Subido por miguelinajusto

El verso se hizo padre

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EL VERSO
SE HIZO
PADRE
ANTOLOGÍA POÉTICA
MIGUELINA JUSTO
COMPILADORA
A todos los hijos que
aprendieron a ser padres.
EL VERSO SE HIZO PADRE
Primera edición 2023 (versión digital)
978-9945-18-979-7
Miguelina Justo
Compiladora
Jochi Muñoz
Corrección de estilo
Gabriela Vargas
Diagramación
ÍNDICE
Prólogo …………………………………………………………………………… 4
Antonio Lussich ……………………………………………………………. 6
- Mi querido Milton
José Martí ………….…………………………………………………………. 7
- Mi Caballero
- Príncipe Enano
Vicente Huidobro ………………………………………………………… 10
- Hija
- El poema para mi hija
Domingo Segundo Moreno Jimenes ……………….…………… 12
- Poema de la hija reintegrada
Luis Hernández Alfonso ………………………………………………. 18
- Yo quiero irme contigo
Miguel Hernández …………………….……………………………...…. 19
- A mi hijo
- Nanas de la cebolla
Ernesto Mejía Sánchez …………………………………………..…... 24
- Hija…
José Agustín Goytisolo …………………………………………..…... 25
- Palabras para Julia
Juan Gelman …………………………………………………………..…... 27
- XVII
- M.A
Jorge DeBravo ………………………………………………………..…... 29
- Hijos
Javier Sicilia …………………………………………………………..…... 30
- El mundo ya no es digno de la palabra
Fuente de imágenes ………………………………..……………..…... 31
Prólogo
el hijo será una roca
y el padre tan solo,
el color de la piedra…
Xavier Oquendo
Esta antología recopila textos de autores españoles e
hispanoamericanos, escritos en español, dispuestos en orden
cronológico de acuerdo al año de nacimiento de aquellos.
El proceso de búsqueda fue laborioso, pues, no se trataba de incluir
poemas que tuvieran como tema central la paternidad, sino, que
debían ser, como se indicó, escritos por padres para sus propios
hijos. Los mismos van acompañados de unos breves datos biográficos
de los autores, como además de algunos detalles sobre los
destinatarios y el contexto que rodea su escritura, para una mayor
comprensión de los mismos.
Con el firme deseo de no convertir esta selección en un libro de
libros, decidimos escoger uno o dos poemas por autor. Es importante
señalar que encontramos escritores que dedicaron múltiples textos a
sus hijos, como es el caso de José Martí, para su pequeño Ismaelito.
La alegría de la paternidad desborda al escritor cubano, quien
comunica en cada verso un tierno alborozo que solo conoce aquel
que ha amado lo indefenso. Otro tipo de ternura, esta vez amarga,
oscura, tiñó los numerosos poemas que le dedicara Juan Gelman a su
hijo Marcelo, secuestrado y asesinado por la última dictadura militar
argentina. De ambos poetas nos costó la selección de solo dos de sus
textos, y para solventarlo usamos el criterio que acompaña a un niño
frente al mostrador de helados.
Algo que nos resultó inesperado fue percatarnos que la mayoría de
estos versos brotaron por la muerte. Son el grito de dolor ante la
pérdida de un hijo. Del padre que llora el adiós de quien debía
acariciar sus cabellos, cuando el ocaso los vistiera de cal y nieve.
Otros textos, en cambio, hablan de un hombre que descubre en su
vástago una razón para la esperanza, motivo y razón para vivir. Y los
hay, que presentan la imagen de un padre que busca guiar, inspirar y
alentar. Sin dudas que la poesía sigue siendo, pues, un canal para que
lo inefable sea expresado con las palabras precisas que recorren, no
solo el territorio habitado por la ausencia, sino, también, por la vida.
4
Sirvan estos poemas para mostrarnos al hombre como un ser
humano; como alguien sensible capaz de cuidar, de sufrir y de
anhelar. Conviene que la sociedad rescate el rostro de este hombre
completo, cuya fuerza está al servicio del amor, y que contempla con
ternura los ojos de estrella de ese pequeño que crece en sus brazos.
