Subido por Juan Marcelo Sagredo Camacho

PRINCIPIOS DE ILUSTRACION - LAWRENCE ZEEGEN

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Lawrence Zeegen
Edición revisada por Louise Fenton
GG
®
Principios de ilustración
Título original: The Fundamentals
of Illustration. 2nd edition
Publicado originalmente por AVA Publishing SA
Diseño: Michael Evidon
Ilustración de la cubierta: Mia Nilsson
Tipografía de la cubierta: Barlow, de Eric Wiryanata
Traducción de la 1.a ed.: Sílvia Pujol
Revisión técnica de la 1.a ed.: Anna Ferris
Traducción del texto añadido en la 2.a ed.: Darío Giménez
Diseño de la cubierta: Toni Cabré/Editorial Gustavo Gili, SL
Cualquier forma de reproducción, distribución,
comunicación pública o transformación de esta obra solo
puede ser realizada con la autorización de sus titulares,
salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a Cedro
(Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.
org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de
esta obra.
La Editorial no se pronuncia ni expresa ni implícitamente
respecto a la exactitud de la información contenida en
este libro, razón por la cual no puede asumir ningún tipo
de responsabilidad en caso de error u omisión.
© AVA Publishing SA, 2012
para la edición castellana:
© Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2013
ISBN: 978-84-252-2644-1 (PDF digital)
www.ggili.com
Editorial Gustavo Gili, SL
Rosselló 87-89, 08029 Barcelona, España.
Tel. (+34) 93 322 81 61
Valle de Bravo 21, 53050 Naucalpan, México.
Tel. (+52) 55 55 60 60 11
Principios de
ilustración
Lawrence Zeegen
2a edición actualizada y ampliada
Edición revisada por Louise Fenton
GG
®
Índice
Capítulo 1
El ilustrador como artista
14
Prólogo
Cómo utilizar este libro
Introducción
6
8
10
La ilustración como disciplina
La nueva ola de ilustradores
El espíritu de la escuela de arte
Una vida exigente
Caso práctico: John Clementson
Inténtalo tú mismo
Preguntas-resumen
16
18
22
23
24
26
27
Capítulo 4
Transmitir conceptos
Capítulo 5
Planificación y promoción
94
124
¿Por qué conceptos?
El brieff
Documentación
En busca de la inspiración
Brainstorming
Descripción del boceto
Caso práctico: Damian Gascoigne
Inténtalo tú mismo
Preguntas-resumen
96
100
102
106
110
118
120
122
123
Vender el producto. El arte de la
autopromoción
Portfolios
Presencia online
Medios de autopromoción
La representación de una agencia
Técnicas de presentación
Caso práctico: Ben Kelly
Inténtalo tú mismo
Preguntas-resumen
126
132
137
140
142
144
146
148
149
Capítulo 2
El medio es el mensaje
Capítulo 3
Opciones de mercado
28
54
La fuerza del lápiz
El mundo de los materiales
El uso de medios peculiares
El uso de la fotografía
Combinación de medios
El uso del ordenador
Caso práctico: Tim Vyner
Inténtalo tú mismo
Preguntas-resumen
30
34
38
40
42
44
48
52
53
Perspectiva general
Ilustración editorial
Edición de libros
Ilustración de moda
Ilustración publicitaria
Ilustración para la industria discográfica
Colaboración con un estudio
Proyectos personales
Caso práctico: Olivier Kugler
Inténtalo tú mismo
Preguntas-resumen
56
58
64
68
72
78
82
86
90
92
93
152
155
158
160
162
164
166
167
Direcciones de interés
Bibliografía
Sitios web de utilidad
Glosario
Índice alfabético
Agradecimientos
La ética profesional
168
170
171
172
174
176
177
Capítulo 6
Producción
150
El kit fundamental
Organización del estudio
Recursos y documentación
Consejos de producción
Consejos legales
Caso práctico: Howard Read
Inténtalo tú mismo
Preguntas-resumen
Prólogo
Cómo utilizar este libro
Introducción
6
6
8
10
Prólogo
Un nuevo interruptor pone en marcha sorprendentemente un proyector
que da vida a una animación. Enciendes otro y aparece un libro infantil,
un sello postal minúsculo, un dibujo colgado en la pared, una hilera de
botellas de vino etiquetadas, un cartel, un mapa, un cómic, un teatrillo
y una pieza de madera grabada.
Se enciende la pantalla de un ordenador y aparece un alfabeto
exquisito. Un nuevo interruptor hace surgir un grupo de personajes
en 3D. El siguiente, un dibujo de un par de zapatos en la página de
una revista.
El último interruptor enciende un foco sobre el cuadro de interruptores.
Cada uno de ellos muestra una etiqueta: Comunicación. Opinión.
