Subido por Estefani Gabriela Aguilar Vasquez

La-Lectura

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Este documento no tiene costo alguno. El uso indebido de este documento es responsabilidad del estudiante.
Este material es proporcionado al estudiante con fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor.
La lectura
Un libro no tiene un solo autor sino fiúltiples autores, pues o
quien lo escribió se s u m con pleno derecho en el acto
creador todos los que lo hnn leido. lo están leyendo o habrán
de leerlo. Un libro ya escrito pero m leido aún, carece de
existencia p l e ...
~
MTcm T O m R
on frecuencia se considera aue leer es la habilidad de descifrar
letras y- signos
- unidos en f o k a de palabras, frases y oraciones.
Sin embargo, el acto de leer rebasa esti capacidad, pues no quiere
decir que al descifrar se comprenda el sentido pleno de lo que se está
leyendo.
La lectura es un acto de comunicación en el que el lector reconstruye el sentido del texto a pattir de sus propios conocimientos y experiencias de vida. En este sentido puede considerarse que la lectura que
realiza cada persona es única, e incluso la relectura de un mismo texto
puede ser diferente en función de los conocimientos adquiridos, los
intereses específicos y el estado emocional del lector en el momento
en que regresa a un texto leído con anterioridad.
La lectura implica la relación de dos elementos:
La información visual contenida en la estructura del texto.
La infotmacibn no visual, aportada por el sujeto lector, la cual
verifica, reconstruye o amplia con la lectura.
A partir de la relación texto (información visual) - contexto (información no visual), es que se logra la comprensión y se construyen
significados que satisfacen las necesidades intelectuales y socioemocionales de quien lee. Leonardo Sciascia nos dice que "un libro no
Arenzana, Ana y Aureliano García (1995). La lectura.
En Espacios de lectura: Estrategias metodológicas para la formación de lectores (pp.13-34). México: Fonca.
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existe en sC, y no sólo por el obvio hecho de que su verdadera existencia, más allá de su fisicidad, consiste en ser leído, sino sobre todo porque es distinto para cada generación de lectores, para cada lector
individual y para el mismo lector individual que vuelve a leerlo".'
Recordemos que la palabra representa la unidad mínima de la literatura y que está compuesta por dos elementos indisolubles: la grafía
o el sonido llamado significante, y el concepto o significado. La con.junción de ambos es la que le da sentido a la palabra.
La decodificación (capacidad de identificar un signo gráfico por su
nombre o sonido) es sólo la primera acción que realizamos al enfrentamos a la información visual que nos proporciona un texto. Esto sucede en función directa de la lengua que se hable; por ejemplo, si
alguien ve un signo maya o mexica, no podrá identificar ni su nombre
ni su sonido. También sucede que en algunas circunstancias se pueden
identificar algunas palabras o signos aislados de otro idioma, lo cual
no significa que se lea y mucho menos que se comprenda el sentido
del texto escrito en ese idioma.
Las características de la información visual repercuten directamente
en la comprensión lectora. En cuanto a su estructura física, la legibilidad de un texto estará condicionada por el tipo y la claridad de las letras, el color y la textura del papel, así como por la disposición de las
palabras.
Un libro con letra muy pequeña o estilizada, o con páginas saturadas de texto, con pocos espacios blancos que permitan el descanso
de la vista, seguramente no será fácil de leer y menos de ser comprendido.
A este respecto también vale la pena considerar los textos que se
acompañan de imágenes, las cuales, según se usen, pueden complementar, contradecir, desvirtuar o enriquecer el mensaje de lo escrito.
S610 podremos hablar del proceso total de lectura cuando se lleva a
cabo la comprensión e interpretación de un mensaje, cuando el lector
da significación y sentido a la información visual.
Arenzana, Ana y Aureliano García (1995). La lectura.
En Espacios de lectura: Estrategias metodológicas para la formación de lectores (pp.13-34). México: Fonca.
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Como ya mencionamos, la comprensión de un texto depende de los
códigos del lector (información no visual), de sus esquemas cognoscitivos, de su patrimonio cultural y de las circunstancias específicas en
que realice la lectura.
La comprensión se dará de manera zígil y sencilla cuando los temas
sean atractivos para el lector, en el sentido de que satisfagan diferentes necesidades ya sean intelectuales o emocionales. Este aspecto reviste especial importancia en los primeros acercamientos del niño a la
lectura, los cuales pueden ser obstruidos por contenidos abstractos,
aburridos, muy complejos o en desacuerdo con su edad y con su circunstancia concreta de vida.
