Subido por Elaine Viera

Trastornos mentales

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‘‘Los trastornos mentales a lo largo de la vida’’
Autor: Viera García Jaquelin
Fecha: 13/11/2023
Fecha de entrega: 17/11/2023
UASLP
UAMRA
Coordinación Académica Región Altiplano
Grupo: 2
Semestre: 3
Índice
➢ Resumen………………… pag.3
➢ Introducción………………………………………. Pág. 3-4
➢ Desarrollo ……………………………………………Pág. 4-10
➢ Conclusiones ………………………………………...Pág. 10
➢ Referencias………………………………………Pág. 10-11
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Resumen:
Introducción:
Los trastornos mentales tienen un origen destacado hace cientos de décadas se han tenido creencias de que los
trastornos mentales se deben solo a las características particulares de cada persona más sin embargo los trastornos
mentales tienen su derivación a distintos factores como lo son fallas neurológicas, sucesos traumáticos vividos
por las personas tales como violencia, maltrato físico y emocional.
Objetivo: Dar a conocer el desarrollo de los trastornos mentales a lo largo de la vida, así como también el cómo
afectan a la sociedad en sus diferentes ámbitos.
Desarrollo: Los trastornos mentales que se destacaron con una mayor prevalencia son los trastornos depresivos,
de ansiedad, estrés postraumático, y trastornos asociados con el consumo de alcohol, drogas y otras sustancias
tóxicas para el cuerpo humano.
Conclusión: Se destaco de una manera significativa que los trastornos mentales se derivan más de eventos que
marcaron la infancia y dieron origen a estos, así como también que los trastornos que con más frecuencia se
desarrollan en la población son los trastornos depresivos siendo que se estima que a lo largo de la vida toda
persona pasa por un evento que lo lleva a dar origen a este trastorno.
Introducción
Los trastornos mentales tienen un origen de hace cientos de décadas más sin embargo no era de un carácter
informativo es decir que las personas que sufrían algún tipo de trastorno mental no le tomaban importancia a la
sintomatología y que tampoco se llevaba una atención medica asistida por tratamiento farmacológico o terapia
psicológica (Castro -de Diego, 2019).
Las creencias acerca de los trastornos mentales dieron origen a un modelo para realizar una encuesta y evaluar
las creencias acerca de los trastornos mentales esta encuesta se realizaba a los pacientes con un tipo de trastorno
mental, a su familia, y a los profesionales sanitarios de dicha forma que las creencias entre los pacientes y su
familia era parecidas, se destacó que las creencias de los profesionales algunas veces afecta las actitudes hacia los
pacientes ya que se tienen las creencias acerca de la peligrosidad de estos pacientes, la persistencia de dudas o
escepticismo sobre la posibilidad que hay de recuperación, la opinión que se tiene acerca de que estos pacientes
no deben de casarse o tener hijos y la presencia de prejuicios para la aceptación (Castro -de Diego, 2019).
Hoy en día se estima que los trastornos mentales derivan de algunas alteraciones en los neurotransmisores
cerebrales, anomalías genéticas o defectos en la estructura y función cerebral, se plantea que este marco teórico
facilita la comprensión de los problemas y mejora la visión y aceptación social de los pacientes con trastornos
mentales al reducir la carga de la responsabilidad y culpa de los afectados y mejora la actitud para la búsqueda de
apoyo y recuperación (Castro -de Diego, 2019).
En contraste con este punto de vista un importante número de investigaciones han puesto en evidencia que la
adaptación de un modelo de enfermedad o biomédico en salud mental está asociado a un incremento de la
autoculpabilización y el pesimismo hacia la recuperación por parte de los pacientes, así mismo como un
incremento también en la distancia social y la visión negativa de la población general hacia las personas con
trastornos mentales y una mayor inclinación hacia el tratamiento farmacológico frente a la psicoterapia (Castro de Diego, 2019).
De acuerdo con el estudio que se realizó por Levanthat y su equipo se ha tomado en cuenta que la enfermedad
está constituida por cinco dimensiones: Identidad- denominación o etiqueta de la enfermedad y los síntomas de
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esta, Causas- atribuciones que la persona considera dan origen a la enfermedad, Duración- percepción del tiempo
que la persona estima que tendrá su problema, Consecuencias- repercusiones originadas de la enfermedad,
Control- expectativas sobre el tratamiento y sobre el control que la persona tiene acerca de los síntomas de la
enfermedad (Castro -de Diego, 2019).
