Subido por Lucía Belén F

BOTANA NATALIO - EL ORDEN CONSERVADOR CAPÍTULO DE I A III

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.NATALIO R. BOTANA
.-
.-
COLECCION HISTORL-1. Y SOCIEDAD
· -Títulos publicados
La política argentina entre 1880 セG@ 1916
NATAL!O R. BOTA.NA: 1:1 nrden c11n1m.•ad11r. /.a p111itica argrntrna 1mtre /SSO y
19/6.
FR..\.1'CIS KORN (compiladora): Cirnnru inC1alm palabrru _v wni<tnraJ.
TULIO HALPERfN IJONGHI (compilador!: /:"/ ncasn Jd 11rdrn BGセMᆰA@
Nueva edición con un estudio preliminar
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ROBERTO CORTES CONDE: El Prngmo.-\rgmtir.11. /!i9U.l9/-i .
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l; USTAVO FERRAR! Y EZEQUIEL GALLO (compiladores): /.a .-lrgenlina :i<l
Ochmta al Crnlenan'n.
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EZEQl,i!EL GALLO: J.a pampa gnnga.
ciATALIO R. BOTANA: La tradidón upublicana.
TULIO HA.LPERIN DONGHI: Jn1i Hmidndc. y 11u mundn1.
ROBERTO CORTES CONDE: Dincm. d,,,da ,v crisis.
JUAN CARLOS TORRE: J,a uieja guardia sindical ;1 セュゥョN@
NATA.LIO R. BOTANA: J.a libmad polittea y rn hiJtnna.
OSC ..\.R COR>iBL!T (com,pilador): Dil<mas del cor.ncimirnln hís!1mw: argur.unャ。」ZゥQョセ@
CAP. 1- ,§ { TJI
dcl. caヲNセᄋZ@
ok ヲ`セN@
1'fL\
Ol.,
ヲセᄋ@
:v nmlrr1uer1ias.
ESTA COLECCION CORRESPONDE A OBRAS REA.LIZA.DAS POR EL
I>:STITUTO TORCVATO DI TELL.\. YPt:BLlC.l:DAS SEGUN EL CO:"i"\1::NIO
EDITORIAL SUSCRIPTO CON L\ EDITORI.-\L SUDAMERIC..\.NA
EDITORIAL SUD ..lu\fERICANA
BUENOS AIRES
Zoz.
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セ@
NATAL!O R. BOTANA
Propósito expuesto por K. D. Bnchcr en• el Prefacio a su The
German Dic/LlloTShip. The · Ongins. Str.u:l:.re, • ar.á Effects of National
..Soda.ilim. .New York, Prae¡¡er, .1971; p. XI. Ver también, en este mismo
·sentido, C. A.. Floria Y· C. A. Garcia-Bd.suno;. Hütoria de los 。イァ・ョエ■ッウセM
Bs. As.., K.apclusz, 1971, VoL l, Nota Preliminar.
·
·
. l 8 E'ste es d motivo que justiñca d OJadro apuesto en el Api:ndice,
"Esquema de los Grupos Políticos: 1854-1910" que, con!ío,_pueda servir
de ayuda.y guía cronológica.
19 El concc:pto de ujulcio de imporu.nda", en ta.neo opción del
! 1
historiador que prc:síde la selección de los acontc:cimicntos, · c::s de P.
Rlcocu:r,· Histoíre el ven'té, Patís, Scuil, 1955, p. 28.
PRIMERA PARTE
LA FORMULA ALBERDL'-\.NA
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LOS ORIGENES DEL REGii\1Ei'I DEL OCHENTA
iCu?l ?:r.i el desenlace de este drama? Creo firmemente que la
.guerra. C:i.íga la ·n:sponsabilidad y b. condc=cióó de la historia sobre
i
quiCnes la tengan; sobre Jos que pretenden arrcb.3.tar por la ヲオ」イコZ_Nセ@
los
derechos políticos de sJ.s hermanos! ... Ya que lo quieren así. sdla..rcmos·
de una vez para s:icroprc,. esta
c6n sangre y fundiremos con el . セ「ャ・L@
nacionalidad argentina, que tiene que ヲッイュゥウ」セ@
como b.s pi.cimidcs de
Egipto y d poder de los imperios, a costa de la s:ingrc y sudor de muchas
generaciones." (De una carta de Julio A·. Ro=. dirigida a Dardo Rocha el
セ@ \
セM
23 ,.¡e abrJ <le 1880.)
El drama en el que Roca representará un papel
protagónico no era historia reciente para el conjunto de
pueblos dispersos que apenas llenban siete décadas de
vida independiente. Tampoco la guerra era un medio
desconocido por los bandos en pugna que dirimían sus
-querellas a través de un espacio territorial extenso en
superficie y ・ウ」。セ@
. en población.. Siete décadas ョセ@
ñabían basrndo µara constituir una unidad política, n!
mucho menos para legitimar un centro de poder glle \
hiciera efectiva su capacidad de control a lo ancho y a
lo largo del territono nacrnnaL Esto es lo que eñ
definitiva se olanteaba en 1880 ..La solución de tal
ーセ。@
habr'á de alcanzarse por medio de la fuerza,
siguiendo una ley interna que presidió los cambios
políticos más significativos en la Argentina de la segunda mitad del siglo XIX.
Tras estos· hechos de sangre se escondía un enfrentamiento entre dos regiones que reivindicaban intereses
¡
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i
26
EL ORDEN CONSERVADOR
·-·-
NA TALIO R. BOTANA
'CTontrapuestos: -Buenos Aires•· y el inteij.Qr. El primer
término del éonílicto tenía una clara determinación .
esp_aciaL Se trataba de una. ciudad-p_uerto abierta al
exterior. M。ウゥセョエッ@
h15tÓnco ·del -virreinato, cou· un h!.ntera medida que se ganaba la uerra ;ivaje_
0-nd gue 」イ・■セ@
El interior, en cambio, cubría u1:rn realidad geogfáfíéa
mucho mas extensa, en la cual se erguían sistemas de
poder embrionarios, constituidos sobre · la autoridad
tradicional de caudillos =que se desplazaban, segun la
· _coyuntura particular de cada· época, desde el Litoral
セ。ウエ@
los llanos de La Rioja.
La constitución de una unidad política
entre -Buenos Aires
El significado último del 」セョヲャゥエッ@
y el interior residía, aunque ello parezca paradojal, en
su falta de solución, pues ambas partes se enfrentaban_
sin que ninguna lograra imponerse sobre la otra. De este
rmodo, un empate inestable gobernaba las イ・ャセ@
\ de los pueblos en armas mientras no se lograra hacer
\ilel monopolio de la v10lenoa una realidad efectiva y
(!angible.
,
·
El monopolio de la··violencia, el hecho,.por el cual un
centro de poder localizado en un espacio reivindica con
éxito su pretensión legítima para reclamar obediencia a
la totalidad de la población afincada en dicho territorio,
es 1i característica más significativa de una unidad
p.@'tica. 1 En trabajos anteri.ores he procurado 。ョセL@
desde el punto de vista teórico, el proceso que da
ongen a una unidad política y lo he denominado,
R@
·siguiendo a(R. BrauiV セ
De un
modo u otro, por la vía de la coacción o por el camino
del acuerdo, un determinado sector de poder, de los
múltiples que actúan en un hipotético espacio .tenito-
:·•1
セL@
27
rial, adquiere control impe,rativo sobre ·el .resto y ··Io
reduce a セウ・イ@
parte de una unidad más ampl.la. Este
sector .es, p,or definición, ·supremo; ñó reconoce, en
エ←イュセッ@
foñnales, uria ゥ￱ウエ[ョセGNSM
superior; constituye el
centro -con respecto al cual7s·e subordina el resto de los
sectore_s_ y, recibe el nombre· de poder pol{0;o (o como
se leera mas adelante, p_oder ·central). ·
¿Qué medios posibilitarían llevar a cabo el a.sí llan1a.·
do proceso de reducción a la unidad? Una breve
referencia á las teo;rías clásicas que· haq:n hincapié en el
acuerdo o en la coacción puede 。」ャイセ@
esta cuestión.
Para la perspectiva de. análisis típica de las teorías
C2_ntractualistas, la unidad política resulta de un diálo]un t<:,Jecha
go, o de una discµsión, a cuyo término セ・⦅。ャ」ョコイ£@
」ッョウ・セ@
por el cual todos los participantes se obligan ャゥNZLセs@
voluntanamente a transferir parte de su capacidad de
decisión a una autoridad común que, de ali( en más
S@
será セ「・」[ゥ、。N
Para otro punto de V1sta, en cambio, ·1a
」ッョウエiセQP@
de um:. unidad .,.política. es empresa de
conqmsta y de coacción. La '·óhediencia, _en este caso,
no se obtiene por· la p'ersuasión,'··sino por'la violencia;
no ·hay, en rigor, consenso...voluntario sino acto de -d--aP
asent1m1ento ante el eso actual o la amenaza inminente
de la fuerza. 4 Pnos sostieneñ que la acción de transferir
-parte de la capacidad de decisión es obra de una
delegación que, de abajo • hacia arriba, circula desde el
gobernado hasta el fu tura gobernante; otros responderán que la formación del poder político deriva de. una
transferencia involuntaria , y coerc1uva, casi diríamos
"arrancada" al gobernado por obra de la fuerza del
gobernante.
lャセカ。、ウ@
a sus últimas consecuencias, ambas teorías
constrt::yen イ。」ゥッョセコ・ウ@
utópicas del proceso de
reducc1on a la urudad. Es a todas luces excepcional
observar una acción política donde los factores coercí-
- _¡
28
セl@
NATALlO R. BOTANA
tivos o consensuales se presenten excluyéndose mutua·
mente. Por el contrarío: ambos medíos de transferen.cia
de poder se manifiestan combin'?-dos con grados de
intensidad variables cuª11do el ol:i.servador·emprende un
-- セ@ r-..;.lisiJ de la realidad histórica.s· セ@ i :-· セ@ a la Ai;gentina· del pas;do sig1o. cオセョ、ッ@
_ セN・ッイゥュウM
rjusto José de Urquiza derroto- a: Juan Manuel de Ros-as
en la batalla de Caseros. vio su ·fin una forma de
;..¡)"'
gobierno caracterizada .por una descentralización autonOñ1iSTa según la cual las provincias, de fo gue eri aquel
:;es
entonces se llamaba Confrderación Argenti"na, se イ・ウセM
vaban el máximo de c;;p_acida..d_dcd.e.dsiQJ}. 6 ·El sistema
ben.::fició a las rovinc{as .. m¡Ís fuertes v no contempló,
en !os hechos, la poSJ r a de transferir mavor capacidad de decisión a lU1 poder político que fuera centro
、セ@
umdad po!it1ca más ampl,ia. Jal era el Objetivo
que persegu1a urquiza; para ello . propuso combinar ·la
efectividad de la fuerza -la victoria conquistada en el
campo de batalla- con la. eficacia de un acuerdo
pactado por. los mismos gobernadores que, mientras
apoyaron a Rosas, fueron los protagorustas naturales-::del
•
régimen de la confederación. 7
de
los gobernadores se reunieron en la capilla de San
ic::.t;s Nicolás de los Arroyos y celebraron un pacto que los
comprometía a celebrar un Congreso ·constituyente para
l orz-anizar políticamente a - las catorce provincias. El
camino elegido era el del ac.uerdo: los gobernadores
elaboraron un consenso por el que cedían, de modo
voluntario, tuia parte del poder de decisión que de
c.ntaño se reservaban. Con tal objeto establecieron un
ámbito de comunicación, el Congreso Constituvente,
cuvas deliberaciones culminarían con el acto fundante
de una unidad olítica· que definiera las rel ·
e
{) . subor:dinación de
provincias con respecto ·al poder
central.
J'
l
29
consenso se guébró el 11 de septiembre de 1852:
Buenos Aires no aceptó. transtenr el f>Oder que se
イセウ・カ。「N@
sobre todo en lo" concerniente a la igualdai:l.
.de representación. en el Congres.o (dos. díputadqs por
provincia) y a la nacionalizaciónde la aduana ·anunciada
en el artícülo19 del Pacto ae San- Ni·c-otá:s:ª-Este
rechazo se tradujo en la coexistencia armada, 、オイセ@
casi una década, de dos provectos de unidades políticas:
la Confederación con asiento en Paraná y Buenos Air.es,
que culminó con la victoria- de esta última en la batalla
tje Pavón (1861): セ_@
セャ[N@
·J,t fC::C.Óí)
1561 セ@
l
l
ORDEN CONSERVADOR
Mセャ@
.
Mih-c ve:n0'é e
Drpt.'!:F
\fres problemas básicos: integridad territon·al,
セ、・ョエゥ。@
nacional, organización de un régimen político
atl5bo. de ッイァ。ョゥコN」￳セ@
consentida de
Quebrado 」セZ@
una unidad política, los presidentes posteriores a Pavón
desempeñaron su papel desde una provinc:;ia hegemónica.
en la que se turnaban d'.'cisiones con carácter nacional. 9
Después de ·Pavón el papel el.el pre:;:'.::lente; definido normativamenre en ·1a Constitución sancionada en 1853
y refonnada en 1860 lue o de la batalla de Ce eda,
careció de los me os necesarios ara hacer efectivo el
& .poder político de r · ; a la coexistencia obligada con el
,
obernador de Buenos Aires en
ºudad-capítal de la
.:pi.J>
IJrovin;=ia r_nás loderosa.
res presidenaa . ャ。NセM
tolome Mrtre 1862-1868.),
ac:
ommgo Faustino
Sanniento QXVMWセI@
y la de セゥ」ッャ£ウ@
Avellaneda
Hセ@
protagoruzaron este penado que culmino
Len 1880 con la ・ャ」Qセ@
de Jオャセ@
En el transcurso de estas presidencias se manifestaron
tres problemas 「£ウゥ」セ@
de cuya solución efectiva dependía la persistencia de la unidad política en ciernes:
había, en primer término, una cuestión acuciante refe-
. JP
((J.
j
l
.·
30
1)
:S-ATAL!O R. BOTANA
.
_,EL ORDEN :.ONSERYADOR
-
rjcb a ·1a .int•:?Tidad tcm.todal, entend!da como el árubi· :.
espacial sobre el que deben'a e!ercerse el p9_der
{
.. político; en ウ・ァオ⦅ョ、セ@
lug¡i.r,,!Os ーオセ「Mャッウ@
dispersos, ゥQZウエNセャ。ᄋᄀ@
- dos en este. teratono,-·abnan- el ·interrogante de saber sí
- estaban .dispuestos a inteirrar m:ia cÓmunidad más amplia
.
que b-de aql.!ellas. comarcas limitadas en donoe -nacíari 'v erc1bian el marco natural de su vida cOtiaiari":r:- lo (
cual lanteaha una cuestión de z enfrdad nacwnal;.
J
tercer tén:nino, era necesano 1mp ntar en ese territorio .,
v a p:irtlf de esos . puebbs dispersos, un· modo ,dej
clecc10n esraole de gobernantes capaces de tormular _:¡\
dec1s10nes aucoritauvas que comprometieran a esa c;.o- ....;)
mumdad naciente en su conjunto, lo cual ponía ウッ「セ@
el
tape te et]:rn:rbltma de ori::antzar un régimen polltico.
La primera cuestión se relaciona con la fuerza coercitiva de que dispone el poder político para hacer freñt'e
a determinados acrnres que impuQTian su pretensión de
セ@ EJ:Onopolizar la violencia. La se;inda se refiere a los
セ@ mecani:mos de_ comunicación entre actores loc..Jizados ,
en regiones diferentes, por cuya mediación se van
creando vínculos de solidaridad más amplios que los
anteriormente existentes. Y el エ・イ」セッ「ャュ。L@
en fin,
ーヲ。N⦅ョセ・@
la necesidad de desarrollar"2> sentimientos de
ャセ「NュQ、。ᄋ@
·compartidos a.cerca del v or que merece ·la
estructura institucional del poder político y las reglas de"
sucesión アオセ@
regularán la elección de los gobernantes:
Para entender el problema de la integridad territorial,
・セ@ yreciso tener en cuenta dos movimientos de impugnac10n al p0der político embrionario, de naturaleza diferer:te. セNッイ@
'·una parte, en efecto, en algunas provincias
del mtenor se produjeron movimientos de fuerza que
ヲオ・イセョ@
controlados por el poder central. La represión de
caudillos pertenecientes al partido federal: Angel Vicenセ・@
p・セ。ャッコMLHQXVRSI@
y Felipe Varela (1866-1868),
Ilusrro dramáticamente este proceso. 11 Del mismo mow
¿)
,.;·-en
1
セᄀ@
1
1
31
do, la victoria ·obtenida du.-ante la _presidencia -de s。セM
rtlicnto frente al movimiento de 'Ricardn J.ópez Jnrd:Ín
(18í0-1873), que siguió al asesinato de Urguiza· ·en
Entre Ríos, confirmó-Ja .evolución de ros hechos-ante·.
rieres. Tal dominación coerc!ri\7a, apiicada ·en- ]Tiucha:s·
regiones, no se corresp.ondió con la. pofítica de-compromisos seguida con Buenos Aires que; al igual· que otras
provincias, no estaba dispuesta a subordinarse al poger
f polítíco. 1ª- reticencia de Buenos Aires se explica por 1.a
::- I c1!yisión de las faccjones porteñas en: "nacionalistas"
/.
conducidos por i\,ütre y "autonomistas" dirigidos por
AdOiro AISma. La estrategia de セG@
decidido a nacionali:,:ar Buenos Aires para subordinarla al P. oder central
セ@
como al resto de lasnvincias, se enfremo con_ la
Aira epitosa o¡:ios1c1on de ·. Eiñ_ gmen, para conservar las
tradiciones autonomistas de su provincia, no vaciló en
/ aliarse con los
os federaies de1 uiterior para i.rnpo1 ner as· can daturas de Sarmiento y. e セ@ ve ane a.
L. Esta contradicción dentro de la provincia hegemónica
generó una serie de efectos que no sólo influyeron
sobre la integridad territorial sino también sobre los
mecanismo? de comun.icac;ión. que, en pasos sucesivos,
identificaron a los grupos del interior con una comunidad política más amplia. A grandes rasgos, el· papel
-<- desempeñado por el autonomismo en la provincia de
Buenos Aires puede ser asimilado a1· de un actor con !a
suficiente fuerza para impedir la consolidación de su
oponente, pero sin el consenso indispensable para conquistar el poder presiden,cial. Adolfo AJ.ir@_ guebró la
イセゥ、。@
presidencial del mitrismo cuando se gestó h
suces10n de l 868, pero no alcanzó la candidatm;i
1 p.residencial v fue vicepresidente de Sarmiento que
ontaba con el_ a o o 、セ@
un セ@
o de
· ·
el
mtenor. eJS anos despues, Alsma tampoco obtuvo el
poyo necesario uru-a encabezar la coalición de gober-
1
.
(u
{) ャッPセ@
5errm1e,rrlo _ iUsine
.¡
32
NATALIO Il.. BOTA..'!A-
33
mterior que apoyaban a Avellaneda, en los comb.ates de
Barracas, Puente Al_sina y Los Corrales, セョ@
188 O -se
ョヲイ・エ。ッ@
el interior v Buenos Aires en bandos ópuesNLセ@
os para-·decid_ir. -por la_fucrz.a_cje· Ias armas,. la-subor- _.
,J'.:t:.-'-"
inación definitiva .de todas las . provincias· al. ,:1:ider olítico nacionaj: Estos actos de カゥッャ・ョ」G。QZセ@
viejo ejército de línea en grupós de oficia.Ies antagónicos
que se desplazaron de un bando a otro y trazaron el
cuadro para perfilar la autoridad militar' y política de
Julio A. Roca. 13
Durante los 18 .años que transcurríer.on entre 1862 v
セXP@
antiguo oficial de Urquiza en Cepeda y
avón, . · 1ó al ejército nacional participando en todas
quellas acciones gue contribuveron a consolidar el
Q セコL@ ..¿O / -oder
político central: estuvo a las órdenes del general
aunero contra Peñaloza; combatió en la guerra del
·u\i.0
aragl!ay; enfrent0 a Fdipe Varela en "Las Salinas de
Hセ@ · ?\·:pastos Grandes"; venció a Ricardo López Jordán en la
セ@ {df' .batalla de "Naembé"; sofocó el levantamiento de 1874
·
en e! ::-:tenor derrotando al general Arredondo en los
G」。ューッウ@
de "Santa Rosa" y, por fin, mcorporado al
ョZ■uセッ@
de Avellaneda luego de la muerte de /l lsina,
din o en 1879 la campaña del desierto que culminó
c_on la incorporación de 15.00 eguas e tJ.erras nueas.14
Esa trayectoria militar permitió a Roca mantener
contactos permanentes desde sus comandancias de. frontera con las clases gobernantes emergentes que. pro.gr.esiv'.111:1ente, イ・ューャ。コセQM■ョ@
a los セッ「・ュ。、イウ@
del pasado
regin:!_en; labor paciente del multar desdoblado en político que, sin adelantarse a los acontecimientos, fue
moldeando un interés común para. el "interior" capaz
de ser asumido como valor propio por los grupos
gobernantes. Porque: ,de eso se trataba: las provinci4s
interiores, en alguna medida integradas en un espacio
EL ORQEN CONSERVADOR
nado res que,' a la postre, consagró presiden te al ministro
de educas:ión de Sarmiento, Nicolás Avellaneda.
Sobre la base de una contradiccion que,. con el correr·
del 1tiempo; se イ・ウッャカセ■。N@
e·n eL· 180, el autonomismo ·
- porteño cerceno: el ámbito .de control_ imperativo del poder- político y, al mismo tiempo, abrió nuevos canales
·cfe comunicación entre los grupos del iri.terior. _Ya en
1868, pero fundamentalmente en 1874, las clases gobernantes de las provincias trazaron alianzas para imponer
en el Colegio Electoral un hombre def interio_r que·
había hecho. carrera en Buenos Aires. Nicolás A vellarned.a ,fue, quizá,. la figura que cristalizó por vez primera
lá?\ estas expectativas: tucurnaB.o,-"universitario de Córdoba,
\hizo carrera desde w.uy joven en el autonomismo
como egJs a or, mm1stro de obierno durante la
ᄀセGM@
emac10n e
sma y ministro nacional en Ja res1fencia de anmento.
セ
l
· \ño
.... J;.:;
El tímido y balbuceante crecimiento de un sentido
de comunidad no se produjo sin sobresahos. Los presidentes provincianos posteriores a Pavón terminaron sus
períodos gubernamentales combatieñdo ·m9vimirntos de
fuerza. Sanniento concluyó su presidencia luchando
contT?. el levantamiento de 1874 y Avellaneda se vio oblic
gado a trasladar_ al pueblo de Bel grano la residencia del
gobierno nacional, cuando cundía la rebelión del gobernador de Buenos Aires, Carlos Tejedor.u El resultado de estos enfrentamientos fue favorable para el poder central
con significados diferentes según las circunstancias, pues
mientras la capitulación del General Mitre en la estancia
MセGl。@
Verde", en.1874, selló el triunfo· de la alianza entre
los auwnoroistas de Buenos Aires y l.a.s provincias del
セ
3.-!
EL ORDEN CONSERVADOR
NATALIO R. BOTA..'IA
territorial más amplio· y · ウオ「ッイ」ャゥセ、。@
'de modo coercitivo al. poder. central·, 9-SYirtieron aue el earnino ¡:@fa
adquirir mayor "peso" político 」ッョウゥエ■。セ]@
acelerar ・セZL@
proceso -de nacionalización de Buenos Aires y no ·er:!
. retardarlo. Los ejecutores naturales de ese mter_fs..
.mún ·serían los gqbemadores ·vinculados con Roca a
tr.avés del ministerio de guerra y cobijados por Avellaneda. Organizados en una así llamada "Liga", cuyo
epicentr"o ·fue la provincia de Córdoba con ,el gobernador Antonio del" vゥウセᄋ@
y su ministro de gobierno i\Iiguel
Juátez Celman, Simón "de Iriondo en Santa Fe, José
Francisco Antelo en Entre Ríos, Domingo llfartínez
r.-fuñecas en Tucumán, i\foisés Oliva en Salta, Vicente A.
Almonacid en La Rioja, Absalón Rojas en Santiago del
Estero y P. Sánchez de Bustarnante en Jujuy, entre
otros, セゥ・イッョ@
una trama electoral que condnjo_a_Roca
D-ª-.cia la presidencia. 15
Cuando el imerior consolidaba esta alia..riza, d poder
en .':'llenos Aires se fiagmehtó entre los partidarios de la
candidatura pn::jdencial del gobernador _Carlos TejeÉl.or
y los porteños nacionales, antiguos partidarios del autonomismo y del Partido Republicano como Carlos Pelle-·
gr::ini, Aristóbulo del. Valle, Dardo Rocha, :\Iiguel Cané,
.·Pedro Goyená, Juan José Romero y Vicente Fidel
López 16 , quienes· se incorporaron al movimiento que
llevaba la fuerza de la periferia al centro del sistema
polític;o nacional, según la expresión de Aristóbulo del
Valle. 17 De nada valieron en esa circunstancia los
esfuerzos opositores, las vacilaciones del mismo Avellaneda y los intentos de conciliación de Domingo Faustino Sanniento; [la Liga de Gobernadores impuso su
candidato en el Colegio Electoral en. las elecciones del
11 de abril de 1880 mientras Buenos Aires ,emprendía
el camino de la resistencia arrnaaj Dos meses después
Avellaneda instalaba el gobierno nacional en Belgrano y
·co-
.