Dibujo. Narrativa. Patrón. Idea. Moda. Movimiento. Promoción. Medios
de comunicación. Recompensa. Estilo. Impuestos. Composición.
Secuencia. Abstracción. Educación. Colección. Medios.
La puerta de esta misteriosa habitación, como la cubierta de este libro,
tiene escrita la palabra Ilustración. Debajo, entre paréntesis, puede
leerse: “Para enfocar un tema, arrojar luz sobre él”.
Lawrence Zeegen lo ha conseguido de forma inteligente, elegante y
original. Utilizando ejemplos que resistirán el paso del tiempo, arroja
luz sobre cuestiones como la profesionalidad, la teoría y la práctica de
una profesión tan amplia como la ilustración.
Profesor George Hardie
7
Prólogo Cómo utilizar este libro ≥
Entras en una inmensa habitación oscura y buscas la luz. Encuentras
un montón de interruptores. Enciendes uno al azar y una luz ilumina una
página en blanco intacta sobre una mesa. Pruebas otro y aparece un
garabato a bolígrafo en el dorso de un sobre. Otro más y la luz cae
sobre un diagrama científico.
Cómo utilizar este libro
Principios de ilustración pretende ser una guía
completa para ilustradores, diseñadores y
quienes suelen contratar ilustraciones.
Esperamos que la información que aquí se
ofrece anime, inspire e instruya a aquellos que
se inician en la materia para que disfruten al
adentrarse en el emocionante y creativo mundo
de la ilustración.
Brainstorming
2. El medio es el mensaje
3. Opciones
s de mercado
≤ En busca de la inspiración Desarrollo de ideas Descripción del boceto
El brainstorming puede tener significados distintos para
cada persona. Expresado simplemente, es la acción de
recopilar toda la documentación, notas, garabatos y
primeros pensamientos con el fin de crear un conjunto
superior de ideas y pautas más claramente definidas. Los
ilustradores, a diferencia de los diseñadores, a menudo
deben realizar sus brainstorming solos; en ilustración,
la búsqueda de ideas es una tarea solitaria, una actividad
individual en la que solo hay una persona responsable del
resultado final. Por supuesto, trabajar con un director de
arte o un diseñador en un proyecto puede ser de gran ayuda
y discutir las ideas debería ser parte del proceso, pero, en
definitiva, solo hay una persona que crea las ideas iniciales:
tú, el ilustrador.
La mejor forma de describir el funcionamiento de un
brainstorming es comparándolo con un ataque masivo de
ideas y pensamientos. Suelta todo lo que se te ocurra y
anótalo en un papel o en la pantalla. Deja que las ideas
fluyan, las buenas ideas, las malas ideas, las que te parezcan
excitantes e incluso las más aburridas, debes dejarlas salir
a todas. Igual que una dura tormenta tropical con fuertes
rráfagas de viento, tu mente debería trabajar con entusiasmo
1 y poniendo toda su energía en producir todo lo que sea
posible. Examina las opciones, explora posibles enlaces,
combina significados y deconstruye pensamientos; todo
sirve. Para hacer que un brainstorming funcione, necesitas
tener la semilla de muchas ideas.
1. El ilustrador como artista
Una vez en posesión de un informe completo acerca
del proyecto, tus notas e interpretaciones de la reunión
informativa, un bloc de dibujo con tus primeras
inspiraciones y pensamientos, la documentación recogida
acerca del tema, una carpeta del proyecto y un ambiente
de trabajo creativo en el que trabajar. ¡Es hora de empezar
a formular algunas ideas!
3
4. Transmitir conceptos
CONSEJO DEL AUTOR:
DOCUMENTACIÓN HISTÓRICA
5. Planificación y promoción
2
6. Producción
— La precisión histórica puede no ser una exigencia
en la mayoría de las ilustraciones, pero siempre
que un proyecto reclama información visual
detallada acerca de un tema es recomendable
llevar a cabo ciertt
e
estigación.
— El uso de informa
a
ffidedigna garantizará que no
se cometan errores.
4
4.8
111
8
El encargo: ilustrar una letra
A la hora de comunicar ideas resulta esencial
investigar diversas soluciones posibles al encargo.
Este proyecto te ayudará a explorar métodos propios
para generar ideas y contribuirá a que aprendas a
pensar libremente.
Desarrolla una serie de bocetos en miniatura como
respuesta inicial para ilustrar la primera letra de tu
nombre. Empieza escribiendo la letra en el papel
sobre el que vas a trabajar: eso servirá de recordatorio
constante del objetivo de tu encargo.
