El trabajo del sueño Freud Cuando escribe La interpretación de los sueños, quiere demostrarles a los científicos de la época que los sueños son interpretables y tienen sentido. Las teorías científicas de esa época no estudiaban la interpretación de los sueños, porque según ellos el sueño no era un acto psíquico, sino un proceso mental de lo que le pasaba al cuerpo. Entonces, Freud estudia a los antiguos, para entender como era su método de interpretar los sueños. Llegando a la conclusión que hay dos métodos de interpretación de los sueños: 1º) Tomar todo el contenido del sueño: (lo que se denomina contenido onírico) y sustituirlo por otro texto. Hay un intérprete que toma todo el contenido del sueño para explicar que quiere decir todo el sueño. Este método fracasa en aquellos sueños que aparecen incomprensibles y confusos. Freud recuerda la interpretación que José hace del sueño del Faraón. El Faraón había soñado con siete vacas gordas después de las cuales vendrían siete vacas flacas que se las comerían a esas vacas gordas. 2º) El método del descifrado: No toma al sueño en su totalidad, sino que traduce cada signo del sueño. El trabajo de interpretación no se dirige a relatar todo el sueño, sino a cada uno de sus fragmentos. A partir de este método, Freud le pedirá asociaciones al soñante, en cada uno de los elementos del sueño. Por ejemplo: el sueño de Alejandro de Macedonia había rodeado y puesto sitio a la ciudad de Tiro, pero no se decidía a conquistarla. Se encontraba muy angustiado por no poder tomar la ciudad. Una noche sueña que ve un sátiro danzando sobre su escudo de guerrero. El intérprete descompone la palabra griega sátiro (satyros) en “sa-Tyros”. “Sa” es “tuya” y “Tyros” es esa ciudad. Con lo cual le dice: “sa-Tyros”, Tuya es Tiro. La técnica que explica Freud se aparta de la interpretación del método de los antiguos porque el soñante, es quien será el que realice el trabajo de “interpretación”. Toma en cuenta lo que se le ocurre al soñante sobre cada uno de los elementos del sueño. Se conserva el descifrado pero el que asocia es el soñante. Si le preguntamos al paciente una vez que contó un sueño ¿qué se le ocurre?, lo esperable es que no se le ocurra nada. Si, en cambio, le presento un fragmento de ese sueño y le pido que me lo asocie con algo, allí comienzan a presentarse asociaciones sobre alguno de los fragmentos del sueño. Cuando fragmento el sueño, me alejo del simbolismo: tomar el sueño como una totalidad y devolverle el significado por sustitución. Y me aproximo al método del descifrado. La diferencia es que las interpretaciones no surgen de las asociaciones del intérprete, sino por las asociaciones que el soñante brinde para los elementos del contenido manifiesto. Las asociaciones del soñante traen a la luz [el contenido manifiesto y el latente] Así podemos “interpretar” el sueño. El trabajo del sueño El contenido manifiesto: es el texto del sueño, el relato del sueño. Ustedes no pueden enterarse de un sueño si no es a partir del relato que el soñante hace de su sueño. A esto Freud lo llama contenido manifiesto. Desde el contenido latente (o pensamientos del sueño), y no desde el contenido manifiesto, desarrollaremos la solución del sueño. Freud dice que el sueño es una forma de cumplir nuestros pensamientos posibilitada por las condiciones del dormir. Sin embargo, es el trabajo del sueño el que produce esa forma y sólo él es la esencia del sueño. Entonces, este trabajo del sueño también es un trabajo del inconsciente. El contenido del sueño, tal como lo presenta el recuerdo (el relato), nos es dado como una escritura jeroglífica o una escritura en imágenes, algo que esta oculto y debemos descifrar que quiere decir el sueño. cuyos signos deben ser transferidos uno por uno a la lengua de los pensamientos del sueño” al contenido latente “Se incurrirá, en error si se quisiera leer estos signos según su valor de imagen, en lugar de hacerlo según la relación entre signos” Por lo tanto, el texto del sueño nos es dado como una escritura jeroglífica, que está compuesta de signos que no valen por ellos mismos, sino por la relación que ellos tienen en dicha escritura. Con el texto del sueño ocurre lo mismo, los signos no valen por ellos mismos, sino por la relación de oposición entre elementos que pueden (desplazarse) o combinarse (condensación); y es esta relación la que posibilita el trabajo de interpretación. El contenido latente: está formado de deseos inconscientes e impulsos que, de ser expresados directamente, serían amenazadores. Freud creía que muchos de los sueños de las personas adultas podían ser analizados como provenientes de deseos eróticos. Por ejemplo, una pistola podría representar de manera oculta a un pene. Freud pensaba que a través de los sueños podíamos comprender nuestros conflictos internos Desde allí se van formando las cadenas asociativas. Que son el inconsciente para Freud pasando por la palabra y por el lenguaje. Si el relato del sueño, nos es dado como una escritura jeroglífica, a partir de esa apoyatura que necesita en los pensamientos del sueño, la escucha, la lectura, sólo la podemos hacer según la relación que estos signos establecen entre ellos. No por el valor que cada signo tenga en particular, sino según la relación, a partir de la oposición entre elementos que se establece entre los signos. Freud diferencia dos cuestiones: los signos que aparecen en el relato del sueño, en el texto del sueño, no valen por ellos mismos. Solamente valen por la relación que se puede establecer por desplazamiento o condensación entre un signo y otro. Esto es lo interesante que