MANUAL DE LITURGIA OBJETIVO: Formar a hombres y mujeres de buena voluntad sobre los principios básicos de la Liturgia, es decir, del conjunto de signos y símbolos con los que la Iglesia rinde culto a Dios y se santifica. A fin de que surja en ellos el deseo y anhelo de celebrar con mayor devoción el misterio de la Redención de Nuestro Señor Jesucristo. LECCIONES: I. ¿Qué es la liturgia? II. Colores Litúrgicos III. Año Litúrgico IV. Objetos Litúrgicos V. Templos litúrgicos VI. Partes y anexos a un templo VII. Vestiduras sagradas VIII. Libros Litúrgicos IX. Posturas Litúrgicas X. La Grandeza de la Eucaristía XI. Partes de la Santa Misa INTRODUCCIÓN Una de las verdades que todo creyente debe tener presente es que Jesús en su ministerio cumple con ser Sacerdote, Profeta y Rey, basta recordar con los regalos que recibe de los Magos del Oriente (oro, incienso y mirra), que hacen referencia precisamente a esas tres funciones. La vida de la Iglesia católica, gracias al poder que le confirió Nuestro Señor Jesucristo, realiza su misión y funciones en tres vertientes o líneas de acción: • Profética (profeta) • Litúrgica (sacerdotal) • Social (regia=reyes, servicio) La iglesia está conformada por todos los bautizados, por tanto, todos los creyentes recibimos esa triple misión: somos sacerdotes, profetas y reyes. • Estamos llamados a conocer la fe (profetas) • Celebrar la Fe (sacerdocio común) • Vivir la fe a través del servicio a los demás (reyes) es decir, la práctica de la caridad. En este manual, se hará énfasis en la celebración de la fe, es decir, en todo lo que tiene que ver con el culto, con el firme propósito de que como católicos tengamos presente que la Liturgia es el manantial y cumbre, de donde mana (surge) todo el poder de la iglesia. LECCIÓN I La palabra Liturgia se deriva del griego: Leitón: público Ergón: obra, ministerio Liturgia significa: ministerio público Se trata del culto divino que la Iglesia ofrece oficialmente a Dios como ministerio o servicio público. La liturgia es el culto espiritual o servicio sagrado a Dios de cada uno de nosotros, que formamos su pueblo, para adorarle, agradecerle, implorarle perdón y pedirle gracias y favores. Es el modo como la Iglesia en su cabeza y en su cuerpo místico o miembros puede ponerse en contacto y comunicación con Dios, a través de gestos, palabras, ritos, acciones y así poder participar de la maravillosa gracia de Dios, santificarnos y entrar en esa vida íntima de Dios. Otra definición más formal sería ésta: liturgia es el conjunto de signos y símbolos con los que la Iglesia rinde culto a Dios y se santifica. Todas las acciones litúrgicas: oración, sacramentos están dirigidas, por tanto, a dar culto a Dios Padre, por medio de Jesucristo, en el Espíritu Santo, y a la santificación de cada uno de los fieles que forman esta Iglesia de Cristo. En palabras del papa Pío XII en su encíclica “Mediator Dei”: “La liturgia no es solamente la parte exterior y sensible del culto, ni mucho menos el aparato de ceremonias o conjunto de leyes y reglas..., es el ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo”. En la Constitución Sacrosanctum Concilium, número 7, encontramos esta definición concisa: “Es el ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo, por medio de signos sensibles, que realizan de una manera propia la santificación del hombre”. La liturgia es, pues, el servicio que el hombre da a Dios, porque Él se lo merece. Definiciones de Liturgia Acciones sagradas que dirigimos a Dios en nombre de la comunidad y con ellas Dios nos santifica. Conjunto de signos sensibles y eficaces del culto de la Iglesia y para santificación de los fieles Ejercicio del sacerdocio de Cristo en su Iglesia, mediante signos sensibles con los que el hombre da gloria a Dios y se santifica con la comunidad. Fines de la Liturgia La gloria de Dios, principio y fin de todo y fuente de todo bien La santificación del hombre en orden a la vida eterna Actos litúrgicos • La Santa Misa • Los Sacramentos, y Sacramentales • Oficio Divino (Liturgia de las horas) • Celebraciones oficiales de Semana Santa • Las 40 horas de adoración • Procesiones: Corpus Cristi, Domingo de Ramos, Candelaria Las demás acciones que se realizan en una iglesia o fuera de ella, con o sin sacerdote que las dirija o presencie, se llaman ejercicios piadosos o devociones de la piedad popular. Por ejemplo: • El Santo Rosario • Novenas • Letanías • Vía Crucis • Procesiones por las calles • Imposición de escapularios, medallas etc En conclusión, podemos decir que la liturgia es el ejercicio del sacerdocio de Cristo en su Iglesia, mediante signos sensibles con los que el hombre da gloria a Dios y lo santifica con la comunidad EJERCICIO: significa vida, proceso, cambio, movimiento, adaptación al aquí y ahora de la Iglesia en el caminar de la historia SACERDOCIO DE JESUCRISTO: El se ofrece para salvarnos, enseñarnos, guiarnos. Toda celebración es presidida por Jesucristo Sacerdote en la persona del ministro ordenado. IGLESIA: Comunidad de creyentes, nuevo pueblo de Dios, que marcha hacia el Reino. Iglesia militante – purgante – triunfante SIGNOS SENSIBLES: todo sacramento tiene materia y forma, o sea , palabras, gestos, objetos; la Sagrada escritura, el canto, los ornamentos, los colores, el agua, flores, posturas, imposición de manos etc. DAR GLORIA A DIOS Y SANTIFICARNOS: Con nuestra vida celebramos la gloria de Dios que nos santifica. Nuestra fe celebrada nos lleva al fin último, el cielo. LECCION II LOS COLORES LITURGICOS BLANCO: Significa pureza, fe, virginidad, santidad, Resurrección. Es el color más adecuado para celebrar: - La Navidad y la Epifanía - La Pascua en toda su cincuentena - Las fiestas de Cristo y de la Virgen a no ser que por su cercanía al misterio de la cruz se indique el uso del rojo. - Las fiestas de ángeles y Santos que nos sean Mártires. ROJO: El Rojo significa pasión, caridad, amargura, amor divino, Eucaristía, Espíritu Santo, martirio, Apóstoles. Es el color elegido: - En la Celebración del Domingo de Ramos y el Jueves Santo. - En Pentecostés. - Exaltación de la Santa Cruz. - Fiesta de los Apóstoles, Evangelistas y Mártires. VERDE: Significa esperanza, iniciación (por eso San Juan lleva el color verde en el manto), triunfo de la vida sobre la muerte y también Fe (aunque menos que el blanco). Es el color del Tiempo Ordinario. Esas 34 semanas en las que no se celebra un Misterio concreto de Cristo, sino el conjunto de la Historia de la Salvación y sobre todo el Misterio Semanal del Domingo como el día del Señor. MORADO: Significa devoción, también