P;ua lograr la comprensión no se requiere que los conocimientos
del lector coincidan estrictamente con lo expresado por el autor de un
texto, pero sí que el acervo cultural de aquél le permita interactuar dinámicamente con dicho texto.
El concepto que se tenga de la lectura, así como el escenario social
en que se realice, también condicionan de manera directa la comprensión, así, nunca será lo mismo llevar a cabo una lectura por obligación, como tarea e incluso como castigo, que por gusto o recreación, o
como una búsqueda personal de aprender más y de descubrir el pensamiento de otros.
En este último caso, el acto lector propicia la creación y la recreación, y se convierte en un recurso infinito aunque no exclusivo de acceso al conocimiento y de disfmte del mundo.
Por otra parte, vale la pena enfatizar que el ser humano, desde su nacimiento, empieza a leer la vida; los primeros contactos con su mundo
inmediato se dan a través de los sentidos: del tacto, del oído, de la
vista, del olfato y del gusto.
En consecuencia, no podemos negar que existen otros códigos sujetos de lectura e interpretación. Las diferentes manifestaciones de la
naturaleza, las imágenes, los sonidos, los aromas, las expresiones culturales de los pueblos, su música, sus danzas, artesa~asy formas de
relación, los gestos, las miradas y actitudes de las personas, conllevan
mensajes que también tendremos que leer y comprender.
Arenzana, Ana y Aureliano García (1995). La lectura.
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Paulo Freire nos dice que la lectura rabasa el concepto de decodificar la palabra escrita y que se extiende a la comprensión del mundo;
"La lectura del mundo precede a la lectura de la palabra, de ahí que
la posterior lectura de 6sta no puede prescindir de la continuidad de la
lectura de a q ~ é l . " ~
Por lo tanto, todo aquel interesado en la formación de lectores, deber&estimular la habilidad de leer e interpretar éstos y otros códigos,
con miras a lograr lectores críticos y analíticos que asuman una actitud activa y participativa en el mundo que les rodea.
'Paulo Freire. "La importancia del acto de leer". en Ln lecmra. p. 21
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La importancia de la lectura
Lo lectura no es comparable con ningún otro medio
de aprendizaje y de comunicacidn. ya que la lectura tiene
su ritmo propio, gobernado por la voluntad del lector;
la lectura abre espacios de interrogacMn. de meditación
y de examen cníico. en suma, de libenad.
~ A L CALVINO
O
Silvia Castrillón afirma que "la lectura es un acto complejo en el cual
se comprometen todas las facultades del individuo y que comporta
una serie de procesos biológicos, psicológicos, afectivos y sociales".'
Cuando una persona lee, desarrolla habilidades y aptitudes que le
serán de gran utilidad en diferentes momentos de su vida: ejercita la
atención, la concentración y la memoria; agudiza las capacidades de
observación, de asociación , de análisis y de síntesis; establece vínculos causales y explicativos; incrementa su vocabulario; mejora su capacidad de expresión; realiza abstracciones; soluciona y asimila nueva
información, y pone en práctica su capacidad para seguir secuencias.
La lectura puede funcionar como un instrumento en la búsqueda de
información; para conocer un dato en especial; entender la forma en
que funciona algún sistema, aparato, etc., o la manera de elaborar un
objeto; saber sobre algún lugar, personaje o etapa histórica, etc. Pero
también, a través del lenguaje y la imaginación, la lectura tiene la
virtud de reproducir emociones y sentimientos y compartir la experiencia de otras personas.
Aunque no siempre se aprecia a simple vista, leer significa entablar
una conversación con alguien que, a pesar de la distancia en el tiempo
y en el espacio, se hace presente gracias a la magia de las palabras.
Quien lee con sistematicidad, es alguien que se otorga a sí mismo la
oportunidad de disfmtar, de aprender, de conocerse, de descubrir y de
sorprenderse.
Silvia Cestnllón, "Estamos formando lectores". en El libro infonril. núm. 3-4. pp. 13-27
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Bruno Bettelheim, en su libro Aprender a leer, nos habla de las virtudes de la lectura, la cual proporciona "un mundo de experiencias
maravillosas, ofrece la posibilidad de despojarse de la ignorancia y de
ser dueño de su destino, es fuente de conocimiento ilimitado, y de las
más conmovedoras experiencias estéticas"."
