Subido por Marcelo Martínez

traumato kuekiz

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T R A U M AT O L O G Í A
D r. W i l l i a m G u z m á n
ÍNDICE
01
pág. 11
07
Lesiones articulares
Lesiones del radio y cúbito
Luxaciones
Fracturas
Luxofracturas
Otras lesiones
Luxaciones
Esguinces
Subluxaciones
Lesiones articulares complejas
Lesiones vasculonerviosas
02
08
pág. 15
pág. 41
Lesiones de la mano
Fracturas
Luxaciones
Fracturas
Luxofracturas
Otras lesiones
Generalidades
Clasificación
Tipos de fracturas
Clínica
Diagnóstico
Complicaciones
Tratamiento
03
pág. 37
09
pág. 45
Fractura de pelvis
Aspectos generales
Clasificación
Complicaciones
Tratamiento
pág. 23
Lesiones de clavícula
Luxación de clavícula
Fractura de clavícula
10
pág. 47
Luxación de cadera
04
pág. 27
Luxación del hombro
11
Generalidades
Clínica
Tratamiento
Complicaciones
Otras lesiones
05
Luxación de cadera posterior
Luxación de cadera anterior
Fractura del fémur
Fractura de la cabeza de fémur
Fractura del cuello del fémur
Fractura de la diáfisis del fémur
pág. 31
12
Fractura del húmero
Fractura de húmero proximal
Fractura de la diáfisis humeral
Fractura distal del húmero
06
Aspectos generales
Clínica
Tratamiento
pág. 53
Lesiones de rodilla
pág. 35
Luxación del codo
pág. 49
Lesión de ligamentos
Lesión de meniscos
Otras lesiones
13
pág. 57
Lesiones de tibia y peroné
Fractura de tibia y peroné
Otras lesiones
14
pág. 61
Lesiones del pie
Fractura del calcáneo
Fractura del astrágalo
Fractura de los metatarsianos
Deformaciones del pie
15
pág. 65
Deformaciones y lesiones de la columna
Escoliosis
Enfermedad de Grisel
Deformación de Sprengel
Fractura del ahorcado
16
pág. 67
Osteocondrosis
Enfermedad de Perthes
Epifisiolisis femoral
17
pág. 69
Luxación congénita de cadera
Aspectos generales
Clínica
Diagnóstico
Tratamiento
18
pág. 71
Osteomielitis
Aspectos generales
Clínica
Diagnóstico
Tratamiento
19
pág. 75
Tumores óseos
Tumores benignos
Tumores malignos
20
pág. 77
Cuestionario
01. LESIONES DE ARTICULACIONES
Luxaciones
Conocidas también como dislocaciones, consiste en el desplazamiento del hueso del lugar
donde se articula. Son consideradas lesiones intraarticulares porque afectan directamente
las caras articulares de los huesos que están comprometidos. Las luxaciones usualmente
generan deformación de la articulación, hallazgo que las caracteriza.
Tipo de luxación más frecuente según grupo etario:
— Adultos: luxación de hombro anterior
— Niños: luxación del codo posterior.
Figura 1. Luxación de hombro anterior
Figura 2. Luxación de codo posterior
Clínica: Dolor, deformidad y disfunción (o impotencia funcional).
Recuerda
El hueso distal
determinará la posición.
Ejemplo: la articulación
glenohumeral está
compuesta por la
cabeza del húmero y
la cavidad glenoidea.
En una luxación de
hombro anterior, la
cabeza del húmero
se desplaza hacia
adelante, aun cuando
la escápula tenga
un desplazamiento
posterior relativo, es el
hueso más distal, en este
caso el húmero, el que
determina la posición.
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TRATAMIENTO
El manejo ortopédico sigue la secuenciade reducción, inmovilización y
rehabilitación (ESSALUD 2009). La reducción se hace de forma precoz. El
tiempo de inmovilización varía, las luxaciones del miembro inferior tienden
a movilizarse por más tiempo (promedio 5 semanas) a diferencia de las
luxaciones del miembro superior (3 a 4 semanas). Toda luxación tiene este
manejo secuencial, siempre que no haya lesiones asociadas.
COMPLICACIONES
Tempranas: son propias de la lesión.
— Lesiones neurovasculares y/o de ligamentos, son las complicaciones más
comunes.
Mediatas y tardías: son lesiones posteriores propias de un inadecuado
manejo. Por ejemplo: por inmovilización muy prolongada.
— Rigidez articular
— Atrofia muscular
— Calcificaciones
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Esguinces
Consiste en la ruptura parcial o total
de los ligamentos que les dan soporte
y estabilidad a las articulaciones. Son
lesiones extraarticulares, no existe
compromiso de la articulación sino de
los ligamentos que están por fuera de las
vainas sinoviales. Al ser extraarticular no
generan deformación, sin embargo, puede
presentarse deformación secundaria al
proceso inflamatorio generado en esa
misma localización. Los esguinces generan
inestabilidad.
Figura 3. Ligamentos del tobillo lateral, con el
movimiento de inversión característico, que lo
ocasiona
La lesión usualmente no pone en riesgo la
extremidad (salvo lesión multiligamentaria
de rodilla por daño neurovascular), sin embargo, el diagnóstico y tratamiento precoz son
importantes para la funcionalidad.
Los esguinces del tobillo lateral por inversión/supinación del pie son los más comunes.
Recuerda
La inmovilización
para los esguinces de
grado II es mediante
el uso de férulas.
No se recomienda
la inmovilización
con yeso puesto
que la colocación
de estos dentro
de las primeras
48 horas puede
generar síndrome
compartimental.
Al peroné están unidos los
ligamentos
peroneo
tibial
anterior
y
posterior,
los
ligamentos peroneo astragalino
anterior y posterior, y el
ligamento peroneo calcáneo.
Todos
pueden
generar
esguince pero el más frecuente
es el peroneo astragalino
anterior. Este es lesionado por
movimientos de inversión/
supinación del pie, sobre todo
en mujeres.
Figura 4. Ligamentos del tobillo medial, con
el movimiento de eversión del pie, que los
ocasiona.
Los esguinces del tobillo medial
se dan por movimientos de eversión/ pronación del pie generando lesión de los
ligamentos deltoideos (superficiales, medios, profundos).
Clínica: Dolor, inestabilidad y disfunción como triada en todos los grados, sin
embargo, uno de ellos puede predominar de acuerdo a la severidad.
CARACTERÍSTICAS
CLÍNICA
MANEJO INICIAL
TRATAMIENTO
I
Microrupturas
Elongamiento
Dolor, inestabilidad e impotencia
funcional, leves
Moderada Hielo local
Vendaje elástico
II
Ruptura parcial (<50%)
Dolor, inestabilidad e impotencia
funcional, moderados
Elevar miembro
afectado
Inmovilizar con
férulas
III
Ruptura total (>50%)
Dolor, inestabilidad e impotencia
funcional, severos
Reposo/inmovilización
AINEs
Cirugía
reparadora
Tabla 1. Clasificación y manejo de los esguinces
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Recuerda
Las luxaciones,
las fracturas y la
rotura de tendones
generan dolor,
deformidad y
disfunción (“3D”).
A diferencia de
los esguinces que
generan dolor,
inestabilidad y
disfunción.
Esguinces sindesmóticos:
La
sindesmosis
son
articulaciones de tipo fibroso
en la cual los huesos están
unidos por una lámina de tejido
fibroso. Son lesiones complejas,
es decir, varios tipos de
mecanismos están involucrados
(rotación más eversión). La
mayoría necesitará correcciones
quirúrgicas. Las lesiones de
la sindesmosis a menudo se
asocian a fracturas de tobillo.
Figura 5. Esguinces sindesmóticos
Subluxaciones
Son luxaciones incompletas, que no deforman la articulación.
La subluxación del codo es una de las más frecuentes. En este
caso, la cabeza del radio se desplaza parcialmente de su lugar,
sin afectar la unión entre el cúbito y el húmero. Estas lesiones
no generan deformación de por sí ; sin embargo sí ocasionan
dolor y disfunción.
Lesiones articulares complejas
LUXOFRACTURAS
Coexistencia de luxación y fractura ya sea en el mismo hueso o en otro
adyacente. Por su complejidad el manejo casi siempre es quirúrgico.
Figura 6. Subluxación de
cabeza de radio
FRACTURAS INTRAARTICULARES
Son lesiones que comprometen caras articulares. Es típico encontrar hemartrosis más
grasa, médula ósea amarilla, al hacer la artrocentesis. El manejo usualmente es quirúrgico
Figura 7. Luxación de la cabeza de radio con fractura
del cúbito (fractura de Monteggia).
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Figura 8. Fractura de uno de los huesos
del carpo (flecha gruesa) y fractura de la
extremidad distal del radio (flecha delgada).
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Lesiones nerviosas
LEVE: NEUROPRAXIA
Solo existe lesión de vaina de mielina. Es el tipo de lesión nerviosa más frecuente y de rápida
recuperación con buen pronóstico. Los pacientes refieren parestesias y dolor. Por ejemplo:
el uso prolongado de muletas genera neuroapraxia del plexo radial por compresión.
Figura 9. Clasificaciones de Seddon y Sunderland para lesiones nerviosas
MODERADO: AXONOTMESIS
Ruptura axonal sin compromiso de las envolturas. La parte distal del axón tiende a degenerar,
es decir, sufre un proceso de cromatolisis (degeneración Walleriana). La recuperación se
observa a los meses y requiere rehabilitación.
SEVERO: NEUROTMESIS
Ruptura de todo el nervioso con compromiso de las envolturas. Es de mal pronóstico, el
manejo es quirúrgico y el paciente no podría nunca recuperar la función.
Lesiones vasculares
Recuerda
• Lesión arterial:
Pain (dolor) –
Palidez – Pulso
disminuido
- Parestesias –
Parálisis
• Lesión venosa:
Dolor – Cianosis
– Pulso normal
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La clínica dependerá si es lesión arterial o venosa. En general ambas producen
dolor (Pain), parestesia y parálisis (3“P”). Sin embargo, las lesiones arteriales
generan además, palidez. Esto se debe a que la extremidad deja de recibir
sangre oxigenada en la parte distal. Es característico en este tipo de lesiones
encontrar un pulso disminuido. Por otro lado, las lesiones venosas tienen a
generar cianosis debido a la congestión de sangre poco oxigenada. En este tipo
de lesiones el pulso es normal.
Para ambas lesiones, venosas y arteriales, la principal medida es la compresión
de la zona afectada, el uso de torniquete solo es utilizado en ciertas lesiones. El
objetivo es la revascularización temprana para restaurar el flujo arterial ya que
la necrosis muscular inicia a partir de las 6h (los nervios son aún más sensibles).
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02. FRACTURAS
Generalidades
Recuerda
Fractura oblicua vs
transversa
Si el ángulo
formado entre la
dirección de la
fractura con el eje
horizontal es <
30°, se denomina
fractura transversa.