Y que luego, lo empuja, le permite corretear sin descanso, lo corrige
cuando yerra, lo alienta cuando desespera y lo limita para que sea
libre. De este amor hablan estos versos.
Miguelina Justo
5
Antonio Lussich (1848-1828), escritor,
arborista,
político
revolucionario
y
empresario
marítimo,
nacido
en
Montevideo, Uruguay. Su obra se enmarca
en la literatura gauchesca, que destaca la
forma de vida del hombre sencillo de
campo.
En 1879 contrajo matrimonio con Ángela
Portillo, con quien procreó ocho hijas y un
hijo. Este último, Milton Antonio, murió en
un accidente aéreo a la edad de 21 años.
Lussich le dedicó este sentido acróstico:
Milton querido, soñé que te veía
y que me abrazabas con filial ternura,
Levantando la niebla de amargura
Terrible que tanto me afligía
Olvide del dolor la saña impía.
Nutriéndome la fe de siempre verte.
¡Alegre y arrogante, noble y fuerte
Nadando entre placeres juveniles!
¡Todo fue una ilusión! ¡Sueños febriles...!
¡Oh destino cruel! ¡Que airada muerte!
¡No te veré ya más hijo adorado!
¡Infausta suerte que tronchó tu vida!
¡Obstruyendo falaz y maldecido
La senda de tus goces del pasado!
¡Umbrío y triste, como tu antro helado
Será mi porvenir eternamente!
¡Seguirán en mi alma y en mi mente
Incrustados tu imagen y tu ausencia!
Concluirán cuando vuele mi existencia
Hasta ti… ¡abrazado para siempre!
6
José Martí (1853-1895), destacado escritor
y político cubano. Se le considera uno de
los precursores del modernismo literario
hispanoamericano.
Contrajo matrimonio, en 1876, con Carmen
Zayas Bazán, con quien procreó su único
hijo: José Francisco, apodado Ismaelillo, a
quien le dedicó numerosos poemas.
El poeta fue una figura de primer orden en
el movimiento revolucionario que logró la
independencia de su país. Murió en
combate.
Mi caballero
Por los mañanas
mi pequeñuelo
me despertaba
con un gran beso.
Puesto a horcajadas
sobre mi pecho,
bridas forjaba
con mis cabellos.
Ebrio él de gozo,
de gozo yo ebrio,
me espoleaba
mi caballero:
¡Qué suave espuela
sus dos pies frescos!;
¡Cómo reía
mi jinetuelo!
Y yo besaba
sus pies pequeños,
¡Dos pies que caben
en solo un beso!
7
José Martí
Príncipe enano
Para un príncipe enano
Se hace esta fiesta.
Tiene guedejas rubias,
Blandas guedejas;
Por sobre el hombro blanco
Luengas le cuelgan.
Sus dos ojos parecen
Estrellas negras:
¡Vuelan, brillan, palpitan,
Relampaguean!
Él para mí es corona,
Almohada, espuela,
Mi mano, que así embrida
Potros y hienas,
Va, mansa y obediente,
Donde él la lleva.
Si el ceño frunce, temo;
Si se me queja,
Cual de mujer, mi rostro
Nieve se trueca;
Su sangre, pues, anima
Mis flacas venas:
¡Con su gozo mi sangre
Se hincha, o se seca!
Para un príncipe enano
Se hace esta fiesta.
¡Venga mi caballero
Por esta senda!
¡Éntrese mi tirano
Por esta cueva!
Tal es, cuando a mis ojos
Su imagen llega,
Cual si en lóbrego antro
Pálida estrella,
Con fulgores de ópalo,
8
José Martí
Todo vistiera.
A su paso la sombra
Matices muestra,
Como al sol que las hiere
Las nubes negras.
¡Heme ya, puesto en armas,
En la pelea!
Quiere el príncipe enano
Que a luchar vuelva:
¡Él para mí es corona,
Almohada, espuela!
Y como el sol, quebrando
Las nubes negras,
En banda de colores
La sombra trueca,—
Él, al tocarla, borda
En la onda espesa,
Mi banda de batalla
Roja y violeta.
¿Conque mi dueño quiere
Que a vivir vuelva?
¡Venga mi caballero
Por esta senda!
¡Éntrese mi tirano
Por esta cueva!
¡Déjeme que la vida
A él, a él ofrezca!