Funciones de la lectura
La lectura, como muchas otras prácticas culturales, es polifacética y,
aunque siempre informa, se presenta en dos dimensiones: informativa
y recreativa, que se funden, interrelacionan y complementan de acuerdo con las motivaciones con que el lector se acerque a los materiales
de lectura.
Una de las principales metas de la escuela es que el niño aprenda a
leer, a fin de que posteriormente pueda aprovechar la lectura para adquiriu otros conocimientos, y no s610 eso, el potencial transformador
de la lectura trasciende las aulas y se introduce en todas y cada una de
las acciones culturales, por lo que es importante buscarla y reconocerla en nuestro acontecer cotidiano, y detectar las funciones que cumple
en diferentes momentos de nuestra vida.
Cada persona se acerca a la lectura en función de intereses particulares que reflejan sus necesidades específicas. En principio, su comportamiento lector está determinado por sus experiencias previas, por
el medio ambiente en el que se desarrolla y por la valoración y práctica que se otorguen en su entorno al libro y a la lectura.
Entre las principales motivaciones por las que una persona puede
acercarse a la lectura, encontramos las siguientes:
A. Necesidad de conocimiento. de cambio o superación.
Al respecto la lectura cumple las siguientes funciones:
' Bruno Beaelheim y Karen Lelan. Aprender4 leer, p. 59.
e
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Función cognoscitiva. Satisface necesidades de información
de distinta índole y desarrolla el lenguaje y las operaciones
mentales. Más allá de ser una fuente de datos, estimula el espíritu científico y analítico, lo que a su vez permite hacer
comparaciones, analogías y emitir juicios críticos.
.
Función instrumental. Sirve como herramienta de aprendizaje
para obtener información específica sobre un tema y para seguir instrucciones que indiquen la forma de actuar o de realizar algo.
Asimismo, nos permite:
i
!
Recibir información importante como miembro de una comunidad (anuncios, reglamentos, avisos, etcétera).
Introducimos en el conocimiento del mundo físico, geográfico
y social, así como en la comprensión de diferentes valores, actitudes y comportamientos del ser humano, lo cual nos facilita
relacionarnos y comunicarnos mejor con nuestros congéneres.
Conocer y asimilar creencias y acciones de diferentes culturas
o grupos sociales.
Comprender el lenguaje, las tradiciones y costumbres de una
comunidad para poder ser partícipe de ella.
La lectura abre las puertas del mundo de la palabra y del lenguaje, elementos fundamentales de la comunicación humana y
ayuda a conocer y utilizar correctamente diferentes usos de la
palabra, desde conceptos tkcnicos hasta formas abstractas o figurativas como las de la poesía.
De igual manera, proporciona alternativas al multiplicar el vocabulario y facilitar la expresión de opiniones, dudas y juicios.
Entre los materiales de lectura que se relacionan con estas funciones encontramos:
J Textos que ofrecen indicaciones para realizar algo o que
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~
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proporcionan orientaciones o instrucciones para manejar
un objeto (manuales, recetarios, instructivos, etcétera).
J Textos que establecen reglas y advertencias (letreros de
tránsito: suba, baje, salida, siga, etc.) o que norman las actividades de las personas (reglamentos, leyes, códigos,
etcétera).
J Textos que permiten la transmisión del patrimonio cultural, la adquisición de nuevos conocimientos (periódicos,
tratados, libros de texto, obras informativas, históricas, filosóficas, científicas, etcétera).
B. Necesidad de seguridad e identificación.
En este caso encontramos como respuesta las siguientes
funciones:
Función afectiva. A travks de la identificación con situaciones
y personajes, ayuda a resolver conflictos, a satisfacer necesidades de tipo emocional, y así enriquecer el mundo interior
del individuo.
Función de socialización. Permite el conocimiento de las raíces culturales de los pueblos, participa en forma importante
en la formación de identidad, y facilita la comunicación y las
relaciones humanas.
Función de sensibilización. Por la multiplicidad de temas y
tratamientos que ofrece la lectura, otorga elementos para
apreciar las diferentes manifestaciones del arte y sensibilizar
a la persona para el conocimiento de lo estético, no sólo expresado en el lenguaje sino en una infinidad de elementos
que rodean al ser humano, como los colores, los objetos, las
formas y la naturaleza misma.
