Subido por cesia canosa zalazar

Disciplinas para la vida interior

Anuncio
DISCIPLINAS
Para la
VIDAINTERIOR
BOB BENSON,SR.
& M I C HA E L W .
BENSON
1
DISCIPLINAS
Para la
VIDA INTERIOR
BOB BENSON,SR.
&
M I C HA E L W . B E N S O N
THOMAS NELSON PUBLISHERS
Nashville • Atlanta • Londres • Vancouver
2
Edición revisada, Copyright © 1989 por Bob Benson y Michael W. Benson
Todos los derechos reservados. Permisos por escrito tienen que asegurarse del publicador
para usar o reproducir cualquier parte de este libro, excepto de citas breves en revisiones
críticas o artículos.
Publicado en Nashville, Tennessee, por Thomas Nelson, Inc. y distribuido en Canada por
Lawson Falle, Ltd., Cambridge, Ontario.
Impreso en los Estados Unidos de América.
Traductor al español: Fredi Arreola
Data de Catálogo-en-Publicación de la Biblioteca del Congreso
Benson, Bob.
Disciplinas de la vida interna / por Bob Benson y Michael W. Benson.
p.
cm.
Originalmente publicado por: Waco, Tex.: Word Books, © 1985.
ISBN (inválido) 0-8409-7198-3
1. Calendarios devocionales. 2. Vida Espiritual.I. Benson, Michael W.,
1955.
II. Título.
BV4811.B46 1989
89-12483
242'.2—dc20
Cip
3 4 5 6 — 95
3
Si deseas vivir rica, profunda y espiritualmente tienes que cultivar el “mundo interno.” Es
un mundo emocionante. . . con el Padre Celestial como nuestro compañero . . .
The Nashville Tennessean (Mediados de los 1940s)
PARA
JOHN T. BENSON, JR.
padre y abuelo
quien hace mucho tiempo,
con el ejemplo y por precepto,
como se expresa en las palabras que escribió arriba,
dirigió a su familia en la búsqueda
para conocer a Dios.
4
Prefacio
“Reconocer y tomar la doble obligación a lo visto y a lo no visto, de una manera hogareña y
práctica, es entrar conscientemente a la vida espiritual,” escribe Evelyn Underhill.
Demasiado del cristianismo del día moderno se concentra en la obligación externa de lo que
se ve y es visible en lugar de la obligación interna a lo que no se ve y está escondido. Este
libro creció por una preocupación de que nosotros los cristianos le demos tiempo y atención
a lo escondido, a la vida interna con Dios. Si vamos a entrar más profundamente a la arena
invisible, a la esfera de lo espiritual, tendremos que hacer un esfuerzo concienzudo de
movernos más allá de lo superficial con el propósito de entrar a un conocimiento más
profundo de Dios.
El principio de tal esfuerzo tiene que ser la construcción de un patrón en nuestras vidas en
las que la voz de Dios tenga acceso a nosotros. Necesitamos desarrollar un ascetismo
personal. Siendo que somos creaturas de hábito en general, necesitamos una rutina, una
disciplina, para cultivar la vida interna. Es el propósito de este libro ayudarte a establecer
tal patrón o rutina, lo cual explica el uso de la palabra disciplina en el título.
En nuestras peregrinaciones espirituales respectivas, hemos venido a ver que los cristianos
profundamente consagrados de muchas tradiciones han entregado herramientas para
ayudarnos a tomar los pasos hacia tal disciplina. A través de la historia cristiana hemos
recibido de ellos varios principios espirituales, reglas, disciplinas, y prácticas que han
ayudado al creyente en la búsqueda de un conocimiento mucho más profundo de Dios.
Hubo liturgias, leccionarios, libros de oración, y guías para las horas y los días de la
peregrinación de uno. Las Reglas Espirituales, el Director Espiritual, la Liturgia de las
Horas, los Diarios Espirituales, los Confesionales, las Reuniones de las Clases Metodistas
primitivas, y muchos otros requisitos y costumbres se levantaron de la necesidad de
desarrollar una relación disciplinada y continua con Dios.
Uno de los hilos comunes de estas herramientas de espiritualidad fue el reconocimiento de
la necesidad de constancia para establecer y profundizar la relación espiritual de una
persona con Dios. Y subrayando a los escritos de todos aquellos cuyas obras ha
permanecido a la prueba del tiempo es el tema de fidelidad y regularidad en la práctica
espiritual.
Desafortunadamente para la mayoría de nosotros, seguido ignoramos el amplio uso de tales
oficios o disciplinas de los días pasados. Y aun cuando en ocasiones parece que existe una
rareza de materiales que se pueden usar, también es muy verdad que no nos hemos
expuesto a aquellos que sí están a la disposición.
A pesar de la variedad de excusas de nuestra falta de contacto con tales disciplinas y
materiales, nuestra ignorancia de ellas parece tener algunas raíces a lo menos en dos
apuntalamientos filosóficos.
Uno de ellos es que como cristianos en nuestra cultura occidental del siglo veinte, hemos
crecido siendo tan pragmáticos en nuestra filosofía de la vida que desarrollar y nutrir
nuestra vida espiritual seguido principia a dar vueltas alrededor de los mismos valores
pragmáticos que gobiernan otras partes de nuestras vidas: “¿Qué hará esto eficientemente?
¿Qué es lo que resulta a menos costo y más productivo? ¿Es esto un uso adecuado de mi
tiempo a la luz de mi agenda para el día de hoy?”
5
Como resultado, muchos de nosotros nos sentimos muy seguros, tanto por el hambre de
nuestro corazón como por los frutos cristianos tan pobres en nuestras vidas, que estamos
lejos de una vida enraizada en los recursos profundos de Dios. Los tiempos de
tribulaciones y otras circunstancias adversas en ocasiones pudieran causar que renovemos
nuestras intenciones y resoluciones con respecto a ésto por un tiempo. Sin embargo,
generalmente, con el regreso de mejores tiempos, o simplemente bajo la miriada de
presiones de la vida misma, gradualmente aflojamos el agarre de nuestras resoluciones y
regresamos a nuestras preocupaciones más pragmáticas del “mundo real.”
Tristemente, el segundo de aquellos poderosos apuntalamientos es nuestro prejuicio en
contra de otras tradiciones. Nuestra falta de voluntad de cruzar las fronteras de la tradición
seguido nos deja para hacer nuestra correría a las profundidades sin proveernos del consejo
y la sabiduría de aquellos que a través de los siglos han hecho similares jornadas fructífera
y victoriosamente. De hecho, seguido nos encontramos intentanto hacer nuestro
peregrinaje espiritual enteramente por nosotros mismos.
Por ejemplo, ni siquiera tenemos un término común que todos entendamos que se pueda
usar para describir el proceso. Para muchos de nosotros, devociones es el término usado
más seguido. Los términos como vida interna, formación espiritual, vida espiritual, vida
interior, y otros simplemente no tienen el mismo sentido común para nosotros, si es que
tienen algún significado para nosotros del todo.
Una sorprendente similaridad y continuidad tanto en los estorbos como en las ayudas de la
piedad a través de los siglos existe. Diarios y tratados de los santos primitivos y del día
presente y gente piadosa apunta las luchas y las victorias virtualmente en todos los asuntos
que pertenecen a la implementación de nuestras intenciones internas. Aquellos escritos
tienen algo que decir a todos los que tomen la jornada en la vida interna.
Hemos coleccionado en este libro un grupo de himnos, escrituras y lecturas que proveerán
discernimiento y guianza para la formación y nutrición de la vida interna. Nuestra
esperanza es que los servicios diarios proveerán un fundamento sobre el que podamos
edificar fuertes disciplinas en nuestras vidas.
Aunque algo del material ha sido reunido durante el estudio e investigación para este libro,
la mayoría de las lecturas han venido de libros que hace tiempo fueron subrayados y de
escritores que, a través de los años, proveyeron saludos y esperanza a nuestros espíritus.
De igual manera, mucha de la escritura es tomada de aquellos versos y pasajes que se nos
vinieron a la mente al pensar del asunto semanal que habíamos escogido.
Una palabra más se necesita decir a aquellos que tomarán una disciplina para la vida
interna. Para mantener una disciplina de contemplación y oración uno tiene que consagrar
su yo al camino de fe. La amonestación a vivir “por fe” la vida que ahora estás viviendo es
aplicable a la vida disciplinada también.
Principiar hoy en oración pudiera no tener frutos visibles mañana. Pero ésta no es razón
para detenerse. Uno que principia el lunes a entrenarse para un maratón de seguro no se
detendría de entrenar porque sus músculos le duelen el viernes todavía. Es mucho más
factible que principies con entusiasmo en la vida de oración, sólo para descubrir que has
entrado a un tiempo seco, parecido al desierto después de unos días en el camino. Sigue.
Recuerda que estas son disciplinas que has tomado en respuesta al llamado a moverte más
profundo en tu vida con Dios.
El llamado para caminar con Dios es un llamado a una vida de oración y devoción. El
costo de responder, el costo de seguir, tiene que contarse a lo mejor de nuestras habilidades.
Pero a causa de que no sabemos a donde nos llevará, cuando hacemos un intento de llegar a
6
un resumen, tenemos que estar preparador para añadir una gran cantidad a lo que ya
sabemos que es el costo. El costo siempre será más grande que nuestra habilidad de
medirlo.
Las palabras de Jesús a aquellos que le siguirían en el camino son, “Venid y ved” (Juan
1:39). Y ese es el orden de las cosas en responder al llamado a seguir a Dios en la jornada a
la vida interior. No se nos ha dado el privilegio de “ver primero” y luego decidir si estamos
dispuestos para hacer la jornada. Sin embargo, el proceso de seguir a Dios se puede
confiar.
La oración del salmista tiene que llegar a ser nuestra oración:
Me anticipé al alba, y clamé;
Esperé en tu palabra.
Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche,
Para meditar en tus mandatos.
Salmos 119:147-148
Que este libro sea un fiel compañero para ti en su jornada.
Bob Benson
Michael W. Benson
Haciendo que este libro funcione para ti
7
Este libro está dividido en una serie de cincuenta y dos patrones o servicios para la
adoración personal. Están arreglados para el uso de uno por semana—pero si tu corazón y
espíritu parecen necesitar el permanecer más tiempo con un tema o énfasis particular debes
moverte a tu propio paso.
Siendo que es profundamente verdad que todos somos principiantes en la oración los
tópicos están arreglados en un progreso natural. Esperamos que esto te lleve en el sendero
a una vida más profunda en Dios. Las primeras semanas tratan con despertar el saber
espiritual y ejercitar ese saber en oración y estudio. Luego hay una sección que concierne a
los estorbos de la vida espiritual seguida por estudios de patrones para hacer esto verdad en
nuestras vidas. Las últimas semanas están dadas a considerar las gracias internas como los
frutos externos que nos vienen como resultado de una vida centrada en Dios. Si hay algun
área de tu vida interior que surge en un dado tiempo tal vez quieras gastar una semana más
o menos en la escritura y las lecturas bajo ese encabezado—aunque no sea la que sigue en
el orden. Esta es la jornada de tu alma y tú solo puedes determinar mejor tu presente
localidad y necesidad.
La jornada cada día seguirá este sendero:
INVOCACION
Hemos escogido y escrito oraciones que te guíen para venir a Dios y abrir tu tiempo con él.
Para hacerlo un tiempo muy personal todas las oraciones han sido cambiadas a la primera
persona, singular. También hemos cambiados los “ustedes” y “vosotros” a “ti,” esperando
hacer tu oración una conversación muy ral con el Padre. Obviamente, si es tu hábito el usar
un lenguaje más formal entonces ora la oraciones de la manera que sean de más ayuda para
ti.
SALMO
La fuente mejor conocida de oraciones cristianas son los Salmos. Para muchos ellos son
fuentes ricas de fortaleza en las diferentes condiciones y circunstancias de la vida.
Alguna gente tiene dificultad, sin embargo, en leer los Salmos devocionalmente. Parte de
su titubeo brota de la aparente “sed de sangre” de muchos de estos “poemas de oración.”
Debe recordarse que los Salmos fueron escritos cuando los enemigos eran reales y brotaban
en las fronteras como ejércitos conquistadores. La muerte literalmente espantaba a los
escritores. Y aunque es verdad que nosotros no estamos enfrascados en batallas con
ejércitos en marcha—y con leones y tigres—haremos bien en recordar que también
nosotros estamos rodeados por enemigos aunque ellos son internos. Y si vamos a ser
victoriosos en nuestra guerra espiritual será mientras Dios nos ayude a derrotar una hueste
de enemigos tales como el orgullo, la codicia, la premura, la lealtad dividida, depresión,
falta de poder de voluntad, enojo, avaricia y un incontable número de otros pretendientes de
nuestras almas.
Cuando leemos y oramos como luchadores en batalla en nuestros senderos espirituales los
Salmos llegan a ser profundas fuentes de consuelo y ayuda para nosotros.
8
LECTURAS ESCRITURALES DIARIAS
Para cada día hay porciones de la escritura enlistados que se relacionan al tema de la
semana. Debe ayudarte con ejemplo, amonestación o discernimiento a ganar fortaleza en el
área de desarrollo espiritual que se está considerando.
Como una ayuda final a la lectura escritural hay un enlistamiento o Leccionario de la
escritura al final del libro de donde puedes encontrar capítulos adicionales para incluir en
tus lecturas diarias. Los sesenta y seis capítulos enlistados en el Leccionario, tanto del
Antiguo como del Nuevo Testamentos, fueron compilados por miembros de La Iglesia del
Salvador en Washington, D. C., de lectura para mantener el “cuerpo” intacto mientras
perseguían varios ministerios en localidades regadas en el área.
Aquí de nuevo, uno tiene que establecer su propio paso en la lectura. Pudiera ser que
quieres gastar tu tiempo de lectura de la Biblia en leer y orar lentamente los pasajes más
cortos relacionados al tema. Si te parece que no estás leyendo lo suficiente de la Biblia
cada día, tal vez quieras aumentar tu lectura de la escritura del Leccionario.
Ya sea que tu escogimiento pudiera ser para el año entero o para algún período de tiempo
particular, se recomienda que tú adoptes un programa y fielmente te adhieras a él. Si
decides leer los pasajes selectos en la mañana y el capítulo o los capítulos en la noche, por
ejemplo, trata de que no pase el día sin que honres tu compromiso a la Palabra.
También pudiera ser de ayuda si mantienes tu dilegencia en indicar los textos que has leido
con un punto o una marquita tanto en tu Biblia como en la Disciplina también.
Probablemente quieras usar una marca de lápiz para subrayar en tu Biblia las palabras o
versos que te hablan especialmente a ti en tus lecturas.
Una palabra de precaución: el horario, las marcas y el subrayado son sólo una ayuda para
que seas fiel a la Palabra como un medio de gracia. En el mejor de los casos te pueden
ayudar a formar algunos buenos hábitos en tu vida devocional. La Biblia tiene que leerse
con un corazón y mente abierta de tal manera que su verdad y gracia principien a fluír en ti.
Aprenderás a venir a la Biblia creyendo que Dios te está hablando a ti a través de su Palabra
viva. La función de las Disciplinas es ayudarte a alcanzar el lugar donde el llamado de la
Palabra es fuerte lo suficiente como para traerte a la lectura.
SELECCIONES PARA MEDITACIÓN
Aunque es verdad que la jornada interna de uno es un asunto muy personal también es
evidente que la experiencia de otros puede ser una ayuda muy necesitada para nosotros. En
el caso de cada tema en este libro, sea que es un paso importante en aprender a orar o algún
obstáculo que parece estar bloqueando el camino, hay amplio consejo y guianza de aquellos
que han alcanzado los mismos lugares en sus peregrinajes.
Al leer las lecturas seleccionadas para la meditación hemos tratado de proveer ayuda en dos
maneras. Algunas de las lecturas te retarán; crearán un deseo en ti de alcanzar en alguna
nueva dirección para cultivar tu vida interior. La riqueza y convicción con las que alguna
gente escribe es aparente rápidamente y sus palabras describen confianza, descanso,
adoración y el conocer a Dios de maneras que levantan un hambre profunda dentro del
corazón del lector.
Otras lecturas alrededor de cada tema fueron seleccionadas por su practicalidad tan terrenal
en bosquejar los pasos que podemos tomar para poseer estas nuevas áreas. Ellas son
9
maneras específicas de vencer las distracciones y obstáculos y patrones de devoción. Ellas
engrandecerán nuestros corazones mientras aprendemos a practicarlas.
Pudieras escoger leer todas las selecciones para cada semana cada día—o tal vez sería la
mejor parte de la sabiduría considerar una o dos selecciones al día. Si las lees todas cada
día pudiera ser de ayuda que esperes hasta el tercero o cuarto día para principiar a
marcarlas. Da a las palabras e ideas algún tiempo para principiar a edificar su fortaleza
mientras te hablan.
Algunas de las lecturas te vendrán en un tiempo particular de tu vida y serán palabras que
cambiarán tu vida. En tu corazón llegarás a ser un compañero peregrino con el escritor ya
sea que es el Hermano Lorenzo, un monje francés del siglo diecisiete, o Emilie Griffin, una
consultande de mercadotecnia que vive en Nueva Orleans.
MEDITACION PERSONAL
Si has permitido que los varios pasos de tu adoración—la invocación, el Salmo, las lecturas
escriturales y las lecturas—hagan su trabajo, tu corazón y mente deben haber tomado un
paso más lento y liberarse a sí mismo de los eventos y responsabilidades de tu vida
cotidiana. Ahora quizás estás listo para meditar y reflexionar sobre cómo la escritura y las
lecturas te hablan.
Tus meditaciones deben ser en silencio a la medida que nuevos discernimientos, áreas de
crecimiento, alabanza, amonestación, palabras, pensamientos y sentimientos se te vienen en
quietud.
La manera más segura de capturar y hacer lo mejor de los tiempos de meditación es usar un
diario. Escribe estas profundas palabras y mensajes en un cuaderno. Habrá tiempos
cuando hay alabanza y gracia—y habrá otros tiempos cuando te sentirás desanimado y en
los suelos. Al escribir fielmente estas estaciones de tu desarrollo espiritual llegarás a
conocer tanto la forma de tu propio espacio interno como el trabajo gentil del Espíritu de
Dios al encontrarte con el teje y maneje de las necesidades y aspiraciones de tu corazón.
Si tu diario ha de ser un depósito “seguro”—un lugar donde estás dispuesto a honestamente
estimar tus debilidades y fracasos—tendrás que determinar que permanece un record
privado entre tú y Dios. Si hay inclusive la menor posibilidad de que sea leído por otros
será casi imposible mantener que tus palabras presenten los asuntos y a ti mismo en la
mejor luz. El verdadero perdón y sanidad que necesitas viene sólo cuando eres enteramente
honesto. El diario te dará un lugar para expresarte a ti mismo sin reservas a Dios de una
manera que le dé la bienvenida a su venida.
Tal vez quieras tener un lugar en tu diario para enlistar los nombres de personas por quienes
estás orando. En muchas ocasiones estas personas se te vendrán en tu meditación. En
ocasiones, las circunstancias o tareas que se tienen que hacer se te vendrán a la mente
mientras estás en silencio. Añadirlos a una lista de gente y cosas por las que se deben orar
los moverá en tu consciencia y mantendrá tu corazón y mente abiertos.
Lee tu diario periódicamente (en intervalos mensuales o trimestrales) para darte alguna
revisión en tu jornada. Serás fortalecido por el progreso que haces, por algunas respuestas
que han venido en oración. Probablemente también verás que algunas de las
preocupaciones que estaban encima como sombra sobre ti no eran tan temerarias después
de todo. Y habrá áreas de tu estilo de vida por las cuales necesitarás dedicar diligencia
adicional y oración.
10
Los tiempos de meditación (incluyendo el uso de tu diario) llegarán a ser tiempos de
reflexión en los que tu vida principiará a ser vista en su propia perspectiva.
ORACIÓN
“La oración es el movimiento de Dios a la humanidad y de la humanidad a Dios, el acto del
encuentro.” En un sentido, todo lo que has estado haciendo en el tiempo de oración diaria
es orar. La invocación, la lectura de ambas escrituras y las selecciones, la meditación en
silencio y el escribir han sido “actos de encuentro.”
Se da tiempo ahora para que converses con Dios de la manera más significativa para ti.
Mientras lees a través del libro, descubrirás muchas formas de oración. Estas se mueven de
petición e intercesión a adoración y contemplación. Hay oraciones reunidas en palabras, ya
sean tuyas o aquellas de otro, y hay una clase de oración que está más allá de las palabras.
Hay oraciones que no tienen intención excepto estar en contacto con Dios y escuchar
cualquier cosa que él quiera decir. Hay oraciones que buscan respuestas específicas tales
como aquellas por el bienestar de un hijo o la recuperación de un padre anciano.
No es que una de estas maneras de orar es mejor que la otra. Es mucho más posible que
cada una de las formas debe llegar a ser alguna parte de tu orar. Al principio el asunto
importante es orar de la manera como sabes orar. Como alguien dijo, “Ora como puedes,
no como no puedes.” Cree que Dios te dirigirá en el camino de la oración y te enseñará a
orar como debes.
Un pequeño párrafo de dirección se da para cada semana que debe usarse como guiarza en
aprender a usar las diferentes formas de oración. Trata de orar una parte del tiempo de
oración en la dirección que está indicada.
Como se notó con la lectura de la escritura, nada es más importante que ser consistente. Un
tiempo específico y un lugar particular, como se discutirá más adelante, se demostrarán
ayudas invaluables al sentido que “el acto del encuentro” verdaderamente sucede para ti.
HIMNO
Cada selección de lecturas incluye el texto de un himno antiguo y familiar. Estos se pueden
cantar u orar.
BENDICIÓN
Se incluye una oración que te ayude a reconocer que eres un ciudadano de dos mundos y
que ahora tienes que ir y venir entre ellos. Así que necesitarás su presencia contigo
mientras te mueves a lo externo para vivir tu vida cotidiana.
CONCLUSION
El uso regular de este libro te ofrecerá alguna estructura, esperamos, algún discernimiento
para buscar el establecer o el fortalecer el proceso a través del cual le das atención a la vida
interior. Esta espiritualidad no es una parte o una de tus piezas; mas bien, subraya la
fábrica de todo lo que tú eres. Encontrarás que esa diligencia en esta parte de tu vida puede
11
y traerá salidad y bienestar a todo el resto de tu vida. Será un paso significativo en tu
camino a la plenitud.
Seguido se dice que “la oración cambia las cosas.” Probablemente el primero y el más
obvio de los cambios es traido al corazón de aquel que ora. Si estás dispuesto a
comprometerte a esta jornada a la luz del cambio real; si bajo el vínculo de la fidelidad te
sometes a ti mismo a las disciplinas que la vida interna requiere para este año, vendrás a un
nuevo conocimiento de Dios y su poder transformador que opera en ti.
12
SECCION UNA
disciplinas para la jornada interna
La primera sección de este libro está dedicada a algunas áreas a las que se tienen que dar
atención para proveer el fundamento de nuestra continua formación espiritual.
Los tópicos para las semanas iniciales fueron seleccionados para ayudar a los lectores a
despertar el conocimiento de su propia espiritualidad—lo interno de los asuntos que
controlan y dan significado a la vida. Todos hemos tenido tiempos cuando no había nada
en particular diferente que está sucediendo en las circunstancias externas de nuestro diario
vivir sino durante los cuales, sin embargo, poseíamos una marcada calma y felicidad. Y
también podemos recordar tales ocasiones como las vacaciones cuando deberíamos haber
estado en paz pero en realidad estábamos en un torbellino. El reconocimiento de que la
vida de uno tiene la intención de que se viva desde adentro hacia afuera es un punto
importante en nuestra jornada espiritual. En una sociedad que pone grande énfasis sobre
las apariencias externas, las etiquetas y los símbolos del éxito requerirá una concentración
consagrada de nuestra parte para liberarnos a nosotros mismos de esta vida altamente
tocada en la circunferencia.
Las semanas de en medio de esta sección tratan con las diferentes clases de oración como
maneras de vivir en el conocimiento de la presencia de Dios en el centro de la vida.
Adroación, confesión, petición, intercesión y meditación son todas facetas o formas de
oración que deben aprenderse. Gradualmente vendrás a explorar y hacer cada una de ellas
una parte de nuestra vida efectiva y personal de oración. Y ellas a su vez nos ayudarán en
hacer la experiencia de la oración llevarnos a todas nuestras actividades cotidianas.
Las semanas que concluyen la sección son consideraciones de algunas ayudas prácticas y
concretas para edificar este santuario interno. El estudio, la lectura de la Biblia, escribir un
diario, desarrollar una amistad espiritual y ayunar son algunas de las maneras probadas y
verdaderas de dar atención a la formación espiritual que practicaremos.
Toma tiempo para leer y orar a través de esta sección. Hay diecinueve divisiones
semanales pero cada lector tiene que viajar a su propio paso. Si te parece que debes
permanecer en algún punto hasta que te sientas en casa allí, ciertamente haz eso. No es
fácil quebrar los patrones de nuestra pasada manera de vivir. Persiste, porque es una
jornada muy recompensadora.
13
1. Experiencias Auténticas
INVOCACION
Dios Eterno, tú has sido la esperanza y el gozo de muchas generaciones, y el que en todas
las épocas has dado a los hombres el poder para buscarte, y en buscarte, encontrarte,
concédeme, te imploro, una visión más clara de tu verdad, una fe más grande en tu poder, y
una confianza más segura de tu amor. Amén.
John Baillie en A Diary of Private Prayer
SALMO 46
ESCRITURA DIARIA
Lunes
2 Corintios 12:7-10
Martes Génesis 32:22-31
Miércoles
Filipenses 3:7-12
Jueves Juan 4:1-26
Viernes
1 Corintios 2:6-16
SábadoJeremías 17:5-10
Domingo
Job 42:1-6
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Que tu oración esta semana sea por un verdadero sentido de ser escuchado. No ores
particularmente por sentimientos o por respuestas específicas. Al contrario, ora por una
quieta confianza de que estás conversando con tu Padre celestial.
HIMNO
“Yo Sé en Quién He Creído”
1
No sé porqué con todo amor
Su gracia reveló;
Pues siendo un triste pecador,
Jesús me redimió.
Coro
Mas yo sé en quién he creído
Y estoy seguro que es poderoso,
De guardar lo que le he confiado,
Hasta aquel día final.
14
2
No sé porqué su grande fe
Me quiso impartir,
Y así creyendo en su poder
Pudiera yo vivir.
3
No sé porqué la convicción
Conmueve el corazón;
Por qué en humilde contrición
Se obtiene salvación.
4
Lo que el mañana me dará
No lograré saber;
Si dicha o paz me rodeará
O quieto moriré.
D. W. Whittle. Traductor : H. T. Reza (Gracia y Devoción, #234)
BENDICION
Padre celestial: Déjame ver tu gloria, aunque sea desde la hendidura en la roca y debajo de
la protección de tu mano que me cubre, cualquiera que sea el costo que tenga que pagar,
perder amigos o bienes o largura de días, déjame conocerte tal y cómo eres tú, para que
pueda adorarte como debo. A través de Jesucristo nuestro Señor. Amén.
—A. W. Tozer en The Knowledge of the Holy
SELECCIONES PARA MEDITACION
El es el único que puede decirnos la razón de nuestra existencia, nuestro lugar en el mapa
de las cosas, nuestra verdadera identidad. Es una identidad que no podemos descubrir por
nosotros mismos, que otros no pueden descubrir en nosotros--el misterio de quiénes somos
realmente. Cuánto hemos corrido alrededor del mundo buscando respuestas a esta
adivinanza, mirado en los ojos de otros en búsqueda de alguna pista, de alguna insinuación,
cazado en los múltiples mundos del placer y la experiencia y la autosatisfacción por alguna
chispa, alguna revelación, alguna sabiduría, alguna autoridad que nos diga nuestro nombre
verdadero y nuestro verdadero destino.
Pero hubo, y hay, sólo Uno que nos puede decir ésto: el Señor mismo. Y él quiere
decirnos, él nos hizo para conocer nuestra razón de ser y para ser dirigidos por ello. Pero es
un secreto que nos confiará sólo cuando lo pidamos, y sólo a su propia manera y en su
propio tiempo. El nos lo dirá suavemente, pero no en el apuro alocado y la fiebre de
nuestros empujes y de nuestra fiera determinación de ser alguien, sino cuando estemos
contentos a descansar en él, de ponernos bajo su protección, en sus manos. Lo más
agradable de todo es, que el secreto se nos dirá lenta y dulcemente, cuando estemos
dispuestos a gastar tiempo con él: tiempo con él que está más allá de todo tiempo.
—De Clinging--The Experience of Prayer
por Emilie Griffin
15
Al reducir todo lo que hacemos a alguna clase de medios para un fin, imponemos sobre
nosotros mismos una camisa de fuerza de rigidez y convencionalidad. Tristemente, no nos
damos cuenta de ésto sino hasta que en algún punto u otro rompemos con la camisa de
fuerza. En ese mismo momento refregué mis ojos en asombro y me dí cuenta que había
estado muerto, que la manera en que había actuado hacia otra gente era hueca, vacía de
todo lo genuino, profundo, auténtico. Había estado usando máscaras, jugando papeles,
haciendo los movimientos. Pensaba que podía manejar esta entrevista de televisión de la
misma manera que estaba acostumbrado a hacer otras cosas--como si marcara una lista. De
hecho, había pensado que podía evitar el riezgo de hablar de mí misma. Pero no se me
había ocurrido que al no hablar de mí misma me haría hacer algo peor--decir algo que
tuviera substancia. Pensaba que podía hablar de la religión y de la teología. Pero una de
las cosas extrañas sobre el lenguaje de la religión y la teología es que no deja ser usado. La
razón de ésto es bastante clara. No es algo neutral, una mera instrumentalidad. Cuando
usamos ese lenguaje sólo por usarlo, el resultado es un sin sentido, una comunicación
enmarañada. El lenguaje de la religión es el vehículo de la experiencia colectiva y es
significativa sólo cuando habla de la experiencia y se dirige a la experiencia.
—De Death by Bread Alone por Dorothee Soelle
Nuestra situación, dicen los Padres Griegos, es como aquella de la gente israelita en el
desierto de Sinaí: vivimos en tiendas, no en casas, porque espiritualmente siempre estamos
en movimiento. Estamos en una peregrinación a través del espacio interior del corazón,
una peregrinación que no se mide por las horas de nuestros relojes o los días del calendario,
porque es una peregrinación fuera del tiempo hacia la eternidad.
. . . El cristianismo es más que una teoría sobre el universo, más que una enseñanza escrita
en papel; es un sendero en el que peregrinamos--en el sentido más profundo y más rico, el
camino de la vida.
Hay un solo medio de descubrir la verdadera naturaleza del cristianismo. Tenemos que
entrar en este sendero, consagrarnos a este camino de vida, y entonces podemos principiar a
ver por nosotros mismos. Mientras permanezcamos afuera, no podemos entender
propiamente. Ciertamente necesitamos que se nos dé direcciones antes de que
principiemos; necesitamos que se nos diga qué señales debemos de buscar, y necesitamos
tener compañeros. De hecho, sin guianza de otros difícilmente podemos iniciar la jornada.
Pero las direcciones de otros jamás podrán darnos lo que el camino es en realidad; no
pueden ser un sustituto para la experiencia directa y personal. Cada uno es llamado a
verificar por sí mismo lo que se nos ha enseñado, a cada uno se le requiere que vuelva a
vivir la Tradición que ha recibido. “El Credo” dice Metropolitan Philaret de Moscú, “no
nos pertenece a menos que lo hayamos vivido”. Nadie puede viajar de mosca en esta
peregrinación suprema. Nadie puede ser cristiano de segunda mano. Dios tiene hijos, pero
no tiene nietos.
—De The Orthodox Way por Kallistos Ware
Pero hay una entrada voluntaria más amplia a la oración que la tristeza y la desesperación-el abrir nuestros pensamientos a Dios. No podemos hacerle visible, pero podemos hacernos
visibles a él. Así que, abrimos nuestros pensamientos a él--lenta nuestra lengua, pero
sensitivos nuestros corazones. Podemos ver más de lo que podemos decir. Los árboles
están de pie como guardas del Eterno; las flores como señales de su bondad--sólo
16
“nosotros” hemos fallado en ser testimonios de su presencia, anticipos de su confianza.
¿Cómo podemos haber vivido en la sombra de la grandeza y desafiarla?
