See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/329239896 El plan bíblico de salvación esbozado en el espacio-tiempo del santuario Chapter · November 2012 CITATION READS 1 2,538 1 author: Silvia Scholtus Universidad Adventista del Plata 39 PUBLICATIONS 13 CITATIONS SEE PROFILE Some of the authors of this publication are also working on these related projects: Cartas paulinas View project Biblia-Apocalipsis View project All content following this page was uploaded by Silvia Scholtus on 28 November 2018. The user has requested enhancement of the downloaded file. 5 EL PLAN BÍBLICO DE SALVACIÓN ESBOZADO EN EL ESPACIO-TIEMPO DEL SANTUARIO Dra. Silvia Cristina Scholtus I NTRODUCCIÓN La predicación del movimiento adventista de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX surge en relación estrecha con el estudio de la profecía bíblica. La Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) recibió históricamente esta herencia y es por eso que tiene una escatología bien definida y establecida en contraste con otras tradiciones cristianas que no tienen la misma percepción respecto a las señales de los tiempos.1 Por tanto, el estudio de los libros proféticos, mayormente de Daniel y Apocalipsis, fue y es realizada dentro de la IASD como una tarea delicada y empeñosa por conocer el cuándo y el cómo Dios 1 Le Roy Edwin Froom, The Prophetic Faith of Our Fathers, vols. 1-4 (Washington, D.C.: Review and Herald, 1954); Frank B. Holbook, ed., Symposium on Revelation: Introductory and Exegetical Studies, vol. 7, Daniel and Revelation Committee Series (Silver Springs, Maryland: Biblical Research Institute, 1992); Edilson Valiante, “Principais Distrações à Escatologia Adventista”, Parousia 1, nº 2 (2000): 53; Gerhard E. Hasel, “The Crisis of the Authority of the Bible as the Word of God”, Journal of the Adventist Theological Society (JATS) 1, nº 1 (1990): 1638; “The Totality of the Scripture versus Modernistic Limitations”, JATS 2, nº 1 (1991): 30-52; Jack J. Blanco, “Historicist Interpretation: Its Present Relevance”, JATS 2, nº 2 (1991): 67-80; Norman R. Gulley, “Dispensational Biblical Interpretation: Its Past and Present Hermeneutical Systems”, JATS 4, nº 1 (1993): 65-93; John T. Baldwin, “Historicization and Christian Theological Method”, JATS 4, nº 2 (1993): 161-171; Eta Linnemann, “Historical-Critical and Evangelical Theology”, JATS 5, nº 2 (1994):19-36; David P. Gullón, “Lacunza’s Impact on Prophetic Studies and Modern Futurism”, JATS 9, nº 1-2 (1998): 71-95; Reimar Vetne, “A Definition and Short History of Historicism as a Method for Interpreting Daniel and Revelation”, JATS 14, nº 2 (2003): 1-14; Jon Paulien, “The End of Historicism?: Reflections on the Adventist Approach to Biblical Apocalyptic – Part One”, JATS 14, nº 2 (2003): 15-43. 2 EL PLAN BÍBLICO DE SALVACIÓN ESBOZADO obra el plan de salvación. Prueba de esto son los innumerables artículos, tanto académicos como de divulgación general que pueden apreciarse en sus periódicos. Esta producción no se restringe a los primeros años de su historia, sino que continúa con un énfasis marcado en las últimas dos décadas,2 y esto se traslada también a la producción de libros y folletos en general.3 El tema del estudio de los libros proféticos también ha contribuido a enriquecer otras áreas desafiantes como por ejemplo: hermenéutica bíblica, revelación e inspiración, relación entre el AT y NT, la unidad de las Escrituras, cristología, soteriología, por mencionar algunas.4 Una prueba más de este interés por el estudio 2 La producción académica de la IASD en sus colegios y universidades alrededor del mundo ha ido en aumento creciente desde fines de la década de 1980. El periódico más antiguo es de 1963, Andrews University Seminary Studies, le continúan el de la Universidad Peruana Unión (Theologika, 1983), Southern College (Adventist Perspective, 1987 y que ha sido descontinuado en 2002), The Journal of the Adventist Theological Society (1990), Perspective Digest (1996), Revista Teológica Do SALT IAENE del Nordeste, (1997, y que fue discontinuada en el 2001), el del Adventist International Institute of Advance Studies (Asia Adventist Seminary Studies, 1998), Parousia del Seminario Adventista Latinoamericano de Teología con sede en Brasil (2000), Kerygma de México (2001 y discontinuada en 2003), la revista teológica del Seminario Latinoamericano de Teología de IAENE, Brasil (2001), la revista DavarLogos de la Facultad de Teología de la Universidad Adventista del Plata, Argentina (2002), la de la Universidad de Chile (Advenimiento, 2004), el del Seminario de Berrien Springs, Michigan (Journal of Adventist Mission Studies, 2005), Cathedra (2007). 