Freud establece, más allá de que diga que hay que transferir los signos del contenido manifiesto al contenido latente. ¿Qué quiere decir que los signos no valgan por ellos mismos? Que no hay un significado fijo, para cada signo, que se produce una separación entre los signos, en la medida en que se definen por su relación y el significado. Por esto les comentaba, de entrada, que para Freud los sueños tienen sentido. Cuando los signos se empiecen a conectar –por las asociaciones– entre ellos, van a producir un sentido que no está dado, que no es fijo y que va a depender de esa relación que se establezca entre los signos. De allí, señala Freud, que el texto del sueño nos es dado como una escritura jeroglífica. Porque en esas escrituras los signos no tienen valores fijos. Estas escrituras antiguas son escrituras no alfabéticas, no se habla, se lee. Y ustedes definen ahí los signos por la posición que esos signos tienen en ese sistema de escritura. Freud dice que se trata de un acertijo en imágenes. Escritura jeroglífica también se traduce como escritura en imágenes. En el sueño aparecen imágenes, y la escritura es en imágenes (que también llama acertijo en imágenes) nos da cierta apoyatura para rescatar esta transposición de los pensamientos en imágenes en el sueño. No quiere decir que en el sueño todas sean imágenes, pero ocupa un lugar muy importante la transposición de los pensamientos en imágenes El trabajo del sueño Freud va a señalar que el trabajo del sueño es el que transpone el sueño latente en el manifiesto. Y el que progresa en la dirección contraria es el trabajo de interpretación. Es aquel que desde el sueño manifiesto quiere alcanzar el latente. Esta cuestión entre lo manifiesto y lo latente, esta cierta dificultad que aparece en esta época, por esta vacilación de Freud respecto del estatuto del inconsciente, ustedes la van a encontrar a cada momento. La transposición: es un mecanismo de defensa donde los deseos o impulsos reprimidos salen en el sueño. Opera mediante condensación y desplazamiento. la transposición de los pensamientos en imágenes. Por eso los sueños tienen ese carácter alucinatorio, por la transposición de los pensamientos en imágenes visuales. Freud va a decir que la función del sueño es la tendencia a la realización o cumplimiento de deseo y que en el sueño vamos a encontrar la transposición de un modo de desear o anhelar algo Por lo tanto, el sueño representa un deseo del soñante como cumplido. Después vamos a tener que diferenciar “la realización de deseo del sueño (el cumplimiento de deseo del sueño)” del deseo inconsciente, que sólo se significa en el sueño, pero que representa la fuerza impulsora para la formación del sueño. Está la realización de deseo, por un lado y, por el otro, el deseo inconsciente que es necesario para que se forme un sueño. No alcanza sólo con el deseo inconsciente, hacen falta también los pensamientos del sueño. en la mayor parte de los sueños existen imágenes. Pero no solamente hay imágenes, puede haber palabras, y relaciones particulares que se establecen en los sueños. En principio se van tomando esas imágenes, esas palabras, esas frases. Lo importante es no tomar el sueño como una totalidad, sino fragmentarlo, porque esta fragmentación posibilita el trabajo de asociación. El sueño representa un deseo del soñante como cumplido. Este deseo cumplido transforma ese anhelo El sueño se forma –dice Freud– con el deseo inconsciente y con los “restos diurnos” que forman parte de los pensamientos latentes. No todos los pensamientos latentes, sino que solo de los acontecimientos recientes. El trabajo del sueño opera por condensación y desplazamiento, y esa puesta en escena, con ese deseo inconsciente y con esos restos diurnos. El contenido del sueño es producto del trabajo del sueño y es el sueño que el paciente relata. La condensación: Son varios pensamientos y deseos que formaran imágenes. Este proceso hace que varias ideas se fusionen en un solo elemento del sueño lo que hace más difícil el poder interpretarlo. En la condensación se somete el material onírico. A consecuencia de la condensación, un elemento del sueño manifiesto puede corresponder a varios de los elementos oníricos latentes. Y a la inversa, un elemento de los pensamientos latentes puede estar sustituido por varias imágenes en el sueño. La relación no es de uno a uno. Freud plantea con respecto a la condensación que: 1) algunos elementos latentes en el contenido manifiesto se omiten por completo 2) muchos complejos del sueño latentes aparecen representados solamente por un fragmento en el contenido manifiesto; 3) aquellos elementos latentes que tienen algo en común se unen en el sueño manifiesto, son fundidos en una unidad El desplazamiento: Se trata de que en los sueños los sentimientos y pensamientos relacionados con una situación reciente traumática o fuerte el sueño te la desplaza a algo menos amenazante. Esto ocurre para reducir la ansiedad de los deseos reprimidos. el desplazamiento es importante en el contenido latente, porque desplaza elementos reciente fuertes para nosotros, en el contenido manifiesto. Es decir, esta operación sustituye el material psíquicamente importante por uno indiferente. De esta forma se arma la relación con la censura. La transposición, con el desplazamiento, la reconducimos a la censura que es un mecanismo de defensa que mientras soñamos, la mente trata de censurar o reinterpretar los contenidos del sueño del inconsciente para evitar que la angustia llega a la conciencia de manera directa. Nos protege y decide que dejar pasar al sueño, evitando las pesadillas.