dolor, severidad, penitencia. Similar al negro. Es el color con que se distingue la Celebración del Adviento y la Cuaresma. Es el color habitualmente utilizado en las secciones y pasos de misterio de los nazarenos y cautivos, también puede usarse litúrgicamente en Semana Santa, especialmente la Madrugada y el Viernes Santo. ROSA: No tiene un significado litúrgico definido, significa la ausencia de todo mal, dominio de sí mismo. Para los domingos que marcan el ecuador del Adviento y de la Cuaresma: El Domingo "Gaudéte" (tercero de adviento) y "Laetare" (cuarto de Cuaresma). AZUL: El Azul es el color del amor, la fidelidad y el afecto. Asociado de siempre a la Virgen María y por lo tanto suele ser el color elegido para muchos de los palios, aunque en su vertiente oscura tiene similares significados al negro. El Celeste es el color privilegiado para celebrar la Solemnidad de la Inmaculada. NEGRO: Color que simboliza tristeza, separación, penitencia, vigilia y soledad. Su significado es similar al Morado. Es el color litúrgico del Viernes Santo. Una derivación del color negro es el denominado color tiniebla, el cual se suele usar en las cofradías "serias" para las secciones del Cristo, aunque como vemos se puede usar también litúrgicamente por las Hermandades de la Madrugada y Viernes Santo. MARRÓN: Este color y, en general, los colores tierra, quieren indicar humildad, fragilidad, anonimato, renuncia al mundo. AMARILLO: Al igual que el Dorado, quiere significar pureza, ya que pertenece a la familia del color blanco. Simboliza también el color de la luz, luz de Dios, sobretodo en Oriente. Por su color similar al trigo también se le asimila con la institución de la Eucaristía. Se usa el Dorado también para la celebración de fiestas muy solemnes. LOS COLORES EN LA LITURGIA ROJO BLANCO Según San Jerónimo, era el color que usaban los judíos para realizar los Sacrificios. Este color simboliza luz, la inocencia y la alegría Tiempo Pascual y Tiempo Navideño Sacramento: Bautizo, Matrimonio, Eucaristía, Orden Sacerdotal Celebraciones del Señor, que no sean de su Pasión Celebraciones de la Virgen María De los Ángeles, De los Santos no Mártires Solemnidad de todos los Santos (1 de noviembre) San Juan Bautista (24 de junio) San Juan Evangelista (27 de diciembre) Cátedra de san Pedro (22 de febrero) La Conversión de San Pablo (25 de enero) VERDE Simboliza la esperanza. Para los pueblos antiguos, el verde era la primavera, la vegetación, el renacimiento, la esperanza de una cosecha abundante . La Palabra verde proviene de la palabra latina “virde” que significa “fresco”, “lozano” o “floreciente. Este color se usa en la liturgia en el Tiempo Ordinario I y II Que son los días en que no se celebra ninguna fiesta especial Es el color más parecido a la sangre y al fuego, además es el que mejor simboliza el incendio de la caridad o el heroísmo del sacrificio y amor. Domingo de Ramos Viernes Santo Pentecostés Sacramento de la Confirmacion Celebraciones de la Pasión del Señor Fiestas de los Santos Mártires MORADO Signo de austeridad y penitencia Adviento Cuaresma Semana Santa Celebraciones Penitenciales Sacramentos: Confesión y Unción de Enfermos Misas de exequias LECCIÓN III EL AÑO LITÚRGICO El calendario civil se maneja por años, meses, semanas, días. Tiene cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno. Poner ejemplos de cada estación. Inicia siempre el día 1° de Enero y termina el 31 de diciembre. En ese calendario hay fechas históricas cuyos personajes ya murieron y que se recuerdan. La vida de la Iglesia se guía por un calendario litúrgico. Se compone de 52 domingos También se maneja por los domingos del año y tiene dos tiempos muy importantes: Adviento y Cuaresma, que nos preparan para celebrar las fiestas de Navidad y de Pascua. • Nuestro calendario litúrgico inicia con el primer domingo de adviento y termina con la fiesta de Cristo Rey • La diferencia entre el calendario litúrgico y el calendario civil: La Iglesia recuerda acontecimientos del pasado, pero celebra y festeja a una persona que está viva y está presente en la vida de la Iglesia y en cada uno de nosotros. El Año Litúrgico tiene dos funciones o finalidades: Una finalidad catequética: quiere enseñarnos los varios misterios de Cristo: Navidad, Epifanía, Muerte, Resurrección, Ascensión, etc. El año litúrgico celebra el misterio de la salvación en las sucesivas etapas del misterio del amor de Dios, cumplido en Cristo. Una finalidad salvífica: es decir, en cada momento del año litúrgico se nos otorga la gracia específica de ese misterio que vivimos. En lenguaje más simple: el Año Litúrgico honra religiosamente los aniversarios de los hechos históricos de nuestra salvación, ofrecidos por Dios, para actualizarlos y convertirlos, bajo la acción del Espíritu Santo, en fuente de gracia divina, aliento y fuerza para nosotros. TIEMPOS O MOMENTOS LITURGICOS ADVIENTO. Es un tiempo de oración y preparación para la venida del Señor. Es tiempo de alegría y esperanza. Es esperar al que ya vino. Empieza cuatro domingos antes de Navidad y termina después de las oraciones del medio día del 24 de diciembre. Durante el Adviento, Navidad y Epifanía se revive la espera gozosa del Mesías en la Encarnación. Hay una preparación para la venida del Señor al final de los tiempos: “Vino, viene y volverá”. NAVIDAD. Empieza con las oraciones en Noche Buena y termina en la fiesta del Bautizo de Nuestro Señor. En Navidad nosotros celebramos la maravilla de la Encarnación. TIEMPO ORDINARIO. Se contempla la misión redentora de Cristo en su plenitud y la misión de la iglesia. Ocurre dos veces en el año litúrgico: después de la época de Navidad hasta el miércoles de ceniza y desde el día después de Pentecostés hasta las oraciones de la vigilia del primer domingo de Adviento. Es considerado como un tiempo menor, como si los periodos privilegiados del Adviento, Cuaresma y Pascua fuesen los únicos a tener derecho de ciudadanía en el año litúrgico. Y, sin embargo, es un tiempo importante; tan importante que, sin él, la celebración del misterio de Cristo y la progresiva asimilación de los cristianos a este misterio se verían reducidos a puros episodios aislados. CUARESMA. Comienza con el Miércoles de Ceniza y se prolonga durante los cuarenta días anteriores al Triduo Pascual. Es tiempo de preparación para la Pascua o Paso del Señor. Es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Es tiempo para la conversión del corazón. La Cuaresma se fija a partir del ciclo lunar, es decir, no se ciñe estrictamente al año calendario. La fiesta más importante