3 Una producción académica destacada en esas décadas fue la serie de estudios de la comisión sobre Daniel y Apocalipsis del Instituto de Investigación Bíblica de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día editada por Frank B. Holbook, y que apareció en 7 vols. desde 1990 a 1992 (vol. 1, Selected Studies on Prophetic Interpretation; vol. 2, Symposium on Daniel; vol. 3, The Seventy Weeks, Leviticus, and the Nature of Prophecy; vol. 4, Issues in the Book of Revelation; vol. 5, Doctrine of the Sanctuary: A Historical Survey (1845-1863); vol. 6 y 7, Symposium on Revelation: Introductory and Exegetical Studies). Otros eruditos han producido también materiales sobre el tema recientemente (Donald Mansell, Adventists and Armageddon [Boise, Idaho: Pacific Press Publishing Association, 1999]; Jacques B. Doukhan, Secrets of Revelation, The Apocalypse Through Hebrew Eyes [Hagerstown, MD: Review and Herald Publishing Association, 2002]; William Shea, Daniel [Nampa, ID: Pacific Press Publishing Association, 2005; ]; Jacques B. Doukhan, Secrets of Daniel, Wisdom and Dreams of a Jewish Prince in Exile [Hagerstown, MD: Review and Herald Publishing Association, 2007]. Espacio faltaría para mencionar la producción en tesis de los diferentes seminarios teológicos e incluso los folletos de Escuela Sabática para el estudio de la Biblia. 4 Se pueden apreciar los artículos de un autor en relación con el tema hermenéutica y revelación-inspiración, por ejemplo de Fernando Luis Canale, “Revelation and Inspiration”, Andrews University Seminary Studies (AUSS) 31, nº 3 (1993): 171-194; “Revelation and Inspiration: The Classical Model”, AUSS 32, nº 1-2 (1994): 7-28; “Evangelical Theology and Open Theism: Toward a Biblical Understanding of the Macro Hermeneutical Principles of Theology?”, JATS 12, nº 2 (2001): 16-34; “The Quest for the Biblical Ontological Ground of Christian Theology”, JATS 16, nº 1-2 (2005): 1-20; “From Vision to System: Finishing the Task of Adventist Biblical and Systematic Theologies. Part II”, JATS 16, nº SILVIA C. SCHOLTUS de las profecías, es este libro con una serie de artículos exclusivos sobre el tema. El mismo apóstol Pedro declara que conocer todo lo que tiene que ver con la actividad salvífica de Dios a favor del hombre fue un tema que llamó la atención y despertó el interés de investigación de parte de los profetas.5 Al profeta Amós se le dijo que todo lo que Dios desea hacer a favor de la salvación del hombre se lo da a conocer.6 Jesús mismo tuvo que aclarar estos conceptos a los discípulos que aún no entendían los eventos sucedidos camino a Emaús, e inició su explicación comenzando con los libros de Moisés y aclarando lo que de él se decía en el resto de las Escrituras.7 Este artículo continúa ese interés de los profetas y de la IASD, y se propone realizar un estudio sobre el plan de salvación revelado en las Santas Escrituras y esbozarlo en forma esquemática. Los esquemas se presentarán teniendo como trasfondo hermenéutico las actividades del santuario terrenal-celestial.8 Esta forma esquemática de presentación permitirá encontrar algunas relaciones importantes, pues no se pretende en este breve artículo agotar toda la rica imaginería del motivo del santuario. La forma de presentación elegida podría resultar de ayuda para comprender el qué, el cómo, el cuándo,9 el dónde, el por 1-2 (2005): 114-142; “From Vision to System: Finishing the Task of Adventist Theology. Part III, Sanctuary and Hermeneutics”, JATS 17,2 (2006): 36-80; “Deconstructing Evangelical Theology?”, AUSS 44,1 (2006): 95-130; “The Revelation and Inspiration of Scripture in Adventist Theology. Part 1”, AUSS 45,2 (2007): 195-219. Estos artículos se suman a los de la serie mencionada en Holbrook, Selected Studies on Prophetic Interpretation. 5 1 Pe 1:10-12. 6 Amós 3:7. 7 Lc 24:27. 8 Desde sus comienzos, en la IASD se ha estudiado las actividades del santuario como una creencia clave para comprender varias doctrinas de la revelación bíblica. Algunos autores de las últimas dos décadas han escrito sobre este tema. Véase Alberto Treiyer, El día de la expiación y la purificación del santuario (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1988); Richard M. Davidson, “In Confirmation of the Sanctuary Message”, JATS 2, nº 1 (1991): 93-114; Alberto R. Timm, The Sanctuary and the Three Angels’ Messages: Integrating Factors in the Development of Seventh-day Adventist Doctrines (Berrien Springs, Michigan: Adventist Theological Society Publications, 1995, 2002); Jon Paulien, “The Role of the Hebrew Cultus, Sanctuary and Temple in the Plot and Structure of the Book of Revelation”, AUSS 33, nº 2 (1995):c245-264; Fernando Canale, “Philosophical Foundations and the Biblical Sanctuary”, AUSS 36, nº 2 (1998):c183-106; Edwin E. Reynolds, “The Feast of Tabernacles and the Book of Revelation”, AUSS 38, nº 2 (2000): 245-268; Doukhan, Secrets of Revelation. 