Si el ángulo
formado entre la
dirección de la
fractura con el eje
horizontal es >
30°, se denomina
fractura oblicua.
Las fracturas son una solución de continuidad en el hueso. En toda fractura
se debe evaluar la localización (epífisis, diáfisis o metáfisis), la orientación
(transversa, longitudinal, oblicua, horizontal) y el desplazamiento (desplazada o
no desplazada).
Figura 10. Tipos de fractura. De izquierda a derecha: Transversal, longitudinal,
oblicua no desplazada, oblicua desplazada, espiroidea (por torsión), en tallo
verde, en conminuta.
Recuerda
La más estable de
todas las fracturas
son de orientación
transversal.
Una fractura desplazada se define cuando existe más del 50% de desplazamiento
en la fractura, suelen tener indicaciones quirúrgicas en el manejo. En huesos
pequeños como en el tarso, desplazamientos superiores a 2 mm pueden requerir
manejo quirúrgico. Las fracturas desplazadas presentan mayor acortamiento y
angulación.
Clasificación
Fractura cerrada: no hay herida asociada ni exposición de partes blandas, tienen riesgo
de complicarse con síndrome compartimental.
Fractura abierta: si hay herida asociada, con lesión de partes blandas suele generar
osteomielitis.
Clasificación de Gustillo y Anderson
para fracturas abiertas:
— Herida de menos de 1 cm
— Herida de más de 1 cm
— Herida severas con exposición de
partes blandas:
♦ Herida con periostio normal
♦ Daño del periostio
♦ Daño del periostio con lesión vascular
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Tipos de fracturas
Fracturas normales: Se refiere a las lesiones sobre hueso sano y duro, sobre todo en jóvenes
por lesiones de alta energía, especialmente accidentes de tránsito.
Fracturas patológicas: En huesos desmineralizados (ej. osteoporosis, osteomalacia,
tumores, osteogénesis imperfecta). Afectan comúnmente las vértebras, el cuello del fémur,
el radio distal (fractura de Colles). La epífisis y metáfisis son las localizaciones más afectadas.
La mayoría requiere manejo quirúrgico.
Fracturas por fatiga o por estrés: son microtraumatismos por esfuerzos repetidos sobre un
hueso.
Ejemplos son:
— Fractura del soldado: la fractura ocurre en la cabeza/cuello del 2do-3er metatarsiano del pie.
— Fractura del cargador: Apófisis espinosas de las vértebras cervicales.
— Lesión de Ollanquist: fracturas a nivel de la tibia próxima típico de los atletas, generando
inflamación a ese nivel.
En niños los huesos no están del todo osificados por lo tanto es más común que presenten
las siguientes tipos de fractura:
Fractura en tallo verde: ocurre comúnmente en huesos largos, sobre todo en el radio y
cúbito. Son fracturas de tipo incompletas.
Fractura en “torus” o en rodete: ocurre comúnmente en el radio. Existe formación de
rodete por aplastamiento.
Figura 11. Fractura en tallo verde
Figura 12. Fractura en ¨torus¨
Clínica
Lo común es la presencia de dolor, deformidad y disfunción (triple D), puede haber
equimosis, crepitación o parestesias.
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Diagnóstico
— Radiografía: es el estudio diagnóstico
inicial, para excluir una luxación oculta
deben incluirse la articulación proximal y
distal del sitio de fractura.
— TAC: están indicadas cuando se busca
fractura de huesos pequeños, lesiones de
apófisis o lesiones intraarticulares.
— RM: está indicada para visualizar partes
blandas.
— Ecografía: indicado en recién nacidos o
gestantes.
Figura 13. TAC de una fractura de escafoides.
Fases de la consolidación ósea
INFLAMATORIA
Comienza con la formación de barrera hemostática e inflamatoria. Tiene una duración de
48 horas aproximadamente.
REPARACIÓN
Proliferación de condroblastos (formación del callo blando) y osteoblastos (formación del
callo duro/óseo). Dura aproximadamente 6 semanas.
REMODELACIÓN O MADURACIÓN
El callo del hueso desaparece.
Inflamatoria
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Reparación
Remodelación o
maduración
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Factores de riesgo que retrasan la consolidación:
— Mala inmovilización
— Hipotiroidismo
— Infecciones
— Corticoides
— Osteoporosis
— AINEs
— Diabetes Mellitus
— Antibióticos (quinolonas).
Complicaciones
EMBOLIA GRASA
Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) por lesión de la médula ósea, con
liberación de émbolos grasos y citoquinas. Es secundario a fractura cerrada de huesos
largos de la extremidad inferior, más frecuente en fémur. Los émbolos pueden migrar a los
pulmones generando distrés respiratorio así como daño al SNC generando alteraciones
del sensorio, incluso coma. Puede haber petequias en conjuntivas y piel. Los síntomas
suelen aparecer entre 24 -72h después de la lesión.
Figura 14.
Petequias
características
de la respuesta
inflamatoria
asociadas a la
embolia adiposa
NECROSIS AVASCULAR O NECROSIS ASÉPTICA
Necrosis que no tiene causa infecciosa, ocurre por lesión de vasos sanguíneos. Es frecuente
por fracturas de zonas cervicales de los huesos. Lo más común son lesiones del cuello del
fémur y húmero, sin embargo, puede suceder en huesos pequeños como el escafoides y
astrágalo. La necrosis afecta la cabeza del hueso o zona proximal con frecuencia, de ahí el
nombre de necrosis proximal, la cual puede ser de indicación quirúrgica.
LESIONES NEUROVASCULARES
Dependiendo de la dirección de la fractura, se lesionarán estructuras distintas. Por ejemplo,
en la fractura supracondílea del húmero en desviación de varo el nervio comprometido es el
radial. Por el contrario, en la fractura con desviación en valgo el nervio que se compromete
es el mediano.
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Fractura
Torso
Extremidad
superior
Arteria
Vertebra
Médula espinal o raíz nerviosa
Clavícula
Subclavia
Plexo branquial
Húmero proximal
Axilar – Braquial
Axilar – Supraescapular
Eje del húmero
Braquial
Radial – Mediano – Cubital
Supracondilar (húmero)
Braquial
Mediano – interóseo anterior
– Radial – Cubital
Mediano – Cubital
Mediano
agudo)
Radio/Cúbito
Pelvis
Extremidad
inferior
Nervios
Escafoides
Braquial – Axilar – Cubital
Sacroilíaco
Plexo sacro
Acetábulo
(túnel
carpiano
Plexo lumbosacro
Ciático
Fémur
Femoral
Tibia
Poplíteo – tibial anterior – Tibial – peroneo superficial y
tibial posterior
profundo
Cabeza y cuello del periné
Femoral
Peroneo
Tabla 2. Fracturas más comunes y posibles lesiones nerviosas y vasculares
SINDROME COMPARTIMENTAL:
Recuerda
En una fractura
de tibia el
compartimento
que se lesiona
comúnmente es
el compartimento
anterior
(conformado por
el músculo tibial
anterior, músculos
extensores de los
dedos del pie,
arteria y vena tibial
anterior y nervio
tibial anterior o
nervio profundo)
por la cercanía con
dicho hueso.
Definida como una elevación de la presión intrafascial / intracompartimental /
intraaponeurótica / intratisular, que compromete la circulación y consecuentemente
la función de los tejidos. La zona más frecuentemente lesionada es la pierna
seguida del antebrazo.
El origen del síndrome compartimental no es únicamente por fractura, siendo
factores de riesgo: síndrome de reperfusión, sangrado espontáneo, quemadura,
SIRS, reanimación masiva con líquidos, infección de tejidos blandos. CLÍNICA
Se caracteriza por una secuencia evolutiva, siendo lo principal el dolor de tipo
intenso y desproporcionado, seguido de cianosis y finalmente disminución del
pulso, puede haber palidez (ESSALUD 2008). Otros hallazgos clínicos son el
dolor al estiramiento pasivo del compartimento afectado, hipoestesia, parálisis
muscular, parestesias del primer y segundo dedos, dificultad para la dorsiflexión.
Los exámenes seriados (cada hora) son vitales en pacientes con riesgo.
El diagnóstico es clínico, sin embargo, como ayuda diagnóstica se puede hacer
medición de la presión intratisular con el equipo de Stryker. El uso de oximetría
de pulso no es sensible.
—- Presión tisular normal: 0-8 mmHg
—- Síndrome compartimental: >30 mmHg de presión tisular
—- Presión diastólica - Presión tisular < 30 mmHg
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Figura 15.
Equipo de Stryker
para evaluación
de presiones
compartimentales
Tratamiento (ESSALUD 2007)
Las medidas de soporte general incluyen:
— Elevación del miembro afectado < 30 ° grados respecto a nivel del corazón.
— Manejo de la presión arterial, es decir, manejo de la hidratación.
El único tratamiento reconocido es la fasciotomía, idealmente dentro de las 4h después
del inicio de los síntomas. La fasciotomía después de 6h de inicio aumenta la tasa de
necrosis y amputación.
Figura 15. Izquierda: Fasciotomía en miembro superior. Derecha: Fasciotomía en miembro inferior
SÍNDROME DE APLASTAMIENTO
Llamado también síndrome de reperfusión, síndrome de Bywaters. Consiste en un daño
renal por liberación de mioglobina al torrente sanguíneo por lesión muscular severa.
Conlleva a una falla renal aguda. Los componentes son:
—- Rabdomiólisis → mioglobina
—- CID → trastorno de coagulación
—- Tercer espacio → shock hipovolémico
—- Otras complicaciones → síndrome
compartimental
—- Hiperkalemia → fibrilación auricular
ODISTROFIA DE SUDECK
Llamado también síndrome de Sudeck,
síndrome doloroso regional complejo,
distrofia simpático refleja. Consiste en el
compromiso de las fibras simpáticas, que
evoluciona en forma típica desde una
fase aguda hiperémica, aumento de la
vellosidad, dolor inespecífico y sudoración
hasta una fase secundaria con dolor y
atrofia por desmineralización ósea. Las
fracturas, con o sin lesión nerviosa, son un
evento desencadenante común.
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Figura 16. Deformación característica de la
distrofia de Sudeck
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PSEUDOARTROSIS
Es la formación de una falsa articulación en una zona de fractura por retraso en la
formación del callo más allá de los 9 meses. Es frecuente en fracturas de huesos
largos.
Recuerda
Las complicaciones
de las fracturas
también se pueden
clasificar según el
tiempo en:
Tempranas: ocurren
dentro de las
48 horas, son
secundarias a las
fracturas per se.
- Sindrome
compartimental
- Embolia grasa
- Lesiones
neurovasculares
- Necrosis
avasculares
Mediatas: ocurren
a las semanas
y meses, son
secundarias a
un inadecuado
manejo.