·I'
-l-
35
convornba las milicias de Buenos Aires, Entre Ríos,
Santa Fe y Córdoba. Roca, desde Rosario, organizaba la
·marcha _sobre Buenos Aires.· Durante cuatro -días ..-del
l 7_·al RQᄋMセ|INイョゥッZ@
tres sangrientos encuentros. !Os ya
nombrados
Barraca,s, Puente -Alsina y_ Los Corrales,
decidieron la victoria a favor de los nacionales. Habían
セオ・イエッ@
tres mil hombre; de ·los veinte ·mil .que combatieron con ochenta piezas de artillería. Buenos Aires se
⦅UNQ[「HIイセウ@
· · -----·-...---.
·
El resultad? de .. estos セ」Nッョエ・QイZゥ■ウ@
. se tradujo en] fli ¡::;:r.w;··.
、セウ@
Ieves·nac1onales; una エ←、・⦅イセィコッ@
la cJUdad de Bueno; .
··
.A1res que, desde el 8 de d1c1embre de 1880, auedo セ@
sometida a la jurisdicción exclusiva del gobierno nacio- 6 A
Q
n..ª1; el otro instrµmento legal prohibió a l<l2_P.fOVÍ!J.C.ia:sJ" NZLセ
NZ[@
b formación de cuerpos militares bajo cual.qlli_er_deno- ·'-' ;;%AL'
rriinación que fuera- 19 " ... Todo es fácil, recordó Avella
(f'cy,;¡_neda en su último mensaje, lo que cuesta es constituir
una Nación y íundar su gobierno bajo un regimen
ordenado y libre." 20 Roca retomará estos mismos ·conセ@ .::
ceptos en sus palab.ras ir,taugurales ... El presidente electo
cobijó a sti futuro gobierno bajo ・ャュセ。コ@
y Adminis. trE,cii!J y afirmó: "Necesitamos paz 、オイセ・ョ@
· e'stab!e y .libertad permanente; y a este respecto lo
_geclaro bien alto desde este elevado asient9 para que .
me oiga la R.epública entera: emplearé todos los resortes
y facultades que la Constitución ha puesto en. manos
del Poder Ejecutivo para evitar, sofocar y reprimir
cualquiera tentativa contra la paz pública. En cualquier
punto del territorio argentino en que se levante un
brazo fratricida, o en que estalle un movimiento subversivo ..contra una autoridad constituida, allí estará todo el
poder de la Nación para reprimirlo. " 21
· · v obierno ordenado: he a uí el len
0vellaneda v Roca. La mo era ·sinónimo de intereses,
valores y creencias reuní os en torno de un sistema de
de ·
!36-.
37
EL ORDEN CONSERVADOR
NATALIO-R. BOTANA
、・セ@
. poder común. Los áctos de la· guerra y_ de la ーセ@
par,ecían converger hacia algunos ゥョエ・イッァ。セウ@
cruciales:
·¿cómo hacer de la obediencia un' hábito común entre
pueblos que sólo cono.cían ja .d.ÍspeP.!ión espacial del
poder? ; ¿cómo consolidar la precaria ·integridad-territorial recién conquistada, gracias a una ·aún más frágil
identidad nacional? ; ¿cómo, sino a través de un gobierno ordenado y estable? Y gobie-mo aparecía como un
concepto representativo de una operació.n tanto .o más
- compleja que la consistente en implantar una unidad
política. Implicaba actos y procedimientos ápaces de
edificar instituciones que mantuvieran en existencia la
unidad política recién· fundada. Exigía seleccionar a
c¡uienes gobernarían y en virtud de qué reglas unos, y
.:o otros, tendrían el privilegio de mandar. El país se
kt.i ía d.ictado una fórmula prescriptiva de carácter
fed;;ral, la Constitución Nacional, y ·sobre esa fórmula o,
quizás,_ encubierta· bajo· sus sentencias ideales, había que
!razar una .fórmula operativa que hiciera factible la
producción de actos de gobierno.
..;
La. :.:..:iestión del régimen político se planteaba, pues,
como un desafío,. que sucedía a los anteriores, de crear
la integridad territorial y de ·éornunicar a los grupos en
la ー・イウ」エゥカセ@
de una comunidad más amplia; una
sucesión de problemas, claro está, que poco tiene que
ver con un ordenamiento lineal de los hechos, en virtud
del cual se "Yuxtaponen fases de desarrollo político en
un continuo '.que desemboca en un punto terminal
(corno, por ejemplo, la modernización). No hay tal
ケオクエ。ーョセゥ」￳Z@
hay, más bien -en una unidad histórica
deterini:.ada: la Argentina de aquella época- respuestas
ー。イ」ゥャ・セ@
y contingentes a problemas no resueltos en su
totalidad que se contienen unos a otros en una suerte
de caja china que encierra el sei::reto del progreso o de··
ia decadencia política.Y· _De este modo, la construcción
régipi.en emprendida por k.s homOres del 80, y· la Mセ@
fórmula polúica que la sustentó, contiene en sus cimientos las respuestas precarias formuladas ál drama de
- _la desintlgración _ternto!:Íal y de Ja glierr¡:r'intema.
- "
NOTAS
· Los conceptos de monopolio de la ;,::'olencia y de obedienda son de
raíz wcbc:::rbna. i\fa..x \Vcbcr definía .a ta dominación como '"la
neta
probabilidad de encontrar obediencia a un
mandato de dctemúnado
·contenido entre personas dad.asnj y al Estado como el "instituto político
de acúvidad conr.inUada., cuando y en la medida en que un cuaáro
admirustrativo mantenga con éxito la pretensión al monopolio legítimo de
·ia coacción física para el mantc:nimic:nto del orden vigente!'. m。Nセ@
\V cbcr.
Econom ia y sociedad:, VoL I: Teoría de la orgaru'zacián social Traci y
nota preliminar de José MetFr.a. Echavania, :\léxíco, Fondo de Cultura
Económica, 1944, p. 53 y ss.
2
Conf. ⦅ゥGMA・イセN。ャッ@
Botana. La légi't:"mité, probleme ーッャゥエアオセN@
lッオカ。ュNセ@
'Centre d'Etudes PoiHiquc•, 1968, p. 51 y ss.
3 Con f. fra.nCjOÍS bッオイゥ」。セ@
Esquine d'une théan'e de !'cu torúé,
Paris, Pion, 1961, p. 9 y ss.
,.
4 Empleo las nociones de fuerza y violencia como sinónimos.. Una de
las obras que mCjor ilustran este punto de vista es la clásica de Bcrtra.nd de
Jouvcnc! Du PouuoiT. Hi.stoire r..aturellc de sa craissance. GenCvc:., Editions du Chcval Ailé, 1947 (hay traducción castellana).
S Ver en este mismo sentido, pero aplicado a un concepto distmto,
Car! J. Fric:drich, Man and his gッカ・イョュセ@
An Empirícal. Thwry of _
Politics. New York, m」gイ。カMセhゥャL@
-:...
...
Lセ@
1963, p. 188 (hay traducción castcllanat.
Según la expresión cie Torcuato S. Di ·Tclla en Hacia Una política
lah"noamerícana. Montevideo, Sociedad Latinoamericana Arca, 1970, p. 43.
7 ucornc.nzando por c:l mismo Urquiza que tenia el Gobierno de En.tre
6
Ríos desde d 15 de diciembre de.1841, muchos de los Gobernadores que
concurrieron al Acuerdo de San Nicolás habían sido los jefes de Pro,in·
cias confederadas, según el sistema contra el cual debía. producirse la
reacción: d General don Benjamín Virasoro era Gobernador de Corrientes
desde 1847; el General don Celedonio Gutié-m::z. era Gobernador de
Tucumán desde el 4 de octubre de 1841; d Coronel don Pedro Pascual
Segura, Gobernador de Mendozz, lo lubía sido desde 1845 a 1847; don
セQ。ョオ」ャ@
Vicente Bustos era Gobe:rru1dor de La Rioja desde 1849 y lo había
sido también en- 1841; d
General don Narciso Bcnavídc:z. habla sido
·Gobernador 、セ@
San Juan desde 1836, con la interrupción de unos meses
en 1841, y continuó en d .gobierno k'..ta 1857; el General don Pedro
セAQ@
$}--.:
1
NATALIO R. BOTANA
EL ORDEN CONSERVADOR
Lucero era <tabernador de San Luis desde QXTNGセMrッ\ャヲ@
Rr.-arola. Del
r¿gi'mc-n f(derat:-uo ai u.ni'tan"o, Buenos Aíres! 1908, P- 40.
5 Conf. Jorge M. ;\faycr, Alberdi y .su tiempo, Búcnos Aires, Eudcba,
1963, p. 409.
- 9. s;:anf. 0.-Co;;,blit, E: - Gallo (h¡; A. o[cセョ」uN@
セGl。@
·g;,ncracióñ del
SO '! su proycct9; anci:ccdc:ntc:s y_ conscO.IcnáJ..S", en Argen:tl'na, sociedad
de masas, bセ」ョッウ@
Aíres, Eúdcba, 1966, p. 36.
._ de 1862 d Congreso dictó una ley que cs<ipufaba la
1 O _En Mセァ。ョッ@
f7dcr_ahzac1on de la ciudad y de la pradncia de Buenos Aires por el
tcrmm? 、セN@
tres セッウN@
La ャエZァ■ウセイオ。@
de: l:a. provincia rechazó el proycéro de
federalizac1on lkgandosc a una transacción según la cual .se declaraba a la
dudad de Buenos Aires rc:sidc.nda provisoria de: los gobernantes nad'OnaJc:s
por d. término de 」■ョッNセウZBaャ@
vencerse los cinco años, en octubre. de
186 7, el Poder Ejecutivo.Nacional devolvió a la Provincia de Buenos Aires
la íurisdicción que ésta le nabia acordado sobre la ciudad. Conf. Rodolfo
Rivarol.:i. Del n!gimen federatiuo al unfranºo.. p. 314 y ss.
11
El 28 de septiembre de l 868, el senador· Ni casio ·O roño declaró
que desdC: jurúo de 1862 hasta junio de 1868 hubo 11·7 revoluciones v 91
combates donde murieron 4. 728 personas. Conf. José Nicolás Matie nzo
Le gouuernanent representaoºffédiral dans ia République Argentíne, Parí;
H:ichette, 1912. p. 25 7.
.
'
1
cッセヲN@
Rodolfo Ri...-arola, "El presidente Roca y la consolidación de!
poder n.ac1or:.aJ.'\ en fevista Argenúna de cゥ・ョ」Qセ。ウ@
Polítr'cas Hセョ@
adelante
R.A.C.P.), Ano IV, N. 50, 12 noviembre 1914, p. fl5.
"
l 3 En los s':ccsos de 1874 los militares leales al gobierno fucrpn,
entre otros, Jase Ignacio Arias. Juiio c。ューッセN@
Nicolás Levallc. Hilaría
Lagos, Conrado Villegas, Julio A. Roca y Apolinario '!pala; mientras se
conr.:ban cntr.c los. opositores milita.res; José hiigud Arrcdondo, Francisco
uyna, lgnac1.o rゥカ。セ@
Mセ・イオエッ@
Machado, Manuel Taboada, Juliár. Murga,
セ。ョcAァッ@
Bailnc:nc-, Nicolas Ocarnpo, José C. Paz,. etc. En el 80 los jefes
セ。ャ・ウN@
fucro.n: Luis· l._laría Campos, Teodoro García, Napoleón Uriburu,
-onrado V1llcgas, Manuel Ca.mp os, Nicolás Lc:valle, Antof\Ío Donovan.
Eduardo Rac.edo, etc.,. y los op9sitores: José Miguel Arrcdondo, Julio
Campos, Jase I'.'ocencio Arias, Hila.He Lagos, Julián Martína, Berúto
Macludo,. etc. Conf. A. Rivao Astengo, juárez Ce/man. 1844-1909.
Buenos Aírc:s, Kraft, 1944, p. 78 y 166 s.
14
Conf. A. Rivera Astengo, juárez Cdman. pp. 61 ss., y Anna.ndo
B:aun m」Zセcッ、コ[N@
u Primera Presidencia de Roca ( 1880-1886)", en AcadcHistoria., Historia Argentir..a
Contemporánea
rrua
N:iaon!.1 de
1862-1930, VoL I, Primera Sccciún. Buenos Aires., El Ateneo 1965 p
269 Y SS.
'
'
•
0
°
.'ª
5
Conf. A. セゥ[」イッ@
As tengo, Juárez Cdman, p. l i l; y Casios R. セャ・ッL@
l
Las partidas pol1ticos argentinos, Córdoba, Urúversídad Nacional de Cár·
daba. J 964, p. 24.
·
16
Coi;f. Ezequiel Ro.mas Me:tía, Mis memorias.. 1853-1935, Buenos Aires, Librena Y Editorial La Facultad, 1936, p. 66. En rigor, la fragmcnt:>c!ón
NZセ@
-·
.se produjo no sóÍo en c:l autonomismo, sino también en el .miuismo. como lo
demuestra el dcsprcnd.ir;n!cnto de una fracción ºpopular" en donde ヲゥセイ@
ban E. Zeballos, Ezequiel Paz-''y muchos ocres ricachos -son ;¡,•Jabras del
@ Ver_ al rcspcc[Q E. Galk>, Bセ。@
gran
mismo_ Rpca- -antiguos Mュセエイゥウ。
expansión ccoriómica Y- la_ coruolid.ación dcl régimen conservado: libc¡.iL lil75-!895",-cn E. Gallo y.R.. Coné:s Conde. La R<pública c。ョNオZ、エヲセAGL@
Buenos Aires,. Paidós, 1972, pp. 65-68.
1 7 L-is palabras de Aristóbulo del Valle en la ウセゥ￳￱@
dci Senado del 18
de ·acrubrc dé 1880 son las siguientes: 14 ._.prefcriria equivocarme con los
que llevan la fuerza de la· periferia al centro y no del centro a la periferia.
5¿. que por este camino puede modificarse la forma de Gobierno, pero sé
_también que no será .obstáculo para que quedara consáruida una gran
Nación, . capaz de conservar su historia y sus tradiciones y de salvar su
grandeza en el fururo; núcncra.s que, por el.conlrarlo, :;i nos cquivoc:l.mos
llevando la fuerza. del Gobierno del centro a la pcriféria, constiruiríamos
quizá rcpubliqueus incapaces ile responder a los vínculos y tradiciones
grandiosas de nuestro pasado", citado por Luis H. Somroarr•a, Historia de
·las ゥョエ」イNZ・ッセ@
/eder:ale.s en las Prouincia.s, Buenos Aires., El Ateneo,
1929, Vol.!( p. 109.
1 s Conf. Luis H. Sommariva, Historia de /a.r mteruenciar.es federales
·rn las Provincias, Vol Il, p. 88 s.º; y G..rloo Her», "Presidencia de
Avellaneda", en Acadenúa Nacional de la Historia, Hi'storia Argmtin.:i
Contemponinea 18ó2-1930, Vol !, Primera Sección, PP• 202 ss. Resulta
sumamente ウᄋゥァョヲ」。セカ@
la opinión que había vertido c:l diario "'La Nación"
un ,:ño antes d,,los hechos de sangre· en la cual se síntctiz:in to.dos los
c:lcmc:ntos de qUC·-dispuso ·Roca para. asegurar su triunfo; ellos fueron: los
gobernadores confabulados, cl'('.::rcito nacional, parte dd presupuesto del
Ministerio de Guerra, la influencia del miniscro que manipuló eficazmente
armas y dinero y la tolerancia- dd Proidente A,-cllancda. V <:r Ro<lolfo
Rivarola, Del régimm fedaatiuo al unitario, p. 187.
19 ·Conf. .:Luis H. Soma¡ariva,.Hisloria cú /fu intervenciones federdes
..,_ en /fu Pr?ulru:ia.s, Vol Il,' p. 106.
20 Cit. por Rodolfo RiVarola, !'El presidente Roca y la consolictición
del poder nacÍonaJ", p. 118.
21 Cit. por Armando Braun Menéndcz, "Primera Presidencia de Roca",
p. 277.
2 2 -Esta ídca acc:rca del progreso político está inspirada en !<U re: flexiones de !Uymond Aron sobre el progrc::so y la historia en la lección IV
de Di:r:-huít ler;or.s Sl.lr la ウ。」ゥ←エセ@
·;ndu.stridk, París. Gallimard, 1962 (hay
traducción castellana).
Q
セ@ 1
EL O?.DEN CONSERV.illOR
- í
I[ - -
_j
LA REPúBLICA POSIBLE
Regimenes políticos y legitimidad
Un régimen político puede ser entendido- como
estructura ゥョウエオセッ。ャ@
...de posiciones de poder,
d15puestas en un- ·_\:>rden jer;p-quic:o, · desde donde se
A.U.· formubn decisiones autoritatiyas que comprometen a
a una unidad ーッャ■エゥ」。セ@
. .. toda, la_ pobfa.ción ーセエ・ョ」ゥ@
nw Ha'Dldiuos
'
·
· ·, d e una uruda
·
.visto
que la const1tuoon
política asumía, como problema centrai 1 el hecho de
subordinar diferentes sectores de poder a un ámbito
imperativo más amplio, el poder polítii::o, que p_pr
definición es supremo. Esta primera noción, sin embargo, poco nos indica acerca del substrato material -el
gobierno compuesto de personas visibles- que permite
ッセウ・イカ。@
la existenci_a concreta del poder político. Y del
rrusmo_ mod.p/ el término subordinación· poco aclara,
hasta el momento, acerca del modo es¡:iecífico según el
cual se organizará aquel conjunto de relaciones de
dependencia.
·
.. De esta explo.ración preliminar se desprenden dos interrogantes a los que un régimen político debe responder: a)
セオ←@
vínculo de subordinación establecerá el poder político C•.'n el resto de los sectores de poder presentes en
h; ウ」Zセ・、。[@
b) qué reglas garantizarán el acceso y el
eJerc1c10 del poder político de-los futuros gobernantes.
La primera cuestión hace hincapié en la organización y
L-
セ。@
, en /a.distribución del poder; la segunda en ・HGセッ、@
de
eiección _de los ァッ「・イュZセョエウ@
y en los- li'mites que se trazan e;ntre és_tos y los gobernados. ,Los cuatro térmi- ·
la imagen エセ￳イゥ」。@
de オセ@
rios aquí· expu_estos イ・ーセウョエN。@
sist'ema de- relaciones· donde el contenido concreto de·
uno_ de ellos, ·o su modificación eventual, influye necesariamente sobre los otros.
La estructura institucional de un régimen alberga,
pues, una realidad más profunda: la realidad del poder;
y a. su vez,.. este haz de relaciones de control se asienta
·sobre una constelación· de intereses . materiales y de
valores que justifican la pretensión· de algunos miembros
de una unidad política de gobernar al resto. La operación consistente en traducir aquella madeja de inter.eses y
de valores en una creencia compartida que haga las
vef_es de norma Mィ。「ゥエセャ@
para reguJar las .relaciones de
poder,. atraviesa un camino histórico que· bien podría
dividirse err dos tramos 2nalíticqs .. Por una parte, en
efecto, es _preciso atribt;ir valor preferente a una estructura ü.:':titucional en detrimento de otra y a partir de
este acto セッ@
de:-.Jesta serie de actos- determinadas
··concepciones acerca de la organización y la distribución
del poder, los modos de elección y las fronteras entre
los __gobernantes y los· gobernados, tendrán más peso
-<..valorativo que .otras .. Se tratará- entonces de consagrar
una fórmula prescnptiua o pnºncipio de legitimidad que
no sólo busca satisfacer ciertas ideas acerca del· régimen
mejor adaptado, por ejemplo, a una doctrina de la
libertad o de la justicia sino que, también, pretende
gratificar intereses materiales reivindicados por grupos y
.. .. "''.'!
clases sociales.
Q
Ambas acciones nos ゥョエイッ、オ」・
ᄋセョ@
el segundo tramo
analítico. A diferencia de lo que pudo acontecer en el
primero, en esta segunda etapa los actores procuran
traducir las fórmulas prescriptivas en una creencia com-
-,,:..
42
NATALIO R.'BOTANÁ
-·-
EL_ ORDEN CONSERVADOR
.
pa.rtjda con respecto a la estruct1;1ra institucional ·del
régimen . y en un acuerdo acerca de las .reglas de
sucesión. De esta .serie., de acciones puede resultar. una
-:fórmula operativa o. siStema de feg!ti"-midad que-_ viñcula
las expectatíva_s: valores e.intereses de tos actores con las
instituciones del régimen y las reglas de sucesión. C.reencia
y acuerdo serían, pues, dos conceptos analíticos que calificarían el proceso de legitimación al cual parecen sometidas las formas históricas de los regímenes polític;:os.
Estas nociones limitan nuestro. análisis. histórico a
ciertos rasgos de la· acción política más significativos, en
apariencia, que otros. Un régimen, en efecto, puede ser
analizado a través de políticas específicas (economía,
educación, emigración, etc.) que permiten .medir los resultados de la acción de un grupo gobernante. El régimen
político semeja, de este modo, un conjunto de decisiones gubernamentales que definen me.tas, seleccionan
medios y alternativas, imponen イ・」﾿セーョウ。@
y sanal anterior,
ciones. Otro punto de vista, qu" no ・ク」ャセケ@
trata de entepder, en cambio, el marca· que proci'uc;:e
dichas decisiones dentro del cual los acfores se enfrentan para determinar quiénes, a Ia postre, · ejerceran el
poder político. Esta perspectiva nos habrá" de guiar en
las páginas que _siguen con. el objeto- de observar un
régimen político como un orden dé dominación donde
algunos -y no todos- tienen. el privilegio de fijar
metas, elegir medios y alternativas, adjudicar, en fin,
recompensas y sanciones. 1
Alberd.i.' v su fórmula prescritJtiva
Desde los albores de la independencia, los criollos
que asumieron la conducción de las antiguas colonias
españolas enfrentaron, en términos teóricos y práctic.:os,
1.;-_,,
1
1
. la ave contradicción entre. el prit1cipio de le 'timidad
de la monarquía hereditaria y e pnncipio · de le-- gitimidad. de la república electiva. 2 CuandQ si; quebraron -los vín_?ilos. con Ja _corona espáñgla,_ estos. gruposd.irigen_tes,- huérfanos dé la tutela de un principio. degobierno consagrado por ¡¡¡_:·tradición,- asumieron ·fa
penosa tarea de construir una legitimidad de reemplazo:
fórmulas conocidas como cuerpos ·teóricos e ignoradas
como prácticas habituales de gobierno, incitaban a la
invención polítka, ¡ cuando no,. a la- mera reproducción
de experiencias.
La fórmula que algunos llamaban republicana y otros
demócrata, intercambiando las palabras como si fueran
sinónimos, hacía . residir el origen del poder en una
entidad más vasta que !.as antiguas 。イゥウエッ」セNL@
al.
mismo tiempo que proponía una operación mucho más
complicada para elegir a los gobernantes que aquélla
definida por las viejas reglas hereditarias y burocrátiCas.
Pueblo y elecdtm··po'dían representar los términos de un
proyecto de solución posible, en la medida en que no
provocaran una fractura irremediable con costumbres
políticas que gozaban d<:kbeneficio de la tradición. El
problema era aún más acuciante para las clases y .grupos
dominantes, pues,. junto con la caída "del poder colonial,
'la car!=ncia de fórmulas de reemplazo podía conducir a
la anarquía· o a la disolución política, lo cual implicaba,
naturalmente, el ocaso de su poder y de su prestigio.
La búsqueda de fórmulas prescriptivas que conciliaran
la desigualdad del antiguo régimen con los principios
igualitarios emergentes, estuvo jalonada por errores y
fracasos pero, de algún modo, fue dejando sedimentos
que el observador pertinaz puede devolver hacia el
futurQ en nuevos proyectos institucionales. Ese fue el
propósito de Alberdi.
] uan Bautista Alberd.i fue el autor de una fórmula
j¡(uJj!L e{) /'U)JJ),/J.[J)J_JJ_ .fJ.J.}J.J.J».Y
-
!-!ATALIO R. BOTANA
.
'.::
セイ・ウ」ゥッエ、←ャ@
beneficiQ. de alcanzar una
institucional sancionada por el Congreso
ÍÍCrJ3 セッョウエゥオカ・@
en 1853. Lo significativo de esta fórmüla
consistió en·su 2erdurabilidad sobre las vicisitudes de la
· guerra· ゥイセGエ・ュ£@
entre Bnenñs Aires ?' la Can federación,
as impugnaciones posteriores provenientes de muchas
p<ovincias del ·interior y· la resistencia· de la· misma
Buenos Aires a ceder parte· de su capacidad de decisión al poder central. Esta persistencia a través de las
múltiples oposiciones de que fue objetor hizo que la
fórmula alcanzara ·los acontecimientos del 80. y justificara la acción política de los protagonis.tas del régimen
político en ciernes.
Como ya se ha 、ゥ←ヲッLセオMᄋカョ」ャ。￳@
aquí propuesta
. emre, por una parte, Alberdi autor de una fórmula
prescriptiva y, por la. otra, su traducción institucional y
po·sti: :-iOr Vig..,:n,ia en d 80-;- no deriva de una comprosaa:a·rerac1on de causalidad. Se trata, por el contrario,
de un.a hipótesis que asume lo siguiente: a)" que la
fórmula inf!u y6 signifj.cativamen.i:e ·en las deliberaciones
del Congreso Constituyente; b}-'que media:ite elaborf
ción uk:rior se prolongó más allá de ャ。ウセ@ ·:O.eliberaciones del Congreso; c) que tradujo valores ·e intereses dominantes en la. Argentina de ese- entonces, pese a las
oposiciones que_ pudo SJ.ifrir la p.ersona de Alberél.i; i]J
que no ·obstante· ello, la fórmula perduró en el tiempo y
oJorgó a la postre un marco valorativo que sirvió de
セM・クーャ■」ゥエ。@
o difusa- del régimen político implantado en el 8Q_3
futa formula prescriptiva tiene la particularidad de
justificar un régimen político en cuanto h;;t.r:r). al origen
futuro. Alber:di. sostuvo que
gel poder y a su セイッァ。ュ@
los argentinos deb1an darse una constitución para realiZ,.9S un determinado proyecto, "p_ara tener población,
......tiara tener caminos de hierro, para ver navegados nues-
"'
」ッセ[ウZvador@
.