La idea es trabajar deprisa: dibuja y anota todo aquello
que se te ocurra que empiece por esa letra. También
puedes empezar a explorar cosas que van más allá de
la propia letra. Por ejemplo, la letra p puede hacer que
pienses en “perro” y, a su vez, esa palabra te puede
hacer pensar en animales. De ese modo el concepto
inicial empieza a liberarse de restricciones y tu
imaginación podrá echar a volar.
3. Opciones de mercado
Para la fase de respuesta inicial a un encargo no hacen
falta toneladas de materiales. Con un útil de dibujo
y unas hojas de papel basta y sobra. Hay ilustradores
que prefieren usar papel especial para dibujo, otros
prefieren utilizar un cuaderno y otros se limitan a usar
cualquier trozo de papel que encuentren por ahí. Con
el tiempo encontrarás tu propia manera de trabajar.
Tu objetivo debería ser llenar el máximo de miniaturas
posibles. Da alas a tu imaginación y no te preocupes
por la precisión visual. Con estas primeras impresiones
lograrás poner sobre el papel todas las ideas que se
rran. Tu respuesta inicial es importante: nunca
e, siempre puedes volver a esas primeras ideas
e
t
turo.
5
Las imágenes, de diversas
procedencias, vienen acompañadas
por pies de ilustración.
4. Transmitir conceptos
Trata de
e no dedicar a esta actividad más de noventa
minutos. Al limitar el tiempo podrás centrarte en el
encargo y evitarás que tu mente divague en exceso.
5. Planificación y promoción
3. Navegación
La función de las ilustraciones creadas para libros
es muy importante, puesto que ayudan a un texto a
tomar vida. ¿Cómo empiezas el proceso de creación
de imágenes y, en el caso de que también crees el
texto, por dónde empiezas?
SF Tras leer el texto, me pregunto qué aspecto o tema
quiero explorar con la imagen y trato de plasmarlo.
Cuando trabajo en cuentos para niños, a menudo la idea
parte de una imagen previa. Como dijo Quentin Blake,
si hay algo grande de ser autor e ilustrador al mismo
tiempo es que puedes escribir una historia sobre cosas
que te gusta dibujar.
¿Qué libros ilustrados fueron importantes para ti
cuando eras niña y por qué?
El libro ilustrado en su forma más básica es un
conjunto de secuencias que corresponden a una
narración. ¿Cómo determinas los aspectos de una
historia que requieren ser ilustrados?
¿Podrías resumir cuáles son tus propósitos
cuando realizas ilustraciones para este sector
de la industria?
SF Trato de hacer libros que me gusten y que sé que
me habrían gustado cuando era niña. Pienso que los
libros funcionan mejor de este modo que si uno intenta
adivinar qué es lo que les gustaría a los niños encontrar
en un libro. Nosotros mismos tenemos bastante de
niños en nuestro interior para saber lo que nos gustaba
cuando éramos más jóvenes (¡y que todavía nos gusta!).
Del mismo modo, los niños tienen lo suficiente de
adulto para saber cuándo se les está tratando con
condescendencia.
6
5. Planificación y promoción
SF No me interesa mucho retratar exactamente lo
mismo que se describe en el texto. Si el texto es bueno,
es mejor dejar que las palabras sugieran directamente la
imagen en la imaginación del lector y ofrecer, en cambio,
una imagen que muestre detalles menos obvios, o que
proporcione una perspectiva visual inesperada del texto.
Algunos libros llevan más tiempo en la fase inicial, pero
luego progresan sin dificultad; otros, que parecen más
sencillos al principio, son los que a veces llevan más
tiempo. Es un proceso muy orgánico y, aunque es
importante tener la capacidad de estar receptivo a los
comentarios del editor, también lo es estar muy seguro
de cuál fue la visión original y la inspiración que dio
origen al libro.
4. Transmitir conceptos
SF Me encantaba la atmósfera que creaban los libros.
Me atraía sobre todo el mundo que retrataban y en el cual
parecía que podía entrar. Ahora me siento privilegiada
por tener la oportunidad de crear estos mundos para la
imaginación. También me gustaban los colores y me
fascinaban los detalles, como cuando buscaba el
recurrente detalle del gusano en los libros de Richard
Scarry. También tuve un libro con ilustraciones
fotográficas y su apariencia poco común me parecía
especial y me intrigaba.
El desarrollo de ideas y bocetos es parte del proceso
de trabajo de un ilustrador, ¿cuánto tiempo te lleva
y en qué momento muestras tu trabajo al editor?
SF Para mí es importante tener una idea clara del libro
antes de hablar con el editor. Estoy abierta a recibir
cualquier sugerencia por parte de él y soy consciente
de que las cosas cambiarán tras mi presentación inicial,
pero es bueno empezar con algunas ideas claras.