Para un príncipe enano
Se hace esta fiesta.
9
Vicente
Huidobro
(1893-1948),
destacadísimo escritor chileno, fundador
del creacionismo. Se inició en la poesía
gracias a la influencia de su madre, María
Luisa Fernández. Fueron sus hijos
Manuela, Carmen, Vicente, María Luisa y
Raquel.
Hija
Tengo tu rostro entre las manos
oh aire dulce retrato de aire
anillo del mundo y del pasado
tu rostro de silencio
rostro de lámpara tierna
con qué facilidad te formas en mis ojos
como vuelves alegrando la negrura.
Miseria del recuerdo
en el umbral del frío la selva se hace sueño
se desprenden las hojas
se mueren las miradas gota a gota.
10
Vicente Huidobro
Del poemario La gruta del silencio:
El poema para mi hija
Hija, tú que eres un retoño de mi vida
Tú que eres una continuación de mí mismo,
De mi silencio i de mi melancolía;
Tú que tienes la dulzura de lirio
De tu madre, mírame largamente
Con tus ojitos llenos de alborada,
Llenos de una tristeza que se presiente
Porque el talento es una gran desgracia.
¿Qué quieres que te diga
Cuando abres el interrogativo de tu mirada?
¿Quieres saber algo de tu vida
I por qué de repente te has encontrado aquí?
Tú eres una refundición de ella i de mí,
Tú eres el retrato i la firma de nuestro amor,
Tú tienes de los dos:
Tienes de mi tristeza meditativa
I de la fuente clara de su sonrisa.
11
Domingo Segundo Moreno Jimenes
(1894-1986), fue un escritor dominicano,
fundador y líder del movimiento literario
dominicano conocido como postumismo.
Escribe, en 1934, Poema de la hija
reintegrada, en memoria de su hija, María
Josefa Jimenes, quien muere a los pocos
meses de haber nacido.
Poema de la hija reintegrada
Agonía
I
Hija, yo no sé qué decirte si la muerte es buena
o si la vida es amarga;
sólo te aconsejo que despiertes, adulta de
comprensión más que tu Padre!
II
Hija, ya no habrá oriente ni poniente para tu porvenir:
una sábana blanca serán tus días,
una sábana blanca será tu pasado
y tu recuerdo una estrella que frente a frente
me iluminará el porvenir!
III
No sé por qué tu agotamiento
me trae una recóndita dicha anegada de lágrimas,
que me hace auscultar el corazón de la tarde.
IV
Tu infancia y tu silencio me parecen hermanos.
12
Domingo Segundo Moreno
V
Hija, hazme tomar la resolución de los otros:
vuelve mi proa añicos
y mi voluntad una piragua;
que nada sea mío desde hoy, que no quiera
poseer nada mañana;
desnudo de bienes y desnudo de virtudes hazme;
sin egoísmo de lealtades y sin egoísmo de pureza;
hazme entero el milagro de darme todo a los elementos,
como si fuera en sustanciación un ser increado!…
VI
Tu vida fue microscópica, pero grande;
el segundo de tu existir, eterno!
VII
Hija, cuántas nubes,
cuántos pájaros,
cuántos horizontes insospechados me abre
en el amanecer tu ruta!
VIII
Hija mía, para ti la mañana no será clara ni fresca;
verás envuelta el alba en la noche,
y las cosas de mayor transparencia
tomarán ante tus ojos la actitud de un largo crepúsculo.
IX
En este mundo donde sólo se premia la
capacidad de fingir mejor,
era justo que llegaras, y después de breves instantes,
ya estuvieras confundida con la cal y con la
mariposa, con el carbón y con la piedra.
X
¡Cómo me alivianas la sombra, al advertir
desde que te dormiste que en mi
derredor todo es sombra!
13
Domingo Segundo Moreno
XI
¡Oh tú, que me enseñaste desde que naciste
a ver la vida con ojo más sabio
y a la humanidad con ojo más triste!
Triste, triste; ¿y no es acaso la suprema alegría
de los seres mudables el ser tristes?
Triste fue la faz de la tierra cuando se
desperezó el primer hombre!
Triste tiene que quedar la tierra cuando se
desentuma en su regazo el último hombre!
