Derecho Internacional Público Trabajo: La Protección diplomática y la Cláusula Calvo Profesor: Lic. Oscar Iván Zavala Vera Alumno: Eduardo Morales Portillo Convierte un árbol en leña y arderá para ti, pero no producirá flores ni frutos para tus hijos Rabindranath Tagore Poeta y Filósofo Bengalí Ruta Crítica Una persona extranjera (física o moral) tiene un problema legal Si es de carácter penal se notifica a su embajada o consulado para que le proporcione asistencia legal. (Convención de Viena sobre relaciones consulares) El estado donde sucedieron los hechos podrá a disposición del extranjero la defensoría de oficio si cuenta con ésta y si el indiciado la solicita, es su prerrogativa. El extranjero debe agotar todos los medios de defensa ante los órganos jurisdiccionales locales, como lo haría un nacional en el país donde sucedieron los hechos. En el caso de México el juicio de amparo. Hasta entonces el Estado extranjero tiene la potestad de intervenir, ya sea a petición o de motu proprio La intervención del Estado extranjero puede ser por dos vías: la amistosa, donde informalmente solicita la protección de su nacional y la vía Institucional, enviando delegación diplomática e intercambio epistolar. Agotada la fase diplomática y solo hasta entonces, se recurre a la corte de justicia internacional. Tipos de Nacionalidad Por nacimiento (ius soli) Por ser la nacionalidad de sus padres (ius sanguinis) Nacionalidad adquirida por propia petición y otorgamiento del Estado Nacionalidad honorífica otorgada por el Estado a personas destacadas Sobre la Nacionalidad La nacionalidad es un vínculo jurídico que une a una persona con un Estado por las razones arriba citadas. Para que se realice lo que dice la Corte Permanente de Justicia Internacional “Al hacerse cargo de la causa de uno de sus nacionales, al poner en movimiento a su favor la protección diplomática o la acción judicial internacional, este Estado hace valer, a decir verdad, su propio derecho, el derecho que tiene de hacer respetar el derecho internacional en la persona de sus nacionales”, la nacionalidad debe comprobase indubitablemente. Luego entonces, para que un Estado interponga su protección son necesarios ciertos requisitos, sin los cuales dicha protección, aunque sea interpuesta, tiene riesgo de ser rechazada. La persona física o jurídica debe tener la nacionalidad del Estado que le brinda su protección Que la persona jurídica este constituida y resida en el Estado que brinde la protección Cuando una persona física ostente dos o más nacionalidades, podrá optar a cual pedir su protección, siempre y cuando no sea contra un estado del que también es nacional. Protección Diplomática La protección diplomática es una potestad del Estado, es decir, no es un derecho subjetivo absoluto, si bien, la persona puede solicitarla, la Nación podrá evaluar la conveniencia y necesidad de otorgar. Es un poder discrecional del Estado el otorgar o rehusar la protección diplomática de sus connacionales. La protección de accionistas de las personas jurídicas no es posible a través del Derecho Internacional Público, ya que reconociendo la versatilidad de la venta de acciones, estos pueden ser de diversas nacionalidades e incluso de reciente adquisición de las acciones, por lo que la protección solo será posible a la empresa por parte del país donde se fundó o tiene sus oficinas principales. La protección de accionistas es mediante el Derecho Internacional Privado, En todo caso el país que recibe la reclamación podrá interponer la excepción Ius standi, si observa que la persona no tiene la nacionalidad correctamente establecida con el Estado accionante. La Corte Internacional estableció con el caso Nottebohm que la nacionalidad debe ser real y efectiva para que un Estado pueda ejercer su protección. El señor Nottebohm siendo alemán se le había otorgado la nacionalidad de Liechtenstein a petición suya, pero nunca residió ahí, no tenia empresa o propiedad en ese país. Más bien vivía en Guatemala, donde surgió el conflicto al estallar la segunda guerra mundial y al ser alemán, le fueron incautados sus bienes y el fue apresado. Fue ineficaz el intento de que Liechtenstein lo asistiera diplomáticamente, Guatemala opuso excepciones y la Corte falló a su favor. Caso similar pasó con Barcelona Tracción, compañía canadiense que tuvo controversias en España, solicitaron protección a Canadá y aunque comenzó la intervención, abandono el caso, por lo que sus accionistas, que en su mayoría eran Belgas, solicitaron a su país la intervención, que si se dio, pero porque lo que se protege es la empresa, es decir la persona jurídica, fue rechazada dicha protección. Se comprobó que la empresa efectivamente era residente de Canadá, donde se realizaban las juntas corporativas, donde se fundó desde el principio, pero al haberse retirado su protección, el caso se cerró en el derecho internacional público. CLAUSULA CALVO Se conoce a la “Clausula Calvo” como la renuncia expresa a la protección diplomática que hace un extranjero en un país diverso, en cualquier contrato o dispositivo previsto por la ley local. Aunque cobro notoriedad en el siglo XX gracias al jurista uruguayo de nacimiento y argentino por voluntad Carlos Calvo, lo publica en París con en su libro Derecho internacional teórico y práctico de Europa y América. Fue un gran internacionalista, escritor prolífico en el tema y digno representante de su país adoptivo en el extranjero. La primera aparición de un mecanismo similar en México, fue en la Constitución de 1936 de los Estados Unidos Mexicanos que textualmente decía en sus artículos 12 y 13: Derechos y obligaciones de los mexicanos y habitantes de la República 12. Los extranjeros introducidos legalmente en la república, gozan de todos los derechos naturales. y además, los que se estipulen en los tratados, para los súbditos de sus respectivas naciones, y están obligados a respetar la religión, y sujetarse a las leyes del país en los casos que puedan corresponderles. 