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Haceldama - José Meseguer y Costa

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Tabla.6.7.
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HACELDANIA.
CAMPO DE SANGRE,
LA MASONERIA A FINES DEL SIGLO XIX
POR EL
Ilmo. r. Obispo de Lêrida,
ZN LA CUARZSMA DZ 1899.
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IMPIRENITA IDE TIMOTEO SUSANY.
BLONDEL, 7, BAJOS.-1899.
Nos Dr. D. Josó Meseguer y Costa, por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de Lerida, etc. etc. Esta Carta Pastoral se leerá al pueblo, en los domingos
inmediatos á su recibo, y se repartirá por los Sres. Párrocos
y demás encargados del servicio Parroquial, á las Autoridades y personas á quienes se acostumbra, A cuyo efecto se
remite suficiente número de ejemplares de la tirada que se
hace aparte del BOLETIN.
En la capital si no se termina el t er dia, se leerá el último
párrafo, encargando mucho la asistencia al via-crucis.
Al Venerable Dean y Cabildo de nuestra S. I. C., Clero,
Autoridades, Comunidades Reliyiosas y fieles todos
del Obispado, salud y gracia en N. S. J. C.
Haceldama, hoc est, a. ger sanguinis.
Haceldama, esto es, campo de sangre.
Math. XXVII. 8.
L evangelio de S. Mateo Venerables Hermanos y ama-
dos Hijos, nos ofrece un pasaje muy adecuado para
la meditacion, en el santo tiempo de Cuaresma. Es el que
refiere con elocuente sencillez, el conciliábulo contra el
divino Redentor, la traicion de Judas, y la inconstancia de
Pilatos: tres misterios de iniquidad que prueban hasta donde puede llegar el corazon humano, cuando se deja arrastrar
de la pasion. Vamos pues á estudiarlos y desarrollándolos
brevemente, descubriremos importantes aplicaciones para
nuestra espiritual enseñanza, y para esplicar los fenómenos
calamitosos que cual terrible plaga afligen a nuestra amada
Patria. Ante todo leamos el sagrado texto:
«Los principes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo, formaron conciliábulo contra Jesús, para hacerle morir.
Judas, uno de los doce Apóstoles fué a verse con ellos y les
dijo: ?;que quereis darme y yo le pondré en vuestras manos?
-- 4 —
— —
Y se convinieron con el en darle treinta monedas de plata, y
desde entonces andaba buscando coyuntura fo.vorable para
hacer la traicion. Venida la mañana, todos los príncipes de
los sacerdotes y los ancianos del pueblo, tuvieron consejo
contra Jesus para hacerle morir, y declarándole reo de muerte, le condujeron atado y entregaron al Presidente ó Gobernador Poncio Pilatos. Entonces Judas, el que le babia entregado, viendo à Jesús sentenciado, arrepentido de lo hecho, restituyó las treinta monedas de plata a los príncipes de los sacerdotes y 6 los ancianos, diciendo: yo he pecado, pues he
vendido la sangre inocente, A lo que dijeron ellos: ¿A nosotros que nos importa allá te las hayas. Mas él, arrojando el
dinero en el Templo, se fuó y echándose un lazo se ahorcó.
Pero los príncipes de los sacerdotes, recogidas las monedas,
dijeron: no nos es lícito meterlas en el tesoro siendo como
son precio de sangre. Y habiendolo tratado en consejo, compraron con ellas el campo de un alfarero, para sepultura de
los extranjeros, por lo cual se llamó dicho campo Haceldama, esto es, campo de sangre, y así se llama hoy dia.» (1)
Ciego está quien no ve en este relato claramente presagiado, lo que sucede en la última edad del siglo, que
marca sus pasos nor el camino del tiempo, con un reguero de sangre. Haceldama, es la clave para descifrar las
maquinaciones inícuas, el triple misterio de iniquidad obra
exclusiva de la masonería, cuya vida es la artera conspiraclon, sus planes vender traidoramente al Justo, y su objeto
final, llevarlo á la muerte. La masonería. fue indudablemente
presagiada en el conciliábulo contra Jesús, modelada en la
traicion de Judas, y completada en la sentencia de Pila tos.
Traduciendo esto al lenguaje de la historia, leemos en el
conciliábulo la universal con,.spiracion contra la Iglesia de J. C.
en la traicion, la apostasia casi general de las naciones, y en
Ia sentencia de muerte, la muerte de la sociedad, pues matarla á fuego lento, equivale, la completa masonizacion de las
leyes, de la enseñanza y de la prensa, que son el muelle, el
eje y las ruedas del carro triunfal de la moderna civilizacion, ó como diríamos A la antigua, los términos de un silogismo fatal, escrito por el dedo de Dios en el libro de la
conciencia. Estos tres negros puntos, y otros que de ellos deduciremos, son los que hemos de meditar en la Cuaresma y
aun toda la vida.
Ya que los sucesos hablan con tanta elocuencia, no pasen
desapercibidos, conozcamos nuestra posicion, y examinemos
si participamos de la indigna protervia de los conspiradores,
de la cruel ingratitud del traidor, ó de la glacial indiferencia
del verdugo, que á tan terrible estrago nos puede conducir,
el desaliento de los buenos, y la perversidad de los malos.
Estamos en el east) de precavernos contra los peligros, ý
vigilar contra las asechanzas. Deber nuestro es dar la voz de
alerta, si bien con el tristisimo presentimiento de que nuestro humilde trabajo quedará esterilizado, no por falta de
buenas disposiciones en vosotros, sino por haber dejado tomar demasiados vuelos 6 la Inasoneria. Parécenos que ella
pretende invadirlo todo, quiere dominarlo todo, y no nos
deja mas que el triste Haceldama, sarcófago do será enterrada la civilizacion verdadera, por la incuria, si no es malicia re finada, de los que debian protejerla.
(1) Math. XVII. 1 y sig.
I.
Aceldema O Haceldemach, llamado ahora Haceldama, que
significa campo de sangre; era el campo de un alfarero, que
estaba á la parte austral (5 de mediodía del monte Sion, en
Jerusalen. Tenia A las espaldas junto á si un monte de mediana altura, apartado un tiro de piedra de la piscina superior (5 de arriba, y recibió el destino que refiere el evangelio
no sin elevadísimos fines de la Providencia. La Emperatriz
Santa Elena, cercó la mitad de tste campo con cuatro muros
de setenta y dos pies de largo, con cincuenta de ancho, y le
cerró de bóveda, dejando siete bocas por donde son enterrados los cristianos difuntos. Por disposicion de la misma,
gran cantidad de esta tierra, fué trasportada 6 un campo
santo de Roma cerca del Vaticano, y se le atribuye una gran
fuerza, para convertir en polvo los cadáveres en muy breve
tiempo. (1) Fúnebres destinos son los de este campo! No pertenece á ia tierra prometida que mana leche y miel, (2) ni
despide el buen olor del campo lleno, bendito por Dios, al
que comparaba Isaac 1 fragancia del vestido de Esaú, es el
monte de Gelboé ma ldito por el Rey Profeta para que jamás
el rocío ni la lluvia caigan sobre él, ni tenga de donde sacar
Ia ofrenda de las primicias, es el campo de Gabaon donde los
soldados de Israel fueron ahuyentados por la gente de David,
un campo de muerte que hasta el fin del mundo sefialara la
traicion ue Judas, y recordara la inocencia de su víctima.