9 El libro de Daniel contiene mayormente fechas en relación con el cumplimiento de las promesas de Dios e inicio de las actividades en el Santuario Celestial (véanse los capítulos 3 4 EL PLAN BÍBLICO DE SALVACIÓN ESBOZADO qué y el para qué está haciendo Dios lo que hace a favor del hombre. Las respuestas a estas preguntas aparecen en la Biblia en forma progresiva a lo largo del tiempo.10 Dios las comunicó mientras revelaba el plan de salvación a la humanidad mediante sus profetas11 ya desde la primera creación del hombre y su caída, hasta la nueva creación en el Apocalipsis. Esta progresión en la revelación del plan de salvación muestra un diseño detallado que se va confirmando a lo largo del tiempo con nuevos profetas que surgen recordando la explicación anterior y ampliándola con mayores detalles a medida que se va acercando el momento del cumplimiento de las promesas de salvación de Dios.12 La figura central de la revelación es Cristo, cuya función dentro del plan de rescate del hombre es vital.13 Los esquemas permiten notar sus actividades dentro del espacio-tiempo14 del santuario. L AS ACTIVIDADES EN EL SANTUARIO Aunque Dios reveló a los patriarcas en los primeros tiempos su plan de rescate, la revelación sólo incluía la representación de la muerte del 8 y 9). En Apocalipsis se amplia la explicación de las mismas fechas que aparecen en el libro de Daniel. Para un estudio más detallado se pueden revisar los siguientes materiales: Shea, Daniel; Alberto R. Timm, “Simbolização em miniatura e o principio ‘dia-ano’ de interpretação profética”, Parousia 3, nº 1 (2004): 33-46; Vetne, “A Definition and Short History of Historicism as a Method for Interpreting Daniel and Revelation”, 1-14; la serie editada por Holbrook de la comisión sobre Daniel y Apocalipsis. 10 Ya las obras de Johan Bengel (1687-1752) hablaban de una revelación progresiva. Véase además: P. Gerard. Damsteegt, “Seventh-Day Adventist Doctrines and Progressive Revelation”, JATS 2, nº 1 (1991): 77-92. 11 Amós 3:7. 12 Jer 31:3; 32:40; Rom 5:8; Ef 2:4-5; Heb 13:20; 1 Jn 4:8-10. 13 D. A. Delafield, “Christ, the Key to Theology”, JATS 1, nº 2 (1990): 81-87; Louis F. Were, The moral purpose of prophecy (Victoria, Australia: A. B. Were, 1949, reimpresión 1972). 14 Rodríguez Carmona analizó las temáticas del judaísmo e identificó los siguientes temas: (a) una visión lineal de la historia que tiende a un punto final cuando se cumplirán las promesas de Dios. Esto llevó a ordenar en forma lineal todos los acontecimientos históricos “que no se consideran fruto de la casualidad sino de la voluntad divina que así lo ha ordenado y concatenado”. (b) La división de la historia en dos eones. Uno presente de “dificultades y pruebas” y el futuro “ámbito de la acción divina”, del pleno cumplimiento de las promesas de Dios. En estos eones “se combinan los dos aspectos del concepto eón (unidad temporal-espacial), aludiendo tanto a los aspectos temporales (presente-futuro) como a los espaciales (tierra-cielo)”. (c) Un dualismo moral: mal y bien. (d) Una visión pesimista de este eón. € Determinismo. (f) La temática mesiánica (Antonio Rodríguez Carmona, La religión judía: Historia y teología [Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, c2001, 2º ed. 2002], 156-160). SILVIA C. SCHOLTUS “Cordero de Dios” al sacrificar un animal sobre un altar de piedra durante la adoración en el espacio abierto. Pero cuando Dios reunió un pueblo como su representante en la tierra en la descendencia de Abraham, el pueblo de Israel, les reveló, mediante Moisés, más detalles de su plan en los rituales del tabernáculo-santuario modelo del celestial.15 Este santuario que debía construir el pueblo de Israel en el desierto, bajo la conducción de Dios, era una demostración constante del esquema del espacio-tiempo dentro de la eternidad que Dios dedicaría para lidiar en el conflicto con el mal.16 Se concluye: 1. En cuanto al espacio, se muestran las actividades tipológicas realizadas en determinado lugar del santuario terrenal que simbolizaban las realizadas por el antitipo en el celestial. 2. A esta actividad del santuario cabe agregar la respuesta del pueblo al acto salvífico de Dios mediante la celebración de las fiestas solemnes. 