El objetivo de este ensayo es dar a conocer el desarrollo de los trastornos mentales a lo largo de la vida y como
afectan a la sociedad.
Desarrollo
Trastornos mentales en la infancia y la adolescencia
La salud mental es una parte importante de la salud en general tanto para los niños, adultos y adultos mayores, un
tratamiento temprano puede ayudar a prevenir problemas severos y con más duración a medida que el tiempo
pasa. La mitad de los trastornos mentales tienen la primera aparición antes de la edad adulta cuando la presencia
de un trastorno puede ser perjudicial para los hitos de desarrollo (Riquelme Pereira Náyade, 2020).
La mala salud mental está muy asociada con la violencia de pareja, hasta el abuso infantil y la violencia familiar,
se plantea según la evidencia que la adversidad psicosocial experimentada en la infancia incrementa el riesgo de
obtener pobres resultados en salud física y mental durante la misma como más adelante en la vida, se platea que
entre el 20 a 30 % de todos los inicios de un trastorno mental se asocia con la exposición al abuso en todos sus
tipos y a la disfunción familiar (Riquelme Perreira N, 2020).
Particularmente el abuso o amenaza y la negligencia o privación con un alto incremento al riesgo de depresión
posterior en la vida. Se define como víctima de maltrato y abandono a niños, niñas y adolescentes hasta los 18
años que sufren en ocasiones o habitualmente actos de violencia física, sexual o emocional, sea en el grupo
familiar o en las instituciones sociales dentro del círculo familiar se notan los siguientes tipos de maltrato: maltrato
físico- es toda aquella agresión que puede o no presentarse con una lesión física, producto de un castigo. Maltrato
emocional- es el hostigamiento verbal habitual por medio de insultos, criticas, descréditos, ridiculizaciones, así
como indiferencia y el rechazo explícito o implícito hacia el niño, niña o adolescente y también se incluye el
rechazo, el aislamiento, aterrorizar, a los niños o ignorarlos y corromperlos. Abandono o negligencia se refiere a
la falta de protección y cuidado mínimo por parte de aquellos que tienen el deber de hacerlo y las condiciones
para hacerlo, existe negligencia cuando los responsables de cubrir las necesidades básicas de los niños no lo
hacen. Abuso sexual- es toda aquella actividad sexual entre un adulto y un niño, niña o adolescente e incluye la
explotación sexual (Riquelme Perreira N, 2020).
También fuera del círculo familiar puede darse otros tipos de maltratos, como los niños que sufren de conflictos
armados o que viven en la calle, las diciplinas violentas o humillantes en instituciones, la explotación sexual y la
pornografía infantil. En Norteamérica aproximadamente la mitad de los niños y adultos han experimentado al
menos una experiencia infantil adversa, el 11% de los adultos informan haber sufrido abuso sexual cuando eran
niños, el 16% abuso físico y el 35% abuso emocional otros estudios han encontrado asociaciones muy fuertes y
consistentes con problemas de salud mental como depresión y trastornos de estrés postraumático hasta la edad
adulta (Riquelme Perreira N, 2020).
Se toma en cuenta que esta relación es debido al afecto de las ACE sobre el desarrollo cerebral y la desregulación
emocional en los puntos críticos del desarrollo, por ejemplo, el abuso emocional y la negligencia pueden alterar
significativamente el desarrollo de la recompensa cerebral y los sistemas de oxitocina en los niños, lo que origina
la falta de cuidados parentales en la generación posterior además del maltrato emocional sutil, debido a que los
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padres psicológicamente no están en disposición para los hijos, puede estar asociados con el apego deficiente,
problemas de conducta y dificultades académicas (Riquelme Perreira N, 2020).
De acuerdo con una investigación en el Reino Unido se estima que el maltrato infantil afecta a uno de cada 3
niños a nivel mundial y se constituye que el doble con riesgo de desarrollar una enfermedad mental. Investigadores
sudafricanos destacaron que el abuso emocional en adolescentes mujeres es predictor de la gravedad de los
síntomas de trastorno de estrés postraumático y depresión en conjunto o separado, planteando que puede existir
colinealidad con el abuso sexual ya que el abuso emocional comúnmente ocurre con este y otras formas de abuso
y negligencia (Riquelme Perreira N, 2020).