13. El extranjero no puede adquirir en la Republica propiedad raíz, si no se ha naturalizado en ella, casare con mexicana y se arreglare a lo demás que prescriba la ley relativa a estas adquisiciones. Tampoco podrá trasladar a otro país su propiedad mobiliaria, sino con los requisitos y pagando la cuota que establezcan las leyes. Las adquisiciones de los colonizadores se sujetarán a las reglas especiales de la colonización. El mismo concepto se incluyó en la Constitución de 1857 en sus artículos 33 y 30 Sección III De los extranjeros Art 30. Son extranjeros los que no posean las calidades determinadas en el art. 30. Tienen derecho a las garantías otorgadas en la sección primera, título I de la presente Constitución, salva en todo caso la facultad que el Gobierno tiene de expeler al extranjero pernicioso. Tienen la obligación de contribuir para los gastos públicos, de la manera que dispongan las leyes, y de obedecer y respetar las instituciones, leyes y autoridades del país, sujetándose a los fallos y sentencias de los tribunales, sin poder intentar otros recursos que las leyes conceden a los mexicanos. Sección II de los mexicanos Art. 30 Son mexicanos: I. II. III. Todos los nacidos dentro o fuera del territorio de la República, de padres mexicanos Los extranjeros que se naturalicen conforme a las leyes de la Federación Los extranjeros que adquieran bienes raíces en la República o tengan hijos mexicanos, siempre que no manifiesten resolución de conservar su nacionalidad. Clausula Calvo en el Artículo 27 de la CPEUM La capacidad para adquirir el dominio de las tierras y aguas de la Nación, se regirá por las siguientes prescripciones: Párrafo reformado DOF 02-12-1948, 20-01-1960 I. Sólo los mexicanos por nacimiento o por naturalización y las sociedades mexicanas tienen derecho para adquirir el dominio de las tierras, aguas y sus accesiones o para obtener concesiones de explotación de minas o aguas. El Estado podrá conceder el mismo derecho a los extranjeros, siempre que convengan ante la Secretaría de Relaciones en considerarse como nacionales respecto de dichos bienes y en no invocar por lo mismo la protección de sus gobiernos por lo que se refiere a aquéllos; bajo la pena, en caso de faltar al convenio, de perder en beneficio de la Nación, los bienes que hubieren adquirido en virtud del mismo. En una faja de cien kilómetros a lo largo de las fronteras y de cincuenta en las playas, por ningún motivo podrán los extranjeros adquirir el dominio directo sobre tierras y aguas. El Estado de acuerdo con los intereses públicos internos y los principios de reciprocidad, podrá, a juicio de la Secretaría de Relaciones, conceder autorización a los Estados extranjeros para que adquieran, en el lugar permanente de la residencia de los Poderes Federales, la propiedad privada de bienes inmuebles necesarios para el servicio directo de sus embajadas o legaciones. Fracción reformada DOF 02-12-1948, 20-01-1960 El reglamento de la Ley de Inversión extranjera y registro Nacional de Inversiones Extranjeras en su artículo 14 ARTÍCULO 14.- Cuando en los estatutos sociales no se pacte la cláusula de exclusión de extranjeros, se debe celebrar un convenio o pacto expreso que forme parte integrante de los estatutos sociales, por el que los socios extranjeros, actuales o futuros de la sociedad, se obligan ante la Secretaría de Relaciones Exteriores a considerarse como nacionales respecto de: I. Las acciones, partes sociales o derechos que adquieran de dichas sociedades; II. Los bienes, derechos, concesiones, participaciones o intereses de que sean titulares tales sociedades, y III. Los derechos y obligaciones que deriven de los contratos en que sean parte las propias sociedades. El convenio o pacto señalados deberán incluir la renuncia a invocar la protección de sus gobiernos bajo la pena, en caso contrario, de perder en beneficio de la Nación los derechos y bienes que hubiesen adquirido. Conclusiones La defensa consular es un mecanismo que protege a los nacionales de un país en el extranjero, que debe oponerse cuando se han agotado los recursos normales que cualquier ciudadano tiene y no debe entorpecer las relaciones entre ambos países por cosas menores que pueden resolverse por vías jurisdiccionales locales o cuando existen notorios abusos por parte del gobierno donde sucedieron los eventos. Tampoco debe ser pretexto para el sometimiento de un pequeño país al abuso o intervención de una potencia. La cláusula Calvo, es un mecanismo de renuncia que viene a aligerar la carga en el servicio exterior ya que el ciudadano extranjero se acoge a las legislaciones locales y sus fallos jurisdiccionales.