67
Caso práctico: Howard Read
Reacción inicial
La tarde de un miércoles, Howard recibió un correo
electrónico del director de arte de la revista The Guardian
Weekend en el que le preguntaba si le gustaría ilustrar
un artículo de la columna “Cómo...” titulado “Cómo...
decorar”. El artículo pretendía tratar desde un punto
de vista humorístico la manera que tienen los humanos
y los animales de decorarse a ellos mismos y de decorar
su entorno. Antes de dar su confirmación, Howard se
interesó por todos los aspectos del encargo: los bocetos,
el original definitivo, el formato del trabajo, las tarifas y el
texto del artículo. Le dieron un plazo de dos días.
Howard empezó leyendo cuidadosamente el texto y
tomando notas sobre ideas para posibles elementos que
podrían incluirse en la ilustración. Empezó a dibujar sus
primeras impresiones y fue incluyendo posibles figuras y
otros elementos. Después pasó a hacer bocetos sencillos
en blanco y negro de las ideas y se los envió al director
de arte del The Guardian para que diera su visto bueno.
Visto bueno
7. Casos prácticos
Original definitivo
7
Al trabajar en el original final, Howard retocó la figura y
los elementos y estableció una gama de colores. Una vez
terminado, el original se escaneó y se le envió al director
de arte dentro del plazo acordado.
4. Transmitir conceptos
Finalización
El trabajo que se acabó imprimiendo en la revista le dio
a la columna un toque de humor y de personalidad.
6.4
5. Planificación y promoción
Cada capítulo concluye con el
análisis de un caso práctico de un
ilustrador, lo que permite al lector ver
cómo ha abordado y llevado a cabo
determinado profesional en activo un
proyecto real de ilustración.
3. Opciones de mercado
En este caso, el director de arte quedó satisfecho con los
bocetos y no hizo falta revisión alguna. De haber sido
necesario revisar el trabajo, Howard habría tenido que
responder a toda prisa debido a la brevedad del plazo
impuesto. Después, el director de arte habría tenido que
aprobar esa revisión. Una vez obtenido el visto bueno, se
habría podido empezar a trabajar en el original definitivo.
2. El medio es el mensaje
El encargo
≤ Consejos legales Caso práctico: Howard Read Inténtalo tú mismo ≥
Howard Read es ilustrador profesional y docente. Su
trabajo editorial se ha publicado en The Financial Times,
The Independent, The Sunday Timess y The Economist.
1. El ilustrador como artista
El capítulo 3 ofrece una serie de
entrevistas realizadas a ilustradores
en activo.
6. Producción
3.6
Diseño de sobrecubierta y
páginas para el cuento infantil
Pinocchio
Sara Fanelli
Sara Fanelli dio un giro completo
a un clásico infantil tan lleno de
posibilidades como Pinocho,
ilustrando esta historia popular
con una estética muy novedosa.
66
6. Entrevistas a profesionales en
activo
3. Opciones de mercado
Al final de cada capítulo se presentan
una actividad de «Inténtalo tú
mismo» y una serie de preguntas en
forma de resumen.
El ilustrador de libros — entrevista con Sara Fanelli
2. El medio es el mensaje
5. Inténtalo tú mismo
123
≤ Ilustración editorial Edición de libros Ilustración de moda ≥
Los recuadros de consejos prácticos
ofrecen apuntes breves de
información útil para el lector.
122
1. El ilustrador como artista
4. Recuadros de consejos
prácticos
6. Producción
Una barra lateral de navegación
permite al lector saber en qué
capítulo se encuentra, además de
cuáles son los capítulos precedentes
y siguientes.
2. El medio es el mensaje
Materiales
1. ¿De qué manera se pueden generar y registrar ideas?
2. ¿Qué información básica conviene recopilar acerca de un proyecto
antes de ponerse a trabajar en él?
3. ¿De qué manera puede el ilustrador empezar a explorar en detalle
las ideas iniciales para un proyecto?
4. ¿Dónde puede buscar inspiración el ilustrador?
5. ¿Por qué es importante que seamos capaces de explicarle al
cliente nuestro trabajo?
6. ¿De qué manera puede contribuir el ilustrador a garantizar que
su trabajo sea singular, pertinente y duradero?
≤ Inténtalo tú mismo Preguntas-resumen
2. Imágenes
Preguntas-resumen
Comunicar ideas
1. El ilustrador como artista
El texto está fraccionado en bloques
manejables, lo que permite al lector
consultarlo a placer.
Inténtalo tú mismo
6. Producción
6.4
Ilustración editorial para la
revista The Guardian Weekend
Howard Read
Si un ilustrador es capaz de
entregar un encargo a tiempo y
dentro del presupuesto, es más que
probable que vuelvan a contratarlo
en el futuro.