Existe hoy, V. II. y A. H. ¿quien lo ignore? una flagrante
conspiracion, mas terrible que aquella que arrancó al Real
Profeta el enérgico ex abrupto del segundo de sus Salmos:
«por que causa se han embravecido tanto las naciones, y los
pueblos maquinan vanos proyectos? Hanse coaligado los reyes de la tierra, y se han confederado los príncipes contra el
Señor, y contra su Cristo, O Mesías. Rompamos, dijeron, sus
(I) Descripcion de Jerusalen, por Christiano Adricomio, traducidas
por el P. V. Gomez, Dominico.
(2) Exod. III. 8.
— 6 --
— —
ataduras, y sacudamos lejos de nosotros su yugo.» (1) Este
conciliábulo tuvo por modelo á aquel, en que todos los príncipes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo, urdieron
la trama del proceso inícuo en su fondo, ilegal en la forma,
y cruel en la ejecucion, contra Jesús Nazareno. Consideremos los pérfidos designios de los enemigos de Jesus. Todos,
dice el evangelio, todos los príncipes de los sacerdotes y los
ancia nos del pueblo, entraron en la conspiracion. ¡Escándalo
inaudito! Todos dieron rienda suelta á sus tumultuosas pasiones, todos se olvidaron de su dignidad, todos arrojaron al
fango su gravedad y su prestigio, para dedicarlo por entero á
una accion tan vil, como la que habia de ocasionar el crimen
mas espantoso del mundo.
No era la primera vez que se reunía esta asamblea en que
se hallaba congregado todo el poder de la nacion, en autoridad, y doctrina, y que maquinaba perder al Señor, como una
orgía del infierno. (2) No es estrafio: habian visto tantos milagros de J. C. y no creian en El, como dice S. Juan. (3) Esta
ceguedad causó la obstinacion en el pecado, y este 1110 un
castigo de Dios, reconocido por los Profetas y los Apóstules
como habla dicho Isaias: Cegó sus ojos y endureció su cornon, para que con los ojos no vean, y no perciban en su
corazon, por temor de convertirse y de que yo los cure. (4)
A este propósito S. Lucas hace notar, que el instigador de
Judas fué Satanás que entrú en su alma, si no del modo que
entra en un energúmeno para tomar posesion de su cuerpo,
del modo que entra en el corazon para tentarle. (5)
Temblemos de pensar en la protervia de los conspiradores. Manifiesta cosa es que entregaron su alma al diablo,
tratando con su representante que era el discípulo traidor,
sobre la venta del Justo, para matarle. Hé aquí lo que hacen
los que se acompañan con los malos, y no se apartan de las
ocasiones de pecar, dejándose llevar de la corriente de los
perversos ejemplos. Y en esto nada hay tan peligroso, como
Ia conjuracion permanente, mantenida por esa sociedad ponzofiosa, que se denomina masonería. Esta es sin duda la obra
de perversion presagiada por el conciliábulo, y encargada de
imbuir en los incautos de nuestros tiempos, el odio satán ico
á los designios de Dios, declarados en la fundacion de su
Iglesia. Antes, sus sectarios cual aves nocturnas, no salian
de sus antros tenebrosos, hoy gracias á la protección que
se dispensa al libertinaje, pueden trabajar a la luz del sol, y
hacer lo que quieren sin miedo de ser perturbados. Tienen
numerosos prosélitos y capitanes temerarios, que se lanzan
a la lucha de propaganda de sus perversas doctrinas por todas partes, poniendo en juego todos los medios imaginables
sin perdonar sacrificio alguno.
IY que se proponen estas furias del averno? Bien claro
nos lo dice nuestro SSmo. Padre Leon XIII, en su memorable Encíclica contra la Masonería. «Durante toda la continuacion de los siglos, las dos ciudades que nos habla San
Agustin edificadas por dos amores, el amor de si mismo,
hasta el desprecio de Dios, que edificó la ciudad terrena, y el
amor de Dios hasta el desprecio de si mismo, que edificó la
celestial, contienden entre si con varias y multiples armas y
peleas, aunque no siempro con igual ímpetu y ardor. En
nuestros dias todos los que favorecen la peor parte, parecen
conspirar fi una y pelear con la mayor vehemencia, siéndoles guia y ausilio la sociedad que llaman de los masones, extensarnente dilatada y firmemente constituida. Sin disimular ya sus intentos, audacísimamente se animan contra la
majestad de Dios, maquinan abiertamente y en público la
ruina de la Santa Iglesia, y esto con el propósito de despojar,
si pudieran, enteiamente á los pueblos cristianos, de los beneficios que les granjeó J. C. nuestro Salvador. Llorando, dice el Papa, estos males, somos compelidos á clamar repetidamente á Dios: he aquí que tus enemigos vocearon, y levanta-
(1) Psalm. II. 1. 2. 3.
(2) Roca y Cornet. Historia de J. C. cap. LXXIX.
(3) Joan. XII 37.
(4) Isai. VI. 10.
(5) Sant. Los cuatro evangelios parafraseados.
ron la cabeza los que te odian. Contra tu pueblo determinaron
malos consejos, y discurrieron contra tus santos. Venid, dijeron, y hagámoslos desaparecer de entre las gentes.» (1)
Ya lo ois amadísimos en el Señor. El odio de los judios
contra Jesús, es el que anima A los masones contra la Iglesia
católica, obra predilecta del Salvador, y el despojar si pudiesen â los pueblos de los beneficios de la redencion, es el ideal
que persiguen con encarnizada saña. Verdaderamente es
una obra nefanda, que degrada al que toma parte en ella,
ofende a la sociedad, y trastorna los planes de la Providencia.
No cabe pues duda alguna: la masonería es , la universal cons-
piracion contra la Iglesia de J. C.
Preparado como estaba el terreno, por los príncipes de los
sacerdotes y los ancianos del pueblo en la terrible conjuraclon, necesariamente debia esta producir su resultado, esto
es, la entrega de Jesus en poder de sus implacables enemi-
gos. «¡Que quereis darme y yo le pondré en vuestras manos?
dice el desalmado Judas, y se convinieron con él en darle
treinta monedas de plata, y desde entonces andaba buscando
coyuntura favorable para hacer la traicion.» Estos son pun(1) Ps. LXXXII. 2. 4.
—9—
- 8 tualmente los pasos del alma, que no rechaza al tentador.
No hay peor cosa, que las confabulaciones con el enemigo
de nuestra salvacion. Hemos visto, que las pasiones mas
aviesas, agitaban el corazon de aquellos príncipes de los sacerdotes y ancianos del pueblo, que olvidando su dignidad,
se precipitaban en et abismo del pecado. Ahora ya compran
al inocente Cordero de Dios, para sacrificarlo en las garras
del lobo voraz, que aun conserva la piel de oveja.