El que nos importe Dios se levanta poco a poco, un pensamiento a la vez. De pronto, ya
estamos allí. O ¿está él aquí, al margen de nuestras almas? Cuando principiamos a sentir
un pensarlo dos veces no sea que lastimemos lo que es santo, no sea que rompamos lo que
está completo, entonces descubrimos que él no es austero. Responde con amor nuestro
asombro tembloroso. Arrepentidos de olvidarnos de él aún por sólo un momento, llegamos
a ser participantes del gozo gentil; nos gustaría rededicarnos para siempre al
desenvolvimiento de su orden final.
—De Man’s Quest for God de Abraham Joshua Heschel
Dije que andaba buscando las raíces del misticismo cristiano. Ahora digo con reservas que
hay tres fuentes de la experiencia mística cristiana: (1) la Palabra de Dios en las sagradas
escrituras, (2) los sacramentos, en particular la Eucaristía, y (3) la Palabra de Dios en la
comunidad llamada iglesia.
Entonces, si pides consejo práctico de cómo debes entrar a la vida mística cristiana, no te
aconsejo que tomes el avión para ir a Tel Aviv y el autobús al desierto de Judea. No te digo
que viajes al Cairo y luego al Sinaí o al desierto del sur de Alejandría. No te digo que te
sientes en forma de loto y respires con tu abdomen. Todo ésto es bueno, muy bueno, pero
al final de cuentas periférico. Al contrario, te digo:
¡Escucha la palabra! ¡Lee las Escrituras! Léelas una y otra vez con fe y amor hasta que la
palabra se convierta en vida dentro de tí, penetrando las cortezas más profundas de tu
inconsciente.
De nuevo, ¡celebra la Eucaristía! ¡Quiebra el pan con la comunidad! Está presente al
misterio de la fe y participa del pan de vida. Esto te llevará a aquel rico desierto interno del
silencio y gozo en donde tu vida está escondida con Cristo en Dios. Esto te llevará a decir
con Pablo: “Ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí” (Gálatas 2:20). Esto te llevará a gritar
con Jesús: “¡Abba, Padre!”
De nuevo, escucha a la comunidad. Sé parte de la comunidad. Obtiene guianza de algún
representante de la comunidad; lee la literatura mística que la comunidad ha producido.
Nunca te aisles. Nunca salgas de paseo fuera del cuerpo. ¡Comunidad!
—De Christian Mysticism Today por William Johnston
Entré al Union Theological Seminary en otoño de 1954. Si alguien me hubiera dicho un
año o más antes que haría tal cosa, no me hubiera sorprendido tanto como si me hubiera
dicho que entrearía a la Indianápolis 500. El año anterior llegaba a ser en algún sentido
cristiano, aunque realmente hubiera tenidos mis dudas ponerlo de esa manera, y encuentro
que aún ahora me siento inconfortable expresarme de esa manera. “Llegar a ser cristiano”
suena como un logro, como llegar a ser millonario. Pienso de ello, mas bien, y todavía lo
pienso, como un golpe de suerte, un paso en la dirección correcta. Aunque crecí en una
familia en donde la iglesia no jugaba ningún papel alguno, a través de una serie de eventos
desde la niñez me movió, en la mayor parte sin darme cuenta de ello, más cerca al
sentimiento de aquel Misterio de donde surgió la iglesia en primer lugar, hasta que,
finalmente, el Misterio mismo estuvo frente a mí, y el rostro que tenía era el de Cristo. Fue
poco a poco, un proceso obscuro y el resultado de ella fue que terminé siendo de tal manera
movido por lo que sentía de tal manera que encontré inadecuado el mantenerlo adentro de
mí mismo como un secreto, y tenía que hacer algo con ello.
17
—De Now and Then de Frederick Buechner
Siempre tiene que permanecer en la vida de cada hombre algún lugar para el canto de los
ángeles, algún lugar para aquello que en sí mismo es tan hermoso que quita el aliento y, por
una prerrogativa inherente, empuja todo el resto de la vida a una conectividad nueva y
creativa, algo que reúne en sí mismo todos los pedazos de experiencias de áreas comunes
de la vida y brilla en una luz blanca brillante de belleza y sentido penentrante--luego pasa.
Lo común pasa con una nueva gloria; las cargas antiguas llegan a ser más livianas; las
heridas profundas y antiguas pierden mucho de su antiguo y viejo dolor. Se pone una
corona sobre nuestras cabezas y el resto de nuestras vidas estamos trata ndo de crecer lo
suficiente para poderla llevar. A pesar de todo lo burdo de la vida, a pesar de todo las
discordias ásperas de la vida, la vida es salvada por el canto de los ángeles.
—De Deep is the Hunger por Howard Thurman
Alguna vez pensé, “me gustaría sentir los contornos de estos tiempos con la yema de mis
dedos”. Estaba sentada en mi escritorio sin ninguna pista de qué hacer con la vida. Esto
era así porque todavía no me llegaba la vida, todavía estaba sentada en mi escritorio. Y
luego, de pronto, fui arrojada a uno de los muchos puntos del sufrimiento humano. Y allí,
frente a los rostros de la gente, en miles de gestos, pequeños cambios de expresión,
historias de la vida, de pronto pude leer nuestra era--y mucho más que nuestra era
solamente. Y luego, de pronto pasó: fui capaz de sentir los contornos de estos tiempos con
mis dedos. ¿Cómo es que este pedazo de tierra rodeado de alambres de púas, en el que
fluyó tanto miseria humana, permanecía sin embargo inscrita en mi memoria como algo
casi amoroso? ¿Cómo es que mi espíritu, lejos de sentirse oprimido, parecía brillar más y
más allí? Era porque leía las señales de los tiempos y ya no me parecían sin sentido.
Rodeado por mis escritores y poetas y las flores de mi escritorio amé la vida. Y allí entre
las barracadas, llenos de gente a quienes se cazaba y se les perseguía, encontré
confirmación de mi amor por la vida. La vida en aquellas barracas sombrías no era otra que
la vida en este cuarto protegido y pacífico. En ningún momento fui cortada de la vida que
había dicho que había dejado atrás. Había un total grande y significativo simplemente.
¿Seré capaz de describir todo aquello algún día? ¿De tal manera que otros puedan sentir
también qué tan amable y digno es vivir y qué justa --sí, justa--la vida realmente es?
—De An Interrupted Life por Etty Hillesum
18
2. Entrando al interior
INVOCACION
Oh Dios, en todas las edades tú te has impartido al hombre y encendido el fuego de la fe en
su corazón, concédeme la fe que viene de la búsqueda. Limpia mi vida de todo lo que
niega y aplasta la fe, y llénala con la pureza y honestidad que la alimenta. Límpiame del
mal que hace a la incredulidad su amigo, y expúlsala lejos de mí, para que, estando
dispuesto en todas las cosas para hacer tu voluntad, pueda conocer la verdad que me hará
libre. A través de Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Samuel M. Shoemaker en Daily Prayer Companion
SALMO 139
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Isaías 55
Martes Juan 3:1-8
Miércoles
2 Corintios 4:7-18
Jueves Mateo 15:1-20
Viernes
Juan 15:1-17
SábadoEfesios 3:1-21
Domingo
Mateo 11:25-30
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Tus oraciones esta semana deben reconocer la realidad y profundidad de su ser interno y
pedir a Dios que te encuentre allí. Que él venga para habitar en esta esfera de tus
esperanzas, valores, gozos, heridas y soledad.
HIMNO
“Alcancé Salvación”
1
De paz inundada mi senda ya esté
O cúbrala un mar de aflicción,
Mi suerte cualquiera que sea, diré:
Alcancé, alcancé, salvación.
19
Coro
Alcancé, salvación
Alcancé, alcancé, salvación.
2
Ya venga la prueba o me tiente Satán,
No amengua mi fe ni mi amor;
Pues Cristo comprende mis luchas, mi afán
Y su sangre obrará en mi favor.
3
Feliz yo me siento al saber que Jesús,
Libróme de yugo opresor,
Quitó mi pecado, clavólo en la cruz,
Gloria demos al buen Salvador.
4
La fe tornaráse en gran realidad
Al irse la niebla veloz,
Desciende Jesús con su gran majestad,
¡Aleluya! Estoy bien con mi Dios.
H. G. Spafford, Traducido por Pedro Grado.
BENDICION
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo
que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la
iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
Pablo en Efesios Tres
SELECCIONES PARA MEDITACION
“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en
secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mt. 6:6).
El aposento también es doble, externo e interno, material y espiritual: el lugar material es
de madera o piedra, el aposento espiritual es el corazón o la mente: San Teofilacto
interpreta este como significando el pensamiento secreto o la visión interna. Por tanto, el
aposento material permanece siempre fijo en el mismo lugar, pero el espiritual lo llevas
internamente a dondequiera que vayas. En dondequiera que el hombre esté, su corazón
siempre está con él, y por eso, habiendo recogido sus pensamientos dentro de su corazón,
puede encerrarse y orar a Dios en secreto, ya sea que esté hablando o escuchando, ya sea
que esté entre poca gente o mucha. La oración interna, si viene al espíritu de un hombre
cuando está con otra gente, no demanda el uso de los labios o de libros, ningún movimiento
de la lengua o sonido de la voz: y lo mismo es verdad aun cuando estás solo. Todo lo que
es necesario es levantar tu mente a Dios, y descender profundo dentro de ti mismo, y esto
se puede hacer en cualquier lugar.
—De The Art of Prayer por Igumen Chariton of Valamo
20
Las teorías sobre la experiencia religiosa, tales como la jornada de Laing o el descenso de
Jung a la profundidad de la conciencia, son meras herramientas, ayudas con las cuales
probar la propia experiencia de uno. Cada paso propio es más valioso que todo el
conocimiento y discernimiento de otros.
Pero ¿cómo llega uno a estos pasos? Ciertamente no por esperar las experiencias. La
jornada interna es un ejercicio, algo que es cultivado; requiere concentración y atención.
Sobre todo, la jornada interna requiere la sinceridad más grande de la que uno sea capaz.
Involucra riesgos —el riesgo de la vergüenza si no hay nada allí, el riesgo del vacío si uno
no cambia como resultado, el riesgo de la propia persona —y el riesgo no es menos que
aquel encontrado en el camino a otra persona. Para nosotros los modernos, quizás, el temor
de ser ridículos ante nuestros propios ojos es la vergüenza más grande.
—De Death by Bread Alone por Dorothe Soelle
A la medida que principiamos a aprender a orar, me gustaría hacer claro que lo que
significo por “aprender a orar” no es un intento de justificar o explicar ésto de una manera
especulativa. Al contrario, me gustaría señalar de qué uno debe estar consciente, y qué es
lo que uno puede hacer si desea orar. Como yo mismo soy un principiante, asumiré que
ustedes también son principiantes, y trataremos de principiar juntos. No estoy hablando a
nadie que intenta la oración mística o estados más altos de perfección, porque estas cosas se
enseñan a sí mismas. Cuando Dios irrumpe a través de nosotros o cuando nosotros
irrumpimos a través de Dios, en ciertas circunstancias excepcionales, ya sea porque las
cosas se revelan a sí mismas de repente con una profundidad que nunca antes habíamos
percibido o cuando de repente descubrimos en nosotros mismos una profundidad donde la
oración mora y desde donde salimos, no hay problema en orar. Cuando estamos
conscientes de Dios, estamos ante él, le adoramos, le hablamos.
—De Beginning to Pray por Anthony Bloom
La gente que ora, realmente ora, no habla mucho de ello. Después que hayas mirado
cuidadosamente en el asunto, pudieras estar desconcertado quién está realmente orando.
Pero en general, la oración es algo que está por debajo de todo. ¿Será porque la gente que
ora es demasiada posesiva sobre sus experiencias para compartirlas? Al contrario, la gente
que ora generalmente comparte sus experiencias generosamente. Pero en lo general no
andan publicando sus vidas de oración. Quizás la energía que tendría que usarse en hablar
se va a la oración mejor.
Con el propósito de encontrar a una persona que ora, tienes que buscar otras pistas: caridad,
buen temperamento, paciencia, una justa habilidad para manejar el estrés, resonancia,
apertura a otros. Lo que pasa a la gente que ora es que su vida interna gradualmente invade
su vida externa. Esto no quiere decir que son menos activos. Ellos pueden ser abogados,
doctores, hombres de negocios competentes. Pero sus corazones están en la vida interna y
son movidos por eso.
—De Clinging—The Experiencia of Prayer por Emilie Griffin
Cuando san Pablo describió nuestra naturaleza humana misteriosa como “Templo del
Espíritu Santo”— una morada creada o un santuario de la Vida Divina no creada e invisible
— estaba declarando en los términos más fuertes posibles un punto de vista de nuestro
estatus, nuestra relación con Dios, que siempre ha estado presente en el cristianismo; y en
21
realidad implícita en el punto de vista cristiano de la Realidad. Pero esa declaración como
está parece demasiado fuerte para la mayoría de nosotros. No nos sentimos para nada como
templos del Amor Creativo. Estamos más tranquilos con santa Teresa, cuando ella describe
el alma como un “castillo interior”—una mansión con muchos cuartos, con varios pisos y
apartamentos desde el sótano para arriba; no todos dedicados a usos exaltados, no siempre
en un estado satisfactorio. Y cuando, de una manera más cotidiana habla de su propia vida
espiritual como “llegar a ser sólida como una casa,” finalmente podemos entender algo.
La casa del alma, esa morada interior que todos poseemos, para el cual todos somos
responsables en mantenerla bien —un lugar en donde podemos encontrar a Dios, o de
donde en un cierto sentido podemos excluir a Dios —esa no es una idea demasiado grande
para nosotros. Aunque ninguna imagen sacada de la vida del sentido alguna vez pueda ser
adecuada a los extraños y delicados contactos, tensiones, demandas y bendiciones de la
vida que está más allá del sentido: aunque la parte importante de cada parábola es aquello
que falla en expresarlo: todavía así, aquí tenemos una concepción que se puede hacer que
cubra muchas de las verdades que gobiernan la vida interior de oración.
—De The House of the Soul and Concerning the Inner Life por Evelyn Underhill
Sin embargo es dificultoso escribir o hablar del Espíritu Santo. Titubeamos en reclamar al
Espíritu como “nuestro” a pesar de sentirnos tranquilos al orar Padre “nuestro”, Señor
“nuestro”, “mi” Jesús. Existe una reserva, una humildad, un mutismo ante el Espíritu.
Quizás es el adjetivo “Santo” prefijado al Espíritu que nos hace titubear en decir “nuestro”
Espíritu Santo, “mi” Espíritu Santo. Decir “Padre” o “Hijo” es hablar en términos de
imágenes definidas, claras, humanas y correlativas a tener alguna referencia tangible. El
Espíritu no se entrega a sí mismo a tales categorías humanas tangibles, ni a descripciones o
definiciones. Nuestro vocabulario, nuestro lenguaje, aun nuestra teología oscure al Espíritu
y esconde más de lo que revela. La luz no se puede poner en un candelero o el oceano en
un balde. Es el Espíritu que da vida a la palabra; la palabra en sí misma seguido es mortal.
El Espíritu es elusivo, sin obstrucciones, tan imperceptible como el tiempo y las sazones, el
crecimiento y la edad. Sin embargo, el hombre tiene un profundo sentido del Espíritu por
el aliento de su vida, el pulso de su corazón, el removerse de su conciencia, la
intranquilidad de su alma. En esto, el hombre moderno no está lejos del hombre primitivo.
La soledad, el silencio, las tinieblas, el sueño y la muerte nos tocan tan profundamente
como para permitirnos el olvidarnos el misterio de lo absoluto. Qué tan intuitivo el hombre
antiguo fue en sentir que el Espíritu estaba en todas las cosas.
—De Surprised by the Spirit por Edward J. Farrell
Cada uno de nosotros es el artista de su propia vida. Los materiales que se nos han dado
para trabajar, las condiciones bajo las cuales trabajamos y lo que nos sucede, son parte del
drama de lo que haremos con nuestras vidas. Pero los materiales y las condiciones y los
eventos no son, en sí mismos, los factores determinantes. Si el hombre llevara o no llegará
a su propio destino —el lugar que peculiarmente es de él —depende de si encuentra o no el
Reino interno y escucha el llamado a la plenitud —o santidad, como otros dirían. El
hombre que escucha ese llamado es escogido. No tiene que empujar por un lugar en el
esquema de las cosas. El sabe que hay un lugar que es suyo y que puede vivir cerca a
Aquell que se lo mostrará. La vida llega a ser su vocación.
—De Journey Inward, Journey Outward por Elizabeth O’Connor
22
Meister Eckhart escribió, “Así como estás en la iglesia o celda, ese mismo cuadro mental
llévalo al mundo; a sus torbellinos y su rebelión.” Dentro de nosotros todos hay un
santuario interno sorprendente del alma, un lugar santo, un Centro Divino, una Voz que
habla, al cual continuamente regresamos. La eternidad está en nuestros corazones,
presionando sobre nuestras vidas hechas pedazos por el tiempo, calentándonos con
insinuaciones de un destino asombroso, llamándonos a casa a Sí mismo.
—De A Testament of Devotions por Thomas R. Kelly
No hay “meros” hombres. El esplendor moral viene con el don de la vida. Cada persona
tiene dentro de sí mismo una vasta potencialidad para identificación, dedicación, sacrificio
y mutualidad. Cada persona tiene fuerzas ilimitadas para sentir la unidad humana y actuar
encima de ella. La tragedia de la vida no es el hecho de la muerte sino en que nos muramos
internamente mientras vivimos.
—De Human Options por Norman Cousins
Es tarde en la tarde. Estamos solos, quizás por primera vez desde que despertamos.
Pedazitos y piezas del día asaetean nuestra conciencia. Pequeños deseos y temores del
mañana nos dispersan aun más. Entre más corre a través de nuestras mentes, más complida
y ansiosa nos parece la vida. Quizás la TV nos ayudará a calmarnos —o el periódico —o
algún trabajo —o el sexo —o una gran cena. Tal parece que menos nos come entonces. La
vida se detiene por un momento. Nos sentimos en control de nuevo —estamos “haciendo”
algo —cualquier cosa.
El efecto después del hacer nos deja menos ansiosos, pero más drogados. Hemos
intercambiado una ansiedad que nos comía por una sensibilidad adormecida. Quizás, a lo
menos, ahora podemos dormir. Lo hacemos, en la superficie. Pero no internamente.
Nuestros sueños se ven atribulados. Fragmentos de la vida vuelan alrededor y alrededor sin
un centro. Nos levantamos cansados, y luchamos otra vez otra vuelta.
Tú y yo compartir una “vida abajo.” Generalmente es soportable; inclusive parece
“normal”, por el puro hábito. En ocasiones inclusive parece alegre. Pero no satisface.
Hemos crecido para mucho más que eso. Cuando esto llega a ser muy claro, cuando todas
las vueltas del día se sienten más cansadas, nos escuchamos a nosotros mismos llorando
con el lamento del salmista:
¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre?
¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? (Sal. 13:1)
¿Hasta cuándo tengo que vagar a través de esta densa jungla todo golpeado y ciego antes
que aparezca alguna claridad?
—De Living Simply Through the Day por Tilden H. Edwards
Conocerse a uno mismo es un elemento vital en la oración. Porque toda oración principia
con cuestionarse, con una búsqueda de sentido e identidad, con hambre. San Bernardo
llama al conocimiento de uno mismo “el conocimiento más alto, el mejor, el que nos trae
más cerca de Dios, el conocimiento de nosotros mismos.” O en las palabras de Juan
Taulero (1300 —61):
23
Te diré el camino más corto, el más directo: entra a tus propias profundidades, encuentra lo
que más estorba tu propio progreso y te detiene. Retírate dentro de ti mismo, porque el
Reino de Dios está dentro de ti. . . Regresa a ti mismo, entra a ti mismo, con el
conocimiento de lo que tú eres.
—De True Prayer por Kenneth Leech
3. Dirigiéndose a Dios
INVOCACION
Oh Señor de las Huestes, tú solo eres Señor. Tú has hecho los cielos y la tierra y todas las
cosas vivientes que habitan allí. Tu mano es el alma de toda cosa viviente. Vendré delante
de ti con adoración y honor este día. En el nombre de Cristo oro. Amén.
SALMO 84
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Lucas 10:25-28
Martes Mateo 6:1-4
Miércoles
Exodo 20:1-17
Jueves Juan 1:1-18
Viernes
Proverbios 8:22-36
SábadoRomanos 5:1-11
Domingo
Lucas 18:9-14
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Permite que a lo menos el principio de tu tiempo de oración esta semana sea gastado en
recordar la maravilla de Dios en cuya presencia vienes.
HIMNO
“Dios, Nuestro Apoyo”
1
Dios, nuestro apoyo en los pasados siglos,
Nuestra esperanza en años venideros,
Nuestro refugio en hórrida tormenta,
Y nuestro hogar eterno.
2
Bajo la sombra de tu excelso trono
En dulce paz tus santos residieron.
Tu brazo solo a defendernos basta,
Y nuestro amparo es cierto.
24
3
En nuestra vida toda y en la muerte
En tu promesa nuestra fe ponemos;
Y nuestros hijos cantarán gozosos,
Cuando hayamos ya muerto.
4
Dios, nuestro apoyo en los pasados siglos,
Nuestra esperanza en años venideros,
Sé tú nuestra defensa en esta vida,
Y nuestro hogar eterno.
Isaac Watts, —J. Mora, Traductor
BENDICION
Padre, tú vistes el cielo con luz y las profundidades del oceano con tinieblas. Tú obras
maravillas entre los hijos de los hombres. Dame ojos para ver tus obras este día. Amén.
SELECCIONES PARA MEDITACION
Pensemos de nuestras oraciones, las tuyas y las mías; pensemos del calor, la profundidad e
intensidad de tu oración cuando tiene que ver con alguien a quien amas o alguna cosa que
es importante para tu vida. Entonces tu corazón está abierto, todo tu ser interno está
recogido en oración. ¿Significa que te importa Dios? No, no te importa. Simplemente
significa que el asunto de tu oración es importante para ti. Porque cuando has hecho tu
oración apasionada, profunda e intensa con respecto a la persona que amas o la situación
que te preocupa, y luego sigues con el siguiente asunto, el cual no te importa tanto—si de
pronto te vuelves frío, ¿qué ha cambiado? ¿Se ha vuelto Dios frío? ¿Se ha ido? No,
significa que toda esa actividad, toda esa intensidad en tus oraciones no había nacido de la
presencia de Dios, de tu fe en él, de tu anhelo por él, de tu estar consciente de él; no nació
de nada sino de tu preocupación por él o ella o ello, no de Dios.
—De Beginning to Pray por Anthony Bloom
Lo que es decisivo no es la experiencia mística de nuestro ser cerca de él; decisivo no son
nuestros “sentimientos” sino nuestra “seguridad” de que él está cerca de nosotros —aunque
aun su presencia esté velada y más allá del alcance de nuestra emoción. Nuestra emoción
no es decisiva sino nuestra “convicción.” Si hace falta tal convicción, si la presencia de
Dios es un mito, entonces la oración a Dios es un engaño. Si Dios es incapaz de
escucharnos, entonces nosotros estamos locos en hablarle.
La verdadera fuente de la oración, dijimos arriba, no es una emoción sino un
discernimiento. Es el discernimiento al misterio de la realidad, “el sentido de lo inefable,”
que nos capacita a orar. Mientras rehusemos tomar nota de lo que está más allá de nuestra
vista, más allá de nuestra razón; mientras estemos ciegos al misterio del ser, el camino a la
oración nos está cerrado. Si la salida del sol no es sino una rutina diaria de la naturaleza, no
hay razón para decir, “En misericordia tú das luz a la tierra y a aquellos que habitan en ella.
. . constantemente todos los días.” Si el pan no es sino harina humedecida, levada,
25
horneada y luego sacada del horno, no tiene sentido decir, “Bendito eres tú. . . que de la
tierra sacas pan.”
El camino a la oración pasa a través de los “actos de maravilla” y “asombro radical”. La
ilusión de la inteligibilidad total, la indiferencia al misterio que está por todas partes, la
necedad de la autoconfianza última son serios obstáculos del camino. En los momentos de
ser enfrentados con el misterio de vivir y morir, de conocer e ignorar, de amar y de ser
incapaces de amar—es que oramos, es que “nos dirigimos nosotros mismos a Aquel que
está más allá del misterio.”
—De Man´s Quest for God de Abraham Joshua Heschel
Un drama de preparatoria es mucho más pulido que este servicio que hemos estado
ensayando desde el primer año. En dos mil años, no hemos trabajado los ángulos.
Positivamente los glorificamos. Semana tras semana el mismo milagro; que Dios es tan
poderoso que puede acallar su propia risa. Semana tras semana, testificamos el mismo
milagro; que Dios, por razones insondables, se refrena de acabar con nuestra danza de osos.
Semana tras semana Cristo lava los pies sucios de los discípulos, maniobra los mismos
dedos de ellos, y repite, Está bien—créelo o no—ser pueblo.
¿Quién lo puede creer?
—De Teaching a Stone to Talk por Annie Dillard
Ahora, este principio general tiene su aplicación especial a la oración. Nada puede ser más
intensamente individual que las oraciones de la Biblia. Nadie trata de tener comunión con
Dios en la forma de alguien más. Algunos oran arrodillados, como Pablo (Hechos 20:36);
algunos de pie, como Jeremías (Jer. 18:20); algunos sentados, como David (2 Sam. 7:18);
algunos postrados, como Jesús (Mt. 26:39). Algunos oran en silencio, como Ana (1 Sam.
1:13); algunos en voz alta, como Ezequiel (Ez. 11:13). Algunos oran en el templo (2 Reyes
19:14); algunos en su cama (Sal. 63:6); en los campos (Gn. 24:11, 12); en las colinas (Gn.
28:18-20); en el campo de guerra (1 Sam. 7:5); al lado de los ríos (Hechos 16:13); en las
playas (Hechos 21:5); en la privacidad de su aposento (Mt. 6:6). Además, toda clase de
temperamentos se encuentran en la oración; líderes prácticos como Nehemías, que en el
silencio del espíritu busca la ayuda de Dios antes de hablar con el rey (Neh. 1:3, 5); poetas
como el escritor del salmo veintitres, que aman la comunión con Dios; hombres de
melancolía como Jeremías, “¿Has rechazado enteramente a Judá? ¿Ha aborrecido tu alma a
Sion?” (Jer. 14:19); y hombres de espíritu radiante como Isaías, “mi fortaleza y mi canción
es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí” (Is. 12:2). Hay muchas formas diferentes
de orar como hay muchos individuos diferentes. Considera la oración de san Agustín:
“Que mi alma tome refugio bajo la sombra de tus alas, del amontonamiento turbulento de
los pensamientos mundanos; que mi corazón, este mar de olas inquietas, encuentre paz en
ti, oh Dios.” Y luego, en contraste considera la oración del Señor Ashley, antes de que
atacara en la batalla de Edge Hill: “Oh Señor, tú sabes qué tan ocupado tengo que estar este
día. Si me olvido de ti, tú no me olvides.”
Necesitamos siempre recordar, por tanto, que no hay un molde de oración en el que la
comunión con Dios tiene que correr. Que cada hombre ore de la mejor manera que pueda.
—De The Meaning of Prayer por Harry Emerson Fosdick
26
Cuando terminé, habló tentativamente, luego, llevado por la importancia de su asunto, con
más pasión. “¿Cómo puedes ponerte a ti mismo al punto de decir ‘Dios’ una y otra vez?
¿Cómo puedes esperar que tus lectores tomen la palabra en el sentido en que tú deseas que
se tome?”
. . . Los ojos gentiles se encendieron. La voz misma chispeaba. Luego nos sentamos en
silencio por unos momentos frente a frente. El cuarto estaba en el fluir de la brillantez de la
mañana temprana. Me parecía como si el poder de la luz me penetraba. Lo que ahora
respondo, no lo puedo reproducir, sino sólamente indicar.
“Sí”, dije, “es la más cargada de todas las palabras humanas. Ninguna ha sido tan más
enlodada, tan mutilada. Pero no puedo abandonarla sólo por esta razón. Generaciones de
hombres han puesto la carga de sus ansiosas vidas sobre esta palabra y la han bajado hasta
el suelo; está en el polvo y lleva toda la carga. Las razas de los hombres con sus divisiones
religiosas han hecho pedazos la palabra; ellos han matado por ella y muerto por ella, y lleva
las huellas de los dedos y su sangre. ¡Dónde puedo encontrar una palabra como ella para
describir lo más Alto! Si tomara el concepto más puro, más burbujeante de los tesoros de la
recámara más interna de los filósofos, sólo podría capturar con ella un producto del
pensamiento que no compromete. No podría capturar la presencia de Aquel a quien las
generaciones de los hombres han honrado y degradado con sus asombrosas vidas y muertes.
Quiero decir aquel que las generaciones atormentadas por el infierno y las que asaltan al
cielo de los hombres quieren decir. Ciertamente, ellos dibujan caricaturas y escriben ‘Dios’
abajo; ellos se asesinan unos a otros y dicen ‘en el nombre de Dios.’ Pero cuando toda la
locura e ilusión caen al polvo, cuando están en contra de él en las tinieblas más solitarias y
ya no dicen ‘él, él’ sino más bien ‘tú’, gritan ‘tú’, todos ellos una palabra, y cuando luego
añaden ‘Dios’, ¿no es el Dios real a quien ellos imploran, al Dios Viviente, al Dios de los
hijos de los hombres? ¿No es él quien les escucha? Y sólo por esta razón ¿no es ‘Dios’ la
palabra de apelación, la palabra que ha llegado a ser un nombre, consagrado en todas las
lenguas humanas de todos los tiempos? Tenemos que estimar a aquellos que la contradicen
porque se rebelan en contra de la injusticia y heridas que fácilmente son refieren a ‘Dios’
para autorización. Pero no podemos abandonarla. ¡Qué comprensible es que algunos
sugieran que permanezcamos en silencio sobre las ‘últimas cosas’ por un tiempo con el
propósito de que las palabras malusadas puedan ser redimidas! Pero ellas no se redimen
así. No podemos limpiar la palabra ‘Dios’ y no podemos perfeccionarla; pero, inmunda y
mutilada como está, podemos levantarla del suelo y colocarla por encima en una hora de
preocupación.”
—De Meetings por Martin Buber
Jesús nos enseña a acercarnos a Dios como “Padre”. En el Antiguo Testamento a Dios no
se le habla seguido como “Padre”: de hecho, sólo hay catorce lugares donde ocurre. Ellas
se refieren a Dios como el Creador con una relación singular a Israel su primogénito (Dt.
14:1). En los profetas, se hace un agudo contraste entre la paternidad de Dios y la
infidelidad humana. Pero es toda la comunidad que invoca a Dios de esta manera. No hay
evidencia que ninguno en el judaísmo se dirigiera a Dios como “mi Padre”. Sin embargo,
es precisamente lo que Jesús hizo en todas sus oraciones—algunas veintiun veces.
Además, encontramos la palabra Padre en la boca de Jesús usada para Dios unas ciento
setenta veces en los Evangelios. Sólo hay una oración de Jesús, el grito de desesperación
desde la cruz, en la que hace falta “mi Padre”. También, Jesús usa la palabra aramea
27
“Abba.” Así en el Getsemaní ora: “Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; quita
de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad sino la tuya” (Marcos 14:36). “Abba” era una
forma muy familiar de invocar, más como “Papito”, una forma infantil. En los Evangelios,
entonces, “Padre” es la descripción de Dios. Jesús claramente está animando una relación
con Dios que esté marcada por la semejanza a los niños.
—De True Prayer por Kenneth Leech
A menos que encontremos el nombre correcto para Dios, no tenemos acceso libre, real,
gozoso y abierto a él. Mientras tengamos que llamar a Dios con términos generales como
“El Todopoderoso”, “El Señor Dios”, mientras que tengamos que poner “el” antes de la
palabra para hacerla anónima, para hacerla un término genérico, no podemos usarla como
un nombre personal. Pero hay momentos cuando los escritores sagrados, por ejemplo,
explotan con algo que tiene la calidad de un sobrenombre, algo que nadie más podría
posiblemente decir, que está en el límite de lo posible e imposible, que es hecho posible
sólo porque hay una relación. Recuerda el salmo en el que, después de formas restringidas
de expresión, de repente David explota, “¡Tú, Gozo mío!” Ese es el momento cuando todo
el salmo vibra. Diciendo “Oh tú nuestro Señor,” “Oh, tú eres el Todopoderoso” y cosas
semejantes, estaba declarando a Dios hechos sobre él, pero cuando irrumpe y dice “Oh Tú,
¡Gozo mío!” es otra cosa completamente diferente. Y cuando podemos decir a Dios, “Oh
tú, ¡Gozo mío!” o cuando puedes decir “¡Oh tú, el dolor de mi vida, oh tú que estás en
medio como una tormenta, como un problema, como una piedra de tropiezo!” o cuando
podemos dirigirnos a él con violencia, entonces hemos establecido una relación de oración.