- Osteomielitis
- Pseudoartrosis
- Síndrome de
Sudeck
Tardías
- Malignidad
Factores de riesgo: Inadecuada inmovilización, tracción excesiva, infecciones,
riego sanguíneo bajo en zona de fractura (escafoides), tabaquismo, alcoholismo,
medicamentos (quimioterapia, glucocorticoides, fluoroquinolona, gentamicina,
tetraciclina, AINEs)
Clínica: movilidad anormal, escaso dolor.
Patrones:
— Hipertróficos o en patas de elefante (A): asociado a una inadecuada inmovilización.
— Atrófica (B); asociado a una excesiva tracción.
— Flotante (B): asociado a infecciones (Ej, osteomielitis) .
Tratamiento: Suele ser quirúrgico (osteosíntesis).
Figura 17.
A
A:
Pseudoartrosis
hipertrófica
en patas de
elefante.
B:
Pseudoartrosis
atróficas y
flotantes.
B
Manejo
La inmovilización es el manejo más importante. Tiene el propósito de evitar el daño de
partes blandas y, por lo tanto, prevenir el síndrome compartimental, pseudoartrosis,
asimismo, reducen el dolor, asegura una adecuada consolidación y alineamiento, entre
otros beneficios.
Principios:
— Se prefiere el uso de férulas sobre los yesos, ya que estos últimos pueden generar síndrome
compartimental.
— Se inmoviliza siempre la articulación distal y proximal a la fractura.
— Colocar almohadillas
— Las férulas deben ser revisadas las 24 horas.
— Los yesos se colocan a partir del tercer día.
Manejo inmediato: es aquel que se da en el lugar del accidente.
Inicia con la atención primaria del politraumatizado (A, B, C, D, E). Luego se debe determinar
si la fractura es cerrada o abierta.
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FRACTURAS CERRADAS
Evitar lesión
blandas
Objetivo
de
partes
FRACTURAS ABIERTAS
Evitar contaminación y hemorragia
Lavado/debridación/limpieza quirúrgica
Conducta inicial
Inmovilización/ estabilización
Cobertura y vendaje
Inmovilización
Antibióticos y suero antitetánico
Tabla 3. Manejo de las fracturas abiertas y cerradas
Manejo ortopédico: Se refiere al manejo no quirúrgico. Incluye uso de yesos,
tracciones, vendajes, cabestrillos. Está indicado en niños, en fracturas no
complicadas del adulto y ancianos con mal pronóstico.
Recuerda
Las fracturas
cerradas
tienen como
medida inicial la
estabilización de la
fractura.
Las fracturas
abiertas, tienen
como medida
inicial, en el lugar el
accidente, lavado e
irrigación profusas
e inmovilización.
En la atención
hospitalaria
se incluye
debridación,
manejo antibiótico
y antitetánico
según esquemas.
Manejo quirúrgico: se usa material metálico para fijar los huesos. Tiene las
siguientes indicaciones:
— Fracturas desplazadas >50% />2 mm
— Síndrome compartimental
— Inestabilidad / conminuta
— Fracturas patológicas
— Fracturas múltiples / luxofracturas
— Fracturas intraarticulares
Dentro del manejo quirúrgico tenemos dos opciones quirúrgicas:
— Fijaciones internas u osteosíntesis: generalmente se usan en fracturas múltiples. Los
materiales a usar son:
♦ Placas con tornillos
♦ Clavos endomedulares (Ender / Rush)
♦ Sistemas DHS
♦ Prótesis (parciales / totales)
Figura 18.
Diversas
formas de
osteosíntesis
— Fijaciones externas u osteotaxis: es preferible usarla en fracturas abiertas (grado II y III) con
riesgo de osteomielitis
Figura 19.
Fijación
externa de
una fractura,
osteotaxis
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03. LESIONES DE LA CLAVÍCULA
Luxación de clavícula
La clavícula puede luxarse en la parte externa (articulación acromioclavicular) o en la parte
interna (articulación esternoclavicular). La más frecuente es la primera, suele ocurrir en
jóvenes por un traumatismo directo en la cara superior o lateral del hombro con el brazo
en aducción, de esta forma se desplaza el acromion hacia abajo y aumenta la tensión en
los ligamentos.
Clínica: Cursa, como la mayoría de luxaciones, con dolor, disfunción y deformidad (“signo
de la tecla de piano y pseudocharretera”).
Figura 20. Luxación acromioclavicular
Figura 21 Signo de la pseudocharreta
Imágenes: Se suele utilizar 2 enfoques:
— Una radiografía anteroposterior, que incluya
ambas articulaciones acromioclaviculares.
— Dos radiografías anteroposteriores, una
de cada hombro como placa comparativa.
Para detectar lesión grado III se recomienda
rotar internamente el brazo afectado para
aumentar la sensibilidad. Anteriormente se
utilizaba una vista de estrés del hombro, en
la cual, se solicita una radiografía con peso
para que el miembro superior desciende
y se haga notorio el signo de la tecla de
piano, sin embargo, actualmente se utilizan
solo en caso de duda diagnóstica
Figura 22. Signo de la tecla de piano
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Tipo I
Esguince del ligamento acromioclavicular (AC)
Tipo II
Ligamento acromioclavicular desgarrado, ligamento coracoclavicular (CC)
intacto; Articulación AC subluzada
Tipo III
Ligamento AC y CC rotos; dislocación completa de la articulación
Tipo IV
Luxación completa con desplazamiento posterior de la clavícula distal hacia
el músculo trapecio a través de él
Tipo V
Luxación superior de la articulación de una a tres veces el espaciamiento
normal, aumentando la distancia del ligamento CC de dos a tres veces lo
normal; ruptura de la fascia deltotrapezial
Tipo VI
Luxación completa con desplazamiento inferior de la clavícula distal a un
aposición subacromial o subcoracoidea
Tabla 4. Clasificación de la lesión acromioclavicular
Se consideran luxaciones complejas a partir de la lesión y compromiso de los ligamentos
coracoclaviculares, situación en la cual suele requerir manejo quirúrgico.
TRATAMIENTO
— Ortopédico (férula /yeso). De indicación en los tipos I y II.
— Quirúrgico: cuando está asociado a fractura de clavícula o acromion, o cuando hay lesión de
ligamentos coracoclaviculares. Indicado principalmente en tipos IV y V. La lesión tipo III está en
controversia, aunque clásicamente es de indicación quirúrgica.
— Rehabilitación para fortalecimiento de estabilizadores escapulares y del hombro.
Fractura de clavícula
La gran mayoría son causas por caída
sobre hombro, especialmente asociado
a accidentes de tránsito y deportes en
jóvenes. Es frecuente en recién nacidos
asociado a macrosomía.
CLÍNICA
Dolor localizado, equimosis, angulación
ósea. Es importante realizar un examen
neurovascular y pulmonar en busca de
otras lesiones. Las características clínicas
usualmente están relacionadas a la lesión
del plexo braquial, que en el caso de los
niños se suele manifestar con reflejo de
Moro asimétrico y signos de parálisis
braquial.
PA G . 2 0
Figura 23. Deformación característica de la
fractura de clavícula
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T R A U M AT O L O G Í A
Según su localización, Allman las clasifica en:
Grupo I: Fractura del tercio medio: es la más frecuente (69%). Suele generar lesión del
plexo braquial (parálisis), vasos subclavios y pleura.
Grupo II: Fractura del tercio distal: es la segunda en frecuencia, se asocia a lesión de
ligamentos coracoclaviculares.
Grupo III: Fractura del tercio proximal: es infrecuente
Grupo 2
Grupo 1
Grupo 3
Figura 24. Clasificación de Allman para fracturas
de clavícula
Figura 25. Fractura del tercio distal con lesión
de ligamentos coracoclaviculares
Tratamiento: dependerá del grupo etario afectado y de la localización.
Recuerda
La fractura del
tercio medio de
clavícula suele
generar lesión del
plexo braquial.
Fracturas del tercio medio. Usualmente de manejo no quirúrgico.
— Recién nacidos: solo observación
— Niños: vendaje en 8 (salvo casos complicados)
— Adultos:
— Cabestrillo, vendaje Velpeau en fracturas no desplazadas.
— Vendaje en 8 en fracturas desplazadas.
— Cirugía (placa con tornillos) en fracturas complicadas (abiertas, bilaterales, múltiples).
Por el contrario, en su mayoría, las fracturas del tercio distal requieren de cirugía.
Más aún si se asocian a lesión de ligamentos coracoclaviculares.
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PA G . 2 1
04. LUXACIÓN DEL HOMBRO
Generalidades
La articulación glenohumeral es de tipo esferoidea o enartrosis, lo que permite al hombro
movimientos poliaxiales. La más frecuente es la luxación anterior o subcoracoidea (95%)
por caída en abducción, rotación externa y extensión de hombro. Es típico de jóvenes .
Figura 26.
De izquierda
a derecha:
Hombro
normal,
luxación
anterior y
luxación
posterior de
hombro.
Clínica
Al igual que la mayoría de luxaciones,
la “triple D” es característica: dolor,
disfunción y deformidad (signo de la
“charretera” o “hachazo deltoideo”).
El paciente suele acudir con posición
de Desault (sostén del brazo con mano
contraria) con imposibilidad para el
movimiento de dicha actividad .
Complicaciones
Figura 27. Signo de la charretera, deformación
característica de la luxación de hombro..
Principalmente lesiones neurovasculares:
— Lesión del nervio axilar (o circunflejo)
— Lesión de Bankart por fractura del borde de la cavidad glenoidea o labrum.
— Lesión de Hill Sachs por desgarro de la epífisis del húmero.
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PA G . 2 3
T R A U M AT O L O G Í A
Figura 28.
Lesión de
nervio axilar,
característico
de la luxación
anterior de
hombro.
Figura 29.
Lesiones de
Bankart y Hill
Sachs
Tratamiento
No existen pruebas claras que apoyen la superioridad de cualquiera de los muchos métodos
utilizados para reducir las luxaciones anteriores del hombro. El método empleado depende
de la preferencia del médico y del estado del paciente. Generalmente, una técnica que sea
rápida, simple y que no requiera una fuerza significativa ni medicación intravenosa es ideal.
El fundamento principal de la reducción consiste en la tracción del miembro superior y la
rotación externa. Se suele iniciar con la manipulación escapular y, si no tiene éxito, intentar
luego la técnica de rotación externa. Si no se logra la reducción usando estos enfoques,
entonces se puede usar tracción-contratracción o la técnica de Stimson. La reducción
exitosa es anunciada por un "clunk" cuando la cabeza humeral se reubica y el retorno del
contorno normal del hombro. Con técnicas más graduales (p. Ej., Rotación externa), la
reducción puede ser más sutil sin un "chasquido" apreciable. La capacidad del paciente
para colocar la mano de la extremidad afectada sobre el hombro opuesto confirma aún
más la reducción.
Posterior a la reducción, el miembro superior debe quedar en inmovilización
por un máximo de 3 a 4 semanas. Mayor tiempo de inmovilización está asociada
a rigidez articular. Debe considerarse rehabilitación posterior para recuperar el
tono muscular y los rangos de movimiento.