¡Oh que refinada malicia encierra esta traicion! Vender el
discípulo á su divino Maestro por treinta miserables dineros,
no era solo el cumplimiento del vaticinio de Jeremias (I) que
dice: «recibido han las treinta monedas de plata, precio del
puesto en venta, segun que fué valuado por los hijos de Israel», y el de Zacarias (2) que añade «y empleáronlas en la
compra del campo de un alfarero, como me lo ordenó el Señor.» Era mas bien anunciar la traicion que la ciencia del
siglo, vendiendo su primogenitura al racionalismo por un
plato de lentejas, habla de hacer á la Verdad increada cuando dijese: yo soy la luz que ha venido al mundo, para que todo
el que en mi cree no permanezca en tiniehlas. (3) Dar por el
Unigénito del Padre el precio de un esclavo, no era solo demostrar el cumplimiento de las palabras del Apóstol, tomb
forma de siervo, (4) sino hacer la causa del demonio enemigo
de la Encarnacion, y protestar contra la incomprensible humildad del Rey de la gloria, que al aparecer en el horizonte
como el sol en la creacion, se consagraba al cumplimiento
de la voluntad del Eterno Padre, diciendo: he aquí que vengo, en el principio del libro está escrito de mi, que haga Señor tu voluntad. (5)
Demasiado claro aparece todo esto, si se considera lo que
se ve con luz meridiana en casi todo el mundo que se asombra de verse masónico. Las leyes que rijen la sociedad, en su
mayor parte están inspiradas en lo que se llama tolerancia,
pero que dejenera en persecucion religiosa. Todo son ambiguedades en estas leyes, preparadas ya para favorecer las
inas culpables libertades, por lo que ni sirven para gobernar, ni pueden hacer la felicidad de los pueblos. Las enseñanzas de muchos maestros en gran número de centros
docentes, son baterías disparadas contra la verdad, y una
especie de envenenamiento de las inteligencias, al par que
un contagio de la voluntad. La prensa, oh! mas valía
que no existiese, la que por todas partes difunde la
mentira, la calumnia, la inmoralidad, la irreligion, y
por legítima consecuencia los principios mas disolven(1) Jerem. XXXII. 7. 8. 9.
(2) Zach. XI. 12. 13.
(3) Joan. XII. 46.
(4) Philip. II. 7.
(5) Hebr. X. 7.
tes. Los malos periódicos de nuestros dias, son los sem-
bradores de todos los vientos, los trastornadores de la
sociedad, los microbios de todas las pestes, la causa de
todas las apostasías, los fautores de todos los escándalos,
los motores de todas las revoluciones, y la causa de todas
las desgracias que suceden en toda la redondez de la tierra,
en la admósfera que la rodea, y hasta en el seno de los mares. Es un dolor le p er que descubrir estas hediondas llagas,
pero harto hará el mundo, y por consiguiente nuestra amada Patria, tan hechizada por las brujerías masónicas, sí conoce la enfermedad para aplicar el remedio: aun es tiempo.
Merecido varapalo ha sacudido á la prensa la reciente Circular de la Fiscalía del Supremo, para cortar el abuso de divulgar noticias que deben quedar reservadas en las primeras actuaciones de los tribunales, y que se arrancan fraudulentamente á funcionarios poco escrupulosos, dando lugar á
Ia efervescencia de la opinion pública, que con los fueros de
tribunal inapelable, erige su estrado frente A los ministros
de la ley, sustanciando otro proceso. Esta es una de las
escandalosas consecuencias del caciquismo alentado por
la masonería, y otro de los aspectos de la conspiracion universal contra la justicia. Un Haceldama como si dijéramos
jurídico, ó si se quiere una fórmula: la prensa es al caciquismo, lo que Satanás A la masonería, es decir que el uno
no puede vivir, sin el nefando contubernio de la otra. ¿,Pero,
hijos de los hombres, hasta cuando tendreis pesado el corazon? ¿pare que ama is la vanidad y buscais la mentira? (1)
Estamos viendo estas cosas, patentizadas en los esfuerzos de la masonería: basta para no molestar vuestra atencion, un breve resúmen que de ellas hace la insigne Revista Antimasónica, que se publica en Roma, y
leemos con el más vivo interés, por descubrirse en ella
sin respetos humanos, apostasías ni contemplaciones, las
tramoyas de esta escuela de farsantes, que si no les cortamos los vuelos, acabarán con todo lo que hay de respetable en el orden civil y en el religioso. «Uno es el intento de
la secta, dice este valiente campeon de la buena causa (2),
destruir el catolicismo. No hay medio que no adopte para lograr tal objeto, y uno de los mas generales y prácticos, es el
comprendido bajo la palabra secularizacion. Quitar el caracter religioso á toda obra pública, descristianizar al pueblo,
aislar al sacerdote, malquistarlo por la denigracion, reducirlo á la impotencia con la miseria, influyendo poderosamente
en los gobiernos por los medios legales aunque sean infames, arbitrarios y violentos, para secularizar todo lo que tiene relacion con la Iglesia, con el sacerdocio, con el catolicis(I) P. IV. 3.
(2) Número de Noviembre de 1898. p. 515.
—
10 —
mo. Asi se va masonizando, todo el mundo, es decir, borrando el reinado de J. C. y entronizando A Lucifer que no se contenta con menos, que con ser el dueño de la inteligencia del
hombre, poseer su corazon, regir la vida del tiempo y asegurar su infernal destino en la eternidad.
Despues hace una escursion por las naciones que se tienen por mas civilizadas y empezando por Italia, donde toda
iniquidad tiene su asiento, y es como el archivo de las sociedades secretas, dice: obra de la masonería en su feroz empeño
de secularizarlo todo, fué la supresion de las órdenes
sas, el secuestro de los bienes eclesiásticos, la supresion de
los capellanes castrenses, la interrupcion del catecismo en las
escuelas, la conversion de los bienes de obras pias, en suma,
cuaríto se hace y se promueve contra toda libertad, contra
todo derecho y en daño de la Religion y de la Santa Iglesia,
(1) para lograr de un modo claro y patente la apostasía de la
nacion.
Luego sigue Francia, donde son inacabables los desmanes de esta nefanda secta, apoyada por gobiernos enemigos
de la religion del Cruci ficado. Mas falta espacio y tiempo,
para acompañar 6 tan denodado campeon, en este paseo militar por el campamento de Babilonia. Por otra parte no es
necesario, porque la masonería en todo y siempre es la misma, tiene igual fin y emplea análogos medios. Los partidos
avanzados son como la tropa ligera de su vanguardia, detrás
van los cuerpos de ejército mas calmosos, el conservar las
conquistas de la libertad. ¿Que quereis darme y lo pondré en
vuestras manos? Por el precio de un esclavo venden al Señor,
y con el reclamo de mentida libertad, cual sirena engañadora atraen al inocente viajero, al escollo de la muerte. Dejémosle apoyado en su tosco báculo, contemplando las espinas
y abrojos de tan árido Haceldama, verdadero campo de sangre, donde se pretende enterrar la civilizacion católica,.como consecuencia de la apostasía casi general de las naciones.
Harto horrorizados debíamos quedar con la refinada malicia de los conspiradores, y la perversidad del discípulo ingrato, pero fáltanos una grotesca fi gura en el conjunto de
misterios que meditamos, y es la de Pilatos. Bien podíamos
prescindir de el, si no observásemos en las Sagradas Escrituras, cierto empeño en presentarnos â este mónstruo de
iniquidad, como poniendo el marco á este triste cuadro de
miserables defecciones. Repetidas veces dicen los Evangelistas que el designio de los malvados era hacer morir á Jesús,
-- H —
para que no hubiese duda alguna, y quedasen plenamente
justificadas las palabras del libro santo.