3. En cuanto al tiempo se destacan los momentos en que se realizan dichas actividades en cada espacio descrito altar del sacrifico, Lugar Santo, Lugar Santísimo; tanto en el santuario terrenal y en el celestial. Esquema espacial del santuario La Figura 1 muestra un bosquejo sencillo de los compartimentos del tabernáculo construido en el desierto por el pueblo de Israel, y cuyos lineamientos generales fueron adoptados posteriormente para el templo de Salomón, en relación con espacio-actividad. 15 Éxo 25:40; 26:30; Hch 7:44; Heb 8:5. 16 Los relatos de las Sagradas Escrituras se enmarcan en grandes eventos como: (a) la rebelión en el cielo: Ap 12:7 y Ez 28:13-17; (b) la creación del planeta tierra: Gn 1:1; Hch 17:24-28; Col 1:16; (c) el diluvio universal: Gn 7:23-25, Mt 24:38-39, 2 Pe 3:5; (d) la encarnación, muerte, sepultura, resurrección y ascensión de Jesucristo: Is 7:14; 9:6-7; 53, Jn 1:14; Lc 2; 19:17-18; 20:1-10; Jn 14:1-3, Hch 1:9 (e) la segunda venida de Cristo: Jn 14:1-3; Hch 1:11; Ap 1:7; (f) el final del conflicto cósmico: Gn 3:15; Job 41; Dn 12:1-2; Mt 25:31-46; Ap 20:1-15; (g) la restauración: Is 65:17-25, Ap 21-22:6. Véase también pasajes sobre tiempo en Dn 7:25-27; 8:13-14; Dn 12; Ap 12:13-17; Ap 18-20; Holbrook, The Seventh Weeks, Leviticus, and the Nature of Prophecy; Richard Davidson, “In Confirmation of the Sanctuary Message”, JATS 2, nº 1 (1991): 93-114; Gulley, “The Cosmic Controversy”, 82-124; Rilloma, “Biography of the Devil: An Alternative Approach to the Cosmic Conflict”, 136142; Shea y Christian, “The Chiastic Structure of Revelation 12:1-15:4: The Great Controversy Vision”, 269-292. 5 6 EL PLAN BÍBLICO DE SALVACIÓN ESBOZADO Fig. 1. Disposición de los lugares en el Santuario. Las actividades diarias en el santuario/templo involucraban el sacrificio de un animal en el atrio y el ingreso intercesor del sacerdote al Lugar Santo. Sólo una vez al año el sumo sacerdote representaba el plan de salvación completo, en el día de la expiación. Según lo registra Levítico 16, ese día se tomaban dos machos cabríos y luego de arrojar suerte sobre ellos, uno era sacrificado. La sangre de ese animal no sólo se usaba para purificar el Lugar Santo sino que, ese día, el sumo sacerdote ingresaba al Lugar Santísimo, ante la misma presencia de Dios para representar su labor de juicio y eliminación completa (expiación) del pecado. Al salir, colocaba sus manos sobre el macho cabrío vivo y éste era enviado al desierto, donde era abandonado. En resumen, se puede decir que el santuario tenía varios compartimentos. En cada uno de ellos se realizaban actividades específicas. En el atrio se hacían los lavamientos y los sacrificios; en el Lugar Santo, actividades de intercesión; y en el Lugar Santísimo, al que se accedía sólo una vez en el año en ocasión de la fiesta del día de la expiación, actividades de purificación y expiación. Las actividades en cada uno de los compartimentos representaban etapas de la obra de Cristo a favor de la humanidad y la forma en que Dios trata el problema del pecado a nivel terrenal y cósmico. Las actividades en el Santuario; es decir, la obra de Dios a favor de su pueblo, requerían una respuesta de parte de éste. Las fiestas solemnes representaban esa respuesta. E L SANTUARIO Y LAS FIESTAS SOLEMNES El libro de Levítico, capítulo 23, describe las fiestas que se festejaban en forma solemne y que hacían alusión a los actos de creación y salva- SILVIA C. SCHOLTUS ción de Dios. Eran siete. La primera, el sábado, simbolizaba el acto creador de Dios y el reposo final de la liberación del pecado; y por eso su característica de observancia perpetua cada séptimo día del ciclo semanal del año. El resto de las fiestas se distribuían entre el primero, el tercero y el séptimo mes del año.17 1. En el primer mes se festejaban las fiestas de la pascua,18 los panes sin levadura19 y las primicias del comienzo de la cosecha de la cebada.20 La pascua simbolizaba el poder salvador de Dios en la liberación israelita de la esclavitud egipcia y anticipaba la muerte de Cristo que había de morir para liberar al hombre de la muerte eterna.21 La fiesta de los panes sin levadura estaba íntimamente relacionada con la pascua y, en la práctica, se considera a ambas como una, aunque el propósito era diferente. La levadura simbolizaba la malicia y la maldad,22 y representaba la eliminación de estos elementos de la vida personal. La fiesta de las primicias señalaba a Cristo como la primicia de la resurrección.23 2. En el tercer mes se realizaba la fiesta de las semanas o de las primicias de la cosecha del trigo.24 Esta fiesta es conocida en el NT como la fiesta de Pentecostés. En esta fiesta se recordaba a Dios como el Dador de toda dádiva. Fue en ocasión de la celebración de la fiesta de Pentecostés que Dios derramó su Espíritu sobre sus discípulos.25 3. En el séptimo mes había tres fiestas: la fiesta de las trompetas,26 la del día de la expiación27 y la fiesta de los tabernáculos o enramadas.28 El sonido de las trompetas anunciaba que se avecinaba el día de 17 Ver Francis D. Nichol, ed., Comentario bíblico adventista (CBA), 7 vols (Boise, ID: Publicacio- nes Interamericanas, 1978-1990), 1:816-820; Treiyer, El día de la expiación y la purificación del santuario, 28-29. 