Reducción de la luxación de hombro - Método de tracción
PA G . 2 4
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T R A U M AT O L O G Í A
Figura 30. Maniobra de tracción
y contratracción. El paciente se
encuentra en decúbito supino y con el
miembro afectado en abducción.
Figura 31 Maniobra hipocrática. El fundamento
es similar al de la maniobra de tracción y
contratracción.
Figura 32.
Maniobra de
Stimson. El paciente
en decúbito prono,
cuelga el miembro
superior, colocando
un peso de
aproximadamente 3
– 5 kilos, por 10 a 20
minutos.
Figura 33.
Secuencia de Kocher:
El miembro superior en
abducción se tracciona.
Manteniendo la tracción
se realiza una rotación
externa sostenida y
lenta. Una vez que el
chasquido ocurra, se
aproxima el miembro
superior al tórax y se
lleva la mano al hombro
contralateral. Este
procedimiento tiene
una alta tasa de lesiones
y complicaciones
asociadas.
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PA G . 2 5
T R A U M AT O L O G Í A
Complicaciones de largo plazo
Recuerda
Aun cuando son menos
frecuentes, Las luxaciones
posteriores se generan en su
mayoría por crisis convulsivas.
Las luxaciones superiores se
asocian a fractura de acromion.
Son más comunes la rigidez articular, artrosis, luxaciones recidivantes.
Puede haber lesiones nerviosas o vasculares, pero con menos
frecuencia.
En casos de sospecha se puede realizar una electromiografía a las 4
semanas para estudio de conducción del nervio axilar.
Lesiones de los músculos del manguito rotador
El manguito de los rotadores está compuesto por cuatro músculos:
— Supraespinoso: Abducción inicial
— Infraespinoso: Rotación externa
— Redondo menor: Rotación externa
— Subescapular: Rotación interna
Factor de riesgo más importante es la actividad repetitiva por encima de la cabeza. El
más común en lesionarse es el supraespinoso, con limitación a la abducción inicial
(ESSALUD 2013).
Figura 34.
Desgarro
del músculo
supraespinoso
El manejo generalmente es médico e incluye reposo, crioterapia, AINEs por 7-10 días y
fisioterapia; se debe considerar manejo quirúrgico en los siguientes casos:
— Déficit funcional que interfiere en las actividades diarias
— Dolor persistente
PA G . 2 6
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05. FRACTURA DE HÚMERO
La localización de las fracturas del húmero varía según el grupo etario, es así que las
fracturas de la parte superior (cuello del húmero) son más comunes en los ancianos, la
parte media o diafisiaria es más común en jóvenes o adultos y la parte distal en niños.
Fractura del húmero proximal
Puede ocurrir a nivel del cuello anatómico o quirúrgico siendo más frecuente el segundo.
Cuello quirúrgico: es común en ancianos con osteoporosis. Además de la presencia de
dolor, disfunción y deformidad es característico el hematoma de Hennequin. El manejo,
la mayoría de veces, es quirúrgico, se opta por el manejo ortopédico en presencia de
comorbilidades.
Figura 35. Clasificación de Neer para fracturas del húmero proximal
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PA G . 2 7
T R A U M AT O L O G Í A
Figura 36
Hematoma de
Hennequin
Cuello anatómico: Las fracturas del cuello
anatómico no suelen caracterizarse por la
equimosis de Hennequin, sino por la necrosis
avascular propio de las lesiones intraarticulares.
Fractura de la diáfasis humeral
Es frecuente en jóvenes y suele ocurrir por lesiones directas o lesiones por torsión. Una de
las complicaciones más comunes es la lesión del nervio radial lo cual limita los movimientos
de extensión de la mano y los dedos.
MANEJO:
En casos no complicados, en los cuales no haya inestabilidad ni desplazamientos severos,
el manejo es ortopédico con yeso colgante de Caldwell, el cual lleva un peso de 3-4kg que
permiten realizar una tracción suficiente para mantener alineado el húmero.
Este procedimiento podría generar pseudoartrosis como complicación frecuente. En
fracturas complicadas, inestables o muy desplazadas, el manejo es quirúrgico, usualmente
colocación de clavo endomedular. La principal complicación es la pseudoartrosis.
En pacientes ancianos con factores de riesgo asociado, se puede considerar manejo
conservador.
Recuerda
Las lesiones de la
diáfisis del húmero,
lesionan el nervio
radial, ocasionando
limitación a la
extensión de la
mano y los dedos
de la mano.
Figura 37. Yeso colgante de
Caldwell
PA G . 2 8
Figura 38. Osteosíntesis de fractura de húmero
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T R A U M AT O L O G Í A
Fractura distal del húmero
Es común que se presente en los niños, al presentar zonas con osificación incipiente. La
fractura supracondílea es más frecuente y suele lesionar la arteria braquial, nervio mediano
y en algunas ocasiones compromiso del nervio radial y cubital. Esta compresión nerviosa
y vascular puede generar contracturas distales y reducción del flujo sanguíneo (síndrome
compartimental), asociación conocida como Síndrome de Volkmann, complicación más
severa y temible de las fracturas supracondíleas (ESSALUD 2001).
Otras fracturas de la zona distal del húmero son:
— Fractura de la epitróclea: suelen lesionar al nervio cubital produciendo parestesias en el cuarto
y quinto dedos, así como pérdida de la función de los músculos inervados por éste. Asimismo,
la fractura de la epitróclea, al ser origen de músculos flexores de la mano, genera disfunción de
este movimiento (ESSALUD 2016).
— Fracturas del epicóndilo: lesionan al nervio radial causando disfunción de los músculos
extensores de la mano y los dedos de la mano.
Figura 39. Fractura
supracondílea de húmero
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Figura 40. Fracturas de la
epitróclea (del lado cubital) y
epicóndilo ( del lado radial)
PA G . 2 9
06. LUXACIÓN DEL CODO
Generalidades
La luxación posterior es la más frecuente,
sobre todo, en niños y la segunda luxación
más frecuente en el adultos después de la
luxación de hombro.
Clínica
Figura 41. Luxación posterior de codo, con
el desplazamiento del olécranon a la región
posterior.
Dolor, impotencia, deformidad en forma de hachazo tricipital. También genera rigidez e
inestabilidad. Deformación del triángulo de Nelaton. Puede lesionar el nervio mediano
Figura 42.
Recuerda
Las luxaciones anteriores de
codo están asociadas a fracturas
de olécranon (lesión de Hume).
El manejo es quirúrgico, siendo
el cerclaje con alambre el
procedimiento de elección
por la alta probabilidad de
desplazamiento del fragmento roto.
Tratamiento
El manejo es ortopédico
mediante reducción,
inmovilización en 90° y
rehabilitación temprana. En
caso se confirme una fractura
de olécranon, se debe tratar
de forma quirúrgica e incluye
cerclaje más alambre en el
olécranon.
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Deformación
característica de
la luxación de
codo posterior.
Figura 43.
Fractura de
colecranon, que
puede ocasionar
luxación anterior
de codo.
PA G . 3 1
07. LESIONES DE RADIO Y CÚBITO
Subluxación de la cabeza y radio
Llamada también “subluxación de codo” o “prono doloroso” o “codo de la niñera”. Es
común en niños de 1 a 4 años. El principal antecedente es la tracción severa de miembro
superior, con el codo en extensión y pronación. La cabeza del radio sale de su ligamento
anular.
Figura 44.
Subluxación de
codo
Recuerda
Otras lesiones del
codo incluyen:
Epicondilitis
(codo del
tenista): Proceso
inflamatorio del
epicóndilo con
la consecuente
disfunción de
los músculos
extensores que se
originan acá.
Epitrocleitis (codo
del golfista): En
este caso son
los músculos
flexores del carpo
quienes presentan
alteración.
Clínica: Dolor, impotencia funcional, el codo suele estar en posición de
semiflexión y prono. Debido a que la articulación humerocubital se encuentra
sin alteraciones, no se evidencia deformación característica. La radiografía
suele ser normal, por lo que el diagnóstico debe ser principalmente clínico
(ESSALUD 2005 / ESSALUD 2010).
Tratamiento: El manejo es la reducción inmediata en 3 pasos:
— Extensión de codo con tracción de antebrazo
— Supinación de antebrazo
— Flexión de codo
Figura 45.
Secuencia
de reducción
del “codo de
niñera”
Fractura de radio y cúbito
Clasificación de Frykman: Muestra los distintos trazos de fractura considerando el posible
compromiso de las caras articulares o el cúbito distal, o ambas.
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PA G . 3 3
T R A U M AT O L O G Í A
Figura 46.
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
Clasificación de
Frykmann para
lesiones distales del
radio y cúbito. La más
frecuente es la tipo I,
donde se encuentra la
fractura tipo Colles
Fractura de Colles
Llamada también Fractura de Pouteau-Colles: es una lesión extraarticular de la metáfisis
del radio (clasificación de Frykman I). Es la fractura más frecuente del miembro superior
(ESSALUD 2007). El mecanismo de lesión es por caída sobre la palma de la mano (mano
en dorsiflexión). Es común en ancianos con osteoporosis.
Figura 47. Caída con la mano en dorsiflexión,
característico de la fractura de Colles.
Figura 48. Signo del “dorso de tenedor”, que
muestra el desplazamiento dorsal del fragmento
fracturado acompañado del carpo.
Clínica: Deformación de la muñeca de la mano con desplazamiento dorsal y radial, los cuales
generan los signos del “dorso de tenedor” y el signo de la “bayoneta”, respectivamente.
Asimismo, se describe el signo de Laugier, en la cual el estiloides radial se ubica en la misma
línea que el estiloides cubital. La dorsiflexión, así como el desplazamiento del fragmento
roto pueden comprometer el nervio mediano.
Recuerda
La inmovilización del
miembro superior,
luego de una
fractura de Colles, es
aproximadamente
6 semanas, tiempo
luego del cual se
ha formado un callo
óseo apropiado.
PA G . 3 4
Tratamiento: En casos de
lesiones
no
complicadas,
el manejo es ortopédico
con
reducción
ventral
y
cubital.
La
inmovilización
inicial se recomienda con
yeso braquipalmar por tres
semanas, seguida de un yeso
antebraquiopalmar por tres
semanas más. Aproximadamente
6 semanas de inmovilización en
pacientes sin osteoporosis.
Figura 49. Yeso braquipalmar, con inmovilización
del codo en 90 grados, característico en las
lesiones del antebrazo.
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T R A U M AT O L O G Í A
Fractura de Goyrand - Smith
También corresponde a una lesión de la metáfisis del radio. Sin embargo, el mecanismo es
por caída sobre el dorso de la mano (o hiperflexión), con la respectiva desviación ventral o
palmar de la mano con el fragmento fracturado. (Colles invertido).
Figura 50. Caída sobre el dorso de la mano, característico
de la fractura de Smith.