Poncio Pilatos es un cobarde, a quien se imponen las turbas con sus gritos y amenazas, pero su debilidad no tiene
escusa, porque el recibió fi Jesús atado como un criminal,
declarado reo de muerte, y exigiéndosele para satisfacer
los amotinados, que fuese crucificado. Sin duda fué el verdadero verdugo, pues si de los judios lo dice S. Agustin, porque pidieron a gritos la muerte de Jesús, (1) no puede eludir
esta culpa el juez que accedió á sus sangrientas pretensiones, fingiendo desentenderse de ellas con aquel hipócrita lavatorio de manos. Esta repugnante escena pinta bien, el caracter de tanto ser degragado y empequeñecido, que vuelve
atras al acometer la empresa de la vida cristiana, y dejando
hacer, se convierte en reo de los crímenes que por su culpa
se cometen. He aqui el espejo que hoy muestra á la generacion presente, la fealdad de una criminal condescendencia
con la masonería. Parece mentira, pero si nuestros antepasados levantasen la cabeza, se volverian amedrantados A sus
sepulcros. Porque lo mismo que sucedió en la pasion de Jesus, está sucediendo ahora. Un juez inícuo prostituyó entonces la justicia, recibiendo á la misma inocencia con las
manos atadas; ahora la masonería quiere atar al catolicismo
de pies y manos, para que no pueda obrar, privándole si posible fuese de la luz para ver, del aire para respirar, y de la
tierra para sostenerse. Se le ha eliminado de la vida social, y
por esto la sociedad se muere.
El ruidoso proceso que empezó por un conciliábulo y fué
desarrollado po,:' la traicion, debia terminar con el sacrificio
de la víctima, y así fué, merced a la cobardia de Pilatos. Tal
sucede al que se deja llevar de la indiferencia en el asunto
de la salvacion. El enemigo capital de nuestfia felicidad eterna, busca conspiradores reclutando los vicios que acuartela
en el corazon humano. Luego escoje á algun ser degradado
para la traicion que maquina, y finalmente entrega al juez
mas iajusto la víctima, para que la inmole. La esperiencia
enseña que esta ley moral, tan inflexible es en los individuos, como en los pueblos.
Ay de los individuos, ay de los pueblos, que se abandonan
6. la inaccion, porque mueren víctimas de la pereza! Para
ellos son perdidos los beneficios de Dios, de nada sirven las
leyes de la Providencia, y mientras otras naciones marchan
con rapidez al cumplimiento de sus nobles destinos, ellas
van errantes por el camino de la vida, no tienen rumbo fijo,
ni sus capitanes guian los ejércitos 6. la victoria, ni sus saceróotes paeden deener la espada del angel esterminador.
¡Cuanta desgracia! ¿Es por ven ura nuestra amada Patria, la
(1) Ibid.
(1) Tract. super psalm. in ps. 63. ad vers. 2.
-
que se ve precisada à deplorar estos males? No queremos saberlo, porque el hijo que ve asolada la casa de su padre, y no
tiene mas consuelo que las lagrimas de su madre, para llorar la irreparable pérdida de sus hermanos; el que ha sido
arrancado del hogar doméstico en nombre de la Patria, y ha
ido á medir su espada contra la misma guadaña de la muerte; el que ha dejado en su aldea una heredad, y en la heredad
una casa, y en la casa pan y amor, como canta uno de nuestros inimitables vates, y al volver no halla mas que un campo de sangre, aborrece la vida y ansía bajar al sepulcro para
no presenciar tantos desastres.
Al ser condenado Jesús A muerte, fué sacado de la carcel
Barrabás ladron, hombre perverso, tipo del verdadero revolucionario. Necesariamente, cuando muere la verdad tiene
que vivir la mentira, y cuando es presa y sacrificada la inocencia, debe ser libre el crímen. La sentencia de Pila tos, fué
el estigma lanzado Û la vida social, fué su baldon y deshonra,
porque vulneró la justicia, y una vez herida ésta de muerte,
todo queda trastornado, y rotos los vínculos sociales. Hoy
hace todo esto la masonería, luego ella es la muerte de la sociedad.
IV.
Cuando el desgraciado Judas vió que el abismo de su traicion, habia llamado al otro abismo, esto es, la crueldad de
los enemigos de Jesús, cayó en la cuenta de que Satanás se
habla apoderado de su alma, y le sujeria la idea de la reparacion. Pero como el diablo aunque cobra buen salario, jamas paga bien á los que le sirven, cegó al miserable, para
que no midiese la profundidad de la sima, en que se estaba
hundiendo. Entonces, como dice el Evangelio que hemos citado al principio, viendo que el atropello de la inocente víctima, iba tal vez mas alla de lo que el sospechara, arrepentido
de lo hecho, devolvió las treinta monedas de plata á los príncipes de los sacerdotes, y á los ancianos diciéndoles: yo he
pecado, pues he vendido la sangre inocente.
¡Que confesion! he pecado.... ¿ahora te acuerdas de esto?
Cuando has perdido la fé en el divino Maestro, y por esto te
has convertido en capitan de bandoleros, cuando has reunido en tu corazon la malicia de todos los pecados del mundo,
ahora quieres reparar el daño? He vendido la sangre inocente.... Desgraciado! Esa sangre que el pueblo judío quiere
caiga sobre él y sobre sus hijos, (1) sera el estigma del malvado Caín y la venganza de Dios por la muerte del inocente
Abel. Tardío arrepentimiento! Bien puedes in fame Judas,
arrojar las sacrílegas monedas en el templo, que tu mentida
(1) Marc. XXVII. 25.
13 -
generosidad sera mirada con desprecio, bien puedes dejarte
llevar del vertigo que te enajena, y ahorcarte, porque nada
importa á los que te han puesto en semejante trance. Muestra á tus secuaces con descarnada mano tu testamento diciéndoles: lego á los traidores de ludo el universo, un campo
de sangre!
Tal es la obra de la masonería. Los fenómenos estrariísimos que se observan en todo el mundo, son el desarrollo de
sus infernales principios. No basta arrepentirse cuando el
arrepentimiento es tardío: eso de buscar una postura para
caer muerto interesando al público, es de comediantes. ¿Que
nos importa? dijeron los conspiradores, allá te las hayas. Así
acontece al pecador, que se deja llevar de la corriente: va
mas lejos de lo que el mismo piensa, y de ocasion en ocasion, se ve envuelto en estrechas redes, de que no acierta
desenmarañarse. Lo mismo ocurre a las naciones que á pretesto de beneficios finjidos, protejen a la masonería: un dia
la libertad de pensar, otro la libertad de la prensa, y otro la
libertad de asociacion, trastornan por completo la sociedad,
y convierten poco menos que en casa de orates, y cueva de
bandidos, la que antes era morada de gente sensata y de pacíficos ciudadanos.
¿Que quereis, heraldos de la moderna civilizacion? Fe,
ciencia, orden, libertad? Os pregunto esto, porque supongo
que no querreis fabricar el edificio social, con los adoquines
de las barricadas, sino con principios sólidos, y como vosotros mismos decis, inalienables é indestructibles. Pues oid la
voz de la Iglesia, ella os contestará por boca de un hombre á
quien el Sumo Pontífice Gregorio XVI, tenia por el mas sabio de su tiempo: «en el catolicismo, y solo en el catolicismo,
Ia fe se concilia con la ciencia, y la obediencia con la libertad. Solo en el catolicismo la obediencia es libre y la libertad
obediente, como la fe es razonable y la razon fiel, y tanto el
problema social como el problema intelectual, están plenamente resueltos. No hay otra enseñanza mas que la católica,
dada al hombre por la sabiduría que ha creado al mundo,
que aceptada con sumision y guaraada con fidelidad, le suministra los medios de satisfacer todos sus deseos, y hacerle
feliz bajo el doble aspecto intelectual y social. En los lugares
desgraciados, donde la política no escucha ni mira mas que
la palabra del hombre en lugar de la palabra de Dios, se obedece á la autoridad, pero esta obediencia no es libre, es la
servidumbre bajo la mano de hierro de la fatalidad, toda idea
de libertad es estranjera en estos pueblos petrificados mas
bien que vivientes. Como el orden moral no es en ellos mas
que la putrefaccion, el orden politico no es mas que el silencio, la tranquilidad de la tumba y la noche de la muerte: in
tenebris et in umba mortis sedent. (1) La libertad es iirvencion
(1) Lue. I. 79.