18 Éx 12:1-14, 21-28, 42-51; Lv 23:5; Nm 9:1-14; 28:16; Dt 16:1-7. 19 Éx 12:15-20, 34, 39; 13:5-10; 23:15; 34:18; Lv 23:6-8; Nm 28:17-25; Dt 16:3-4, 8, 16-17. 20 Lv 23:10-14; Dt 16:9. 21 1 Cor 5:7; Jn 19:14. 22 En el NT tanto Jesús como Pablo hacen referencia al significado de la levadura: 1 Cor 5:8; Mt 16:6, 12; 22:23, 29; 23:14-36; Mr 3:6; 8:15. 23 1 Cor 15:23. 24 Éx 23:16a; 34:22a-b; Lv 23:15-22; Nm 28:26-31; Dt 16:9-12, 16-17. 25 Hch 2. 26 Nm 10:10; 28:11-15; Lv 23:24-25; Nm 29:1-6. 27 Éx 30:10; Lv 16; 23:27-22; 25:9; Nm 29:7-11. 28 Éx 23:16b; 34:22c; Lv 23:34-43; Nm 29:12:38; Dt 16:13-17. 7 8 EL PLAN BÍBLICO DE SALVACIÓN ESBOZADO la expiación y el pueblo debía prepararse para esa ocasión. Luego llegaba el día de la expiación. Éste era un día solemne y de ayuno obligatorio, y también un día de juicio, porque cualquiera que no afligía su alma, era “cortado”.29 La fiesta de las enramadas simbolizaba la felicidad después de haber pasado por el día del juicio y saber que todos sus pecados habían sido perdonados y eliminados.30 Cuando se suman el ritual del santuario y el acompañamiento de respuesta con las fiestas solemnes se obtiene el esquema de la Figura 2. Fig. 2. Esquema de las actividades en el Santuario y las fiestas solemnes. Se puede notar entonces que, al acomodar las fiestas en el orden de festejo y acompañamiento del ritual del santuario, se podrían encontrar ciertas vislumbres del orden de los tiempos de cumplimiento de las promesas de Dios. Al pasar al NT, se confirman estas vislumbres como se verá en las explicaciones de la siguiente sección. Al menos se puede decir que los panes sin levadura vendrían antes del sacrificio del Cordero pascual, las primicias y las semanas un poco después, las trompetas con cierta distancia en relación con las fiestas anteriores pero antes del ingreso del sacerdote al Lugar Santísimo, el día de expiación, y fuera de las actividades del santuario le sigue la fiesta de las enramadas. 29 Éx 12:15; Lv 16. 30 Éx 23:16; 34:22; Lv 23:34-43; Nm 29:12-38; Dt 16:13-17. SILVIA C. SCHOLTUS Las actividades del santuario y sus fiestas solemnes dan una pista sobre la secuencia de los eventos, pero y ¿sus fechas exactas en el tiempo histórico? E L ESQUEMA TEMPORAL DEL SANTUARIO Para encontrar la respuesta hay que avanzar en el tiempo de la revelación progresiva hasta los tiempos del profeta Daniel y posteriormente la revelación se amplia con las profecías del Apocalipsis del apóstol Juan. Dios reveló las fechas en que se iniciarían las actividades del santuario celestial prefiguradas en las actividades del santuario terrenal.31 En el libro de Daniel aparecen profecías de tiempo que han captado la atención de los estudiosos bíblicos a lo largo de los siglos. Este libro contiene la profecía de tiempo más extensa en la Biblia y es contenedora, a su vez, del resto de las profecías de tiempo reveladas en ese libro; es decir, la profecía de los 2300 días-años que aparece en Dn 8:14, con la explicación del comienzo de dicho período de tiempo en Dn 9:20-27.32 En 9:26 se preanuncia la destrucción de Jerusalén y del santuario-templo terrenal, “después de las sesenta y dos semanas, se le quitará la vida al príncipe elegido. Éste se quedará sin ciudad y sin santuario, porque un futuro gobernante las destruirá”. Por lo tanto, la referencia de días-años no abarca las actividades en un santuario terrenal, sino celestial. Este artículo sólo mencionará las fechas, no es el propósito explicar o fundamentar cada una de ellas. Estas fechas aparecen reveladas a Daniel entre los capítulos 7 al 12; a saber, la profecía de los tres tiempos y medio,33 la mencionada profecía de los 2300 días-años, las 31 George W. Reid, “Salvation and the Sanctuary”, JATS 3, nº 1 (1992): 97-104. 