XII
¡Oh, tú, que desde que naciste pude decir:
boleta de la tumba
Oh, tú, que ya crecida pude decir, por tu desvalidez,
la preferida mía.
XIII
Por ti quise cambiar y que la fortuna me sonriera;
por ti no cambié
y la fortuna no me sonreirá nunca!
XIV
Hija, cada vez que examino tu vida
me doy cuenta que tú eres como mi vida:
una sombra entre dos crepúsculos!
XV
Iba a decir entre dos agotadoras auroras
y ya ves, reincindí, sin querer, entre dos crepúsculos!
XVI
¿Por qué tan pura, tan casta y tan leve, te
debas parecer al crepúsculo?
XVII
Olvidaba que toda adjetivación es cruel y ruda:
Dios dio desnudo a los hombres el verbo,
y del lenguaje, sólo debe quedar desnudo el verbo!
14
Domingo Segundo Moreno
XVIII
Toda filigrana de síntesis es una profanación
¿verdad, hija mía?
Ya no te puedo buscar sin parcializaciones,
sin atributo contingente:
¡serás en mi incompleto nombrar, sencillamente,
el vaho de las cosas!
XIX
No te puedo asir con una palabra,
y no debe extrañarte, recónditamente,
porque estás para mí más alta que la región
de las palabras!
XX
Y vuelvo a caer en las comparaciones.
¡Oh, hija, cuán subordinado estoy a la vida!
XXI
Miserable hombre que osa creer que
después de la sombra la vida es vida!
XXII
De imperfecciones se forman nuestras excelencias
y es toda la existencia del hombre un brazo tendido
hacia el turbio por qué de los enigmas!
XXIII
-Tiene el pulso demasiado débil,
pero este letargo no es la muerte-.
Su médico era mi propia almohada de cabecera
y yo quedé perplejo ante su callado
sufrimiento y la miseria de la vida!
XXIV
Si fuera bizco de pensamiento
y tuviera la boca siempre llena de mentidas palabras;
hija, iba a blasfemar por tu dolor… pero, ¡perdona!
15
Domingo Segundo Moreno
XXV
¡Compran caro el suelo donde colocan a los muertos,
y ellos son más dueños de la tierra que los
hombres que comercian con ellos!
XXVI
¡Al través de los milenios, los hombres son
puñados de tierra
que se deforman a su antojo!
XXVII
Hija, ya han venido a avisarme que tus pies están fríos.
Hija, resígnate a que lo blanco no sea blanco
y a que lo negro no sea negro.
XXVIII
Hija, cuán brilla el sol sobre el tamiz de los guayabos,
cómo se agiganta la nada sobre la soledad
de tu aposento,
cómo nace y renace la esperanza por entre
los ámbitos de la vida!
XXIX
Tibien la leche, terciada con agua,
para si mi chiquitina despierta.
Cuídemela hasta que se vuelva esperma como
capullo inmortal el cuidado.
Ella es carne de mi vida, flor de mi
pensamiento, cemento de mi alma.
XXX
(¡Eres, amada mía,
como flor del higüero joven,
como el azogue del crepúsculo,
como la diafanidad de la Naturaleza toda!).
16
Domingo Segundo Moreno
XXXI
No seas padre; sé Hombre,
sencillamente.
¡Gira tu vida a tu derredor
y que tu amor a una abstracta «Humanidad»
no te haga olvidar jamás de que eres Hombre!
17
Luis Hernández Alfonso (1901-1979),
escritor,
traductor
y
militante
revolucionario español.
Se dedicó,
además, al periodismo, a la investigación
histórica y al estudio de la lingüística. Fue
ganador del Premio Cervantes, en 1930.
Su
primogénita,
Lolita
Hernández
Rodríguez, muere en 1933, con apenas tres
años de edad. El poeta le dedica estos
sentidos versos:
Yo quiero irme contigo
A mi nenita muerta
Cuando la noche llega el dolor me domina.
Ya no tengo el consuelo de su voz cantarina.
Ya no tengo los besos de su boca risueña.
Ya no tengo sus risas. ¡Me dejó mi pequeña!
Me dejó. La recuerdo con angustia infinita
y mi memoria sangra y mi fé se marchita.