45
tras· ríos, para ver opulentos v ricos nuestros Estados" .4
..::ste roirama constituye un conjunto de metas al ue
debe dar alcance una nacton a 1erta al futuro; los
\ campos específicos sobre los cuales _se -proyecta son: la
inmigrac10n. la -construcción ·de ferroqm.iles y.. can,aJq
navegables, la_ colonizaci6n. ·de· tie.rras de propiedad
nacional, la introducción y establec1m1ent0.. ·de nuevas
industnas, la importación de ·capitales extranjeros v la
__...¡
exp orac1on e os r1os intenores.
· Para alcanzar estos fines es dable advertir en Alberdi /( l,7.;_v¡
la intención deliberada de provocar un trasplante cultu- ¿¡_
ral. Alberdi rechaza· .una cultura tradicional, la cultura {aLL!i,;Á
hispánica que impide el cambio y la innovación, y
opta por otro me.delo: el ·de los países europeos en
trance de edificar una sociedad industrial que libere al hombre de la servidumbre de la naturaleza. Un
cambio de tal セョ@ vergadura ño ;:n:ede lle1 arse a cabo
si no es inyectando desde fuere. en una cultura, según él históricamente terminada, nuevos fermentos de
población y de riqueza que sean portadores de esos
valores.
(
エイセᄋZQ@
EL ORDEN
1
1
=
"¿cómo -S<: pregunta Alb<:rdi-,
qué forma vendrá en la futuro d
cspfritu· viviñc:mtc de la civil.iZación. europea a nuestro sudo? Como vino
en todas l:i.s époC!.S: la Europa nos traerá su espíritu nuevo, sus hábitos de.
industria, セ@
prá.ctic::J.S de civilización. en las inmigraciones que nos
cn,;";e •.• lQucremos plano.r y aclimatar en América la libertad ínpesa, la
cultura Eranc:sa, la laboriosidad del hombro de Europa Y los Estados
Unidos? Traigamos pedazos >Ívf de ellas en las costumbres de sus
habitantes y rz.diquCmosias aquí."
La población .. es el agente p_rivileg\ado del cambio
cÚlturál;- péi-"Zi- no es ef"unimEl ヲ」イtッセ@
ᄋMᄀセウ■￱、オュ。ケtッs[Hゥ﾿@
11añdesarrolla o y
·---セ@
Mセ。」■ッョ・ᄋLN
-
-
memanos e imprescmruoh
Mセ@
46
::-lATALIO R. BOTANA.
- EL ORDEN CONSERVADOR
'"los caminos de fi·erro son á este-siglo lo que los conventos eran en la
Edad セ{・、ゥ。Z@
cada época tiene¡ sus i!&Sn.tes de cultÜ_¡¡¡.. ¿son ínsuiicienr¡es
nuestros 」ZゥーャNセ@
para esas empres:is? Encregadhs entonces a capitales
extranj<:ros. Dcj:i.d que los tesoros de fuera come- los hombres se domici_licn en nuestro sudo. 07
--
El medio seleccionado para alcanzar estas metas es el
régimen polírico. - Y en esta 」ゥイセオョウエ。L@
la figura del
legislador va delineando una concepción acerca de la
organización y distribución del . poder, del modo de
elección de los gci'bernantes y de las garantías otorgadas
a los gobernados· q.u.e procura conciliar los valores
igualitanºos de una república abierta a todos, ·con los
valores jerárquicos de una república restnºctz'ua, circunscnpta a unos pocos. La.piedra de toque de esta fórmula
tiene sencillo diseño: funda una capaddad de dedsión
dominante para el poder polúico central; otorga. el
e/erddo del gobierno a una minorz'a pn"vilegiada; limita
la partzúpación poHtica セー￳「Wゥョ[@
y
asegura a todos los habitantes, sz"n distinción de nacionaャコZセ、L@
el máximo de garantias en orden a su actividad
c.. JzL
-·
La cuestión que preocupaba a Alberdi era la ·de
organizar. un poder central, necesariamente fuerte para
controlar los poderes locales y suficientemente flexible
para incorporar a los antiguos gobernadores de provincia ·· ··
a una unidad política más vasta. En ténninos prácticos
el problema se 'expresaba así:
"¿Cómo realizar una organización constitucional que abrace:· y concilie
las Libertades de cada provincia y las prerrogativas de toda la n:ición y de
hecha pcnnit:J. a los gobiernos que dctxn aceprula ia continuación en d
mando de sus provincfas? ng
Este argumento deja entrever una tensión entre, por
una,.parte, Ia necesidad de encontrar una fónnub concreta de reducción a la unidad y, por la otra, el acuerdo
t
·;
47
inevitable ·que conviene. establecer -éon 。アオ・ャッウNセ⦅@
· · · detentrn posiciones ,de poder: "_es ;·preciso por consiguiente -sugiere Alberdi- que el nuevo régi!!len con ten- . セ@
ga algo del antiguo" ,9 セ@
__
.. Esta fusión entre d,,:::_«:(engencias contradiáorías. en la
historia - nacional,· la q:ntralización - y ·ia de_?céntralizáción, pone.·sobre el tapete la idea _que .se forjaba
Alberdi de la orgarúzación federal, pragmática y hasta
ゥューイ・」セ。L@
porque "la _federación o unidad. es decir lal
m vor o menor centralización del gobierno general. son 1Af:;c,i-J¡
ccidente. un acce
· s
' rno
,
f
- セ@
gobierno". 1 º . .
Federación evoca, en. este sentido, un medio adaptado a nuestra circunstancia histórica para alcanzar una·
unidad de régimen. No es el úni¡:,o -antes se ensayó la
unidad pura y fracasó- pero es, sin duda, el _instrumento más eficaz. De aquí deriva el carácter mixto del
gobierno; "consolidable en la unidad de un régimen
nacional; pero no indivisible como quería el Congreso
Q
de 1826, sino divisible y dividido. en gobiernos ーイッNZ
Qセ@
1.
ciales, limita\).os, como el. gobierno __central, por la ley
::J
federal de la República". 11
Este gobierno mixto, que -éxprésa el término federación, retoma .rasgos esenciales de los hábitos: de obedienc-i.a trazádos por la costumbre en las culturas de .América del Sur. flo hay_,_ ーオ・ウL⦅{AヲセN、」ャ@
·
. orden tradicional; esa イオーエセ、ゥNェ⦅←ウL@
cuando la_
ºfli?.Diacionnueva, la ゥョ、オウQtNセ@
イゥアオセ@
:f.Q_n 1aclilturaa:Iltigua.. Mientras taºñ:fo, a medida que la
エイ。G￱sゥ」セ@
marcha, es preciso reorientar las
expectativas de obediencia hacia un nuevo centro
de poder. Allí emergerá un papel político inédito que
habrá de integrar lo nuevo y lo viejo: el control racional de la ley y los símbolos de dominio y soberanía
quebrados desde los tiempos de la independencia. Ese
EL ORDEN CON.SERVADOR
48
NATALIO R. BOTANA
papel- privilegiado,' apenas p;rfilado én tiempos de R.iva•
davia, puesto entre paréntesis en la ·epoca de Rosas Y
· recreado por la Constitucj_C>n de 1853 es el papel del
mariera, ャ。セュッョ£イアオ⦅ヲ@
'presidente. 12 · De ・ウエセ@
.
1
reaparece bajo la faz repub_licana. WセP@
escat1maelogios_ -:-la llama "dicho profundo espiri:tual'.'_-=· a ·la
sentencia de Bolívar:
¡·.. Los nuevos .Estados de la América antes española .necesitan rey.es. con
セ@
nombre de prcsidentc:.."13
_
En la fórmula alberdiana el presidente materializa el
poder central, pero n·Ó· ·cfé'tenta todo el poder セ@ tampoco ejerce un dominio irresponsable sobre la sociedad.
El dominio irresponsable proviene del Mセ・ウーッエゥュ@
d_e
uno :;olo; (el 2:d•iemo responsable denva de la 'legitimicl1.d . del presidente investido por una constitución:)
íl
.
l "... cn ,-ez de dar d despotismo a un hombre. es mejor d":'1o セ@ la ley.
Ya es una mejora -d que ra ウ」セイゥ、@
sea ejercida ーセイ@
la eonsntuaon Y no
por la volur.t:i.d de un hombre) Lo peor dd ckspousmo no es su dureza.
sino su inconsccúencia. y sólo la. constitución es inmutable ••• Dad al poder
ejecutivo te-do cl poder posible, pero dáclsclo por medio· de una cons·
titución." 14
El presidente adquiere legitimidad no por su calidad
intrínseca de gobernante, sino en razón del cargo superior que él - ocupa. El papel del presidente, el rol
institucionalizado que un individuo está llamado a desempeñar, tiene más valor que su propia virtud de
gobernante. He aquí el quid de la cuestión que transfiere la trayectoria episódica de un gobierno personal
a una institución permanente bajo la cual hast0; セッᆳ
drá encontrar amparo la figura del gobernante med10cre:
...... . una vez dcgldo, sea quícn fuere el dcsgracíado ::i.qult:n el vo·to del
ーセゥウ@
coloque en la silla difícil de la· presídef]cÍa, se le 、セ「」@
res.petar con la
obstinación ciega de la horsadcz, no como a hombre, sí.no como a ta
. persona pública del P.-esidente de la Naci.':in •.. porque el respeto al
Presidente no es más que el r_espcto, a la const1tución, en ;-irtud de ia
ha sido 、・」セッZᄋ@
es el respeto a Ja discíplinfl y a la subordin1.1ción que, en lo
político cbmo en lo milio.r, son"la Uave de I<; fuerz!a y qe la victoriá.''15
rual
- Gracias a esta distinción tajante entre el rol y el
ocupante, AlberL!i parece adecuar al 」。イ£セエ・@
nacional
una argumentación trazada en ·1os debatés constitucionales de Filadelfia y en los papeles del f・、セZMゥNャウエ。@
que, por otra parte, Dahl ha retomado como centro de
interés de su concepto de "democracia madisoniana" . 16
Este argumento podría :-::sumirse en la siguiente propuesta: la constitución de la Federación Argentina tiene
por objeto establecer una república no-tiránica.
Impedir la tiranía es la finalidari básiCa del gobierno
republicano y de esa finali:l_¿._J se deduce la .te oría
normativa de las limitaciones del poderfSI el- poder -y ·
la· naturaleza humana que en él sub-yace- P'4.""de degenerar en despotismo, es preciso píevenir esa ten.ciencia a ャ。セ⦅@
corrupción y para prevenir es necesario .encuadrar ei'ejercicio . gubernamental dentro de límites temporales
precisos, otorgando a magistraturas .diferentes h tarea
. de ャセァゥウ。イL@
ejecutar. y sancionar. La no-reelección del
presidente y ャセウエイゥ「オ」￳ョ@
de la actmdad legÍslativa y.
judicial en cámaras y tribunares dünde d poder <..elltral
y el ae las provincias estén debidamente incorporados,
serán, entonces, dos limitaciones fundamentales concordantes con el argumento repu icano. n este punto, la
fórmu a .-!f.) ana no se aparta e las pautas fijadas por
el modelo ii.orteamericano: un senado y una cámara de
diputados representarán a las provincias y a la nación en
el proceso legislativo, en tanto tribunales de provincias
y tribunales federales adjudicarán sanciones; todo ello
50
NATALIO R.· BOTANA
ordenado por una última instancia, la Corte Suorema de Justiqia, a quien correspoli:de el cqntro1 constitucional
de las leyes.
1=j_bedád ーッhエセᄋ」。@
para poc.os y libertad civil para ·todos
Una vez prescriptos los poderes centrales y los poderes subordinados, los límites y los principios que proエセァ・イ£ョ@
la federación del·-peligro histórico del despotismo, el problema· -que inevitablemente· surge en el
horizonte de una fórmula ·republicana es el de saber
quiénes y bajo qué reglas podrán ejercer el gobierno de
la sociedad. Alberdi rechazó explícitame.l).te toda forma
de designación derivada de la herencia; se· apartó en este
sentido del- modelo bolivariano 17 y optó -al menos en
principio, como veremos de inmediato- por la posición
democrática que sostuvieron, ·en Filadelfia, Wilson,
Mason y Madison, en contra del purifo de v'ista aristocrático de Hamilton y Morris. 1 La posición demociática
ィ。セ・N@
derivar el título de legitimidad: del ァッ「・セョエ@
-diputado, senador o presidente- de la elección realizada por el pueblo/no_ hay, en rigor, legitimidad posible
para el demócrata si ella no proviene ·del consentimiento
popular)
·
·
·
El modo de expresión del consent1m1ento popular
puede traducirse de múltiples maneras, pero, si se deja
de lado la manifestación directa de dicho consentimiento, los .medios elegidos para actualizario deben
hacerse efectivos a través de alguna forma de representación. La representación, vista corno una serie 、セ@ actos
mediante los cuales un actor político autoriza a otro a
obrar en su nombre o le impone el deber de dar cuenta
de su acción 19 , arrastra consigo, sin embargo; núevos
riesgos y, por consiguiente, nuevas prevenciones.
ª
EL ORDEN CONSERVADOR
Los riesgos pueden emerger de ios conflictos entre
facciónes . adversas o de la demagogia del actór con
vocación. de representante. P_ara ーイ・カョゥャッセ@
es preciso
Mセ@
los modos de elección de los -represeniap.:es.. ·
según sea la importancia del c;argo que está en j_uegüj De
. esta manera, la fórmula alberdiana, fiel una vez mas al
modelo norteamericano,_ prevé que el 、セッ@
será
directamente elegido por el pueblo, mientras que el
senador v el presidente obtendrán su título por una =e.kEC:ión de segundo .grddo realizada en las . ャ・セ。エオイウ@
provinciales o en el seno de Ún セ・ァゥッ@
electoral-)
Como quiera que fuese, ya sea emprenaiendo el
camino del comicio directo o el de la elección indirecta,
el pueblo es siempre 'la fuente de la cual deriva la
legitimidad· del gobernante. La cuestión reside en saber
cuáles son las fronteras que encuadran esa entidad
llamada pueblo, ·quiénes lo componen y quiénes perman!!cen marginados. más allá de· sus límites. Simple como
p:U-ece, las respuestas que· se ensayaron frente a tal
interrogante ''-Clividen, a grandes rasgos, a los que conciben el gobier_no como algo,dq11d<; __pocos intervienen de
aquellos que lo imaginan como un proceso donde,
participan mucho.s ciudadanos; lo cual, dicho en otros
rénnirtos, se .expresaría de este modo: el gobierno
democrático es ·obra de un grupo reducido de personas
y sólo ellas integran el pueblo donde reside el poqer
electoral, o bien, ese conjunto es más abundante en
términos cuantitativos de forma que tiende a universalizarse, abarcando un ョセ・イッ@
cada vez mayor de
miembros participantes.
[Esta oposición entre "pueblo chico" y "pueblo grande" está fundada en argumentos que asignan a unos .
pocos la virtud de saber elegir y a la muchedumbre la . セ@
ignorancia de no saber elegir. El punto de vista alber- ¡
diano es, en este sentido, frarn:;amente restrictivo]
j
,.:.:;.,
_,·
7
1--.
NATALIO R. BOTANA
Q
」ェイゥ、ッN
セ@
•
•
/La cuestión que preocupaba a Alberdi es cómo ィ。」セイ@
de un pueblo -según él- sumergido en la miseria y en
la ignorancia, una. colectividad 'federativa apta para el
ejercicio del gobierno rep_ublicano) El camino no puede
ser otro qµe el indicadÓ pó"r-Íos ejemplos históricos de
Grecia y Roma, '"donde el 'pueblo sufragante sólo
constaba de los capaces es decir, de una minoría
·reducídísima en comprcración cid pueblo· inactivo" .21
{Esta min:Jría es la única calificada para ejercer la
libertad política:)
------..
セ@
\'(§Jh "...usar de la libertad política es tornar parte en el gobierno; ァッセ・ュ。イL@
.
aunque no sea rn:ís que por el sufragio, requiere educación, a.tanda no
'( \ ciencia, en el manejo de la cosa pública. Gobernar es manejar la suerte de
j todos; lo que es más complic::ido que· manejar su destino indh;dual Y
·
\ privado."22 · '.
Algunos, por consiguit:nte, están habilitados para intervenir en el gobierno; el resto, en cambio, la mayoría
que hizo mal uso de la libertad política favoreciendo
despotismos pop-ulares, sólo tiene derecho al ejercicio de
la libertad ciuil1 3 :
----------.. :· T;'.
"Re·.>\to oue estoy libre dd fanatismo inexperto, cu.ando no hipóaita.,
que pi"c !ibc"rudes polític:is a ')lanas llenas para ーオ・セャNッウ@
que sólo saben
emplearlas en crear sus エゥイ。ョッウNセp・@
deseo abundantlsunas las libertades
·-- c-iviles o 」ッョ、ュゥセウ@
de adquirir, er.afena.r, lrabafar. ョ。カセァイN@
comercwr,
transita" y ejc:rcer toda induscr.il, porque veo en nuestro pueblo la aptitud
conveniente para ーイ。」エゥ}セ@
Son practicables, porque son accesfüles al
extranjero que trae su inteligencia; y son las más fecundas.. porque son las
llamadas a poblar, eruíq1,1Fccr y civilizar a estos países." 24
..,.;;;-::
"<=:.l>
53
EL ORDÉN CONSERVA90R
"L.,.-intcligcñcia y fidelidad ;en el ejercicio de todo poder depende de la
c:ilidad de las perSonas elcgicjas pa.r:i su depósito; y la ali dad de 'los
clc¡;>dos _tiei:ic estrecha 1 dependencia de ャセ@ calidad. de los 」ャ・セエッイウNᄋ@
-El .
sistema cle.ctoral es la llave del g9bicmo .Rpr<sentativo, Elegir ・セ@ discernir .
y "deliberar. r:a lgnorancia no discierne busca un tribuno y.toma un tiran'!.
- lセ@
mísería no ·delibera, se vendefAlej:ir e! sufragio de m:i.no• de la
ignor.!ncia v de la - indigc:ncfa es asegurar la pureza y acierto ele su
La libertad civil abre entonces la ruta para implantar
」オャセイ。L@
セ。イアオ・@
esas garantías traeran inmígraCion, mdustna y nquezas. He.aquí .el ao-ente más eficaz
para mejorar la capacidad de 」ャゥウ・イョ■ヲセ￱エッ@
ーッャサエゥセ@
de
ーオ・セャッウ@
que, セョ@ su エイ。ケ・」セゥ@
セQゥウエ￳イ■」。L@
sblo han gesta-- - ,, '-·
do el. despotismo del Gobierno (que es la tiranía) 0 e]
despotismo del pueblo (que es la revolución)".2s Hav
ーオ・セL@
una so!ución ョゥ」セ@
y durable para el problen;ia 、セャ@
._/
gobierno posible en America del Sur:
ャセ@ ⦅ョオセカ。@
1
. ". · .ella consis:e en elevar nuestros pueblos a la altura de la forma de gobierno que n?s ha impuesto la necesidad; en darles la aptitud que les falta para ser n;pubheanos; i:n hacerlos dignos ae la república, que hemos proclan12do,. que no podemos practic:ir hoy ni tampoco abandonar; en mejorar d
gobierno por. la mejora de los gobernados; en mejorar la sociedad para
obte.!_ler la mejora del poder, que es su expresión y resultado direct 0 ,"26
de esta argumentac;ón es correcto,
Si el 」エᄋ・ウ。イセャッ@
puede afirmarse· qúe la fórmula alberdiana prescribe la
Mセウ・ョ」ゥ。﾿A@
セウ@
tipo; セ・@
イ」ZオN■dャゥセ。@
ヲ・、イ。エゥセZ{ャN@
.. rej¿ublica abierta v la イ・ーオ「ャコ」。Mセil@
La ren11hlica
estaría regida por lá'libertad cívil; en ella' tienen
- 。セ@
cabida todos los 」ゥオ、。ョッセャ・サ@
y extranjeros,
que セ。ァ@
uso...i¡Ie las garantías 」セョウァイ。、@
por el t;xto
セッョM[エQオ」。ャZj@
Esta セ@ la repubhca que la retorica
oficial presentará, hiego, como clilatada en territorio,
plena de posibilidades, con una población numerosa, la
cual ofrecerá el ámbito adecuado para incorporar los
valores de innovación y de. cambio: para traer inmiqración, extender las comunicaciones, implantar la industria y propagar la educación.
abierta es, en sí, una contradicción セ@
Pero l_a イセー「ャゥ」。@
en los. termmos pues 11? controla sus actos de gobierno: t-:..'\i
セウN@
miei:ibros gue .la ュセ・ァイ。ョ@
nuevos inrrugrantes y (...,,""
Vlejos cnollos- no mtervienen en la designación d.e_Ji;Js セ@
gobernantes; no son electores ni representantes; ー・イュ。セ@
. ¡' -.--
---
.
EL ORDEN CONSERVADOR :
54 -
NATALIO R. BOTANA
necen marginados en una suerte de trasfondo en cuyo
cq1tro:.se recorta un núcleo político capacitado-para
hacer· ·gobierno - y ejercer conti-oUEsra ·es la 'úpúb!icd
セNイ・ウエゥ」カ_ML@
construida: sobre er' N・ェセゥ」ッ@
de la ·liberta.s.J.
セ@ ーセャヲANᆰL@
un áJr;bit6 donde la parti;ipación en el g6'5íer" no se circunscnbe a un pequeño numero de ciudadanos;
un espacio cuyos miembros se controlan a sí mismos y,
•..., a la vez, controlan el contorn_o que lo circunda. Ciudadai} nos, en suma, habilitados .para intercambiar el papel de.
;j elector y de represe-Iitante que, de esta manera, hacen
suyo un proceso de aprendizaje donde el acto de ejercer
gobierno dev-iene un valor próximo a su conducta
habitual] Allí, e11 la república restric¿tiva, prima la
voluntad reflexiva de los hombres públicos naturalmente
preparados para tomar sobre sí el manejo de la suerte
de todos.
La totalidad, sin embargo, estará dada en la. ヲ￳イュオャセ@
alberdiana, por-·la イ・ー「Nセ」。Z@
restrictiva más la república
abierta, y mientras en una los que :participan,. medí°ánte
el uso de la libertad polític·a, 、セャ・ァ。イ£ョ@
de .modo
vo1untarío su capacidad poi:encia.l de mando, en la otra
los habitantes afincadgs en un territorio· permanecerán
dirigidos ·por uh. sistema de ·control impuesto desde
afuera.
.
{j
'.__i
QANj[セッe⦅オ・カゥャZ@
la Tzbertad Fen(e:cílñesgo de la if!:Ualdad
Esta es, a la postre, la vieja distinción entre habitante
ciudadano que, desde los tiempos de Rousseau,
interrogaba sin cesar al pensamiento político de los
· siglos XVIII y XIX. 28 Pregunta cuya respuesta aparejaba
graves consecuencias para el punto de vista con.servador.
Los legisladores que procuraron fundar Estados cuando
y
--
55
despuntaba el . ーセウ。、ッ@
セウゥァャッL@
desp_ués ·de los acontecimientos revolucionarios que tuvieron lugar. en la América del Norte y en Fra.ric;:ia, advertían;· no sin perplejidad,
p_ue el セ・ゥャAッ@
de Ja libertad política y-- ec.onómic:i podía·
"sulii.r la erosión. de un moVimieñto subito e irresistible:
·
·
.
el movimiento ·de la ゥセ。ャ、N@
Aiberdi ri.o ¡:irestó suficiente atención a este fenóme·
no. Quízá porque esperaba que la inmigración y la
riqueza habrían de· implantar en las viejas tierras de la
confederación,_ la simiente de un nuevo, mundo más
igualitario. Adoptó todas las ーイ・」。オゥッョセ@
de . la representación indi.reéta., pero las robusteció mediante una
tajante distinción entre el habitante y el· ciudadano.
Otros pensadores, qµe también provenían del tronco
conservador, se percataron de · que todo . el edificio
republicano podía temblar en sus cimientos a medida
que un aumento histórico de la·igualdad social diera por
tierra con las antiguas distinciones entre ciudadano y
habitante. Esta realidai:l emergente _foe'la que deslumhró
a Alexis de Tocqueville. Casi dos décadas antes de que
Alberdi formulara su' plrui constitucional, Tocqueville
registraba sus ッ「ウ・イカ。」ゥョセエ@
de la democracia en
los Estados Unidos de América .en un libro que, sin
duda, ョオ・ウエイセ@
legislador conoció y meditó.