—De Beginning to Pray por Anthony Bloom
28
4. Disciplina
INVOCACION
Oh eterno Dios, santifica mi cuerpo y alma, mis pensamientos y mis intenciones, mis
palabras y acciones, para que cualquier cosa que piense, o hable, o haga pueda estar
diseñada para la gloria de tu nombre, y con tus bendiciones puedan ser efectivas en tu obra.
A través de Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Jeremy Taylor
SALMO 26
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Juan 3:25-36
Martes Lucas 12:35-48
Miércoles
Mateo 25:14-30
Jueves Romanos 12:1-2
Viernes
Lucas 2:41-49
SábadoDeuteronomio 27:1-8
Domingo
1 Tesalonicenses 4:1-12
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Que tus oraciones esta semana te lleven más allá de tus rodillas inclinadas y espíritu
reverente a los escogimientos determinativos de tu vida cotidiana. Que traiga tu voluntad a
enfrentar todas las cosas que te alejan de servir a Dios.
HIMNO
“La Voluntad de Dios”
1
Mi voluntad la he rendido
Y pertenezco sólo a Ti
Humildemente yo te pido
“Tu voluntad se haga en mí.”
2
Estoy hastiado de mi culpa,
Y sólo tú perdonarás.
No puedo darte otra disculpa,
A Ti me acerco nada más.
3
Tu voluntad, Oh Rey precioso,
Rendido quiero aceptar.
El Santo Espíritu, de gozo
29
Mi alma quiera inundar.
4
Contigo siempre, Dios amado,
Mi pie seguro estará.
¿Quién, de tu amor ilimitado
Podrá mi vida separar?
Coro
Oh, dulce Bien, A Ti me entrego,
Tu voluntad hoy haz en mí.
Oh, Dios bendito, Mi ser contrito,
Consagro solamente a Ti.
Mrs. C. M. Morris—traducido por H. T. Reza
BENDICION
Señor, permite que mi vida sea ordenada, regular, templada; no permitas que el orgullo o la
autobúsqueda, ni la codicia o venganza, que ni los fines pequeños y las imaginaciones bajas
contaminen mi espíritu y desantifiquen mis palabras y acciones. Permite que mi cuerpo sea
un siervo de mi espíritu y tanto cuerpo como espíritu sean siervos de Jesús, haciendo todas
las cosas para tu gloria aquí. Amén.
Jeremy Taylor
SELECCIONES PARA MEDITACION
“Por tanto, velad.” Porque la vida en el tiempo no es un tropezar de una epifanía en éxtasis
a otra. La tarea enorme es mantener tus ojos abiertos, tu mecha bien cortadita, tu lámpara
llena, tu pólvora seca. Aun cuando el esposo se tarda. Aun cuando el cielo cae en el lago y
el lago mismo es tragado por alguna cañería del tiempo que se vuelve nada. Aun cuando
todo se aplasta hasta la trivialidad. O el grito de la medianoche, “¡He aquí, el esposo
viene!” te agarrará dormido, tú lámpara tirada, el aceite regado.
Y entonces es mejor que nunca hubieras nacido. El momento que estás esperando, el fin
para el cual fuistes hecho—tu tiempo—vuela sin ti. En lugar de ir a encontrarte con el
esposo, glorioso e infinitamente deseable, tú andas en el pueblo negociando con los
vendedores de aceite. La vida misma te ha pasado. La luz muere. El lago se da la vuelta,
cierra la puerta. Se va. Ya no te conoce más.
No hay dos caminos al respecto. Tú tienes tus ojos abiertos o no los tienes. Estás vigilando
a la medianoche o no lo estás. Tú estás listo cuando viene volando hacia ti, cortando
rápidamente sobre la superficie del tiempo.
Las preocupaciones de este mundo no son excusa. Ningún padre, madre, esposa, ni hijos.
No sepelios ni nacimientos ni bodas. Ninguna fórmula fija, reflegando la taza del baño,
tirando píldoras o prosa. Cualquier cosa que la gran empresa humana tenga actualmente, el
punto es vigilar. Todo el resto es añadidura. Buscar el reino es el ingrediente esencial.
Mantén tus ojos abiertos o sería mejor que estuvieras muerto. Ya lo estás.
—De And the Trees Clap Their Hands
por Virginia Stem Owens
30
5. Deseo
INVOCACION
Señor, no sé que pedirte; sólo tú sabes qué necesito. Simplemente me presento a mí mismo
a ti; abro mi corazón a ti. No tengo otro deseo que lograr tu voluntad. Enséñame a orar.
Amén.
Francois Fenelon en Little Book of Prayers
SALMO 1
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Filipenses 3:7-11
Martes Salmos 63:1-8
Miércoles
Lucas 9:46-50
Jueves Juan 9:46-50
Viernes
1 Pedro 2:1-10
SábadoRomanos 8:18-25
Domingo
Juan 7:37-44
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
HIMNO
BENDICION
SELECCIONES PARA MEDITACION
31
6. Retiro
INVOCACION
Me detengo, Padre, para tener comunión contigo. Ayúdame a estarme quieto y a conocer
que tú eres Dios. Calma mientras tanto cualquier músculo o nervio tenso o emociones
hechas pedazos. Permíteme estar relajado en cuerpo y calmado en espíritu para que pueda
responder más a tu presencia. Me detengo, Padre, para tener comunión contigo . . . Amén.
Roy E. Dickerson en Daily Prayer Companion
SALMO 91
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Lucas 5:12-16
Martes Mateo 4:1-11
Miércoles
Eclesiastés 3:1-13
Jueves Lucas 22:39-46
Viernes
Gálatas 1:11-24
SábadoLucas 17:20-21
Domingo
Salmos 37:1-7
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Esta semana pide a Dios que te ayude a ver el valor de retirarte con él. La soledad puede
ser bendecida cuando él está en ella. Fue el patrón del Maestro retirarse para descansar. Y
nosotros necesitamos entrar en su descanso.
HIMNO
“Te Necesito Cada Hora”
BENDICION
Oh mi Dios, ¿cuándo el silencio, el retiro y la oración llegarán a ser las ocupaciones de mi
alma así como ahora son con frecuencia los objetos de mis deseos? ¡Cuán cansado estoy de
decir mucho y sin embargo hacer tan poco por ti! Ven, Jesús, ven. ¡Tú eres el único objeto
de mi amor, el centro y la felicidad suprema de mi alma! Ven, e impresiona mi mente con
una convicción viva de tu presencia que todo dentro de mí pueda ceder a su influencia.
Amén.
Thomas à Kempis
32
SELECCIONES PARA MEDITACION
En la soledad podemos lentamente desenmascarar la ilusión de nuestra posesividad y
descubrimos en el centro de nuestro propio ser que no somos lo que conquistamos, sino lo
que se nos da. En el retiro podemos escuchar la voz de aquel que nos habló antes de que
pudiéramos hablar una palabra, que nos sanó antes de que hacer algún gesto pidiendo
ayuda, quien nos libró mucho antes de que pudiéramos librar a otros, y quien nos amó antes
de que pudiéramos amar a alguien. Es en el retiro que descubrimos que ser es más
importante que tener, y que somos más dignos que el resultado de nuestros esfuerzos. En el
retiro descubrimos que nuestra vida no es una posesión a defender, sino un regalo para
compartir. Es allí donde reconocemos que las palabras sanadoras que hablamos no son sólo
nuestras, sino que se nos han dado; que el amor que podemos expresar es parte de un amor
más grande, y que la nueva vida que traemos no es una propiedad para agarrarnos de lla,
sino un don que recibir.
—De Out of Solitude por Henri J. Nouwen
Desiertos, silencio, retiros no “son necesariamente lugar sino estados de la mente y el
corazón.” Estos desiertos se pueden encontrar en medio de la ciudad, y en cada día de
nuestras vidas. Solamente necesitamos buscarlos y darnos cuenta de nuestra tremenda
necesidad de ellos. Serán pequeños retiros, pequeños desiertos, pequeñitas albercas de
silencio, pero la experiencia que traerán, si estamos dispuestos a entrar en ellos, pudieran
ser tan exultantes y tan santos como todos los desiertos del mundo, aun aquel en el Dios
mismo entró. Porque es Dios quien hace los retiros, los desiertos y los silencios santos.
Considera el retiro de caminar del metro o autobús a tu casa en la tarde, cuando las calles
están más quietas y hay pocos transuéntes. Considera el retiro que te saluda cuando entras
a tu cuarto para cambiarte tus ropas de la oficina o trabajo a otras más cómodas y
hogareñas. Considera el retiro de una ama de casa, sola en su cocina, sentada para una taza
de café antes de principiar el trabajo del día. Piensa de los retiros que se ofrecen en tales
tareas humildes como la limpieza de la casa, planchar, cocer.
Uno de los primeros pasos hacia el retiro es la partida. Si fueras a partir a un desierto real,
pudieras tomar un avión, tren o carro para llegar allí. Pero estamos ciegos a las “pequeñas
partidas” que llenan nuestros días. Estos “pequeños retiros” seguido están detrás de una
puerta que podemos abrir, o en una pequeña esquina donde podemos detenernos a mirar a
un árbol que de alguna manera sobrevivió la nieve y el polvo de una calle de la ciudad. Allí
está el retiro de un carro en el que regresamos del trabajo, manejando defensa a defensa en
una autopista embotellada. Este también puede ser un “punto de partida” a un desierto,
silencio, retiro.
Pero nuestros corazones, mentes y almas tienen que estar entonadas, deseosas, conscientes
de estos momentos de retiro que Dios nos da.
—De Poustinia—Christian Spirituality of the East for Western Man
por Catherine de Hueck Doherty
Así vemos un bosquejo del contenido y método de la guianza de Jesús. Había un rito al
tratar con individuos, grupos y multitudes, diciendo y haciendo cualquier cosa que mejor
los reconciliara a su vida más grande unos con otros y en el Santo.
33
Había otra dimensión de su ritmo: retiro. La preparación culminante de Jesús para este
ministerio fue solo, en el desierto, yendo a través de la oscura, desviante, corrompientes
fuerzas del mal, hasta que fueron enfrentadas y su poder sometido. Surgió fortalecido, con
atrevimiento, con un sentido indomable de vocación. Después de este tiempo, continuaba
saliendo solo a orar de tiempo en tiempo.
—De Spiritual Friend por Tilden H. Edwards
34
7. Haciendo Momentos
INVOCACIÓN
Padre, dame ojos para ver y un corazón para responder a todo lo que venga a mi vida este
día. No permitas que pierda sus gracias por estar mirando al futuro a algún mañana.
Permíteme aceptar la novedad que cada momento trae consciente y en gratitud. En el
nombre de aquel que hace todas las cosas nuevas oro. Amén.
SALMO 81
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Lucas 24:13-35
Martes Marcos 9:2-8
Miércoles
1 Crónicas 28:10-30
Jueves Apocalipsis 3:14-22
Viernes
1 Samuel 7:7-17
SábadoMarcos 14:1-9
Domingo
Mateo 17:1-13
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Principia a orar esta semana que los momentos de tu vida pueden en sí mismos llegar a ser
oraciones. Ya sea que son en el gozo de una fiesta de cumpleaños, en el cansancio que
viene del trabajo, en la majestad de la puesta del sol o en el dolor que viene con las
lágrimas. Ora que cada una a su vez te causen levantar tu voz a él.
HIMNO
“El Mundo es de mi Dios”
BENDICION
Padre, mucho de mi vida parece vacía de eventos que pudieran nombrarse importantes. Su
contenido y calidad será más determinadas por mis respuestas a lo ordinario. Permíteme
ver tu mano en las providencias y circunstancias de este día. Amén.
SELECCIONES PARA MEDITACION
“Orar es tomar nota de la maravilla, volver a tener un sentido del misterio que anima a
todos los seres, el margen divino en todos los logros.” La oración es “nuestra” humilde
“respuesta” a la inconcebible sorpresa de vivir. Es todo lo que podemos ofrecer en
35
respuesta del misterio por el cual vivimos. ¿Quién es digno de estar presente en el
constante desenvolverse del tiempo? En medio de la meditación de montañas, la humildad
de las flores—más sabias que todos los alfabetos—las nubes que mueren constantemente
por causa de su gloria, “nosotros” estamos odiando, cazando, lastimando. De pronto nos
sentimos avergonzados por nuestros choques y murmuraciones frente al rostro de la gloria
tácita en la naturaleza. ¡Es tan avergonzante vivir! ¡Qué extraños somos en el mundo, y
qué presumptuosos nuestros hechos! Sólo una respuesta nos puede mantener: gratitud por
ser testigos de la maravilla, por el don de nuestro derecho de servir que no hemos ganado,
de adorar, y de cumplir. Es gratitud que hace al alma grande.
—De Man’s Quest for God por Abraham Joshua Heschel
Templanza, entonces, es el maestro de esa genial humildad que es esencial para la salud
espiritual. Nos hace darnos cuenta que el curso normal y moderado es el único que uno
puede manejar con éxito en nuestro propio poder: esas extraordinarias prácticas,
penitencias, esfuerzos espirituales, con sus gracias correspondientes, nunca deben ser
deliberadamente buscadas. Alguna gente parece pensar que la “vida espiritual” es una
condición peculiar principalmente sostenida por nieves y corregida por talcos. Pero la
norma sólida de la vida espiritual debe ser aquella de la vida natural: un asunto de una
cantimplora, pan y mantequilla, y una cortada en el encaje. Los extremos de gozo,
disciplina, visión, no están en nuestras manos sino en la Mano de Dios. Podemos mantener
la casa del alma en orden sin ninguna de estas cosas. No es la mejor ama de casa la que
ferozmente mantiene todo limpio, o recibe las cosas del confeccionario cuando está
esperando invitados. “Si alguno abre la puerta, vendré a él”; comparte su comida ordinaria,
e irradia su vida ordinaria. La demanda de templanza del alma, de reconocimiento del
carácter sagrado de lo normal, se basa en ese hecho—el hecho central cristiano—de la
entrada humilde de Dios a nuestra vida humana común. Lo supernatural puede y busca y
nos encuentra, en y a través de nuestra experiencia normal cotidiana: lo invisible en lo
visible. No hay necesidad de ser peculiar con el propósito de encontrar a Dios. Los Magos
fueron enseñados por los cielos a seguir una estrella; y los trajo, no a una revelación
paralizante de lo Trascendente, sino a un pequeño Niño en el regazo de su madre.
—De The House of the Soul and Concerning the Inner Life
por Evelyn Underhill
Variados y ricos son los métodos usados por los individuos que han descubierto la
fortaleza y la seguridad que viene de la práctica de la Presencia de Dios. En la mayoría de
las veces estas prácticas son muy privadas y son una parte de los recursos íntimos de la vida
religiosa personal. Hablar de tales cosas es como hablar de la vida privada de uno en
público. En el curso de una vida una persona pudiera ser privilegiada en compartir el
testimonio de maneras muy inesperadas.
. . . Hay una amiga que está en su setentas ahora. En su vida profesional fue una secretaria.
Cada mañana antes del desayuno se sentaba en su máquina de escribir y escribía una carta a
Dios. Nadie más alguna vez la vio escribir. Es parte de su provia comunión privada con él.
Hay otra persona que ya está en sus años tardíos. Por algunos meses ahora ella ha estado
insegura de su salud. Cada mañana cuando se levanta, se detiene para un período de
meditación. La frase es la misma cada día: “Este es el día que el Señor creo. Me gozaré y
me alegraré en él.” En la noche, cuando apaga sus luces cerca de su cama, lo dice un poco
36
diferente porque “regocijarse” y “alegrarse” no son palabras muy descansadoras. Ella dice,
“Esta es la noche que el Señor creo. Me relajaré y descansaré en ella.” Un día se calló,
pero logró levantarse sin tener que pedir ayuda. Estaba temblando y con mucho dolor. Se
preparaba para la cama y con mucha incomodidad fue capaz de meterse debajo de las
sábanas. Mientras apagaba las luces, dijo, “Esta es la noche que el Señor creo. Me relajaré
y lloraré en ella.” Luego se dio cuenta de lo que había dicho, y sus lágrimas se mezclaron
con su risa.
Varios y ricos en realidad son los métodos usados por los individuos que han descubierto la
fortaleza y la serenidad que viene de la “práctica de la Presencia de Dios.”
—De The Inward Journey por Howard Thurman
Bueno, estoy desilusionado. ¿Quién no lo estaría? Con calcetines, una camiseta de
escuela dominical, algunos pañuelos, un suéter cualquiera y un año de subscripción a un
periódico religioso para los niños. El Pequeño Pastor. Me hace hervir. Realmente.
Mi amiga tiene una mejor caja. Un paquete de Satsumas, eso es su mejor regalo. Ella está
muy orgullosa, sin embargo, de un chaleco blanco de lana tejido por su hermana casada.
Pero ella “dice” que su regalo más favorito es el cometa que yo le hice. Y “es” muy
hermoso; aunque no tan hermoso como el que ella me hizo a mí, que es azul con estrellas
de Buena Conducta color oro y verde regadas; además, mi nombre está pintado en él,
“Buddy.”
“Buddy, el viento está soplando.”
El viento está soplando, y nada la hará hasta que corramos a un pasto abajo de la casa
donde Queenie ha escarbado para esconder su hueso (y donde, hace un invierno, Queenie
fue sepultada, también). Allí, metiéndonos a través del saludable zacate que llega hasta la
cintura, desenrrollamos nuestros cometas, sentimos el jalón en la cuerda como el pez en el
cielo mientras nadan en el viento. Satisfechos, calentados por el sol, rodamos en el zacate y
pelamos Satsumas y miramos a nuestros cometas retorcerse. Estoy tan feliz como si ya
hubiera ganado el Gran Premio de cincuenta mil dólares en aquella competencia de
nombrar el café.
“Oh no, ¡qué tonto soy!” grita mi amiga, de pronto alerta, como una mujer que recuerda
demasiado tarde que tiene panecitos en el horno. “¿Sabes qué es lo que he pensado
siempre?” pregunta en un tono de descubrimiento, y no me está sonriendo a mí sino a un
punto más allá. “Siempre he pensado que un cuerpo tiene que estar enfermo y muriendo
antes de que vea al Señor. Y me imaginaba que cuando él venga sería como mirar en la
ventana del Bautisterio: hermoso como el vitral de color que lo penetra el sol, tal brillo que
no sabes que se está oscureciendo. Y ha sido un consuelo: pensar en ese brillo que acaba
con todo sentimiento de pánico. Pero luego pienso que nunca sucederá. Concedo que al
mero final el cuerpo se da cuenta que el Señor ya se ha mostrado a sí mismo. Que las cosas
son”—su manos dibuja un círculo en un gesto que reune a las estrellas y los cometas y el
zacate y a Queenie echando tierra sobre su hueso—“tal y como siempre han sido, están
mirándole. Con respecto a mí, yo podría dejar al mundo con hoy en mis ojos.”
—De A Christmas Memory por Truman Capote
Alan Watts una vez usó una comparasión de la realeza para movernos alrededor. Un rey y
una reina son el centro de “donde estén”, así que se mueven con facilidad, con el porte real.
No tienen ningún lugar donde “llegar.” Ellos ya “llegaron.” Mirando profundamente a
37
nuestro pasado, podemos ver que somos de la línea real más alta: la imagen real de Dios
está en nosotros—cubierta, pero indestructiblemente allí. No necesitamos apurarnos a
ninguna parte para agarrarla. Principalmente necesitamos relajarnos y disolver la amnesia
que oscurece nuestra verdadera identidad.
—De Living Simply Through the Day
por Tilden H. Edwards
Esta “noche oscura” de incredulidad tardó cuatro sombríos y estériles meses. Luego
sucedió. Fue el principio del resto de mi vida, la experiencia pivotal religiosa de mi propia
historia personal. En las tardes, nosotros los novicios tenemos un examen de conciencia de
quince minutos, durante los cuales nos arrodillamos en bloques de madera, nuestras manos
descansando en nuestros escritorios, nuestras mentes peinando a través del día buscando
fallas de comisión y omisión en pensamiento, palabra y hecho. La única cosa que hice
bien, o a lo menos me parecía a mí, fue poner ese bloque de madera en el lugar correcto.
Un reclinatorio bien ajustado, me decía humorosamente a mí mismo, era la mitad de la
batalla.
Sucedió en un viernes por la tarde definitivo a principios de primavera, mientras estaba
pateando ese reclinatorio a su lugar para la examinación de conciencia de la tarde. Con
todo lo repentino y el golpe de un ataque al corazón, fuí lleno con una consciencia
experimental de la presencia de Dios dentro de mí. Se ha dicho que nadie puede entregar
una experiencia a otro, sino que sólo ofrece sus reflexiones sobre la experiencia. Estoy
seguro que eso es verdad. Sólo puedo decir, al tratar de compartir mi experiencia contigo,
que me sentí como un globo siendo inflado con el placer puro de la presencia amorosa de
Dios, aun hasta el punto de incomodidad y duda si podría aguantar algo más de este
repentino éxtasis.
—De He Touched Me por John Powell
Nada es más razonable, perfecto o divino que la voluntad de Dios. Ninguna diferencia en
tiempo, lugar o circunstancias pueden añadir a su infinita dignidad, y si se te ha concedido
el secreto de cómo descubrirla a cada momento, has encontrado lo que es más precioso y
deseable. Dios les está diciendo, hermanas queridas, que si abandonan toda restricción,
llevan todos sus deseos hasta sus límites más lejanos, abren su corazón sin fronteras, no hay
un sólo momento cuando a ustedes no se les muestre todo lo que ustedes puede
posiblemente desear.
El momento presente mantiene riquezas infinitas más allá de sus sueños más salvajes pero
sólo los gozarás hasta el punto de tu fe y amor. Entre más ama un alma, más anhela, más
espera, más encuentra. La voluntad de Dios es manifiesta en cada momento, un océano
inmenso que el corazón sólo sondea a la medida que fluye con fe, confianza y amor. Todo
el resto de la creación no puede llenar tu corazón, la cual es más grande que todo lo que no
es Dios; montañas aterradoras son como lunares para ella. Está en su propósito, escondido
en la nuve de todo lo que te pasa en el momento presente, que tu tienes que confiar. La
encontrarás que siempre sobrepasa tus propios deseos. No cortejes al hombre, no adores las
sombras o fantasías; ellos no tienen nada que ofrecerte o aceptar de ti. Sólo el propósito de
Dios puede satisfacer tus anhelos y dejarte hasta que no desees más. Adora, camina cerca,
mira y abandona toda fantasía. La fe es muerte y destrucción a los sentidos porque ellos
adoran las creaturas, mientras que la fe adora la voluntad divina de Dios. Deshaste de los
ídolos, y los sentidos gritarán como niños desilusionados, pero la fe triunfa porque nunca se
38
puede separar de la voluntad de Dios. Cuando el momento presente aterra, aplasta, parece
estéril y abruma los sentidos, Dios nutre, fortalece y revive la fe, que, como un general en
control de una posición impregnable, se burla de tales defensas inútiles.
Cuando la voluntad de Dios se revela a las almas y les ha hecho sentir que ellas, por su
parte, se han entregado a sí mismas a él, ellas están conscientes de un aliado poderoso a
cada lado, porque ellas prueban la felicidad de la presencia de Dios que sólo ellas pueden
gozar cuando han aprendido, a través de la entrega de sí mismas, dónde estar de pie cada
momento en relación a su voluntad siempre amable.
—De The Sacrament of the Present Moment
por Jean-Pierre de Caussade. Traducido por Kitty Muggeridge
39
8. Silencio
INVOCACION
Oh Dios, Dios, Padre mío, no tengo palabras, palabras con las que me atreva a expresar las
cosas que se mueven dentro de mí. Me desnudo a mí mismo, mi mundo, ante ti en la
quietud. Muévete sobre mi espíritu con tu gran ternura y entendimiento y juicio, de tal
manera que encuentre, en maneras nuevas y extrañas, fortaleza para mi debilidad, salud
para mi enfermedad, guianza para mi jornada. Este es lo que se conmueve dentro de mi
corazón, oh Dios, Padre mío. Amén.
Howard Thurman en The Growing Edge
SALMO 8
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Apocalipsis 3:20-22
Martes Santiago 3:1-12
Miércoles
Eclesiastés 5:1-3
Jueves 1 Reyes 19:9-13
Viernes
Salmos 46
SábadoJuan 10:1-15
Domingo
Habacuc 2:20
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Hay tanto que decir en la vida cristiana; pero es Dios quien debe hablar. Ora por silencio
tanto en la mente como en el espíritu para que puedas escuchar su voz. Si él te habla en un
susurro, ¿estarías quieto lo suficiente para oírle?
HIMNO
“En Quietud, En Quietud Contigo”
BENDICION
Ven, Señor, y habla a mi corazón. Comunica tu santa voluntad, y misericordiosamente
trabaja dentro de ella para desear y para hacer de acuerdo a tu buen beneplácito. ¡Alás!
¿Qué tanto se prolongará mi exilio? ¿Cuándo se quitará el velo que separa el tiempo de la
eternidad? ¿Cuándo veré aquello que ahora creo? ¿Cuándo encontraré lo que busco?
¿Cuándo poseeré lo que amo, que eres tú, ¡oh mi Dios!? Concede, oh Jesús, que estos
santos deseos que ahora me inspiran, puedan ser seguidos por aquella eterna felicidad que
ahora espero de tu infinita misericordia. Amén.
Thomas à Kempis
40
SELECCIONES PARA MEDITACION
Desafortunadamente, al vernos a nosotros mismos tal y como somos, no todo lo que vemos
es hermoso y atractivo. Esto es sin lugar a dudas parte de la razón de por qué le huímos al
silencio. No queremos ser confrontados con nuestra hipocrecía, nuestra vaciedad. Vemos
qué tan falso y frágil es el yo falso que proyectamos. Tenemos que ir a través de la
dolorosa experiencia de venir a nuestro verdadero yo. Es una jornada aterradora, una
muerte al yo—al falso yo—y nadie quiere morir. Pero es el único sendero a la vida, a la
libertad, a la paz, al verdadero amor. Y principia en con el silencio. No podemos darnos a
nosotros mismos en amor si no nos conocemos y nos poseemos a nosotros mismos. Este es
el gran valor del silencio. Es el sendero a todo lo que verdaderamente queremos. Esto es
por qué san Benito habla del silencio como si fuera un valor en sí mismo: por causa del
silencio.
—De A Place Apart por M. Basil Pennington
Por la gracia que Tú me concedes
del silencio sin soledad,
dame el derecho de implorar,
de clamar
por mis hermanos
prisioneros en
¡una soledad sin silencio!
—De A Thounsand Reasons for Living
por Dom Helder Camara
El silencio es la misma presencia de Dios — siempre allí. Pero la actividad lo esconde.
Necesitamos dejar la actividad el suficiente tiempo para descubrir la Presencia—entonces
podemos regresar a la actividad con ello.
La quietud está presente a través del correr en cada punto. Pero si uno sólo corre, nunca
sabrá uno de la quietud.
Dios está presente en todos los seres, pero nunca estaremos conscientes de él si nunca nos
detenemos y dejamos atrás a todos los seres para estar con él.
—De O Holy Mountain! Por M. Basil Pennington
No hace mucho tiempo el instructor de religión en una preparatoria cristiana decidió
introducir la meditación en silencio a una de sus clases. Les dio instrucciones a los
estudiantes a simplemente “ser” durante el silencio: relajarse y despertar, abrirse a la vida
tal y como es, sin nada que hacer sino apreciar cualquier cosa que viniera. Semana tras
semana lentamente aumentó la cantidad de tiempo hasta un máximo de diez minutos.
La respuesta de los estudiantes fue muy reveladora. Un muchacho resumió el sentimiento
general de clase: “Es el único tiempo en mi día cuando no se espera que logre algo.” La
respuesta de varios padres airados fue igualmente revelador: “No es cristiano,” dijo uno.
“No estoy pagando la colegiatura para que mi hijo esté sentado allí haciendo nada,”
proclamó otro.
¿Cómo es que diez minutos de silencio pueden ser tan especiales y tan amenazantes?
41
—De Spiritual Friend por Tilden H. Edwards
Como hay horas definidas en el día cristiano para la Palabra, particularmente el tiempo de
la adoración común y oración, así el día también necesita tiempos definidos de silencio,
silencio bajo la Palabra y silencio que viene de la Palabra. Estos serán especialmente los
tiempos antes y después de escuchar la Palabra. La Palabra viene no que habla palabrerío
sino al que detiene su lengua. La quietud del templo es señal de la santa presencia de Dios
en su Palabra.
Hay una indiferente, o inclusive negativa, actitud hacia el silencio que ve en él un
despilfarro de la revelación de Dios en la Palabra. Este es el punto de vista que
malinterpreta al silencio como un gesto ceremonial, como un deseo místico de ir más allá
de la Palabra. Esto es errar la relación esencial del silencio a la Palabra. El silencio es la
quietud sencilla del individuo bajo la Palabra de Dios. Estamos en silencio antes de
escuchar la Palabra porque nuestros pensamientos ya están dirigidos a la Palabra, como un
niño está quieto cuando entra al cuarto de su padre. Estamos en silencio después de
escuchar la Palabra porque la Palabra todavía está hablando y habitando dentro de nosotros.
Estamos en silencio al principio del día porque Dios debe tener la primera palabra, y
estamos en silencio antes de irnos a dormir porque la última palabra también le pertenece a
Dios. Guardamos silencio solamente por causa de la Palabra, y por lo tanto, no con el
propósito de mostrar falta de respeto por la Palabra sino al contrario, para honrarla y
recibirla.
El silencio no es nada más que esperar por la Palabra de Dios y salir de la Palabra de Dios
con una bendición. Pero todos saben que esto es algo que necesita ser practicado y
aprendido, en estos días cuando prevalece el tan hablar. El verdadero silencio, la quietud
real, realmente retiene la lengua de uno sólo como la sobria consecuencia de la quietud
espiritual.
—De Life Together por Dietrich Bonhoeffer
Es Dios quien quiere establecer comunicación. El está más ansioso de hablarnos que
nosotros de escucharlo. El es increíblemente persistente en tratar de llegar hasta nosotros.
Nuestro verdadero problema es que tendemos a evitar el oírle.
—De The Fight por John White
La persona disciplinada es la persona que puede hacer lo que se necesita hacer cuando se
necesita hacer. La marca de un equipo de baloncesto campeón es un equipo que puede
meter las canastas cuando son necesarias. La mayoría de nosotros podemos meter una
canasta eventualmente pero no podemos hacerla cuando es necesaria. De igual manera una
persona que está bajo la Disciplina del silencio es una persona que puede decir lo que
necesita decirse cuando necesita decirse. “Manzana de oro con figuras de plata es la
palabra dicha como conviene” (Proverbios 25:11). Si estamos en silencio cuando debemos
hablar, no estamos viviendo en la Disciplina del silencio. Si hablamos cuando debemos
estar en silencio, de nuevo hemos errado la marca.
—De Celebration fo Discipline por Richard J. Foster
Hasta donde puedo acordarme, no he temido al silencio sino que le he dado la bienvenida
como una fuente de profundización espiritual. Como otra gente viva en el mundo, he
42
crecido acostumbrada al ruido en el lugar de mi trabajo, a los sonidos ruidosos de la ciudad,
a la inquietud interna removida por los pensamientos de premura y los proyectos apurados.
El silencio puede ser un escape de las responsabilidades funcionales y las demandas físicas
de escuchar y conversar con colegas, amigos y miembros de la familia. Pero también
puede ser una apertura para Dios.
—De Pathways of Spiritual Living
por Susan Annette Muto
Un problema común, relacionado a por qué pudiéramos buscar el escape del silencio, es el
descubrimiento que evoca los errores sin nombres, los sentimientos de culpabilidad, la
ansiedad extraña e inquietante. Cualquier cosa es mejor que este torbellino, y por eso
prendemos el radio o levantamos el teléfono y hablamos a un amigo. Si podemos pasar a
través de estos temores iniciales y permanecer en silencio, pudiéramos experimentar un
desgaste gradual del caos interno. El silencio llega a ser un espacio creativo en el que
volvemos a ganar perspectiva de la totalidad.
—De Pathways of Spiritual Living
por Susan Annette Muto
Apúrate en ir al que te llama en los silencios de tu corazón.