164
165
≤ Prólogo Cómo utilizar este libro Introducción ≥
1. Texto
10
Introducción
Según el National Museum of Illustration de Rhode Island (Estados
Unidos), “los ilustradores combinan la expresión personal con la
representación pictórica con el objetivo de transmitir ideas” —una
descripción útil, sin duda, pero que no capta la esencia de lo que el
tema en cuestión es o ha sido hasta ahora—. Al describir la “época
dorada” en que revistas como el Saturday Evening Postt recorrían
los estudios buscando grandes ilustradores, Steven Heller, director
de arte y escritor especializado en diseño, afirmaba: “La ilustración
es el arte del pueblo”. El National Museum of Illustration se hizo
eco de este sentimiento y fue más lejos incluso al declarar que
“la ilustración sirve como reserva de nuestra historia social
y cultural y es, por tanto, una forma de expresión artística
trascendente y duradera”.
11
≤ Cómo utilizar este libro Introducción 1. El ilustrador como artista ≥
Ilustración es una palabra ambigua, o lo era hasta hace poco. A pesar
de no haber sido aceptada del todo ni por la industria del arte ni por
la del diseño, la ilustración ha continuado su lucha. Considerada
caprichosa por los artistas y artyy por los diseñadores, se encontró
subsistiendo en una tierra de nadie situada entre ambas disciplinas.
En el ámbito educativo tampoco le ha ido mucho mejor, raramente
ha llegado a impartirse como disciplina más allá de simples talleres
donde el estudiante de ilustración ha tenido que aprender a interpretar
algunas reglas básicas y a saltarse cualquier barrera para acceder
a los equipos que facilitan el trabajo. La vida de un ilustrador no es
apta para los débiles de corazón, requiere de mucha determinación
para encarar las exigencias y los rigores de una carrera profesional
profundamente individual donde uno puede sentirse muy carente
de ayuda. Pero, contra todo pronóstico, la disciplina ha emprendido
un impresionante retorno a la forma: pero ¿cómo y por qué?
Las imágenes ilustradas captan la imaginación del
receptor y funcionan como enlaces inseparables entre
momentos de su historia personal y el instante presente.
Desde el primer contacto de los niños con los libros
ilustrados hasta su admiración por las carátulas de sus
discos o CD en la adolescencia, las ilustraciones
desempeñan un papel protagonista al establecer la
transición entre etapas diferentes de su vida. A mayor
escala, es justo decir que la ilustración ha servido para
registrar los logros y proezas del hombre, y los ha
interpretado de una forma que no habría sido posible
antes de la invención de la fotografía. Milton Glaser
—cofundador de PushPin Studios, en Nueva York—
subrayaba en La educación del ilustrador: “Al observar las
pinturas de Pompeya, las pinturas rupestres de los
aborígenes australianos o los maravillosos frescos de
Italia, comprendemos un momento de la historia y las
creencias de aquella población”. Puede que la ilustración
contemporánea desempeñe su trabajo en un ambiente
menos majestuoso, pero su huella permanente en los
estantes de revistas, libros y discos de nuestras casas se
mantiene como testigo de la importancia que realmente
tiene para nosotros esta disciplina.
No es tarea fácil delimitar el momento en que nació
la ilustración contemporánea. El propio término
contemporánea implica modernidad, actualidad,
tendencia, sintonía con la moda. Por tanto, si buscamos
demasiado atrás, en un pasado oscuro y lejano,
terminaremos por recuperar imágenes que al público
actual le costaría reconocer o recordar. Si trazáramos una
línea temporal a mediados del siglo XX, por ejemplo, esto
nos obligaría a ignorar los carteles clásicos ilustrados por
Tom Eckersley para la campaña de la II Guerra Mundial,
o sus asombrosos pósters para Guiness, pues se crearon
en los años cuarenta. Y lo mismo ocurriría con gran parte
del trabajo de Abram Games, excepción hecha de los
carteles simbólicos que elaboró para el metro de Londres
y que sí podríamos tener en cuenta, pues se realizaron
a principios de los años cincuenta. Deberíamos rechazar
también el trabajo de Norman Rockwell para el Saturday
Evening Post de Estados Unidos, así como los carteles
de Ben Shahn sobre la II Guerra Mundial. Pero sí se
considerarían contemporáneos según este criterio las
ilustraciones de Saul Steinberg (quien emigró a Nueva
York desde Bucarest, vía Milán, en 1951) para la revista
New Yorker,
r los carteles del metro de Londres de Edward
Bawden y las ilustraciones de Ronald Searle para la
revista Punch del Reino Unido. Sin embargo, para
muchos que crecieron en los años sesenta y setenta
del siglo XX, los primeros ilustradores realmente
contemporáneos se ubican en una generación de
creadores de imagen completamente nueva.