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cristiana y sigue á Cristo donde El va, desaparece de donde
se retira,» (1) Estas memorables palabras se pronunciaron en
la Capilla imperial de las Tullerías en la cuaresma de 1857.
Creednos, señores masones y masonizan tes de todas partes y de nuestra amada Diócesis, si no dejais vuestros malos
caminos, perecereis en el ando campo de sangre que nos ha
regalado la sociedad de vuestros dulces ensueños, y por fin
acabareis como ella, que ha de morir ahorcada en el mismo
arbol de la libertad.
V.
Aleccionados V. H. y A. H. por la Enseñanza del Evangelio, huyamos de todo lo que pueda ponernos en peligro de
caer en la masonería, porque esta sociedad nefanda es el
a teismo en religion, la perversidad en la moral, la negacion
en la ciencia, et caos en la política, en una palabra es todo
lo malo que puede imaginarse, y nada de bueno posible. Ya
hemos visto ;a enormidad de sus pecados, ahora procuremos
no dejarnos engañar, porque parece inverosímil hasta donde
llega el refinamiento de su hipocresía. Tenemos á la vista el
Gran diccionario Enciclopédico, Hispano Americano, y hemos leido el artículo anónimo, que dedica a la francmasonería, en el que la presenta «como una sociedad quo persigue
un fin, que en último término más bien tiene ei caracter de
medio, pues mediante su realizacion ha de alcanzarse el ideal
que públicame. ote proclama: la fraternidad universal. Dice
que es un sistema de filosofía práctica que promueve la civilizacion, ejerce la beneficencia, tiende á mejorar las costumbres, y mantener el honor en los sentimientos, que rechaza
todo esclusivismo, y su doctrina y sus principios son universales, puesto que en lo fundamental conviene con los dogmas, principios y doctrinas de todas las religiones, de todas
las escuelas, de todos los partidos. Educar, instruir, moralizar á los hombres es la principal tarea de la francmasonería,
que es en último término el ideal parcialmente realizado de
la suma perfeccion humana.» (l) e;Y sera posible oir con calma tan estupendos dislates? Porque no se pueden decir mas
heregías en menos palabras, ni engañar at género humano
con más frescura. Desde el sofisma de la serpiente infernal
en el paraiso, no se habrán oido halagos tan fascinadores
como los embustes masónicos.
Otros muchos encomios hace el articulista, que amparado
por la libertad de imprenta, se entretiene con cínico descaro
(1) 19. Raulica. El poder politico cristiano: 4.° discurso: importancia
social del catolicismo.
(2) Tomo VIII. p. 617. col. 2.'
en insertar noticias y detalles para despertar la curiosidad,
en diez y ocho columnas mazorrales, de letra muy compacta,
como es toda la del libro. Sí es verdad, que bien podria suceder, es di gna de atencion la estadística por clases, pues dice
que en 1882, pertenecían á la secta 130 senadores, diputados,
títulos, generales, y altos funcionarios del Estado, 1033 magistrados, jueces, fiscales, y abogados, 1094 oficiales superiores y militares de todas clases, 143 ingenieros sin distincion,
794 médicos, 1105 de carreras varias, 1506 publicistas, 1392
propietarios, 1882 comerciantes, 938 industriales, 753 profesores de bellas artes y 3588 empleados y profesiones sin distincion: total de indivíduos activos: 14.358. Hoy suponemos
que serán más, porque cada dia aumenta la criminalidad, en
proporcion de la condescendencia que se tiene con ella; pues
A todos los que se afilian á esta secta, les damos el poco glorioso título de sepultureros de la civilizacion, ciegos voluntarios que no quieren ver el abismo donde se meten, y conocerán su desgracia cuando no haya remedio para ella.
No se puede ocultar, no, la refinana hipocresía con que la
engañosa secta embauca á los poco avisados, y lo más doloroso es que hava personas ilustradas, dulcamaras sociales
diríamos, que fingen creer aquello de que todos nos 'burlamos, y con una candidez impropia de la bufonería del asunto, aparentan admitir sus principios, creen en esa fraternidad universal, y en todos los demás absurdos é inmoralidades, que forman el programa de la secta. A estos niños Mocentes, les diremos con claridad que estan del todo engañados, que miren los frutos podridos de la masonería, y por
ellos conocerán el árbol, que como dice J. C.: todo árbol bueno hace frutos buenos, empero el árbol malo, hace frutos
malos, ni puede el árbol bueno hacer frutos malos, ni el árbol malo hacerlos buenos, nor lo que árbol que no hace buen
fruto, será cortado g arrojado al fuego. (1) No se necesitan
doctores para interpreter, que esta cortadura es la muerte, y
el fuego, el infierno, que irremisiblemente se preparan los
sectarios recalcitrantes y obstinados, y los que los ayudan
en sus abominaciones, aunque para hacerlo con mas finura
se vistan de etiqueta.
Los pecados ocultos de la masonería son como el cancer
latente, que va minando la existencia del que lo padece; los
pecados públicos son enfermedades morales que enloquecen
á las sociedades. Para que haya verdadera salud, es necesaria la higiene del alma tanto como la del cuerpo. La fe es la
salud de las almas ha dicho un sábio: fides est sanitas mentis,
despues de la fe viene la caridad, que es el más fecundo principio de civilizacion. Acaba de publicarse un libro muy erúdito, que respira la entereza evangélica, con que los SS. Pa(1) Math. III. VII. XII.
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dres reprendian á los viciosos magnates de su tiempo, y de
el trascribimos estas elocuentes palabras: «Hoy ya es indiscutible entre estadistas y regidores experimentados de los
pueblos, que la enfermedad ó conjunto de vicios que amenazan de muerte la sociedad, se resuelven en el problema de la
moral. Para males de esa índole, no hay otro remedio adecuado y directo, más que la aplicacion de la moral, no positivista, que es egoista y cruel, sino la moral evangélica, que
penetra lo íntimo del corazon para transformarle; que trasmite heroismo de martirio para resistir tiranías cesaristas;
que trajo al mundo la idea de la fraternidad y amor á nuestros semejantes; que enseñan á refrenar los estímulos de
bajas concupiscencias; que aconseja renunciar las riquezas
en bien de los pobres, y que inspira, en fin, la voluntaria abnegacion y la práctica de las virtudes cristianas, cuya eficacia ha sido siempre la mejor gai.antia de obediencia y respeto á los poderes públicos, y del fiel cumplimiento y observancia de las leyes. De esa moral evangélica que sacó al
mundo pagano de su ignorancia y degradacion, es por
derecho divino Guardian y Maestro el Romano Pontífice,
y solo con dejarle libre y expedita la accion de su Ministerio
Apostólico, seria bastante para que cambiara la faz de la sociedad contemporánea, se reformáran las costumbres públicas y privadas, se afianzasen los principios de orden y justicia, y para que la paz y bienestar entrasen a reemplazar la
agitacion y miseria que son las dos plagas de la vida moderna. (1) Nada tenemos que añadir á estas sapientísimas sentencia s.
VI.
Atendida la importancia de la materia estimamos oportuna
una digresion.