32 La fecha de inicio de la profecía de Dn 8:14, se da en el capítulo 9: 20-27. Para más detalles véase: William Shea, “When did the Seventy Weeks of Daniel 9:24 Begin?”, JATS 2, nº 1 (1991): 115-138; Shea, Daniel; Timm, “Simbolização em miniatura e o principio ‘dia-ano’ de interpretação profética”; Holbrook, Symposium on Daniel; The Seventy Weeks, Leviticus, and the Nature of Prophecy; y Symposium on Revelation, 7: 327-362; Gerhard Hasel, “The Hebrew Masculine Plural for ‘Weeks’ in the Expression ‘Seventy Wekks’ in Daniel 9:24”, AUSS 31, nº 2 (1993): 105-118; Frank B. Hardy, “The Hebrew Singular for ‘Week’ in the Expression ‘One Weeks’ in Daniel 9:27”, AUSS 32, nº 3 (1994): 197-202; Brempong Owusu-Antwi, “An Investigation of the Chronology of Daniel 9:24-25” (Tesis de Doctorado en Teología, Andrews University, Berrien Springs, Michigan, 1994). 33 Dn 7:25 y 12:7, indicada en Ap 12:14 y también como cuarenta y dos meses en Ap 11:2 y 13:5, pues tres años y medio suman esa cantidad expresada en meses. 9 10 EL PLAN BÍBLICO DE SALVACIÓN ESBOZADO setenta semanas, los 1290 y 1335 días-años (véase el esquema de la Figura 3). Fig. 3. Esquema temporal de las actividades en el Santuario Celestial34 En este esquema de la Figura 3, se aprecia que Dios le muestra a Daniel: (a) el momento exacto de la muerte de Cristo como el “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”; (b) el lapso de tiempo en que pasaría a oficiar como sumo sacerdote intercesor en el Lugar Santo del templo celestial; y (c) el momento en que iniciaría su actividad de juicio y expiación final en el Lugar Santísimo, simbolizado en el día de la expiación (Lv 6).35 La incorporación del cuándo en la revelación progresiva, permite percibir una planificación detallada de los pasos a dar por Dios para lidiar con el problema del mal que afectó a todo el universo.36 Agregan además un esquema de secuencia en la interpretación de la revelación: sacrificio-intercesión-juicio. 34 Se reitera que las fechas presentadas en el esquema corresponden con una interpretación acerca de los inicios de la profecía de los 2300 días-años de Daniel, que a su vez contiene al resto de las indicaciones de tiempo dadas en ese libro (algunas reiteradas en Ap); a saber, los 1260, 1290 y 1335 días-años. Esto figura entre los capítulos 7 al 12 del libro del profeta Daniel. 35 Norman Gulley, “Daniel’s Pre-advent Judgment in its Biblical Context”, JATS 2, nº 2 (1991): 35-66; 36 Ef 6:12; Ap 12; Elena G. de White, El conflicto de los siglos (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, ©1954, 1993); Norman R. Gulley, “The Cosmic Controversy”, JATS 7, nº 2 (1996): 82-124; Nestor C. Rilloma, “Biography of the Devil: An Alternative Approach to the Cosmic Conflict”, JATS 13, nº 2 (2002): 136-142; William H. Shea y SILVIA C. SCHOLTUS Las fechas muestran el momento, el cuándo, en que se pasará de la sombra (prefiguración de la promesa de rescate o redención) a la realidad. Superponiendo los esquemas de las Figuras 1 a 3 se obtiene una idea de las actividades de Cristo en el transcurso del tiempo. Asimismo lo que aclaran estos paralelismos sobre el posicionamiento en el tiempo respecto del plan de salvación en la historia (ver la Figura 4). Fig. 4. Superposición de esquemas espacio-temporal de actividad en el Santuario Celestial. Nótese particularmente cómo las fiestas solemnes ubicadas en el tiempo de actividad en el Santuario Celestial hacen referencia a los siguientes eventos: (a) la fiesta de los panes sin levadura, al ministerio de Cristo en la tierra cuando iba a dar a revelar con mayor nitidez la verdad de Dios y quitar los errores humanos en la interpretación de la revelación de Dios; (b) la pascua, al sacrificio de Cristo como “Corde- Ed Christian, “The Chiastic Structure of Revelation 12:1-15:4: The Great Controversy Vision”, Andrews University Seminary Studies 38, nº 2 (2000): 269-292. 11 12 EL PLAN BÍBLICO DE SALVACIÓN ESBOZADO ro de Dios”;37 (c) las primicias, a Cristo en su resurrección;38 (d) las semanas o Pentecostés, al derramamiento de los dones de Dios por medio del Espíritu Santo; (e) las trompetas, al anuncio de la cercanía del tiempo de juicio de Dios según se registra en la tercera visión de Apocalipsis;39 (f) el día de expiación, registrado en la tercera y cuarta visión del Apocalipsis;40 y la fiesta de las enramadas que aparece en la última visión del Apocalipsis.41 A LGUNAS RELACIONES Lo interesante de la integración de estos esquemas es que se puede apreciar la relación existente entre el qué, el cómo y el cuándo del plan de salvación. Las fechas proféticas de tiempo relacionadas con los 1335, 1290 y 1260 días-años indican el tiempo que Dios permitiría obrar el mal antes de que Cristo inicie su etapa final para expiar la iniquidad42 en el compartimento del Lugar Santísimo en el Santuario Celestial. Tanto Daniel como Apocalipsis describen de qué forma se intensificarán en esos períodos la actividad contra Dios y sus fieles43 hasta que Cristo dé un poco de respiro para la proclamación final de su último mensaje a los habitantes de la tierra.44 La lucha se torna 37 Hans K. LaRondelle, “Salvation and the Atonement”, JATS 3, nº 1 (1992): 22-51; Norman R. Gulley, “A Look at the Larger View of Calvary”, JATS 3, nº 1 (1992): 66-96; Angel M. Rodríguez, “Salvation by Sacrificial Substitution”, JATS 3, nº 2 (1992): 49-77. 