—De A Testament of Devotion por Thomas R. Kelly
Es necesario que encontremos el silencio de Dios no sólo en nosotros mismos sino también
en el otro. A menos que otro hombre nos hable enpalabras que brotan de Dios y se
comunique con el silencio de Dios en nuestras almas, permanecemos aislados en nuestro
propio silencio, de donde Dios tiene la tendencia de irse. Porque el silencio interno
depende de una búsqueda continua, un clamor continuo, un doblarse repetido sobre el
abismo. Si nos colgamos a un silencio que pensamos que hemos encontrado para siempre,
dejamos de buscar a Dios y el silencio se nos muere dentro de nosotros. Un silencio en el
que ya no se le busca a él cesa de hablarnos de él. Un silencio en donde él no parece estar
ausente, peligrosamente amenza su continua presencia. Porque él se encuentra cuando se le
busca y cuando ya no se le busca se nos escapa. El sólo es escuchado cuando esperamos
escucharlo, y si, pensamos que nuestra esperanza se ha cumplido, cesamos de oir, él cesa de
hablar, su silencio cesa de ser vívido y llega a ser muerto, aun cuando recarguemos con el
eco de nuestro propio ruido emocional.
—De Thoughts in Solitude por Thomas Merton
Las contradicciones siempre han existido en el alma del hombre. Pero es sólo cuando
preferimos el análisis al silencio que llega a ser un problema constante e insoluble. No se
intenta que nosotros resolvamos todas las contradicciones sino que vivamos con ellas y nos
levantemos por encima de ellas y las veamos a la luz de los valores exteriores y objetivos
que las hacen triviales en comparasión.
El silencio, entonces, pertenece a la sustancia de la santidad. En silencio y esperanza es
formada la fortaleza de los santos (Isaías 30:15).
—De Thoughts in Solitude por Thomas Merton
43
Hay ocasiones cuando nuestro silencio pide por perdón o aceptación; tiempos cuando
nuestra falta de palabras es gratitud o adoración. Muy de repente, uno llega a estar
consciente que en realidad cree en Dios con todo su corazón y que Dios ni nos desilusiona
ultimadamente ni abandona al hombre decisivamente. En ocasiones el silencio nos hace
apreciar el atrevimiento con el que decimos “Padre” a Dios nos consideramos a nosotros
mismos sus hijos. “Padre” en ocasiones llega a ser la única palabra que el silencio permite
mientras expresamos todo lo inexpresable que sentimos y queremos y alcanzamos.
— De Dawn without Darkness por Anthony Padovano
Un segundo, y más positivo, significado del silencio es que proteje el fuego interno. El
silencio guarda el calor de las emociones religiosas. El calor interno es la vida del Espíritu
Santo dentro de nosotros. Así pues, el silencio es la disciplina por la cual el fuego interno
de Dios se atiende y se mantiene vivo.
Diadochus de Photiki nos ofrece una imagen muy concreta: “Cuando la puerta del baño a
vapor se deja continuamente abierta, el calor de adentro rápidamente se escapa; de igual
manera con el alma, en su deseo de decir muchas cosas, disipa su recuerdo de Dios a través
de la puerta del lenguaje, aun cuando todo lo que se diga sea muy bueno. Después el
intelecto, aunque le hace falta ideas apropiadas, vierte un montón de pensamientos confusos
a cualquier que encuentra, y ya no tiene al Espíritu Santo que guarda su entendimiento libre
de fantasía. El silencio a tiempo, entonces, es precioso, porque no es nada menos que la
madre de los pensamientos más sabios.”
—De The Way of the Heart por Henri J. Nowen
44
9. Adoración
INVOCACION
Padre eterno de mi alma, que mi primer pensamiento hoy seas tú, que mi primer impulso
sea adorarte, que mi primer palabra sea tu nombre, que mi primera acción sea el
arrodillarme en oración. Amén.
John Baillie en A Diary of Private Prayer
SALMO 150
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Deuteronomio 6:4-25
Martes Isaías 43:1-13
Miércoles
Génesis 1:1-31; 2:1-3
Jueves 1 Pedro 1:3-9
Viernes
Job 38:1-33; 42:1-6
SábadoApocalipsis 21:1-7
Domingo
Lucas 1:46-55
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Trata de hacer las primeras peticiones de tu oración esta semana aquellas de alabanza y
adoración. No permitas que principies con tus necesidades o del contexto de tu propia vida.
En lugar de eso, principia tu oración en el contexto de la grande y majestad de Dios:
Padre nuestro. . . santificado sea tu nombre
Venga tu reino, sea hecha tu voluntad. . .
HIMNO
“Gozosos, Gozosos, Te Adoramos”
BENDICION
Padre, que mi vida haga tu gran corazón feliz hoy. Permíteme vivir en adoración, alabanza
y gratitud por quién eres y todo lo que has llegado a ser para mí. Amén.
SELECCIONES PARA MEDITACION
“Adoración” para el hombre de hoy es dificultoso. No está muy seguro qué es, qué
significa. Sin embargo, “adoración” es una de las grandes palabras continuas del
vocabulario religioso, un vocabulario que es uno de los más ricos, los elementos más
retentivos de nuestro lenguaje. Las palabras permanecen mucho después que la profunda
45
experiencia que significaban se ha olvidado. En ocasiones, aun la capacidad para la
experiencia ha menguado o se ha perdido, el significado de la palabra se ha hecho borroso.
“Adoramos” muchas cosas—la palabra está en un uso común, se usa para describir cosas
menores y seguido cosas sin espíritu o ideas. Así “adoración” en su sentido religioso y
original—el inclinarse en temor y en reverencia, pringados con el temor de Dios—ha
llegado a ser en su mayor parte algo perdido en la maravilla y sentimiento superficial.
—De Surprised by the Spirit de Edward J. Farrell
. . . la más alta adoración no está ocupada con el recuerdo de los favores recibidos y las
misericordias extendidas, aunque ellas ayudan a uno a estar conscientes de la naturaleza de
Dios. Todavía hay, en todos esos recuerdos, un remanente de ese auto-centrismo que
debería ser precisamente la meta de la oración el escaparse de él. En ello, todavía estamos
pensando de Dios en términos de algo hecho para “mí” y por “mí.” Nosotros realmente
nunca le adoramos, hasta que lleguemos a ese momento cuando le adoramos por lo que él
es en sí mismo, aparte de cualquier consideración del impacto de su Persona Divina sobre
nuestros deseos y nuestro bienestar. Entonces le amamos a él por él mismo solo. Entonces
le adoramos, sin importar si alguno de los beneficios personales están en anticipación o no.
Entonces no es lo que él ha hecho por nosotros o lo que esperamos que él hará por nosotros,
sino lo que él ha sido desde la eternidad antes que nosotros existiéramos, y lo que él es
ahora aún si nosotros no estuviéramos en necesidad de él, y lo que él será para siempre sea
que “para siempre” nos incluya o no—es eso lo que nos cautiva y evoca de nosotros la
ofrenda sin egoísmos del yo en adoración. Eso es la adoración pura. Nada menos es digna
del nombre.
—De An Autobiography of Prayer por Albert E. Day
Hay un lugar en la experiencia religiosa donde amamos a Dios por él mismo, sin ningún
pensamiento de sus beneficios. Y hay un lugar donde el corazón no razona de la
admiración al afecto. Es verdad, pudiera principiar allá abajo, pero rápidamente se levanta
a las alturas de la adoración ciega donde la razón queda suspendida y el corazón adora en
bienaventuranza sin razón. Solamente puede exclamar, “Santo, Santo, Santo,” aunque
difícilmente sabe lo que significa.
Si esto pudiera parecer demasiado místico, no suficientemente real, no ofrecemos prueba
alguna ni nos esforzamos por defender nuestra posición. Esto sólo se puede entender por
aquellos que lo han experimentado. Será rechazada por los cristianos de rango o comunes
del día presente o encojerán sus hombros al considerarla sin importancia. Que así sea.
Algunos leerán y reconocerán una descripción certera de las cumbres donde han estado por
a lo menos breves períodos y a los cuales anhelan seguido regresar. Y los tales no
necesitan prueba.
—De The Root of the Righteous por A. W. Tozer
La Misa ha estado edificando hasta este punto, al dicho solemne de aquellas frases suaves
conocidas como el Sanctus. Hemos confesado, en un murmullo bajo y distinto, nuestros
pecados; hemos llegado a ser la gente quebrantada, y entonces el pueblo hecho pleno por
nuestro asentimiento receloso a la proclamación del sacerdote de la misericordia de Dios.
Ahora, como siempre, en la voz más quieta, asombrados, repetiremos el Sanctus,
repetiremos por qué es que hemos venido:
46
Santo, santo, santo Señor,
Dios de poder y fortaleza,
cielo y tierra están llenos de tu gloria. . .
—De Teaching a Stone to Talk por Annie Dillard
Así que hemos venido al punto en que, a través de la disciplina y la espera silenciosa,
sucede la oración. No creamos la oración, sino que meramente preparamos el terreno y
aclaramos los obstáculos. La oración siempre es un don, una gracia, la flama que enciende
la madera; el Espíritu Santo da la oración. La respuesta humana es una de amor adorante.
Es esta postura de adoración que es la postura central de la adoración. “La religión es
adoración” escribió Von Hugel. Como en la meditación, la oración adorante pide
concentración. Pero no es una fiera concentración mental como un enfocar nuestro amor,
un derramar la maravilla hacia Dios. En la meditación había una simplificación del
pensamiento para que pudiéramos pensar más profundamente en una palabra singular o una
frase o tema hasta que el pensamiento diera paso a la oración. Similarmente en la oración
de adoración nos enfocamos nosotros mismos. La mente llega a estar menos activa, y nos
permitimos a nosotros mismos, cuerpo y espíritu, descansar en una actitud de ofrenda
derramada a Dios.
—De True Prayer por Kenneth Leech
El Rabí Zalman, uno de los grandes sucesores del fundador del Hasidismo, el Baal Shem
Tov, se dice que interrumpió sus oraciones para decir del Señor: “No quiero tu paraíso. No
quiero tu mundo venidero. Te quiero a ti, y a ti solamente.” Este fue en el espíritu de su
predecesor, quien dijo, “Si amo a Dios, ¿qué necesidad tengo de un mundo venidero?” Tal
lenguaje posiblemente no satisfacerá a los modernos que quieren un futuro más abierto. Es
una primera palabra importante para aquellos que tienen sólo puntos de vistas utilitarios de
Dios. En el mundo de lo práctico, Dios es amado por causa de uno mismo, para los
propósitos de yo, y por lo que cede esta relación en recompensa de la vida eterna. El
antiguo hebreo amaba a Dios por causa de una larga vida en la que gozaría la creación, pero
también estaba en amor por el Señor por causa del Señor.
La tradición cristiana es su años vitales levantó algo de este sentido del amor de Dios y de
confianza en los caminos divinos a donde quiera que llevaran. De la tradición de Bernardo
de Clairval en la Edad Media sobrevive la historia de una mujer vista en una visión. Ella
llevaba una jarra y una antorcha. ¿Por qué éstos? Por la jarra ella apagaría las llamas del
infierno, y con la antorcha quemaría los placeres celestiales. Después que todos estos se
hubieran ido, la gente sería capaz de amar a Dios por causa de Dios. Aquí, tan seguido
como en el pensamiento hebreo, una consideración por el carácter intrínsico de Dios y de la
dignidad divina brilla. Un creyente da un giro de un concepto en el que uno ama a Dios por
causa de una transacción. Ahora hay una relación en la que la persona que confía
simplemente reposa en la voluntad divina.
—De A Cry of Absence por Martin E. Marty
Nuestros niños pueden enseñarnos mucho sobre nosotros mismos. Mi hija una vez vino a
casa con la declaración poco común para una niña de nueve años, “Nunca más le hablaré a
Elizabeth.” Estaba enojada con Elizabeth pero, ya sea a causa del tamaño de esta última o
47
la influencia restringente de una imagen civilizada de una joven, ella se detuvo de
rasguñarle los ojos a Elizabeth. En lugar de ello, hizo el asunto más civilizado: rehusó
hablarle.
Actuar como si otro no existe es un acto más hostil que una bofetada. En esta última acción
uno a lo menos reconoce su presencia. El trato en silencio es un arma extremadamente
poderosa de agresión. Con Dios, parece que somos incapaces de herirle de otra manera. La
única arma que podemos usar en él, como un vehículo de nuestro enojo por todo el
sufrimiento que permite, es nuestro silencio. Como mi hija a lo menos podemos ya no
hablarle.
—De Guilt, Anger, and God por C. Fitzsimons Allison
Y que quede observado, siendo que este es el fin, así es la totalidad y el único fin, para el
cual cada hombre sobre la faz de la tierra, para el cual cada uno de vosotros, fueron traídos
al mundo y se les dio una alma viviente. ¡Recuerden! Ustedes no nacieron para nada más.
Tu vida ha continuado sobre la tierra con ningún otro propósito que este, que tú sepas, ames
y sirvas a Dios sobre la tierra, y le goces por toda la eternidad. ¡Considera! No fuístes
creado para satisfacer tus sentidos, para gratificar tu imaginación, para ganar dinero, o la
alabanza de los hombres; buscar felicidad en cualquier bien creado, o en nada debajo del
sol. Todo esto es “caminar en la sombra vana”; es llevar una vida inquieta, miserable, con
el propósito de evitar una miserable eternidad. Al contrario, ustedes fueron creados para
este y sólo para este propósito, para buscar y encontrar felicidad en Dios sobre la tierra,
para asegurar la gloria de Dios en el cielo. Por tanto, que vuestros corazones digan
continuamente, “Esta únicado cosa hago”—teniendo una cosa en mente, recordando por
que nací, y por qué sigo vivo—“prosigo al blanco.” Intento una sola cosa en mi mendigar,
Dios; inclusive este “Dios en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo.” El será mi
Dios para siempre y siempre, y mi guía ¡aun hasta la muerte!
—De The Message of the Wesleys.
Copilado por Philip S. Watson
Cuando lo peor finalmente pasa, o casi pasa, una clase de paz viene. He pasado más allá
de toda tristeza, más allá del terror, todo menos más allá de la esperanza, y estaba allí, en
ese desierto, que por primera vez en mi vida obtuve una visión de algo de lo que tiene que
ser amar a Dios verdaderamente. Era sólo un vistazo, pero fue como tropezar en agua
fresca en el desierto, como recordar algo tan grande y extraordinario que mi memoria había
sido incapaz de contenerla. Aunque Dios no estaba por ninguna parte para verlo
claramente, en ninguna parte para oírlo claramente, tuve que haber estado cerca de él—aun
en el elevador que iba hasta su piso, aun caminando por el corredor a una de las puertas
entre todas aquellas puertas que tenían su nombre estampado en ellas. Lo amo porque ya
no quedaba nada mas. Lo amo porque parecía que se había hecho tan impotente en su
poderío como yo estaba en mi impotencia. Le amor no tanto a pesar de que no había nada
en ello para mí sino porque no había nada en ello para mí. Por primera vez en mi vida, allí
en aquel desierto, agarré lo que tiene que ser amar a Dios verdaderamente, por sí mismo,
amarle sin importar qué. Si le amo con menos que mi corazón, alma y fuerzas, le amo con
a lo menos con lo que me queda para amar alguna cosa.
—De A Room Called Remember por Frederick Buechner
48
14. Estudio
INVOCACION
Oh, tú que eres la Fuente y la Base de toda verdad, guíame hoy, te ruego, en mis horas de
lectura. Dame sabidurá para abstenerme como para perseverar. Deja que la Biblia tenga su
lugar propio; y concede que mientras leo pueda estar avivado a los movimientos del
Espíritu Santo en mi alma. Amén.
John Baillie en A Diary of Private Prayer
SALMO 119:1-16
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Filipenses 4:8-9
Martes 1 Timoteo 4:6-16
Miércoles
Deuteronomio 17:18-20
Jueves 2 Pedro 1:3-8
Viernes
Salmo 119:97-104
SábadoLucas 8:16-18
Domingo
Proverbios 2:1-22
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Jesús dijo, “Conceréis la verdad y la verdad os hará libres.” Nuestro problema no está en
creer su declaración, sino en conocer la verdad. Ora que tu capacidad para recibir la verdad
no esté bloqueada por el orgullo o por el pensamiento impío que tú ya conoces suficiente de
la verdad.
HIMNO
“Qué Benditos Son Aquellos que Escuchan la Palabra de Dios”
BENDICION
Concédeme gracia para desear ardientemente todo lo que te es agradable a ti, y a examinar
con prudencia, a reconocerlo en verdad, y a lograrlo perfectamente, para la alabanza y
gloria de tu nombre. Amén.
SELECCIONES PARA MEDITACION
Así que hay necesidad de alguna clase de oración que no sea espontánea pero que esté
verdaderamente enraizada en la convicción. Para encontrar ésto puedes sacar de un gran
número de muchas de las oraciones existentes. Ya tenemos un horizonte rico de oraciones
que han sido traídas en los talones de la fe, por el Espíritu Santo. Por ejemplo, tenemos los
49
salmos, tenemos muchas oraciones cortas y largas en la riqueza litúrgica de todas las
Iglesias de donde sacamos. Lo que importa es que aprendas y sepas lo suficiente de tales
oraciones para que en el momento correcto seas capaz de encontrar las oraciones correctas.
Es un asunto de aprender de memoria suficientes pasajes significativos, de los salmos o de
las oraciones de los santos. Cada uno de nosotros es sensitivo a ciertos pasajes particulares.
Marca estos pasajes que van hondo en tu corazón, que te mueven profundamente, que
hacen sentido, que expresan algo que ua está dentro de tu experiencia, sea de pecado, o de
bendición en Dios, o de lucha. Aprende aquellos pasajes, porque un día cuando estés bajo
completamente, tan profundamente desesperado que no puedas sacar nada de tu alma como
una expresión espontánea, ninguna palabra espontánea, descubrirás que estas palabras se te
vendrán y se te ofrecerán como un regalo de Dios, como un regalo de la Iglesia, como un
don de santidad, ayudándonos en nuestra simple falta de fortaleza. Y entonces realmente
necesitarás las oraciones que has aprendido y las has hecho parte de ti mismo.
—De Beginning to Pray por Anthony Bloom
La cuestión de la alimentación propia de nuestra propia vida devocional tiene, claro, que
incluir el uso correcto de lectura espiritual. Y con la lectura espiritual podemos incluir la
meditación formal e informal de la Escritura o la verdad religiosa: la consideración
encubadora, el saborear—como si estuviera masticando el zacate—donde digerimos lo que
hemos absorvido, y la aplicamos a nuestras propias necesidades. La lectura espiritual es, o
a lo menos puede ser, segundo sólo a la oración como una desarrolladora y sostenedora de
la vida interna. En ella tenemos acceso a todo el tesoro supernatural atesorado de la raza:
todo lo que se ha encontrado sobre Dios. No debe reducirse a la Escritura, pero también
debe incluir a lo menos las vidas y los escritos de los santos canonizados y no canonizados:
porque en la religión la variedad de nutrición es mucho mejor que una monotonía fastidiosa
o siempre lo mismo en la dieta. Si lo hacemos propiamente, tal lectura es un acto social
verdaderamente. Nos da no sólo información, sino comunión; interrelación real con las
grandes almas del pasado, quienes son el orgullo y gloria de la familia cristiana. Estudiar
sus vidas y obras lentamente y con simpatía; leer la historia de la familia, las cartas
familiares; tratar de entender el punto de vista de la familia; gradualmente descubrimos que
esta gente en su origen aunque no en sus logros son mucho como nosotros. Ellos son gente
que son devotos al mismo servicio, son minusválidos por las mismas dificultades; y sin
embargo, cuyas victorias y discernimientos nos humillan y convencen, y quien nos dicen
más y más, y aprendemos a amar más y más, de la relación del alma a la Realidad.
—De The House of the Soul and Concerning the Inner Life
por Evelyn Underhill
La lectura formativa pues, involucra un cambio, en términos de Adrian van Kaam, de “dar
forma,” en la cual estamos inclinados a imponer nuestro significado sobre el texto, a
“recibir forma,” en donde dejamos que su significado nos influencíe. Nos movemos de una
mentalidad principalmente argumentativa, racionalista y que encuentra errores a una
atmósfera apreciativa, meditativa, confirmativa. Nuestra vida espiritual es refrescada en
cualquier ocasión que tomamos tiempo para saborear estos valores sin tiempo. Ellos llegan
a ser una parte viva de quiénes somos. El texto es como un puente entre los límites de
nuestra vida aquí y ahora y las posibilidades que nos esperan si abrimos nuestras mentes y
corazones a Dios.
—De Pathways of Spiritual Living
50
por Susan Annette Muto
Muchos cristianos permanecen en servidumbre a temores y ansiedades simplemente
porque no se aprovechan de la Disciplina del estudio. Pueden ser fieles en la asistencia a la
iglesia y solícitos en cumplir sus obligaciones religiosas y todavía no son cambiados. . .
Pueden cantar con gusto; orar en el Espíritu, vivir tan obedientemente como saben, e
inclusive recibir visiones y revelaciones divinas; y todavía el tenor de sus vidas permanecer
sin ser cambiadas. ¿Por qué? Porque nunca han agarrado una de las maneras centrales que
Dios usa para cambiarnos: el estudio. Jesús lo hizo claro sin lugar a dudas que es el
conocimiento de la verdad que nos hará libres.
—De Celebration of Discipline por Richard J. Foster
He aprendido a desconfiar de la lectura rápida y el conocimiento instantáneo. Pocos gozos
de la mente se pueden comparar con la experiencia de permanecer sobre una descripción
terca del carácter, o encubar un pasaje bien conocido. “Alguna gente,” dijo Alexander
Pope, “jamás aprenderá nada. . . porque ellos entienden todas las cosas demasiado rápido.”
—De Human Options por Norman Cousins
Incontables escritos subrayan la urgencia de nuestro mundo moderno, con todo su bullicio
y ruido, de redescubrir el valor de la meditación, del silencio, de la oración, de la devoción.
Lo prediqué antes de practicarlo. Si uno va a ayudar al mundo en este redescubrimiento,
uno tiene que practicarlo uno mismo. La vida religiosa tiene que ser alimentada.
Dedicamos años de estudios en un negocio o profesión. ¿No deberías mostras la misma
perseverancia en adquirir la experiencia de Dios? El menor de los jugadores de billard o
ajedrez sabe cuánto tiempo ha gastado con el propósito de aprender a jugar, y cuántos
muchos juegos ha tenido que perder antes de ganar uno. El científico, cuando falla un
experimento, en lugar de abandonarlo, se pregunta a sí mismo si no se ha escapado en su
arreglo o en sus cálculos alguna causa de error. Uno de mis pacientes tuvo un sueño. Se le
había dado la tarea de mantener vivo el fuego debajo del calentón. Una voz le seguía
diciendo: “Pon carbón regularmente. No dejes que el fuego se apague.” Recientemente vi
a una mujer joven que después de varios años de gran aventura espiritual, cayó en
dificultades abrumadoras. Sucedió que le mencioné que durante los últimos doce años,
podía contar los días en que había negligido escribir durante mi meditación lo que yo
pensaba Dios esperaba de mí. Unos cuantos días después me escribió: “Estoy agradecida
por lo que dijo. Hace mucho tiempo que abandoné el hábito de la meditación escrita.
Alguien me dijo que después de un tiempo uno ya había hecho suficiente progreso
espiritual como para ser capaces de mantener contacto con Dios todo el día, ¡sin tener que
reservar algún tiempo especial para escucharle!”
Todo es hábito en biología, y los hábitos son creados sólo por medio de la repetición. Los
experimentos han demostrado que tanto de nuestro comportamiento está determinado por
las imágenes mentales a las cuales nuestras mentes están constantemente regresando. Si
traemos a nuestras mente una y otra vez a Dios, por la misma ley inevitable gradualmente
estaremos dando el lugar central a Dios, no sólo en nuestros seres internos, pero también en
nuestras vidas prácticas de todos los días.
—De Reflections por Paul Tournier
51
La vida espiritual no es vida mental. No es pensamientos solo. Ni es, claro, una vida de
sensación, una vida de sentimientos—“sentir” y experimentar las cosas del espíritu, y las
cosas de Dios.
Ni excluye la vida espiritua el pensamiento y sentimiento. Necesita de ambos. No es sólo
una vida concentrada en el “punto alto” del alma, una vida de donde la mente y la
imaginación y el cuerpo están excluídas. Si fuera así muy poca gente podía llevarla. Y de
nuevo, si eso fuera la vida espiritual, no sería vida para nada. Si el hombre ha de vivir,
tiene que estar todo vivo, cuerpo, alma, mente, corazón, espíritu. Todo tiene que elevarse y
transformarse por la acción de Dios, en amor y fe.
— De Thoughts in Solitude por Thomas Merton
Sin dudas, sin debate interno, entré a la herencia de cada escritor ruso moderno con la
intención de la verdad: tengo que escribir sencillo para asegurar que no todo se olvidaría,
que la posteridad pudiera algún día conocer de ello. La publicación en el tiempo de mi
propia vida tengo que eliminarla de mi mente, quitarla de mis sueños.
Hice a un lado mi inútil sueño. Y en su lugar sólo había la seguridad que mi trabajo no
sería en vano, que algún día golpearía las cabezas que tenía en mi mirada y aquellos que
recibían sus emanaciones invisibles entenderían. No me rebelé en contra del silencio de
toda una vida que en contra de la imposibilidad de toda una vida de liberar mis pies del
jalón de la gravedad. Al ir terminando una pieza tras otra, al principio en los campos, luego
en el exilio, luego después de la rehabilitación, primero versos, luego dramas, y luego obras
en prosa también, tenía un solo deseo: guardar todas aquellas cosas de la vista y yo mismo
con ellas.
En el campo esto significó consagrar mi verso—muchos miles de líneas—a la memoria.
Para ayudarme con esto improvisé cuentas decimales de avellanas y, en las prisiones de
paso, quebré muchos cerillos y usé los fragmentos como recordatorios. Al acercarme al
final de mi sentencia crecí en la confianza en mis poderes de memoria, y principié a escribir
y a memorizar la prosa—diálogos al principio, pero entonces, pedazo por pedazo, pasajes
completos escritos densamente. ¡Mi memoria encontró lugar para ellos! Funcionó. Pero
más y más de mi tiempo—al final tanto como una semana cada mes—iba a la repetición
regular de todo lo que había memorizado.
—De The Oak and the Calf por Aleksandr Solzhenitsyn
Una simple y de alguna manera obvia técnica es la memorización. La expresión “conocer
con el corazón” ya sugiere su valor. Personalmente me arrepiento del hecho que conozco
muy pocas oraciones y salmos de memoria. Seguido necesito un libro para orar, y sin uno
tengo la tendencia a caer de nuevo en las pobres creaciones espontáneas de mi mente. Parte
de la razón, pienso, que es tan difícil orar “sin cesar” es que pocas oraciones están
disponibles para mí fuera de los contextos de la iglesia. Sin embargo, creo que las
oraciones que conozco de memoria podrían llevarme a través de crisis muy dolorosas. El
ministro metodista Fred Morris me dijo cómo el Salmo 23 (“Jehová es mi pastor”) le había
llevado a través de las horrendas horas en el calabozo de tortura brazileña y le había dado
paz en la hora más negra. Y me sigo preguntando qué palabras podría llevar conmigo en la
hora cuando tenga que sobrevivir sin libros. Temo que en las situaciones de crisis tendré
que depender de mis desvaríos propios sin redimir y no tener lapalabra de Dios para
guiarme.
52
—De The Living Reminder por Henri J. Nouwen
No puede ser que la gente crezca en gracia a menos que se entreguen a la lectura. Una
gente que lee siempre será una gente que conoce. Una gente que habla mucho conocerá
poco. Empuja esto en ellos con tu poder, y verás pronto el fruto de tus labores.
. . . Nunca podrás ser profundo. . . sin ello mucho menos que un cristiano a carta cabal.
¡Principia! ¡Oh, principia! Fija alguna parte de cada día para tus ejercicios privados.
Pudieras adquirir el gusto que ahora no tienes; lo que es tedioso al principio después será
placentero. Sea que te gusta o no, lee y ora diariamente. Es por tu vida; no hay otra
manera; de otra manera siempre serás una persona frívola todos tus días. . .
—De The Message of the Wesleys.
Compilado por Philip S. Watson
53
15. Lectura de la Biblia
INVOCACION
Padre, permite que tu palabra sea lámpara a mis pies, y lumbrera en mi camino. Deja que
la guarde en mi corazón para no pecar contra ti. Amén.
Salmo 119:105, 11
SALMO 19
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Juan 8:31-32
Martes Hebreos 4:12-13
Miércoles
1 Pedro 1:13-25
Jueves Deuteronomio 30:11-14
Viernes
Juan 5:31-47
Sábado2 Pedro 1:3-21
Domingo
2 Timoteo 3:10-17
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Gasta parte de tu tiempo de oración en pedir un entendimiento más profundo de la Palabra
de Dios y por un renovado amor por todo lo que ella te habla a ti.
HIMNO “Lámpara de Nuestro Pie”
BENDICION
Querido Jesús, este día no permitas que me olvide que no puedo vivir de pan solamente,
que como tú tengo que tener palabras de la boca del Padre. Amén.
SELECCIONES PARA MEDITACION
Porque en los libros sagrados, el Padre que está en el cielo encuentra a sus hijos con gran
amor y les habla; y la fuerza y el poder en la palabra de Dios es tan grande que permanece
el sostén y la energía de la Iglesia, la fortaleza de la fe para sus hijos, el alimento del alma,
la fuente pura y perenne de vida espiritual.
—De Christian Mysticism Today por William Johnston
Se ha repetido por mucho tiempo que la oración es una conversación amorosa con uno que
sabes que te ama. Sin embargo, no pocos preguntan hoy ¿cómo sé que no estoy hablando
54
conmigo mismo, en un diálogo continuo entre mí, yo mismo y mi ego? ¿Es realmente un
encuentro yo-tú o sólo mí-yo? . . . Es la Escritura, la Palabra de Dios que es la realidadprofunda de nuestra oración, porque “hablamos a él cuando oramos: le escuchamos cuando
leemos los dichos divinos.” Del hasidismo, los místicos judíos, hay una hermosa leyenda
del rabí que entraba en éxtasis cada vez que expresaba las palabras “y Dios habló. . .” ¡Se
abrumaba por completo al darse cuenta que Dios habló al hombre!
¡Qué sucedería si nosotros llegáramos a creer más profundamente la verdad—Dios habla!
¡Dios me habla a mí! Este es el corazón de la oración, este es el poder detrás de la
revolución de oración de hoy—que Dios está hablándome directamente en la Escritura.
—De Prayer Is a Hunger por Edward J. Farrell
Conocido primariamente como un educador, Fran Gaebelein fue el fundador principal de la
Escuela Stony Brook, un colegio preparatorio cristiano en Long Island, que ha llegado a ser
un prototipo. Sostuvo el puesto por 41 años y consideraba su trabajo allí su logro más
importante.
Cuando se le preguntó una vez qué consejo deseaba pasar a la siguiente generación de
cristianos, Gaebelein respondió: “Mantén a toda costa un tiempo diario de lectura de la
Escritura y de oración. Al ver al pasado, veo que la influencia más formativa de mi vida y
pensamiento ha sido mi contacto diario con la Escritura por más de 60 años.”
—De “Frank Gaebelein: Character Before Career,”
Christianity Today por Gretchen Gaebelein Hull
He leído aquí y allá en la Biblia antes, de la manera que la gente lo hace—a fuerzas, al
azar, lejos de estar segura qué andaba buscando o qué se suponía que debería encontrar.
Estaba al tanto que se había dicho que había un gran tesoro sepultado en alguna parte en
todas aquellas páginas poco prometedoras de doble columna, pero nunca tuve a alguien que
me señalara adecuadamente un lugar donde principiar a escarbar. Tengo que haber estado
bastante lejos en andar mirando los Evangelios, algunos de los salmos, algo de Génesis, de
Job; y aunque no tengo memorias específicas de ello, recuerdo haber sido movido y haber
sentido que había algo mucho más profundo de aquellas cosas que ya había pasado como
para moverme a profundizar aun más. Pero todo me parecía muy fugaz y elusivo.
Lo que principié a ver era que la Biblia no es esencialmente, más o menos como me había
supuesto, un libro de principios éticos, de exhortaciones morales, de leyendas de
precaución sobre gente ejemplar, de pensamientos que levantan—de hecho, no es un libro
muy religioso en el sentido que la mayoría de los libros que es muy fácil que encuentres en
las bibliotecas de los ministros o se revisan en una copia especial de religión del New York
Times en su sección de libros que son religiosos. Vi en lugar de eso un gran compendio
haraposo de escritos, cuyo propósito subyacente y unificante de todo es demostrar cómo
trabaja Dios a través de los Jacobs y los Jabbocs de la historia para darse a conocer al
mundo y atraer al mundo a sí mismo.