Figura 51. Signo de la “pala de jardinero”.
Clínica: Deformación de la muñeca de la mano, con desviación ventral (signo de la “pala
de jardinero”).
Tratamiento: el manejo es quirúrgico.
Otras fracturas son:
— Barton: fractura distal del radio con compromiso de la cara articular con el carpo, es decir, es
intraarticular. Está acompañada de luxación anterior del carpo. Es una luxofractura.
— Hutchison o chauffeaur (del chofér): Fractura de la apófisis estiloide del radio, por compresión
por el escafoides. Genera una desviación dorsal y cubital.
— Die - Punch: fractura cuneana interna del radio intraarticular por impactación del semilunar.
Puede comprometer la articulación radiocubital distal.
Luxofracturas
Monteggia: Fractura de tercio proximal de cúbito y luxación de cabeza de radio
Galeazzi: Fractura de tercio distal de radio y luxación radiocubital distal
Essex - Lopresti: fractura de cabeza de radio con ruptura de membrana interósea y luxación
radiocubital distal.
Figura 52.
Figura 53.
Luxofractura
de Monteggia
Luxofractura
de Galeazzi
Figura 54.
Luxofractura
de Essex Lopresti
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PA G . 3 5
T R A U M AT O L O G Í A
Otras facturas
Fractura de Skillern: fractura completa del radio más fractura en tallo verde del cúbito.
Fractura de Mason: fractura de la cabeza del radio.
Figura 55. Fractura de Skillern
Figura 56. Fractura de Mason
Tríada terrible de Hotchkiss: Se caracteriza por fractura de la cabeza del radio, apófisis
coronoides y luxación posterior del codo. Asociada a mal pronóstio.
Fractura aislada del cubito: el mecanismo principal es por agresión. Es característico
el signo de “bastonazo” y generalmente requiere de manejo ortopédico en casos no
desplazados.
Figura 57. Tríada terrible de Hotchkiss
PA G . 3 6
Figura 58. Fractura aislada de diáfisis cubital
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08. LESIONES DE LA MANO
Fractura de escafoides
Es el hueso del carpo más fracturado, el mecanismo es por caída en dorsiflexión. La mayoría
ocurre a nivel del cuello.
Clínica: Dolor a la presión en tabaquera anatómica y movilización del pulgar.
Imágenes: la radiografía en los primeros días es poco sensible por lo que se prefiere la
TAC, en caso se requiera diagnóstico precoz.
Tratamiento: debe de iniciarse el manejo, aunque en la radiografía no existen hallazgos
de fractura. Se realiza la inmovilización con férula “en guante” con inmovilidad del pulgar.
Recuerda
La tabaquera
anatómica está
formada por los
tendones del
extensor largo del
pulgar y el extensor
corto del pulgar.
Figura 59. Radiografía: Fractura
de escafoide
Figura 60. Inmovilización de la
muñeca en caso de fractura de
escafoides.
Las complicaciones más frecuentes son:
— Necrosis avascular proximal
— Pseudoartrosis
OTRAS FRACTURAS DE LA MANO
— Fractura de Bennet: es una fractura oblicua del primer metacarpiano con desplazamiento del
pulgar, a causa del abductor largo de este dedo.
— Fractura de Rolando: es una fractura conminuta del primer metacarpiano sin desplazamiento del
pulgar.
— Fractura del boxeador: fractura de la diáfisis del quinto metacarpiano.
Luxación del semilunar
Es el hueso del carpo más luxado. El mecanismo es por caída sobre la palma de la mano con
desviación ventral. Signo del “dorso de tenedor”, es común la lesión del nervio mediano,
el cual pasa, anatómicamente, por delante del semilunar. (Ver Figura 61)
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PA G . 3 7
T R A U M AT O L O G Í A
Luxofracturas
Luxofractura de Bennet: es una fractura oblicua de la base del primer metatarsiano que
genera un desplazamiento cefálico del pulgar. (Ver Figura 62)
Figura 61. Yeso braquipalmar, con
inmovilización del codo en 90 grados,
característico en las lesiones del antebrazo.
Figura 62. Luxofractura de Bennett
Síndrome del túnel del carpo
Inflamación del retináculo de los flexores generando compresión del nervio mediano.
Ocurre comúnmente en el trabajadores de oficina y personas con uso constante de la
muñeca y la mano.
Clínica: parestesias en el primero, segundo y tercer dedo a predominio nocturno, puede
comprometer parte del cuarto dedo. A mediano plazo puede haber hipotrofia tenar
comprometiendo la inervación del músculo oponente del pulgar. (ESSALUD 2006)
Maniobras
— Maniobra de Phalen: Parestesia al flexionar la palma de la muñeca a 90 grados.
— Maniobra de Tinel: percusión: Parestesias al percutir de forma suave la zona del tendón palmar.
Figura 63.
Izquierda:
Maniobra
de Phalen.
Derecha:
Maniobra de
Tinel.
PA G . 3 8
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T R A U M AT O L O G Í A
Diagnóstico: Ante la duda diagnóstica electromiografía del territorio del mediano.
Tratamiento:
— Primera línea: El manejo inicial es con terapia física y manejo del dolor con AINES
— Segunda línea: en caso falle se opta por Infiltración de corticoides
— Tercera opción: En última instancia la cirugía para descomprimir el nervio mediano
Tenosinovitis de Quervain
Inflamación de la vaina sinovial que envuelve al abductor largo y extensor corto del pulgar.
Maniobra de Finkelstein: dolor a la colocación del pulgar en la palma y la desviación
cubital de la muñeca.
Tratamiento: sigue el mismo manejo del síndrome del túnel del carpo.
Otras lesiones
Síndrome de compresión del canal de Guyon: hay compromiso del nervio cubital, el cual discurre
entre el hueso pisiforme y el ganchoso. Sigue el mismo manejo del síndrome del túnel del carpo.
Enfermedad de Dupuytren: inflamación de la aponeurosis palmar con compromiso de los
flexión de los dedos, iniciando por el 4° y 5°. El tratamiento es mediante fasciotomía para
liberar los tendones flexores.
Dedo en martillo: lesión del extensor de la falange distal.
Figura 64. Enfermedad de Dupuytren, con
hiperflexión de cuarto y quinto dedos.
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Figura 65. Dedo en martillo
PA G . 3 9
09. FRACTURA DE PELVIS
Generalidades
La causa más frecuente de fractura de pelvis es por accidente de tránsito, en jóvenes y
generalmente son fracturas inestables con elevado riesgo de lesiones intrapélvicas. Frente
a un paciente politraumatizado con hipotensión, en ausencia de hemorragia activa en
tórax, abdomen o extremidades, debe descartarse sangrado retroperitoneal por fractura
de pelvis.
Recuerda
En todo paciente
politraumatizado
debe tomarse
radiografía de
columna cervical,
de tórax y de
pelvis.
Figura 66. Formas de presentación de la fractura de pelvis.
Clasificación
Depende del grado de inestabilidad generada (ligamentos sacroilíacos posteriores son los
elementos más importantes de estabilidad del anillo pélvico).
—- Simple: fractura en un punto, no genera inestabilidad.
—- Complejas: fractura en más de dos puntos de la circunferencia pélvica, generan inestabilidad.
—- Parcelares: fractura en uno de los huesos pélvicos sin comprometer la circunferencia pélvica.
La fractura más frecuente son las simple a nivel del pubis. El estudio inicial es la radiografía,
sin embargo, la TAC es de elección para confirmar y evaluar lesiones asociadas, que son la
principal causa de mortalidad.
Complicaciones
Las más comunes son las vasculares, seguidas del compromiso en otras estructuras como
la uretra, vejiga, vísceras. Pueden lesionar nervio ciático.
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PA G . 4 1
T R A U M AT O L O G Í A
Tratamiento
El manejo inicial en caso de fracturas
inestables es la fijación externa para
estabilizar el anillo pélvico y frenar el
sangrado. Si el paciente está estable se
opta por un manejo ortopédico, por el
contrario, si el paciente se encuentra
inestable el manejo será quirúrgico.
En caso de fractura de acetábulo la
medida inicial es inmovilizar y traccionar
del miembro inferior con la finalidad de
evitar la adherencia y posterior artrosis en
la articulación coxofemoral. Son fracturas
intraarticulares,
que
generalmente
requieren manejo conservador, excepto en
fracturas desplazadas, inestables, luxación
asociada o incarceración intraarticular de
fragmentos óseos.
A
Figura 67. Vendaje de fractura pélvica con
sábana. Procedimiento inicial en fracturas de
pelvis, con la finalidad de estabilizarla.
B
Figura 68.
Fractura de acetábulo. A: no desplazada. B: Desplazada.
PA G . 4 2
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10. LUXACIÓN DE CADERA
La luxación de cadera ocurre con frecuencia en los jóvenes debido a accidentes de tránsito.
En forma general se dividen en luxaciones anteriores (anteroinferior o anterosuperior) y
posteriores (posteroinferior o posterosuperior).
Luxación de cadera posterior
Es la más frecuente de las luxaciones de cadera y el mecanismo de lesión principal es por
accidentes en tránsito.
Figura 69.
Recuerda
Las luxaciones de
cadera ocurren
con más frecuencia
en personas
jóvenes, mientras
las fracturas en
esta región son
más comunes en
ancianos.
Figura 70. Posición característica de la luxación
posterior de cadera, con la de cadera en rotación
interna, aducción, semiflexión y acortamiento.
Mecanismo de
lesión de la luxación
traumática posterior
de cadera. El
impacto en el
fémur se orienta en
sentido longitudinal,
ocasionando el
desplazamiento
de la cabeza del
fémur en sentido
posterosuperior.
Figura 71. Radiografía característica de la luxación
posterior de cadera.
— Clínica: Dolor, impotencia funcional y deformación. La posición que adopta el miembro afectado
incluye rotación interna, semi flexión, aducción y acortamiento(ESSALUD 2007).
— Tratamiento: La reducción debe incluir como concepto general tracción y rotación externa.
Puede realizarse en decúbito prono o supino, sin embargo, en ambos casos deben participar
dos personas y el paciente debe estar sedado con relajación muscular.
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PA G . 4 3
T R A U M AT O L O G Í A
Figura 72 En la reducción de una luxación posterior de cadera, el segundo operador realiza
contratracción sujetando la pelvis mientras el operador principal realiza tracción de fémur, con rotación
externa. En esta maniobra el paciente se encuentra en decúbito supino.
Figura 73
Reducción
de luxación
posterior con
el paciente
en decúbito
prono.
— Complicaciones: Lesión neurovascular, que incluye lesión del nervio ciático, puede estar asociado
a fractura de acetábulo, siendo ésta la fractura asociada más frecuente. Asimismo, puede haber
fracturas de la cabeza del fémur.
Luxación de cadera anterior
El principal mecanismo de lesión es la abducción forzada (Ej., accidentes de tránsito en
motocicleta, deportistas).