38 Incluso en Mt 27:52-53 se menciona que en ocasión de la resurrección de Cristo también resucitaron “muchos santos”. 39 La tercera visión corresponde a Ap 8:1-11:18. Veáse Kenneth A. Strand, “Mysterious Apocalypse: Interpreting the Book of Revelation”, Andrews University Seminary Studies 34, nº 2 (1996): 347-348; Shea y Christian, “The Chiastic Structure of Revelation 12:1-15:4: The Great Controversy Vision”, 269-292; Doukhan, Secrets of Revelation. 40 La visión central o cuarta comienza en Ap 11:18 y concluye en 14:20. Véase Strand, “Mysterious Apocalypse: Interpreting the Book of Revelation”, 347-348; Shea y Christian, “The Chiastic Structure of Revelation 12:1-15:4: The Great Controversy Vision”, 269-292; Doukhan, Secrets of Revelation; Peter M. van Bemmelen, “The Millennium and the Judgment”, JATS 8, nº 1-2 (1997):150-160. 41 Esta visión correspondería al capítulo 21 y parte del 22. Véase Doukhan, Secrets of Revelation; Reynolds, “The Feast of Tabernacles and the Book of Revelation”; Strand, “Mysterious Apocalypse: Interpreting the Book of Revelation”, 347-348; Treiyer, El día de la expiación y la purificación del santuario. 42 Dn 9:24; Ap 20. 43 Dn 7:25-27; 8:13-14; Dn 12; Ap 12:13-17; Ap 18-20. 44 Ap 14:6-12. SILVIA C. SCHOLTUS cósmica en una intensidad que es descrita en forma resumida en la visión central de Ap, pues relata sus orígenes y su final.45 En los esquemas presentados no se incluyeron las revelaciones posteriores del libro de Apocalipsis, aunque sí se hizo referencia a ellas. Este libro no indica muchas más referencias de tiempo, ya que las visiones sólo amplían y detallan más sobre el ministerio de Cristo en las siguientes fases como sacerdote y luego como juez y rey, pues son las que Jesús comenzó a realizar después de su primera venida como “Cordero de Dios”.46 Es por eso que el Apocalipsis permanentemente hace mención de la actividad que se desarrolla en el Santuario Celestial, remarcando que ya se está en la realidad y no más en la sombra.47 Esto evidencia que las visiones no hacen referencia al santuario-templo terrenal emplazado en Jerusalén, “figura del verdadero”,48 sino al Santuario Celestial donde Cristo realiza su obra después de su resurrección y ascensión.49 Se podría decir que Apocalipsis amplía aún más el espectro sobre la actividad de la Divinidad durante la etapa judicial en el Lugar Santísimo del Santuario Celestial en el que Cristo oficia como Juez y Rey, y del que saldrá para regresar a la Tierra como Rey de reyes y Señor de 45 La visión central de este libro comienza en Ap 11:18 y concluye en 14:20. Véase Kenneth A. Strand, “Mysterious Apocalypse: Interpreting the Book of Revelation”, AUSSs 34, nº 2 (1996): 347-348; William H. Shea y Ed Christian, “The Chiastic Structure of Revelation 12:1-15:4: The Great Controversy Vision”, AUSS 38, nº 2 (2000): 269-292. 46 Algunas referencias al Santuario Celestial en Ap: (a) Cristo vestido como sumo sacerdote y su obra de intercesión, Ap 1:12-20; (b) actividades de Cristo ante el trono de Dios, Ap 4-5; (c) actividades de intercesión en el Santuario Celestial, Ap 8:2-6; (d) actividades de juicio que hacen referencia al Lugar Santísimo, Ap. 11:19; (e) cesación del ministerio intercesor, Ap 15:5-8. 47 Heb 8:5. Véase William H. Shea, “The Cultic Calendar for the Introductory Sanctuary Scenes of Revelation”, JATS 11, nº 1-2 (2000): 120-147. 48 Heb 8:5. 49 La interpretación historicista, no preterista o futurista, permite ubicar los eventos en el tiempo sin destruir las relaciones de las visiones de Daniel y Apcalipsis. Véase Vetne, “A Definition and Short History of Historicism as a Method for Interpreting Daniel and Revelation”; Kenneth A. Strand, “Foundational Principles of Interpretation”, en Holbrook, Symposium on Revelation, 7:3-34; Hasel, “The Crisis of the Authority of the Bible as the Word of God”, 16-38; “The Totality of the Scripture versus Modernistic Limitations”, 30-52; Blanco, “Historicist Interpretation: Its Present Relevance”, 67-80; Gulley, “Dispensational Biblical Interpretation: Its Past and Present Hermeneutical Systems”, 6593; Baldwin, “Historicization and Christian Theological Method”, 161-171. Véase también cómo aclara Jesús los tiempos de la profecía en Mt 24:15; Mr 13:14; Ap 4; Merling Alomía, “Some Basic Hermeneutic Principles Established By Christ”, JATS 10, nº 1-2 (1999): 475-485. 