Para toda su vasta diversidad e inigualdad, es un libro con una trama y una trama que se
puede declarar rápidamente. Dios hace al mundo en amor. Por una razón u otra el mundo
escoge rechazar a Dios. Dios no rechaza al mundo sino que continúa su búsqueda
misteriosa y sin descanso hasta el fin del tiempo. Eso es lo que está haciendo por escoger a
Israel para que sea su pueblo especial. Eso es lo que está haciendo a través de toda la
pasión y poesía y ataque de los profetas. Eso es por qué la historia juega una parte tan
55
crucial en el Antiguo Testamento—todos aquellos reyes y renegados y batallas e invasiones
y apostasías—porque fue precisamente a través de gente como esa y eventos como aquellos
que Dios estaba trabajando, como, más tarde, en el Nuevo Testamento, estaba
supremamente trabajando en la persona y el evento de Jesucristo. Sólo que “estaba
trabajando” sería una manera mucha más acertada de ponerlo porque si hay un Dios que
trabaja del todo, su obra continúa, claro, y en una y a la misma vez el pasado bíblico no
sólo ilumina el presente sino que llega a ser él mismo parte de ese presente, parte de
nuestros propios pasados individuales. Hasta que puedas leer la historia de Adán y Eva, de
Abraham y Sara, de David y Betsabé, como tu propia historia, realmente no la has
entendido. La Biblia es un libro sobre nosotros al final de cuentas, nuestras propias
apostasías, nuestras propias batallas y bendiciones; fue el descubrimiento de eso. . . que
constituye la verdadera recompensa. . .
—De Now and Then por Frederick Buechner
En este contexto, la palabra de Dios sea escrita o hablada se puede comparar a un espejo.
Espiritualmente, los ojos de tu alma son tu razón, tu conciencia es tu rostro espiritual. Y así
como cuando tienes una parte sucia en tu rostro físico tus ojos no pueden ver esa parte ni
saber dónde está sin un espejo o alguien más que te diga; así espiritualmente es lo mismo,
sin leer o escuchar la palabra de Dios no es posible para un alma, cegada por el pecado
habitual, ver la la falla sobre su conciencia.
—De The Cloud of Unknowing traducido por Ira Progoff
¿Cómo lo hace uno? Uno no puede evitar principiar con aquellas impresiones de la
memoria en el evangelio, puesta en contra de la historia del judaísmo en toda la Biblia.
Hace unos cuantos años, hubiera sido necesario que me disculpara largamente por
recomendar que la gente haría bien en leer la Biblia. Hoy, sin embargo, una nueva
generación a lo menos comprende cómo y por qué es que tales textos tienes que ser
derramados.
La crítica Leslie Fiedler observó que los jóvenes que viven en las comunidades leen de una
manera diferente que los eruditos apartados lo hacían. Ellos pueden leer las novelas de
Herman Hesse o Ken Kesey, o pudieran tantearse con The Whole Earth Catalogue. De
todas maneras, ellos han leídos éstos “escrituralmente.” Esto es, ellos han extrañido las
señales para su comunidad de aquellos. Ellos escudriñaron e investigaron estas fuentes y
midieron su manera de vida por lo que leen. La Biblia tiene que ser asaltada e investigada
por lo que tiene que hacer con la promesa de uno.
—De You Are Promise por Martin E. Marty
. . . esta palabra que nos envía a una vez a trabajar y a la obediencia, es la roca sobre la que
edificamos nuestra casa. La única respuesta propia a esta palabra que Jesús trae consigo de
la eternidad es simplemente hacerla. Jesús hablaba así: suya es la palabra, nuestra la
obediencia. Sólo en el hacerla la palabra de Jesús retiene su honor, fortaleza y poder entre
nosotros. Ahora la tormenta puede rugir sobre la casa, pero no puede destruir esa unión con
él, que la palabra ha creado.
Sólo hay otra posibilidad más, aquella de fallar en hacerla. Es imposible querer hacerla y
sin embargo no hacerla. Tratar con la palabra de Jesús de otra manera que por hacerla es
mentirle. Es negar el Sermón del Monte y decir No a su palabra. Si principiamos a hacer
56
preguntas, poner problemas, y ofrecer interpretaciones, no estamos haciendo su palabra.
Una vez más las sombras del joven rico y el escriba de Lucas 10 levantan sus cabezas. Sin
importar con cuando vehemencia afirmamos nuestra fe, y nuestro reconocimiento
fundamental de su palabra, Jesús todavía lo nombrará “no hacerla.” Pero la palabra que
nosotros fracasamos en hacer no es la roca sobre la que edificamos nuestra casa. No puede
hacer entonces unión con Jesús. El nunca nos ha conocido. Eso es por qué tan pronto
como el huracán principia perdemos la palabra, y encontramos que realmente nunca
habíamos creído. La palabra que teníamos no era la de Cristo, sino una palabra que
habíamos arrancado de él y la habíamos hecho nuestra por reflexionar en ella en lugar de
hacerla. Así que nuestras casas se despedazan en ruinas, porque no está fundada en la
palabra de Jesucristo.
—De The Cost of Discipleship por Dietrich Bonhoeffer
La Biblia es el record de aquellas irrupciones divinas en la historia humana. “La búsqueda
de Dios por el hombre,” se describe, en lugar de ser nuestra búsqueda por Dios. Y sus
acentos son considerados una clave para discernir la actividad divina continua en el
presente. A diferencia de la mayoría de la literatura religiosa, no es principalmente una
colección de dichos nobles, sino una lista al sonido del tambor de eventos, gente, luchas,
grandes y terribles, de frafilidad, dudas, y heroísmo, del poder último de lo recto. La
Escritura no intenta ser una exposición científica o mera historia. Es “historia de
salvación,” un drama espiritual universal de una compasión y preocupación por la
integridad humana que abarca todo, de un amor inquebrantable que busca una respuesta
afirmativa. Es una historia vívida, y en ocasiones parabólica de la persistencia de Dios, de
la búsqueda incansable por nosotros y nuestra respuesta tropezante, y seguido sin fe.
—De The Untamed God por George Cornell
A los hombres cándidos, razonables, no tengo temor de abrir lo que han sido los
pensamientos más internos de mi corazón. He pensado, soy una creatura de un día,
pasando a través de la vida como una flecha rasgando el aire. Soy un espíritu que viene de
Dios, y regresa a Dios: posando sobre el gran golfo; hasta que, en unos cuantos momentos,
no seré visto m´s; ¡caeré a la incambiable eternidad! Yo quiero saber una cosa—el camino
al cielo: cómo llegar a salvo a ese puerto feliz. Dios mismo ha condescendido para enseñar
el camino; para este mismo fin vino del cielo. Lo ha escrito en un libro. ¡Oh, dadme ese
libro! A cualquier precio, ¡dadme el libro de Dios! Ya lo tengo: aquí hay conocimiento
suficiente para mí.
—De A Compenden of Wesley’s Theology.
Editado por Robert W. Burtner y Robert E. Chiles
Debemos oír. Todos debemos. Eso es a lo que toda la Biblia está llamando. “¡Oye, oh
Israel!”
¿Pero escuchar qué? ¿Escuchar qué? La Biblia es cientos sobre cientos de voces todas
llamando a la vez del pasado y reclamando nuestra atención como aullidos en una feria,
como las sirenas aereas, como todo un corral de gallos a las primeras señlas de la aurora en
los cielos. Algunas de las voces están gritando, como la voz de Moisés, para que todo
Israel, todo el mundo, pueda oír, y algunas son tan suaves y pequeñas que difícilmente las
puedes oír, como Job con cenizas sobre su cabeza y su quebrado corazón, como el viejo
Simeón susurrando, “Señor, despide ahora a tu siervo en paz.” Los profetas vociferean en
57
sus frustraciones, su ira, su santa esperanza y locura; y los sacerdotes zanganean y
zanganean sobre las dimensiones y el moviliario del Templo; y los escribas deletrear qué
comer y qué no comer; y los historiadores enlistan los reyes, las batallas, las lecciones
trágicas de la historia de Israel. Y en alguna parte en medio de ellas todas una voz
particular habla lo que es diferente a todas las otras voces porque habla tan directamente a
la privacidad más profunda y los anhelos y cansancio de casa uno de nosotros que hay
ocasiones cuando los siglos son borrados como rocío, y es como si no estuviéramos
protegidos por el tiempo entre nosotros y el que habla nuestro nombre secreto. Ven, dice la
voz. A mí. Todos. Cada uno.
—De A Room Called Remember
por Frederich Buechner
58
16. Escribiendo el Diario
INVOCACIÓN
Oh Dios, ¿qué podemos hacer por nosotros mismos sin tu sostén sino caer en pecado y
ofenderte? No nos dejes, por tanto, a nosotros mismos, sino fortalécenos en el hombre
interior, de tal manera que podamos en todo tiempo y en todas las cosas renunciar nuestras
inclinaciones malas, que incesantemente intentan alejar nuestros corazones lejos de ti.
Completa tu conquista y haznos todos tuyos ahora y para siempre. Amén.
SALMO 44
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Efesios 6:10-18
Martes Jeremías 17:5-10
Miércoles
2 Corintios 4:7-5:5
Jueves 2 Corintios 10:11
Viernes
1 Crónicas 16:8-16
SábadoLucas 2:8-19
Domingo
Lucas 1:1-4
SELECCIONES PARA MEDITACIÓN
MEDITACIÓN PERSONAL
ORACIÓN
Ser abiertos y honestos con tus sentimientos nunca es fácil y casi siempre es doloroso. Pero
Dios da el valor en medio de ambos. Pídele el deseo de ser transparente ante su faz.
HIMNO
“Tengo Que Decirte a Jesús”
BENDICIÓN
Todopoderoso y eterno Dios, atrae de tal manera nuestros corazones a ti, guía de tal manera
nuestras mentes, llena de tal manera nuestras imaginaciones, controla de tal manera
nuestras voluntades, que podamos ser totalmente tuyos, completamente dedicados a ti; y
entonces úsanos, oramos, como desees, y siempre para tu gloria y el bienestar de tu pueblo;
a través de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Amén.
SELECCIONES PARA MEDITACIÓN
La oración es un hambre, un hambre que no se aquieta fácilmente. Hoy el clamor
“enséñanos a orar” es un eco y repercute desde muchas direcciones. Una de las maneras
que he aprendido a orar es por escribir. Principio por copiar pasajes favoritos de la lectura,
luego pensamientos e ideas de otros y finalmente escribo mis propios discernimientos y
reflexiones de la oración y experiencias de cada día. Este diario de oración en ocasiones
59
parece como mi propia biografía de Cristo, una clase de quinto Evangelio. Escribir me
hace pensar de la experiencia del evangelista. ¿Por qué y cómo Mateo, Marcos, Lucas y
Juan principiaron sus escritos? ¿Qué les pasó a ellos? ¿Qué clase de gracia les estaba
afectando? Ciertamente, su experiencia en escribir fue una oración, un entrar en la mente y
el corazón de Cristo. Me pregunto si la experiencia del evangelista no debe ser una
experiencia más común para muchos cristianos.
—De Prayer Is a Hunger por Edward J. Farrell
Una ayuda para mí en trabajar las cosas ha sido mantener un diario honesto —tan honesto
como el ser humano puede ser— sin publicar. Concedido, mucho de mi trabajo que no es
ficción es levantado directamente de mis diarios, pero lo que uso es sólo una pequeña
fracción de estos volúmenes numerosos y voluminosos. Si puedo escribir cosas puedo
verlas, y ellas ya no están atrapadas dentro de mi propia subjetividad. He mantenido estas
notas de pensamientos y preguntas y en ocasiones pura basura (que “necesita” ser tirada en
algún lugar) desde que tenía nueve, y ellos son, pienso, mi sofá psiquiátrico gratis.
No hace mucho tiempo alguien que amo dijo algo que me lastimó duramente, y estaba
desolado que esta persona pudiera hacer tal comentario de mí.
Así que, en gran dolor, me arrastré a mi diario y escribí todo en una gran explosión de auto
conmiseración. Y cuando lo había hecho, cuando ya lo tenía frente de mí, vi que algo que
yo había dicho había invitado las palabras que me habían lastimado tanto. Era, de hecho,
mi propia culpa. Pero nunca le hubiera visto si no lo hubiera escrito.
—De Walking on Water por Madeleine L’Engle
Hay otra razón todavía y muy diferente para mantener un diario. La meta aquí no es
simplemente la de archivar mi propio potencial, sino más bien el de profundizar mi relación
con ese centro de realidad espiritual de la que todas las grandes religiones de la humanidad
hablan. Aquí la meta de guardar el record de mi vida y lucha no es tanto el forjar la cadena
del crecimiento como para traer mi ser interno al herrero. El diario no es tanto una parte
integral del edificio como un escalafón que se necesita para construir el edificio y luego
necesitado para reparar la estructura.
Pero el tamaño del edificio que uno puede construir sin el escalafón es limitado en realidad.
La profunda relación con Dios que se puede recibir e integrar en muchos hombres y
mujeres es limitada a la cantidad de esfuerzo y tiempo y disciplina que toman para guardar
el record de sus encuentros con la realidad religiosa. Los diarios apuntan estos encuentros
y también son herramientas útiles para cuidar el proceso de desarrollar la relación.
También pueden apuntar nuevas maneras de abrir el ser de uno al poder transformativo de
Dios. Dudo si aquellos que leen y escriben son capaces de llegar a la relación profunda con
el amante divino que lo que es posible si no mantienen un diario.
—De Adventure Inward por Morton T. Kelsey
Escribir un diario es uno de los ejercicios de más ayuda que podemos hacer para aumentar
nuestra capacidad para la meditación y la oración. El detenerse diariamente o unos cuantos
minutos en la semana para escribir nuestros pensamientos tiene una manera de aquietar y
desenmarañar nuestras vidas demasiado activas y descentradas. Escribir nos ayuda a
trabajar a través de obstáculos no detectados en la vida espiritual. . . Un diario no sólo es un
60
record de eventos que tocan y nos transforman; es un espacio privado en el que podemos
encontrarnos a nosotros mismos con relación a otros y Dios.
—De Pathways of Spiritual Living
por Susan Annette Muto
Una vez que decidamos principiar, ¿existen ayudas concretas para escribir un diario que un
practicante pudiera sugerir? ¿Qué incentivos podemos encontrar para seguir adelante? Al
principio es fascinante darse cuenta que el acto de escribir fija en papel la corriente de
experiencias que se nos resbalan constantemente. Nos ayuda a recordar unos cuantos
eventos importantes entre la masa de sucesos que experimentamos. Escribir detiene el fluir
de experiencias de tal manera que podamos mirar otra vez y obtener discernimiento en lo
que realmente nos está ocurriendo en esta reunión o en la presencia de tal texto o durante
nuestra pausa para la oración y presencia a lo trascendente. Escribir un diario en este
respecto se podría comparar a la construcción de una presa en un río. La presa detiene el
apuro del agua con el propósito de volver a canalizarla para obtener poder más alto. De
igual manera, escribir canaliza nuestra atención de tal manera que podamos ver más
claramente el misterio de la voluntad directriz de Dios en los eventos diarios.
—De Pathways of Spiritual Living
por Susan Annette Muto
Es una realidad consoladora que no hay una manera correcta o equivocada de mantener un
diario. Si queremos, nosotros mismos, llegar a ser lectores de diarios —conscientes de los
tipos diferentes— seremos ayudados si mantenemos uno nosotros mismos. Podemos
dibujar una forma u otra que encaje en nuestras necesidades, como lo hacemos en la
oración. No podemos usar la manera contemplativa de oración cuando queremos clamar
por misericordia o estamos airados en contra de nuestros enemigos. Escribir en nuestros
diarios me parece estar muy cerca a orar, si en realidad esto no es oración. No podemos
escribir nuestros discernimientos espirituales sobre el mundo cuando lo tenemos nosotros
mismos en “nuestras manos.” La condición interna de uno pudiera ser un guía ayudador en
nuestro escogimiento de una forma de escribir un diario para un dado día o un período de
nuestra vida.
—De Letters to Scattered Pilgrims
Por Elizabeth O’Connor
El mantener un diario para el peregrinaje requiere un compromiso consciente,
inquebrantable a la honestidad con uno mismo. . . el primer requisito para crecer en auto
entendimiento. Nadie puede romper nuestras cadenas por nosotros. Tenemos que hacer
esto por nosotros mismos. Pudiéramos tener alguna ayuda en el camino, pero somos los
únicos que nos podemos liberar a nosotros mismos, y esto lo hacemos al posesionarnos de
la verdad —por arrancar las mentiras y los engaños. Esto requiere mucho valor, mucha
persistencia, un compromiso a seguir adelante cuando queremos regresar. La meta es hacer
a Jesucristo el Señor de nuestras vidas.
—De Letters to Scattered Pilgrims
por Elizabeth O’Connor
Entre nuestras herramientas primarias para el crecimiento están la reflexión, la auto
observación y el auto cuestionarnos. El diario es uno de los vehículos de más ayuda que
61
tenemos para cultivar estos grandes poderes en nosotros mismos. Todos tenemos estos
poderes pero necesitamos estructuras que nos animen a usar y practicarlas. Escribir un
diario refuerza la reflexión. Cuando ponemos por escrito nuestras observaciones estamos
agarrando lo que está dentro de nosotros y lo estamos poniendo afuera. Estamos
sosteniendo un pedazo de nuestra vida en nuestras manos donde podemos verla, y meditar
en ella, y profundizar nuestro entendimiento de ella.
—De Letters to Scattered Pilgrims
por Elizabeth O’Connor
Habiendo desarrollado el hábito de la reflexión descubrí que en ocasiones algo de una
naturaleza más profunda surgió de las profundidades de mi ser. Por ejemplo, un día sentí
que mi vida y todo lo que me rodeaba era aburrido y no tenía ningún interés. Me detuve en
la iglesia y quietamente me senté en lo “gris” con mi diario abierto delante de mí. Después
de algún tiempo surgió el pensamiento en mi cabeza que lo gris significaba que el sol
estaba brillando en algún otro lugar, y que es mucho mejor que lo negro. Después que
había meditado quitamente en lo gris por unos veinte minutos, gradualmente la niebla gris
se levantó, y me encontré bañado en la luz brillante de la presencia de Dios. Recuerdo
haber escrito esto. También descubrí que los discernimientos que escribí se me quedaron y
fueron mucho más posiblemente integrados en mi vida que aquellas ideas y experiencias
que no fueron escritas.
—De Companions on the Inner Way
por Morton T. Kelsey
El diario no sólo nos da una manera segura de tratar con los sentimientos que están seguido
listos para brotar de nosotros, sino que nos ofrece objetividad sobre ellos también. Qué
diferentes parecen las ideas mientras están allí desnudas en la página delante de nosotros
que en el momento de “inspiración.” En ocasiones parecen menos y en ocasiones aun más
inspiradas. Qué menos poderosas son las emociones que nos consumen en un día cuando
las miramos con una disposición más calmada el siguiente día. He encontrado que escribir
mis temores uno por uno seguido remueven el pánico que sentía cuando me invadieron
como un ejército hostil. Cuando los miramos tirados allí impotentes en blanco y negro en
las páginas de nuestro diario, seguido asumen su tamaño propio.
—De Companions on the Inner Way
por Morton T. Kelsey
El trabajo en el estudio comparativo de vidas trajo otro tipo de evidencia en favor de usar
un diario personal como el instrumento básico para el crecimiento personal. Era
impresionante observar el número de personas en otras culturas y en otros períodos de la
historia que han mantenido espontáneamente un diario de alguna clase para llenar las
necesidades en sus vidas. Estos diarios son primariamente un record cronológico de
eventos. Son diarios elaborados en un grado mayor o menor dependiendo del
temperamento de la persona y su situación de vida. En ocasiones están enfocados en
alguna área particular de la experiencia o una tarea particular, como es seguido el caso de
artistas y novelistas. En aquellos casos un diario sirve como la herramienta sicológica
espontánea que hace posible al lado creativo interno del trabajo en progreso ser llevado a
cabo.
62
El mantener diarios privados ha jugado un papel particularmente importante en la historia
de la religión, dondequiera que la realidad de la experiencia interna ha sido valorada en la
vida religiosa. Desde san Agustín hasta Pascal hasta la Sociedad de Amigos, alguna forma
de diario persona ha sido invocada. En ocasiones estos diarios tratan con el horizonte
completo de experiencias personales incluyendo todas las intimidades de la vida desde
pleitos maritales y sexualidad hasta los momentos visionarios cuando una persona se siente
a sí mismo como moviéndose precariamente entre la profecía y la locura. Aquellos, claro,
son los diarios dramáticos. Pero muy seguido el diario trata con un área de comportamiento
religioso que es específicamente definido por el grupo religioso particular al cual el
individuo pertenece. En aquellos casos, las metas puestas por las creencias de la secta son
la base para mantener el diario. El individuo usa el diario como un medio para medir su
progreso en algún sendero religioso particular que ha sido escogido.
Que ese uso de un diario privado es bastante común, no sólo en la vida religiosa sino en
dondequiera que una persona se ha fijado una meta hacia la que trata de dirigirse a sí
mismo. Los diarios se usan especialmente en aquellas situaciones donde una persona está
teniendo dificultad en obtener su meta. Un diario privado entonces es traído primero como
un instrumento para anotar y luego para evaluar qué tan lejos se ha obtenido sus metas y
hasta qué grado se ha fallado. Tal uso de un diario llegar a ser una herramienta para
probarse a sí mismo. Es de ayuda hasta el punto en que provee un medio de reflexión del
contenido de la vida.
—De At a Journal Workshop por Ira Progoff
63
17. Compañeros Espirituales
INVOCACION
Oh Dios, tú nos has hecho para el compañerismo, y nos has dado el poder tanto de ayudar
como de lastimar a nuestros compañeros, cocédenos la sabiduría de saber qué es el bien de
ellos, y la presta voluntad para ayudarles a obtenerlo. Sana a todos aquellos que hemos
herido, fortalece a aquellos a quienes les hemos fallado, concédenos a todos tu gracia
sanadora, y haz que nuestro compañerismo sea tu familia, a través de Jesucristo nuestro
Señor, Amén.
Norman B. Nash en Daily Prayer Companion
SALMO 133
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Juan 13:1-35
Martes 1 Timoteo 3:1-7
Miércoles
Filemón 1-25
Jueves
Filipenses 2:19-30
Viernes
1 Samuel 20:16-42
SábadoHechos 9:10-19
Domingo
1 Tesalonicenses 5:12-28
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Principia a orar que Dios te dirija a alguien con quien puedas ser abierto y en oración tanto
de los esfuerzos como del progreso de la vida espiritual. Por alguien con quien puedas
principiar a ser mutuamente responsable por la peregrinación uno del otro en fe.
HIMNO
“He Encontrado un Amigo, ¡Oh Qué Amigo!”
BENDICION
Señor, tú sabes que no soy particularmente heróico o santo; que necesito a alguien con
quien ser amigo en esta peregrinación espiritual. Permíteles encontrarme a través de mi
deseo de ser un amigo espiritual. Amén.
SELECCIONES PARA MEDITACION
Las rigurosas demandas de la verdadera amistad, el don de uno mismo, el tiempo de uno,
las preferencias de uno, la desnudez y honestidad, están más allá del precio que muchos
64
están dispuestos a pagar—aquellos que no han experimentado todavía lo que se compra con
ese precio. Cualquiera que tiene la gracia de la verdadera amistad sabe el costo y sabe su
valor. Y sabe, también, lo ridículo del temor que tal amistad minaría la comunidad.
—De A Place Apart por M. Basil Pennington
A menos que seamos personas particularmente heróicas o santas, cada uno de nosotros
necesita una relación con a lo menos una otra persona que también busque y confíe en el
camino sencillo, la Simple Presencia. Tal “amigo espiritual” puede ser de enorme sostén
para nosotros, y nosotros para ellos. Aun si sólo se encuentran o se escriben uno al otro una
vez al mes, puede ser suficiente. Con sólo saber que alguien más está luchando por el
simple día contigo, sea que seguido se hablen o no, es de ánimo. Te sientes un poco menos
solo, un poco menos tentado a caer sin pensarlo en las trampas complicadas. Alguien más
está allí que sabe si tú estás tratando o no de poner atención al camino sencillo; que trae una
clase de responsabilidad que es importante. Cuando alguien más sabe y le importa,
entonces ponemos mucho más atención a lo que estamos haciendo.
—De Living Simply Through the Day
por Tilden H. Edwards
A quien verás y responderás dependerá de muchas cosas, incluyendo tu ead, sexo,
experiencia, personalidad, sendero espiritual, . . . tradición de fe. . . Veamos cada una de
éstas a su vez.
EDAD
Normalmente creo que es mejor escoger a alguien en la segunda mitad de la vida: más o
menos de treinta y cinco o más adulto.
Carl Jung creía que cada persona que vino a verlo de más de treinta y cinco esencialmente
le trajo una preocupación espiritual, sin importar el problema presente. Hay algo nuevo que
generalmente principia a suceder en la edad mediana: un sentido de finitud, un ordenar lo
que es y lo que no es importante en la vida, una búsqueda espiritual fresca o aprecio.
SEXO
¿Qué diferencia hace si escoges a alguien del mismo o del sexo opuesto para un compañero
espiritual?
En los últimos siete años algunos de nosotros en Shalem hemos puesto atención particular a
esta pregunta. No hay una respuesta para toda la gente en todas las situaciones. Sin
embargo, donde hay un escogimiento entre dos buenas personas de diferentes sexos, con
cada uno de los cuales te sientes igualmente confortable, en la mayoría de las situaciones es
mejor escoger a una persona del mismo sexo.
EXPERIENCIA
Si tú nunca has estado en una amistad espiritual seria antes, y tu propio sentido de vida
espiritual y experiencia parece rala, entonces tendrás probablemente muy poca
autoconfianza espiritual y mucha vulnerabilidad al acercarte a tal relación.
En tal circunstancia creo que es importante buscar a alguien quien esté confiado en la
experiencia y sin embargo sea humilde en ella. La confianza te liberará para relajarte y ser
vulnerable. La humildad te dará lugar para dejar que tu propia confianza se levante; no te
sentirás intimidado por tu propio sentido de distancia espiritual. Por el otro lado, tal
humildad significará que tu amistad será menos sutil, probablemente inconsciente, de
explotar tu “novedad” por enseñorearse sobre ti con un sonido de superioridad, consejo
65
demasiado confiado que errarías como sabiduría. Tu amigo escuchará, gentilmente evocará
de ti la luz del Espíritu dentro de ti.
PERSONALIDAD
Si podemos confiar en el trabajo de Carl Jung en su tipología de la personalidad y
desarrollo, entonces encontrarías valioso el buscar complementarios. Si eres muy analítico,
busca a alguien que sea un tipo más “sentimental”; si eres uno que le gusta sentir, busca a
uno que sea más pensador; si eres más intuitivo, busca a alguien más concreto, conocedor
de detalles, sensata; si eres más sensato, busca a un amigo intuitivo. Sin embargo, ten
cuidado de una persona que es tan extremadamente contrastante en personalidad que
terminaría en no ser capaz de sentirse a gusto contigo.
SENDERO ESPIRITUAL
Ten cuidado de tu sendero espiritual dominante ahora, un sendero influenciado por tu
personalidad. Es importante que tu amigo tenga alguna experiencia y simpatía con tu
sendero, aun cuando él o ella no estuviera viajando en él tan centralmente como tú. De
hecho, alguien con experiencia que tenga simpatía y a la vez sea crítico de diferentes
senderos es el mejor de todos: tal amigo puede ayudar a entonarte a diferentes posibilidades
para las que estuvieras listo, y llamarte la atención a posibles engaños.
TRADICION DE FE
Las tradiciones cristianas particulares como se expresan en un dado lugar tienden a
enfatizar ciertos senderos más que otros, en ocasiones explícitamente sobre otros. Si tu
tradición pesa un sendero particular, está bien, mientras esté verdaderamente en tu sendero.
Si no es así, habrá poco lugar o entendimiento del sendero que parece que han sido llamado
a caminar ahora, entonces tendrás que encontrar un compañero espiritual de una tradición
que tenga más simpatía, o alguien que comparta tus “puntos de vista minoritarios” dentro
de la tuya propia.
—De Spiritual Friend por Tilden H. Edwards
Los lugares están tan llenos de misterios como los tiempos, y casi desde el principio supe
eso, de todos los lugares, era el que correcto para mí. La parroquia parecía ser más parte
del mundo del trabajo que un hogar que alguna vez tuviera y así lo hizo mucho más fácil
creer que quizás mi trabajo era real también. Era un lugar para ponerse una corbata y de
donde uno llega a casa. Podía escuchar a Bob Clayton y su esposa, Betty, trabajando en la
oficina debajo de las escaleras, y el sonido de la máquina de escribir, el teléfono, y las idas
y venidas de la parroquia me ayudó a creer en mis momentos más sanguíneos que, oscuros
y locos como eran mis esfuerzos, tendría todavía alguna conección remota, de segunda
historia, a lo menos en la iglesia de Cristo. Y quizás más que cualquier otra cosa, había
oraciones en las mañanas.
Excepto en las ocasiones más raras, nadie vino a ellas sino Bob y yo. La primera cosa cada
mañana que hacíamos después de cruzar el césped a la iglesia era tocar la campana. En
algunos días él leía el servicio y yo respondía. En otras, hacíamos lo contrario. El Señor
sea contigo. Y con tu espiritu. Cantemos. Oremos. Los salmos. Las lecturas del
leccionario. Los silencios. Al principio tuve la idea que mi propósito primario al manejar
aquellas quince millas cada mañana era escribir y que las oraciones eran incidentales, pero
luego empecé a sospechar que quizás era al revés y que ésto estaba más cerca de la verdad.
Y más tarde todavía, estaba menos seguro que antes que a la larga había una diferencia más
66
grande entre escribir y orar de todas maneras. De todos modos, la mayor parte de lo que
escribí en los siguientes diez años lo escribí en aquel cuarto pequeño y burdo, después de
aquellos pequeños y burdos servicios, y en algunas cuantas ocasiones cuando había visto el
cuarto, me dí cuenta que parte de mi vida siempre había tenido nostalgia por él.
—De Now and Then por Frederick Buechner
¿Amas el espíritu de tu amigo, o amas sólo lo de afuera de él? Si amas su complexión
clara, su voz de barítono, su perfil griego derecho, su espléndida figura, y paras allí—
entonces tu amor no es el verdadero amor penetrante y celestial. Pero si amas los pozos
profundos de quietud, muy adentro, adentro de él, si tú amas la calidad asemejada a Cristo
de su compasión, de su capacidad inquebrantable por la inteligencia, por la permanencia,
por el heroísmo, entonces estás principiando a llegar a la raíz de él. Cada persona tiene una
cualidad un poco diferente de personalidad, un alma diferente a través de la cual expresa el
gran Espíritu Dios. Si tú penetras a esa alma interna y la amas—no alguna ilusión
imaginaria o algún patrón imaginario que tú mismo pusistes en él desde afuera, sino su
verdadera alma propia, y la amas—entonces él es real y verdaderamente tu amigo. Tú y él
serán David y Jonatán de por vida, o Rut y Noemí, como fuese el caso.
—De I Will Lift Up Mine Eyes por Glenn Clark
Dentro del Compañerismo más grande surge el círculo especial de unos cuantos quienes,
paca cada uno de nosotros, ha caido un énfasis particular de cercanía. Estos son nuestro
especial don y tarea. Estos “cargamos” internamente a través de la oración sin palabras.
Por un acto y actitud interior los levantamos repetidamente ante el trono y les sostenemos
allí en poder. Este es trabajo, verdadero trabajo del alma. Exige energía pero se hace con
gozo. Pero la membresía de tales grupos especiales es diferente y se entrelaza. De cada
individuo los vínculos de compañerismo especial irradia cerca y lejos. El efecto total, en
una Iglesia viva, sería suficiente intersección de estos vínculos para formar una red de
sostén y de carga de amor para toda la humanidad. Donde el Compañerismo hace falta la
Iglesia invisible hace falta y el Reino de Dios todavía no ha llegado. Porque estos vínculos
de amor divino y “cargar” son el material del Reino de Dios. Aquel que está en el
Compañerismo está en el Reino.