Tabla I: Prevalencia de los trastornos mentales en niños y adolescentes.
Tabla II: Distribución porcentual del maltrato infantil.
Trastornos mentales en adultos y adultos mayores
En relación con la salud mental de los adultos y adulto mayor La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica
que un 20% de los trastornos que más afectan a este grupo de edad es el déficit cognitivo, al ser una patología
multifactorial, requiere políticas públicas de salud que evalúan al paciente mayor de forma integral, evaluando de
esta forma el deterioro de la calidad de vida, de acuerdo con Carrillo-Mora las personas mayores pueden
manifestar y reportar cambios relacionados a su salud psíquica y cognitiva, lo cual se asocia con índices de
depresión y ansiedad. Por esto es necesario estos factores para la oportuna detección y prevención de daños (Del
Rocío Figueroa, 2021).
En la población adulta puede derivar una depresión esta se define como un trastorno psiquiátrico que se caracteriza
por tristeza recurrente, anhedonia, inapetencia, fatiga, insomnio e hipersomnia, esta sintomatología suele ser
ignorada por quien la presenta, por su familia hasta incluso por el equipo de salud ya que se asocia a problemas
comunes que viven los adultos y cuando ya está en evidencia, no se le da un tratamiento óptimo y oportuno
(Luengo Martínez, 2020).
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Tabla III: Características de los adultos mayores pertenecientes a las agrupaciones comunitarias.
Se encontró y contabilizo en un estudio que el 60% de personas adultas presentan depresión y el 95%
enfermedades crónicas no trasmisibles, los cuales se consideraron como principales factores de riesgo al deterioro
cognitivo. Del mismo modo se afirma que la depresión puede afectar el deterioro cognitivo, en especial la
capacidad de concentración y la memoria, los pacientes con demencia desarrollan depresión con mayor frecuencia
que la población general, y que la depresión aumenta con relación a la severidad de la demencia, a su vez un
aspecto que corresponde con estas condiciones la depresión y el deterioro cognitivo es el miedo y la ansiedad a
la muerte (Del Rocío Figueroa, 2021).
Se prevé que más del 20% de la población mundial padecerá algún trastorno afectivo que requerirá de tratamiento
en algún momento de su vida, la depresión ocupa el segundo lugar a nivel mundial en causas de discapacidad, en
México se estima que de 3 de las enfermedades más discapacitantes son neuropsiquiátricas: desórdenes mentales,
desórdenes neurológicos y uso de sustancias (Cerecero García, 2020).
Según las evidencias mostradas por una encuesta realizada en México, se estima que las personas padecieron
algún trastorno mental grave, en promedio se perdieron 27 días productivos y alrededor de sietes días si la
gravedad fue moderada. En diversos estudios epidemiológicos han explorado la prevalencia de trastornos
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mentales en México incluidos los trastornos y episodios depresivos y sus factores asociados (Cerecero García,
2020).
La población ha tenido un trastorno depresivo a lo largo de la vida siendo igual a un 9.2% y 4.8% en los doce
meses previos al estudio, se estima que una de cada cinco personas llegara a presentar un trastorno antes de los
75 años (Cerecero García, 2020).
Diversos estudios han demostrado que la depresión es prevenible, detectable y tratable y que es posible minimizar
sus efectos negativos a corto y largo plazo, sin embargo, uno de los principales desafíos a nivel mundial es la falta
de acceso a tratamiento oportuno y de calidad para personas con este problema de salud mental (Cerecero García,
2020).
Aunque se estima que, a pesar de la existencia de tratamiento psicológico y farmacológico para la depresión
moderada y severa, de acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS) se conoce que en países de bajos y
medios ingresos entre 76 y 85% de la población que cuenta con desórdenes mentales carece de acceso al
tratamiento necesario, cerca de la mitad de los casos de ansiedad o depresión no se diagnostican y solo la mitad
de los diagnosticados reciben un tratamiento médico, asimismo se demuestra que en México una de cada cinco
personas con un trastorno psiquiátrico en el último año recibió algún tipo de atención para este problema y más
del 75% de los casos graves y moderados entre adultos no reciben atención medica e psicológica (Cerecero García,
2020).