-.:.El punto d.e partida de este aristócrata francés,
testigo del vertiginoso derrumbe del antiguo régimen,
consiste en comprobar un acontecimiento inédito e
irreversible que crecerá a través del tiempo en intensidad y magnitud: la igualdad. Este es el motívo principal
que induce a Tocqueville a sostener que la democracia
equivale a la igualdad no significando, como tal, un
régimen político sino un estado de naturaleza social que
anuncia el ocaso. de la dominación aristocrática; por eso
le produce mi'edo: "el libro que estamos por leer -dice
en las páginas introductorias de La democracia en
I·
56
NATALIO R. BOTANA
Amén'ca- .:ha sido escrito qajo,. ia impres10n de Mᄋセ。@
especíe de terror religioso producido en el aima del
autor al. vislumbrár esta revolución irresistible que camina desde hace tantos siglos, a .trav.és de todos los_
_,
.•bitáculos, y que se ve aún hoy' ·avanzar en medio de
9
las ruinas que ha cau-sado" :1
La igu;;.ldad aparece entonces como la regla social a la
que, inevitablemente, deberán someterse las relaciones
políticas del futuro. Pero si la naturaleza de las cosas
define un escenario con tendencias tan fÚertes: ¿cómo
es posible preservar la libertad y las fronteras entre' lo
público y lo privado, en un mundo donde ya no hay
rangos tradicionales quc-·distingan a las clases superiores
c..l-e las inferiores? .He aquí セャ@ prpblema por el cual
Tocqueville desarrolla un argumento que casi consiste
en una 0peración de resc:i.te, La libertad no es· para él
una entidad del orden abstr;.crn derivada, por ejemplo,
ele una declaración jurídica de derechos; es, por el
coiltra..río -y., de aquí la vinculación con el origen social
de quien ia:·:·reivindica- una realidad proveniente del
control sociológico que Zセッ「イ・@
el Estado ejerce un grupo
autónomo cuya independencia, al menos relativa, está
asegurada sin duda por la ley, pero más por costumbre
o tradicióñ. .
·
En la perspectiva de una sociedad no igualitaria de
señores y súbditos, la libertad aparece como una realidad negativa: algo protegido por un estamento poder-oso ante el cual el Estado se detiene. En la circunstancia de una sociedad igualitaria, en cambio, la libertad
corre grave riesgo de desaparecer pues la realidad que se .. :-:·,impone es la de un Estado que tiene que lidiar con
individuos o grupos pocos resistentes y de más en más
_uniformes. ¿Dónde queda, pues, la libertad? No obstan-.
te el pesimismo implícito en esta pregunta, la obs'ervación de la democracia norteamericana de principios
•(
EL ORDEN CONSERVADOR
del セゥァャッ@
57
pasado permite a Tocqueville descubrir tres
Qセ・、コ。ウ@
_de la acción política que, correctamente practicadas, pueden .preservar la libertad· en una sociedad
-- igualitaria. · 1a .,primera Nセウ@
una medida ·de descentraャゥコ。」セ￳ョ@
アオセ@
se e"presa_ er:- Nセ。ᄋ@
fórmula federal;, la segunda
es_una.medida: de asoc1ac10n que se manifiesta mediante
las organizaciones voluntarias; y la tercera, en fin, es
una medida 、セ@
moderación electoral que ,se expresa a
través del voto indirecto.
Se tr;:;.ta, sin duda, de una cuestión de grado. La
descentralización del ァセ「ゥ・ュッ@
local, .que prescribe la
fórmula federal, presentará un peculiar sístema de soberanía fragmentada entre, por una parte, el poder nacional y, por la otra, el poder reserva.do a las ーイッカゥョ」セウ@
0
estados fed_erados: habrá, pues, reservas constitucionales
de autonomía ante un ·estado naturalmente centralizador. Una canticfud creciente ·de 。ウッ」ゥNセョ・@
voluntarias permitirá reagrupar los intereses aislados de un
sinnúmero de ciudadanos desamparados frente a ese
rnis,mo Estado.· Una ーイオセ・ョエ@
mediatización del sufragio
sera el factor que mejor controle el peli2To de _la
、セュ。ァッゥ@
y. de las pasiones irresponsables ;ropias de
una イョオャエゥセ、@
desarrargada. Sobre este trípode -suerte
4e expresión sociológica de . Ji justa medida· necesaria
para イセウ」。@
valores a partir de una situación que se
juzga. ャゥ・vQエ。「セM
Tocqueville desplegó su teoría del
pluralismo pohtico.
El escenario tocquevilliano es distinto del que nos
presenta Alberdi. Mientras para éste la obra del legislador consiste en discriminar quiénes pertenecen al
pueblo soberano y quiénes están excluidos de la ciudadanía política, para el otro la tarea del socióloao se
circunscribe. a comprobar el hecho igualitario que \ace
de los ィ。jZゥQセョエ・ウ@
de u_na nueva nación sujetos aptos
para const1tu1r un pueblo, el cual, por lo demás, maní-
.··--
- EL ORDEN.CONSERVADqii.
58 .
NGセゥ⦅L・」エ@
MセG|@
,Y
D
_,
-
NATALIO R. BOTANA
fiesta sus. preferencias me-diante el sufragio. i.miversal}.º
Ha. cambiado, sí, el escenario_, pero no parece que haya ·
vana·do セNQィッ@
. la intención -y. los セウー・」ゥ。ャ@
atiíb_utos
que se le asignan al- -actor- qÜe éje_rc_erá ・ャMカッエNセ@
セ・ャ@
acto 、ゥウ」イュョセエ・@
·como propósito
asegurar la calidad del acta electoral. Tocquevi11e, como
se rinde ante la marcha irresistible de la igualdad, realiza
un rodeo algo más complicado para expresar, también,
un propósito semejante: reconoce qi,ie. el sufragio universal está consagrado por la ,ley .y la costumbre, .pero
esta evidencia no le resulta suficiente y de inmediato
añade, ¿qué instituciones y comportamientos concretos
pueden favorecer un voto razonable y moderado?
·
Cuando Tocqueville observa la composición social del
Congreso de la Unión, se siente impresionado por el
aspecto vulgar de la sala de representantes. "Casi todos
sus miembros -escribe- son personajes oscuros, cuyo
nombre no proporciona ninguna imagen 'al pensamiento." Es preciso apartarse de este ambiente y イセ」ッウᆳ
tarse en algún edificio contiguo para encontnir brillo y
recato político. "A dos pasos de allí -continúa- se
abre la sala del Senado, cuyo estrecho recinto encierra
una gran parte ·de las celebridades de Norreamérica." El
hecho que explica este contraste es muy sencillo: "la
el_ección que, constituye la Cámara de representantes es
y aquélla de donde emana el Senado está
sometrda a dos grados". 31 {El sufra>cio indirecto es a la
1
·
o
,
uz de estas observaciones, un instrumento de moderación y un sistema electoral que robustece la calidad de
los gobernantes)Es cierto que el pueblo puede y debe
votar, pero no 'conviene prestar excesiva confianza a la
bondad natural del ciudadano. Los electores son hombres セ←「ゥャ・ウ@
a quienes puede estimular alguna pas10n
colectiva o la demagogia de la ambición interesada.
Habrá, entonces, que buscar nuevos resguardos.
.
59
.La conclusión de Tocqueville es terminante y セM@
···
mismo 」ッセヲゥウ@
sus ーイセヲ・ョ」ゥ。GウZBカッ@
en el doble gr.ad
electoral el umco med10 de poner· el t,ISO de la libertad ....,
políti_ca-· al セ。ャ」ョ・@
ᄋqNセ@ セッ、。ウ@
clases_ del pueblo'.'. 3 ' Z・セ@
Este_será· el gran papel reservado a
leves ・ャセ」エッイ。ウZ@
el de constituirse én los _nüevos mediado;es de la razón.
Para-Alberdi, en cambio, l¿s mediadores de la razón en
la vida política erañ las leyes y los ョセエ。「ャ・ウ@
porque, de
acuerdo con su punto de vista, la desigualdad en el
sufragio aparecía como la cons.Jición necesaria que haría
efectiva la igualdad en la república.. Curiosa paradoja
n
aventar el peligro de la
derivada de su preocupaci<s'
ゥイ・Zーッセウ。「、@
política: Q|ャ「・イ、セ@
admitía como premi-·J
sa mdiscutible que los
es de elector y elegido
debían ser intercambiables; entonces la ley debía operar
una rígida セエゥョ」￳@
entre. ciudadano v ·habitante, entre)
pueblo político y pueblo civil· porque unos y otros· e ! )
cua}!tativamer:te diferentes p_ara ejercer la máxima obli- · ga_c:10n republicana que consiste ·en elegir y ser ・ャセ、@
. · Esta figura del ciudadano rc.;ponsable puede ser equiparada a_. la facultad de juzgar bien. en los'J.suntos púb!icos, es· decir, a la acción de emitir un voto razonable en
conformidad con .los ーMイゥ[⦅セャウ@
del sentido común y
con b. visión_ del bien público aceptada ·por los que
---comparten una actitud de moderación. y de justa medida. Y a su vez este ciudadano razonable, que sabe elegir, obraría dentro de un recinto celosamente· guardado
por las· leyes, recortado sobre un telón de fondo compuesto por un gran número de habitantes que no saben
1
・ェセイ」@
la libertad política'. La fórmula alberdiana cul-J·i セ@ 1p1
mrna consagrando la contradicción entre desigualda so- µ
cial e 1gu a po 1t1ca, porque quien elige también puede gobernar y quien ob1erna debe ozar de la autoイゥセ@
mterpretar y de deodir razonablemente. Esta·
república es, al fin de cuentas, un régimen político de
'1i
las
セᄋ@
¡
'
. セ@
las
J,
. \ ..
60
. EL ORDEN CONSERVADOR
NATAL!O R. BOTANA
seve'ras exigencias ya-gue nada reasegurª- -he aquí .la.
clave de }セ@ C:uestión- -1a calidad del voto si no es la·
calidad moral in_telectual ッセョ￳ュゥ」。@
、セャ@
. ciud-ªdi!IJ.o
qile lo emite.
_
_
.
aferradb a esta coñcepcíón de-1<1? - i
- Alberdi ー・イヲiQᆰAセ」@
cosas; TocqÜeville traspone el _umbral· de la república restrictiva: los notables ya no están protegidos por un· derecho de ciudadaní:· exclusivo, púo todavía las leyes
y las instituciones podrán gestar el. milagro de mediar
con éxito entre la cantidad de los electores ·y la calidad
de los elegidos. No quedaba, :il fin de cuentas, alternativa. Tocque:ville descubre que las instituciones políticas y la sociedad ゥァオ。ャエイセーN・Mュョ」■L@
unas frente a
otra, en una crítica confrontaci,ón. J?-lberdi no niega la
bonc:;.d de las instituciones; hasta incorpora en su proyecto· todos los recaudos que éstas proponrn, pero las
instala sobre un suelo en cuya superficie rcinari una
severa distinción de rangos. Votarán los de arriba: los
educados y los ricos;· no podrán ni deberán elegir los
ignorantes y los pobres. El acto de イ・ーウョエ。」ゥ￳Lセ@
exigir prudencia y sabiduría para su ejercicio, plantea
un serio rulema:(O se universaliza la ciencia V el arte del
gobierno, o bien, mientras tanto, la responsabilidad de
manejar la suer!e de. todos, de asumir lo público desde
la particular perspectiva de lo privado, debe quedar en
manos de un pequeño núcleo de privilegiados:)
Imposible mayor claridad. Pero ¿cabría caÍificar este
iliscurso tan sólo- como mera expres10n de lo que en el
lenguaje cotidiano llamaríamos una actitud oligárquica?
¿o es que tras este modo de ver las cosas se esconde
una cuestión algo más complicada que el mismo legislador desdoblado, esta vez, en observador y sociólogo
(algo que no hubiera disgustado a Tocqueville) buscará
-·-·cksentrañar?
-[
NOTAS_
1 Este argumentó lo he 、」ウ。イッャセ@
en mi trabajo ya citado La
iegJtr.mité.' probl't:rr.' polit:'quc. Cap s. t ·y. II. La idea de vincul3ción en uc,
!
1
1
J
61.
por un !ado, los valores e intereses y 1 por ・ャセ@ otro, d rég.imcn pal ideo
deriva-.. de la.5 nocíoncs de セl@
Weber acere.a· de la atribución Y el.mantenimiento ·de ャセ@ legitimichd. Consultar al respecto ,\l w・「\Zセᄋ@
Economía y
sセ」ゥ・、。NL@
C:lp: l. P:!rrafo 6, aondc d autor.señala que la kgitimidad de
-un orden puede estar garanbzada "de mano-a· pur.imt:Íltc in cima" (y en
Cstc caso por イ。ゥッョ」セ@
que hacen a la expresión aiccrivJ., rdigi.osa o con
arreglo a va.lores), o bien "por ia expectativa de determinadas coruccucncias externas; o sea, por una situación de in ten::scs" (p. 32). Sobre d
1
n:gimcn político entendido. como respuesta a denos p roblc:m2.S b2.sicos,
Conf. セャ@
dオカ・イァ」セ@
Les ré;;i.mes polítiques, París, P.U.f. 1961, p. 9. (Hay
traducción castcUana por ᄋeセ、」「ZANL@
Bueno;; Aíres.) Sobre CI concepto de
polític:>-m:i.rco (politics) contrapuesto a la política-programa (policy) ver
R. Aron. Democratie et lotclitan·sme, Paris, G:tllimard, 1965, Cap. l. (Hay
traducción ca.Stcllana por Scix Barral, Barcelona..)
1 Ambos principios de legitimidad han sido calificados de esta manera
por G. ferrero en su obra PcrJuoir, les génies i'rwisibies de la cité, ·Paris,
Plan. 1945. Hay traducción castellana.
3 Los textos públicos de J- B. Alixrdi que hemos seleccionado como
constitutivos del cuerpo teórico de ia fórmula son: Bases y puntos de
partida pera la orgar.izacíbn política de la.Re¡:rública Argentina; Elerz:¡,:-::os
de derecha p-Jblico proumcicl para la Repúblic;a Argentina; y· Sistema
econór.:ico y ra:.tistíca de ia Confederación Argentlr.a según ia Constitución de 1853. La primera edición ..0 .k las Bases... es del Qセ@ de mayo de
185 2 y la scgund<!, que contiene el proyecto de '.<:.pnstitución, d·:l セS@
de
agosto de 1S52. El Derecho Público aparociá cr\ jul¡o de 1853 y el
セA。ケ・イL@
Sistema económico y rrntútico en febrero de· 1855. ·canf. J. セャ@
Alherdi y ru tiempo, pp. 413. 430 s., 465 y 477. Como podrá advcrtme
csu selección es restringida y deja de lado va.ríos textos públicos que
defienden la.s ideas. qpues=· cñ las tres obras citadis a propósito de la
pclémica que libró Albcrdi con S:um.i.GJ.to .durante cl. año 185 3. Luego de
la batalla .de Caseros, Sarmiento, que h.abí a regresado a Qiilc, escribió La
campaña en el Ejército Grande (12-11-52). El libro, dedicado a. Alberd.i,
motivó de su parte un:i. réplica inmediata, escrita en Quillota (Oiik)
durante el ,cr>.no de 1853, bajo el t,itulo de Cartru sobre in pnnsa y la
política militante rn ia República Argentina (llamadas Cartas Q-Jillotanas). Un mes después, Sa.múcnto respondía con Las dento y una. Por
fin, ya sancionada la Cor.sútución Nacional en Santa. Fe, vieron la luz los
cッュセョエ。Gウ@
de la Con.stin'tción de la Confederación Argentina de Sarmiento (setiembre de 1853) a los que siguieron. hacia d término de e><: año,
los Estudios sobre la Canst:"tucián Argentina de 1853 de Albcrdi.. Al
emplear la expresión utat°' públicost\ h2go rc:fcrcncia a los tc::ctos de
Alberdi que fueron éóiiOcídos y goz:i.ron de divulgación entn:: los actores
políticos de C1ie cntonetl. Quiero íruistir en este punto. pues aquí no
:..
.. Mセ@ 1·
·-
52-
.-
NATALIO R. BOTANA
tr:uo de h:iccr
Un.J.- cxCgc:sls
de todo el pcnsamicnto 、セ@
aャ「」Zイ、ゥセ@
セ@ . サᄃセ@
-
t
EL ORP.EN CONSERVADOR
en los articuiosdcl .. Federalista. Ver R. A.. -Dahl, A-Pr.f;a co .Democratic
Theory, Chkago¡ The Urúversity of Chicag!' Press, 1956. Cap. !, particular·
mente p. 10.
l? Insisto en l::i advertencia metodológica señalada en la nota>!? 2. En .
Mセᄎ@
ese erúonces Alberdi rechazo. el-principio ィ・イ、ゥエ。ッMュセeアオ」N@
ocurre así con el autor de: los escritos póstumos-en ·cuyo volwncn IV bajo
ci titulo "Del Gobierno en Sud América según ru Re\'olución·,fun<l!'rTlen'·
t.ll"' (trabaío "escrito en los años 1862-186,3), Nセャ」イ、ゥ@
ュB[ゥヲ・セイ。N@
su
preferencia oc:isional a favor de la monarqu1a. Dicno trabajo ha stdo
recientemente reeditado con un titulo diferente. Ver J. B. Albcrdi, La
:;ionarquía como mejor forma del gobierno i:n S":1·Am áica,. M」ウエセ、ゥッN@
prcliminu y notas de Juan pセ「ャッ@
Oli\'cr, Buenos Aires,. A.. Pena L11Jo,
1970. La expresión "modelo bolr.-ariano" hace rcfcrc:rcia a un.a fo"':a
concreta de régimen político expuesta por Simón Bolh·ar en ウセ@
セァエ。@
Ce
Jamaica (1815), donde escnbió lo que sigue: "Su gobierno po',1--a 1mHar al
inglés: con la diferencia de que en lugar de. un rc-i:. ィセイ。N@
un .po.dcr
aquellas partes d-c una producción profusa -y muchas veces contradicton:i.qUc: pu¿icron sc:nir d-: valores irutrumcr.r:alcs para dichos
1c.:orcs. Por otr:i par..c: 1 una c2ntid:id aprccb.blc: de los escritos de: Albcrdi
rccié_n fueron. publicados entre -1895 y 1901, en 16-. volúmd1es, bajo el
titu!o._dc E.scrúos pO.stumos_; C!tos _pá'bajos son importantes para mejor
ín:crp,etar -la .-intiinid1d dd
pensamiento de Albcrdi, o para adarar
pero... ublC:idos en el punto de: ..
Vista dd actor ·de! 1853, 1870 o. 1380, poca utili¡lad tienen ya que, para
ese entonces, bien puede s-ostcncrsc la hipótesis de su incxístencia histórica
:ispcctos que pc.rrn:meccn. en la ー」Zョオュ「イセ@
:iunc;,uc pc:nnanccic:ran guardados en los archivos dd autor.
4 Juan Bautista Alberdi; B,:;ses y puntos de partida para la organi:ación
po/ín'ca de la R<p-:.blica Argentina. 3'! ed., Buenos Aires, Estra-da, 1949.
C:ip. X, p. 46.
5 J. B. Albcrdi, Sistema económico y rrntistico de la Confederación
Argrniina según su Consrit-.tción de 1853, Buenos .Aires. La Cultura
A.rgcntím.. 19 21. p. 40.
6· J. B. Alberdi, Bases...., D.p. XV, p. 75 s.
1 J. B. Albc:rdi, Bases:._, Cap. XX. p. 89.
J. B.. aャ「」イ、セ@
Bases. .. , D.p. XVII. p. 113 y Cap. X:.'\.vII, p. 210.
J. B. aャ「」イ、セ@
Bases:._, D.p. XII, p. 56.
Bases.. .. セ@ C.ap. XIX, p. 1.3 L
! o J. B. aA「」イセ@
t 1 J. B. Aibc:rdi, Bases...., Cap. XX.1, p. 149.
l 2 ºYo no v2cil2.rla en asegurar que de la constirución del poder
e¡ecu'1vo especialmente dc¡:>c:nde la suerte de los Esudos de la :\.méric:i
del Sud", J. B. Allx:rdi, Bases....., Cap. XXV, p. 182.
l 3 j. B. Albarli., Bases. .• , D.p. XIl, p. 56.
セ@
l4
SS..
l 5
J. B. Alberdi, Bases..• , G.p. XX.XIV, p. 273 s.
Democracia roadisonia.oa hao: n:fcrc:oda, evidentemente, a la teoría
política de James セAN。、ゥウッョL@
que el mismo pensó y dc:s:irrolló antes y
durante la Con.,.ención Constituyente de Filadelfia en 1787 y que apuso
16
1
...., ·I
Gセᄋt@
l.
cjccUtivo, electivo·, cuando más vitalicio, y jamis hcrcCllt.anO Sl ウセ@
"¡
.:,, セᄀ@
ti
セ@
J. B. :\lb<:rdi, Bases.. .• , Cap. X..XV, p. 183. La· e:<pcricncia ucrca
de los gobiernos conservadores que:, desde la sanción de la constitución
ceatralist:i de 1833, se sucedieron rcgulirmenle en la República de
Ollle bajo cl influjo, en sus orígenes, de la pcrsoo.alidad de Diego Por·
tales es para }\...lbcrdi -lo veremos mois adelante-, fuente de un rnodc-·
lo político -y no económico- digno de toroanc en considcració¿: "Ch.ilc:: ha
hecho ver que entre la falta :ibsolut:>. de gobierno y d gobierno dictatorial hay
un gobierno regular posible; y es d de un presidente consritucional que pueda
asumir b.s facultades de un rey en el instante que la an.arquía le
desobedece corno presidente republicano'', Bases._, D.p. X..'XV, p. 181..
Sobre el pc:Jsamicnto de Dic-go Portales puede conru.ltane J. L Romero,
El pensam:'ento polttico de la. derecha lat1·noarn.cn·cana.. Buenos J..-ircs,
Pa.idós, 1970, p. 96 ss.. y Tulio fulpcrín Donghi, Hispanoamérica después
de la independencia. Buen.,,; ..\ircs, P;:údós, 1972, p. 33 ss.., 192 ss. y
セZA@
63
sL;.o de
r.
.,
セZᄋ@
·.)
.qwcrc
república,. una c;Ímara o senado kgislaúvo hereditario, que c;i las tempestades políticas se interponga entre las olas populues Y los rayo'. del
gobierno, y un cuerpo legislativo de ャゥセイ」@
elección.. sin.?tras .rc.s:z-tcc!oncs
de
.. que las de la cámara baja· de Inglaterra. ES<a consoruoon ー。NイエゥZセ[@
todas las formas y yo deseo que no participe de todos los v1e10s • Y.
Lccuna; Cartas d'el Libertador, L XI, p. 53, cit::ido por ]. L. Romero, El
pensamiento político de la derecha latinoamer.:Ccna, p. 92•
18 Conf. R. A. Dahl, Pluralist Demacracy in tl:e !Jnited States:
Conflíct and ConsenL Chi!:ag!?, Rand Mc:Nally, '.?57, p. 34 ss..
19 Aqui adopto el concepto de represenuaon formal. e:<pucsto por H.
Pitkin, que me parece el más adei:uado para acl:lnr este. p:oblcma
particular de la· représc:ñtación política. Ver H:innah F. P1t.kin, The
.Concept of Rep""sentation, Urú,·crsity of California Prcss.. 1966, Cap. 3:
formalistic Vicws of Reprcsentation.
.,__ Mᄋセ@ . .: • ·
セ@
20 J. B.. A!bcrdi, Drrecho Público pイッカゥョ」。セ@
Buenos Aires,. Unívcrsidad de Buenos Aires, Departamento Editorí:tl., 1956. p. 100.
2 l J. B. Albcrdi, Bases. .. , Cap. X.'{ll, p. 160-, .
.
.
.•
'2 '2 J. B. Albcrdl, Sistema económi'co y rrnt1st1co e.e la Con¡ederac1or1
.
,
,
Argentina, p. 2 l.
'2 3 En este sentido, Albcrdi condena sevc:ramente el sufragio uruvcrsal.
Lo considera un medio que lcglt1ma.dcspolismos o ci.r..uúas populares., pues
otorga poder a las mayorías Írre>pons:ibles (que; por otra P:Utc,. c:alific;a
con ténninos peyorativos). "El sufragio urúversal, crc:ido bajo Rivadavia
por ley del 14 de aiosto de 1821, trajo la intervcnóón de la chusma en
d gobierno, y Rosas pudo conservar el poder apoyado en el v.oto e;:ctor.tl
de la chusma, que pertenece por afinidad a todos los dcspotJ.Smos. d· B.
Albcrdi, Derecho Público Piouincia4 p. 137.
'24 J. B. Albcrdl, Sístana económico y rentíst-:Co d.r. ia Confederacüm
A'gentina, p. 246 s.
NA TALIO R. BOTANA
.:
2 5 J. B. Alberdi, Sistema económico y- rentístico de ÚJ Confederación
Argentina, p. IJ 46.
16 J. B, Alhcrdi, Bases... , Cap. Xil,-.p. 5 5.
2 7_ Que; cJ misma..Albcrdi-lo señala,_ ウ」セ■。ョ@
los ·arti. · 14- y ·20 de la
.-ConStirudón Nacional Sistema económt'co y ré:ltí.stico de la Confederación Argrotina, p. ·21.·
- .. 18 DistiJ1ciÓn -que establece Rousscau en el proyecto de constitución
para Córccga cuando establece d derecho electoral para íos dudádanos y'
los burgueses y excluye de ru ejercido a los habitantes y los nativos. Ver
Essai sur la politiJ:;ue de Roússeau, Les Editions
al respecto B. de jッオカ」ョセ@
du Cheval Ailé, Gcncvc, 1947, p. 122 y s.
2 9 Al=is de Tocqucvilk, La democracia en América,
Fondo do
Cultura Económica, -México-Buenos aゥイセウN@
1957, p. 34.
30 Habitantes ᄋ「ZセョHqs@
M￱セエゥカッウ@
y i:xtranjaos natu.ralizados 1 se entiende,
dado que -los esclavos nc:gros permanecían en una relación de subordina·
:ióa scn::j1nte a la que se advertía en las ciudades griegas que practicaban
l:i. democracia.
31 A.. de Tocqut:Villc, La democracia en Aménci;. p. 2l7.
3 2 A.· de Tocqucvillc, iderr, p. 2,18.