¡Hija, yo quiero irme contigo! ¡Quiero verte
y otra vez en mis brazos, jubiloso, tenerte!
¡Hija mía! Tesoro de mi vida azarosa…
Te arrebató la muerte, villana y tenebrosa
al claror impreciso de trágica alborada;
te arrebató despacio, cautelosa, taimada…
¡Hija..! Acude a mis ojos en raudales el llanto.
Me horroriza la noche; siento infinito espanto.
Arde mi rostro… sufro… me palpitan las sienes
y te llamo, te llamo… Pero tú ya no vienes.
Tú yaces en el sitio donde todo reposa
en el frío y oscuro recinto de tu fosa.
Tú, la que eras muñeca de divinos colores
a la tierra volviste bajo un montón de flores
y al cubrirse tu fosa, con la tierra que echaban
al enterrar tus restos mi alegría enterraban…
¡Nenita, mi nenita! Yo quiero irme contigo.
Vivir sin esperanza es el mayor castigo.
Nada en el mundo tengo que me aliente a vivir.
Yo quiero irme contigo, muñequita… morir.
18
Miguel Hernández (1910-1942), fue un
poeta
y
dramaturgo
español,
comprometido con las luchas sociales. En
1937 se casó con Josefina Manresa. El
primer hijo de la pareja, Manuel Ramón,
murió a los pocos meses de haber nacido.
El escritor le dedicó varios poemas, los
cuales están contenidos en su libro
Cancionero y romancero de ausencias,
publicado tras la muerte del autor.
A mi hijo
Te has negado a cerrar los ojos, muerto mío,
abiertos ante el cielo como dos golondrinas:
su color coronado de junios, ya es rocío
alejándose a ciertas regiones matutinas.
Hoy, que es un día como bajo la tierra, oscuro,
como bajo la tierra, lluvioso, despoblado,
con la humedad sin sol de mi cuerpo futuro,
como bajo la tierra quiero haberte enterrado.
Desde que tú eres muerto no alientan las mañanas,
al fuego arrebatadas de tus ojos solares:
precipitado octubre contra nuestras ventanas,
diste paso al otoño y anocheció los mares.
Te ha devorado el sol, rival único y hondo
y la remota sombra que te lanzó encendido;
te empuja luz abajo llevándote hasta el fondo,
tragándote; y es como si no hubieras nacido.
Diez meses en la luz, redondeando el cielo,
sol muerto, anochecido, sepultado, eclipsado.
Sin pasar por el día se marchitó tu pelo;
atardeció tu carne con el alba a un lado.
19
Miguel Hernández
El pájaro pregunta por ti, cuerpo al oriente,
carne naciente al alba y al júbilo precisa;
niño que sólo supo reír, tan largamente,
que sólo ciertas flores mueren con tu sonrisa.
Ausente, ausente, ausente como la golondrina,
ave estival que esquiva vivir al pie del hielo:
golondrina que a poco de abrir la pluma fina,
naufraga en las tijeras enemigas del vuelo.
Flor que no fue capaz de endurecer los dientes,
de llegar al más leve signo de la fiereza.
Vida como una hoja de labios incipientes,
hoja que se desliza cuando a sonar empieza.
Los consejos del mar de nada te han valido…
Vengo de dar a un tierno sol una puñalada,
de enterrar un pedazo de pan en el olvido,
de echar sobre unos ojos un puñado de nada.
Verde, rojo, moreno: verde, azul y dorado;
los latentes colores de la vida, los huertos,
el centro de las flores a tus pies destinado,
de oscuros negros tristes, de graves blancos yertos.
Mujer arrinconada: mira que ya es de día.
(¡Ay, ojos sin poniente por siempre en la alborada!)
Pero en tu vientre, pero en tus ojos, mujer mía,
la noche continúa cayendo desolada.
20
Miguel Hernández
El 4 de enero de 1939 nació su segundo hijo, Manuel Miguel.
Estando preso por sus ideas revolucionarias, durante la Guerra
Civil Española, recibió una carta donde su mujer le comentaba
sobre la difícil situación que atravesaban. Se alimentaban
precariamente solo con sopa hecha a base de cebolla. Como
respuesta, el entristecido padre escribió unos tiernos y sencillos
versos, que a seguidas se encuentran. La poesía era lo único
que les podía, entonces, ofrecer. Al poco tiempo, el poeta murió
en la cárcel, víctima de tuberculosis.