de los católicos, la Semana Santa, coincide con la fiesta de la “pascua judía”, misma que también depende de la luna llena. PASCUA Se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús, sacándonos de las tinieblas del pecado a la claridad de la luz. Y nosotros mismos morimos junto con Él, para resucitar a una nueva vida, llena de entusiasmo y gozo, de fe y confianza, comprometida en el apostolado. Termina con Pentecostés, donde se conmemora la venida del Espíritu Santo, para santificar, guiar y fortalecer a su Iglesia y de nosotros. LECCIÓN IV OBJETOS LITÚRGICOS ACETRE Etim. Del árabe as-satl, el vaso con asa, y este del latín situla. Caldero de agua bendita que se usa para las aspersiones litúrgicas. El agua se recoge del acetre y se dispersa con el hisopo. BOLSA DE CORPORAL Donde se guarda el corporal una vez terminada la Santa Misa CALIZ Etim.: latín calix, taza, copa, vasija donde se bebe. Recipiente en forma de copa con ancha apertura. En la Liturgia cristiana, el cáliz es el vaso sagrado por excelencia, indispensable para el sacrificio de la Santa Misa ya que debe contener el vino que se convierte en la Sangre Preciosísima de Cristo. El cáliz nos recuerda ciertos pasajes bíblicos en los cuales Jesús asocia a si mismo y de una nueva manera, el uso de una copa: los discípulos ¨tomarán de la copa que Jesús tomarᨠ(Mc 10: 38). En al Última Cena, la copa contenía vino que ¨es Su Sangre¨, y en Getsemaní Jesús ora para que si es posible, se aparte de él ¨la copa¨. Su forma, materia y estilo han variado mucho en el curso de la historia. Los cálices solían ser de oro y tenían a veces un valor extraordinario. Debe, preferiblemente, para el cáliz metales preciosos. No puede ser hecho de ningún material que absorba líquidos. El pie o soporte puede ser de otra materia. El Cáliz debe consagrarse exclusiva y definitivamente para el uso sagrado en la Santa Misa. COPÓN Vaso con tapa en que se conservan las Sagradas Hostias, para poder llevarlas a los enfermos y emplearla en las ceremonias de culto. En la actualidad los copones suelen ser de menos estatura que los cálices para distinguirlos de estos. CORPORAL Etim.: latín corporalis, del cuerpo Pieza cuadrada de tela sobre la que descansa la Eucaristía. Sobre ella se pone la patena y el cáliz durante la Misa. Antiguamente la Sagrada Hostia descansaba directamente sobre el corporal desde el ofertorio hasta la fracción. También se pone debajo de la custodia durante la Exposición del Santísimo. Debe de ser de lino o cánamo y no de otro tejido. No debe llevar bordado más que una pequeña cruz. Para guardarlo debe doblarse en nueve cuadrados iguales. CRISMERA Vaso o ampolla donde se guarda el crisma, que es el sacramentos aceite que se utiliza para los CUSTODIA (ostensorio) Recipiente sagrado donde se pone la Eucaristía de manera que se pueda ver para la adoración. También se le llama ostensorium, del latín ostendere, mostrar. Hay gran variedad de tamaños y el estilos. Generalmente alrededor de la Eucaristía se representan rayos que simbolizan las gracias conferidas a los que adoran. HIJUELA Paño blanco que se coloca sobre la patena (paño circular), o sobre el cáliz (paño cuadrado). HISOPO Utensilio con que se esparce el agua bendita, consistente en un mango que lleva en su extremo un manojo de cerdas o una bola metálica hueca y agujereada para sostener el agua. Se usa con el acetre. INCIENSO Resinas aromáticas, en forma granulada o en polvo, que se queman en el incensario durante algunas liturgias. Su humo tiene fragancia. Cuando se bendicen son un sacramental. Quema incienso significa celo y fervor; su fragancia: virtud; el humo que se eleva: las oraciones que ascienden al cielo. Se usa en la Misa para el libro de los Evangelios, el altar, el pueblo de Dios, los ministros y el pan y el vino. Se usa también en la bendición con el Santísimo, en procesiones. INCENSARIO Utensilio para incensar en las ceremonias litúrgicas. LAVABO Etim. Del latín lavabo, lavaré. Es un utensilio que sirve al sacerdote para que se lave las manos antes de la Consagración. LECCIONARIO Libro que contiene las lecturas de las Sagradas Escrituras organizadas según se utilizan en la Santa Misa: Un el ciclo de tres años para los domingos y fiestas solemnes; un ciclo de dos años para los días de semana y un ciclo de un año para las fiestas de los santos. Contiene además lecturas para una variedad de misas, como para fiestas de pastores, doctores, vírgenes, etc. El leccionario actual se promulgó el 22 de marzo de 1970. LIBROS: Los libros de la liturgia son el misal y el leccionario LUNETA Etim.: de luna. Pieza de oro, o dorada, en que se encierra la Sagrada Hostia para ser expuesta. Aunque también se le conoce como VIRIL, por ser un material de vidrio MISAL: contiene las oraciones de la Santa Misa. El sacerdote lo tiene sobre el altar MITRA Utilizada por los obispos en la liturgia, símbolo del episcopado NAVETA Recipiente, muchas veces en forma de pequeña nave, para el incienso que se utiliza en las ceremonias. PALIA Lienzo para cubrir el cáliz PATENA Plato redondo donde se pone la Sagrada Hostia. Debe ser de metal precioso como el cáliz y también debe ser consagrado exclusiva y definitivamente para el uso en la Santa Misa. PECTORAL Cruz que llevan al pecho los obispos. PURIFICADOR Pequeño lienzo que utiliza el sacerdote en la Misa para purificar el cáliz. VELO HUMERAL Paño que cubre los hombros del ministro cuando lleva el Santísimo Sacramento en procesión o cuando da la bendición con El. VELO DEL CÁLIZ El que cubre el cáliz fuera del ofertorio y el canon de la misa. Es del mismo color litúrgico que los ornamentos. VINAJERAS Las vasijas para el vino y el agua que se usan en la Santa Misa. Generalmente son de cristal y se colocan en una bandeja pequeña. Es permitido que sean de otro material (bronce, plata, oro e incluso de cerámica bien sellada) siempre y cuando puedan dignamente contener los líquidos. LECCIÓN V LOS TEMPLOS LITURGICOS EL TEMPLO El templo está consagrado para el culto a Dios. Es verdad que Dios está presente en todas partes, pero quiere tener un lugar visible de su presencia en este mundo. Y esto es el templo, la casa de Dios, que más comúnmente llamamos “iglesia”. Por eso, siempre que vemos una iglesia, nos acordamos de que Dios está presente en el mundo y hacemos la señal de la cruz. El templo o iglesia es también la casa del pueblo de Dios, reunido para escuchar la Palabra de Dios, para rezar, para fraternizar como hijos de Dios. A pesar de que desde el Antiguo Testamento, se construyeron templos y altares para bendecir a Dios, fue