Dos personas, tres personas, diez personas pudieran estar viviendo en contacto vivo con
otro a través de Aquel que subraya sus vidas separadas. Esta es una experiencia
sorprendente, la cual sólo se puede describir pero no se puede explicar en el lenguaje de la
ciencia. Pero en la experiencia vívida del Compañerismo divino está allí. Sabemos que
estas almas están con nosotros, levantando sus vidas y las nuevas continuamente ante Dios
y abriéndose a sí mismo, con nosotros, en una obediencia continua y estable a él. Es como
si las fronteras de nuestro yo fueran engrandecidas, como si estuviéramos dentro de ellas y
como si estuvieran dentro de nosotros. Su fortaleza, que se les ha dado por Dios, llega a ser
nuestra fortaleza, y nuestro gozo, dado por Dios a nosotros, llega a ser su gozo.
—De A Testament of Devotion por Thomas R. Kelly
El cristianismo, después de todo, es una religión de amor; y no de amor propio sino de
amor a los hermanos y prójimos de uno en Cristo. El “compañerismo” siempre ha sido una
palabra clave, pues, dentro del metodismo, y en el metodismo original era más que una
palabra. Con el propósito de hacerla y mantenerla como una realidad viviente, Wesley
dividió sus Sociedades en Clases. Estos eran grupos de no más que una docena de
67
miembros, quienes se reunían una vez a la semana bajo el liderasmo de uno de sus propios
números para conversación sobre la vida espiritual.
Las Reuniones de las Clases no eran círculos de estudio, no eran grupos de discusión, y
mucho menos sociedad de debate. Eran compañerismos centrados en Cristo. A sus
miembros se les enseñó a tomar en serio la promesa del Señor que él estaría presente en
medio dondequiera que dos o tres se reunieran en su nombre. Por lo cual, cuando ellos se
encontraban en la Clase, cantaban:
Jesús, miramos a ti,
¡Tu prometida presencia invocamos!
Tú en medio de nosotros estarás,
Reunimos en tu nombre:
Tu nombre es salvación,
Lo cual estamos dispuestos a probar;
Tu nombre es vida, y salud, y paz,
Y eterno amor.
Luego seguían compartiendo su experiencia cristiana unos con otros—sus problemas y
triunfos en el camino cristiano, o en la búsqueda de ese camino. En ocasiones ellos
confesaban sus pecados unos a otros, en ocasiones se comprometían uno con el otro a
sacarse adelante, pero siempre con el propósito de ayudarse unos a otros a crecer en gracia,
en fe y esperanza y amor.
—De The Message of the Wesleys.
Compilado por Philip S. Watson
68
18. Ayuno
INVOCACION
Tú sabes, oh Señor, a cuántos seducciones pecaminosas, tribulaciones y peligros internos
estamos expuestos, de las inclinaciones naturales y violentas al mal, nuestra repugnancia
incesante al bien y los asaltos de la tentación. ¿Cómo seremos capaces de resistir tantos y
tan poderosos enemigos inclinados como están a nuestra destrucción, si en tu abundancia
no nos asistes? Es a ti que levantamos nuestros corazones y mentes. Es a ti en quien
buscamos socorro para guardarnos de ceder a la tentación, para librarnos del más grande de
todos los males, el pecado, y preservarnos de la perdición eterna. Amén
SALMO 54
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Juan 4:31-38
Martes Mateo 9:14-17
Miércoles
Mateo 6:16-18
Jueves Lucas 4:1-13
Viernes
Exodo 34:27-28
SábadoMateo 4:1-4
Domingo
Lucas 5:33-39
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Escuché a un hombre piadoso exclamar cuando se le preguntó si tenía hambre cuando
ayunaba, “¡Claro que sí! Pero luego recuerdo que estoy ayunando para Dios y no para mí,
y el hambre se va.”
HIMNO “Lléname Ahora”
BENDICION
Tú has dicho, oh Señor, que para llegar a ser tus discípulos tenemos que negarnos a
nosotros mismos y tomar nuestra cruz y seguirte. Tú sabes nuestra extrema repugnancia
tanto a uno como al otro. Ten paciencia con nuestra fe en este punto para no condenarnos
por no practicar lo que creemos que es necesario para la salvación, pero concede que como
creemos así siempre vivamos para llegar a ser cristianos. Amén.
SELECCIONES PARA MEDITACION
69
Uno de los asuntos que entendiblemente preocupa a mucha gente es si la Escritura hace o
no al ayuno obligatorio sobre todos los cristianos. . . Aunque muchos pasajes de la Escritura
tratan con este asunto, dos sobresalen en importancia. El primero es la sorprendente
enseñanza de Jesús sobre el ayuno en el Sermón del Monte. Su enseñanza sobre el ayuno
estaba directamente en el contexto de su enseñanza sobre dar y orar. Es como si hay una
suposición casi inconsciente que dar, orar y ayunar todas son parte de la devoción cristiana.
Jesús declaró, “Cuando ayunes. . .” (Mt. 6:16). Parece hacer la suposición que la gente
ayunaría, y que lo que era necesario era instrucción sobre cómo hacerlo de una manera
propia.
. . . Habiendo dicho ésto, sin embargo, tenemos que seguir para darnos cuenta que aquellas
palabras de Jesús no constituyen un mandamiento. Jesús estaba dando instrucciones sobre
el ejercicio propio de una práctica común de su día. No habla una palabra sobre si era la
práctica correcta o si debería continuarse. Así que, aunque Jesús no dice “Si ayunas,”
tampoco dijo, “Tienes que ayunar.”
La segunda declaración crucial de Jesús sobre el ayuno vino en respuesta a la pregunta de
los discípulos de Juan el Bautista. Perplejos por el hecho que ellos y los fariseos ayunaban
pero los discípulos de Jesús no, preguntaron “¿Por qué?” Jesús respondió, “¿Pueden los
invitados a las bodas estar de luto mientras el esposo está con ellos? Los días vienen
cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán” (Mt. 9:15). Esta es quizás la
declaración más importante en el Nuevo Testamento sobre los cristianos deben ayunar el
día de hoy.
La interpretación más natural de los días cuando los discípulos ayunarían es la era presente
de la iglesia, especialmente a la luz de su intrincada conección con la declaración de Jesús
sobre los odres nuevos del reino de Dios que sigue inmediatamente (Mt. 9:16-18). . .
Quizás es mejor evitar el término “mandamiento” porque en el sentido estricto Jesús no
ordenó ayunar. Pero es obvio que el procedió sobre el principio que los hijos del reino de
Dios ayunarían. Porque para la persona que anhela un caminar más íntimo con Dios, estas
declaraciones de Jesús son palabras atractivas.
—De Celebration of Discipline por Richard J. Foster
El ayuno también puede simplificar la naturaleza compulsiva, distrayente, avara de
nuestros apetitos. Cuando ayunamos intencionalmente, una de las primeras cosas que
notamos es qué tan poca comida realmente necesitamos, y sin embargo cuanta nos hemos
estado tragando. El encayecido e inflado sentimiento de comer demasiado lentamente se
desvanece. Llegamos a ser más livianos y más lúcidos. Vemos que somos realmente
capaces de no responder a esa ola avara del apetito que martillea en nuestro cerebro. Esta
es una pequeña realización de libertad. Si no respondemos a ese ola superficial
presionadora, somos libres para fluir en una corriente más simple, más profunda, más
pareja.
70
20. La Voluntad
INVOCACION
Dios a quien todos los corazones están abiertos y a quien toda voluntad habla, y de quien
ningún secreto se esconde, oro que tú limpies el intento de mi corazón con el don inefable
de tu gracia, para que pueda amarte perfectamente, y dignamente alabarte. Amén
La Oración del Prólogo
The Cloud of the Unknowing
SALMO 71
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Juan 3:10-21
Martes Lucas 11:14-28
Miércoles
Mateo 26:36-46
Jueves Lucas 9:57-62
Viernes
Marcos 8:34-9:1
SábadoLucas 5:1-11
Domingo
Lucas 13:22-30
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Si Jesús creía que su vida debería gastarse haciendo “la voluntad del Padre,” entonces
nuestra tarea no debe ser menos. Ora para que su volunad sea lograda en tu vida; para que
puedas traer gloria a él como Jesús lo hizo.
HIMNO
“Mi Jesús, Como Tú Quieras”
BENDICION
Señor, yo soy tuyo; cedo mi ser enteramente a ti, y creo que tú me tomas. Me abandono a
ti. Obra en mi todo el beneplácito de tu voluntad, y yo sólo descansaré en tus manos y
confiaré en ti. Amén.
—De The Christian’s Secret of a Happy Life
por Hannah Whitall Smith
SELECCIONES PARA MEDITACION
Nuestro progreso en santidad depende de Dios y de nosotros mismos—de la gracia de
Dios y de nuestra voluntad en ser santos. Tenemos que tener una determinación viva para
71
alcanzar santidad. “Seré un santo” significa que me despojaré a mí mismo de todo lo que
no es Dios; desnudaré mi corazón de todas las cosas creadas; viviré en pobreza y desapego;
renunciaré a mi voluntad, mis inclinaciones, mis caprichos y fantasías, y me haré a mí
mismo un esclavo de la voluntad de Dios.
—De A Gift for God por Mother Teresa of Calcuta
Hay un momento entre intentar orar y actualmente orar que es tan oscuro y en silencio
como cualquier momento en nuestras vidas. Es el segundo entre pensar sobre orar y
realmente orar. Para algunos de nosotros, este segundo pudiera tardar décadas. Tal parece,
entonces, que el obstáculo más grande a la oración es el simple hecho de principiar, el
simple ejercicio de la voluntad, el iniciar, el actuar, el hacer. Qué fácil es, y sin embargo —
entre nosotros y la posibilidad de orar parece que hay un gran golfo fijo: un abismo de
nuestra hechura que nos separa de Dios.
Para empeorar las cosas, podemos acercarnos al abismo que está entre nosotros y la oración
y retirarnos de ella bajo la cubierta de estar-demasiados-ocupados o tener-obligaciones-ala-familia o inclusive servir-a--Dios-de-otras-formas. Este retiro aparentemente justificado
hace el acercamiento mucho más dificultoso la próxima vez hasta que al final, antes de
principiar, un principio del principio, y así hasta el infinito. Una pared de lodo es edificado
por las tenazas de cangrejo de nuestro titubeo, endurecido en barro, cocido por el pasaje del
tiempo, hasta que al final parece demasiado dificultoso quebrarlo.
—De Clinging—The Experience of Prayer
por Emilie Griffin
Los hombres que no son libres se horrorizan con la sugerencia de aceptar una disciplina
diaria. Confundiendo el control interno con la tiranía externa, ellos prefieren el capricho de
la auto-restricción. Preferirán mas bien tener ideales que normas, esperanzas que
direcciones, fe en lugar de formas. Pero la meta y el camino no puede soportar mucho en
separación. Los días de la semana, el alimento que comemos, los días feriados del año, lo
hechos que hacemos—estas son las fronteras de la fe. A menos que la vida externa exprese
el mundo interno, la piedad se estanca y la intención decae.
El hombre está constantemente produciendo palabras y hechos, dándolos ya sea a Dios o a
las fuerzas del mal. Cada movimiento, cada detalle, cada acto, cada esfuerzo de igualar lo
espiritual y lo material, es serio. El mundo no está en delirio; la vida no es un terreno
neutral. En esta vida nuestra lo que no está dirigido se pierde, lo que es al azar llega a ser
caótico, lo que se deja a la deriva se abandona.
Hemos dicho que la oración es la quintaesencia de la vida espiritual, esto es, el clímax de
las aspiraciones. Pero la fe no puede estar satisfecha con clímax. No puede descansar
contenta con las esencias. La fe no conoce fronteras entre la voluntad de Dios y toda la
vida. Por tanto, hemos sido enseñados a cuidar el significado que se encuentra en los
hechos, a sentir lo santo que está a la disposición en lo cotidiano, a dedicar lo cotidiano
tanto como lo extraordinario, a estar preocupados por el ciclo como por el evento especial.
—De Man’s Quest for God por Abraham Joshua Heschel
Porque en el gobierno de nuestras vidas naturales, un escogimiento genuino de nos deja.
Ni somos tontos, ni los esclavos de las circunstancias. Somos creaturas vivas poseídas de
una libertad limitada, un poder de iniciativa que aumenta cada vez que la usamos de la
72
manera correcta; somos entrenados y desarrollados por ser confrontados con las
alternativas, sobre los cuales asuntos tremendos dependen. Es típico de lo completo con
que cada factor esencial de nuestra experiencia humana encuentra su regla y patrón en los
Evangelios, que este libre escogimiento entre los cursos posibles formaran la preparación
actual de nuestro Señor para su ministerio público. Iluminado por el bautismo con respecto
a su filiación divina, su comisión única, no salió corriendo “en el poder del Espíritu” a
predicar las buenas nuevas. “El que creyere no saldrá apurado.” El poder real es el
resultado de una armonía interna, y requiere el acuerdo perfecto entre los pisos de arriba y
los de abajo; el impulso ensillado a la obediencia. Por tanto, el Espíritu de Sabiduría lo
impulsó al desierto, para enfrentarse con su propia naturaleza humana. Más de un sendero
estaban abierto ante él. Pudiera haber reclamado los privilegios de una espíritu
excepcional, en medio de un mundo que no es excepcional del todo: convertir el mundo
material a su propio propósito, trascender las leyes comunes de la naturaleza, asumir la
posición del niño chiqueado del Padre. Pudiera haber seguido el sendero descubierto por la
ambición espiritual, llevándole al poder y el éxito obvio: la más molestosa de las tres
tentaciones, porque le sugería que su misión de redención e iluminación se podía lograr en
una gran escala, por entrar en alianza con el espíritu y los métodos del mundo. La gente
que piensa de números siempre erra éste por un llamado de Dios. El amor, escogiendo lo
que ayudaba, rechazó todas estas oportunidades, y eligió la carrera humilde de un profeta y
evangelista local: una visión limitada, un servicio sin recompensas, un público que no lo
apreció, un sendero estrecho que le llevó a la cruz.
—De The House of the Soul por Evelyn Underhill
. . .la mayoría de nuestras oraciones deben de ser para el enriquecimiento y control del
espíritu de tal manera que los motivos, deseos y el uso del espíritu de los poderes
corporales estén en armonía con la voluntad de Dios. Si la oración sólo hiciera ésto, haría
por nosotros el asunto más importante que se puede hacer.
—De Prayer and the Common Life por Georgia Harkness
En poco tiempo resolví totalmente dejar algunas de mis vanidades, pero había una
reserva secreta en mi corazón de la parte más refinada de ellas, y no era bajo lo suficiente
como para encontrar paz. Así por algunos meses tenía grandes problemas, porque
permanecía en mí una voluntad no sujeta que hacía que mis labores fueran sin fruto, hasta
que por la constante misericordia de las visitaciones celestiales fui capaz de inclinarme en
espíritu ante el Señor.
—De Quaker Spirituality por George Fox
Entonces no hay necesidad de congelarse cuando fielmente nos volvemos a él, si él nos
dirige lentamente a sus cámaras secretas. Si él nos da firmeza creciente en el sentido más
profundo de su presencia, sólo podemos agradecerle quietamente. Si él nos detiene en el
paso de alternación podemos agradecerle por su amante sabiduría, y esperar en su guianza a
través de los pasos para los cuales ya estamos preparados. Porque no podemos hacerle un
ataque sorpresa. El hombre fuerte tiene que llegar a ser el niño pequeño, no entendiendo
sino confiando en el Padre.
—De A Testament of Devotion por Thomas R. Kelly
73
He dicho que cada Disciplina tiene su libertad correspondiente. ¿Qué libertad
corresponde a la sumisión? Es la habilidad de poner abajo la terrible carga de siempre
necesitar salirnos con la nuestra. La obsesión de demandar que las cosas salgan de la
manera que queremos que salgan es una de las más grandes esclavitudes en la sociedad
humana hoy. La gente gasta semanas, meses e inclusive años en una agitación mental
perpetua a causa de cosas pequeñas que no salieron como ellos querían. Hecharán chispas
y humo. Estarán enojados por aquello. Actuarán como si la misma vida depende de ese
asunto. Inclusive, tendrán úlceras por ello.
En la Disciplina de la sumisión somos liberados para abandonar el asunto, para olvidarlo.
Francamente, la mayoría de las cosas en la vida no son tan importantes como pensamos que
lo son. Nuestras vidas no llegan al fin si esto o aquello no sucede.
Si observas estas cosas verás, por ejemplo, que casi todas las luchas de la iglesia y las
divisiones ocurren porque la gente no tiene la libertad de ceder uno al otro. Insistimos que
un asunto crítico está en juego; estamos peleando por un principio sagrado. Quizás eso es
verdad. Generalmente no lo es. Seguido no podemos soportar el ceder simplemente
porque significaría que no nos saldremos con la nuestra. Sólo en la sumisión somos
capaces de traer ese espíritu a un lugar en donde ya no nos controla. Sólo la sumisión
puede liberarnos lo suficiente para capacitarnos a distinguir entre los asuntos genuinos y la
auto-voluntad terca.
—De Celebration of Discipline por Richard J. Foster
La auto-negación conjura en nuestras mentas toda clase de imágenes de sobajarse y auto
aborrecimiento. Nos imaginamos que ciertamente significa el rechazo de nuestra
individualidad y probablemente lleva a varias formas de auto-mortificación.
Al contrario, Jesús nos llama a la auto-negación sin el auto aborrecimiento. La autonegación simplemente es un camino para entender que no tenemos que salirnos con la
nuestra. Nuestra felicidad no depende de agarrar lo que queremos.
La auto-negación no significa la pérdida de nuestra identidad como algunos suponen. Sin
nuestra identidad ni siquiera podemos someternos unos a otros. ¿Perdió Jesús su identidad
cuando fijó su rostro rumbo al Gólgota? ¿Perdió Pedro su identidad cuando respondió al
mandamiento de Jesús sobre llegar la cruz, “Sígueme” (Juan 21:19)? ¿Perdió Pablo su
identidad cuando se consagró a Aquel que le dijo, “Le mostraré cuánto le es necesario sufrir
por causa de mi nombre” (Hechos 9:16)? Claro que no. Sabemos que lo opuesto es la
verdad. Ellos encontraron su identidad en al acto de la auto-negación.
La auto-negación no es la misma cosa como el auto-odio. El odiarse a uno mismo reclama
que nosotros no tenemos dignidad, e inclusive que si la tenemos debemos rechazarla. La
auto-negación declara que nosotros tenemos un valor infinito y nos muestra cómo
realizarla. El auto-odio niega la bondad de la creación; la auto-negación afirma que era
buena en realidad. Jesús hizo la habilidad de amarnos a nosotros mismos el prerrequisito
para que alcancemos a otros (Mt. 22:39).
—De Celebration of Discipline por Richard J. Foster
Jesús en sus oraciones sobre la tierra, en su intercesión en el cielo, en su promesa de una
respuesta a nuestras oración de allá, hace ésto su primero objetivo—la gloria de su Padre.
¿Es así con nosotros? ¿O no son, en gran medida, el auto-interés y la voluntad propia los
motivos más grandes que nos empujan a orar? ¿O, si no podemos ver que este es el caso,
74
no tenemos que reconocer que el anhelo distinto y consciente por la gloria del Padre no es
lo que anima nuestras oraciones? Y sin embargo tiene que ser así.
No como si el creyente en ocasiones no la desea. Pero tiene que lamentarse que qué tan
poco ha logrado. Y sabe la razón de su fracaso también. Fue porque la separación entre el
espíritu de la vida diaria y el espíritu de la hora de oración era demasiado grande.
Principiamos a ver que el deseo de la gloria del Padre no es algo que podemos despertar y
presentar a nuestro Señor cuando nos preparamos a nosotros mismos para orar. ¡No! Es
sólo cuando el total de la vida, en todas sus partes, se entrega para la gloria de Dios, que
entonces podemos orar realmente para su gloria también. “Haced todo para la gloria de
Dios,” y “Pedid todo para la gloria de Dios”— estos dos mandamientos gemelos son
inseparables: obediencia al primero es la gracia secreta del segundo. Una vida para la
gloria de Dios es la condición de las oraciones que Jesús puede contestar, “para que el
Padre pueda ser glorificado.”
—De With Christ in the School of Prayer
por Andrew Murray
75
21. Dudas
INVOCACION
Dios todopoderoso, Señor de la tormenta y de la calma, del día y de la noche, de la vida y
de la muerte; concédeme de tal manera tener mi corazón estacionado en tu fidelidad, tu
inmutabilidad y amor, que cualquier cosa que me suceda, pueda mirar hacia ti con un ojo
inquebrantable. Lo pido por causa de tu misericordia. Amén.
George Dawson en Little Book of Prayers
SALMO 42
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Lucas 7:1-10
Martes Hebreos 10:19-25
Miércoles
Mateo 14:22-36
Jueves Génesis 18:1-15
Viernes
Juan 6:60-69
SábadoRomanos 4:1-25
Domingo
Juan 20:24-31
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
En ocasiones todos nosotros estamos en necesidad de orar como el padre del muchacho
endemoniado (Marcos 9) quien dijo a Jesús, “Creo, ayuda mi incredulidad.” No tengas
temor de orar de esta manera si refleja tus necesidades.
HIMNO
“Oh, por una Fe Que No Se Moverá”
BENDICION
Padre y Dios, tú sabes el trabajo, el apuro y el cansancio que, día a día, inclusive semana
tras semana, pesa tan pesado sobre mi vida. Tan seguido desfallezco y estoy temeroso,
inquieto y dudoso. Anhelo descanso y paz y plenitud de seguridad de la fe. Que pueda
esperar en ti diariamente en oración y que sea renovado con poder espiritual que pueda
pelear la buena batalla y guardar la fe. Por causa del Jesús oro. Amén.
Orien W. Fifer en Prayer Companion
SELECCIONES PARA MEDITACION
Las preguntas a la fe no son como adivinanzas o crucigramas: con cosas de esta clase
pudiera a uno tomarle tiempo para encontrar la solución, pero una vez que se encuentran,
76
todo es claro y simple. Es completamente diferente con la fe. Aquí tenemos, no la verdad
humana que los hombres pueden declarar y entender, sino la verdad de Dios, que va más
allá de cualquier declaración o entendimiento del hombre. La fe nunca llega a ser clara. La
fe permanece oscura. No hasta que entremos en la gloria será de otra manera: “Ahora
vemos por espejo, oscuramente, mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en
parte; pero entonces conoceré como fui conocido” (1 Co. 13:12). Sólo cuando estemos en
gloria será de otra manera. Hasta entonces siempre habrá más dificultades que vienen, más
dudas que vienen: así debe de ser. La duda es la sombra arrojada por la fe. Uno no siempre
lo nota, pero siempre está allí, aunque escondida. En cualquier momento puede venir a la
acción. No hay misterio de la fe que es inmune a la duda.
—De That the World May Believe por Hans Küng
Sea que uno usa las palabras de la Biblia o una colección tradicional o formula su propia
oración es inmaterial, provisto que lo que se expresa es la voz del alma. Sicológicamente,
el acto de oración centra la atención en las emociones más altas, unifica el espíritu,
cristaliza los motivos, clarifica el juicio, desata los poderes latentes, refuerza la confianza
que lo que se necesita hacer se puede hacer. Religiosamente, el poder de Dios que está
siempre esperando derramar su fortaleza sobre aquellos que recibirán encuentra un canal.
Los beneficios de tal oración son raramente disputados. Pero la pregunta que seguido se
levanta es si tales beneficios no son “todos sicológicos.” Lo que generalmente se quiere
decir es si no son enteramente subjetivos y auto-inducidos. La respuesta está en. . . la
naturaleza de Dios y sus relaciones con los hombres. Si hay un Dios personal que nos hizo
y nos sostiene, él escucha y responde a la oración. Aun si la respuesta está totalmente
dentro del individuo que ora y lo que pasa se puede describir en términos sicológicos,
todavía es la respuesta de Dios. A menos que haya tal Dios, ninguna oración tiene sentido.
Negar que Dios actúa para darnos ayuda moral y espiritual es un ateísmo implícito.
—De Prayer and the Common Life por Georgia Harkness
Una mujer cristiana devota que conducía una clase bíblica grande con celo y éxito una
vez vino con problemas a su ministro. En sus primeros años ella había gozado tal
bendición en su cámara secreta, en compañerismo con el Señor y con su Palabra. Pero esto
gradualmente se había perdido y, sin importar qué hacía, ellá no podía enderarla. El Señor
había bendecido su obra, pero el gozo se había ido de su vida. El ministro le preguntó qué
había hecho para volver a ganar la bendición perdida. “He hecho todo,” dijo ella, “todo lo
que puedo pensar, pero en vano.”
El la cuestionó sobre su experiencia en conección con su conversión. Ella le dio una
respuesta inmediata y clara: “Al principio no reparé en el precio en mi intento de llegar a
ser mejor, y liberarme de cualquier pecado, pero todo fue inútil. Al final de cuentas
principié a entender que tenía que hacer a un lado todos mis esfuerzos, y simplemente
confiar en el Señor Jesús para que derramara sobre mi su vida y paz, y él lo hizo.”
“¿Entonces por qué,” dijo el ministro, “no tratas de hacer lo mismo de nuevo? Cuando
entras a tu cámara secreta, no importa si está frío y oscuro tu corazón, no trates con tu
propia fuerza forzarte a ti misma a tener la actitud correcta. Inclínate ante él, y dile que el
vea en que triste estado estás y que tu única esperanza está en él. Confía en él con una
confianza de niña para que tenga misericordia de ti, y espera en él. Tú no tienes nada—él
tiene todo.”
77
—De The Prayer Life por Andrew Murray
Quiero rogarte que seas paciente hacia todo lo que no está resuelto en tu corazón y trates
de amar las preguntas mismas como cuartos cerrados y como libros que están escritos en
una lengua muy extraña. No busques ahora las respuestas, las cuales no se te pueden dar
porque no serías capaz de vivirlas. Y el punto es, vive todo. Vive las preguntas ahora.
Quizás entonces gradualmente tú, sin notarlo, vivirás en algún día distante la respuesta.
—De Letters to a Young Poet por Rainer Maria Rilke
Jesús nunca argumentó la validez de la oración como tampoco argumentó la existencia
de Dios. Dios no era algo que tenía que demostrarse por argumento; Dios simplemente
estaba allí, el principio y el fin de la experiencia. De igual manera, la oración no era algo
que debería demostrarse por argumento; la oración estaba allí, el aliento nativo del alma.
La oración era la tendencia instintiva del hombre, traida en la misma constitución de su
naturaleza. Su fuente está muy hondo debajo de la región del argumento; ella está en los
corazones que Dios ha hecho para el compañerismo consigo mismo, los cuales pues (como
Agustín un día más tarde expresó) siempre estarán inquietos hasta que encuentren descanso
en él. Por lo cual Jesús nunca argumentó el asunto. Pero ciertamente hay un sentido en el
que su propia vida de oración era el argumento incontestable. ¿Algún discípulo—Tomás,
por ejemplo—tuvo dudas sobre la oración, dudas genuinas y honestas? Nada sería más
capaz de conquistar sus dudas que el panorama de Jesús sobre sus rodillas, porque
conociendo a Jesús y dándose cuenta qué tan completamente seguro y confiable
discernimiento tenía Jesús en todas las cosas profundas de la vida, tal discípulo haría mejor
en confiar en la certeza de Jesús en lugar de su propia incertidumbre. Pensaría que sería
más sabio apegar más importancia a la convicción de Cristo que a sus propias dudas. En
todos los asuntos de fe este es un principio enormemente valioso, y ciertamente lleva peso
aquí. Las dudas son discipadas y disueltas ante la vida de oración brillante del Cristo. El
Cristo que ora es el argumento supremo para la oración.
—De The Life and Teaching of Jesus Christ
por James Stewart
Para la palabra crisis, el chino usa una combinación de dos caracteres. Estos dos
caracteres son aquellos que designan “peligro” y “oportunidad.” Esta disyuntiva parece ser
verdad de cada crisis. Es un punto pivotal, y, dependiendo de cómo uno da el giro, puede
encontrar peligro u oportunidad. Las y griegas del camino de la vida humana que
demandan decisiones de parte nuestra siempre son encrucijadas de peligro y oportunidad.
Como en el uso médico de este término, cuando se pronuncia a un paciente “crítico,” la
implicación es que se puede mover ya sea hacia la vida o hacia la muerte.
En el proceso de la fe, las dudas y las crisis tienen que ocurrir. Paul Tillich señala que sólo
a través de las crisis la fe puede madurar. Las dudas se comen la antigua relación con Dios,
pero sólo de tal manera que una nueva pueda nacer. La misma cosa es verdad de nuestras
relaciones humanas interpersonales. Ellas crecen de una fragilidad inicial a la permanencia
sólo a través de las pruebas de dudas y crisis. Así Kahlil Gibran dice que podemos
“olvidarnos de aquellos con quien nos reímos, pero nunca podemos olvidar aquellos con los
que lloramos.”
78
Hay algo en la gente vieja que los hace sentir inquietos, o inclusive resentir, en las crisis de
la fe de los jóvenes. Perdemos de vista el hecho de que la fe puede madurar sólo a causa de
estas crisis. Se nos olvida que nadie puede decir un “sí” significativo de compromiso hasta
que enfrente la posibilidad alternada de decir “no.” La cosa más destructiva que podemos
hacer a aquellos que pasan a través de períodos de crisis es intentar hacer menos estas
dudas legítimas y animar su represión. Las dudas reprimidas tienen un alto porcentaje de
resurrección, y las dudas que son enterradas sólo crecerán nuevas raíces. Una cosa es
cierta, que el paso a través de la sombra de las dudas y las crisis, sin importar qué tan
dolorosas pudieran ser, es esencial al crecimiento en el proceso de la fe.
—De A Reason to Live! A Reason to Die!
Por John Powell
Una cosa es segura: el Señor quiere que contemos como cierto que pedir, buscar, tocar,
no puede ser en vano: recibir una respuesta, encontrar a Dios, el corazón y el hogar abierto
de Dios, son el fruto cierto de la oración.
Que el Señor hubiera pensado necesario en tantas formas repetir la verdad, es una lección
de profunda importancia. Demuestra que él conoce nuestro corazón, cómo la duda y la
desconfianza hacia Dios es tan natural en nosotros, y qué fácilmente estamos inclinados a
descansar en la oración como una obra religiosa sin una respuesta. El sabe también como,
cuando cuando creemos que Dios es el que oye la oración, creer en la oración que se agarra
de la promesa es algo espiritual, demasiado alto y dificultoso para el discípulo de medio
corazón. Por lo tanto, desde el mismo principio de su instrucción a aquellos que
aprenderían a orar, busca colocar esta profunda verdad en sus corazones: la oración vale
mucho; pide y recibiréis; todo el que pide, recibe. Esta es la fija y eterna ley del reino: si
pides y no recibes, tiene que ser porque hay algo que falta o que está errado en la oración.
—De With Christ in the School of Prayer
por Andrew Murray
Entonces ella se vuelve a mí, me agarra. “Tengo miedo. Tengo miedo.”
Pongo mis brazos alrededor de ella y la agarro. La abrazo como abrazaba a mis hijos
cuando eran pequeños y tenían miedo de la noche; como, este verano, abrazo a mis nietos.
La abrazo como ella, hace mucho tiempo alguna vez, me abrazó. Y le digo las mismas
palabras, las clásicas, maternales, instintivas palabras de seguridad. “No tengas miedo. Yo
estoy aquí. Todo está bien.”
“Algo no está bien. Tengo miedo. Tengo miedo.”
La arrullo y le repito, “Todo está bien.”
¿Todo está bien? ¿Qué le estoy prometiendo? Yo también tengo miedo. Yo no sé que
sucederá cuando Hugh vaya al neurólogo. No sé que sucederá a mi madre este verano. No
sé que pudiera ser el mensaje la próxima vez que suene el teléfono. ¿Todo está bien?
¿Cómo puedo decirlo?
Pero lo hago. La abrazo fuerte, y la beso, y murmuro, “Todo está bien, mamá. Todo está
bien.”
Significo esas palabras. No las entiendo, pero las significo. Quizás un día encontraré qué
significan. Ellas están implícitas en todo lo que escribo. Descubro destellos de ellas
durante esa conferencia, aun cuando estaba advirtiendo en contra de las promesas falsas.
Ellas están debajo de todo, el hacer comida, caminar al perro, hablar con las niñas. Quizás
79
nunca encuentre con mi yo intelectual qué quiero decir, pero si se me dan suficientes
destellos quizás estos se añadirán lo suficiente para que mi corazón entienda. No entiende;
todavía no.