Nanas de la cebolla
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.
Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.
21
Miguel Hernández
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
22
Miguel Hernández
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
23
Ernesto Mejía Sánchez (1923-1985), fue un
escritor y catedrático nicaragüense,
profesor de la Universidad Nacional de
México. Propuso un nuevo género llamado
Prosema, que buscaba la expresión
artística mediante textos líricos escritos en
prosa, con un toque narrativo.
Escribió este poema para su retoño, Juana
de los Ángeles Mejía Marenco:
Hija…
A Juana, mi hija
Giras como la luna, criatura,
entre mis manos. Tan dulcemente
giras que la velocidad de la mirada
no eclipsa el yo pequeño que brilla
en tus pupilas; girasol de mi alma,
dulce mordisco rosa de mi entraña,
niña de mis ojos, fervor de carne
más querido, más antiguo, más alto
que tu misma inocencia. Espuma
de la dicha, brasa, chispa de amor
que siempre no quema y regocija.
Estoy al pie de la escalera, pero
tú no me ves. Me pierdo en tu mirada
como los polvillos de la luz. Brillo,
brillo por ti no más, y para ti,
heliotropo, sol cambiante, tornasola
mi alma, torna, sol, a mirarme.
24
José Agustín Goytisolo (1928-1999), fue un
poeta y traductor español. Se casó con
Asunción Carandell, con quien tuvo una
hija, Julia. Le puso este nombre en honor
de su madre, quien murió siendo él un
niño, durante el bombardeo de la ciudad
de Barcelona en 1938, durante la Guerra
Civil Española.
El poeta escribió el poema a continuación
para su hija.
El texto alcanzó gran
popularidad al ser musicalizado por el
cantautor español Paco Ibáñez.
Palabras para Julia
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
25
José Agustín Goytisol
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
26
Juan Gelman (1930 - 2014), renombrado
poeta, periodista, traductor y activista
político. Nació en Argentina e hizo de
México su hogar desde que fuera exiliado
durante la dictadura militar, iniciada en
1976.
Su vida quedó marcada por el secuestro y
la desaparición de su hijo y la búsqueda de
su nieta nacida en cautiverio, a quien
hallara en el año 2000.
Escribió el poemario Carta abierta, en
memoria de su hijo, Marcelo, del cual se
extraemos el siguiente fragmento:
XVII
no quiero otra noticia sino vos/
cualquiera otra es migajita donde
se muere de hambre la memoria/cava
para seguir buscándote/se vuelve
loca de oscuridad/fuega su perra/
arde a pedazos/mira tu mirar
ausente/espejo donde no me veo/
azogás esta sombra/crepitás/
sudo de frío cuando creo oír/
te/helado de amor yago en la mitad
mía de vos/no acabo de acabar/
es claramente entiendo que no entiendo
27
Juan Gelman
Del libro Valer la pena:
M.A.
Estas visitas que nos hacemos,
vos desde la muerte, yo
cerca de ahí, es la infancia que
pone un dedo sobre
el tiempo. ¿Por qué
al doblar una esquina encuentro
tu candor sorprendido?
¿El horror es una música extrema? ¿Las
casas de humo donde vivía
el fulgor que soñaste?
¿Tu soledad obediente
a leyes de fierro? La memoria
te trae a lo que nunca fuiste.
La muerte no comercia.
Tu saliva está fría y pesas
menos que mi deseo.
28
Jorge DeBravo (1938-1967), fue un poeta
nacido en Costa Rica, fundador del Círculo
de Poetas Turrialbeños. Se casó con
Margarita Salazar, con quien tuvo dos
hijos, Lucrecia y Raimundo, a quienes
dedica este poema:
Hijos
Por la hija que ríe estoy doliente,
Por el hijo que llora estoy en pena,
Porque los dos me han puesto la colmena
Del alma toda abierta y toda ardiente.
Porque los dos han hecho que ese diente
Con que la vida muerde y envenena,
Me clave más veneno entre la vena
Y me vuelva el espanto incandescente.
Porque los dos son chorros de esperanza.