Constantino en año 313 d.C. el que permitió el culto público y lo revistió de solemnidad y magnificencia. Y fue él, el que mandó construir las basílicas, que eran edificios muy grandes, en un inicio dedicadas al rey o emperador, y después ofrecidas a Dios, el Rey de reyes. BASILICA Un templo se transforma en basílica por decisión pontificia, es decir, del Papa. De esta forma, son basílicas aquellas iglesias que por aspectos de cierto relieve, son reconocidas y designadas por privilegio papal. Se distinguen dos tipos de basílicas "mayores" y "menores". Son basílicas mayores o patriarcales las cuatro que en Roma están designadas para ganar la Indulgencia del Año Jubilar, y a las que se ingresa por la Puerta Santa que cada uno posee, y que son: San Pedro del Vaticano, San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros. Son basílicas menores todas las demás, repartidas por el mundo y que son reconocidas o designadas como tales por decisión pontificia. Tres requisitos: Debe ser un templo de regio esplendor, arquitectónicamente importante. Debe ser foco espiritual de una comunidad que es santuario para la multitud de devotos que acuden a él, debe atraer a miles de fieles Bajo sus bóvedas, posea un tesoro espiritual y sagrado, dando culto ininterrumpido al Señor, a la Virgen y al Santo venerado en él, o sea, que la devoción a la imagen que allí se venere sea importante y traspase los límites de su propia comunidad. CATEDRAL Una catedral es un templo cristiano, donde tiene sede o cátedra el obispo, siendo así la iglesia principal de cada diócesis o Iglesia Particular. La sede o cátedra episcopal es el lugar desde donde cada obispo preside y guía a su grey, enseñando, desde el servicio a la comunidad, la vida de fe y la doctrina de la Iglesia. Las catedrales son de gran tamaño, cuentan con grandes agujas y vitrales, típicos de las catedrales góticas (conjunto de vidrios de colores que hacen que la luz que entra sea de colores) aunque la catedral es una de las mayores iglesias de la diócesis o arquidiócesis, especialmente en el Medievo y el Renacimiento, no es norma a seguir (mucho menos en la época actual, donde prima la funcionalidad sobre la grandeza); una iglesia catedral puede ser modesta en cuanto a tamaño se refiere. CAPILLA Una capilla es un tipo de oratorio que puede ser independiente o formar parte de una estructura o edificio mayor. La capilla se compone esencialmente de retablo, altar, columnas o pilares pequeños y están dedicados a la devoción a algún santo o a la virgen. LECCIÓN VI LAS PARTES Y ANEXOS DE UN TEMPLO 1) El Altar Representa a Cristo y es la mesa de su sacrificio y del banquete celestial, para quienes caminamos hacia la eternidad. Es el corazón del templo. Por eso se lo besa, se lo inciensa. Tiene que ser de piedra o mármol. ¡Es Cristo visible! Ya desde el Antiguo Testamento se construían altares para los sacrificios a Yahvé. El altar tiene sus accesorios: El mantel: pues es banquete lo que se celebra sobre el altar. En esa “mesa” Dios Padre nos servirá a su Hijo Jesús, como Cordero inmaculado, para alimento del alma. Candelero: es la luz de la presencia de Cristo. El crucifijo: colocado sobre el altar, pues cada misa es Calvario donde participamos de la cruz de Cristo. Vasos y utensilios sagrados: 2) Las capillas laterales. Son como otras tantas pequeñas iglesias dentro de la principal. Responden al deseo de dar culto a santos locales y universales de mayor devoción. 3) Bautisterio. Son capillas anexas dedicadas al rito del Bautismo, pero en la actualidad han cedido su lugar a la pila bautismal. 4) Pila bautismal. Los antiguos bautisterios han quedado hoy reducidos a una pila de piedra o de mármol, más o menos grande y artística. Se coloca en un ángulo de la Iglesia o también en una capilla separada. A todo buen cristiano debe inspirar agradecida devoción la pila, donde fue espiritualmente hecho hijo adoptivo de Dios y miembro de la iglesia. 5) Pila de agua bendita. Es lo primero que se encuentra, al entrar en una iglesia, es una o dos pilas de agua bendita. Es un símbolo: purificarnos antes de comenzar una acción litúrgica en el templo sagrado. Esta agua bendita es un sacramental, que debemos aprovechar con devoción, fe y reverencia. 6) Los confesonarios Son lugares especiales donde Cristo, a través de su Iglesia, en la persona del sacerdote, administra y ofrece el sacramento de la confesión para el perdón de los pecados de los hombres. 7) Sacristía Lugar sagrado para guardar los ornamentos y vestiduras sagradas, cálices, y objetos del culto. Con frecuencia se encuentra dentro de la sacristía el relicario, o capilla donde se custodia y expone el tesoro de las reliquias de santos y vasos de orfebrería. 8) Torres y campanarios Indican la presencia de Dios en ese lugar. Las flechas de los campanarios rematan, las más de las veces, con una cruz, una veleta o un gallo. La cruz proclama el signo de Cristo; la veleta recuerda los vaivenes de la fama y lo efímero de la vida; y el gallo es símbolo de la vigilancia. 9) La cripta Los primeros cristianos la usaban como sepulcro para sus santos mártires y para sitio de reunión en el día del aniversario de su martirio. Con el tiempo, cada cripta sepulcral se convirtió en una pequeña capilla sobre la que se erigieron luego otras iglesias superiores, haciendo coincidir los altares de ambas. 10) Púlpito Estaba junto al muro o en alguno de los pilares de la nave o del presbiterio. Desde ahí, se predicaban los sermones, porque todo lo demás se decía en latín, la voz llegaba fuerte a la gente y el sacerdote podía ver a todos desde el mismo. 11) Ambón Es el lugar desde donde se proclama la Palabra de Dios, hacia el cual se dirige espontáneamente la atención de los fieles durante la liturgia de la Palabra. Se usa sólo para proclamar las lecturas, cantar o leer el salmo responsorial. 12) Alcancías Destinadas a recoger las limosnas de los fieles, para el culto, la caridad de los necesitados, o necesidades de la parroquia, para las vocaciones. Dichas alcancías sirven para fomentar la caridad y la generosidad de todos 13) Los cuatro evangelistas La mayoría de los templos en la bóveda por lo regular colocan imágenes o pinturas de los cuatro evangelistas, con el símbolo con que se les reconoce, es decir, Mateo con la figura humana; Marcos, con el león; Lucas, con el toro y Juan, con el Águila. 14) Imágenes: ya sean pinturas (cuadros, mosaicos), ya sean esculturas (estatuas). Son incentivos de devoción, medios de instrucción y elementos decorativos para el culto de Dios y de los santos. Nunca debe faltar el Viacrucis, además no deben ser excesivos, deben ponerse en justo orden, y no distraer la atención de los fieles. 