-dif-masculinidades.pdf
Kaufman, M.(1999). Las siete P’s de la violencia de los hombres. Michaelkaufman.
https://www.michaelkaufman.com/wp-content/uploads/2009/01/kaufman-lassiete-ps-de-la-violencia-de-los-hombres-spanish.pdf
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