En los años sesenta, mientras los baby-boomerss de la
posguerra enfocaban la vida con un optimismo y un
entusiasmo inéditos hasta entonces, el consumismo
experimentó un aumento sin precedentes. Los
adolescentes alcanzaban la mayoría de edad, surgían los
movimientos juveniles y con ellos la necesidad de un
lenguaje gráfico que los identificara. La psicodelia, el Op
Art y el Pop Art situaron a las artes visuales firmemente
sobre el mapa. Era el inicio de una nueva época, la de la
mentalidad de progreso, y las imágenes ilustradas
ayudaron a definir su apariencia.
Probablemente fueron los Beatles quienes, durante los
años sesenta, ofrecieron a la cultura popular algunas de
sus imágenes ilustradas más memorables: desde la
portada de Klaus Voorman para Revolver,
r en 1965, al
clásico animado de Yellow Submarine creado a partir de
los dibujos originales de Heinz Edelmann, o The Beatles
Illustrated Lyrics, de Alan Aldridge, un libro imprescindible
que fue publicado en 1969. No obstante, fue el artista
e ilustrador Peter Blake quien en 1967 utilizó una
combinación de fotografía e ilustración para crear la
portada de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band
dy
consolidó el estatus de los Beatles como unos directores
creativos vanguardistas, además de músicos.
Entre las imágenes ilustradas que señalan los años
sesenta como una década verdaderamente inspiradora
se incluyen las simbólicas portadas que creó Martin
Sharp para la revista Oz,
z una publicación satírica
alternativa con origen en Sídney que se trasladó a
Londres en 1966, y su cartel para Bob Dylan del año
siguiente. Otro famoso cartel de Dylan es el que creó,
al otro lado del Atlántico, Milton Glaser en 1966 y en el
que el cabello del artista aparece representado como
una estructura de espirales psicodélicas. Los cómics
de El gato Fritz de Robert Crumb, el cartel de Michael
English para Jimi Hendrix, las portadas de Zap Comix
creadas por Victor Moscoso y las de Rick Griffin para The
Grateful Dead son otros de los ejemplos que marcaron
un antes y un después en esta década, que siguen
siendo recordados por todos aquellos que entonces
eran adolescentes, y que agudizaron la diferencia entre
la generación de la preguerra y la de la posguerra.
12
El duro sonido de la calle y años más tarde también
el punk
k provocaron algunos cambios notables en el
paisaje visual. Con este nuevo sonido urbano, enérgico
y descarnado, llegó un enfoque más crudo y duro del
diseño: por ejemplo, la gráfica de bandas como Sex
Pistols y The Clash está enteramente basada en el “corta
y pega”. A medida que el punk
k y la nueva ola adoptaban
estilos de ilustración cada vez más duros, diseñadores
como Barney Bubbles —que trabajó para Elvis Costello,
Ian Dury y The Damned o Russell Mills, en sus proyectos
para Penetration y Roger Eno— hicieron caso omiso a
todo cuanto había existido hasta entonces.
Así pues, ¿qué aguarda al ilustrador del siglo XXI? ¿Por
qué este enorme interés por desarrollar una carrera que
puede costar años consolidar, solo para esfumarse en un
instante? ¿Por qué tener que soportar la posibilidad de
que nuestro portfolio sea rechazado o, lo que es peor,
tener que perseguir a un departamento de contabilidad
empeñado en ignorar nuestros requerimientos de pago
meses después de que una factura haya vencido? La
respuesta es sencilla: tiene que ver con el deseo de
comunicar, de crear imágenes y de comprobar que estas
funcionan sobre el papel. La ilusión de abrir una revista
en la que se incluye nuestro trabajo, ver a la gente en
el metro leyendo un libro para el que hemos creado
la cubierta o pasar ante una valla publicitaria donde
aparecen nuestros dibujos es un placer que merece la
pena.
La ilustración exige compromiso, personalidad y talento.
Es poco probable que un ilustrador que falle en alguna
de esas tres áreas reciba encargos y, lo más duro, que
pueda seguir trabajando pasados solo cinco años.
Desarrollar un lenguaje visual personal, dominar los
materiales y comprender los pormenores de la industria
son solo una parte del oficio; para tener éxito, necesitarás
información de personas que trabajen en esta industria.
Y la tienes ahora mismo en tus manos.