15) Las lámparas Las velas se encienden para los actos litúrgicos. Siempre queda encendida una lámpara, la del sagrario. Ella es fiel centinela que asiste día y noche, en nombre del pueblo cristiano, al Divino solitario del sagrario, Jesús. 16) El órgano En el rito latino ha sido el instrumento más tradicional. Existe para el órgano una bendición ritual, antes de su inauguración para el culto. 17) Nave Se denomina nave a la parte central del templo, destinada a la asamblea que celebra la liturgia bajo la presidencia del ministro que representa a C r i s t o . 18) Atrio Se refiere al lugar abierto o patio frente a una iglesia, que también debe ser respetado por tratarse de una antesala al templo y parte de la Casa de Dios. LECCIÓN VII LAS VESTIDURAS SAGRADAS Las vestiduras pertenecen a los elementos materiales de la liturgia. Tienen también su profundo significado. Vestir una determinada ropa significa asumir la personalidad correspondiente, asumir una identidad, puesta de manifiesto en esas vestiduras. Estas vestiduras no indican un poder sobre nadie; sino un servicio a los demás. El Presidente y los demás ministros de la celebración son los únicos que se revisten de modo simbólico para su ministerio. En los primeros siglos del cristianismo no parece que los ministros se revistieran de modo especial, salvo las vestiduras romanas propias de los días festivos. Con el tiempo, al dejar de usarse estas vestiduras para el uso civil se mantuvieron para los actos de culto y de esas vestiduras derivan las actuales. VESTIDURAS DEL DIÁCONO: * DALMÁTICA: Del latín “dalmatica vestis”, túnica o vestidura de Dalmacia. Vestido litúrgico en forma de túnica hasta las rodillas, con mangas amplias, que usan los diáconos sobre el alba y la estola. Los primeros cristianos la tomaron de los romanos y éstos, del pueblo de los dálmatas (hoy países balcánicos). La vestían las personas de dignidad. * ESTOLA CRUZADA: Del hombro izquierdo hacia el costado derecho, en forma descendente. VESTIDURAS DEL PRESBÍTERO O SACERDOTE: * AMITO: Pequeño lienzo rectangular, de lino blanco, colocado debajo del alba que pueden usar los ministros sobre los hombros y alrededor del cuello, debajo del alba, para ocultar los vestidos comunes. Tenía un significado alegórico: servía en defensa contra las tentaciones diabólicas y la moderación de las palabras. Hoy ya no se suele usar, porque las albas vienen confeccionadas de forma que cubran el cuello, y ya no con cuello en forma de V. * ALBA: Del latín “alba”, blanca. Es una vestidura litúrgica común a todos los ministros. Es una túnica talar blanca de mangas largas que cubre todo el cuerpo y se reviste sobre el vestido común. El sacerdote representa con esa alba la pureza que el hombre recibe por los méritos del misterio pascual de Cristo. También significa la penitencia y la pureza de corazón que debe llevar el sacerdote al altar. El alba se coloca sobre el clergyman o la sotana. * ROQUETE: Del latín “Rochetum”, especie de alba corta, hasta la altura de las rodillas, que se usa sobre la sotana o el hábito religioso. También se llama sobrepelliz. Puede ser usada por el sacerdote o el diácono para exponer el Santísimo, para una celebración de Bautismo o para un matrimonio. * CÍNGULO: Del latín “cingulum”, cinturón. Es cuerda o cordón con la que se ajusta el alba a la altura de la cintura. Aunque su uso es simplemente utilitario, sin embargo, podríamos ver que con el cíngulo el sacerdote ata a la pureza del alba a todo el mundo, a los fieles y los lleva al altar para ofrecerlos en la celebración. * ESTOLA: Del griego “stolé”, vestido. Es prenda de tela alrededor del cuello del sacerdote, usada para las celebraciones litúrgicas. La usan los obispos y presbíteros, colgando del cuello hacia delante; y los diáconos, desde un hombro hasta la cintura atravesando en diagonal la espalda y el pecho. Es símbolo de los poderes sagrados que recibe el sacerdote, como pastor que lleva a sus ovejas sobre sus hombros, como maestro que enseña a sus discípulos; como guía que conduce a las almas hacia la vida eterna. * CASULLA: Del latín “casula”, cabaña. Vestimenta litúrgica amplia y abierta por los costados para la celebración de la Misa. Se usa sobre el alba y la estola. Confeccionada en tela, tiene la forma de una capa cerrada por delante o poncho. Cambia su color según la celebración y el tiempo litúrgico. Simboliza la caridad que cubre todos los pecados. VESTIDURAS DEL OBISPO: * MITRA: Gorro que usan los obispos y abades desde el siglo X. Está formado por dos trozos de tela acartonada cosidos o pegados por los costados, y abierto en la parte superior con doble pico. Símbolo del poder y servicio espiritual. * ÍNFULAS: Cintas que cuelgan detrás de la mitra. Significan que el ministro debe poseer la ciencia del Antiguo y del Nuevo Testamento. * ANILLO: Del latín “anellus”, anillo. Insignia propia de los obispos. Simboliza su desposorio con la Iglesia local o diócesis. También pueden usarlo algunos abades y abadesas. El anillo que se impone al obispo significa que contrae sagradas nupcias con la Iglesia. El anillo recuerda también la necesidad de ser sólido “eslabón” en la cadena de la sucesión que le une a los Apóstoles. * BÁCULO: Del latín “baculum”, bastón. Insignia litúrgica propia del obispo como pastor de la comunidad; lo recibe el día de su ordenación y lo usa cuando preside una celebración en su diócesis. Simboliza que es buen pastor de las ovejas, que apacienta, instruye, guarda y las defiende, como Cristo, el Buen Pastor. * SOLIDEO: Del latín “solus”, solo, y “Deo”, a Dios. Gorro de tela en forma de casquillo que usan los obispos, cubre la coronilla y se descubre ante el Santísimo, en la Consagración y en la Adoración de la Cruz del Viernes Santo. Si son obispos, el color del solideo es violeta; si son cardenales, es rojo, y el Papa lo usa de color blanco. Simboliza la protección de Dios y la dedicación a Dios. * PECTORAL: Del latín “pectus”, pecho. Es cruz de metal, madera, marfil que llevan los obispos sobre el pecho, como insignia de su cargo y dignidad. En la celebración de la Misa pueden llevarla sobre la casulla. El día de la ordenación episcopal toman y aceptan sobre sus espaldas, de un modo más comprometido, la cruz de Cristo, que no faltará en su ministerio episcopal. * CAPELO: Sobrero muy aparatoso con borlas rojas, usado por los Cardenales. VESTIDURAS DEL PAPA: * TIARA: Especie de mitra circular con triple corona que, desde el siglo XII hasta el Papa