13 14 EL PLAN BÍBLICO DE SALVACIÓN ESBOZADO señores.50 Todas las visiones de Apocalipsis apuntan en un crescendo descriptivo con su clímax final en los últimos tres capítulos de la Biblia. Es decir, este libro incorporaría más detalles sobre lo que acontece más allá de la segunda venida. Por ejemplo, en Ap 20 se completa la imaginería de Lv 16, cuando se describe el envío del macho cabrío a la soledad del desierto.51 El retorno de Cristo con la Nueva Jerusalén en su tercera venida completa el cuadro de la creación-recreación del ser humano.52 Los esquemas de las Figuras 1 a 4 muestran que la actividad de toda la Divinidad, y de Cristo en particular, no termina en la cruz. Su lugar de operación es en la tierra y en el cielo, el dónde de la revelación. En la cruz se juntan todas las promesas de salvación y de allí parten todas las evidencias de que Dios está obrando aún en favor del hombre y en pleno control de la historia. El porqué de esto sólo se puede encontrar en las promesas hechas por Dios al hombre durante la historia de la revelación resumida en Jn 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al hombre”. El amor de Dios por la humanidad es algo incomprensible, está más allá de toda reflexión, y sólo resta aceptarlo en un acto de fe. El para qué se puede entender también con muchas relaciones o promesas, pero se podría resumir en el versículo de Ap 21:3 “oí una gran voz del cielo, que decía: ‘El tabernáculo de Dios está ahora con los hombres. Él morará con ellos, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su Dios’”. De esta manera la Escritura, expresa la forma en que Dios quiere continuar unido a la humanidad por la eternidad. C ONCLUSIÓN Este estudio sobre el plan de salvación revelado en forma progresiva en las Santas Escrituras y esbozado esquemáticamente en figuras para responder al qué, al cómo, al cuándo, al dónde, al por qué y al para qué de lo que Dios está haciendo a favor del hombre, se podría resumir como sigue: 50 Ap 19:16. 51 Joel Badina, “The Millennium”, en Holbrook, Symposium on Revelation: Book 1, 6:225-242; van Bemmelen, “The Millennium and the Judgment”, 150-160. 52 Ap 20-22. SILVIA C. SCHOLTUS 1. El qué y cómo Dios está haciendo realizando su plan se puede observar en las actividades realizadas por la Divinidad en pleno, y particularmente por Cristo, en el Santuario como Cordero, Sumo Sacerdote, Intercesor, Juez y Rey. Esto es acompañado por la actitud de fe del pueblo de Dios, expresada en las fiestas solemnes judías. 2. El cuándo Dios realiza en la historia el cumplimiento de su promesa de salvación, de concretar los tipos, se vislumbra en las fiestas solemnes y se detalla en las fechas proféticas de los libros de Daniel y Apocalipsis. 3. El despliegue de la actuación salvífica de Dios es en la tierra y en el cielo; es decir, el dónde. 4. ¿Por qué Dios quiere salvar a la humanidad? Por un acto de amor incomprensible. 5. La morada final de la humanidad por toda la eternidad con Dios revela el para qué de todo el diseño del plan de salvación. Esta información revelada por Dios a los profetas utiliza un esquema espacio-temporal del santuario y, 1. Se basa en una interpretación historicista ya que cualquier otro método de interpretación anularía la comprensión completa de la obra de Dios a favor de la humanidad y del universo. El esquema espacial y temporal descrito apunta a un comienzo y un fin de la historia del pecado y del mal en toda su extensión. 2. Permitiría relacionar los aspectos y las etapas del plan de salvación en Cristo. El carácter de Dios se revela así en forma más plena, mostrando su gracia, su amor, su bondad, su misericordia y su justicia. 3. La comprensión de la etapa de cumplimiento actual en que se encuentra el plan de salvación revelado en la Biblia es un fuerte llamado a prestar atención a los continuos mensajes que se hacen en Apocalipsis, particularmente enfocados en la última generación cuando Dios realiza el último llamado a su pueblo a salir de la Babilonia simbólica antes de la segunda venida de Cristo.53 53 Los llamados a salir de Babilonia pueden identificarse como tres en la historia: (a) a Abraham, para escoger en él a un pueblo como depositario de la revelación de Dios a la humanidad (Rom 3:2b); (b) el segundo después de la deportación a Babilonia, durante el período persa en cumplimiento de la profecía de los 70 años de Jeremías (Esdras; Nehemías; 1 Cr 36:22-23); (c) el último mensaje de Dios a los hombres antes de la segunda venida (Ap 14:6-12). View publication stats 15