A lo largo de los años ochenta y noventa, la popularidad
de la ilustración sufrió una serie de altos y bajos. Las
célebres imágenes de Ian Pollock para la producción de
El Rey Learr de The National Theatre rivalizaban con las
magistrales portadas de Pierre Le Tan para The New
Yorker,
r mientras que las ilustraciones con las que Brad
Holland ambientó las páginas de numerosas revistas
competían con el trabajo de Glynn Boyd Harte, Chloe
Cheese, Dan Fern, Seymour Chwast, Paul Hogarth, Peter
Till, George Hardie, Bush Holyhead, Graham Rawle o
Brian Grimwood. Quizá los más conocidos por su trabajo
durante aquellos años sean Gerald Scarfe, el creador de
la portada de The Wall,l de Pink Floyd, y Ralph Steadman,
creador de las ilustraciones de Fear and Loathing in
Las Vegas, el libro de Hunter S. Thompson. Los ochenta
fueron años prolíficos y, a pesar de la recesión que se
viviría en los noventa, cuando parecía que esta disciplina
tradicional llegaba a su ocaso, la llegada de la era digital
supuso un renacimiento de la ilustración, así como una
bocanada de aire fresco por las posibilidades que le
ofrecía. De este modo, la ilustración continuó retratando
la actualidad.
13
≤ Cómo utilizar este libro Introducción 1. El ilustrador como artista ≥
A medida que los años sesenta daban paso a los setenta,
considerados como una década olvidada por el gusto,
empezó a tomar forma una nueva sensibilidad gráfica.
Bajo la influencia de las drogas, que habían invadido los
años hippies de finales de los sesenta, las ilustraciones
de Roger Dean y Peter Jones tomaron la estética visual de
la fantasía y la ciencia ficción. La primera mitad de los
setenta fue un periodo plagado de lenguajes gráficos
distintos, como ejemplo están la cubierta creada por
Hipgnosis para el álbum Dark Side of the Moon, de Pink
Floyd, el fotomontaje surrealista de la portada creada por
Tadanori Yokoo para el álbum Agharta, de Miles Davis,
o la cubierta de Ian Beck para Goodbye Yellow Brick
Road,
d de Elton John.
La ilustración como disciplina
La nueva ola de ilustradores
El espíritu de la escuela de arte
Una vida exigente
Caso práctico: John Clementson
Inténtalo tú mismo
Preguntas-resumen
14
16
18
22
23
24
26
27
Capítulo 1 — El ilustrador como artista
1. El ilustrador como artista
2. El medio es el mensaje 3. Opciones de mercado
Si nos empeñamos en encuadrar y delimitar la ilustración,
queda claro que esta disciplina estaría situada en algún punto
entre el arte y el diseño. La ilustración, a la que nunca se ha
considerado del todo una actividad complementaria del arte
ni tampoco una disciplina artística independiente, ha estado
siempre extrañamente a caballo entre dos mundos: el de
los artistas y el de los diseñadores. Aquí hablaremos de los
caminos que llevan a la ilustración y de algunos de los placeres
que nos brinda la vida del ilustrador.
4. Transmitir conceptos
5. Planificación y promoción
6. Producción
15
La ilustración como disciplina
Como hemos visto en las páginas 12 y 13, la ilustración
cuenta con una larga y variada historia y se ha manifestado
en todo tipo de aplicaciones, desde cubiertas de libros hasta
títulos de crédito de películas. Pero esa tendencia a cruzar
las fronteras entre distintas disciplinas ha sido también su
desventura. Fuera de las escuelas, parece haber un rechazo
unánime por parte de los artistas a reconocer la importancia
del papel que la ilustración juega en su disciplina de trabajo.
Que el arte se meta en el campo de la ilustración ha sido
tolerado ocasionalmente, pero rara vez se acepta que ocurra
al revés. También en el mundo del diseño es muy habitual
que los diseñadores saqueen libremente los campos de la
ilustración, aunque raras veces se atreven a plantar semillas
diferentes y dejar espacio para que destaquen los nuevos
talentos.
Si volvemos a las escuelas, el panorama no es mucho más
optimista; aún pocas instituciones ofrecen cursos de
ilustración a tiempo completo —aunque es cierto que su
número está aumentando paulatinamente— y aquellas que
lo hacen ofrecen poco más que conocimientos básicos para
sobrevivir. Los cursos sobre ilustración pocas veces tienen
destinado un espacio físico propio en las escuelas y a
menudo se imparten en forma de talleres dentro de los
cursos de diseño gráfico. Aún hoy día, en muchos países
de Europa, la ilustración no está reconocida como una
disciplina y por esta razón no existen cursos específicos en
esta área. En el ámbito profesional, la ilustración de prensa
y la ilustración publicitaria son campos que se han ido
desarrollando históricamente en manos de diseñadores y
artistas, sin que existiera un reconocimiento de la práctica
como disciplina propia; como consecuencia, los cursos que
se imparten se han mantenido hasta ahora como ramas
derivadas del diseño gráfico.