—De The Summer of the Great-Grandmother
por Madeleine L’Engle
Pero el gozo es sólo uno de los regalos de esta vida. Otro es aquel de la consolación y el
valor. Una misteriosa fuerza y confianza—mucho más grande que la tuya propia—viene
con ello. Entonces, también, te encontrarás a ti mismo como que te aceptas más a ti mismo
y a otros, siendo que descubrir que así como eres, eres amado, te abre a amar a otros de la
misma manera. Y, finalmente, pudieras encontrar que tu fe misma ha sido transformada.
Para mucha gente la fe no significa más que un grupo de creencias con las cuales estás de
acuerdo o en desacuerdo. Tener fe es mucho como tener una opinión, la única excepción es
que, que otras opiniones pudieran concernir a la política o a los deportes, esta es una
opinión sobre si existe o no Dios. Viviendo la presencia de Dios, sin embargo, la fe es
transformada de una opinión a una relación. Dios no es una creencia a la cual das tu
asentimiento. Dios llega a ser una realidad que tú conoces íntimamente, la encuentras
diario, una cuya fortaleza llega a ser tu fortaleza, cuyo amor, tu amor. Vive esta vida de la
presencia de Dios el suficiente tiempo y cuando alguien te pregunte, “¿Crees que hay un
Dios?” te pudieras encontrar respondiendo, “No, no creo que hay un Dios. Yo sé que hay
un Dios.”
—De A Way in the World por Ernest Boyer, Jr.
80
22. Tentaciones
INVOCACION
Dios mío, Padre mío, cuando considero tu grandeza y tu bondad, cuando mi corazón se
inclina en adoración ante el Santo que habita la eternidad, mi espíritu se hunde cuando
recuerdo que tus pensamientos no han sido mis pensamientos y tus caminos no han sido
mis caminos. He sido destituido de tu gloria. No he sido lo que pudiera haber sido; no he
hecho lo pudiera haber hecho. Ten misericordia de mí, de acuerdo a su longanimidad en
Cristo Jesús, nuestro Señor. . . en su nombre. Amén.
Herbert Welch en Daily Prayer Companion
SALMO 141
ESCRITURA DIARIA
Lunes
1 Corintios 10:11-21
Martes Mateo 4:1-11
Miércoles
Santiago 1:2-4
Jueves Marcos 14:66-72
Viernes
Mateo 16:21-24
SábadoHebreos 2:10-18
Domingo
1 Pedro 2:19-25
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Para compartir su victoria tenemos que compartir su sufrimiento. Y esto incluye compartir
en sus tentaciones. Las tentaciones pueden servir para fortalecernos como fortalecieron a
Jesús. Investiga de él cómo pudieras beneficiarte en tales circunstancias.
HIMNO
“Tentado No Cedas”
1
Tentado no cedas;
Ceder es pecar;
Mejor y más noble
Es luchar y triunfar;
Valor pues, cristiano,
Domina tu mal;
Dios puede librarte,
De asalto mortal
2
Evita el pecado,
81
Procura agradar,
A Dios a quien debes,
Por siempre ensalzar;
No manche tus labios,
Impúdica voz,
Preserva tu vida,
De ofensas a Dios.
3
Amante, benigno,
Y enérgico sé;
En Cristo tu amigo,
Pon toda tu fe;
Veraz sea tu dicho,
De Dios es tu ser;
Corona te espera,
Y vas a vencer.
En Jesús, pues, confía,
En sus brazos tu alma,
Hallarás dulce calma,
El te hará vencedor.
Horatio R. Palmer
BENDICION
Te damos gracias a ti, Padre celestial, a través de Jesucristo, tu amado Hijo, que este días
con tu gracias nos has protegido; y se suplicamos que nos perdones todos nuestros pecados,
y por tu gran misericordia nos defiendas de todos los riesgos y peligros de esta noche.
Lutheran Service Book
SELECCIONES PARA MEDITACION
Nosotros no rehusamos orar. Meramente sentimos que nuestras lenguas están atadas,
nuestras mentes inertas, nuestra visión interna apagada, cuando estamos a punto de entrar a
la puerta que lleva a la oración. No rehusamos orar; nos abstenemos de ella. Sonamos la
hueca campana del egoísmo en lugar de ser absorvidos por la quietud que rodea al mundo,
moviéndose sobre toda la inquietud y temor de la vida—la secreta quietud que precede a
nuestro nacimiento y sigue después de nuestra muerte. La futil autoindulgencia nos saca
fuera de tono con el canto gentil de la espera de la naturaleza, de la búsqueda de salvación
por la humanidad. ¿No vale la pena el escuchar al pulso de la maravilla el silencio y la
abstinencia de estar absortos en nosotros mismos? ¿Por qué no apartamos una hora de la
vida para la devoción a Dios por rodearnos de esa quietud? Habitamos al filo del misterio y
lo ignoramos, gastamos nuestras almas, arriesgamos nuestra parte en Dios. Constantemente
derramamos nuestra luz interna lejos de él, estableciendo nuestra gruesa cortina del yo entre
él y nosotros, añadiendo más sombras a las tinieblas que ya se mueven sobre él y nuestra
razón desviada. Aceptando nuestras conjeturas como dogmas, y prejuicios como
soluciones, ridiculizamos la evidencia de la vida por lo que es más que la vida. Nuestra
82
mente ha cesado de ser sensitiva a la maravilla. Privados del poder de la devoción a lo que
es más importante que nuestro destino individual, empapados por la ansiedad de sobrevivir,
perdemos de vista lo que es el destino, de que es vivir. Apurados a través de los éxtasis de
las ambiciones, sólo despertamos cuando estamos hundidos en el temor o la tristeza. En
tinieblas, entonces, vamos tropezando buscando solaz, buscando significado, buscando la
oración.
—De Man’s Quest for God por Abraham Joshua Heschel
En las historias de los Padres del Desierto, aquellos hombres que, por varios cientos de
años después de Antonio, imitaron su vida en el desierto, hay una que concierne al Abad
Juan el Enano quien oraba al Señor que su pasión le fuera quitada. Su oración fue
concedida de tal manera que llegó a ser impasible. Y en esta condición fue a uno de los
ancianos y dijo: Tú ves delante de ti a un hombre que está completamente en paz y no tiene
más tentaciones. El anciano le dijo: Ve y ora al Señor que ordene que alguna lucha se
mueva en ti, porque el alma madura sólo en las batallas. Y cuando las tentaciones
principiaron de nuevo ya no oró que la lucha le fuera quitada de él, sino sólo dijo: Señor,
dame la fuerza para pasar a través de esta lucha.
—De A Way in the World por Ernest Boyer, Jr.
Y un día cuando estaba caminando solitario lejos y estaba a punto de regresar a casa, fui
levantado en el amor de Dios, de tal manera que no podía sino admirar la grandeza de su
amor. Y mientras estaba en esa condición me fue abierto por la Luz eterna y su poder, y
allí vi claramente todo lo había sido hecho y se haría en y por Cristo, y cómo él conquista y
destruye al tentador, el Diablo y todas sus obras, y está por encima de él, y que todas estas
dificultades eran buenas para mí, y las tentación por las tribulaciones de mi fe que Cristo
me había dado. Y el Señor me abrió y ví a través de todas estas tribulaciones y tentaciones.
Mi fe viva fue levantada, y vi todo lo que había sido hecho por Cristo, la vida, y mi fe
estaba en él. Y cuando en cualquier tiempo mi condición estaba velada, mi fe secreta
estaba firme, y la esperanza me sostenía por debajo, como un ancla en el fondo del mal, y
anclada mi alma inmortal a su Obispo, causándole nadar sobre el mar, el mundo en donde
todas las furiosas olas, el clima terrible, las tempestades, y las tentaciones están. Pero oh,
¡entonces vi mis problemas, tribulaciones y tentaciones mucho más que alguna vez lo había
hecho!
—De Quaker Spirituality por George Fox
Estamos programados para ver las tentaciones como algo malo: No nos metas en
tentación. Viene como una sorpresa entonces cuando leemos en el Evangelio de san
Mateo: “Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.” Esto no
es exactamente lo que esperamos que el Espíritu Santo haga. La tentación en tanto que es
un acto del mal levantándose de su envidia y odio ciertamente es mala. En cuanto son las
cosas buenas del mundo seduciendo a nuestra naturaleza desintegrada para actuar en
insubordinación, no es buena. Pero para aquellos que aman a Dios, todas las cosas obran
para bien. El reto nos puede hacer crecer, darnos un discernimiento más completo,
hacernos más como nuestro Señor y Maestro, quien luchó con la tentación desde los días
del desierto hasta que colgaba desnudo en la cruz y fue bofeteado con el reclamo: Si eres el
Hijo, desciende.
—De A Place Apart por M. Basil Pennington
83
Estos son momentos que Dios usa para poner en el corazón y la boca la pregunta, “¿Hay
otro camino?” Cuando se levanta esa pregunta, uno puede principiar a escuchar la
peregrinación interna, o la “puerta estrecha.” Pero de aprender que hay dos caminos—uno
que lleva a la muerte y el otro a la vida—no sigue que entramos por la puerta estrecha. Los
hechos sobre la puerta son bastante simples.
Uno, lleva a la vida, pero
Dos, es un camino difícil, y
Tres, pocos lo encuentran.
Para aquellos que estarán en la peregrinación interna, estos son tres hechos para considerar
al principio y al final de cada día. Tenemos que agarrarnos del primero en contra de las
tentaciones, y los falsos profetas y las metas glamorosas. Tenemos que agarrarnos al
segundo no sea que seamos fácilmente desviados o corrompidos por la ilusión que algo se
puede tener por nada. Es parte de nuestra enfermedad que vamos en pos del supremo
premio con muy poco entendimiento del costo y tan pobremente equipados para
encontrarnos y sostenernos ante los ejércitos que nos harán la guerra. No pedimos valor,
porque no sabemos que lo vamos a necesitar. Somos entregados a las manos del enemigo
sin haber discernido su forma en el horizonte.
El hombre que se saldrá de la multitud y seguirá su propio destino, tiene que mantener
frente a sí mismo el conocimento que el camino es difícil. Pero aun si está consciente de
ésto, todavía está en peligro. Tiene que recordar, también, que pocos lo hallan. Crecerá
fácil para él el imaginarse que está en su camino cuando en realidad no lo está. Esto es por
qué los religiosos pierden el Reino. Ellos asumen que porque están conscientes de los dos
caminos, y porque han escogido el segundo, que están en él. Esto es caer fácilmente en el
sueño de la multitud de nuevo. Pudiera ser una multitud “religiosa,” pero sin embargo
sigue siendo una multitud.
—De Journey Inward, Journey Outward
por Elizabeth O’Connor
¿Cómo llegó a estar la historia en los Evangelios después de todo? El pleito del Maestro
con Satanás sucedió en un desierto, lejos del camino trillado y de los ojos de los hombres.
Durante aquellos cuarenta días y noches Jesús estaba totalmente solo, sin ningún otra alma
cerca de él por ningún lado, ningún discípulo o amigo o alguien que viera lo que sucedió y
contara la historia después. Sin embargo los evangelistas son capaces de dar una historia
vívida y detallada. ¿Cómo sucedió? Claramente hay una sola explicación: la historia vino
directamente de los labios de Cristo mismo.
¿Por qué la contó Jesús? Ese capítulo de su vida estaba cerrado; ¿por qué regresó y la trajo
a la luz? Ciertamente no para gratificar la curiosidad de nadie. Ciertamente no para
proveer materiales biográficos adicionales para la posteridad o para suplir un capítulo extra
en nuestros Evangelios. Probablemente hay dos razones. Primera, Jesús compartió esta
experiencia con sus discípulos con el propósito de ayudarles a través de sus propias horas
de tentación. Ayuda en gran manera, como cualquiera que alguna vez ha sido tentado sabe,
escuchar de la lucha de alguien más y de su victoria. Y si esa otra sucede que es la de
Cristo—¡cómo ayuda poderosamente! Pero segunda, Jesús contó esta historia a causa de la
lucha titánica de los días y las noches del desierto que marcaron su alma para siempre, y él
nunca podía olvidar. Podía verla y sentirla después de meses tan claramente como si
84
hubiera pasado apenas ayer—la salvaje y desolada soledad, las rocas y crujidos por los
golpes despiadados del sol que golpeaba en el día y por el golpe quejante del viento que los
cruzaba en la oscuridad, las bestias vagabundas, la hambruna hambrienta, las voces
demoníacas que susurraban a su corazón, la gracia de Dios y los ángeles que le habían
traído al otro lado. Jesús contó a sus discípulos de ella porque no podía evitarlo. No se
escondía.
—De The Life and Teaching of Jesus Christ
por James Stewart
¿Por qué quiero ser rico cuando tú fuistes pobre? ¿Por qué deseo ser famoso y poderoso
ante los ojos de los hombres, cuando los hijos de aquellos que exaltaron a los falsos
profetas y apedrearon la verdad te rechazaron y te clavaron en la cruz? ¿Por qué debo
atesorar en mi corazón una esperanza que me devora—la esperanza de la perfecta felicidad
en esta vida—cuando tal esperanza, condenada a la frustración, no es nada sino
desesperación?
Mi esperanza es lo que el ojo nunca ha visto. Por tanto, que no confíe en las recompensas
visibles. Mi esperanza es lo que el corazón del hombre no puede sentir. Por tanto, que no
confíe en los sentimientos de mi corazón. Mi esperanza es lo que la mano del hombre
jamás ha tocado. No me permitan confiar en lo que puedo agarrar entre mis dedos. La
muerte aflojará mi agarre y mi vana esperanza se habrá ido.
Que mi confianza esté en tu misericordia, no en mí mismo. Que mi esperanza sea en tu
amor, no en mi salud, o fortaleza, o habilidad o recursos humanos.
—De Thoughts in Solitude por Thomas Merton
La vida cristiana tiene que pasar a través de una guerra; y especialmente cuando está
sentada en los lugares celestiales en Cristo Jesús, tenemos que luchar en contra de
enemigos espirituales allí, cuyo poder y habilidad nos tientan tienen que ser sin lugar a
dudas mucho más superiores a cualquiera que hemos encontrado hasta el momento. Como
un hecho, las tentaciones generalmente aumentan en fuerza diez veces después que hemos
entrado a la vida interna, en lugar de bajar. Y ninguna cantidad o clase de ellas alguna vez
ni por un momento nos deben llevar a suponer que realmente no hemos encontrado el lugar
de la verdadera morada. Las fuertes tentaciones son generalmente una señal de gran gracia,
en lugar de poca gracia.
—De The Christian’s Secret of a Happy Life
por Hannah Whitall Smith
Y el mismo poder de tus tentaciones, estimado cristiano, por lo tanto, pudiera ser una de
las pruebas más fuertes que realmente estás en la tierra que has estado buscando entrar,
porque hay tentaciones peculiares a esa tierra. Nunca debes dejarlas que te causen
cuestionar el hecho de haber entrado a ella.
—De The Christian’s Secret of a Happy Life
por Hannah Whitall Smith
No debemos, por lo tanto, desesperar que somos tentados sino orar a Dios con mucho
más fervor, que él venga a ayudarnos en todas las tribulaciones, que, sin dudas, de acuerdo
a los dichos de san Pablo, “dará juntamente la salida, para que podamos soportar” (1 Co.
10:13).
85
Por lo tanto, humillemos nuestras almas bajo la mano de Dios en todas las tentaciones y
tribulaciones, porque el humilde en espíritu será salvo y exaltado.
—De Imitation of Christ por Thomas à Kempis
86
23. Distracciones
INVOCACION
Señor, déjame a lo menos permanecer abierto a tu iniciativa; permíteme esperar paciente y
atentamente la hora cuando tu voluntad vendrá e irrumpirá a través de todas las paredes que
he edificado. Enséñame, oh Señor, a orar. Amén.
Henri J. Nouwen en A Cry for Mercy
SALMO 64
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Lucas 6:46-49
Martes 2 Timoteo 1:1-14
Miércoles
Proverbios 3:1-18
Jueves Efesios 6:10-20
Viernes
Juan 5:1-15
SábadoSantiago 3:13-18
Domingo
Lucas 10:38-42
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Trata de usar algunas de las formas de adoración y meditación para ayudarte en liberar tu
mente de todas las cosas que invadirían tu mente mientras oras.
HIMNO “Descansando Dulcemente”
1
En encumbrada Roca descanso
Protegido cuidadosamente, habito.
No hay enemigos ni tormestas que me molesten,
Mientras dentro de la hendidura me escondo.
Por mucho tiempo perseguido por el pecado y Satanás,
Cansado, triste, anhelo el descanso.
Entonces encuentro este techo celestial
Abierto en el pecho de mi Salvador.
2
Paz que sobrepasa el etendimiento,
Gozo que el mundo no puede dar jamás,
Ahora en Jesús estoy encontrado;
En sus sonrisas de amor yo vivo.
En la Roca altísima me escondo
87
Hasta que las tormentas de la vida pasen;
Muy seguro en este refugio bendito,
No temo el ataque más fiero.
Ahora estoy descansando, dulcemente descansando,
En la hendidura una vez hecha para mí.
Jesús, Bendita Roca de la Eternidad,
Yo me esconderé en ti.
Mary D. James
BENDICION
Padre, lleno estás de compasión, me consagro y encomiendo a ti, en quien soy, y vivo, y sé.
Se la Meta de mi peregrinaje, y mi Descanso en el camino. Que mi alma tome refugio del
torbellino amontonante de los pensamientos mundanos debajo de la sombra de tus alas; que
mi corazón, este más de inquietas olas, encuentre paz en ti, oh Dios. Amén.
San Agustín en Little Book of Prayers
SELECCIONES PARA MEDITACION
Ya he hablado más de una vez sobre este trabajo que tiene que hacerse. No debes
permitir que tus pensamientos vaguen a la deriba, sino tan pronto que huyan,
inmediatamente tienes que traerlos de nuevo, reprochándote a ti mismo, arrepintiéndote y
lamentando este desvío de la mente. San Juan de la Escalera dice de esto, “Tienes que
hacer un gran esfuerzo para encerrar a tu mente dentro de las palabras de la oración.”
—De The Art of Prayer por Igumen Chariton of Valamo
La mayoría de nuestros conflictos y dificultades vienen de tratar de luchar con los
aspectos espirituales y prácticos de nuestra vida separadamente en lugar de lograrlos como
parte de un total. Si nuestra vida práctica está centrada en nuestros propios intereses,
amontonada con las posesiones, distraída por las ambiciones, pasiones, quereres y
preocupaciones, apurados por un sentido de nuestros propios derechos e importancia, o
ansiedades de nuestro propio futuro, o anhelos por nuestro propio éxito, no necesitamos
esperar que nuestra vida espiritual sea un contraste a todo esto. La casa del alma no está
edificada en tal plan conveniente: hay muy pocas divisiones a prueba de sonido en ella.
Sólo cuando la convicción—no meramente la idea—que la demanda del Espíritu, sin
importar las inconveniencias, viene primero y ES primero, reina el total de ella, morirán
aquellos ruidos objetables que tienen una manera de penetrar en el pequeño oratorio muy
hermosamente amueblado, y ahogar todas las voces quietas con sus ruidos violentos.
—De The Spiritual Life por Evelyn Underhill
Vale la pena poner atención a las disposiciones del ánimo. Estoy descubriendo durante
estas primeras semanas en Genesee que estoy sujeto a diferentes disposiciones de ánimo,
que seguido cambian muy rápido. Sentimiento de una fatiga depresiva, de baja autoestima,
de aburrimiento, sentimientos también de enojo, irritación y hostilidad directa, y
88
sentimientos de gratitud, gozo y ánimo—todos pueden estar allí, en ocasiones inclusive
durante un día.
Tengo el sentimiento que estas disposiciones de ánimo que cambian rápidamente muestran
qué tan apegado realmente estoy a las muchas cosas que se me han dado: un gesto
amigable, un trabajo placentero, una palabra de alabanza, un buen libro, etc. Cosas
pequeñas rápidamente pueden cambiar tristeza en gozo, disgusto en contentamiento, y
enojo en entendimiento o compasión.
En alguna parte durante estas semanas leí que la tristeza es el resultado del apego. La gente
desapegada no son fáciles víctimas de los buenos o malos eventos en sus alrededores y
pueden experimentar un cierto equilibrio. Tengo el sentimiento que esto es un
conocimiento importante para mí. Cuando mi trabajo manual no me interesa, me aburro,
luego rápidamente me irrito y en ocasiones estoy inclusive enojado, diciéndome a mí
mismo que estoy perdiendo mi tiempo. Cuando leo un libro que me fascina, llego a estar
tan involucrado que el tiempo pasa rápido, la gente me parece más amigable, mi estancia
aquí vale la pena, y todo es un gran evento feliz.
Claro, ambas “disposiciones de ánimo” son manifestaciones de falsos apegos y muestran
qué tan lejos estoy de una forma saludable de “indiferencia.”
Pensando de todo esto, creo que mi principal problema todavía es que no he hecho
realmente a la oración mi prioridad. Todavía la única razón que estoy aquí—quiero decir,
la única razón por la que debo estar aquí—es aprender a orar. Pero, en realidad, mucho de
lo que estoy haciendo está motivado por muchas otras preocupaciones: poniéndome en
línea, aprender algunas habilidades manuales, saber más sobre los pájaros y los árboles,
llegar a conocer gente interesante—tales como John Eudes—y levantar muchas ideas y
experiencias para futura enseñanza. Pero si la oración fuera mi única preocupación, todas
estas otras cosas loables se podrían percibir como regalos. Ahora, sin embargo, estoy
obsesionado por estos deseos que son falsos, no en sí mismos, sino por estar en el lugar
equivocado en la jerarquía de valores. Eso, creo, es la causa de mis disposiciones de
ánimo. Por el momento parece tan importante a lo menos estar al tanto de ello.
—De The Genesee Diary por Henri J. Nouwen
Una gran mujer del siglo pasado. . . estaba acostumbrada a decir. . . “¡Piensa
pensamientos gloriosos de Dios—y sírvele con una mente quieta!” Y ciertamente es un
hecho que entre más gloriosos y amplios nuestros pensamientos de él son, más grande la
quietud y confianza con que hacemos nuestro trabajo detallado será. No pensamientos
controversiales, o pensamientos convencionalmente estrechos, o pensamientos académicos
secos, o pensamientos ansiosamente apurados. Todos estos traen contracción en lugar de
expansión de nuestras almas; y todos sabemos que este sentido interno de contracción o
expansión es una prueba infalibre de nuestro estado espiritual. Pero los pensamientos
asombrados y agradables de una Realidad y Santidad que nos es inconcebible, y sin
embargo ese es Amor. Una Realidad que se derrama a sí misma en y a través de las formas
y accidentes más simples, y se hace a sí misma conocer bajo los símbolos más hogareños;
que está completamente presente en y con nosotros, determinándonos a cada momento
nuestras vidas. Tales meditaciones como estas mantienen nuestras ventanas abiertas hacia
la Eternidad; y nos preservan del ahogo piadoso molesto que es el moho y óxido de la vida
dedicada.
—De The House of the Soul and Concerning the Inner Life
por Evelyn Underhill
89
Con este retiro ha venido el discernimiento y la voluntad a actuar más efectivamente en
control de los pensamientos y pureza de corazón. Gracias, Señor. Me parece extraño ahora
que el mismo “discernimiento” y voluntad no estaban presentes previamente en mí.
Subraya el misterio de su gracia y mi debilidad de mente y voluntad que viene del
pecado—original y personal. Lo que anteriormente era percibido en una clase de manera
vaga como no siendo del todo lo que debe ser, pero no claramente visto como algo que
debe ser efectivamente excluído, con la venida de la gracia es visto como equivocado,
contrario a lo que realmente quiero, y excluído con relativa facilidad. Sin embargo, con
clara consciencia que es así por su gracia, que sin la gracia sería como antes, permitiría que
estos pensamientos, esta peste de moscas que me rodean, como William de San Thierry les
llamaba, arruinen la dulzura del ungüento, la devoción de mente y corazón. Qué tan
completamente dependemos de la venida y la permanente presencia de su gracia.
—De O Holy Mountain! Por M. Basil Pennington
Muchos han regresado a esta cámara interna, bajo amarga auto-acusación que ha orado
tan poco, y ha resuelto para el futuro vivir de una manera diferente. Sin embargo, la
bendición no ha venido—no hubo fortaleza para continuar fiel, y el llamado al
arrepentimiento no tenía poder, porque sus ojos no habían sido fijados en el Señor Jesús. Si
hubiera entendido sólamente, hubiera dicho: “Señor, tú miras qué tan frío y tan oscuro es
mi corazón: yo sé que tengo que orar, pero siento que no puedo hacerlo; me hace falta la
urgencia y el deseo de orar.”
No sabía que al momento el Señor Jesús en su tierno amor estaba mirándole y diciendo:
“Tú no puedes orar; tú sientes que todo es frío y oscuridad; ¿por qué no te entregas en mis
manos? Sólo cree que yo estoy listo para ayudarte en oración; anhelo grandemente
compartir ampliamente mi amor en tu corazón, para que tú, en la consciencia de tu
debilidad, puedas con confianza descansar en mí para que derrame la gracia de la oración.
Así como te limpiaré de todos tus otros pecados, de igual manera te libraré del pecado de
falta de oración—sólamente que no busques la victoria en tu propia fuerza. Inclínate
delante de mí como uno que espera todo de su Salvador. Que tu alma guarde silencio
delante de mí, sin importar qué sientes que es tu estado. Está seguro de esto—yo te
enseñaré a cómo orar.”
—De The Prayer Life por Andrew Murray
Hemos estado hablando del privilegio de la oración, la suprema oportunidad de amistad
con Dios mantenida vital por la deliberada comunión, y podemos detenernos ahora para
considerar el costo. Pablo es típico de todos los visionarios cristianos al descubrir que a “la
excelencia del conocimiento de Jesucristo” no se llega sin contar algunas cosas como
pérdida. Cuesta ganar una vida que realmente puede orar. Vasari dice que Rafael
acostumbraba a usar una vela en un gorro en el tablero, de tal manera que, mientras estaba
pintando, su sombra no callera sobre su obra. La oración de muchos hombres es arruinada
por su propia sombra. Hay cosas en su vida que se tienen que abandonar si verdaderamente
orará. Tiene que usar en su frente la vela de la renuncia por causa de su trabajo. Considera
las actitudes malas, pecados que atesoras, malos temperamentos en tu vida que hacen la
oración de alguna manera profunda y ferviente una tarea dificultosa.
—De The Meaning of Prayer por Harry Emerson Fosdick
90
Así como el silencio parece completo, un ruido u otra sensación puede estorbar. O una
interrupción puede venir puramente de adentro, quizás una idea sobre los planes de mañana
o un afán sobre una declaración tonta o algo que uno se ha olvidado hacer. No ganas nada
al enojarte. Esto sólo añade a la actividad que se está tratando de romper. Con buena
paciencia natural, uno pone las preocupaciones de ayer y mañana en un archivo de
suspenso, así como santa Teresa dijo que se hace. Un día, tratando de estar quieto en la
capilla, la santa nota que las cosas que colgaban en el altar estaban desarregladas. “¡Qué
descuidado es el sacristán!” se dijo a sí misma. “Tengo que. . . No, aquí vine para orar, no
para decirle al sacristán qué hacer.” Con una sonrisa ella se aquietó de nuevo, sólo para
escuchar un agudo ruido sobre el techo donde algunas tejas se estaban reemplazando.
“¡Ese trabajador descuidado!” pensó. “Es mejor que me salga de aquí. Ningún mero
hombre puede hacer las cosas bien. . . No, no ahora.” Y una vez más regresó a reedificar el
silencio.
. . . Esta clase de silencio no se puede apurar o forzar; no viene a través del esfuerzo. En
lugar de eso, tiene que permitirse que suceda. Es como comer un alcachofa. Tiene que
hacerse una hoja a la vez, hasta llegar al corazón. Si uno trata de comerla de una sola
mordida, todo lo que uno agarra es un montón de cardos. Uno tiene que apartar tiempo
para el silencio y luego tornarse a él con compostura, dejando ir las cosas inmediatas poco a
poco a la vez con el propósito de entrar a un mundo donde los sueños y también la energía
para la vida nacen.
—De The Other Side of Silence por Morton T. Kelsey
Tal parece a aquellos en fervor por lo correcto como si todas las cosas conspiran para
prevenir su progreso. Esto, claro, es sólo una apariencia, que se levanta en parte de esto,
que el peregrino tiene que ir de regreso en los desvíos en que está constantemente vagando.
—De An Anthology of George MacDonald.
Editado por C. S. Lewis
No me dices nada nuevo; tú no eres el único que está atribulado con los pensamientos
errantes. Nuestra mente es extremadamente errante; pero, como la voluntad es la ama de
todas nuestras facultades, ella las vuelve a llamar, y las lleva a Dios como su fin último.
Cuando la mente, por falta de haber sido reducida suficientemente por la recolección en
nuestro primer intento de devoción, ha contraido ciertos malos hábitos de andar vagando y
de disipación, son difíciles de vencer, y comúnmente nos atraen, inclusive en contra de
nuestras voluntades, a las cosas de la tierra.
Creo que un remedio para esto es confesar nuestras faltas y humillarnos a nosotros mismos
ante Dios. No te aconsejo que uses multiplicidad de palabras en la oración, muchas
palabras y largos discursos seguido son la ocasión para la vagancia. Mantente a ti mismo
en oración delante de Dios como un mudo o un mendigo paralítico ante la puerta de un
hombre rico. Que sea tu negocio mantener tu mente en la presencia del Señor. Si en
ocasiones vaga y se retira a sí misma de él, no te inquietes a ti mismo por eso; la
preocupación y la inquietud sirvan más para distraer la mente que para volverla a
recolectar; la voluntad debe traerla en tranquilidad. Si perseveras en esta manera, Dios
tendrá misericordia de ti.
—De The Practice of the Presence of God
por Brother Lawrence
91
24. Ansiedad
INVOCACION
¡Oh Dios! ¿Quién es capaz y está dispuesto en ayudarme, qué bases tengo para no poner
toda mi confianza en ti, para arrojarme a los brazos de tu providencia, y esperar los efectos
de tu bondad? Tú tienes cuidado de todos. Por tanto me entregaré por completo a ti, viviré
siempre en tu presencia, y me guiaré siempre por tu temor y amor. Es esta gracia que ahora
te pido, el Dios de mi corazón, y mi porción para siempre. Concédeme pesar bien y seguir
tu amonestación: “Por nada estéis afanosos, porque vuestro Padre celestial sabe que tenéis
necesidad de todas estas cosas.” Amén.
The Book of Common Prayer
SALMO 142
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Filipenses 4:6-7
Martes Mateo 6:25-34
Miércoles
Lucas 12:1-12
Jueves Mateo 13:1-23
Viernes
Lucas 11:38-42
SábadoLucas 21:34-36
Domingo
1 Pedro 5:6
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
¿Puedes identificar tu más grande temor? ¿Y podrías confesarlo a Dios? Si lo mantienes
escondido dentro de ti nunca podrás se limpio de él, mucho menos usarlo para su gloria.
Ofrécele tus temores y ansiedades esta semana.
HIMNO “Ven, Tú Largamente Esperado Jesús”
Ven, tú largamente esperado Jesús,
Nace para liberar a tu pueblo.
De nuestro temor y pecado libéranos;
Permítenemos encontrar descanso en ti.
Fortaleza y Consolación de Israel,
Epserando de toda la tierra eres tú;
Querido Deseo de toda nación,
¡Gozo de todo anhelante corazón!
92
Nace para librar a tu pueblo,
Nace un niño y sin embargo un Rey,
Nace para reinar en nosotros para siempre,
Ahora trae tu reino de gracia.
Por tu propio eterno Espíritu
Rige en todo nuestro corazón solo;
Por tu mérito todo suficiente,
Levántanos a tu glorioso trono.
Charles Wesley
BENDICION
Oh Dios, que eres la vida de todo lo que vive, la luz de los fieles, la fortaleza de todos
aquellos que trabajan, y el reposo de los muertos: te agradezco por tus bendiciones del día a
su tiempo, y humildemente te pido tu protección misericordiosa toda la noche. Tráeme, te
ruego, a salvo en las horas de la mañana; a través de aquel que murió por mí y resucitó de
nuevo, tu Hijo mi Salvador Jesucristo. Amén.