— Clínica: Rotación externa, abducción y flexión
— Complicación: compromiso del VAN femoral, asimismo, puede estar asociado también a
fractura de acetábulo .
Figura 74.
Recuerda
La luxación
traumática más
frecuente es la
luxación posterior
PA G . 4 4
Posición
característica
de la luxación
anterior de
cadera
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11. FRACTURA DE FÉMUR
Fractura de la cabeza del fémur
Las fracturas de la cabeza del fémur son consideradas intraarticulares, debido a que la
cabeza está dentro del acetábulo. Son más frecuentes en ancianos la osteoporosis como
factor de riesgo.
Tipo I
Tipo II
Tipo IIIA
Tipo IIIB
Tipo IV
Figura 75. Clasificación de Pipkin para fracturas de cabeza de fémur.
Usualmente suelen requerir manejo quirúrgico y el tipo de cirugía dependerá de la
presencia o ausencia de necrosis avascular.
— Con necrosis avascular: se puede optar por colocar tornillos para fijar las estructuras
— Sin necrosis avascular: se reemplaza el fémur con una prótesis metálica.
El manejo ortopédico se indica en caso de ser un paciente de alto riesgo. En el caso de los
ancianos, se puede valorar con el índice de comorbilidad de Charlson.
Fractura del cuello del fémur
Es frecuente en ancianos por caídas, también está asociado a osteoporosis. Al examen
físico es evidente el acortamiento, la aducción y rotación externa, a veces una equimosis
en la cara lateral de la cadera sobre el trocánter mayor que caracteriza las fracturas
extracapsulares. Se debe confirmar con un estudio radiográfico. Las fracturas trocantéricas
suelen caracterizarse por abducción el miembro afectado, además de rotación externa y
acortamiento
I
II
III
IV
Tipo I
Figura 76. Clasificación de Garden para fracturas de cuello de fémur
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PA G . 4 5
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Figura 77.
Posición
característica de la
fractura de cuello
de fémur. Rotación
externa con
acortamiento del
miembro afectado
en un anciano con
antecedente de
caída.
Tratamiento: El manejo es quirúrgico por ser fractura patológica y dependerá del grado
de desplazamiento e inestabilidad.
— Fractura no desplazada o de mínimo desplazamiento / estable (G1-G2) → osteosíntesis con
tornillos transcervicales o sistemas de fijación DHS
— Fractura desplazada/inestable (G3-G4):
— Paciente con baja demanda funcional, esperanza de vida menor a 3 años → hemiartroplastia
(reemplazo solo de la cabeza del fémur).
— Paciente activo y en buen estado general, con esperanza de vida mayor a 3 años → artroplastia
total (reemplazo de la cabeza del fémur y acetábulo)
Desplazada / Inestable (G3.G4)
No desplazada
Estables (G1-G2)
OSTEOSÍNTESIS
Baja demanda funcional
Esperanza de vida < 3 años
Activo y buen
estado general
HEMIARTROPLASTÍA
ARTROPLASTÍA TOTAL
Figura 78. Esquema de manejo quirúrgico de la fractura de cuello de fémur.
Complicaciones: En fracturas intracapsulares necrosis isquémica de la cabeza femoral y
ausencia de consolidación debido a la vascularización precaria; sin embargo, en fracturas
extracapsulares se da a nivel de hueso metafisario con rica vascularización y con múltiples
inserciones musculares por lo que el riesgo es de consolidación en mala posición.
PA G . 4 6
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Fractura de la diáfisis del fémur
Frecuente en jóvenes, por accidentes de alta energía. Es común el compromiso de la
arteria femoral con consecuente shock hipovolémico, así como embolia adiposa. El manejo
aproximado dependerá del grupo etario:
— Niños: manejo ortopédico con tracción cutánea con posterior colocación de yeso pelvipedio
— Adultos: La elección dependerá del grado de severidad de la fractura, manejo ortopédico con
tracción ósea o manejo quirúrgico con clavo endomedular. Al fresar la cavidad medular aumenta
el riesgo de embolia grasa por lo que se prefieren clavos no fresados. El peso en la tracción ósea
debe ser como máximo el 10% del peso corporal total del adulto.
Recuerda
Las fracturas
distales del fémur
suelen ser lesiones
intraarticulares y
generan lesión
del VAN ciático
poplíteo, con el
riesgo de síndrome
compartimental. El
manejo es quirúrgico.
Figura 79. Tracción cutánea en
fracturas diafisiarias de fémur en
niños.
Figura 80. Tracción esquelética transcondílea.
Permite una alineación adecuada del fémur.
Complicaciones: Las fracturas diafisiarias de fémur tienen pueden lesionar la arteria femoral
ocasionando pérdidas masivas de sangre, que pueden llevar al shock hipovolémico.
Asimismo, la falta de la consolidación y la tracción excesiva pueden ocasionar pseudoartrosis.
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PA G . 4 7
12. LESIONES DE RODILLA
LCP
LCA
Figura 81.
LCM
LCL
Menisco
lateral
Menisco
medial
Se muestra la
configuración de los
diferentes ligamentos
de la rodilla,
cruzados (LCP, LCA)
y colaterale (LCM,
LCL). Asimismo, la
presencia de los
meniscos medial y
lateral.
Lesión del ligamento cruzado anterior
Es el ligamento más frecuentemente lesionado. Ocasionado por rotación externa con la
rodilla en extensión. Se puede asociar a avulsión del margen tibial anterolateral (Fractura
de Segond). Al examen físico, el signo de cajón anterior, signo de Lachman (más sensible),
signo pivot shift son positivos (ESSALUD 2002 / ESSALUD 2010). Asimismo, al realizar
una punción de la articulación (artrocentesis) se suele tener como resultado hemartros, sin
grasa. El tratamiento depende del grado del esguince y actividad del paciente, con altas
probabilidades de manejo quirúrgico.
1
2
3
Figura 82. De izquierda a derecha: 1. Signo de Lachman. 2. Signo del cajón
anterior. 3. Pivot shift.
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PA G . 4 9
T R A U M AT O L O G Í A
Lesión de ligamentos colaterales
El mecanismo de lesión es por agresión externa ocasionando un valgo forzado en el
caso del ligamento colateral interno y varo forzado en el caso del ligamento colateral
externo. Clínicamente, al igual que otros esguinces genera dolor, impotencia funcional e
inestabilidad. Ésta última se caracteriza por la lateralización de la rodilla, la cual no debe
ser posible en condiciones normales.
En la artrocentesis, puede encontrarse líquido articular limpio, sin sangre no grasa. El
manejo es usualmente es conservador con inmovilización por 4-6 semanas, salvo casos
complicados.
Lesión de ligamento cruzado
posterior
Recuerda
Las lesiones de los ligamentos
cruzados muestran inestabilidad con
el signo del cajón. Por el contrario,
las lesiones del ligamento cruzado
externo muestran el signo del
“bostezo” (dolor al varo forzado).
Es lesionado con frecuencia en la “lesión del salpicadero” por
traumatismo directo sobre la tibia con la rodilla en flexión,
usualmente en accidentes de tránsito. Al examen físico, el signo de
cajón posterior es positivo.
Lesión de meniscos
Figura 83.
Se muestra la
disposición de
los meniscos,
medial y
lateral. El
medial se
caracteriza
por la
disposición de
sus cuernos,
anterior y
posterior.
El cuerno posterior del menisco interno es el más afectado y la lesión del asa de cubo es la
forma más frecuente. Característico de jóvenes y deportistas.
Clínica: Presenta dolor difuso, derrame articular seroso; tras el episodio agudo suele haber
atrofia del cuadríceps, episodios recurrentes de bloqueo articular y dolor en la interlinea
articular posterior. En la exploración el talón nos orienta respecto al menisco lesionado
(rotación externa explora menisco interno y la rotación interna el menisco externo), prueba
de McMurray (+). El diagnóstico es por RMN o artroscopía diagnóstica.
PA G . 5 0
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T R A U M AT O L O G Í A
Recuerda
El menisco
“interno” tiene
forma de “C”
mientras que el
menisco “externo”
tiene forma de “O”
Figura 84 Maniobra de McMurray para lesión de
meniscos. Flexión de la rodilla con rotación externa de
pierna y pie.
Tratamiento: El tratamiento es por artroscopia y dependerá de la irrigación de la zona
afectada, considerando que la zona periférica es más vascularizada que la central.
— Buena irrigación: Sutura meniscal
— Mala irrigación: Meniscectomía parcial.
La presencia de hemartros es un signo indirecto de buena vascularización de la zona
lesionada por lo que se esperan mejores resultados.
Otras lesiones de la rodilla y la rótula
LUXACIÓN DE RODILLA
Las más comunes son anterior o posterior (lesión de “salpicadero”). Este último suele
asociarse a lesión del VAN ciático poplíteo (puede lesionarse la íntima arterial poplítea
generando trombosis arterial aguda en las 24h siguientes), el ligamento rotuliano o los
ligamentos cruzados. Se puede observar el signo del hoyuelo en la rodilla. El manejo es
reducción, inmovilización, vigilancia estrecha de la circulación distal y rehabilitación.
Figura 85. Luxación de rodilla en sus diferentes formas de presentación. Nótese el compromiso de los
ligamentos propios de la rodilla, así como de los vasos poplíteos, lo cual puede desencadenar en un
síndrome compartimental.
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PA G . 5 1
T R A U M AT O L O G Í A
FRACTURA DE RÓTULA
El mecanismo de lesión suele ser por golpe directo y es común en jóvenes. En su mayoría
los fragmentos de rótula suelen ser desplazados por la tracción que ejerce el músculo
cuadríceps. El manejo es quirúrgico mediante un cerclaje con alambre.
Figura 86. Izquierda: Fractura de rótula, con severo desplazamiento. Derecha: Cerclaje con alambres.
LUXACIÓN DE RÓTULA
La luxación más frecuente es la lesión de rótula lateral, común en mujeres jóvenes
adolescentes. El mecanismo usual está relacionado al valgo excesivo [ángulo Q > 15-16°]).
El paciente refiere dolor, disfunción y deformidad (triple D). El tratamiento incluye reducción
manual por medialización asociada a extensión de la rodilla para luego colocar un yeso
o inmovilizador ortopédico; en el caso de luxaciones recidivantes se debe considerar la
rehabilitación de la porción medial del cuádriceps .
Figura 87. Desviación fisiológica del
fémur (valgo), mostrando los ángulos Q
característicos. Izquierda: varones con
12°. Derecha: Mujeres con 16°..
PA G . 5 2
Figura 88. Luxación de rótula hacia la zona lateral. Nótese
la deformación característica de las luxaciones.