Es cierto que se pueden dar puntos de unión y de debate
entre las dos disciplinas (diseño gráfico e ilustración),
pero eso solo será posible si ambas se imparten en niveles
de reconocimiento equivalentes. No está bien que la
ilustración se mantenga al final de la lista en nivel de
enseñanza, por debajo de cursos especializados que
demandan una inversión en equipamientos muy superior,
como el diseño textil, que requiere la compra de telares,
o los cursos de cerámica (para los cuales es necesario contar
con hornos en la escuela), o incluso la compra de materiales
como la madera, el metal y los plásticos para los talleres
de diseño en 3D, sin olvidar las cámaras de revelado
fotográfico en blanco y negro o digital para los cursos
de fotografía.
Nuevos derroteros
A pesar de todo ello, con el auge de los blogs, sitios web
y medios de comunicación digitales, y gracias, en parte,
a la popularidad creciente de nuevos medios como los
videojuegos, el grafiti y la novela gráfica, la ilustración
empieza por fin a gozar de cierto reconocimiento como
disciplina. Los nuevos territorios y oportunidades de
autopromoción suponen que el valor, la popularidad y el
partido que se le puede sacar a esta forma de arte aplicado
que se encuentra en continua evolución y expansión están
logrando consolidarla cada vez más como una materia por
derecho propio.
1.1
Pintura urbana
Ben Kelly
Esta pintura, elaborada
a partir de bocetos rápidos,
se creó para una exposición
sobre el ilustrador como
artista. No ha sido hasta
hace bien poco que se ha
empezado a considerar en
serio a los ilustradores como
artistas por derecho propio.
“Fuera de las escuelas, parece haber un
rechazo unánime por parte de los artistas
a reconocer la importancia del papel que
la ilustración juega en su disciplina de
trabajo.”
16
2. El medio es el mensaje 3. Opciones de mercado
La ilustración como disciplina La nueva ola de ilustradores ≥
4. Transmitir conceptos
5. Planificación y promoción
6. Producción
17
1. El ilustrador como artista
1.1
La nueva ola de ilustradores
Gran parte del reciente resurgir del interés por la
ilustración se debe al auge que esta experimentó a
principios de la década de 2000. Curiosamente, en aquellos
momentos se estaba produciendo una revolución lejos de
los confines de la ilustración profesional y de las exigencias
sofocantes del trabajo comercial. La sublevación fue sutil y
no se inició en los campos de batalla que eran más familiares
para los ilustradores de la vieja escuela. Toda una nueva
generación estaba perfeccionando sus técnicas en ámbitos
que se alejaban de la órbita de la ilustración tradicional,
dedicados a producir obras muy poco complacientes con las
exigencias de los directores de arte de las revistas de papel
couché y los suplementos dominicales.
Una nueva ola de ilustradores con una nueva perspectiva,
algo que decir y las formas y medios para decirlo empezó
a tomar el control. Negándose a complacer las necesidades
corporativas de los aburridos clientes de la industria, un
nuevo ilustrador más informado, con una mayor cultura
urbana y aprecio por la moda había empezado a crear
imágenes para un público compuesto por sus iguales.
Poco a poco, las revistas independientes y la industria
discográfica, la prensa de estilo y las empresas de moda
1.2
empezaron a contratar los servicios de esta nueva
generación de profesionales.
Momentos cruciales
Hay dos momentos que se consideran clave en el renacimiento
de la ilustración. En el Reino Unido, la revista The Face
contrató a un ilustrador como director de arte y, de la noche a
la mañana, el aspecto de la publicación cambió radicalmente.
Empezaron a aparecer en sus páginas imágenes dotadas de
mucho ritmo y con aire más urbano y extravagante, creadas
por nuevos ilustradores, la balanza entre el uso de ilustración
o fotografía estaba más inclinada hacia la primera de lo que
había sido nunca hasta entonces. En Estados Unidos, la
compañía Levi’s captó muy rápidamente este movimiento y
empezó a encargar a ilustradores la creación de las campañas
publicitarias de sus líneas de moda urbana, rompiendo
moldes y dejando que la ilustración entrara en un ámbito que
había sido exclusivo de la fotografía. En la lucha por captar
el mercado y mantenerse en la cresta de la ola, la lista de
clientes que acogían la ilustración con los brazos abiertos
fue creciendo de día en día. Pero ¿qué había cambiado
realmente en el campo de la ilustración?
1.2
Access, para Wire Design.
Plantilla manual con retoques
y collage digitales.
Miles Donovan
La capacidad de combinar
técnicas analógicas y digitales
proporcionó confianza renovada
a los ilustradores y les dio nuevos
territorios para explorar.
18
1.3
Deconstructing Kylie para Kylie
La La La.
Dibujo y plantilla manual
redibujados y retocados
digitalmente.
Miles Donovan
La designación de un ilustrador
como director de arte de la
revista británica The Face marcó
un cambio decisivo para los
ilustradores del todo el mundo.
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