Comunicación Organizacional con pescadores de las Islas Galápagos. Trabajar en conservación es un trabajo muy gratificante, sobre todo si el sitio en donde trabajas en un lugar tan maravilloso como lo son las Islas Galápagos, pero a veces es un corres el riesgo de encontrarte en el camino con personas que no están de acuerdo con el trabajo que realizas, es entonces donde el hecho de contar con herramienta para controlar estas situaciones ayudaría enormemente. He tenido la suerte de trabajar en Galápagos por más de 8 años ayudando en su conservación, las islas Galápagos son un conjunto de islas oceánicas ubicadas a alrededor de 1000 Km al oeste del territorio ecuatoriano del cual forman parte, con solamente cuatro islas pobladas, Santa Cruz es la más poblada con alrededor de 20.000 habitantes, seguida de la Isla San Cristóbal con alrededor de 7000 habitantes, la Isla Isabela con alrededor de 2500 habitantes y la Isla Floreana con 120. La actividad turística es la más importante, teniendo además a la pesca como una de las principales actividades económicas. La actividad pesquera en Galápagos no es una actividad ancestral, pues la colonizadas de las islas fue tardía, a principios de los años 30´s las personas empezaron a arribar a las islas desde el Ecuador continental, principalmente de la costa, pero con el paso del tiempo muchas personas que nunca antes habían tenido relación con esta actividad ingresaron a las filas de los pescadores impulsados por las dos principales pesquerías de Langosta espinosa y del Pepino de mar, esta última capturada y comercializada para la exportación, desarrollándose de esta manera cooperativas pesqueras en cada una de las islas mayores. Desde entonces la actividad se desarrolló bajo una presión pesquera muy intensa hasta el punto de que en la actualidad la pesquería de pepino de mar ha colapsado. En Galápagos existen una serie de organizaciones dedicadas a ayudar a conservar los ecosistemas marinaos y costeros de las islas. Conservación Internacional es una de ellas. Hace algún tiempo fui contratada por ellos para desarrollar una línea base de pesquerías y una serie de encuestas enfocadas en recopilar información actualizada y relevante de los miembros del sector pesquero, por lo general la mayoría los pescadores siempre han mostrado rechazo hacia los miembros del sector ciencia y conservación lo cual dificulto mi trabajo pues además de las encuestas debíamos realizar una serie de reuniones con los miembros y líderes del sector para que nos ayuden a validar la encuesta antes de llevarla a cabo en las tres islas pobladas. En las mencionadas reuniones tuve varios encuentros poco agradables con algunos de ellos, se podría decir que estábamos tratando con un grupo realmente difícil, pues en su afán de perjudicar o no apoyar con el Mariana Vera, Coordinador de Campaña - Galápagos proceso iniciado algunos de ellos tomaron aptitudes poco amigables…uno de ellos adopto el papel de “Tanque Sherman” hacia mí y mis compañeros, pues se comportó como una persona prepotente y hostil, tratando de predisponer al resto del grupo en contra de nosotros diciendo - todos ustedes los conservacionistas quieren lo mismo, que nosotros dejemos de pescar y vienen a sacar información de nosotros y a ofrecernos cosas que luego no cumplen-, les explique cómo lo habíamos convenido en la reunión previa con los directivos de la organización, que el afán de esa encuesta era tener datos que nos pudieran dar la pauta para apoyar e implementar un cambio de actividades desde el sector pesquero con la finalidad de reducir la presión que este sector ejerce sobre las dos principales pesquerías de las Islas, lo cual no fue una muy buena estrategia a mi manera de ver. Hubo uno de los asistentes que se posiciono como “francotirador” y a veces bromeaba diciendo –lo que ustedes los conservacionistas deberían hacer es irse para sus casas y dejar de “ayudarnos tanto”, ante esta distracción el resto de los asistente mostraron diferentes actitudes, entre ellas algunos se mostraban “apáticos” en cierto modo frustrados y el motivo de ello era que ya muchas otras organizaciones habían realizado el mismo trabajo, los había encuestado y los habían entusiasmado haciéndoles creer ellos se verían beneficiados de uno u otro modo. No faltaron los negativos los cuales mostraban desanimados de querer realizar cambios y los quejosos que se lamentaban por todo, pero no solo por lo bajo de sus capturas en los últimos tiempos, sino también por la falta de apoyo de parte de las autoridades de gobierno, también estaban los “convencidos de saberlo todo” que les gustaba hablar, pues tiene don de palabra pero no precisamente conocimiento real del tema, pero que al final lo que buscaban era figurar de entre los demás, estoy segura que en el grupo también se encontraban algunos “indecisos” los mismos que no se dejaron notar justamente porque sus compañeros antes identificados tomaron el protagonismo de la reunión. Debo reconocer que en ese entonces ni yo ni mis compañeros estábamos en posición o teníamos las herramientas para hacer un frente efectivo a un grupo de personas difíciles como esas, analizando la situación y en base a lo aprendido en el curso acerca de las técnicas de comunicación organizacional y de cómo tratar con personas difíciles, puedo decir con certeza que con las habilidades aprendidas en este curso eso no volverá a pasar, puesto que ahora sé que ante la presencia de un “Tanque Sherman, prepotente y hostil, deberé mantenerme firme no responder a la pelea, diciendo su nombre cuando Mariana Vera, Coordinador de Campaña - Galápagos esta persona este iniciando su ataque y repitiendo el problema que haya causado la discusión, y dando mis opiniones enérgicas acerca del tema, pero sin dejar de ser amigable. En el caso del “Francotirador” que le gusta bromear y ser sarcástico tratando de atraer la atención de los demás, debo sacar a relucir el tema de inmediato preguntando sobre la intención y relevancia del tema, buscar apoyo o consenso del grupo en cuanto a la crítica y tratare de resolver el problema si es que existen y preferentemente en privado. A aquellas personas “convencidas de saberlo todo” que aunque tienen un conocimiento general de las cosas no siempre son expertos del tema, deberé darles algo de atención , aclarar puntos específicos, señalar hechos y opiniones alternativas, les permitiré salvar su imagen pero trataré de romper el círculo para evitar se monopolicen la reunión. Con los indecisos deberé establecer una zona de comodidad, sacando a relucir los problemas que identifique y ayudarles a resolverlos, tranquilizándolos y fortaleciendo la relación. El trato hacia los apáticos que muestran poco interés, están apartados y parecen estar poco interesado, deberé estar preparada para esperar, haciendo preguntas abiertas con expectativa, evitando llenar las pausas silenciosas con conversación, trataré de eliminar la tensión y le mostrarle el futuro con respecto al tema. Además deberé tratar de no crear falsas expectativas dando demasiada información acerca del tema relacionado al proyecto. Mariana Vera, Coordinador de Campaña - Galápagos