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13. LESIONES DE TIBIA Y PERONÉ
Fractura de tibia y peroné
La lesión a nivel de la diáfisis tibial es la más frecuente. Es ocasionado por accidentes de
alta energía, ya sea por golpe directo o mediante lesiones por torsión (espiroideas). La
fractura de tibia puede comprometer el compartimento anterior de la pierna, por lo que
una de sus complicaciones frecuentes es el síndrome compartimental. Por otro lado, es
común que las fracturas de tibia se presenten como fracturas abiertas, por ello el alto
riesgo de desarrollar osteomielitis secundaria a fractura abierta. Asimismo, puede generar
pseudoartrosis, embolia grasa y otras complicaciones. El tratamiento dependerá si la
fractura de abierta o cerrada.
Fractura cerrada
— Estable: son fracturas simples, transversas, no desplazadas, únicas, con peroné sin lesión. El
manejo es ortopédico (yeso muslopedio).
— Inestable: son oblicuas, complejas, múltiples y con o sin el peroné fracturado. El manejo es
quirúrgico con uso de clavo endomedular.
Figura 89.
Izquierda:
Yeso
muslopedio.
Derecha:
osteosíntesis
con clavo
endomedular.
Fractura abierta: el tratamiento dependerá de la clasificación de Gustilo
— Grado I: el manejo es similar al de fractura cerradas más la administración de antibióticos.
— Grado II y III: el manejo es con antibióticos, osteotaxis y colgajo.
Otras lesiones
Otras lesiones de en la pierna incluyen:
Lesión de los platillos tibiales: es una lesión
intraarticular, el manejo quirúrgico y pueden
generar lesiones neurovasculares con compromiso
del VAN ciaticoplopiteo.
Figura 90. Lesión de los platillo tibiales
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PA G . 5 3
T R A U M AT O L O G Í A
Espina tibial anterior: la clínica es parecida a la ruptura del ligamento cruzado anterior
porque es el sitio de inserción de dicho ligamento.
Tuberosidad anterior de la tibia: es una avulsión de la tuberosidad anterior de la tibia por
tracción del cuádriceps. Es sitio de inserción del ligamento rotuliano. Es más común en
niños (enfermedad de Osgood-Schlatter).
Figura 91. Lesión de la espina tibial anterior
Figura 92. Lesión de la tuberosidad anterior
de la tibia
Fractura de cabeza de peroné: Si la fractura ocurre a
nivel de la cabeza del peroné es común el compromiso
del nervio peroneo común, con pérdida de inervación de
los músculos del compartimento anterior de la pierna,
ocasionando “pie caído” o “pie equino”
Fracturas de tobillo: Son lesiones que comprometen
a la tibia, el astrágalo o el peroné. Lo más frecuente es
la fractura del maleolo del peroné. El manejo puede ser
ortopédico siempre que no haya compromiso ligamentario
o de otros huesos
Indicaciones quirúrgicas para fractura de tobillo:
— Fracturas que incluyen el maleolo tibial
— Compromiso ligamentario
— Fracturas múltiples
PA G . 5 4
Figura 93. El compromiso
de la cabeza del peroné
puede comprometer el nervio
peroneo común.
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T R A U M AT O L O G Í A
Fractura de TillauxChaput
Avulsión de la
tuberosidad tibial
por el ligamento
tibioperoneo
anterior.
Fractura de
Wagstaffe
Avulsión de
tuberosidad
peronea anterior
Fractura de Pott
Fractura de
Dupuytren
Fractura de
Fractura de
Maisonneuve
Fractura distal del
peroné con lesión
de la sindesmosis
Fractura del
maleolo tibial y
maleolo del peroné
(bimaleolar).
Fractura de
peroné, ruptura
de membrana
interósea y lesión
de ligamento
peroneotibial.
Ruptura del tendón de aquiles
Es la lesión tendinosa más frecuente y está ocasionada por cambios bruscos de dirección,
por ejemplo, saltadores o atletas ante un impulso brusco.
Factores de riesgo: sedentarismo, debilidad de tejidos, falta de preparación física, etcétera.
Clínica:
— Dolor: “signo de pedrada”
— Deformidad “signo del hachazo”
—- Disfunción: Imposibilidad para la flexión plantar (maniobra de Thompson)
Figura 94. Izquierda: Lesión del tendón de Aquiles.
Derecha: Deformación, “signo del hachazo”.
Figura 95. Maniobra de Thomspon. Izquierda: hallazgo
normal, hay flexión plantar al estímulo gemelar. Derecha:
Ante la lesión del tendón de Aquiles no se puede realizar
flexión plantar.
Tratamiento: la medida inicial es la inmovilización y requerirá un aparato de yeso. En caso
de compromiso total del tendón el manejo es quirúrgico con posterior inmovilización.
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PA G . 5 5
14. LESIONES DEL PIE
Fractura del calcanéo
Es el hueso del tarso más frecuentemente afectado. El mecanismo de lesión es por caída de
altura por lo que se asocia a fractura de meseta tibial y vertebras lumbares. El tratamiento
es quirúrgico
Figura 96. Fractura de calcáneo, con su tratamiento
quirúrgico respectivo.
Fractura del astrálgalo
Recuerda
Llamada también “fractura del aviador”. El mecanismo de lesión es por
dorsiflexión forzada. Su vascularización es precaria por lo que hay riesgo de mala
consolidación y necrosis avascular del cuerpo. El manejo es quirúrgico.
Las lesiones
aisladas de los
demás huesos
del tarso, que
incluyen el
navicular, cuboides
y las cuñas, suelen
ser de manejo
ortopédico,
mediante la
inmovilización con
una bota de yeso,
salvo casos con
desplazamientos
mayores a 2 mm o
con otras lesiones
asociadas .
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Figura 97. Fractura de astrágalo, mostrando el
tratamiento quirúrgico respectivo
PA G . 5 7
T R A U M AT O L O G Í A
Fractura de los metamartasianos
— Diáfisis quinto metatarsiano: o fractura de Jones, cercana a la base.
— Base del quinto metatarsiano: Más frecuente. Se denomina también pseudo Jones o “lesión
de la bailarina”. Es una fractura por avulsión del tendón del músculo peroneo lateral corto, en el
contexto de una inversión del pie.
— Base del primer metatarsiano: Puede ocurrir por golpe directo. En esta fractura se compromete
la inserción del tendón del músculo peroneo lateral largo.
— Segundo metatarsiano: Es una fractura por fatiga o estrés, llamado también fractura del recluta
o soldado.
Recuerda
Lesiones de Lisfranc
Lesiones de Chopart
Las lesiones del
primer metatarsiano
por su mayor
importancia suele
requerir cirugía en el
manejo, a diferencia
del resto de
metatarsianos que
se puede considerar
inicialmente
inmovilización y
manejo ortipédico.
Luxofracturas que ocurren en la
articulación
tarsometatarsiana.
Lesiones distales del tarso
Luxofracturas que ocurren en la
articulación de la zona proximal del
tarso con su región distal.
Deformaciones del pie
PLANO
VALGO
VARO
CAIDO
TALUS
ZAMBO
PIE EQUINO O CAÍDO
Existe la imposibilidad para hacer dorsiflexión. El nervio lesionado va a depender de la
zona de fractura o lesión. En casos de fractura de tibia suele estar comprometido el nervio
tibial anterior o peroneo profundo; en fracturas de cabeza de peroné se compromete el
nervio peroneo común o ciático poplíteo externo.
PA G . 5 8
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PIE PLANO
Aplanamiento del arco longitudinal interno. Está asociado a hiper laxitud de tejidos. La posición
que adquiere el pie en valgo, pronado y con rotación externa. El tratamiento es ortopédico, en
caso de limitaciones funcional el manejo será quirúrgico.
Figura 98. Pie plano.
PIE CAVO
Se debe a la hipertonicidad de los músculos plantares, es secundario a compromiso de
motoneurona en trastornos neurológicos (ESSALUD 2009).
PIE ZAMBO/EQUINOVARO/BOTT:
Llamado también pie bot o pie equinovaro. La posición que suele adquirir el pie es equino,
varo, aducido, supino y cavo. Se ha asociado al síndrome de Edwards, consumo de éxtasis
materno, oligohidramnios, bridas amnióticas, entre otras. El tratamiento es progresivo con
uso de yesos, usualmente incluye tenotomía del tendón de Aquiles. Si la desviación es muy
severa el manejo será corrección quirúrgica.
Figura 99. Pie cavo
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Figura 100. Pie bot.
PA G . 5 9
15.
DEFORMACIONES
Y LESIONES DE LA COLUMNA
Escoliosis
La escoliosis es una curvatura lateral de la columna vertebral que ocurre con mayor
frecuencia durante el período de crecimiento anterior a la pubertad. El 60% es de causa
idiopática, aunque puede estar relacionada a la hiperlaxitud de tejidos. Debe diferenciarse
de la pseudoescoliosis, en la que no hay anomalía estructural. La maniobra de Adams es
usada para diferenciar una escoliosis de una pseudo escoliosis. En esta maniobra se realiza
hiperflexión torácica; en la escoliosis estructural no hay corrección de la deformación de la
columna, mientras en la pseudoescoliosis se corrige con la hiperflexión.
Figura 101.
Ángulo de
Cobb
Se clasifica según el ángulo de Cobb:
— <30 grados → leve
— 30 – 40 → moderado
— >40 → severo
El tratamiento quirúrgico está indicado en casos severos, siendo la artrodesis el
procedimiento de elección. En casos leves y moderados el manejo ortopédico con
ejercicios de terapia física y corsés es lo más indicado.
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PA G . 6 1
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Enfermedad de Grisel
Subluxación atlantoaxoidea (C1-C2),
secundario a degeneración de los
cartílagos de las apófisis transversas.
Deformación de Sprengel
Falta de descenso caudal de la
escápula
y
demás
estructuras
asociadas, se manifiesta como
“joroba”
Fractura del ahorcado
También llamada espondilolistesis
traumática. Ocurre a nivel de los
pedículos del axis (C2).
PA G . 6 2
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16. OSTEOCONDROSIS
Es una degeneración de la parte ósea y cartilaginosa. La historia natural inicia con la
devascularización seguido de un proceso de revascularización, finalizando con regeneración
con deformidad. La osteocondrosis más frecuente es la enfermedad de Perthes.
Figura 102. Secuencia evolutiva e historia natural de la osteocondrosis,
que incluye una devascularización inicial, seguida de revascularización y
deformación
Osteocondrosis
Lesión
Sever
Calcáneo
Scheuermann
Columna vertebral
Kienbock
Hueso semilunar
Köhler
Hueso navicular
Koenig
Hueso Rodilla
Freiberg
Metatarso
Tabla 5. Algunas de las osteocondosis más importantes
Enfermedad de Perthes
Enfermedad de Legg-Calvé-Perthes: es una osteocondrosis que afecta a la cabeza del
fémur y suele ocurrir en niños entre los 3 a 12 años. La causa es idiopática, sin embargo,
hay asociación con obesidad, inmadurez esquelética y nivel socioeconómico más bajo,
hiperactividad.
Clínica: Dolor que inicia en la cadera con irradiación de la rodilla, limitación de movilidad en
especial abducción y rotación interna. Cuando evoluciona genera cojera (ESSALUD 2023).