·
..-
lII
LA OLIGARQUIA POLITICA
r
':!·
MセIN@
>F1
. GセA@ =セ@
La república restrictiva.,_ tal como surge de la fórmula
· albercliana, no definía ningún medio práctico para hacer
efectiva la representación. Hemos comprobado la firrne·za con la cual Albercli expone su consejo para mediatizar y circunscribir el ejercicio del sufragio a unos pocos, pero no es fácil" percibir un- reconocii::::ie:nto ュ。セ@
explícito del conflicto que pueda sobrevenir con motivo
· de la división de los notables en facciones electorales
ántagónicas. Pareciera como si el legislador hubiese
apostado a favor de la prudencia natural que se desprendería. de los notables habilitados, en virtud de la educación, _el poder y prestigio, para ejercer la libertad política; Cimaginó una república armoniosa donde aquella
virt.ud señalada por uno_¿ie .sus mentores, Montesquieu,
--<transfiguraría en deber moral el respeto por las reglas
establecidas? 1 Es difícil confirmar esta intención, pero
si esta pregunta mereciera una respuesta afirmativa, ella
sería fruto de la imaginación de un intelectual cuyos
deseos sólo habrían sobrevolado el duro territorio de la
realidad.
No fue así, sin embargo. Alberdi no se hacía ilusiones; confiaba en el valor prescriptivo de las instituciones
nuevas, al misn;io tiempo que cubría con un manto de
razonable pesimismo las predicciones que la implantación de un orden constitucional podría sugerirle: "La
libertad, viva en el texto escrito y maltratada en el he-
;,.',
·.·.·.
';.
- ·:.
67
EL ORDEN.CONSERVADOR
66
NATALIO R. BOTANA
c;ho, será por .Jar.g9 tiempo la )ey de nuestra condición
política en América antes i:spafiola. " 2 De todos modos,
habrían
el acto de se!eccioiiar los. medios prácticos アオセ@
dé r-egular las .acciones poli'ticai. dentro de los fímites· dé
la イセー「ャゥ」。@
restrictiva, ya no correspondía al legislador_.
La respuesta debía trazarla el hombre político o, si se
·quiere,· debía resultar de una relación entre los individuos y las clases que detentaban posiciones de poder,
y los que pretendían acceder a ellas.
Ante una propuesta prescriptiva había que legitimar a
través de los hechos"una estructura de papeles políticos
dominantes y una regla de sucesión. Entre ・ウエ。セ@
fronteras, nuevas y endebles, era necesario diseñar una fórmula operativa que permitiera a. los actores. construir una
base de dominación efectiva.
eウエセ@
fórmula operativa. no tíene acta de nacimíento
precisa y aun cuando sus orígenes puedan retrotraerse a
los tiempos .del p。」セッ@
,de S_an Nicolás y de la presidencia
ºde UrquL::.a, ella cobró más consistencia a ー。イエゥセM、・ャ@
ochenta y perduró h:_sta la reforma política sancionada
por Roque Sáenz Peña en 1912. No es tarea sencilla dar
cuenta del princípio básico que gobierna esta fórmula.
Pero . quizá reSlllte posible derivar una hipótesis razonable. del diálogo interior que entabla el mismo Alberdi
entre, por una. parte, su personalidad de legislador que
define mediante normas una fórmula prescriptiva y, por
la otra, su dimensión de sociólogo, observador de la
realidad que descubre una fórmula operativa subyacen te. 3
El control de la sucesión
セ@
Las observaciones de Alberdi, eri tai'ito ·sociólogo, son
fruto de una crisis y de una experiencia política fallida.
.::
En 1879, Alberdi, カゥセェo@
y enfermo, regresa al RÍQ de la
Plata luego de: cuatro décadas de ausencia; viene dispuesto a hacerse .cargo de una banca de diputado riacioセ。ャ@
por T\Jcu_mán,- para la cual· habíª sido electo ィセ■。@
ya u-1!: largo-·a,_ño. Alberdi ini_cia su-:primeh
única- experiencia ae política práctica en su'país p.ataí, en circunstancias en que Mゥョーセイ。@
_un clima de Yiolencia; teme
las consecuencias irreparables qúe podría acarrear un enfrentamiento armado y adopta una actitud conciliadora
entre Roca y Tejedor; permanece en Buenos Aires cuando Avellaneda traslada el Congreso a .Belgrano y, por
una extraña· paradoja, las tribulaciones del intelectual
condicionarán de tal modo la voluntad de decisión del
hombre político, que Alberdi no votará esa ley de federalización de Buenos Aires que preconizaba como indi.spens¡¡.ble desde 1859.q
::-Y
Durante el verano que sigue a los sucesos del 80, el
político indeciso cede su iugar al intelectual presa de la
febril ョ・セウゥ、。@
de explicar los acontecimientos: i\!ientras recibe Ja pública adhesión· de Roca, Presidente en
ejercicio 5 , Aiberdi. escribe su última obra, La República
Ar enti - consoiidada en 18 O con· la ciudad de Buenos
ires ,por Capzta 6 ; al i añótó'-ias siguientes observaciones .que conviene registrar.in extenso:
" ...la causa productora de todas las crisis de disolució·n. con motivo
de las dccciones prcsidcnciaks reside en la Constitución actual, que instituye y establece dos gobiernos nacionales, Jos únicas das grundes electores (la bastardilla es nuestra) y los únicos dos candidatos serios, por
razón del podc:r eicctoral de que disponen de hecho. D<: un lado c:s d
Gabemadar-Presidenle (se refiere al gobernador de Ja provincia de Buenos
Aires), cuya candidatura forzosa es una verdadera reelección; y dd otro
es el Presidente cesante, que para asegurar su reelección en el período vc-nidcro1 promueve. para succdcric en cl periodo intermedio a uno de sus
subalternos, baío wi pacto subentendido de devolverle la presidencia a
su va.º 7
68
·-
El presidente y el gobern_ador de Bue:'!os Aires son,
por consiguiente,
·¡
l
Nャセウ@ dos grandes y Unicos Electores y los dos únicos cセ、ZB。エッ[@
serios,
por ser J.mhps Jos Unlcos poseedores de los mcdio_s o raión práctica de
h1ccr:se 」ォセAN@
tos cuales no son otros que los cicmcJtos· malcri:i.lcs Oc que
·
- se compone ci gobierno de todo el país." 8
11
••
La subordinación de Buenos Aires al poder político
nacional, lejos de atenuar esta tendencia, la confirma y
en un centro de decisión privilegiado:
la オョゥセ」。@
"No hay más que elecciones oficiales en cl país. es decir, nombra·
mícntos, promo..cioncs que hacen los gobiernos, de los ·funcionarics que los
han de continuar en sus funciones, ·Si los··dos gobiernos fueran uno solo, la
elección oficial no cesaría de existir por eso. Ese gobiem·o único sería su
propio dcc: ... :· o n:dcctor, y ·Candidato más' o merlos indirecto, como ウオ」セ@
de en Chile; pero cl país argentino no estaría expuesto al ñesgo de ·dividirse en .dos p2.Í.ses, en qui: lo tiene .pcnnancntcmcnte la Constiluc!ón que
k da dos .gobiernos nacionales, o le divídc en dos 、・ー。イエZセN」ウ@
los de·
mentas dd gobic:rno nacional que ncccsíta.': 9
, .Obsérvese el cambio radical セャ・B@ significado dd lenguaje tradicional.n;ente utilizado para describir una sit:idación de república electiva. La combinación de la forma
republicana con el principio elec;tivo. de gobierno puede
adoptar múltiples traducciones institucionales, pero
-cualquiera sea ·dicha traducción ambos principios imponen, desde su particular perspectiva, una distiñción tajante: la república distingue entre la esfera pl:.blica y la
esfera privada; ambos órdenes de actividad permanecen
protegidos por to"da una red de derechos y garantías
que se estipulan de modo explícito. Si la república rechaza la herencia o la designación burocrática, como
medios de selección de sus magistrados más importantes
y opta, en su reemp_lazo, por la elección proveniente de
una,_ realidad llamada pueblo, una segunda distinción· se
sumará a la primera: el soberano, o entidad donde resi-
·69
-de· el poder de designar a los gobernantes, es causa y no
・ヲZ」セッ@
セ・@
la <:-kccíón de los magistrados. El elector, por
cons1gu1ente, tiene una naturaleza política diferente de
la del representante; este último depende -al menos en
. térmii_:ios de un proceso· de represe_ntació-n formal- delセャ@
cual, por Üna d-élegación -que va de' abajo
- ・ャセエアイLM
J:ac1a arnba, _c-ontrola al gobernante- que".él mismo ha
designado. Hasta aquí los argumentos teóricos.
.
lセ@
イ・。ャゥ、セ@
que se había gestado durante lª=Lprcsidenc1as antenores-al 80 demuestra lo contrario v convoca セ@
observador a expresar un lenguaje inéclito que
mantJene las palabras tradicionales con significados
opuestos. Habrá siempre electores, poder eíectoral, elecciones y control, pero los ・ャ\ZAセ⦅イ@
los gobernanエ・セ⦅IZGN@
no los gobernados, el poder electo'ial-resldirá Mセ@
ャッセMエPゥウB」・イカUN←￳￱ᄚ、ᄋァ「tGᅵケᆳ
nl?__セョ@ MセQ scGNエ_セM@
!?__セtァ@
セ⦅。ヲッェョ」ゥ£M
arriba.las elecciones consistirán en la· 、・ウゥァヲ。」V￱MNセUwZᄎ←[
por el funcionario saliente y el control Io ejercerá el
gobernante sobre los gobernados antes que el cmdadan:i
sobre el magisn;ado.
.
Lo que aqur se advierte es un problema de unificación de poderes y de concentración aelconTiol naC:ional
que, paii--algunos, ⦅・Zeイカセ@
a la cuestrürldelimitar -y
democratu:ar-el gobi-erno-:-:-Aibcrcu:TstaEifeceilna··e:·;caia.
M」ャセーBゥョ。Z、ウ@
no le preocupa asegurar, en ーイゥセᆳ
r:imo, un re. men nonnal de dele ación del poder, sino
alcanzar un gobierno efectivo aue centr ice a capac1、。セ@
electoral en toda la nación. Este acto de centralización, consagrado merced a los. sucesos del 8 O, está en
el o_rigen _del cnntro{ gubernamental que, de allí en m ':s,
se eJercera sobre tododos habitantes y a escala nacional
. Se trata?ª• pu:s•. de acumular poder, asunto que Mad1so..r:i ·hab!a perc:.b1do como una de las grandes dificultades que enfrentan las nuevas naciones y que aconseEL ORDEN CONSERVADOR
NATALlO R. BOTANA
1-
1.:
1
·';!'
.<
セQ@
70
jaba イセウッャカ・@
セMN@
- NATALIO R. bcjtセna@
de la sigui en te manera: "e.n primer· lugar
オウエ・、セ@
deben-J:iacer que e1 gobierno - contr9le a _los go「・イョセ、ッウ[@
y en seglindo lugar, obligarlo· a -que se controle a sí rnismo". 1 º
_
en los car- _
_ . Sí la capacidad electoral. eg.á 」セョ・￱エイ。、@
gos ァオ「・ュ。イョエ£ャウセ@
er acc_d:b""a'-ios· mismos peroi"anéce
clausurado para o"tros ーイZ・エョ、Qセ@
que no sqn aquellos designados por el funcionario saliente. Hay en esto
la voluntad explícita de mantener la estructura de pape-.
les dominantes, más allá de la incertidumbre que. podría.
deparar una contienda abierta セNョエイ・@
dos o más candidatos;
____.
.
Por consiguiente, la fórmula· ッー・セ@
del régimen
·('.inaugurado en el 80 adauiere,. ウ・ァョセL@
1,ln significado particular, si se la entiende como un sistema de
h.!!JJ!mon{a· guó.emam·ental que se mantiene Q"acias __ al.
control de la suceriii:n.. Este control constituye el punto
」セョエイ。ャ@
del cual depende la persistencia· de urÍ sistema
hegemónico_ La suces1on o, si se quiere, la transferencia
de poder de una persona a otra, permite comprobar si
las estructuras institucionales de un régimen prevalé.cen
sobre la trayectoria personal de un gobernante. Hacer
un régimen consiste, entre otras cosas, en edificar un
sistema institucional que, al no confundirse con una
biografía ni ·con,_ un liderazgo ·ocasional, trascienda· ·la
incertidumbre que trae aparejada el ejercicio personal
del gobierno. La fórmula the King is dead, long live エセ・@
King no es un 'mero juego retórico: quiere afirmar, en
su proclama, que la desaparición de un monarca no obstaculiza la perdurabilidad de la corona.
Pero en la Argentina de ese entonces, pensaba AJberdi, no había reyes ni monarcas; había gobernadores y
presidentes y ni el carisma de las エイ。、ゥセッョ・ウ@
religiosas,
ni la herencia consagrada por las antiguas casas gobernantes podían constituir una regla de sucesión adaptada
u·
\t · .
.:-.-
71.
·.EL ORDEN CONSERVADOR
y
Sólo restaban la elección la fuera las 」ゥイオョウエセN@
-· za. Ambos métodos, observaba, fueron singularmente racionalizados: la ·elección sé trastocó en (:lesignación del__
gobernante por su antecesór -y .J_a fuerza se co;icentró en
los. titu1ares qe 1os papeles·dommantes, revestidos con la
autoridad de gra:zdes electores.
·
La.hegemom'a gubernamental
Ahora bien: ¿sólo la designación y la fuerza fueron
las recrias sucesorias adaptadas al régimen de la época?
¿o ィセ「ッ@
también otra regla de sucesión calificada por
la riqueza? Si las. elecciones eran oficiales, el セッ、イ@
electoral residí-ª en IOs gobiernos y_ el control se e1erc1a
sobre los gobernados, ¿quién tenía la 」。セゥ、@
necesaria para intervenir en ese proceso? La· tormula prescriptiva del régimen, tal como lo he;mos señalado; of7ecía una respuesta Uセエゥウヲ。」ッイ@
pero no suficiente y comcidía con la fórmula.operativá.-tan splo en su punto de
partida: los· únicos que ーッLセ■⦅。Zゥ@
ー⦅セエゥ」。イ@
en el ァッ「⦅ゥセイョ@
eran 。アオセuッウ@
habilitados por la riqueza, la educac10,n Y
el prestigio.· . ,
Q
La observación es importante, pues a partlf del il.ll.el 1セ
LN@
-<.
extraordinario.incremento 、セ@
a セ@ ueza consolidó el po¡,
er econom1co de un
o sooal cu os m1em ros
Yl.}J
ron ·naturalmente" a tos ·para ser desi nadas go er-} O-{"'/
ョセ@
El__.EE.der_ ・セッョ￳Zゥ」@
ウセ@ co,nfund.ía con e pods:r
/
político; esta c
1a· ust1fico el desarr o de una
p a ra que, para muchos, fue bandera de lucha y, セ。@
ッエイゥセN@
motivo de explicación: la olirrquz'a. Es una vi.eJa
palabra qu-; arrastra el legado de os· ヲᅵョ、セッイ・ウ@
d_e セ。@
teoría pplítica. Desde los tiempos de Platon y Anstoteles,' oligarquía significa corrupción de un ーセョ」ゥッ@
de
gobierno: la decadencia, entrevista por los filosofas, de
l
R r.,1"'.''r"'
11
NA TALIO R. botaセNᄀ@
72
A
sirven al bíen. de b. polis, sino al
- los ciudadanos que ョセ@
interés pa.tticular de su grupo social. Palabra crítica que
abun1a en C?nsideraci?ñes éticas_ y. que, al cabo, concluye セクMーャゥ」。ョ、ッᄋ@
eL oGaso -dé _una aristbGracia .o de un pa- trié:iado: el. largo itinerario que récorrió- a -tra'.(és de los
siglos y de los pueblos Ja. condujo también, qué duda
cabe, a la soéiedad y lá ·política argentina de aquella
época.
Es complicado ensavar
alruna
síntesis de Íos sicrnifi•
o
o
cados diferente.:; atribuidos a la oligarquía desde· el sitial
del observador o· .desde la comprometida perspectiva del
actor.
·-· セNM __.,_
Pa,·a l?s. ィゥウエッセᄎisL@
por ・ェセューャ」ZL@
111 oligarquía puede descnbrr unact'atee-orz'a social dominante en la que
no se .pondera ョゥセ@
cómponente específico, ·como en
el caso de la expre_sión Bセイゥウエッ」。N@
A-e las ーセュ。LB@
de i\kGann 11 ; o bien, calificar una l.Gfase soeza! aue
subraya la dimensión ・」ッョ￳ュゥNZLサセ@
・ャセ@
'::'!
concepto Mセ@ de clase terrateruente -cond.uctora y bepe- '•'-....
i
fici_2ria MZッョウ」ゥセ_ᅪ￳@
basa
el '\umerrtoi"""
de las exportac10nes- empleado por Halpen 1)1 La oli-"5
garquía, asimismo, puede セイゥZカ。@
su · · r.cado de la
corrupción histó_rica de µn<.3pa.triciado, fea éste smommo de un grupo' dirigente アオセウ・イN@
represel"'.tativo
durante la crisis dd 90 como señala Grondona\3 ; o
bien, calificativo del roquismo triunfante en el 80 que,
una década después, se entrega a los intereses de Buenos
Aires como parece desprenderse del ensayo de Abelardo
Q
r。ュッウN
セ@ セGt。ュ「ゥ←ョ@
Aセ@ ッャゥセイアオ■。@
puede dar cuenta de
una 」セ・L@
consciente y unida con respecto a
un propósito nacional como advierte Miguel Anael Cárcano15 o bien, reflejar el carácter de un grupo,,de ru1.:
tables, \en el sentido tradicional dd ténÍliho, cuyo amb'leñle セ。エオイャ@
es el club y su método de acción el
。」オ・イ、ッセ@
tal como sugiere Carlos A. Floria. 1 6
¡
セ@
Mセ]@
!.
·¡
).
/
セZI@ . .
:.:. ..
-
.Ei-ORDE!-fCONSERVADOR
73
. tイ←ウBセョエッ@
de vista que se entri:;cru;3Jl cuando se
emprende un análisis del fenómeno olicrárquíco' en la
Argentina la oligar_guía es una clase ウッ」ゥセ@
determinada
'.
por su capacidad -de Cüñtrüfeé:Cíñüm!Cü;ia ッャゥァ。イアオ■M[セ@
/un· grupo ·politico; én su origen· イ・ーウョエ。ゥカッセ@
que se
. · corrompe por motivos セカ・イウッ[@
la セャゥァGZ⦅ア■。@
⦅ZN[セUG\ᄋ@
se gobemarite, con esp1ntu de cuerpo -y con conciencia
de pセエAZョ・」⦅。@
un estrato poh tic o supenor, mtegrada
por un _tipo es¡JeafiC"o'élefiom1:iie'¡:io1ítii::-O: el nofable]
セッウ@
s1?11fica_dos contrapuestos asignados ala oligarqu1a estan de acuerdo, en ·general, acerca del oriaen
histórico del término que respondía a. una actitud crftica, merced a la c,ual el rechazo del régimen del 80 valoraba los gobiérnos anteriores a Roca. La consolícfación
del régimen político, en efecto, no sólo coincidio con
un desarrollo espectacular de los medios productivos;
tambiéñ trajo aparejada Üna secularización acentuada
del dima moral, sobre todo en la· ciudad de Buenos
Aires, y una _expresión, ィセエ。@
entonces .inédita, del lucim:;ento y·:. iel boato que Veblen hubiera denomir1ado
"consumo ostensible"}.?
Esta convergencia deJ circunstancias es evidente durante· la. década· del 8.0 Y' en la crisis del 90-, pero sus
efectos perduran veinte años más y constituyen motivo
para dirigir críticas de "reparación- ética" en tiempos del
-<. centenario ..::;Para los que reaccionaban contra este estado
.de cosas, el prerroquismo se recortaba en el pasado
como un signo de moral política. Muchos coincidían en
afirmar la conciencia cívica y el estilo sencillo que ca·
racterizaron los primeros .-gobiernos de la organización
nacional. La.s imágenes representaban una forma rudimentaria de democracia preindustrial, con ciudades pequeñas y austeras
en sus costumbres, donde·los diriaen,
o
tes aparec1an como garantes de aquellos valores. El recuerdo de Carlos Pellegrini cuando en su ju-;entud visi-
セZi@
Nセ@
.·¡
:_
.i
·.I
74
NATALIO R; BQTANA
taba a Valentín Alsina Y- describía "la pobreza de este
magistrado qu;e era toda_ la· riqueza de aql..!dlos tiempos"18; el pesím:ismo de Sarmiento ante las cost:Umbres
emergentes en el 80: セGr・ー「ャゥ」。@
sir:- セゥオ、。⦅ョッウLZ@
sin_
opinión pública, edusada ·para la tiranía ... " 19 ; y el nóstálgico recuerdo de_ iVIiguel Cané: "'Nuestros padres eran
soldados, poetas y -artistas. Nos otros som.os tenderos,
mercachifles y agiotistas ''2°, ilustrar.on esta -actitud. Corolario de ella fue la afirmación que hacía de las décade vida· cívica vigorodas anteriores _al. セ」ィ・ョA。L⦅エュー\Zj@
sa y de. partidismo de buena fe, contrapuestos· a lo que -.
vendrá después: el silencio, la clausura y la corrupción;
en una palabra: la oligarquía. 2 1
Dado el carácter crítico ·del concepto de oligarquía,
la cuestión que ocupará nuestro interés .consistirá en
desentrañar la dimensión poli'tíca del fen.ómeno oligárquico en ャセGゥエ@
de ese entonces, admitiendo, como supuesto, dos cosas sobre las cuales parece derivarse
,un acuerdo:@ q:ie hav olig_arguía cuando un pequeño
'
o de ac res se a ro ia de los'"ruortes it:nd
セ@
del poder;®-crue ese grupo está localizado en üña :-,;
posic ·ón rivile aaa en la escala de la estratifica ·'
セM
Ambos supuestos,' sin em argo, no expiican del
todo la dimensión política del fenómeno -oligárquico.
Suponga el lector el análisis cie una sociedad· donde se
han verificado los supuestos a) y b ). A =des rasgos se
podría plantear; esta alternativa con respecto al comportamiento político de sus miembros: o bien ese ー・アセ￱ッ@
número de 。」エッイ・ウNセゥヲ、@
por su riqueza y prestigio,
se pone de acuerdo con イ・セオョ@
conJunto de reglas ue garantizan el derecho de la oposicion a suceder
pac1ficament
e o contrario. días re las no existen (y, si existen, son etra muerta) y .
en su reemplno ウ・⦅ゥオZᄀBエ。セイNLー[]|ァpM
go'bem=to 'ºb" J, opofilción,C'
2
rn. cU セヲッO@
Q}\.:.
•·-EL ORDEN CONSERVADOR
セ@
1
1
1
· 1.
'
·;i:
セ@
75
Ambas posibilidades a.Sümén la hegemonía de un nu'
.
mero reducidó de individuos
el resto de la sociedad, pero mientras en e rimer cas la ィ・セュッョ■。@
no.
es ercibida c_omo ..t ' or los m1einbros de la I'f!lnoría_ セャゥァ£イアオ」。L@
en 1 segunda -circunstancia ·e domm10 ⦅ァオセ@
_
bemarnental se des ie a tanto sob.re la.gran mayoría de la _población, pasiva y no mtervm1ente, como so re os
aJ estrato supenor que emprenmiembros pセイZエ・ョ」Qウ@
"ctfi! una actmdad ooositora.
·Si aceptamos como hipótesis plausible la relación ·de
p.Q.der anotada en la segunda posibilidad. la oligarou ía
guedf' ser entendida como un conCF·pto qne olí fic;¡¡ un
s_i¿tema de hegemonía gubernamental, cuvo imperio en
a Araentma observa
erdi a.rites v e
' de
1
. E sistema hegemónico se organizaría sobre las
bases de una u.ruficacíón del origen electoral de los cargos gubernamentales que, según la doctrina, deberían
tener origen distinto. Este proceso unitario se manifestaría según modalidades diferentes: primero por la intervención que Je cabria al gobierno nacional para nombrar
sucesores; después, por el control que aquél· ejerce en el
·nombramiento de los go&e:;;-arités de provincia. La ・ウ」。セᄋ@
1
la de subordinación que imaginaba A!berdi alcanzaría la Gヲ、ャセ@
...,.-cúspide de un papel dominante, el de presidente, para
jLセ|QZN@
descender en· orden .de importancia hacia el gobernador
de la provincia el cual, a su vez, intervendría en l j
designación de· los diputados y senadores nacionales y
en la de los miembros integrantes de las legislaturas provinciales .13
El esquema de diferenciación electoral de naturaleza
. federativa que propone la fórmula prescripta es el siguiente: .
ar
\;¡.
1
-.¡
76
. ,.1
NA TALIO R. BOTANA
1¡
Cuadro N"! 1
aセQVto@
¡ gセッ・イョ。」j@
?M.OVINCIAL
H
Al.!BITO N.:.'CIONA,!-
6:!g1slalura
j sセZゥコAッイ・ウj@
>
Pres1dcn1e
セQPM
. '!
["L;;sli\lura
J
セ・AャoN@
PueDlo E:ector
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QM]Zセ@
E:ec1ora1
ZNセッイ@
1
1
l
j
1
:\Iientras que la ese.ala de subordinación _que pro'pone la
fómrnla operativa ofrece una imagen de este típ_o:
Cuadro N'! 2
,.,,
セ@ !
.::.1
.[
t:eg1slatur&' pイッカュ」■。ャNセL@
J
...
La hipótesis expuesta exige, pues, rastrear オイゥMᄀᄋセョッュ・ᆳ
no 、セ@
control' político, impregnado de una connotación
fuerte que poco tiene que ·ver con el significado de su
uso en las técni.cas. administrativas: en las prácticas contables o aun en· el ーゥZッ」セ、ュ・ョエ@
judicial.