A nadie deben estrafiar nuestras apreciaciones; esto y
mucho más han dicho los periódicos liberales, desde que las
fechorías masónicas nos han herido en lo más sagrado, que
es la Religion y el amor patrio, únicamente va la diferencia,
de que á ellos estas cosas solo les preocupan en el orden
temporal, en la vida política, y en los principios económicos,
sin acordarse para nada de Dios, ni del orden sobrenatural,
ni de la mision que la divina Providencia reserva á las naciones. Por esto es necesario que la Iglesia clame sin cesar,
y diga á todos la verdad. Asi lo han hecho siempre los Obispos del mundo católico, y en particular los españoles, figurando los de Lerida en distinguido lugar. Como los acontecimientos que sacuden á los pueblos, se parecen tanto unos á
otros cuando obedecen á las mismas causas, no es ocioso re(1) Cardenal Sancha: Régimen del terror. C. XXXIV. n. 188.
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trotraernos á la azarosa época de la invasion francesa, que
arrancó sentidas elegies á nuestro episcopado, en quien se
admira el entusiasmo de aquellos monjes guerreros, de que
se habla en la historia de nuestras Ordenes militares.
Aunque estos documentos solo ven la luz pública, cuando
,se les saca de los empolvados estantes de las bibliotecas,
justo es que rindamos un tributo de gratitud á los esforzados
campeones de la Religion, que tan bien supieron 'guiar al
católico pueblo español, inspirándole aquellos sublimes
rasgos de heroismo en que renace el legendario valor de las
Cruzadas. Hemos tenido la curiosidad de leer para esta referencia, la famosa «Instruccion Pastoral, de los ilustrísimos
Sres. Obispos de Lerida, Tortosa, Barcelona, Urgel, Teruel y
Pamplona», de 12 de Diciembre de 1812, de cuya introduccion
copiamos este elocuente párrafo: «Ay Hermanos muy ama dos! En otros más felices tiempos que los nuestros, no era n
necesarias en nuestra España, ni las apologias de una Religion que se profesaba y respetaba uniformemente, ni unas
Pastorales tan difusas que se pareciesen 6 las disertaciones
ó tratados polémicos dejos antiguos Padres de la Iglesia,
cuando combatian contra los errores de diversas sectas,
daban regla á los fieles para precaverlos. Las instrucciones
de nuestros predecesores, se limitaban ordinariamente al
arreglo de las costumbres, y á las obligaciones respectivas
de cada estado, que comprendían en sus pliegos y se leía ii
cómodamente en las Misas parroquiales de dos ô tres dias
festivos. Pero aquellos dias felices desaparecieron, y en su
lugar han amanecido repentinamente los del libertinage g la
irreligion, que esparciendo por toda España resmas de papel
envenenado por el error y la sedaccion, nos ponen 6 los
Pastores en la necesidad triste, de dar más extension A la
doctrina y mayor volúme . á las Pastorales, á fin de multiplicar la triaca a. proporcion que se multiplican los venenos.
Jamás ha sido más necesaria que ahora la vigilancia de los
Pastores; jamás la Iglesia de J. C. se ha visto más atacada en
España en todos los pantos, y por sus mismos hijos, que en
estos tiempos perversos.» Y luego, va desarrollando su plan,
en cuatro artículos llenos de erudicion, defendiendo en el 1.0
á la Iglesia ultrajada en sus ministros, en el 2.° á la Iglesia
combatida en su disciplina y en su gobierno, en el 3.° 6 la
Iglesia atropellada en su inmunidad, y en el 4.° á la Iglesia
atacada en su doctrine. Daspués trata del «resultado de las
máximas perniciosas esparcidas por el libertinage de la imprenta, contra la Religion y la Pátria,» y termina con una conclusion, anunciando que apesar de tan negros horizontes, no
será fácil descristianizar la España por ahora, h pesar de todos los esfuerzos de la impía filosofia. (1) La firman en Pal(1) Esta Instruccion Pastoral, forma un tomo en 4.° de 272 páginas
y su 2.° edicion, que es la que poseemos, se luzo en Valencia en 1814.
— 18 —
Ma de Mallorca á 12 Diciembre de 1812, los Sres. Obispos citados, entre los que ocupa el primer lugar el insigne Don
Gerónimo Maria de Torres, Obispo de esta Diócesis. A su lado
pueden ponerse los escritos del Sr. D. Simon Antonio de Renteria, cuyas valientes representaciones se conservan en este
archivo episcopal, asi como copia de la relacion que de todos,
sus trabajos y persecuciones hizo A la Santa Sede, mereciendo que ei Papa Pio VII, cuando las cuestiones sobre la jurisdiccion de los Regulares, le espidiese un Breve diciéndole
que habla contestado luculenter periteque: con elegancia y
pericia. (1) Este intrépido adalid de la buena causa, fué perseguido de muerte por el famoso Riego, escapando milagrosamente de sus garras.
No debemos pasar en silencio, los trabajos de otros Prelados de aquella época, como la publicacion de los «Opúsculos
Christiano Patrios, que el Obispo de Santander, D. Rafael
Tomas Menéndez de Luarca, escribía, antes y después de
exasperarse los estremados trastornos en que en el afio
de 1811, se hallaban las Espahas. Los publica desde el
destierro de su diócesis, en que le tiene la común persecucion, cooperando á la justiciera gracia, conque por
Ias entrañas de su misericordia, nos visita el Altísimo,
para dar la ciencia de salud á su pueblo; y que todos;
aprovechándonos de la ilustracion, dispensada á los sentados en tin ieblas, dirijamos nuestros pasos por el camino de
la sola verdadera paz.» Son sus palabras. ¿Que dirian ahora
estos sabios y santos Maestros de Israel, si viesen la turba
de filisteos que como plaga de ranas, mosquitos y langostas,
se nos ha echado encima, inundando nuestras casas con resmas de papel envenenado por el error g la seduccion, en tantos rotativos periódicos, subvencionados por la secta, para
vomitar á diario mortíferos proyectiles contra la fé y la moral
del católico pueblo español? Con seguridad que si hubiesen
recibido la flamante obra titulada: El mundo de los periódicos, Anuario de la prensa española, Libro para todos, Manual
del viajero y Diario del afio, Guia práctica del reclamo, 1898-99
todo en un abotargado volúmen en 4.° de 1632 paginas, con
muchos fotograbados, de las personas mas visibles, y de los
personajes mas conspícuos nacionales y extra njeros, museo
universal de ornni scibili, última palabra de la audacia periodistica, caerían de espaldas, víctimas del último síncope, al
ver tanta fatuidad al agonizar de este siglo, exhibida por el
gigantesto cuarto poder del Estado.
• Y nos dirian que se ha cumplido todo lo que ellos anunciaron, sin mas diferencia que ellos trataban con filósofos
pretenciosos, y nosotros tratamos con masones descarados.
Esta especie de Babel periodística, creada por la necesidad de los partidos liberales que se disputan el poder, Ian(1) Espafía Sagrada. T. XLVII. Obispos de Lerida.
—
19 —
zándose á la lucha diaria de las más enconadas pasiones,
puede negarse que es obra de la secta, ó de los que estén
instruídos en su espíritu y sus doctrinas: dividir para veneer. Mas en el lenguaje bíblico, es un nuevo Haceldama literario, filosófico, y politico, en que se pretende sepultar la fé
del pueblo español para ahogar sus legítimas esperanzas.
VII.