Porque los dos me pedirán mañana
Un mendrugo de paz que no se alcanza.
Porque tendré que darles la campana
De la muerte, del odio y la venganza.
Y nutrirles la voz con sangre humana.
29
Javier Sicilia (1956-), poeta, narrador y
ensayista mexicano.
En 2011, luego del asesinato de su hijo, Juan
Francisco, escribe estos desgarrodres
versos, con los cuales se despide de la
poesía. El autor afirmó: “El mundo ya no es
digno de la palabra es mi último poema.
No puedo escribir más poesía… La poesía
ya no existe en mí”. No ha escrito textos
en este género desde entonces.
El mundo ya no es digno de la palabra
El mundo ya no es digno de la palabra
Nos la ahogaron adentro
Como te (asfixiaron),
Como te
desgarraron a ti los pulmones
Y el dolor no se me aparta
sólo queda un mundo
Por el silencio de los justos
Sólo por tu silencio y por mi silencio, Juanelo.
30
Fuentes de imágenes
Antonio Lussich ……………………………………………………………….. 6
Hoverfish. (2012). Antonio Lussich [Figura].
https://en.wikipedia.org/wiki/Antonio_Lussich#/media/File:
AntonioLussich.jpg. CC0.
José Martí ………….…………………………………………………………..... 7
Mikasa. (2013). José Martí retrato más conocido Jamaica 1892 [Figura].
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Jos%C3%A9_Mart%
C3%AD_retrato_m%C3%A1s_conocido_Jamaica_1892.jpg. CC0.
Vicente Huidobro ……………………………………………………….…… 10
Rec79. (2020). Vicente huidobro [Figura].
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Jos%C3%A9_Mart%
C3%AD_retrato_m%C3%A1s_conocido_Jamaica_1892.jpg. CC0.
Domingo Segundo Moreno Jimenes ……………….…………….… 12
Inefable001. (2010). Moreno Jimenes [Figura].
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:MorenoJimenes.jpg.
CC0.
Luis Hernández Alfonso …………………………………………….……. 18
Los Hernández. (2016). Luis Hernández Alfonso [Figura].
https://loshernandez.wordpress.com/luis-hernandez-alfonsobunol-1901-madrid-1979/. CC BY-SA.
Miguel Hernández …………………….………………………………….…. 19
MiguelAlanCS. (2019). Miguel Hernández [Figura].
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Miguel_hernandez.j
pg. CC.
31
Ernesto Mejía Sánchez …………………………………………..……….. 24
Revista Altazor. (2022). Ernesto Mejía Sánchez [Figura].
https://www.revistaaltazor.cl/ernesto-mejia-sanchez/. CC
BY-SA.
José Agustín Goytisolo …………………………………………..……….. 25
Lecturia : Biblioteca De Relatos. (2021). José Agustín Goytisolo: Palabras
para Julia [Figura].
https://lecturia.org/poesia/jose-agustin-goytisolo-palabras-pa
ra-julia/5658/. CC BY-SA.
Juan Gelman ……………………………………………………………….…... 27
Magazelka. (2012). Juan Gelman [Figura].
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Juan_Gelman.jpg. CC.
Jorge DeBravo …………………………………………………………….…... 29
Alvarado, J. (2021). 150. Poesía Costarricense. Jorge Debravo [Figura].
https://www.nuevayorkpoetryreview.com/Nueva-york-PoetryReview-2906-150-poesia-costarricense-jorge-debravo. CC
BY-SA.
Javier Sicilia ……………………………………………………………….…... 30
Flickr. (2013). Javier Sicilia Caravana USA [Figura].
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Javier_Sicilia_Carav
ana_USA.jpg. CC.
32
En caso de conocer algún otro poema escrito por un padre para su hijo,
favor enviarlo al correo electrónico [email protected]. Podría
ser incluido en una futura edición de esta antología. Es importante
tomar en cuenta que el poema debe haber sido escrito en español, por
un artista de Hispanoamérica.
¡Gracias!
33
Esta obra no debe ser objeto de venta o de ninguna transacción a título
oneroso. Su publicación no tiene fines de lucro directos ni indirectos.
Nuestro único deseo es compartir, desde el amor, el amor mismo.
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