The Book of Common Prayer
SELECCIONES PARA MEDITACION
Hay un sentido de perfección en el corazón del hombre
Que tiene que abundar en todo lo que hace;
Que marca con reverencia casa pasa que da;
Que tiene su dominio cuando todo lo demás falla;
Que acaba todas las cosas malas;
Que calienta la profundidad de los temores congelados
Haciendo amigo al enemigo,
Haciendo amor del odio,
Y dura más allá de la vida y la muerte,
Más allá de las metas de paz, ¡de los fines de la guerra!
Esto busca el hombre a través de todos sus años:
Ser completo y de una pieza, adentro, afuera.
—De The Inward Journey por Howard Thurman
Intento lograr bastante hoy. En lugar de seguir pensando: ¿Se acordarán las siguientes
generaciones de gente limpiar el drenaje en el otoño? Les dejaré una nota.
—De Teaching a Stone to Talk por Annie Dillard
Para preservar la paz en tiempo de problemas nuestra voluntad tiene que permanecer
firme en Dios y estar siempre dirigida a él, esto es, tenemos que estar dispuestos a recibir
todas las cosas de la mano de Dios, de su justicia, y de su bondad, con sumisión humilde a
su bendita voluntad. Bien y mal, salud y enfermedad, prosperidad y adversidad,
consolación y sequedad, tentación y tranquilidad, dulzura interior, tribulaciones, y castigos,
todo debe ser recibido por el alma con humildad, paciencia y resignación, como viniendo a
93
nosotros por designio de Dios. Esta es la única manera de encontrar paz en medio de los
grandes problemas y adversidades.
—De Imitation of Christ por Thomas à Kempis
La próxima hora, el siguiente momento, está mucho más allá de nuestro entendimiento
como también en el cuidado de Dios, al igual que de aquí a cien años. La preocupación por
el siguiente minuto es tan necio como la preocupación por el mañana, o por un día en los
siguientes mil años—en ninguno podemos hacer nada, en ambos Dios está haciendo todo.
Aquellos reclamos del mañana que tienen que repetirse hoy son la tarea del hoy: el
momento que coincide con el trabajo que debe hacerse, es el momento al que debe
ponérsele atención; el siguiente no se ve por ninguna parte hasta que Dios lo haga.
—De An Anthology of George MacDonald.
Editado por C. S. Lewis
Atribulada alma, no estás obligada a sentir pero estás obligada a levantarte. Dios te ama
ya sea que sientas o no. Puedes amar cuando quieras, pero estás atada a pelear el odio en ti
hasta el final. No trates de sentirte bien cuando no eres buena, sino clama a Aquel que es
bueno. El no cambia porque tú cambiastes. No, él tiene una ternura especial de amor hacia
ti porque tú estas en la oscuridad y no tienes luz, y su corazón está alegre cuando tú te
levantas y dice, “Iré a mi Padre.” . . . Cruza los brazos de tu fe, y espera en la quietud hasta
que la luz se levante en tus tinieblas. Porque los brazos de tu fe lo digo, pero no de tu
acción: Recapacita de algo que tienes que hacer, y ve y hazlo, aunque sea el barrer un
cuarto, o preparar una comida, o visitar a un amigo. No le pongas atención a tu
sentimiento: Haz tu trabajo.
—De An Anthology of George MacDonald.
Editado por C. S. Lewis
Todo crecimiento en la vida espiritual está conectado con el discernimiento claro de
quién es Jesús para nosotros. Entre más me doy cuenta que Cristo tiene que ser todo para
mí y en mí, que todo en Cristo es en realidad para mí, más aprendo a vivir la vida real de la
fe, la cual, muriendo al yo, vive totalmente en Cristo. La vida cristiana ya no es más una
vana lucha para vivir correctamente, sino el descanso en Cristo y encontrar la fortaleza en
él como nuestra vida, para pelear la pelear y ganar la victoria de la fe.
—De With Christ in the School of Prayer
por Andrew Murray
Y recuerda, hay dos cosas que son totalmente menos incompatible que el aceite y el
agua, y estas dos son la confianza y el apuro. ¿Le llamarías confianza si le dieras algo en
las manos de un amigo para que lo cuidara, y luego gastaras tus noches y días en
pensamientos de ansiedad y apuro con respecto de si lo ha hecho correctamente y con
éxito? ¿Y puedes llamarle confianza, cuando tú le has entregado el que salve y guarde tu
alma en las manos del Señor, si día tras día, y noche tras noche te gastas las horas en
pensamientos de ansiedad y preguntando sobre el asunto? Cuando un creyente realmente
confía alguna cosa, cesa de apurarse sobre la cosa que ha confiado. Y cuando se apura, es
prueba clara que no ha confiado.
—De The Christian’s Secret of a Happy Life
por Hannah Whitall Smith
94
No tienes dificultad en confiar al Señor el manejo del universo, y toda la creación
externa, y ¿es tu caso más complejo o dificultoso que éstos, que necesitas estar ansioso o
atribulado sobre su manejo de ti? ¡Afuera con tales dudas indignas! Ponte de pie sobre el
poder y dignidad de confianza de tu Dios, y mira qué tan rápidamente todas las dificultades
se desvanecerán ante una determinación firme de creer. Confía en la oscuridad, confía en
la luz, confía en la noche y confía en la mañana, y encontrarás que la fe que pudiera
principiar con un enorme esfuerzo, terminará tarde o temprano por llegar a ser el hábito
fácil y natural del alma.
—De The Christian’s Secret of a Happy Life
por Hannah Whitall Smith
El hombre que ora levanta la pregunta de cuáles pudieran ser los límites de la esperanza.
La oración es su manera de declarar que las fronteras de la vida y los límites de la
esperanza no se puede dibujar con crayones del tiempo y del espacio. El hombre que ora
empuja la esperanza a áreas donde los hombres que nunca sueñan jamás se aventuran. Y
así no es dificultoso para él creer. El cree que su oración llega a Dios y que influencía la
realidad aunque nunca en una relación estricta de causa-efecto. La oración tiene éxito no
términos de lo que produce lógicamente o logra pragmáticamente sino en términos de lo
que fuerza a la realidad que experimente.
—De Dawn Without Darkness por Anthony Padovano
Una vez, siendo un joven lleno de fantasía exuberante, me propuso hacer un catálogo de
los “bienes” reconocidos de la vida. Como otros hombres en ocasiones tabulan listas de
propiedades de las que son dueños o les gustaría que fuesen suyas, hice mi inventario de
cosas terrenales deseables: salud, amor, belleza, talento, poder, riquezas, y fama—junto con
varios ingredientes menores de lo que yo consideraba la porción perfecta del hombre.
Cuando mi inventario estaba completo orgullosamente se lo mostré a un anciano sabio que
había sido el mentor y modelo espiritual de mi juventud. Quizás estaba tratando de
impresionarlo con mi sabiduría precoz y la universalidad de mis intereses. De todas
maneras, le entregué mi lista. “Esto,” le dije confiadamente, “es la suma de todos los
bienes mortales. Si un hombre pudiera poseerlos todos, sería como un dios.”
En la esquina de los ancianos ojos de mi amigo, ví arrugas de entretenimiento que se
reunían en una red de paciencia. “Una lista excelente,” dijo, considerándola muy
pensativamente. “Bien digerida en contenido y puesta en un orden no sin razón. Pero
parece, mi joven amigo, que has omitido el elemento más importante de todos. Te has
olvidado de un ingrediente que si falta cada una de las posesiones llega a ser un terrible
tormento, y tu lista como un total una carga intolerable.”
“¿Y qué,” le pregunte, entonando mi voz con fiereza, “es ese ingrediente que hace falta?”
Con un lápiz cruzó todo mi esquema. Luego, habiendo demolido la estructura de mi sueño
adolescente con un solo golpe, escribió tres sílabas: paz mental.
“Este es el don que Dios reserva para su protegidos especiales,” dijo. “El talento y la
belleza él la da a muchos. La riqueza es común, la fama no muy rara. Pero la paz mental—
ese es su galardón final de aprobación, la señal más querida de su amor. El la derrama con
caridad. La mayoría de los hombres jamás son bendecidos con ella; otros esperan todas sus
vidas—sí, muy avanzados en edad—para que este don descienda sobre ellos.”
95
—De Peace of Mind por Joshua L. Liebman
¡No estéis afanosos! Las posesiones terrenales empañan nuestros ojos y nos engañan en
pensar que ellas pueden proveer seguridad y libertad de la ansiedad. Sin embargo, todo el
tiempo ellas son la misma fuente de la ansiedad. Si nuestros corazónes son puestas en ellas,
nuestra recompensa es ansiedad cuya carga es intolerable. La ansiedad crea sus propios
tesoros y ellas a su vez engendran más preocupación. Cuando buscamos la seguridad en las
posesiones estamos tratando de sacar la preocupación con preocupación y el resultado
preciso es lo opuesto de nuestras anticipaciones. Las cadenas que nos atan a nuestras
posesiones demuestran ser preocupaciones ellas mismas.
—De The Cost of Discipleship por Dietrich Bonhoeffer
Si luego añadimos a la pequeñez del hombre lo inexpresablemente corto de su duración,
¿es sorpresa que un hombre de reflexión en ocasiones sienta una clase de temor, no sea que
el gran, eterno, infinito Gobernador del universo ignore a tan diminutiva creatura como el
hombre—una creatura en todo sentido inconsiderable, cuando se compara ya sea con la
inmensidad o la eternidad?
. . . Pero ¿cómo podemos prevenir esta reflexión incómoda, y efectivamente curareste
temor? . . . por considerar que el cuerpo no es el hombre; que el hombre no sólo es una casa
de barro, sino un espíritu inmortal; un espíritu hecho a la imagen de Dios; un espíritu que es
de valor mucho más infinitamente que toda la tierra; sí, que toda la creación material.
Considera que el espíritu del hombre no sólo es de un orden más alto, de una naturaleza
más excelente, que cualquier parte del mundo visible, sino también más durable; no es
propensa ya sea a la disolución o decadencia.
—De The Message of the Wesleys.
Compilado por Philip S. Watson
Hace algunos años me encontré un antiguo profesor en la Universidad de Notre Dame.
Mirando su larga vida de enseñanza, sino con un curioso giñado en su ojos: “Siempre me
he estado quejando que mi trabajo estaba siendo constantemente interrumpido, hasta que
lentamente descubrí que mis interrupciones eran mi trabajo.”
Esta es la gran conversión de nuestra vida: reconocer y creer que los muchos eventos
inesperados no son solo interrupciones molestas de nuestros proyectos, sino la manera en
que Dios moldea nuestros corazones y nos prepara para su regreso. Nuestras grandes
tentaciones son el aburrimiento y la amargura. Cuando nuestros planes son interrumpidos
por mal tiempo, nuestras bien organizadas carreras por enfermedad o mala suerte, nuestra
paz mental por torbellinos internos, nuestra esperanza de paz por una nueva guerra, nuestro
deseo de un gobierno estable por un constante cambio de los guardias, y nuestros deseos de
inmortalidad por la muerte real, somos tentados a darnos por vencido a un aburrimiento
paralizante o dar de golpes en amargura destructiva. Pero cuando creemos que la paciencia
puede hacer que nuestras expectativas crezcan, entonces el destino se puede convertir en
vocación, las heridas en un llamado para un entendimiento más profundo, y la tristeza en el
lugar de nacimiento para el gozo.
—De Out of Solitude por Henri J. Nouwen
96
25. Conocimiento
INVOCACION
Permíteme conocerte, oh Señor, que me conoces; permíteme conocerte como soy conocido.
Entra a mi alma y arréglala para ti mismo de tal manera que puedas tenerla y retenerla sin
mancha o arruga. Esta es mi esperanza. Amén.
San Agustín en Confessions
SALMO 104
ESCRITURA DIARIA
Lunes
Isaías 32:14-20
Martes 1 Juan 3:19-4:6
Miércoles
Filipenses 4:2-9
Jueves Romanos 8:26-27
Viernes
1 Juan 5:1-12
Sábado1 Corintios 2:6-16
Domingo
Hechos 9:1-9
SELECCIONES PARA MEDITACION
MEDITACION PERSONAL
ORACION
Todo esta clamando llegar a ser parte de ti. Tienes que escoger cuidadosamente las cosas y
pensamientos que permitirás que entren. Pídele a Dios que principie a limpiar tu
conocimiento. Entonces, determina en oración que tú guardarás el umbral de tu mente.
HIMNO
“La Oración es el Deseo Sincero del Alma”
La oración es el deseo sincero del alma,
Expresado o no expresado;
El movimiento de un fuego escondido
Que tiembla en el pecho.
La oración es la carga de un suspiro,
La caída de una lágrima,
El mirada hacia arriba de un ojo,
Cuando nadie sino Dios está cerca.
La oración es la forma más simple del habla
Que los labios infantes pueden tratar;
La oración son las cuerdas más sublimes que alcanzan
La majestad en lo alto.
97
............
La oración es el aliento vital del cristiano
El aire natural del cristiano,
Su dicho en las puertas de la muerte;
Entra al cielo con la oración.
James Montgomery
BENDICION
Padre, protégeme del ataque de las cosas, tanto buenas como malas, que apartarían mi
atención este día. Hazme recordar que todo lo que permito que entre en mi corazón llegará
a ser parte de mí mientras oro. Permíteme venir a ti en sencillez de corazón y pureza de
deseo. En el nombre de Cristo. Amén.
SELECCIONES PARA MEDITACION
. . . el conocimiento del hombre puede entrar a una relación viva, comunicadora de
conocimiento, transformadora de la vida, con Dios. Obviamente la consciencia de tal
relación no sería posible si la consciencia humana sólo pudiera estar al tanto de lo que los
ojos pueden ver y los oídos oír y las manos tocar y la lengua probar y las narices oler.
Porque ningún ojo humano ha visto a Dios, ni oído ha escuchado su voz, ni manos han
tocado la mano de Dios, ni lengua le ha probado, ni nacires han olido su fragancia. Adentro
como afuera de la Biblia, el lenguaje de la religión emplea terminología que sugiere tales
experiencias, pero es, como todos sabemos, un uso metafórico de las palabras. “Nadie ha
visto a Dios jamás.”
Dios es una inferencia legítima de los eventos. Esto es por qué últimamente, en especial,
los hombres declaran que el método de revelación está en los hechos, no en las palabras.
Dios actúa y los hombres interpretan esa acción como divina e infieren significados que son
divinos.
Pero Dios también pudiera ser un objeto inmediato de conocimiento. Eso es lo que los
grandes místicos y una multitude de pesonas más humildes han declarado. Ellos no han
estudiado meramente los eventos en la historia y concluído que Dios estaba en acción allí y
llegaron a una conclusión con respecto al significado de esa acción. Ellos han estado
vívidamente conscientes de Dios como lo estaban de cualquier humano con quien ellos
tenían compañerismo. En ese conocimiento ellos han retado antiguas ideas y nuevas ideas
nacieron. Ellos han sido purgados de antiguas emociones y sintieron el surgimiento de
nuevas y creativas. Ellos han llegado a estar ciertos de transformaciones internas principiadas y llevadas a cabo, como han sido de tiempo en tiempo renovados en sus contactos
conscientes con Dios. Ellos han llegado a estar al tanto de una unidad siempre profundizante con Dios que, entre los más grandes de ellos, los hicieron afirmar humilde pero con
gozo, como lo hizo Teresa de Avila, “No hay nada en mí que no sea Dios; mi ‘yo’ es Dios.”
—De An Autobiography of Prayer por Albert E. Day
La oración es el microcosmo del alma. Es el alma total en un momento; la quintaesencia
de todos nuestros actos; el clímax de todos nuestros pensamientos. Se levanta tan alta
como nuestros pensamientos. Ahora, si la Torah no es nada sino la literatura nacional de la
98
gente judía; si el misterio de la revelación se descarta como supertición, entonces la oración
difícilmente es más que un soliloquio. Si Dios no tiene poder para hablarnos, ¿de qué
manera poseeríamos nosotros el poder de hablar con él? Así, la oración es parte de un
asunto más grande. Depende de la situación espiritual total del hombre y sobre una mente
en la cual Dios está en casa. Claro, si nuestras vidas son tan estériles como traer al espíritu
a la adoración; si todos nuestros pensamientos y ansiedades no contienen suficiente
substancia espiritual que se destile en oración, una transformación interna es un asunto de
emergencia. Y esa emergencia enfrentamos hoy. “El asunto de la oración no es la oración;
el asunto de la oración es Dios.” Uno no puede orar a menos que tenga fe en su propia
habilidad de acosar al infinito, misericordioso, eterno Dios.
—De Man’s Quest for God por Abraham Joshua Heschel
Es una simple historia, dicha simplemente. Un día, un hombre entró a una tienda de
antigüedades y pidió permiso para mirar. Era una tienda algo exclusiva frecuentada
sólamente por aquellos que podían comprar los artículos hechos raros por su escacez y
edad. El visitante parecía estar fuera de lugar porque estaba vestido pobremente aunque
limpio; en realidad era claro por su apariencia que era un trabajador cuyo rostro había sido
cuarteado por el sol y la lluvia y cuyas manos era toscas y usadas. Después de más de una
media hora, se fue. Más o menos después de diez días regresó. Esta ocasión encontró una
pieza hermosa de cristal y preguntó si podía hacer un depósito sobre ella. Cada semana
hacía un pago, hasta que al final de cuentas el artículo fue de él. Con mucha curiosidad, el
dueño de la tienda entró en plática con él para determinar, si podía, el uso que le daría tal
hombre a su nueva compra. “La compré para mi pequeño cuarto. No es mucho, pero traiga
a él, de vez en cuando, a través de los años, sólo lo mejor y las cosas más hermosas. Usted
ve, ese es el lugar donde yo vivo.” Traer al lugar donde tú vives sólo lo mejor y lo más
hermoso—¡qué plan para la vida de uno! Esto está muy al alcance de todos. Piensa de usar
la memoria de uno en esa manera. A la medida que uno vive de día en día, hay toda clase
de experiencias, buenas, malas, hermosas, feas, que llegan a ser parte del pasado de uno.
Desarrollar la habilidad para colar la memoria de uno de tal manera que sólo lo excelente se
retenga ¡para el cuarto de uno mismo! Toda clase de ideas que pasan a través de la mente
de uno, sobre uno mismo, sobre el mundo, sobre la gente. ¿Cuál guardas para tu propio
cuarto? Piensa sobre ellas ahora mismo; ¿qué ideas guardas para el lugar donde tú vives?
Estaría bien en el alcance de uno decir que las palabras tan citadas de Jesús, sobre atesorar
para ti mismo tesoros en el cielo, tratan con esta misma idea básica. El lugar donde tú vives
es donde está tu tesoro. Donde tu tesoro está allí es donde está tu corazón. Donde está tu
corazón, es donde está tu Dios.
—De Deep Is the Hunger por Howard Thurman
Es bueno experimentar el ministerio quieto del espíritu viviente del Dios viviente. Una y
otra vez hay pequeñas sanidades de roturas silenciosas que nos sostienen en nuestros
contactos con el mundo y unos con otros. Somos sorprendidos por la palabra pequeña, el
silencio inesperado, la sonrisa fuera de tono; sin saber exactamente por qué, el balance se
recobra y el ritmo de la herida se detiene en su lugar. Hay el sentido de separación que se
apodera de las relaciones humanas más felices y la experiencia de la recuperación que hace
que el corazón cante su antigua canción con una nueva mecha. Hay días cuando todo
parece dificultoso, cuando las tareas ordinarias llegan a ser empresas mayores, cuando uno
99
es sensitivo y cada momento es amenazado por una explosión que no viene en realidad a
suceder; entonces sin causa aparente, todo el cuadro cambia y el espíritu puede respirar de
nuevo con facilidad, el resorte en el paso regresa de nuevo. Es bueno experimentar el
ministerio quieto del espíritu viviente del Dios viviente.
En ocasiones somos arrojados al desastre con una rapidez que paraliza la mente y deja la
apertura al temor sin protección del valor o de la fortaleza. Si había habido alguna
advertencia, alguna intimación de lo que estaba por venir, la sabiduría de los años pudiera
haberse interpuesto a la vida con una protección medida. Pero no, este no fue el caso.
Seguido, aún antes de que la plena consciencia de lo que ha sucedido se pueda sentir, el
realineamiento de los poderes de uno principian a trabajar y la recuperación están en el
camino. Hay problemas que nos encuentran de frente en nuestra jornada. El asunto de
nuestro espíritu y la cosa que nos confrontan se juntan—estamos engolfados en el gran
silencio de la la lucha fatal. Tal parece que de ninguna parte, de ningún lugar, se puede
encontrar una respuesta. En vano buscamos una pista, una clave, aún una pequeña cosa que
nos dé un pequeño respiro, un segundo viento. Una y otra vez es apto que suceda: el
milagro de la liberación; una palabra a la deriva de una conversación casual; un sentimiento
o una línea en una carta; el refrán de una antigua canción; una imagen del pasado; una
párrafo de una página impresa; el movimiento de una oración en el corazón—el milagro del
descanso y somos liberados. El peligro pasó, el conflicto se acabó. Es bueno, tan bueno,
experimentar el ministerio quieto del espíritu viviente del Dios viviente.
—De The Inward Jouney por Howard Thurman
Cuando un lago es grandemente agitado por las brisas y el viento, uno puede tirar una
piedra o aun muchas piedras y no hay ningún efecto notable. Cuando un lago está
perfectamente en paz uno puede arrojar una piedra en él, las gentiles olas se riegan en todas
direcciones hasta que alcanzan las playas más lejanas. Cuando estamos en medio de la vida
cotidiana ocupada, muchos pensamientos van y vienen en nuestras mentes y nuestros
corazones, que no percibimos los efectos que están teniendo sobre nosotros. Pero cuando
llegamos a lograr una quietud interna más profunda, entonces somos más discernidores. El
camino está abierto para seguir aún las direcciones más gentiles del Espíritu y evitar aún las
más sutiles desviaciones que se nos sugieren ya sea por el yo o por el malo.
—De Centering Prayer por M. Basil Pennington
¿Cómo, entonces, podemos agarrarnos de esa Vida y Poder, y vivir la vida de oración sin
cesar? Por la quieta y persistente práctica de volver todo nuestro ser, día y noche, en
oración y adoración interna y entrega, hacia Aquél que nos llama desde las profundidades
de nuestras almas. Los hábitos mentales de la orientación interna tienen que establecerse.
Un volverse interno y secreto a Dios se puede hacer continua y justamente, después de
semanas y meses y años de práctica y olvidos y fracasos y regresos. Es tan simple como un
arte como el descubrió el Hermano Lawrence, pero pudiera tardarse antes de que logremos
alguna estabilidad en el proceso. Principia ahora, mientras lees estas palabras, mientras te
sientas en tu silla, ofrécele todo tu ser, en abandono total y gozo, en quietud, en rendimiento
alegre a Aquél que está adentro.
—De A Testament of Devotion por Thomas R. Kelly
100
“En el principio,” John Eudes dijo, “tus pensamientos vagarán, pero después de algún
tiempo descubrirás que llega a ser más fácil estarte quieto en la presencia del Señor. Si tu
cabeza parece estar llena de preocupaciones y apuros, pudieras dar inicio con algunos
salmos o algunas lecturas de la Escritura que puedan ayudarte a concentrarte y luego estarás
mejor preparado para la meditación en silencio. Cuando eres fiel en esto, lentamente te
experimentarás a ti mismo de una manera más profunda. Porque en esta hora inútil en la
que no haces nada ‘importante’ o ‘urgente,’ has llegado a enfrentarte con tu impotencia
básica, tienes que sentir tu inhabilidad fundamental de resolver tus problemas o los de otras
personas o cambiar al mundo. Cuando no evitas esa experiencia sino que la vives por
completo, encontrarás que tus muchos proyectos, planes y obligaciones llegan a ser menos
urgentes, cruciales e importantes y pierden su poder sobre ti. Te dejarán libre durante tu
tiempo con Dios y tomarán su lugar apropiado en tu vida.”
—De The Genesee Diary por Henri J. Nouwen
Gracias a la sicología moderna sabemos mucho más que lo que alguna vez supimos de la
consciencia. Sabemos, por tanto, que es necesario emancipar la consciencia de las tirnarías
terrenales y humanas que la mantienen inconsciente de Dios.
Podemos ahora desarrollar nuestras disciplinas inteligentemente, con una relevancia al
predicamente de nuestras consciencias. Ya no necesitamos más dar de golpes a ciegas con
la esperanza de hacer algo ahora y después que apure nuestra liberación del “mundo, la
carne, y el diablo.”
Conocemos nuestras consciencias, y sabiendo que podemos actuar sabiamente con
referencia a ella. Sabemos qué nos detiene de conocer a Dios. Sabemos qué podemos
hacer para terminar ese desconocimiento y aclarar el camino a la visión beatífica.
—De Discipline and Discovery por Albert E. Dary
101
*Traducido por Fredi Arreola, de Frank G. Carver, "A Devotional Quest" en Preacher's
Magazine (September, October, November, 1988), pp. 8-9, 15.
UNA REGLA DE DEVOCION
INTRODUCCION: Encuentre un tiempo y lugar de retiro regular
"La única causa de la infelicidad del hombre es que no sabe cómo estarse quieto en su
cuarto" (Blas Pascal, Pensees. Penguin Books, 1966. VIII, 136, p. 67)
"La oración es la práctica de permitir que el corazón de una persona se transforme"
(Farrell).
I.
DEL MUNDO A LA PALABRA
Job, Reuben P. and Norman Showchuck, A Guide to Prayer for Ministers and Other
Servants. The Upper Room, 1978.
Kelly, Thomas, A Testament of Devotion. Harper and Row, 1941.
Lorenzo, El Hermano, Practicando la Presencia de Dios, Traductor Angel Sánchez Escobar.
The Upper Room, 1982.
Leech, Kenneth, True Prayer, An Invitation to Christian Spirituality. Harper and Row,
1980.
Merton, Thomas, New Seeds of Contemplation. New Directions, 1962.
3. APLIQUE LA MENTE AL TESTIMONIO DE LA ESCRITURA Y A OTROS
TESTIMONIOS DE DIOS.
Un salmo para la semana leído a diario (o un salmo diario).
De las cinco sugerencias de Lutero para la hora quieta,la segunda era una "digestión
completa de un pasaje escritural u otro pasaje de testimonio" porque "la Palabra de Dios
habla en, con, y debajo de las palabras de la Biblia" (J. W. Doberstein, The Minister's
Prayer Book, pp. 16. 19).
II.
DE LA MENTE AL CORAZON
1. RELAJESE ANTE LA NOCION DE LA PRESENCIA DE DIOS, ALGUIEN QUE ES
"más íntimo a nosotros que nosotros a nosotros mismos. . . y de nosotros Tú nunca te vas,
sin embargo, nosotros con que dificultad retornamos a Ti" (San Agustín, Las Confesiones).
102
2. RINDASE A DIOS Y A SU VOLUNTAD PARA USTED ESTE DIA.
"Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu
corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy,
estarán sobre tu corazón" (Deuteronomio 6:4-6).
_____________, Contemplative Prayer. Image Books, Doubleday, 1969.
Muto, Susan Annette, A Practical Guide to Spiritual Reading. Dimension Books, 1976.
Nouwen, Henri N. J., The Way of the Heart: Desert Spirituality and Contemporary
Ministry. The Seabury Press, 1981.
__________________, Making All Things New: An Invitation to Spiritual Life. Harper
and Row, 1981.
The Way of a Pilgrim and the Pilgrim Continues His Way, Trans. Helen Bacovcin. Image
Books, Doubleday, 1978.
1. MEDITE SOBRE LA VERDAD DE DIOS COMO LA HA ILUMINADO A SU
MENTE EL ESPIRITU SANTO.
"En la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche" (Salmos 1:2).
"¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. . . Más que todos mis
enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditación" (Salmos 119:97, 99;
cf. Salmos 19:14).
2. REFLEXIONE EN SILENCIO O POR ESCRITO SOBRE SU VIDA, SUS
ACTITUDES Y SENTI-MIENTOS.
Christensen, Bernhard, The Inward Pilgrimage: Spiritual Classics from Agustine to
Bonhoeffer. Augusburg, 1976.
The Classics of Western Spirituality. Paulist Press. Un conjunto de gran calidad con
muchos libros ya en im-prenta.
Doberstein, John W., ed. The Minister's Prayer Book: An Order of Prayers and Readings.
Colins, 1964.
Foster, Richard J., Alabanza a la Disciplina. Editorial Betania, 1986.
Holmes III, Urban T., Spirituality for Ministry. Harper and Row, 1982.
Contemplación es "sobre todo, la adoración y amor de Dios por sí mismo, porque él es
Dios" (Thomas Merton, Contemplative Prayer, p. 115).
103
La oración del corazón: "Orar es descender con la mente al corazón, y allí estar frente al
rostro del Señor, siempre-presente, que-todo-lo-ve, dentro de ti" (The Russian mistic
Theophan the Recluse, en Henri J. M. Nouwen, The Way of the Heart, p. 76).
III.
DEL VIAJE INTERNO AL EXTERNO.
1. RECIBA EL ESPIRITU DE CRISTO
"¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu vidéis pues, sino pensad en El a
menudo, adoradle continuamente, vivid y morid con El. Esta es la gloriosa ocupación de
un cristiano. En pocas palabras, ésta es nuestra ocupación; si no la sabemos debemos
aprenderla. Procuraré ayudaros con mis oraciones" (de una carta, París, Octubre 29, 1689.
Hermano Lorenzo de la Resurrección, La Práctica de la Presencia de Dios, 61).
"Ten misericordia de mí, oh Jehová; porque a ti clamo todo el día" (Salmos 86:3).
"Ama orar. Siente la necesidad de la oración seguido durante el día, y toma tiempo para
orar. La oración aumenta el corazón hasta que es capaz de contener pierde el tiempo y que
no hay forma más apropiada de ayudar a los que amamos" (Carlo Carreto, Cartas del
Desierto, 18).
"Padre nuestro, tomamos a nuestros amados, y aquellos que nos necesitan profundamente,
en nuestros corazones, y allí te los entregamos por completo a ti. Que tu paz, la paz que
sobrepasa todo entendimiento, descanse sobre ellos, trayéndoles tu perfecto cumplimiento
en todas sus necesidades. Amén" (Glenn Clark, I Will Lift Up Mine Eyes, Job and
Showchuck, p. 274).
Atrae mi alma, oh Cristo,
más cerca al tuyo;
Respira en cada deseo
Tu divina voluntad.
No sólo para mí
sea esta mi oración;
Levanta tu mundo, oh Cristo,
Más cerca de ti.
(Lucy Laracom, Job and Showchuck, 1983, p. 291).
3. DE ALABANZA A DIOS
"Bueno es alabarte, oh Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;
Anunciar por la mañana tu misericordia el don de Dios en sí mismo. Pide y busca, y tu
corazón crecerá lo suficiente para recibirle y guardarle como tuyo" (Madre Teresa, A Gift
from God, Job and Showchuck, p. 238).
104
BIBLIOGRAFIA
Baille, John, A Diary of Private Prayer, Charles Scribner's Sons, 1948.
Carreto, Carlo, Cartas del Desierto, Ediciones Paulinas, 1974.
Chamber, Oswald, My Utmost for His Highest. Dodd, Mead and Company, 1965.
"Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; prúebame y conoce mis pensamientos; y ve si
hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno" (Salmos 139:23-24).
"Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. El pan nuestro de cada día, dánoslo
hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que
nos deben. Y no nos metas en tentación" (Lucas 11:2-4).
3. CONTEMPLE A DIOS.
La oración de Jesús: "Señor Jesucristo, ten misericordia de mí" (The Way of a Pilgrim, p.
18).
y tu fidelidad cada noche"
(Salmos 92:1-2).
CONCLUSION: vaya a las actividades del día con la confianza que la presencia y ayuda
de Dios es constante
"Os suplico que tengáis presente lo que os he recomendado, lo cual es pensar con
frecuencia en Dios, de día, de noche, en nuestros quehaceres, e incluso en las distracciones.
El siempre está cerca de vuestra merced y con vuestra merced; no lo dejéis solo.
Admitiríais que es descortés dejar solo a un amigo que ha venido a visitarnos, ¿por qué,
entonces, debe ser Dios menospreciado? No lo olSanto a los que se lo pidan?" (Lucas 11:13).
"Sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo" (Juan 20:22).
"Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él" (Rom. 8:9).
2. INTERCEDA POR LA IGLESIA, POR OTROS, Y POR SI MISMO, TRAYENDO
TODO A LA PRESENCIA DE DIOS.
"A la distancia de los años puedo decir que he mantenido mi compromiso. Es más, cada
vez se ha hecho más clara la certeza de que orando no se
105
Descargar