En la perspectiva en la que nos ubicarnos, control
evoca una acción de po9er, una voluntad de potencia
ejercida sobre otros desde un determinado puntó del
espacio político. Como tal esta noción traduce; un acto
que se extiende entre dos términos: uno, que hace referencia a quien controla, y el otro, que califica a quien
es controlado; ambos configuran una relación política a
la cu.¡¡) se le podría añadir un tercer elemento: el porqué y el parn qué se! control. 24
Esta óptica de análisis sitúa el problema del control
en términos abstractos y, en sí misma, constituye el
t
EL ORDEN CONSERVADOR
77
preámbulo de un エイ。「ェセ@
más 。ュ「ゥ」セウッ[@
porque el control- es un hecho histórico iluminado de ·una manera
-. particulari que recubre
una·
serie ·de, mo,dalidades:
se
ex· - ' '
tiende ·a tra-vés de!· tiempo, _adquiere un señtído· determinado, reivindica grados· diverso.s de. inici;tiva y. 、セ@
presión y puede alcanzar, también, .resultados y efectos di:
ferentes. 25
El sentido del control y sü dimensión エセューッイ。ャ@
merecen, entonces, especial atención. La fórmula prescrip tiva
que habían consagrado ·Alberdi y el Congreso Constituyente, pretendía traducir en instituciones un conjunto
de カ。ャッセ・ウ@
e intereses socioeconómicos que los actores
dominantes estaban dispuestos a defender .contra hipotéticas resistencias. Las institucione' oueden ser tradu,;,¡.·h,'(,tO ción efecti.va de un propósito -de control -qué duda
'
il i\':Jr' eS
ca b e- pero tam b.,
1en actuan
como punto· d e arranque. de
(l'l
una empresa histórica más complicada por cuyo destino
un propósito de control se esconde bajo determinadas
prescripciones formales, las orienta con un sentido clistinto del que resulta de una mera lectura jmídica, y
persiste más allá· de los cambios que ueden acaecer en
etermrnados momentos .
. Este doble· moVIm1ento de cambio y persistencia está
-<.presente en todo proceso de desarrollo institucional,,
pero en algunos casos la clistancia entre fórmula prescriptiva y operativa es más fuerte que en otros. La realidad política en la Argentina de aquella época no .es
ajena a este problema, que bien merece ser visto como
una de las fuentes de la cual abrevar para echar alguna
luz acerca de ra cnsis de tegitz.midad que BGャゥfセ。」オ\ッ@
ª
regímenes políticos de signo y. fundamento harto diferentes.
Dicho esto, es preciso tomar conciencia de algunos
riesgos teóricos, porque la hipótesis alberdiana del control de la sucesión presidencial, llevada hasta sus últimas
·.:'.-
.-
EL ORDEN CONSERVADOR
78
ÑATALIO R. BOTANA
consecuencia·s, podría crear imágenes elementales en su
. diseño y riesgosas en sus conseQ.lencias. -Proponer una
イ・ャゥ」￳ョ﾿セQー[ᄋ@
según. la cual fodps .Jos presidentes fue- - .
ron directamente designados por su antecesor; -signifl- caría violentar la historia de un modo·. tan ingenuo_ co:
mo el espíritu que suele animar ciertas generalizaciones
sociológicas de ende ble factura.. Los regímenes políticos.
oligárquicos tienen la característica de desplegar un
complejo entrecruzamiento de actores y tendencias que
se enfrentan o se ponen. de acuerdo. Si el lector tiene la
paciencia de recorrer las líneas ·de fusión y
discordia
que trazaron los grupos políticos desde 1854 hasta
· QY⦅セ@
(le recuerdo, una. vez más, el apéndice que figura
al nnal de este libro: Esquema de los gro.pos ーッャ■セゥ」ウ@
entre 1854 y 1910) com_probará que esta observación
tiene mucho de cierto. Por lo tanto, resulta bastante
claro que ]os mecanism?S de control Íntraoligárquicos
poco tienen que ver con una imagen de- designación.
.huro:.Diti.ca, trasladada sin sentido crítico desde otrbs
contextos históricos, según la cual el de arriba nombra
al ue le sucede v éste, a su- vez, acata sus manda tos.
El camino interpretativo es otro, e mismo modo
como la factura de hipótesis mis flexibles permitiría
comprender un aspecto de la acción política de ese entonces, con todos los riesgos que ello supone, como un
sistema de transferencia de poder mediante el cual un
reducido número de participantes logró establecer dos
rocesos bási_cos: ,excluir a la oposición considerada peligrosa para el mantenimientg d.el régimen v "cooptar"
por _el arnerdQ a la oposición mo.krada, con b qne -se
podia tranSílr SQbre cargos y セ。ョ、ゥ「ャイZjsN@
Esta manera de aventar con flictos.-:..y de tejPr ali¡¡¿izas
puede hacer de telón_ 、セ@
fondo Pª::ª entender el modo
ae
,_,.
__
NZG|セ@
I
-
19
ヲセZ@
la pre-scriotiva v la ooeratjya; ambas enhebra.ton un viejo diálogo entre constitución y realidad qµe,
quizá, permita echar alguna luz sobre wia complicada
historia.
·
·
- - La constitución estable!=-Ía ..:riodalidades Rイ・」ゥウ。セ@
P.ara
・ャァゥセZ@
a los presidentes y a- los miembros del Senado
Nacional; consagraba el voto -directo en ].a c;:\.mara baja;
reforzaba los rasgos unitarios del sistema federativo mediante i.a -intervención federal. ¿Qué distancia se trazó
entre teoría y práctica? ¿Cóm.o entender los movimientos de impugnación. q1ue, bajo la crítica·' acerca de la
corrupción del sufragio, pusieron en jaque a una clase
gobernante en múltiples- opórtunidades? ¿cómo, en fin,
advertir tras las formas institucionales la incesante acción que supone mantener las posiciones de poder adquiridas? ·Interrogantes, todos, que bien sirven. de
preámbulo para avanzar sobre un itinerario a cuyo tér·
mino alcanzaremos a percibir algunos rasgos institucionales de un régimen que perduró durante más de tres
Nセ@
décadas.
NOTAS
-<. 1 Si
se aceptá b. opinión de Paul Groussac en Sudamérica del
20-6-1884 donde sCña.!a a Montcsqu1eu como "maestro favorito" de Alberdi, cit.: Jorge.- M. ZGゥ。ケ・セL@
Alberdi y .ru tiempo, p. 923.
セ@ J. B. Albcrdi., Sistema ecor:ómico y rentístico de la Confederación
Argentina. p. 245 s.
J Esu distinción a propósito de Albcrdi entre el legislador y d sociólogo (o d historiador) puede !cene, referida a un objeto complemcnt:irio en /IL Grandona, Los dos poderes, Bs.As., Emecé, 1973.
4 Ver Jorge M. セAMNケ・イL@
Alberdi y JU tiempo, pp. 863, 866, 871,
881-883.
. s El 12 de noviembre de 1880, Roca envió un mensaje al Congreso
solicitando los fondos para costear una edición oficial de las obras complc1'1,' de Albcrdi dado que "su impresión responde a W1 verdadero interés
público". Ver Jorge セl@
Mayer, Alberdi y su tiempo •. p. 887. Esta adhesión
! ...
,..)
·:;.:
80
NATALIO R. BOTA!-IA
,
. ·
··
d a.fi
ba
pública puedc-apoy:?I la· opinión de J ua.n Agusun Garc1a cua.i; o
rma
que "en su concepto d gobernante argt::ntinO que más se h:?.bta 。」・セZゥ、ッL@
la ·aplicación de los preccp tos ¿e Alberdi, ヲオセ@
el gencr.tl rッ・セBᄋ@
_Tcsllmomo
recosido por Federico Pineda' en En tiempos de la Repub/1ca, Buenos
Air<s, :\lundo Forense, 1946,-p. 10.
.
,
G R.-:imprcsa rc:cicntdmcntc bajo· c1 título:_ La イZNッャオ」セ우tl@
、・ャセNᄎ@
Bueno' .-\.ücs. Plus Ultn, 1964. Esu edición es la que ·utilizare en. las citas que
sígucn.
_
1 J. B. Ailx:rdi, La reuolución del 80, p. 41 s.
8 J. B. Allx:rdi, La. reuo/ución del 80. p. 43.
9 J. B. A!berdi, La reuo/ución del 80, p. 5.3 s.
.
5 l. ciL por S_amucl P. Huntmgl O James Madison, El Federalista, Nnセ@
ton, Po/itical Order in Changing Socicties, Ncw Havcn and London, Yak
Univcrsity Press, 1968, p. 7.
.
.
11· Conf. Thoma.s F. McGann,.Argentina, Estados Unúios y el ::istema
interamen'cano 1880-1914, Buenos Aires, Eudeba, 1960. p. 9.
12 Conf. Tulio -Halpcrín .Donghi,."Los fragmentos del poder, Intro·
du:::ción, Buenos Aires, Jorge Alvaroz, 1969, p. l 5.
13 Conf. ;\lasiano ·cro'iidona, La Argentina- en el tiempo y en el mun•
do, Buenos Aires, Primera Plana, !96i, pp. 73 s.
..
_
14. Conf. J orgc Abcbrdo Ramos, Revolución y contrarreuo/uc'.on en la
Argentina.. Del pacr:'ciádo a la oligarquía, 1862·1904, Buenos Alfes, Mar
Dulce, 1970, PP• 1;;o ss.
1 5 CÓnf. Miguel Angel Circano. Séenz Peña, la revolución por los セッM
m:dos, Buenos Aires, 1963. P.· 134.
16 Conf. Carlos. A. fャセイゥ。L@
E! comportamiento de _In oposición.,:"". la
An;•e,,tir.a, ponencia prescnud.a al Primer Encuentro Intemaoonal 、セcQ・ᆳ
」ゥセ@
Política, orgaruzado· por la facultad de Ciencia Política de la .Univem·
d·d dd ::iJ.lvador, Buenos Aires, agosto de 1969.
.
1 7 P..c:tomo esta cxpiesión y la aíslo de su contexto; corno es ウ。「QZセᄎG@
Vcbkn vinculó d consumo ostensible: a una determinada configuraClon
social por él llam'!da "clase ociosa". Ver Thorstein Veblcn, _Te.aria de Úl
clase ociosa, México-ilucnos Aires, Fondo ce Cultura Econorn!C:l, 1951,
sobre todo Cap. IV.
· .
l 8 Cit. por Thomas F. セA」g。ョL@
Argentina. Estados Umdos Y el sistt::r..a ゥョエ・イ。ュ」ッセ@
p. 17.
19 Cit. por Carlps lbarguren, La historia que he L-iL-ido, Buenos Aíre>,
T::udc:bc., 1969, p. 23.
20 Cit. por Carlos lbo.rgurc:n, La historia que he L-iuido, Buenos Aíres,
Eudeba • .1969, p. 61.
2 1 エセョッ@
de los puntos de vista más representativos de esta !cnden·
EL ORDEN CONSERVADOR
81
este senudo fb.ymuodo Wihnart. ''¿Debemos ir al gob::mo parlo.mm·
tario?", ibid., año!, nセ@
10, 12-7-1911,p. 522.
22 Se resumen aqui dos categorías de an:!.lisis .. La pnmcr.t es la. de
oi.i'garqu1'a compelit(va expuesta por R. J?a.hL La -segunda c::s la. de democra·
Cla de fac_hada, que describe E. ·s. Fincr. En un c:i.so sé pondera d valor de
··las reglas-competitivas y el respeto de la o,posición dentro ¿c1 juego oligár-.
- quíco; en el otro, se subrayan los actos de eliminación y iabricaóón del
·-
voto q1;u: realiza una das.e social dor.ilnante. instalada en l.!l1 territorio que
carece de comunícacíoncs físicas, mediante un dcri:Cho coo.stitucion.a.I res-
trictivo. Ver al respecto, R.. A. D:tlú. Polyarchy, Partíc:pc:-:On and oーッウゥセ@
tion, New Havcn, Yalc: Universíty Press, 1971, sobre todo Cap. 3: hゥウ」ッョセ@
cal Sr·r¡uences; y· S. E. Finc.r, Compc:ratiue Gouemment. London, AUcn
Lane, The Penguin Prt:;s:,, 1970, Dp. 9.
23 Conf. José Nicofu M:atienzo, Le Gouuemement reprisentatiffédéral
dans la Répubiique Ar.g<ntine, p. 217; y Rodolfo Rh-arola. "Crónica", en
R.A.C.P., año!, nセ@
i, 12-4-1911, p. 102 s. Dice セゥ。エ・ュZッ@
"Si se quiS1er.i.
tTaz.ar una línea de demarcación entre las prerrogativas dd pn:s1ckntc y b.s
dd gobernador en mai:cria electoral, creo que scn"a exacto afirm.ar quc::J en
regla general, 」。、セ@
uno de estos magistrados designa al candidato que debe
succderlc. El pros.identc es designado por su predecesor Ír..t:!ediato; lo mismo ocurre con el gobernador de cada provincía que es ¿Zsígnado por el
funcionario que él reemplaza". Y Riva.rola añade: "el gobernador de pro- •
vinda dispone quiénes deben ser los dipuudos rucional:s y quiénes los
provinciales. Estos últimos que reciben su ョッセ「イ。ュゥ・エ@
del gobcmador,
acatan en su ooorturüdad la orden dada por éste par..! ckZ: a los --:nadares
de: la naciónº....
...
.,,,
24 Ver Gcrasd- Jk:xxcron, For.ctionnement de /'EtaC., Paris, A. Coün,
1965, a quien se sigue c:n lo 3uc se r:;-ficrc a la noción ¿-e concrol, pp.
43 y SS.
25 Conf. G. Bcrgcron. op. cit., p. 80 ss.
cia que marca la antinomia c:nrrc: la Argentina "buena" ;interior al ochenta Y
la Arg::nóna "mala" posterior a esa íecha, es d de Pablo Torello en "Ca·
bicmo rcpublic::mo representativo sin municipios autónomos", R.A.C:P.•
año II, nセ@
14, 12-11-19 ll, y "Comisionados federales con fines de fis:'.al1za·
ción en las provincias", ibid., año VI, nセ@
65, 12-2-1916. Ver tamb1en en
·.-::.
__
-
174
NATALIO R. BOTANA
testaba (valga d · 'ia.Jicismo) los procedimientos· adoptados para conservar vigente el controf de la sucesión; el
lector ya tiene noticia de aÍgunos de estos procedimientos aunque 'todavía ignoremos en qué consistía la· セ。■コ@
_
de tal sistema. Para ·quienes impugnaban la: ウゥエオ。」■￳⦅セ@
esta-·.
blecida,. por medios violentos o pacíficos, la verdad que
ocultaba la máscara institucional era.cosa sabida.Juzga. f1ian la inmoralidad del sufragio; denunciaban el ヲイ。オ、セケ@
marupulacron electoral.
_
· ·
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--
( L€:
\.__:_ t> ÜJ!J..fr;iJÍ;';\.'i::::, / cfi (i. セ@
..
.
-
--
El sufragio: fraude -v control electoral
"Este. país, según. mis. convicciones después de un estudio prolijo de nuestra historia, no ha votado nUI}ca."19 La cita pertenece a Joaquín V. González; senador por La Rioja, expresó estas palabras en el año 1912
cuando se discutió la ley de reforma electoral propuesta
por R. Sáenz Peña. Esta grave. afirmación sugier.r un
análisis de la realidad electoral a partir de una expen"enáa práctica.. González desdoblaba de este modo su
papel político·: un actor comprometido. en los procesos
electorales, desempeñaba la complicada tarea que supone asumir el rol dé testigo para poner a desc.::ubierto la
lógica interna de un sistema de control. Formulaba, si
se quiere, un dis<mrso sobre el método crítico aplicable
a una práctica política.
En Ja década del noventa, la oposición externa al
régimen levantó ia bandera de la moral electoral frente
a lo que ellos llamaban el fraude y la corrupción del
comicio. Veinte años despues, los hombres que habían
participado en cargos políticos decisivos retomaban los
3ismos temas y coincidían con sus antiguos adversarios.
{ El régimen del ochenta practicaba elecciones en el or-.
Lden nacional, en las provincias y .?n los municipio_j Se
'
i
.'
i
'
·EL ORDEN CONSERVADOR
175
respetaban los períodos de renovaéi6-n de las autoridades con· cuidado y hasta con prolijidad·..Pero todos ·
y-. opositores, que tras !as· formas
sa.bían, ァッ「・ュ。ョエセウ@
_jurídica.5 se escondía uña rcalidád harto 、ゥヲセNイ・ョK@
·
- Hecho -curio5o, · 1as sucesivas. le\'cs· electf..;.'d:les sancio- AiborJ\
nádas desde f?s ッイ■ァ・ョセウ@
de la セイァZゥコ。」￳ョ@
セ。」ゥッョャL@
lj¡
nunca establec1e.ron un tipo de· sufrag10, que calificara al
Lelector según su capacidad económica o cu! tural. aゥ「・イセ@
():'.) IU
di había reconocido las virtudes del sufragio 」・ョセN@
HPQセサ@
ue practicaba la mayoría de la:;. ョ。」ゥッ・セᄋ@
europeas 20 •
tiempo después se inclinaría ante a ev1 enc1a y admitiría, sm tapujos, la bondad pragmática de un sistema ordenado en tomo de gobiernos electores que controlaban
la sucesión de las autoridades públicas. Esta noción central puede ser entendida como el pri.n.cipio ordenador de ..
un complicado mecanismo que tenía por propósito producir elecciones y asegurar la victoria de determinados
candidatos en desmedro de otros.
La idea de gobierno elector no es ョオ・セエイ。[@
refleja uii'a
manera de v_er las co;;as que se ma,t.erializó en qur..:nes
analizaron críticamente el control electoral desde las
posiciones de poder. Como,__taf, cónstituye una vía de
acceso para analizar la _cuestióri del· fraude. desde· Ja.
..perspectiva del actor que hace público te"Stimonio de una
experiencia. Este será, a grandes rasgos, el método que
guiará las reflexiones siguientes: balance de un ciclo
histórico a partir de la autocrítica y del modo como
los gobernantes describieron los caminos que los· condujeron al ejercicio del poder. _,..Veamos, a tal objeto,
dos testimonios introductorios.
El primero pertenece a I. Gómez, ministro del Interior de R. Sáenz Peña y defensor en el Congreso, entre
1911 y 1912, del proyecto de ley de reforma electoral.
Gómez representaba la evolución electoral del país a
través de distintas etapas. Desde las primeras leyes elec·
176
. _.NATAL!O R. BOTANA
torales,- obscr\'aba, ."hemos _tenido el comicio sangriento,
en ios tiempos en que el pueblo todavía teníá interés
por ir a los comicios. El horror al comido sangriento en·
las CiÚdades, hizo que· se renu·nciaira _a él; Nー・セッ@
tU\imos
la escaramuza de Ia vís-pera cer-ca de lgs atrios. o e.n ·Icrs
\■Nャイ・、」ッLセウ@
de las ciudades pára que: no co.ncur:rieran los
adversarios a votar. Estos modos· resultaron también
brutales; h conciencia ーセ「ャゥ」。@
los repudió; y entonces
vinieron las maniobras fraudulentas en fos comicios; luego esras mismas fueron substituidas por la venalidad'' .21
No obstante, "lo odioso .no es que se cometan venalidades, que se cometan rp_an!.o.bs.as fraudulentas por los
ciudadaJ1os, sino que sea el Gobierno mismo el que provoque esos delitos" .22 ••
En la misma circunstancia, Joaquín V. González -segundo testimonio-; extraía lecciones y diseñaba una
suerte de modelo de funcionamiento del sistema estructurado en torno del gobierno elector: "El producto del
comicio libre empieza a transformarse desde la primera
junta de escrutinio; después en la junta general セャ@
clistrito y después en Ji legislatura, o en la Cámara Nacional respectiva, y, últimamente, -es el .poder supremo, el
que se encargad.e hacer la transmutación substancial ·del
i:lemento 'voto popular' en ・Nゥュョセッ@
'voluntad gobernante'. Se produce así, en realidad, una especie de alquimia política, como se ha dicho muchas veces, por
medio de esta transmutación del voto operada a la sombra de principios cristalizados en la Constitución, que
facilitan .la realización de este proceso. Por ejemplo,
puede ser muy sincero el resultado de un comicio electoral, muy sinceros los escrutinios realizados sucesivamente por cliferentes juntas; pero llega"a la asamblea
rolítica provista de inmunidades colectivas, según un
artículo de la Constitución que dice que cada cámara
es juez exclusivo de la validez de los títulos de sus
_ EL ORDEN C.ONSERV ADOR
177
mien;bros. Enwnces, ーッセ@
más estricta que sea la justicia_
c.c;mun al _castigar los delitos electorales, llega la cuestlon al alto tribunal político que-debe ü1zgar eri definití:·a_ el p_roces.9 elector!1:1, y se encuentra que no hav juez
imparcial· para i pronunciar su so beraria- decisíón, セN@ ésta
se. ーイッセオ」・@
por razón d.e partido o por -razón suprema
de gobierno o de セウエ。、ッL@
_y, así, en definitiva, resulta que pel voto popular es transmutado y ad;-ilterado_ En- ¡-<?!t::: b
セッョL@
pue;,_ lo que hav en el. fondo es la falta· dD ::¡ u-sñ'll
J':1st1c1a
pohtrca, que es necesana· en el proceso polí- '1 ..''1,' ti"C
1 3
.
t1co. ' :! ·
py;.
La transmutación del voto popular en voluntad gobernante resultaba · de un complejo proceso donde se
」ッセョ、■N@
varios umbrales de conl;·ol. La representac1on teonca de este proceso no es fácil. Ya I. Gómez
Gゥセカ・Zエ■。@
las_ difer_encias entre, las etapas donde predommaba la v10lenc1a y los periodos· cuando el uso de la
fuerza fue reemplazado por procedimientos más sutiles;·
por el engaño elec:.oral hecho· con malicia ·-también
con ーゥ」セ■。M
con el cual los· gobiernos,. perjudicaban a
las opos1c10nes en ciernes y se beneficiaban a sí mismos.
Por otra parte, la violencia y el fraude coexistieron en
イ⦅ゥオ」セ。ウ@
circunstancias_ de エセ・Nイ[ゥーッ@
y_ de lugar. Cada expe. nenc1a concreta, _cada elecc10n particular puede alcan"Zar, entonces, el valor de las cosas intransferibles. Gener':1izar en este terreno, con el poco material de que
disponemos legado por actores y testigos, es labor riesgosa. Admitamos, sin embargo, que de este empeño quizá derive alguna hipótesis fructífera.
Justificación o ・クセウ。@
pára emprender sondeos provisorios, la cuestión del control electoral puede condensarse en dos tramos descriptivos. El primero sería sitio
セ・@イ。ョアオ
de una se · - nasos cuyo propósito cons1stia en ァ・セエ。イ@
el aude electora . Ello .exigirá detenerse
en el estud10 de las corrus1ones empadronadoras, la for-
:..
178
NAT •..:.LIO R. BOTANA
mac10n del reº1.stro, el voto colectivo, el coñ}icio 、セャ・L@
el \·uelco · de los oadrones, la reHetición del-' voto, y_la
セ。ューイ@
de sufcagios .. Siete ュセ・ョエッウ@
ql!_e Cl!-1minaban
-COU la producción del yo to, tributarios; a su· \'eZ, de Uff
se!!llndo trarii.-o.de control donde permanecían ゥセウエ。ャ、@
la} instancias· ·que juzgab_an el producto, es ,decir, .1':-5
Asambleas Legislativas a quienes les compet1a decidir
セイ・。@
del roceso electoral.
estacion
coñt:veamqs cómo se imbricaban .limbos términos .. Convi_ene tener presente tres .caraderístícas básicas del régirñ'en electoral. previo a 1912: el ca. :-r J Gácter voluntario del voto la ausencia del secreto en la
,lWJ;¡ セク@
resión del mismo y la' aplícac1on del pnnc1p10 piuri-0:-ominal o su ragio de lista. Vota an, entonces, qwenes
·/
' lD-J:ú アセ・イ■。ョ@
mediante rocedimieritos que bloqueaban _la
J[¡.:\
compecenc1a entre listas cerradas e can i atas. filil
; .q¡¿ pNセエ。イ@
prolija atención a las garantías de ゥョエュセM
gibles en esa maiíifé'stación de voluntad.
.
Para votar era necesario empadronarse e integrar un
registro electoral. Aquí comenzaban las escaramuZ'as. No
es tiempo de detenerse en detalles jurídicos acerca de
las leyes .que establecieron la formación de los registros.
En todas ellas ·campearon, a primera vista, ャッセ@
buenos
deseos.2 4 ·Para C. Pellegrini, en cambio, ·la realidad escondía otras, intenciones: "._.los registros electorales, .
en el noventa por ciento de los casos, se hacen antes del
día de la elección, en que los círculos o sus agentes
hacen sus arreglos, asignan el número de votos, designa:1
los elegidos... " 2 s En rigor, las leves electorales auton?,aban a las Comisiones Empadronadoras para levantar_ el
EJ.e.giJtro Electoral. Estas comisiones mscnbíar: a los ciudadanos hábiles para ser electores que estuvieran en el
distrito al tiempo de la elección. Como bien señala E.