Imagen: el estudio de elección de la gammagrafía ósea que muestra una disminución de
la perfusión de la cabeza femoral. Para valorar la extensión se utiliza el sistema del pilar
lateral de Herring (Ver imagen).
Figura 103.
Clasificación de Herring:
A: No colapso pilar lateraal,
B: Colapso < 50% del pilar lateral,
C: Colapso > 50% del pilar lateral.
A
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B
C
PA G . 6 3
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Tratamiento: consiste en reposo y tracción del fémur si es que ha sido diagnosticado
oportunamente. La secuela más frecuente es la coxa magna (artrosis entre la cabeza del
fémur y el acetábulo) y suele manifestar con cojera crónica que podría requerir una prótesis
de cadera.
Figura 104. Niño en reposo con tracción cutánea del miembro inferior, como
medida inicial en la enfermedad de Perthes.
Epifisiolisis femoral
Consiste en el desgarro de la cabeza del fémur y ocurre en niños entre los 3 a los 12 años
de edad.
Factores de riesgo: Obesidad, enfermedades que cursan con desmineralización ósea,
asimetrías de las extremidades inferiores.
Clínica: Dolor con la actividad que se irradia a la rodilla y cojera. Se clasifica en crónica (>3
sem) y aguda, esta a su vez en estable e inestables dependiendo de la tolerancia a la carga.
Bilateral en 50%.
Imagen: La radiografía es diagnóstica. Se traza la línea de Klein-Trethowan (prolongación
de cortical superolateral del cuello) en cada cadera y se compara el segmento cefálico
femoral interceptado.
Tratamiento: el manejo es quirúrgico mediante epifisiodesis.
Figura 105.
Figura 106.
Característica
de epifisiolis
femoral
Signo de
Trethowan
evidenciando
la epífisis por
debajo de la
línea de Klein
Figura 107.
Epifisiodesis
femoral.
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17. LUXACIÓN CONGÉNITA DE CADERA
Está asociado a partos distócicos, oligohidramnios, partos podálicos, macrosomía, sexo
femenino, cadera izquierda. Es bilateral en aproximadamente un 25%. Existe limitación a
la abducción por hipotrofia de los músculos glúteo medio y glúteo menor. La forma más
frecuente de lesión es posterosuperior.
Clínica
Niños menores: Maniobras de Barlow (luxa la cadera) y maniobra de Ortolani (reduce
la cadera luxada) son sugestivos de displasia congénita de cadera. Puede encontrarse
asimetría de pliegues y signo de Galeazi, asimetría de miembros inferiores.
Niños mayores: Signo de Trendelenburg, que corresponde a una claudicación en la
marcha, por hipotrofia del músculos abductores ya descritos.
Figura 108.
Superior:
Maniobra
de Barlow.
Inferior:
Maniobra de
Ortolani.
Figura 109.
Signo de
Trendelenburg,
con inclinación
contralateral
por debilidad
de músculos
abductores.
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Imágenes
La displasia de cadera se debe confirmar con imágenes. En niños menores de 3 meses se
prefiere el estudio ecográfico. En niños mayores de 6 meses la radiografía es de elección.
Se debe buscar el índice acetabular (>30 °) y el arco de Shenton o arco cérvico-obturatriz
Figura 110. Índice acetabular
Tratamiento
Consiste en la colocación del arnés de Pavlik manteniendo las extremidades del paciente
en posición de abducción y rotación externa, está indicado por al menos 6 meses. En
casos no diagnosticados oportunamente o que no se pudieron resolver ortopédicamente
se considera tratamiento quirúrgico: liberación capsular y tenotomía de los aductores, la
abducción excesiva puede generar necrosis de la cabeza del fémur, grave complicación del
tratamiento ortopédico de la luxación congénita de cadera.
Figura 111 Arnés de Pavlik, con
miembros inferiores en aducción
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Figura 112. Tenotomía de aductores, para casos
complejos.
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18. OSTEOMIELITIS
Generalidades
Infección ósea, la vía de infección es por contacto directo o vía hematógena (más común
en bebés y niños). La vía por contacto directo está asociada a la exposición de fracturas
abiertas y la vía hematógena por infecciones previas. El germen comúnmente aislado es el
Staphylococcus aureus. El hueso más frecuentemente afectado es la tibia.
Bacterias grampositivas
Características clínicas
Staphylococcus aureus
Todas las edades. Posible infección asociada de piel o tejidos
blandos.
Estafilococos coagulasa (-)
Recién nacidos en UCI. Niños con catéteres vasculares
permanentes.
Estreptococo del grupo A
Común en menores de 4 años. Puede estar asociado a infección
por varicela zóster
Estreptococo del grupo B
Lactantes menores de 3 meses.
Bacterias gramnegativas
Características clínicas
E. coli y otros bacilos gram(-)
Desde el nacimiento hasta los 3 meses, niños con anemia de
células falciformes; instrumentación del tracto gastrointestinal o
urinario; huésped inmunodeprimido.
Bartonella henselae
Brucella
Niños expuestos a gatos. Puede ser multifocal
Zonas endémicas, asociado a consumo de lácteos no pasteurizados
Tabla 6. Características clínicas de la osteomielitis en niños según tipo de bacteria
Dentro de la patogenia, la edad cumple un rol importante:
— Nacimiento – 3 meses: Corteza delgada y el periostio laxo no pueden contener la infección
y llega a penetrar hasta tejido blando; de igual manera los capilares metafisarios perforan la
placa de crecimiento epifisiaria de cadera, hombro y rodilla generando complicación con artritis
séptica.
— Bebes mayores y niños pequeños: La corteza se vuelve mas gruesa y el periostio denso por
lo que se desarrollan abscesos subperiósticos a nivel de metáfisis; los capilares metafisarios se
atrofian desde los 8 meses lo que limita la propagación articular de la infección, excepto sean
metáfisis intracapsulares como en cadera.
— Niños mayores y adolescentes: Tienden a localizar la infección siendo más predispuestos a
absceso de Brodie
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A. Recien nacido a la infancia
B. Infancia a niñez
C. Infancia a la adolescencia
Figura 113. Patogenia de la osteomielitis aguda.
Clínica
Fiebre. Inflamación, calor y enrojecimiento en la zona de la infección. Dolor en la zona de la
infección. Limitación a los movimientos. En casos no tratados oportunamente o resistente
a antibióticos puede evolucionar a la cronicidad. En fases crónicas puede manifestarse
mediante los patrones abscedado de Brodie, esclerosante de Garré o perióstico de Ollier.
El absceso está compuesto por una zona central de necrosis (secuestro) rodeado de una
zona de neoformación de hueso (involucro) .
Absceso de Brodie
Esclerosis de Garré
Periostico de Ollier
Tabla 8. Formas de manifestación de la osteomielitis crónica.
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Diagnóstico
Se prefiere el uso de gammagrafía ósea ya que detecta cambios en la perfusión ósea en
estadio temprano. Sin embargo, el estudio más específico es la RMN que detecta cambios
más tardíos.
Imagen
Hallazgos
Radiografía simple
Inflamación profunda de los tejidos blandos (3 días después del inicio)
Reacción perióstica o elevación (10 a 21 días después del inicio) Esclerosis
lítica (<1 mes después del inicio)
RMN
Inflamación en médula ósea. Edema en médula ósea y tejidos blandos.
Signo de la penumbra (zona de transición de señal de alta intensidad entre
el absceso y la médula ósea esclerótica) Ausencia de flujo sanguíneo,
sugerente de necrosis o absceso.
Gammagrafía
Captación focal de trazador.
Tomografía
Aumento de la densidad de la médula ósea. Destrucción de la corteza.
Formación de reacción perióstica (formación de hueso nuevo). Purulencia
perióstica. Secuestro (hueso esclerótico desvitalizado).
Ecografía
Colección de líquido adyacente. Engrosamiento y elevación de periostio.
Tabla 7. Hallazgos y anomalías en las imágenes en osteomielitis.
Tratamiento
Etapa aguda (3-4 semanas): se administra antibioterapia dirigida por 4 a 6 semanas
(ESSALUD 2005).
Etapa crónica: suele hallarse distintas lesiones de cronificación y requiere tratamiento
quirúrgico con resección ósea.
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19. TUMORES ÓSEOS
Tumores benignos
Osteocondroma
Es el tumor benigno más frecuente.
Radiológicamente
tiene
aspecto
pediculado que podría generar síntomas
por compresión o irritación de estructuras
contiguas. Suele dejar de crecer cuando
acaba el crecimiento y se cierra la fisis.
Quiste óseo esencial
Predominan en niños y adolescentes, se
caracterizan por tener localización central
(contrario al quiste aneurismático que es
excéntrico). Localización más frecuente
es húmero proximal. Suele debutar como
fractura patológica. En la radiografía se
observa lesión lítica que adelgaza e insufla
las corticales. El tratamiento clásicamente
es con aspiración seguida de inyección de
corticoides o relleno con injerto.
Figura 114. Osteocondroma sésil femoral, que
se origina en la superficie del hueso. Pueden
presentarse también de forma pediculada.
Tumores malignos
Los tumores malignos más frecuentes que se pueden encontrar en el hueso corresponden
a metástasis, provenientes de mama y próstata, según sexo, respectivamente, asimismo,
pueden provenir de tiroides, pulmones y riñón (ESSALUD 2007). Los tumores malignos
metastásicos suelen afectar a la vertebras y zonas proximales de los huesos largos (Ej,.
epífisis y metáfisis del húmero y fémur). El tumor maligno primario, de origen óseo, más
frecuente es el osteosarcoma.
Osteosarcoma
Tumor maligno característico de jóvenes (segunda década de la vida). Se asocia a
retinoblastoma. Localización mas frecuente es la metáfisis de fémur distal y tibia proximal.
El tipo histológico mas frecuente es intramedular de alto grado. En la radiografía se
observa el “signo de sol naciente” que aparece como lesión lítica con áreas blásticas
asociado a reacción perióstica, se describe además la formación del triángulo de Codman.
El tratamiento consiste en resección quirúrgica con márgenes amplios, incluyendo
quimioterapia neoadyuvante y coadyuvante.
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T R A U M AT O L O G Í A
Triángulo de
Codman
Figura 115. Osteosarcoma mostrando imagen de
triángulo de Codman
Figura 116. Signo del sol
naciente característico del
osteosarcoma, por la reacción
perióstica característica
Sarcoma de Ewing
Tumor maligno radiosensible generalmente de la diáfisis de huesos largos. Los de peor
pronóstico suelen ser los sarcomas localizados en la pelvis. Clásico en radiografía la
reacción perióstica en “capas de cebolla”. Salvo casos complicados, el tratamiento incluye
quimioterapia y radioterapia local(ESSALUD 2006).
Figura 117.
Radiografía
en “capas
de cebolla”,
característico
del sarcoma de
Ewing.
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