Pablo VI, usaban los obispos de Roma como insignia propia. Representaba el triple poder del Papa como obispo de Roma, supremo pastor de la Iglesia y jefe de los Estados Pontificios. Vestiduras de los ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión: * TÚNICA o TOGA: Vestidura sagrada que deben colocarse los ministros para repartir la Comunión. Indica el respeto y la veneración con que hay que repartir la Sagrada Comunión. Otras vestiduras sagradas son: * CAPA PLUVIAL: Capa de honor que se usa en las procesiones, la bendición eucarística y otras funciones. * HUMERAL: O paño de hombros, especie de rebozo que se pone en la espalda para portar el Santísimo sin tocarlo con la mano. * PALIO EPISCOPAL: Especie de estola de color blanca salpicada de cruces usado por los Arzobispos a modo de escapulario. En definitiva, las vestiduras sagradas tienen una función pedagógica: distinguen a las diversas categorías de ministros identificándolos, contribuyen al decoro y a la estética de la celebración y con los colores litúrgicos ayudan a entender el misterio que celebramos. LECCIÓN VIII LIBROS LITÚRGICOS Los libros litúrgicos son aquellos que sirven para las celebraciones litúrgicas y están expresamente escritos para ese fin, con las debidas y oportunas autorizaciones. El libro litúrgico es un elemento de la celebración y, por tanto, se le respeta y venera. No deben sustituirse por ediciones de bolsillo ni por hojas sueltas, salvo casos excepcionales. Los libros litúrgicos tras el Vaticano II son los siguientes: * EL MISAL ROMANO que está compuesto por dos libros: El Misal y el Leccionario que a su vez está recogido en varios tomos. El Misal (libro de altar) nos presenta la teología de la misa, la articulación del rito, la función de cada uno de los ministros y de la asamblea, las normas para una correcta celebración y las posibilidades de adaptación. Su contenido comienza con Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario (extractadas del Calendarium Romanum), sigue el texto del Misal, dividido en propio del tiempo, propio de los santos, comunes, misas rituales, misas y oraciones ad diversa, misas votivas, misas de difuntos. El rito de la misa está colocado entre el propio del tiempo y el propio de los santos, y a su vez se distingue en rito para la celebración con el pueblo (misa normativa) y rito para la celebración sin el pueblo. Abarca el Misal propiamente dicho y el Ordus cantus missae (sobre los cánticos litúrgicos de las distintas partes de la Misa). Resumiendo podemos decir que el Misal es el libro oficial para celebrar la Eucaristía y que contiene las oraciones y los cantos que dirigimos a Dios (oración colecta, sobre las ofrendas, prefacios, plegarias eucarísticas y poscomunión) además del llamado “Ordinario de la Misa” o sea, lo que es común a todas las misas (saludos, acto penitencial, Gloria, Credo, bendiciones, etc). * LECCIONARIO (OLM), se publica aparte en varios tomos y le vamos a dedicar un artículo aparte. * LA LITURGIA DE LAS HORAS (LH 1979), oración de alabanza de la iglesia, que tiene por objeto extender a las diversas horas canónicas la glorificación de Dios que alcanza su cumbre en la oración eucarística. El nombre actual viene a sustituir al más antiguo de oficio divino y sustituye al breviario. Comprende cuatro volúmenes: I. Tiempo de Adviento y de Navidad; II. Tiempo de Cuaresma y de Pascua; III. Tiempo ordinario (semanas 1-17); IV. Tiempo ordinario (semanas 18--34). Tiene su propio Leccionario. * El PONTIFICAL ROMANO, con las celebraciones propias del obispo (ordenaciones, bendición de oleos, confirmación, institución de los ministerios laicales, etc). Consta de las siguientes partes: Ritual de la Confirmación (RC 1976), Ritual de ordenación del diácono, del presbítero y del obispo (RO 1977), Ritual para instituir acólitos y admitir candidatos al diaconado y al presbiterado, y para la promesa de observar el celibato (RLA), Ritual de la consagración de vírgenes (RCV), Ritual de la bendición de un abad o una abadesa (RBNA), Ritual de la bendición del óleo de los catecúmenos y enfermos y de la consagración del crisma (RBO), Ritual de la dedicación de iglesias y de altares (DCA1980) y el Ceremonial de los Obispos (CO). * EL RITUAL DE LOS SACRAMENTOS Y SACRAMENTALES (bautismo, matrimonio, reconciliación, etc). Consta de las siguientes partes: Ritual del bautismo de niños (RB 1970), Ritual de la iniciación cristiana de adultos (RICA 1976), Ritual de la penitencia (RP 1975), Rito de la sagrada comunión y del culto de la eucaristía fuera de la misa (1974), Ritual del matrimonio (RM 1970), Ritual de la unción y de la pastoral de enfermos (RUE 1974), Ritual de la profesión religiosa (RPR 1979), Ritual de exequias (RE 1971) y el Bendicional (B), con 41 ritos de bendición referidos a personas, objetos, objetos litúrgicos,etc. * EL GRADUAL, con la música de los cantos interleccionales, * LA ORACIÓN DE LOS FIELES, con numerosos formularios para ese momento y el * Rito de coronación de imágenes de la Virgen, ceremonia tan anhelada por muchas cofradías junto al Calendario y el Martirologio completan la nómina de libros litúrgicos. Lógicamente, para la celebración de la Misa sólo son necesarios algunos de ellos: el Misal Romano, que consta del Misal propiamente dicho y que es el libro de altar por contener las oraciones de la Misa y el Leccionario (suelen ser libros distintos), que contiene las lecturas sagradas. LIBROS LITÚRGICOS MISAL: El misal debe utilizarse con mucho respeto, pues contiene las diversas fórmulas para celebrar una Misa, además de diferentes Oraciones Eucarísticas a utilizar por el sacerdote. El misal es el libro necesario para que se realice la Santa Misa. LECCIONARIO: TOMO I / II / III Las lecturas son tomadas de la Biblia y colocadas en el Leccionario para mayor facilidad, pues aquí ya están repartidas según su uso en las diversas celebraciones, o a lo largo del año, o según las circunstancias. Es el libro del ambón. EVANGELIARIO: Es un libro similar al Leccionario, pero contiene sólo los Evangelios Dominicales de cada ciclo. Pretende destacar de una manera especial la Vida de Jesús entre nosotros, relatada en los Evangelios. Contiene las mismas enseñanzas de Cristo. RITUALES: Son libros pequeños que contienen el desarrollo de los sacramentos y hasta lecturas para los mismos. Por ejemplo: Ritual del Bautismo, del Matrimonio, de los enfermos, de Exequias (funerales). PONTIFICAL: Contiene el texto y las rúbricas de ciertas funciones solemnes reservadas a los Obispos (Confirmación, Ordenación, Consagración Episcopal, Dedicación