E. Rivarola, "como' la lev deja a las comisiones em_pac;ironadoras la facultad de juzgar quiénes reúnen o no las
EL ORDE,\'{ CONSERV. .\DOR
:
¡
l
l
1
179
condiciones - イ←ァオMセゥ、。ウ@
· p;¡ra ser Mゥョウ」、ーエッセN@
el
.......,,,
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electoral empieza ordinariamente, or 1 ·
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•• ,
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h res en e1 reg:isro
. t "'
、セッイ@
,ª .om1s19n
ae
ᆰ_セ@
._- 6
. Las caractenst1cas ae los- Registros ej・」エッセ。ヲ[⦅ウ@
vana"
ban según el tipo de elección:. Eñ fos · 。ゥウエセッ⦅@
·(las pGNᄎセ@
viricias y la Capital) se votaba para 。オエッョ、セウ@
ᄋョセ」LZQ「ᆳ
nales, es decir, diputados y electores· de.. ーイセウQ、・ョエ@
y
vicepres_idente. En cada distrito las con.st1tuc1.o?e; pro·
vinciª'1es o las leyes electorales nacionales subdiv1d:an _su
territorio" en seccion¡es, departamentos. y parroquias Internas que, por lo general, coincidían con las municipalidades. En ese núcleo .más reducido, valga para el caso el
ejemplo de la provincia de Buenos Aires, se ョッュ「BNQMセᆰ@
a
suerte las comisiones empadropadoras por las mumc1pa-·
lidades o por los jueces de paz.'7 Veremos de ゥョュセ、。エ@
el papel que jugaron los que detentaban- cargos ejecutivos en aquellos distritos más reducidos. Ciertamente, la
designación de los integrantes de una comisión_ ,empadronadora que tenía en sus manos la- confecc10n del
Gセ@ Registro era una decisión, crucial. P,¡¡.rece razonabl.e suponer, por consiguiente, qµe_G:l .. control del Registro se
constituía en la llave del control del 」ッュゥセ@
.
En el día del comicio se instalaban las -mesas recepto""'-ras de votos: las presidían, por lo general, pequeñas
juntas escrutadoras que se distribuían en distintos Aセ。ᆳ
res públicos. Viejas crónicas, enhebradas por la セイ。、ゥ」Qッョ@
oral y los testimonios escritos, dejaron constancia de _lo_s
sitios donde se votaba: atrios de iglesia, la casa mumc1pal, los portales del juzgado de paz. Las mesas escrutadoras se designaban mediante procedimientos variados
donde intervenían· las legislaturas de provincia y los jueces federales de sección que formaban, .previamente, lis.tas de ciudadanos para sbrtéar los ゥョエ・ァイ。セ@
de las
mesas. La designación de los escrutadores era, sm duda,
_ otra decisión crucial.
EL ORDEN CONSERVADOR
-NATAL!O R. BOTA.NA
180
Comenzaba, entonces, el comicio. Durante las pocas
que transcurría el acto po_dían pas.:r. muchas
horas
cosas desrJe la tradicional violencia de las 'v1eps elec」■ッョ・Qセ@
hasta los ni.étoclps セゥウ@
pacífico_s de la QAGNゥャーセ。M@
セ@ cióñ del -voto. :Por Jo: general Jos. electo.res ⦅ィ。「ゥャエセウ@
para votar marchaban por grupos en las ciudades Y _en.'ª
セュー。Nゥ@
Los-comités electorales concentraba_n en lugares estratéº1cos a sus adherentes o, en el campo, los
las espaisanos c;ncurrían desde las estaciones o 、セウ・@
tancias hacia el lugar del comicio donde· v?taban al n:i!smo tiempo, y de ahí que sus votos aparecieran en sene.
E:;te modo de acceso a:l comicio .transmutaba la expreセ@ ;_ún エZ」セsQゥ。@
del voto -la.-ácéi6n' singular de un ciudacl<:.no--· en un compo:·Iamiento práctico que. tenía. por
objeto :.:,arantizar el é:-:ito .del control, y al n:i:mo tiempo, significaba un reaseguro para las ᄎヲGNウQ」PイZセMアオ[L@
procuraban hacerse fuertes en atrios y sit10s puohcos:
Las boletas, si. existían, o las listas de candidatos se
entre&'d.han pocas horas antes o aun en el ュッNBd・ョセ@
de..
votar:- 3
セ@
Esta marcha colectiva sobre las mesas eleétorales po- -·
día traer como contrapartida una dispersión de las oposiciones que de?ertaban del lugar indicado para vo!ai.:•
Q
anticipán_dose a Iá coacción ーイ・ウオュセ「ャZᄋ
Gi。@
casa_ murnc1-·
pal, los portales del juzgado de paz, el frente de la
escuela, sirven de refugio a los. descontentos .. : .La consecuencia inmedic.ta de esta diversidad de com1c10s es la
de que resulte sufragando un número de inscriptos mayor del contenido en el padrón: porque, como en. el
deseo de superar en número al adversario, cada partido
echa mano de nombres de ausentes, y de muertos y de
vivos ia suma de los votantes de los dos o tres comicios
orgacizados para el mismo acto, excede el エッセG@
de la
inscripción. . . Esta facilidad de dar a cada opUllon un
comicio, conduce, además, a inesperadas sorpresas. Al
en
.·
·181 -
juez de la- elección corresponde -establecer cuál de- los
comicios ofrece mayores- apariencias de leaalidad v esadecisión depende, no de· las cualidades ゥョエセᅪウ・」。G@
セ@ .extrínsecas de Jas actas, sino del· criterio de conveniencia
pol'ítica que domiñe en }a m;:;:yoría de·.:1os· ウ・セエゥイBョヲッ@
amistosos que dentrn de un mismo partido._ favorezcan
esta· o aquella tendencia de este· o aquel personaje" .29
Esta diáspora electoral recibió el nombre, tan frecuente
en la crónica de época, de セᄋ@
..
. lッセL」ュAcャウ@
dobles .evocaban, de algún modo, una
ウゥエセ。」Qッョ@
de 」セュー・エョQ。@
electoral no regulada. Sígnifi_cat1vos como estos eran los momentos en· cuvo transescrutador
o ca an pa ro;,
o los
curso las
electores petian su uor Ambos meto os tenían· una
·n a sesión de la Cámara de Diputados
d.e! 4 de· ュセケッ@
de 189ª, E. Lobos afinnó que los he. ::nos denunoados con motivo de las elecciones legislati. vas p:acticadas un mes antes en la Capital Federal "consisten en que en la mayoría de las parroquias las mesas
receptoras de votos se han limitado a copiar ·1os registros y que las boletas de los sufragantes eran rotas y
reemplazadas por otras". 3 ° Cuatro años después, en las
ele.cc1ones de 1902, La Prensa advertía que en la parroqma de San Bernardo, también ·de J·a Capital, los éscru"'tadores '"vaciaron el padrón de tal ュセ・イ。L@
que con
menos de 200 personas que concurrieron al atrio durante el acto, la lista del acuerdo i es decir, la· lista oficíalista / dió un total de 1.500 votos". El mismo comportamie
·
a el diario en otras parroquias.31
Volcar ui;. P.adro o セッ@
tenían, pues"D
オセ@
mlSm :i " '
o. sセケ@
llanamente, dé·····
asigna:: un· voto a u.n ciudadano ausente. o presente .si se
romp1an bo}$.tas, de acuerdo con una decisión previa
adoptada por la Junta Escrutádora. El _siste
día
reforzarse, segi'.tn las circunstancias, con 1 repetición de .
(r
L
-
'i:
-
;
セ@
182
. NATAL!O R. BOTANA
..reaÍizada por. electores volantes-. o ァッAoョ、イゥ[セ@
セ・@
su tragaban varias veces en. una misma mesa o, en su
defecto,. en diferentes mesas de un mismo distrito. Las
ev1denc1as. son cunosas por la mezcla. de cinismo y _pi.cardía que aconipa[iaba la ·operación.n
·
Hasta aquí, aquello que I. Gómez calificaba comó
fraude electoral. Entrado ya el siglo, en las postrimerías
del régimen, los procedimientos tradicionales fueron
reemplazados or セャ@ comercio de li retas de inserí ción
y_ la
mpra direc a .
·Este peculiar cambio en
los procesos de control-fue, para muchos, un saludable
signo de prugreso. "iNo hay voto más libre que el voto
que se vende!", exclamaba Pellegríni en la Cámara de
píputados en QYPVセ@
y observaba· "que en la materia se
entraba -desgraciadamente en la Capital- en una etapa
de progreso por la que habían pasado las grandes democracias. Si se torcía con dinero la voluntad popular, era
porque resultaban insuficientes la intimidación v la vio. " . 33 ....., ara comprar votos
.
•
'
'
•
¡e11c1a
se pusieron en pr.i.ct1ca
métodos más refinad•.-5, perfeccionadqs a ュ・、ゥセᄋ@
que
los adelantos tecnológicos facilitaron comunicaciones
·
rápidas y eficientes desde los comités electorales.
. A ese -propósito,, era .necesario vincular los fiscales de
las mesas con los comités parroquiales. "El ·sufragante
recibía, después de haber depositado su voto, un vale o
tarjeta del fiscal' del partido oficial y con él cobraba en
el comité, diez, quince o veinte pesos, según lo tratado. . . En otras circunscripciones se valían de señas o
marcas puestas en la libreta, tendientes al mismo fin." 34
Los comités de parroquia llevaban la cuenta exacta de
los votos venales, que era. retransmitida a .los Comités
Centrales por medio de circuitos telefónicos, con lo que
se favorecía la regt¡.lación del mercado electoral según
las necesidades de cada comicio. 35
Con el vo_to comprado se cerró el círculo del ヲイ。オ、セ@
EL ORDEN CONSF;RV ADOR
- セ@ - ᄋセ@
183
electoral. Los. pasos qu·e relatan estas páginas 」ッ・セャウエ■ᆳ
セョカゥ・@
retardarlo-· en diferentes, circunstáncias
de tiempo y lugar. Todos ellos constituyeron un R_IÍmc.r
uml:iral de 」ッ￱エイャN⦅qオ・、セ「。@
en .pie, tQdavía,-0tra ゥョセエ。￱ᆳ
cia qu_e ·se -situaba e'r¡:
・ウセ。ャ￳ョ@
más alto. Para el caso,_
·_quién mejor que B. Villanuev?-, en aquella circ,µnstancia
· senador· por la Capital, para servirnos de guía en este
ascenso hasta la cima·. El recuerdo de Villanueva nos
trasÍada· hasta la localidad de Vicente López, en la pro·.
vincia de Buenos Aires, un día 、セ@
comic;io: "Veinte o
treinta vecinos· desocupados tomando mate y cinco o
seis escribientes volcando' padrón como se dice en el
caló electoral, ィセウエ。@
obtener. la suma de 760 votantes ....
Es para estas elecciones, para . .las que no se necesita
dinero;.porque con cincuenta q.cien pesos que entregue
cada candidato, basta·para enviar los emisarios o agentes
que vayan y vuelvan a los partidos o departamentos
donde debe simularse la elección, trayendo a la Capital
36
·
el balurdo electoral o sea las actas del comicio;"
El balurdo electoral er.an las actas con las que se
clausuraba el comicio. Así existieran""actas de votantes o
urnas para .depositar la papeleta· del sufragio, una vez
terminada la eleci::ión las autoridades que presidían las
-mesas· escrutadoras hacían "el recuento de votos y votantes certificaban la cantidad al pie del acta y por
ャエゥュセ@
proclamaban en forma ー「ャゥセ。@
a los candidatos
triunfantes". 37 Estos documentos se enviaban a las Legislaturas o a las ] untas Escrutadoras Provinciales que
hacían el escrutinio definitivo, consignaban las denuncias y protestas acerca de las irregularidades y elevaban
los resultados a la Cámara de Diputados (cuando se trataba de la elec::ción de sus miembros) o al Congreso
Nacional si el comicio tenía por objeto designar electa:: ::-':.
イ・ウeセZョゥオェ。vNッー」￳L@
u¿
porque los jueces
ッゥヲZセᄋェᄀ@
ᄋエZイMセjャ@
ᄋセ@
.:;,
:1.
1.84
"lnapelables de bs elecciones eran 1os · cuerpos legislativos. セ・ウ、@
las municipalidades hasta las instituciones
nacionales;· cada asamblea le!!islativa
1"uzrrab;
Aセ@
elecº
o
.
ciones qye se efectuaban para renovar- a ,sus miembros:
- !0s co11sejos deliberantes, las legislaturas provinciales, ·la·
·Cámara de· Diputados, el Congreso Nacional. en pleno.
Este procedimiemo, como bien advertía González, consagrado por la Constitución, traía como resultado que
los cu_erpos legislativos producían, en los hechos, a los
represi:ntantes. cuando verificaban los escrutinios. Según
iv1atienzo, no existía representante presumible antes c:¡ue
la elección fuera aprob<3;Q.¡i, _ri.Uampoco se garantizaba al
electo su. derecho para ejercer la defensa en juicio si su
elección hubiese sido discutida ó imp"ugnada. 3 g
Tra5 estos recaudos de carácter normativo la acción
de control elector"al en las leg¡síaturas podía, hacer uso
de métodos más. prácticos; En las provincias norteñas,
por セェ・ューャッL@
cuando se daba el.caso de una súbita victG..:·!a op_osi_tora, reflejada en Ún acta electoral, se _ponía
en ュッョQ・イNセ@
el prolijo trabajo de fW1cionarios- que
oficiaban de raspadores, los cuales, con paciencia no
exenta de discreción, suplantaban el nombre del electo
-por el del ヲ。カッセ・」ゥ、N@
A estos legisladores, Pelagio Luna
los llamaba diputados por raspadura. 39
El control de las Asambleas Legislativas gozaba, por
lo 」GイセN£ウL@
de ia protecc;ón adicional del sistema judicial.
La Justicia Federal tenía competencia para conocer e.etas violatorios de las leyes nacionales cuya aplicación
co"!.Tespondía a los tribunales de la Nación, pero era
incompetente para juzgar los abusos de autoridad cometidos por funcionarios provinciales, penados por el códi---·· .. go ordinario, que se radicaban en los tribun?-Ies de provincia. 40 (La Justicia Federal podía intervenir, tan sólo,
en los casos de fraude vinculados con las elecciones de
diputados nacionales y de electores para presidente y
EL ORDE!N CONSERVADOR
カゥ」Nセョ@
· 185
las irregularidades acaecidas con- motivo. de laselecc1ones municipales, _'de "legisladores y i;Je gobernadores provinc:iales, actuaban los t1ibunales de provinciJ y
」ッュセ⦅N@
los ウ・⦅ョ。セッイ@
nacionales er':n electos .por las legis'.
ャ。エオセウM
proymc1ales, セッ」@
y nada tenia que hacer en ese
terreno la justicia federal. El título del- senador deriva-.
ba, en efecto, de la elección practicada· por las legislaturas; el título de legislador provincial provenía de una
elección realizada. en su distrito que controlaba la misma legislatura; y los tribunales de provincia juzgaban los
abus_os a que podía dar lugar esta elección.
Este apretado relato acerca del fraude y el control
del. sufragio representa la imagen de un sistema de gradación o, mejor, de una escala de gobiernos electores.
El gobierno elector controlaba el sufragio: hacía elecFi2uJ e ciones y garantizaba la victoria de los candidatos. A este
.. セZsエN・イQR@
se le atribuyó el calificativo de fraude burocrá/ セ@
una red de control electoral descendente que
N
,. · !-fO- ".!fancaba de los cargos de oresidente v gobernador .hasMセィGキ@
ta llegar, más abajo, a los intendentes v comisionados
mumc1p.ales, los conc<:,1ales. los jueces de paz, los comis¡gios de policía, los jefes de registro civil o los receptores de .rentas. 41 Esta madeja de cargos ejecutivos tem'a
mucho que ver· ·con "las recol!lpensas y gratificaciones
--:. derivadas de Iá distribución de puestos públicos, y con
la relación de dependencia que se trazó entre el sistema
burocrático y el sistema político. 42
Los cargos eSecutivos más bajos ejercían funciones
institucionales con algún _grado de diferenciación. Entre
gobernadores e intendentes parece haberse planteado un
vínculo análogo al que trazaron presidentes y gobernadores: apoyos recíprocos con la condición de respetar
un ámbito de autonomía· municipal contro.lada, sin
embargo, por la intervención a la intendencia con comisionados municipales. 43 En los municipios, el manejo de
Í
l
186
NAT..0,.LIO R. BOTANA
la 」ッ。セゥ￳ョ@
en- tiempos de- comicio quedaba en. セ。ョッウ@
de los Comisarios de Policía. Del mismo módo ño parece defa.certado incorporar los Jueces de Paz y los Jefes
セ・@
Registro Civil a la _escala de go_biernos electores, debido a la responsabilidad que estos füncioñario-s エセョゥ。M・@
la elaboración del registro .eféctoral, la integración -de las
comisiones empadronadoras y la formación de ¡,¡; mesas
·
escrutadoras. 44
Los gobernantes electores ·no .actuaron solos. El sistema de control exigía algo I"t!ás. Entre el hipotético
pueblo elector y los cárgos institucionales· que producían el voto, se localizaba, en ·una franja intermedia, un
actor político, respetado con esmero por los que ocupaba.::1 posiciones d"e. poder y acerbamente criticado por
qwenes emprendían el camino de la oposición o de _la
crítica moral: el caudillo electoral, un personaje que
podía desempeñar los cargos más bajos de la escala de
_ gobiernos electores, aun cuando su papel mediador no
derivara, de modo necesario, del ejercicio de esos ca,rgos
institucionales; muchas veces, por cierto, servía de agente electoral desde situacioqes menos privilegiadas.
. , EL ORDEN CO::-fSERVADOR
Los(§í'üdillos ・ャNセM。」エオイッョ@
en todos los distritos, en la campana y en las ciudades. Eran instrumentos
necesarios, quizá protagonistas de trastienda. Algunos
evocaban al caudillo como un. arquetipo de lealtad hacia
su protector hasta el límite de sus actos 45 ; otros, como
un hombre de lealtades difusas y cambiantes que combinaba, según la circurutancia, el apoyo con la amenaza.
Los que habitualmente criticaban el estado de cosas, lo
miraban con desprecio, como un Móreira decadente, un
"tigre de los llanos" ... "disminuido, afeitado, desmontado, sofrenado'"; un "gato de la pampa /que/ alcanza
poder paulatinamente desde mediador entre los peones
Y el patrón (los lleva a la elección) pasando por caneéᄋセN@
i87
jal, ゥョエ・、セ@
..diputado -provincial y por .fin legisladoy· nacional" .46
dmaginerías popülares _gue recogieron la literatura o
セM・ャ@
ensayoJ ª'centuando: los_ rasgos de la. evocación bei:ievolente o del soberbio ·denuesto? No- es sencillo tra.Zar un juicio histórico terminante. Pero la presencia del .caudillo fµe un hecho innegable y tod9s los gobernantes
de endieron, en cierta meClida, de estos mediadores.
Óbservadores menos proc 1ves
enguaje IíterarW,Uescubrieron sus ·maniobras y sus juegos electorales entre
las actas de los comicios. Dice E. E. ·Rivarola: "Tomo
un diario de sesiones de ,la cámara de diputados (Provincia de Buenos Aires) ... Examino el cuadro del escrutinio general de una de las seis secciones electorales de la
provincia; corresponde ese cúadro al partido .denominado nacional, -adv.irtiendo que la denominación podría ser
cualquier otra y el caso no cambiaría. Se v_ota por una
lista de trece candidatos: A, B, C, D, ·E, F, G, H, I, J,
K, L y·M. El to>..al de votos d,e la lista es dé r.443 que
los tiene únicamente el ca1:11;l.idato D. En cinco de los
quince pártidos de la sección la "lista aparece con modificaciones que dan a un-·riuevo candidato, N, 5 71 :votos.
N, es eaudillo_ en オセッ@
de los pueblos de la sección; no
estaba en l?- lista oficial de su grupo político; .en el
pueblo don.de hace de caudillo, priva. de la totalidad de
los votos al candidato J; en ッセイ@
pueblo vecino se sacrifica al candidato G, también en la totalidad de los votos
de la lista; en otro pueblo, también de las inmediaciones, los VOtÓs de j SSln suprimidos sin substitución;
en otro pueblo más el sacrificio de J se repite y los
votos que hubieron de ser suyos se distribuyen entre
varios candidatos nuevos, inclusive N, que aumenta su
número". 47
..
Así, el caudillo electoral des2leg:si.ba SJ1 acción ofreciendo servicios. pactando acuerdo< cambiantes ha_c;kn-
1..._
¡.
セᄋ@ 1
192-
NATAL!O R. BOTANA ·
La marcha 、セ@
la p¡i.rticipación ・ャN」エッセ。@
en la Capital
Federal refleja, entonces, un aumento sosten.ido. Entre.
los extremos (l.880 y-1906) el número de ciudadanos,
g_ue· hipotéticamente se. acere.aron a los comicios, se
muluplfcó por cinco. y dU1rantc los treinta años se ad- ..
,:ícrtcn ciertas. au tas de articí ación que traducen para
cada 、←」セ。@
un mercado elector?-! estab e. La eca a del
oclienca registró una paí Licipa.ción menor, en números
absolutos, a· los 10.000 ciudadanos; la década del noventa, una concurrencia inferior .a los 20.000 votantes con
la excepción de la que tuvo lugar en 1898; la década
del novecientos, una participación que se situó por debajo de los 30.000 ウオヲイ。ァゥqセN@
C9.1!Ja excepción, también
signific;:i.tiva, de las elecciones de 1906.
Un ritmo de particip;ción que se reéortaba sobre una
pcblació" porteña de 47.991 habitantes masculinos nativos,· ni.i.yores C:-:: 18 años, según los resultados del Censo
Nacional de 1895. Si admitimos trasladar el análisis tres
años hacia atris y tres hacia ac:\elante, la., participación
de
electoral con r<:spect.o a la población en 」ッョ、■ゥセN@
votar arrojó rntre 1892 y 1898 los sigui_entes porl.cntajes: 1892, 28 y 19%; 1896, 27% y 1898; 51%. 65
El carácter competitivo de estas. elecciones merece un
párrafo aparte o.c;urrieron, es cierto, -comicios que la
jerga electoral de la época llamó elr;_cciones canJlliica3:
actos electorales que, simplemente, refrendaban una
lista de candidatos carentes de oponentes. ·Las elecciones para designar electores de presidente y vice en 1892
y 1910 constituyeron, en esre sentido, casos típicos. En
otras circunstZ'.'1Cias, en cambio,·e 1'.7·Jvel de competencia
fue más pronunciado, como en las elecciones legislativas
de 1896 cuando se enfrentaron acuerdístas y radicales.
.!
. 1
=
EL ORDEN CONSERVADOR
Cuadro ᄋnセ@
193-
6
ELECCIONES DE-DIPUTADOS NAClONALES EN LA
CAPITAL FEDERAL 8-3-1896
1
_-
Parroquia
-<,.
C:itedral al N arte··
Catedral al Sur
San Nicolás
San :\ligue!
Piedad
Socorro
Concepción
San Telmo
ll1onserrat
San Cristóbal
Pilar
Balvanera
Santa Lucía
Sa.n Juan Evangelista
San Berna!dn
Flores
Bdgrano
TOTAL
Fuente:
. Acuerdo·
-.
- R.:id i 」セZN、@
443104
135'
71
182
1 72
セ@
Varios··
8
19
12
307.
208
173
202
1.014
487
769
164
300
662
648
126
172
143
196
253·
503
352
201
942
683
590
288
6
23
332
215
35
26
3
1 7.
83
29
270
26
6.955.
5.258
568
l. 1-i.'2
4
34
2
La Nación., 9-3-1896.
.::;
Lo mismo cabe observar durante la década del novecientos. El cuadro que ofrecieron las elecciones para
designar electores de presidente y vice en 1904 (elecciones mediante el sufragio uninominal por circunscripciones que analizaremos en el Capítulo VII), ilustra una
competencia tanto con respecto a los númerÓs absolutos
corno a los resultados verificados en las veinte circunscripciones.
.-
194
EL. ORDEN CÓNSERV ADOR
NATALIO.R, BOTANA
Coalición Popular ....•..._ 19.011
Unidad Electoral . . . . . . . . 1O.77 3
P. Socialista . . . . . . . . . . . . - 2.173
Cuadro nセ@ 7 - .
ELECCIONES NA:CIONALES DE ELECTORES
. DE PRESIDENTE Y VICE-PRESIDENTE EN
LA CAPITAL FEDERAL 10-4-1904
Circunscripciones
-
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
"18
19
2()'
TOTAL
: )
Quint.ana
299
541
766
884
535
368
311
856
584
614
592
906
. 468
543
713
404
207
875
· Total . . . . . . . . . . :-.
Fórmula
P.A.N.
Republicana Avellaneda
Ini:!epcn: -Total
cliente
300
12
482
973
l_.152
15
líO
101
3
1.123
154
498
987
i.Oí2
973
15
,:.<i
575
60
455
1.242
2
471
84
20
27
931
31
1.268
823
478
486
988
2
52
11.397
9.837
5.262
1.360
gl.95T
_
600
1.035
'1.747
2.036
1.125
598
867
2.101
1.709
1.239
1.000
1.977
1.560
i:543
-128
882
694
1.894
2.625
1.806.
1.360 27.856
Fuente: La Nación, l l-4-19M.
Una competencia semejante tuvo lugar en las elecciones legislativas de 1906 que hicieron trepar la participación electoral hasta el pico más alto. Sin 'discriminar por
parroquias, los resultados finales se distribuyeron de la
siguiente forma:
..
195
F_uen!e:
La 1Vación. QRᄋセYPel@
(:;. -
El observador apresurado podrá sostener que la competencia entre facciones y partidos produjo .. un efecto
favorable, aumentando la participación électoral. Parece
ilustrándolo éoii lo
. razonable 'defender este 。セァオュ・エッL@
que aconteció durante ia década del novecientos, por lo
menos desde 1902 66 y, en mayor medida, en 1904 y
1906. 67 Pero la conclusión no ,es aplicabie a la década
anterior: pese a la competitividad ya registrada en 1896,
las elecciones para designar electores de presidente y
vice en 1898, que acarrearon el contingente más fuerte
de sufragios, tradujeron un predominio canónico de la
,.
lista oficialista_ (Véase Cuadro Nº .8.)