Trastornos mentales graves
Los trastornos mentales graves (TMG) se han manifestado por sintomatología psicópata, cronicidad y deterioro
funcional como lo es la esquizofrenia y los trastornos psicóticos primarios que se suelen presentar en etapas
tempranas de la vida y que se asocian con hospitalizaciones recurrentes, necesidades de ayuda comunitaria y
pobre funcionamiento social, con una perdida productiva y altas tasas de desempleo, requieren de un tratamiento
temprano e integral con fin de mejorar el pronóstico y la carga económica que representan (Díaz Castro, 2020)
En la mayoría la respuesta social ha sido inadecuada millones de personas que presentan trastornos mentales
graves no buscan atención médica debido a estigma o falta de disponibilidad de servicios de atención de salud
mental. En países como México (país con bajos y medianos ingresos) la brecha de tratamiento para los TMG es
de 80% en contraste con 40% que existente en países con altos ingresos. En la región de las Américas, la brecha
de tratamiento más alta para los TMG es la de Mesoamérica con 77.4% y la más baja la de Norteamérica con
40.5% lo cual demuestra que la brecha de tratamiento sigue siendo un problema de salud pública (Díaz Castro,
2020).
En este contexto, la atención a las personas con trastornos mentales graves está transitando a un nuevo paradigma
al pasar de un modelo de atención hospitalario o institucional a un establecimiento de servicios de atención
primaria que responden a las necesidades del paciente y de su familia para la inclusión social. Esto es importante
para México ya que se estima que un 50% de las personas que reciben atención lo hacen en servicios hospitalarios
de tercer nivel de atención, los servicios hospitalarios generalmente ubicados en hospitales psiquiátricos (Díaz
Castro, 2020).
Para garantizar el acceso a los servicios de salud mental de las personas con TMG y el plan de acción de salud
mental de las personas La Organización Mundial de la Salud (OMS) exige un aumento en la cobertura de servicios
para los TMG al menos del 20%, sin embargo hay grandes variaciones en el acceso a la atención entre las regiones,
países e interior de estos, lo que dificulta alcanzar este tipo de metas, México es donde se observa un porcentaje
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mayor de personas con TMG especialmente esquizofrenia, que se atiende en los servicios hospitalarios
psiquiátricos con un 26.5% (Díaz Castro, 2020).
El trastorno delirante es una patología psiquiátrica grave cuyas características principales es la presencia de ideas
delirantes Bien sistematizadas sin alucinaciones prominentes ni alteraciones del lenguaje o el pensamiento, y que
no conlleva deterioro de la personalidad. Es relativamente poco frecuente con prevalencia estimada del 0.02%
representando el 2-4% de los ingresos psiquiátricos, la instauración del TD implica algunos cambios emocionales
o de personalidad como la ira, agitación, irritabilidad, euforia y depresión (Mármol Bernal, 2018).
El homicidio constituye uno de los indicadores más complejos y precisos para evaluar la violencia. Entre las
características más comunes de TDA que pueden explicar las conductas criminales de la gravedad del homicidio,
se encuentra la ausencia de empatía y remordimiento, una visión alterada de la autoestima, unas constante
búsqueda de nuevas sensaciones que puedan llegar al extremo insólitos, la falta de preocupación y
responsabilidad, la extroversión, el exceso de hedonismo, altos niveles de impulsividad o la motivación por
experimentar sensaciones de control y poder (Padrón Galarraga, 2018).
Tabla IV: Diagnósticos del peritaje psiquiátrico forense.
Trastornos mentales relacionados con el consumo de drogas y el sufrimiento ante el conflicto armado.
Durante los conflictos armados existe un gran riesgo de que la salud mental individual y colectiva sea afectada
de forma inmediata, así como a medio o largo plazo. La violencia en sus diferentes ámbitos aumenta los riesgos
de trauma psicológico y los conflictos armados no solo generan muertes, heridas y discapacidad física, sino que
también marcan la vida de las personas, familias y la sociedad (Castaño, 2018).
La prevalencia de los trastornos mentales ante el consumo de drogas y el conflicto armado fue alta en lo que se
destacó el consumo de alcohol, el consumo de tabaco, el consumo de marihuana, el síndrome de estrés
postraumático, ansiedad, trastornos de la alimentación, la depresión (Castaño, 2018).