Para completar estas reflexiones, necesitamos dar un
breve restimen de los estudios hechos, y acuerdos tomados en el Congreso antimasónico de Trento, manifestacion imponente de fuerzas católicas hecha en aquella
ciudad, desde el 26 al .30 de Septiembre de 1896, porque
aun cuando ya se publicaron en • el BOLETIN ECLESIÁSTICO, la generalidad de los fieles aturdida con la lectura
del parte interesante y engolfada en las noticias sensacionales, ni tan siquiera se habrá apercibido de ellos. HOlos aquí: (1) Seccion L a Doctrina masónica. Estudiando las
doctrinas religiosas que han inspiradq á la masonería, el
Congreso declaró, que las doctrinas religiosas y filosóficas,
reproducidas y propagadas por la fracmasonería, son las
doctrinas fálicas de los pueblos antiguos, y por esto su actual simbolismo se dirije á perpetuar el culto de Falo, llamado también naturalismo ô culto de la naturaleza. Conforme
con esto la masonería se define A sí misma, por boca de la
gran logia, madre de todas las logias del mundo, establecida
en Inglaterra: la capacidad de la naturaleza, la inteligencia del
poder, que existe en la naturaleza 1„. sus diversas operaciones.
La cuestion segunda, fué esta: relaciones entre la masoneria g el satanismo, y se declaró que como la mayor parte de
sus miembros ignoran la signiticacion de los símbolos, no
están todavia moralmente preparados y dispuestos para sostener un convenio físico ó sensible con Satanás, sin embargo,
desde el punto de vista moral O intelectual, la secta tiene una
relacion perfecta con el satanismo, pues es una asociacion
que se llama Dios á si misma, ó como blasfemaba Mazzini,
Ecclesia sancta Dei, que horror! entendiendo por este Dios
Lucifer 6 al Sol, principio de la generacion material universal. La cuestion tercera es esta: las doctrinas profesadas al
menos por la apariencia, por los fracmasones, ¿tienen alguna
relacion entre sí? la tienen en que consiste? A lo que se
responde, que las diferentes doctrinas profesadas y practicadas públicamente por los fracmasones bajo nombres diversos, se resumen todas en el monismo, pr el todo en el
(I) Resolutions du Le r Congrés Antimasonique: folleto remitido por
el Consejo Directivo del Centro de la union Anti-masónica.
-- 20 --
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todo, ô en el dios Gran todo, del panteismo idealista y dei
materialismo, en el nombre de ciencia positiva 6 positivismo. Esta es I semilla del ateismo, porque sustituye el Dios
creador del cielo y de la tierra, por un Dios generador del
universo, sustitucion que se indica graficamente en la masoneria, llamando á Dios el gran Arquitecto del universo, y
como todo arquitecto necesita materiales que preexisten
coexisten con el, resulta que el Dios de la masonería no viene á ser más que un miserable remendon, la un barrendero
de inmundicias ¡qué blasfemia! La cuarta cuestion, es esta:
cual es elfin de la masoneria? A lo que se contesta, que el fin
de esta sociedad nefanda, es la destruccion universal en los
órdenes físico, intelectual y moral. En el físico, porque sustituye la Trinidad cristiana, por la trinidad india, de un Dios
generador, destructor y regenerador, representada por el
triangulo, realizado en él Cosmos, por el principio general,
Ia muerte de uno es generacion de otro, y vice-versa de una
manera sucesiva y eterna, y llevado á la práctica con los especiosos nombres de lucha por la vida, revolucion perpétua, y
progreso indefinido. En el orden moral, porque deifica el
principio del mal y con el todos los vicios, poniéndoles nombres de virtudes. En el orden intelectual, su fin es la destruccion universal de la verdad, por la prófesion esplícita y
necesaria del secreto, de la mentira, del perjurio, y de la
blasfemia cuotidiana.
Después sigue el estudio de la accion masónica, es decir
los medios repugnantes de que se vale el demonio para ser
adorado, para establecer una república universal basada sobre la guerra al Dios verdadero, para esiablecer el socialismo,
escitar el amor del hombre por el hombre para molar la caridad católica, corromper la familia, y sustituir las fiestas
atólicas por las llamadas civiles. A esta se opone la accion
anti-masónica, que se va estendiendo por todo el mundo, y
aunque algo tarde, pero sin duda puede aún impedirse la
gangrena social que nos ha traído esta malhadada secta.
Asi como la masonería ha robado á la Iglesia la idea de la
Asociacion, debe.n los hijos de ésta volver por el honor de su
Madre afligida, asociandose para la defensa de sus mas caros
intereses. No bastan los vínculos generates que mantienen
los católicos, en el poco estimado y si muy desconocido dogma de la Comunion de los Santos, se impone una accion común contra el colosal enemigo, el peligro social, que es la
masonería. Nuestro SSmo. Padre Leon XIII. en 1885, aprobó
el proyecto de una liga anti-masonica, en un Breve al autor
del Manual de la misma, en que dice: «Puesto que en nuestros dias se infiltra como Dunce en las venas de la humana
sociedad, el pestilencial veneno de esa conspirecion malvada
con gravísimo daño de las familias, de las diferentes 6rde:,es
del Estado, y especialmente de la educacion de la juventud,
deseamos ardientemente que todos los hombres honrados, re-
conozcan la necesidad y tomen la resolucion de aunar sus trabajos y sus fuerzas, para oponerse á los secretos designios y
Ias violencias declaradas de los adversarios, y de no sustraerse, en la vía que hemos señalado, á ninguno de los deberes que se imponen é los valientes soldados de J. C.»
Estos sagrados deberes, se comprendieron en los siguientes: 1. 0 no afiliarse jamás á la Fracmasoneria, ni á ninguna
otra sociedad ó secta parecida; 2.° no dar su voto en las elecciones á ninguno que se sepa estar afiliado á ella; 3.° no abonarse á periódicos que se sepa estén redactados por masones;
4.° inclinar á los que de nosotros dependan á aceptar estos
compromisos; 5.° combatir con todo empeño las obras masónicas, corno la escuela neutra O sea atea y otros análogos; 6.°
favorecer cuanto se puedan las obras y Asociaciones antimasónicas.
Race cerca de un año se fundó en esta capital la Union
anti-masónica española, con in-, mismos designios que la
Universal, fundada en Roma en 10 de Septiembre de 1893, con
aprobacion de la Santa Sede, advirtiendo que se han cumplido todos los requisitos legales.
Quiera Dios que por su medio se impidan los gravísimos
males que en todo el mundo está haciendo tan diabólica
secta, y que siquiera para veneer á este enemigo común,
adunemos nuestros esfuerzos. Buenos son los medios naturales, pero el fundamento de nuestra confianza es Dios. En
algunos Obispados, hay oraciones establecidas sin interrupcion, para alcanzar la conversion de los masones; he aquí
una cosa bien fácil y hacedera, que recomendamos con toda
eficacia é los corazones católicos, nobles y generosos.
VI II.
Volvamos pues á Dios, ya vemos lo que da de si conspirar
contra el Justo, hacer traicion á nuestra bandera, y cooperar al derramamiento de la sangre inocente. En el fondo de
nuestro corazon resuena la estentórea carcajada de las naciones que nos eAseñaron é pecar, como Albion la soberbia,
Galia la perfumada, é Italia la sacrílega, y ahora se burlan
de nosotros. Nos hemos hartado de libertinaje, implantando
aquí las exóticas novedades del todo innecesarias, del mathmonio civil, llamado por Pio IX torpe concubinato, de la libertad de imprenta, que es lo mismo que libertad de envenenarse, la libertad del pensamiento que equivale it entronizar
Ia soberbia individual; y toda la secta de libertades y desatinos que se perpetran en otras naciones, por el prurito de
extranjerizamos, como si en España no tuviéramos bastantes elementos de vida, para sostener la grandeza á que nos
elevaron las leyes y costumbres católicas, únicas que se
adaptan á nuestro caracter y á nuestra historia. Con esto no
— 23 —
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hemos logrado más que rebajarnos, y abrir la puerta á lo
que Lamennais, en un arranque de oportunidad llamada le
bestialisme, palabra que por ser harto gráfica y trasparente,
nos abstenemos de traducir. Y lo más terrible, lo que hace
verter lágrimas de sangre es, que no vemos señal alguna en
el horizonte social, de que se intente remediar los tremendos males que nos aflijen y nos aflijirán más todavia, porque
como se han perdido por los manejos de la secta, Cuba y Filipinas, en otro avance de dilapidacion masónica, se puede
perder algo más. Lo que no se ha perdido son los teatros que
estuvieron abiertos cuando se hundió la escuadra, las plazas
de toros tan provocativas como siempre, y los centros de
perdicion tan impunes como de costumbre. Esto son los rugidos del conciliábulo, las ferocidades de Judas, y la glacial
indiferencia de Pilatos, que constituyen el genio de este fin
de siglo, tan desdichado, tan miserable y tan pecador como
el que más.