-·
188
189
NATA-LIO R.J?OTANA
EL ORDEN CONSERVADOR_
.. -d..9 oresente su disconforn1idad mediante- la sustracción
de sufragios de una lista cuando sobrevenian arreglos
¡:)revios ..n::i del todo satisfactorios .. Formas de intercambio en el. mercado electoral, demostrativas de alguna
concentración de recursos en actores que hacían_ oferta ..
ァッ「セュMョエ・@
en.. procu.. de .su 1 capítal de v-o_t_os a 」ャセ・@ オセ。@
ra de su d·emandg.; para imponer el predomiñ.io circunstancial -de una facción en. competencias de dudosa legitimidad.
En la ciudad de B"uenos Aires, la prestacion de servicios envolvió a los mismos inmigrantes. Es cierto, como
subraya Comblit, que la baja participqción -de los inmi:
gran tes en la vida ーッャ■エゥ」セM
NpYセ\_⦅L@
tenía que ver con la
vertigino:;a incorporación de los recién llegados a los
EE.UU. durante el siglO pasado' y pr'incipio-s de éste. 48
No había Tammany Hall ·-el célebre centro de reclut.;.:c.ier:.to de extranjeros· del P. Demócrata en Nueva
YC>rk- en el mundo político porteño del novecientos;
sin embargo, ciertos personajes de origen inmigrante
adecuaban su conducta. a los estrechos límites de !;na
comarca elc;ctoral que pocos extranjero2 franqueab:an,
acumulaban un pequeño capital de ciudadanos naturalizados y mercaban con esas libretas entre los notables
del régimen. Una y otra vez, cronistas e historiadores
maEhacan con su ェセゥ」ッ@
-sobre ciertos nombres. ¿cómo
no recordar a Cayetano Ganghi? , aquel caudillo de origen italiano que ufano le decía a R. Sáenz Peña: "Roca
es un poroto a mi- lado. Tengo 2.500 libretas" 49 ; el
peculiar comerciante de libretas cívicas que sirvió a los
grandes de Buenos Aires desde E. :\·1itre hasta C. Pellegrini.50 Pequeñas escaramuzas de asimilación adaptadas
a las reglas del juego electoral que, no obstante, confir··· ⦅iャQ。セョ@
__・セ@ curioso trazado de dependencia entre el ァッ「・イセ@
·nante elector y los mediadores siempre dispuestos a
manipular el escaso número de ciudadanos inscriptos.
Ésta .escala descendente, que en. el vértice· u·oicaba a
los notables y en la base a los productores del sufrag10, ocupaba un -escenario al cual se incorporaban pocos ciu-.. ·
dadanos. La pai·ti!=ipación ele:ctoral parece,__ pues, un
téma. índispep.sal::ile para entender el" marco que rodeó
ias セョ・イァ■。ウ@
-violencia, engaño, picardía y comercioconcentradas en el ritual del fraude. ·
0
1- .; .
セ@
La participación electoral
Los inmigrantes no se naturalizaban_i pero tampoco
cesaba una corriente de población extranjera que se volcaba sobre nuestros puertos y cambiaba la composición
demográfica del país. Así, mientras la sociedad civil se
transformaba, el. mercado electoral no sufría cambios
a:riálogos. ?ar;::. G. Cermanr la situación era paradoja!:
''Dñ hecho esencial -pero rara ·vez reéordado en la actualidad- _es que durante- treinta o ·cuárenta años, las
persor!as ·nacidas en _el extranjero eran mucho más numerosas que las nacfoas en .el país. Si tenemos en cuenta los efectos de la doble concentración ...,-geográfica y
por edades- y observamos· cuál era la proporción de
extranjeros. en aquellas categorías - que más significado
セ・ョ@
para la· vida política (adultos; varones de más de
20 años), y en las zonas 'centrales' (capital y provincias
del litoral), descubrimos el hecho extraordinario de que
tal proporción alcanzaba entre el UPセ@
y el 70%. En
términos electorales esto significaba, por lo pronto, que
justamente donde ...p:-7;i_,yor importancia podía tener la
participación en el v"B-to, entre el 50 y el 70% de los
habitantes se hallaba al margen de su ejercicio legal. En
cifras absolutas, por ejemplo, en 1895, de los 216.000
habitantes varones de la ciudad de Buenos Aires, solamente 42.000 eran argentinos nativos (y los naturaliza-
-_...."-_:
:...
190
NATALIO R. BOTANA"
dos alcanzaban a menos del 2%). En esa misma fecha,
en las provincias litorales (.!Juenos Aire:s, Santa Fe:, !vfen·
doza, Córdobe., La Pampa, Entre Ríos), sobre 6.00.000.
varones adultos, 287.00Ü'podían eventualmente tener d.e·_
- recho al voto, como nativos. " 51
.¿cuántos habitantes se insertaban entonces corño
clien res de caudillos y de facciones セョ@ la vida electoral?
Veamos, a continuación, un cuadro descriptivo del número de sufragios que acarreaba la .producción de elecciones. Cifras provisorias registradas en· los cliarios ·de la
época, ·los resultados dectorales, pertenecientes exclusivamente a los clistritos de la Capital Federal y de la
Provincia de Buenos Aires, que aquí recopilamos, presentan el riesgo de la sobredimensión: en ellos, en efecto,
quedan contenidos los procedimientos del· fraude, con
las diversas variantes que evocábamos en el-párrafo anterior. No obstante, esta exploración, de carácter capitaljno y ..bonaerense, puede alumbrar un paisaje al que se
le ha prestado escasa atención.
.,7. · .
Entre 1880 y 1910 registramos en la Capital Federal :·.;
15 elecciones. En 1880, para elegir electores de ーイ・ウゥセ@
dente y vice, votaron 6.505 ciudadanos; esta será la
cifra más baja del período analizadó. 52 Dqs anos después -1882- eleéciones de diputados nacfonales:.. el'qúrnero de sufragios ascendió a 8.930. 53 En 1886 se votó
nuevamente para integrar la cámara baja: en· total 9.771
electores. 54 En 1891 las elecciones municipales y de
senadores arrojaron una participación de 9.421 y 9.975
votantes, respectivamente. ss En 189 2, las elecciones
para diputados nacionales superaron la barrera de los
10.000 votos con 13.305 sufrágios 56 ; pero dos meses
después esa cifra se redujo a 9.341 para designar electores de presidente· y vice.s 7 Luego habrá dos mom¡::ntos
ascendentes: para elegir diputados nacionales votaron,
en 1896, 12. 781 ciudadanos 5 ª; un número que se dupll-
._191
·c.ó en QXYセ@
」セ。ョ、ッ@
la a:signación de eleétore_s para.pre-:
si dente y VlCe arrastró 24.334 sufragios. 59
. _•
Al 、・ウーオョセ£イ@
el siglo, las elecciones .de diputados riaciqnales,_ en 1900, retrotrajer:on la participació-n_ electoral a 16. 777_ -votantes. 60 -En ヲセPR@
nuevo Nイ・ーセエ@
_
Q NL⦅セ@
....'..18.268 sufragios en los ·cornici.os paia jゥNーオエ。、ッウV
que se acentuó en 1904' -27.856 ·sufragios para designar
y vice 62 - hasta alcanzar el pico
electores de ーイ・ウゥ、ョエセ@
más alto en las elecciones legislativa.S de 1906 cuando
concurrieron a las urnas 31.957 ciudadanos. 63 Después,
las elecciones de 1908 (diputados nacionáles). y de 1910
(electores de presidente· y vice) tradujeron una tendencia hacia la baja con una participación que arrojó
26.853 y RTセ@ 732 sufragios. 64
EL ORDEN CONSERVADOR
'
J
·1
1
.1
:l·11
Cuadro N9 5
PARTICIPACION ELECTORAL EN ,LA CAPITAL FEDERAL
1880-1910 · Cifras absolutas
,"!"
jセ@ セNo@
1
:::¡
20.000 ·1
15.000
10.000
is.so 1aa2 1886 1as1
1a92 · 1a96 1cse 19CO 1so2 19Q-.i 1i:ce l!?'"'....e' 1910
196
Cuadro N" 8
ELECCIONES NACIONALES DE ELECTORES DE PRESIDENTE
Y V1CE-PRES1Df,NTE EN LA CA.PIT AL. FEDERAL 10-4-1898
Parroquia
Catedr.tl al Norte
Catedral al Sur
San Miguel
San Nicolás
Monserrat
Picdzd
Bal vm era al Norte
Balvcnera al Sur
San Cristóbal
Socorro
San Tdmo
Concepción
Las Rc,-a;
Lista
ML"ta
Rad.\c:ilcs
.¡.99
143
430
200
1-029
1.930
119
110
223
87
1.25 §-.
!Santa Lucía
San Juan Ev.
Pilar
Bel grano
San Bernardo
San Carlos
Flores
Vélcz Sarsficld
Carmen
2.023
2-470
295
986
1.336
929
2.019
1.199
706
391
1.491
457
287
275
821
TOTAL
21-171
50
---".727
72
18
20
' 2'!:2
8
363
531
181
25.
1
174
104
· sí, el carácter canónico del comicio coincidió con un
descenso en la participación _electoral. 68
Li'. ciudad de Buenos Aires _resistía, pues, fáciles encasillamientos en- materia de participación y competencia
electoral. Scrn.ejantes observaciones merece la Provincia,
_si los trazos del anilisis electoral tienen vir-tud suficiente
para resaltar clifere'ncias entre las elecc;:iones nacionales y
las elecciones provinciales. La distinción no es arbitraria;
porque una significativa carac1erístíca de' este distrito
traduce el hecho de una notable expansión electoral durante la década del noventa, acotada por una participación más restringida -en todo caso más estable- en las
elecciones nacionales.
Cuadro nセ@
9
PARTICIPACION ELECíORAL EN LA PROYlliCIA DE
BUENOS ,'.!RES EN ELECCIONES
PROV1NCi.ALES Y NACIONALES, 1890-1910
26
SVセ@
15
3.032
19.7
EL 03.DEN CONSERVADOR
NATAL!O R. BOTANA.
100
Fuente: La Nación, 11-4-1898.
Y dos años 、・セオ←ウL@
en 1900, esta pauta no competitiva se consolidó en las elecciones para renovar los integrantes de la cámara baja, aunque en aquel momento,
Año
1890
1892
1894
1896
""!:89 8
Í900
1901
1904
1908
1910
Ekccioncs Prov.
·Elecciones n。セッ@
na.les
セ@
41.24 7 (Gobernador)
25-415 (Electores de Pres. y Vice)
45.474 (Gobernador)
83.000 HgッN「」ュ。、セI@
31.37.0 (Diputados·N-acionaks)·
33.209 (Electores de Pres. y Vice)
36.384 (Diputados Nacionales)
91-409 (Gob,·-:nador)
42.519 (Electores de Pres. y Vice)
_36.982 (Diputados Nacio!'...ales)
33.628 (Electores de Pres. y Vice)
Fuentes: Para las clccdoocs provinciales: O. Cornblit, "La o¡;.:::ión conservadora en b. política argentina", en Desarrollo Eca1.'.imico,
Vol 14, N:' 55, enero-marzo 1975, p. 635. Para las clc.. セゥッョ・[@
nacionales: El Nacional, 11 y 12-IV-1892; La Nación. 9-III·
1896; La Nación. ll-IV-1898; La Nación, ll-III-1900; .La Nación, l 1-IV-19G4; La Nación. 9-llI-1908; La Nación. l ul-1910.
-:_i-
-: .••0:''_;,
ᄋGM[セNL@
1S8
NATALrüR. BOTANA-·
o「ウセイカ・@
el salto de ·-los comicios para elegir gobernador entre los.-años 1894 y-1901,::la participación electoral, en efecto, se duplicó en siete años, una circunstancia ausente en. las_ ele_cciones nadonales que, .Pº!-". el
contrario, :envolvíeron. un núm¿ro ae_votantes rñás r&;,;;u.-:
cido, corí oscila_ciones- meJél.OS pronunci¡fdas; ubicado en
tomo de los 32.000 y. 37.000 sufragios (con-las excepciones, claro está, de las elecciones de 1892, que registraron la participación. más baja, y de los comicios de
1904 que produjeron la participación más alta).
La diferencia entre lós· dos- tipos de elección puede
aportar argumentos favorables a la hipótesis que subraya
la relación ¡::rosítiva entre elecciones competitivas y alta
participación. En los comicios provinciales de 1894 y de
1898 intervinieron en_ el juego electoral tres partidos
políticos (autonomistas, cívicos niitristas y radicales) con
resultados variables que hicieron de las Juntas de Electores de la provincia un recinto dotado de una autonomía negociadora más vigorosa que la que se podía
advertir en las Juntas N acionafrs. 69
セ@
Otro es el registro de participación en las elecciones
nacionales: mientras en 1894 votaron 45.474 ciudadanos. para eiegir gobernador, esa cifra se redujo dos años
antes a 25. 000 sufragios para elegir presidente y vice y
apenas trepó a los 31.000 dos años después para designar diputados nacioná.les. ¿y qué decir de las· elecciones
de 1898 cuando los 83.000 votos que disputaron el
comicio provincial. descendieron por una ladera abrupta
hasta los 33.000 para elegir presidente y vice? No menos significativa es la pareja de elecciones que tuvieron
lugar en el novecientos cuya comparación establece brechas tan acentuadas como en la anterior.
Cabe subrayar, entonces, que la participación electoral en la provincia de Buenos Aires circulaba a través de
una doble vía mecliante la coexistencia simultánea de·
---_
J-
j
1
J
1
·1
EL ORDEN CONSERVAD.OR
199
comicios cerrados y abiertos, según fuera ・セᄋッ「ェエ@
ná-· cional o provincial de la elección. Las dos caras del
sufragio 「ッョ。・セウ@
que-da.ri reflejadas en los porcentajes
· .. d_e participación_ electoral d!! acuerdo con_la población
de 126.250 habitantes en concliciones de- hacer1o; que
regi;tró el Ceñso de 1895: mientras en 1894 los comi-cios. provinciales arrojan un porcentaj セ@ del 36 セ@ •• en las
elecciones nacionales de 1892 y 1896 esa relación desciende al 21 'Yo y al 25% respectivamente. Más fuerte es
el contraste de 1898: 66'/o de participación para elegir
g?bernador; 26% para designar electores· de presidente y
vice.
Estos porcentajes de participación toman en cuenta el
total de los sufragios efectivos de toda la provincia en
cada una de las elecciones. S·ij'en cambio, el lector tiene
paciencia para conceder una. última exploración a través
de este universo de cifras, la desagregación de los resultados por departamentos púede <l:e;sentrañar otra hipótesis t<plicativa. ¿En ·qué lugar votaban más ciudadanos? ¿En aqúella5_ secciones populosas o en los departamentos m·enos pohlados?.'
La provincia de Buenos-Aires, lo sabemos, estaba cliviclig.a en más de un centenar de departamentos. Según.
dalos ..disponibles, ·en las elecciones ·nacionales de 1896
. ,. , _ (diputados n<l;cionales) y de 1898 (electores de presidente y vice) los departamentos pueden clasificarse en cuatro categorías de acuerdo con el tamaño de la población
en concliciones de votar; a saber: departamentos con
más de 3.000 habitantes; departamento.s con una población situada entre 3.000 y 2.000 habitantes; departamentos con una población ubicada entre 2.000 y 1.000
habitantes; y departamentos·con meno's de 1.000 habitantes. El grueso de la población se concentraba· en !as .
dos últimas categorías, la de los departamentos chicos,
que representaban el 60% del total. 7º
..::.
1 -·
202
EL ORDEN CONSERVADOR
NATALrO R .. B_OTANA
junto de preguntas que permanecerán sin respuesta.
Así, pues, la .clase gobernante prac.ticaba elecciones.
Sus miembros se enfrentaban y se dividían. entre la recrjminaci6n. y-el cbnflicto.c·Pese a ello, por. extraño .que
parezca, se- aferraban a c;::iertos ritos forma!es, conservaban la fachada y seguían produciendo el sufragio. Unos
justificabañ las cosas y hasta se -encogían de hombros:
"Jamás he entendido el ideal de las elecciones -le _escribía Eduardo_ Wilde a Juárez Celman-. Nunca las ha
habido, no. fas hay ni las habrá jamás; -entre ºotras causas, por ser lo mismo exactamente que las haya o no las
haya ... " 71 Wilde no entendía ni quería el sufragio; pe·
ro a los tropezones, cargado de errores y de imperfecciones, el sistema persistía. Los justific:;.rL•res lo conservaban y al obrar de esta- manera mantenían en pie una
contradicción ya develada por-quienes impugnaban el.
régimen y que otros, inmersos en los arreglos de las
"situacianc:S electorales", no tardarían en descubrir. Fiscomportami_énto
cales de la falsedad que N、」Z。ョエ「L⦅セュ@
juzgado corno erróneo, los reformadores ィ。「イ£ョセ@
iniciar,
entre viejos e inéditos conflictos y una ·sociedad irremediablemente transformada, la marcha hacia el ocaso de
una clase gobemant_e. - ';<;;
NOTAS
--
セᄋ@
.<
203
l Consultir al respecto, Sheldon S. Wolin. Politics and Vls:on.
Contfr::iity and lnnouatian in Western· Political Thought. Boston, LíttJe,
_Brown and Compar:iy, 1960, sobre.todo .dD.píturo 10: Thc Age Of Orgaar Poli tic,_ .Hay. traducciéin .sasteUana por:
nízatio_n ..and _thc lNZセャゥュ。エッョᄋ@
Amorrortu. B,_ As.
_
»i i:.1 A」セエ。イ@
debe prc:<:avctsc acr carácter pro.visorio de! cuadro que sigue.
Es una aproximación que: ヲ」ウオMセ・L@
con menos personajes y cargos ゥョウエhオセ@
cionaics, d modo como los mismos actores definían al "notable dd régimen" y d método de selección propuesto o practicado en las "Conieren,
cias de Notáblcs". En 1884, por ejemplo,' Juan A. García propuso que d
sucesor de Roca fuera elegido por una convención de notables "compucst.'.l
de todos los ciudadanos que_ son o han sido 、・セ@
1862 senadores o
diputados al Congreso Nacional". C:!rta reproducida en Tribuna,
24-6-1903, citado por C. R. Mela, "La campaña presidencial de
1885-1886", en Los Partidos Políticos Argentinos., p. 243. En 1890. R..
Sácnz Peña sugirió organizar una convención electoral autonomista intcgr:.:da
por Presidentes y Vices, 1'.linistros Nacionales, Gobernadores )' 1'1inist.::;• .;e
provincias, Senadores y Diputados Nacionales y miembros de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación. (Ver C. R. Mdo, "Li terminación del
segundo período presidencial del Gral. Julio A. Roca y la elección de <u
sucesor", c:n Los Partidc>s Políticos Argentir.os, p. 288.) La Convención de
Notables de 1904, la única que se realizó, invitó a formar parts de., ella. a
las siguientes ":=!ases": ex Presidentes y Vio:s, ex rn.inistros naáonaks. e:-::
rrúrústros de la Suprema Corte y ex jueces federales, ex ministros plenipotenciarios, ex senadores y diputaci'os nacionak5;· ex convencionales constituyentes, ex gobernadores, g」ョ・イ。ャウNセゥZIァ⦅、@
y Comodoros arriba dd
Ejército y de la Armada, arzobispos, obispos y auxiliares; rccton:s, ex
rectores, académicos y prnfcsores titulares de Universidades Nacionales;
Sociedades Rw-a.les y presidentes y din:ctores de centros comerciales e
-,4:dustriales (Ver C. M. ·Mdo, idem, p. 290). Esto en lo que se refiere a la
s:leccion del univt:rso de actores. Por otra parte, para elaborar el Cuadro
se utilizaron las mismas fuentes que figuran en los Cuadros N:' 5 y N? 7 dcl
Capítulo IV y en los Cuadros N:' 4, N:' 5 y N:' 6 (cuyas fuentes se regútran
en la nota N? 21) dd Capítulo V. Como podrá advertirse, d Cuadro en
cuestión estratifica la clase gobernante sobre una dimensión única: la :u:umui.ación de cargos. En rigor, una imagen más rc:prt:sentativa 、セ「\Zイ■。@
tomar
en cuenta otras dimensiones. ya expuestl.5 en este trabajo, como critrrio
de· ponderaoón; tal seria el caso de la dimensión temporal aplic::!da al
desempeño de los cargos. A ella hemos hecho referencia cuando tratamos
los conceptos de senadores predominantes y de rrúnistros predominantes.
"Otro critcri9 de ponderación, susceptible de ser apliéado, es el ejercicio de
la pres(dencía en ambas Cámaras del Congreso Nacional. El asunto mcn:cc
un párrafo no sólo por la importancia de las presidencias de los cuerpos
legislativos, sino por d sistema de sucesión para el caso de la acefalía dd
セM
200
¡:-
- NATALIO R. BOTANA
Pues· bien: la media de participación, sumados los
porcentajes de cada ·uno de los departamentos por categorías de clasificación; pemüte comprobar un fenómeno
_que .se resume. .er: la -siguiente· sentericia:· a más po1:Jla-.
\ セ￳￱@
mellar participació-n; y aJa ゥョカ・イウ。セ@
menor ーッᄃNA。セ@
L,0ón .mayor partícir-ación electoral. · · ·
.
· ·
.
8;; セ@
.
Cuadro nセ@
10
PARTICIPACION ELECTORAL EN LA PROVINCIA DE
BUENOS AIRES SEGUN DEPARTAMENTOS CLASIFICADOS
DE ACUERDO.CON SU POBLACION EN
CONDICIONES DE VOTAR. ELECCIONES NACIONALES
1896 y-1898
Cb;,-,; de departamentos
· =¡;:U1 población
com.liciouo de vc:.ar.
Participación
Ekctoral 18 9 6
Participación
Electoral 1898
;>,:!á.s de 3.000 h
Entre 3.000 y 2.000 h
Entre 2.000 y 1.000 h
Menos de 1.000 h
19 º/o
23 %
33 %
45 %
20 º',,,
26 %
32 %
46 %
=
·-·-·---···
Fuente:
r.
Jc.-
C:icopardo, ?.L C.; Rep-j/;/íca Argentina. - Cambios en íos /j.
m:tes nacior..aies, prouinc:ales ,y departamentales a través del
· Censo Nadonc:.i de Población.. D.T. N'; 4 (. I.T.D.T.C.LS., 1967.
La Nación, .9-3-1896 (para las elecciones de 1896). La Nación,
11-4-1898 (para las elecciones de 1898).
Las conclusiones que arroja la lectura del cuadro y
la sentencia precedente no tienen, se comprende; validez
-;;¡eneral; 3.penas resultan del análisis de dos elecciones
nacionales. Quedan en pie, sin embargo, algunos interrogantes que enlazan el análisis de. la participación electoral con descripciones previas acerca del fraude y de la
ma.ii.ip,ulació'n del sufragio. ¿Qué decir de esta tendencia
a la participación más numerosa en los departamentos
poco poblados? Hay casos particulares donde el ejercí-
Zセ@
-'
i
.i
EL ORDEN CONSERVADOR
..
201
c10 electoral セオ「ᄀ■。@
casi el total de los'" 」ゥオ、。ョ⦅セM
aptospara ejercer el voto. El departamento .de Pila, por ejemplo, ·con.taba con 634 habitantes, en esas con.diciones:
. en _1896 セオヲイ。ァッョ@
620 (el 97. 7%)·; en _1898,_ 593 (el
93,.::i%). En el 96 se enfrentaron cívicos· nacionales··\'
rad.ícalc°s con autonomistas_: los 620 votos del depare;.
mento fueron a parar, Íntegros, a manos de los cívicos
ョセ」ゥッ。ャ・ウ[@
En otras secciones, en 」。ュ「ゥセL@
la competen·
c1a fue mas pronunciada. .
.
Llvfayor identificación del ciudadano con la política a
medida que el espacio de participación se 。」ャセゥ@
y las
relaciones cara a cara se vuelcan sobre la arena públic:;
de· estos pequeños municipios? Viejas utopías que ha·
brían retemplado el ánimo de alru-n "rousseauriiano"
.
.
"
proclive a valorar los pequeños grnpos, afincados en co·
munidades agrícolas, qL:e no soportan, todavía, la me·
dí ación corruptora d セ@ セLケ[@ ァイ。セ、・@
números y de la urbaョゥコ⦅セ」￳N@
l\.fás cjue uná hipotesis, el argumento es casi el
._rl.észderatum de üna teoría y de un modo de comprend.er la ーッャ■エゥセ。N@
Pero en tierras bonaerenses la contrapartida que presenta una realidad más socarrona -en todo
caso menos exultante acc: MセゥN@ de la bondad del contexrn
que favorece_ la plena expresión de la soberanía popu·
lar- llamaría la atención, una vez ·más, a propósito del
p<J.pel de los mediadores; de los c-a.udillos que volcaban
padrones, de los. comités que .)rganizaban la repetición
、セャ@
v_oto; del cont:ol,. en suma, que una red caciquil
podria e3ercer con resuelta efectividad so.bien⦅Aセウエ。ャ、@
b.re .pegueñas ーッ「ャ。」ゥセアオコ£@
dispersas dentro _de los
limites departamentales. Es posíble que la· verdad de
este juego interpretativo esté en al¡:runa frontera donde
. "
con fl uyan ambos argumentos. Ciertamente,
las parcelc.s
que este análisis pretende abonar no '·permiten ambiciosas conclusiones. Como también la ausencia visible del
resto del país, en esta sucinta descripción, abre un _con-
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