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Talla V: Prevalencia de los trastornos mentales en la vida.
Esquema I: Factores de riesgo en salud mental.
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El suicidio es una conducta universal y especifica del hombre que ha estado presente a lo largo de la vida e
también a lo largo de la historia de la humanidad, este acto es prevenible , es uno de los problemas más graves en
la salud pública mundial y también la segunda causa de muerte entre las personas que sufren de un trastorno
mental, se ha identificado que más de 800,000 personas se suicidan cada año, y se reporta que entre 10 y 20
millones lo intentan en este mismo lapso (Yomaira Pabón, 2021).
El suicidio es un fenómeno que se forma de la ideación y la intención del suicidio hasta llegar a su consumación,
el intento de suicidio es un conjunto de comportamientos que inician por el propio sujeto que tiene al menos la
intención de morir, aunque estos solo pueden causar o no lesiones médicas (Yomaira Pabón, 2021).
Entre las cifras de suicidio en el mundo representan un 50%, esto hace que algunos países no muestren la magnitud
real de este problema, se ha podido comprobar que por cada suicidio que se registra se encuentran entre 10 a 25
intentos de suicidio y de estos mismos entre el 10 y 15% terminan consumándose, la prevalencia del intento de
suicidio es un poco difícil de ser contabilizado ya que este evento no se vigila de la misma manera en todos los
países y muchos no disponen de información confiable (Yomaira Pabón, 2021).
Conclusión
Deliberadamente se destacó que el trastorno que más afecta a la sociedad en sus distintas etapas a lo largo de la
vida es el trastorno de la depresión ya que estima que alto porcentaje de personas han vivido o pasado por un
episodio de depresión y es el más destacado debido a que los eventos que las personas viven a lo largo de la vida
terminaran haciéndolos pasar por este trastorno ya sea a corto, mediano o largo plazo.
Es segundo trastorno que más se destaco fue el de ansiedad o el de estrés postraumático ya que los problemas que
las personas viven originan este tipo de problema.
Estos trastornos afectan en su mayoría la estabilidad económica de los países ya que se estima que se pierden
entre 27 días productivos o de 6 a 7 días si el problema es de carácter moderado.
Este tipo de trastornos en la actualidad es uno de los principales factores que llevan a la sociedad a consumar o
hacer un intento de suicidio debido a que no se les da la atención médica debida asociada a un tratamiento y
terapia ya se por la carencia de esta en el país o por la carencia de la sociedad para tener disponibilidad a una
atención debida para este tipo de trastornos.
Referencias bibliográficas:
Castro -de Diego, S. y.-C. (2019). Atribución causal y creencias sobre los trastornos mentales en población general y
psicólogos. Colombia: Clínica y Salud. Obtenido de Clínica de la salud: htttp://doi.org/10.5093/clysa2019a13
Cerecero García, D. M. (2020). Sintomas depresivos y cobertura de diagnóstico y tratamiento de depresión en población
mexicana. México: Salud Publica Mex.
Del Rocío Figueroa, M. A. (2021). Asociasión del deterioro cognitivo, depresión, redes sociales de apoyo, miedo y
ansiedad la muerte. Nayarit: Universidad de Sonora.
Díaz Castro, L. C. (2020). Necesidades de atención en salud mental y uso de servicios en población mexicana con
trastornos mentales graves. México: Salud Publica Mex
Luengo Martínez, C. O. (2020). Depresión y desesperanza en los adultos mayores pertenecientes a agrupaciones
comunitarias. Chile: KEYWORDS.
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Mármol Bernal, F. L. (2018). Trastorno delirante y conducta suicida: estudio descriptivo de 26 casos. Córdoba: Neura
Psiquiat.
Riquelme Perreira N, B. N. (2020). Impacto del maltrato infantil en la prevalencia de trastornos mentales en niños y
adolescentes. Concepción: Ciencia Y Enfermería.
Yomaira Pabón, A. (2021). Intentos de suicidio y trastornos mentales. Mérida: Universidad de los Ades.
Padrón Galarraga, X. G. (2018). Trastornos mentales y homicidio. Cuba: Medicina General.
Castaño, G. S. (2018). Trastornos mentales y consumo de drogas en la población víctima del conflícto armado. Colombia:
KEYWORDS.
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