Protestemos contra la masonería, proponiéndonos pasar santamente la cuaresma. Os invitamos 6 inaugurarla
con el solemne acto religioso del Via-crucis en público, el
próximo Miércoles de Ceniza, ya arraigado entre nosotros,
apesar de la inclemencia de la estacion, y de las dificultades
y molestias que se presentan al organizar una cosa en que
toma parte un concurso tan extraordinario como el que hemos visto todos los años desde que se instituyó. Encargamos al respetable clero parroquial, que lo anuncie y recomiende con todo encarecimiento, no solo por la lectura de
ésta nuestra humilde Carta Pastoral, sino por un llamamiento especial á los fieles todos y particularmente á las Asociaciones piadosas de cada Parroquia, para que les trasmitan
el aviso, y no se contenten con exíguas comisiones para representarlas, sino toda la corporacion en masa, ha de acudir, para manifestar en público sin ningun respeto humano,
que la fraternidad católica es la única fuerza verdadera para
adunar á los hijos de Dios, en torno de la cruz de J. C.
La conducta de los enemigos del catolicismo ha de enseñarnos como nos hemos de portar. Unirnos como ellos, pero
para hacer el bien,. sufrir las molestias inherentes á toda
empresa que provoca gran concurrencia, y en que han de
tomar parte diferentes agrupaciones de ambos sexos, sacrificarse un poco en aras del buen ejemplo, renunciar á la comodidad de estar mirando la procesion cuando pasa, por el
mérito de estar pasando cuando los impios miran, aterrados
y confundidos al contemplar los grandiosos espectáculos de
Ia fe católica. Y como preparacion 5 esto, para cumplir con
lo que nos dice el Espiritu Santo, ante orationem prepara
animam tuam (1), en los dias de Carnaval desagraviaremos
(1) Eccli.
XVIII. 23.,
•
Dios de las injurias con que se le ofende, asistiendo A los
piadosos ejercicios en alguna iglesia. Para mayor estímulo
de los fieles, autorizamos la esposicion del SSmo. Sacramento en los templos acostumbrados, encargando se digan las
divinas alabanzas en reparacion de las blasfemias, y concedemos 40 dias de indulgencia á los fieles por cada acto de estos á que asistan.
Se;un la Coleccion autentica de indulgencias, se puede ganar una plenaria, despues de haber confesado y comulgado,
visitando en cualquier iglesia del mundo católico el SSmo. Sacramento, espuesto durante tres dias en una (5 en cada una
de las semanas de Septuagésima, Sexagésima 6 Quincuagésima, hasta el Miércoles de Ceniza exclusi ve, ó bien espuesto
solamente en la feria V de sexagésima, llamada vulgarmente
Jueves gordo, concedida por Clemente XII, por decreto de la
S. Congregacion de Indulgencias, de 23 de Jul. de 1765, con
carácter de perpetuidad. Esta indulgencia, había sido concedida anteriormente para el solo estado eclesiástico, por Benedict° XIV en su Constitucion Inter ccetera, de 1.° de Enero
de 1748. (1) Los Cofrades del Santo Pañal del Niño Jesús, en
vez de los 40 dias que concedemos á todos los fieles pueden
ganar 60 dias, aplicables á los difuntos, segun hemos consignado al publicar las de la Cofradía. Y puesto que la ocasion se brinda, añadiremos, que visitando los monumentos
de Semana Santa, se gana indulgencia plenaria con fesando y
comulgando el Jueves Santo ó dia de Pascua, y diez años y
diez cuarentenas, aplicables á las benditas almas, cada vez
que se visitase el monumento rogando por la intencion del
Sumo Pontífice. (2)
Con todo el afecto de nuestro corazon, os recordamos el
cumplimiento del precepto pascual, la aceptacion de la Bula
de la Santa Cruzada, la Bula de difuntos, la asistencia á los
sermones de Cuaresma y la práctica de obras de mortificacion, para desarmar la justicia divina, irritada por nuestros
pecados. Ahora que con el regreso de los soldados repatriados, se producen cada dia en los pueblos las más tiernas escenas, parece que los ánimos están mejor dispuestos. Los
pobrecitos vienen todos ansiando desahogar su corazon en
el seno de sus familias, pero es necesario conozcan que estas no han decaído en la fe. El soldado español es por instinto buen cristiano, así lo han demostrado todos los que ingresaron en el sanatorio de esta capital, acabando ejemplarmente los que ,han muerto, y recibiendo los Santos Sacramentos antes de ir por Navidad d sus casas, todos los que
han recobrado la salud, hermoso ejemplo que habla muy
alto, en pro de los sentimientos de estos gallardos jóvenes.
(1) Tesoro de gracias espirituales. Visita al SSmo. Sacramento.
(2) Pio VII, Rescr. de la S. C. de I. 7 Marzo de 1815.
—
24 —
Dos palabras para concluir. Primera: todos los años se
repite el escándalo de los bailes en dias de cuaresma. Como
en estas cosas, desgraciadamente nada podemos, porque
nuestros lamentos se pierden en la admósfera de condescendencias que nos envuelve, rogarnos á las personas que pueden hacerlo, impidan que se dé este escándalo tan impropio
de un pueblo culto y católico como es el de Lérida. Segunda:
algunas veces ha sucedido que se escojen estos dias de cuaresma, para representaciones teatrales de asuntos religiosos, (5 dramas sacros como suele decirse. Ya sabemos que
esto, se halla terminantemente prohibido por las leyes vigentes, pero como siempre vienen estos casos en los dias
más sagradcs, preparándolas cautelosamente, y luego si nos
quejamos se inicia una tramitacion de consultas, dilaciones
y entorpecimientos de nuestra deficiente administracion pública en estas cosas, acabando por llegar un remedio extemporáneo, cuando ya se ha dado el escándalo, advertimos desde ahora, que el procedimiento que nos parece más acertado
es, ó que 110 se den estos espectáculos de suyo inmorales,
que no se vaya á ellos, y es lo más seguro, sin presumir que
por ningun pretesto vayamos á autorizarlo.
Que esta Santa Cuaresma sea espiritualmente provechosa
para todos, y veamos abundantes frutos de gracia en la reforma de costumbres, es lo que deseamos bendiciéndoos
y del
afectuosamente en nombre del Padre E5 y del hijo
Espiritu
Santo. Amen.
Dado en nuestro Palacio Episcopal de Lerida en la dominica de Septuagésima 29 de Enero de 1899.
JOSÉ, Obispo de Lerida.
Por mandado de S. S. I. el Obispo mi Sr.
Lido, Crescendo Esforzado,
Vice- Serio.
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