de templos, etc PETICIONARIO: La oración universal u oración de los fieles es la oración conclusiva de la Liturgia de la Palabra. Se dice tras la homilía o el Credo (si lo hay) y mediante ella el pueblo, ejercitando su oficio sacerdotal, ruega por toda la humanidad. La asamblea expresa su súplica o bien con una invocación común, que se pronuncia después de cada intención, o con una oración en silencio. Esta oración también puede decirse fuera de la misa, en otras acciones litúrgicas y en ejercicios piadosos. Tiene varias partes: invitación, intenciones, respuesta o silencio y conclusión. Siempre la introduce el sacerdote o diácono y la concluye. En general, con un lector basta. No es recomendable una acumulación de lectores para dar una falseada apariencia de participación. Los lectores deben subir de la nave al presbiterio y tras hacer reverencia al altar se dirigen al sitio dispuesto LECCIÓN IX POSTURAS LITÚRGICAS La Ordenación General del Misal Romano da unas normas claras de las posturas corporales que hay que adoptar durante la Eucaristía. Para el Misal Romano "la postura uniforme, seguida por todos los que toman parte en la celebración, es un signo de comunidad y unidad de la Asamblea" (OGMR nº 42) ESTAR DE PIE: Es una forma de demostrar nuestra confianza filial, y nuestra disponibilidad para la acción, para el camino. El estar de pie significa la dignidad de ser hijos de Dios, no esclavos agachados ante el amo. Es la confianza llana del hijo que está ante el padre a quien respeta muchísimo y a quien al mismo tiempo tiene cariño. Al mismo tiempo, al estar en pie manifestamos la fe en Jesús resucitado que venció a la muerte, y la fe en que nosotros resucitaremos también; el estar agachado y postrado no es la última postura del cristiano; sino el estar en pie resucitado. Estaremos en pie: desde el canto de entrada hasta el final de la oración Colecta. durante la lectura del Evangelio y el canto del Aleluya que le precede. durante la profesión de Fe (Credo) y la oración de los Fieles. desde que empieza la oración de las ofrendas hasta la consagración. después de la consagración hasta después de la comunión. desde la oración de después de la comunión hasta que el sacerdote abandona el altar. Todas las oraciones deben oírse de pie como actitud de respeto y buena disposición. Esta generalizada la costumbre (errónea) de oír sentados la oración sobre las ofrendas. SENTADOS: Significa la confianza de estar con los amigos, con paz y tranquilidad. Estamos en casa, cuando estamos en el templo. Sentados podemos hablar con intimidad y largamente con el Señor que está ahí presente. También uno se sienta para escuchar y aprender cuando un maestro habla. Estaremos sentados: durante las lecturas que preceden al Evangelio, incluido el Salmo responsorial. durante la homilía. mientras se hace la preparación de los dones en el ofertorio. a lo largo del silencio posterior a la comunión. DE RODILLAS: Sólo ante Dios debemos doblar nuestra rodilla. Al ponernos de rodillas significa que nos reconocemos pecadores ante Él. La genuflexión ante el Santísimo es un saludo reverencial de fe, en homenaje de reconocimiento al Señor Jesús. Debemos hacerlo en forma pausada y recogida. Estaremos solamente durante la Consagración, aunque por razones de edad, incomodidad del lugar o aglomeración que lo impida se podrá estar respetuosamente de pie. POSTRADOS: Se usa en ciertos momentos escasos, en que el alma cristiana se siente más indigna de dirigirse a Dios, cargada de responsabilidades, o en un luto universal como el del Viernes Santo por la muerte de Jesús, o cuando la pena y desconsuelo son tan inmensos que no se ve solución. Por ejemplo: el futuro sacerdote, cuando se postra el día de su ordenación sacerdotal; o algunas monjas, el día en que entran al convento o hacen su profesión religiosa, se postran en el suelo, indicando no tanto el abatimiento, sino la necesidad de protección de Dios y la impotencia personal. Es signo de humildad y penitencia. LA PROCESIÓN: Más que un gesto litúrgico, es un rito. En las celebraciones habituales, por ejemplo, en la santa misa, los ministros realizan movimientos que tienen carácter procesional: al principio, antes del evangelio, etc. También los fieles adoptan esta actitud al presentar las ofrendas y cuando comulgan. Además, hay procesiones excepcionales unidas al año litúrgico, como la del Domingo de Ramos y la del CorpusChristi, o en circunstancias particulares de la vida de la Iglesia, por ejemplo, la de una comunidad parroquial el día de las fiestas patronales. La procesión simboliza, principalmente, el carácter peregrinante de la Iglesia. También, a veces, es un signo muy expresivo de fe y devoción. Deben hacerse con dignidad y respeto. Fuera de las posturas propias de la Misa hay otras posturas que pasamos a relacionar. Se pueden adoptar dos clases de posturas corporales: la inclinación y la genuflexión: LA INCLINACIÓN: Indica reverencia y honor a las personas o a lo que representan y puede ser de dos tipos: inclinación de cabeza e inclinación de cuerpo o profunda, que se hace desde la cintura. La inclinación de cabeza se le hace al nombre de Jesucristo, de la Virgen y del santo en cuyo honor se celebra la Misa. Se debe hacer reverencia profunda en el Credo arrodillándonos si es la Solemnidad de Navidad o la fiesta de la Anunciación del Señor. Asimismo la bendición presidencial que concluye la Misa se debe recibir con inclinación de cabeza. La inclinación de cuerpo o reverencia profunda se le hace al altar cuando no está allí el Santísimo; también se debe hacer inclinación profunda cada vez que se sirva al obispo o se pase por delante de él; se hace antes y después de las incensaciones y en algunas otras ocasiones en que está dispuesto. Deben hacer inclinación profunda al altar que simboliza a Cristo y no al sacerdote como equivocadamente se hace a veces, todas aquellas personas que suban al presbiterio para realizar alguna función como por ejemplo los lectores o los que van a hacer las peticiones de la Oración Universal de los Fieles, que vulgarmente llamamos preces, tanto al llegar como al marcharse. LA GENUFLEXIÓN: Se hace siempre con la rodilla derecha llevándola hasta el suelo y significa adoración. Por ser signo de adoración está reservada al Santísimo Sacramento y a la Santa Cruz en la liturgia del Viernes Santo. En resumen, se debe hacer genuflexión cada vez que pasemos por delante del Santísimo Sacramento e inclinación profunda al altar todos los que se acercan al presbiterio o se alejan de él (por ejemplo los que se han acercado para hacer alguna lectura o petición) LECCIÓN X LA GRANDEZA DE LA EUCARISTÍA La Misa ocupa, en la vida de la Iglesia, el mismo lugar central que el Calvario en la obra de nuestra Redención. Todo deriva de allí y allí se une como en el punto culminante del misterio de nuestra salvación. La Misa es un sacrificio porque en ella Jesús se ofrece al Padre por su Iglesia, elevándola con Él, por Él y en Él hasta la Trinidad, y haciendo descender sobre ella los frutos de su inmolación. La Misa y el Calvario son sacrificio, pues a través del sacrificio damos culto a Dios y reparamos nuestros delitos. PALABRAS DEL SANTO PADRE "La santa Misa, celebrada con respeto de las normas liturgias y con una valoración adecuada de la riqueza de los signos y de los gestos, favorece y promueve el crecimiento de la fe eucarística", aseguró el Papa. "En la celebración eucarística no nos inventamos algo --advirtió--, sino que entramos en una realidad que nos precede, es más, abarca al cielo y la tierra y, por tanto, también el pasado, el futuro y el presente". "Esta apertura universal, este encuentro con todos los hijos e hijas de Dios es la grandeza de la Eucaristía: salimos al encuentro de la realidad de Dios presente en el cuerpo y la sangre del Resucitado entre nosotros". Por tanto, "las prescripciones litúrgicas dictadas por la Iglesia no son algo exterior, sino que expresan concretamente esta realidad de la revelación del cuerpo y sangre de Cristo y, de este modo, la oración revela la fe. Por esto, aseguró, "la mejor catequesis sobre la Eucaristía es la misma Eucaristía bien celebrada". LO QUE SEÑALA EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA 1324 La Eucaristía es "fuente y cima de toda la vida cristiana". "Los demás sacramentos, como también todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan. La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua". 1325 "La Eucaristía significa y realiza la comunión de vida con Dios y la unidad del Pueblo de Dios por las que la Igle sia es ella misma. En ella se encuentra a la vez la cumbre de la acción por la que, en Cristo, Dios santifica al mundo, y del culto que en el Espíritu Santo los hombres dan a Cristo y por él al Padre" 1327 En resumen, la Eucaristía es el compendio y la suma de nuestra fe: "Nuestra manera de pensar armoniza con la Eucaristía, y a su vez la Eucaristía confirma nuestra manera de pensar". La Eucaristía es la fuente de la misión del cristiano y de la comunidad eclesial, porque infunde en el corazón la caridad de Cristo y la esperanza del reinado de Dios. Ayuda a la Iglesia a comprender su vocación y misión. Alimentándose del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, la comunidad eclesial toma conciencia de que es enviada a anunciar y hacer presente el reinado de Dios en nuestra sociedad. LECCIÓN XI PARTES DE LA SANTA MISA Para saber aprovechar los grandes frutos espirituales que se nos dan a través de la Celebración Eucarística, hay que conocerla, entender sus gestos y símbolos y participar en ella con reverencia. 1. RITOS INICIALES Son ritos introductorios a la celebración y nos preparan para escuchar la palabra y celebrar la eucaristía. Comprende: Entrada - Señal de la cruz - Saludo - Acto penitencial - Gloria - Oración colecta. Procesión de entrada Llegamos al templo y nos disponemos para celebrar el misterio más grande de nuestra fe. Acompañamos la procesión de entrada cantando con alegría. Saludo inicial Después de besar el altar y hacer la señal de la cruz, el sacerdote saluda a la asamblea. Acto penitencial Pedimos humildemente perdón al Señor por todas nuestras faltas. Gloria Alabamos a Dios, reconociendo su santidad, al mismo tiempo que nuestra necesidad de Él. Oración / Colecta Es la oración que el sacerdote, en nombre de toda la asamblea, hace al Padre. En ella recoge todas las intenciones de la comunidad. 2. LITURGIA DE LA PALABRA Escuchamos a Dios, que se nos da como alimento en su Palabra, y respondemos cantando, meditando y rezando. comprende Primera Lectura - Salmo Responsorial - Segunda Lectura - Aleluya - Evangelio - Homilía Credo - Oración universal. Primera lectura En el Antiguo Testamento, Dios nos habla a través de la historia del pueblo de Israel y de sus profetas. Salmo Meditamos rezando o cantando un salmo. Segunda lectura En el Nuevo Testamento, Dios nos habla a través de los apóstoles. Evangelio El canto del Aleluya nos dispone a escuchar la proclamación del misterio de Cristo. Al finalizar aclamamos diciendo: "Gloria a ti, Señor Jesús". Homilía El celebrante nos explica la Palabra de Dios. Credo Después de escuchar la Palabra de Dios, confesamos nuestra fe. Oración de los fieles Rezamos unos por otros pidiendo por las necesidades de todos. 3. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA .Tiene tres partes: Rito de las ofrendas, Gran Plegaria Eucarística (es el núcleo de toda la celebración, es una plegaria de acción de gracias en la que actualizamos la muerte y resurrección de Jesús) y Rito de comunión. Presentación de dones Presentamos el pan y el vino que se transformarán en el cuerpo y la sangre de Cristo. Realizamos la colecta en favor de toda la Iglesia. Oramos sobre las ofrendas. Prefacio Es una oración de acción de gracias y alabanza a Dios, al tres veces santo. Epíclesis El celebrante extiende sus manos sobre el pan y el vino e invoca al Espíritu Santo, para que por su acción los transforme en el cuerpo y la sangre de Jesús. Consagración El sacerdote hace "memoria" de la última cena, pronunciando las mismas palabras de Jesús. El pan y el vino se transforman en el cuerpo y en la sangre de Jesús. Aclamación Aclamamos el misterio central de nuestra fe. Intercesión Ofrecemos este sacrificio de Jesús en comunión con toda la Iglesia. Pedimos por el Papa, por los obispos, por todos los difuntos y por todos nosotros. Doxología El sacerdote ofrece al Padre el cuerpo y la sangre de Jesús, por Cristo, con él y en él, en la unidad del Espíritu Santo. Todos respondemos: "Amén". Padre nuestro Preparándonos para comulgar, rezamos al Padre como Jesús nos enseñó. Comunión Llenos de alegría nos acercamos a recibir a Jesús, pan de vida. Antes de comulgar hacemos un acto de humildad y de fe. Oración Damos gracias a Jesús por haberlo recibido, y le pedimos que nos ayude a vivir en comunión. 4. RITOS DE DESPEDIDA Son ritos que concluyen la celebración. Bendición Recibimos la bendición del sacerdote. Despedida y envío Alimentados con el pan de la Palabra y de la Eucaristía, volvemos a nuestras actividades, a vivir lo que celebramos, llevando a Jesús en nuestros corazones.