Algunos materiales de lectura que se relacionan con estas funciones son las siguientes:
J Textos que permiten la representación de acciones o situaciones (obras de teatro, guiones de radio, cine o televisión,
etcétera).
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J Textos de diferentes géneros (novela, cuento, poesía, etc.)
en los cuales se plasman diferentes personalidades o apreciaciones sobre distintas problemáticas del ser humano.
J Textos que aportan conocimientos, formas de vida, juicios
y valores de diferentes culturas.
C. Necesidad de esparcimiento o recreación.
A este respecto la lectura juega las siguientes funciones:
Función de evasión y recreación. Representa una posibilidad 1údica y placentera de utilizar el tiempo libre. También despierta y
estimula la imaginación y desarrolla en forma ilimitada el potencial creativo del lector.
Un ejemplo de los materiales de lectura relacionados con esta
función es:
J Textos que producen emociones en el lector, que permiten
su identificación con situaciones existenciales, o que
crean imágenes a partir de ideas y palabras (cuentos, novelas, diarios, registros de experiencias, etcétera).
Por último, vale la pena señalar que un mismo texto puede cumplir múltiples funciones, de acuerdo a los intereses, necesidades
y motivaciones de cada lector.
La lectura y el desarrollo
de habilidades de comunicación
La lectura en esencia es un acto de comunicación en el que intervienen
diferentes habilidades. Es un elemento esencial en la enseñanza total
del lenguaje, a través del cual se busca que el niño aprenda a.comprender y transmitir mensajes. La práctica cotidiana y placentera del
acto lector estimula en el alumno su capacidad de expresión y comprensión, despierta su sensibilidad estética y creativa, propicia una actitud de diálogo y contribuye a su desarrollo intelectual y afectivo.
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En la medida en que un niño desarrolle y domine sus capacidades
de comunicación, se integrará con mayor seguridad a su sociedad, la
comprenderá y asumirá frente a ella una actitud de búsqueda, participativa y activa.
Sin olvidar que existe una íntima interrelación y dependencia entre
ellas, podemos clasificar las habilidades de comunicación en dos
grandes rubros:
De compresión:
Escuchar. Comprender el significado de diferentes mensajes para
poder responder a ellos en una actitud de diálogo.
Leer. Leer en forma oral o en silencio diferentes mensajes, comprenderlos, relacionarlos con la información y experiencia propias y
dar continuidad de manera libre a la lectura.
De expresión:
Hablar. Expresar oralmente de manera libre y espontánea ideas,
emociones y conceptos, y utilizar formas de expresión variadas y
acordes a diferentes situaciones y circunstancias.
Escribir. Expresar de manera gráfica mensajes claros, desarrollar
su potencial creativo y utilizar adecuadamente las palabras y la ortografía.
La lectura juega un papel trascendental en el desarrollo de estas habilidades. Para poder leer se requiere necesariamente desear aprender
a leer, hacerlo con gusto, como un deseo de comunicamos con otros,
con el mundo.
Leer será siempre una actividad creadora, un eterno aprender y
aprehender nuestro entorno y un conocimiento cada vez más profundo
de nosotros mismos. Para desarrollar estas habilidades en el niño es
vital la presencia de libros, revistas, catálogos y periódicos, etc., a través de los cuales sujan historias, broten palabras que se escuchen, se
sientan, comprendan y escriban.
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Detallemos ahora la fonna en que la lectura de diferentes textos,
fundamentalmente de cuentos, poemas y narraciones, contribuyen en
el desarrollo de otras habilidades:
Leer sirve para:
.
Escribir. Porque a través de la escritura los niños pueden expresar
lo que han leído o se les ha leído, el mensaje que captaron del texto y
su interpretación del mismo. También propicia crear nuevas historias;
adentrarse en la aventura de escribir, de plasmar en el papel imágenes
surgidas de sueños, de lecturas previas, de acontecimientos e inquietudes personales.
Recordemos las palabras de Italo Calvino: "...¿qué somos, qué es
cada uno de nosotros sino una combinatoria de experiencias, de informaciones, de lecturas, de imaginaciones? Cada vida es una enciclopedia, una biblioteca, un muestrario de estilos donde todo se puede
mezclar continuamente y reordenar de todas las formas posibles". '
bir se hace consciente el vínculo entre el que escribe y el que
lee, se erectúa un esfuezo por expresar adecuadamente lo que se quiere
decir para poder ser comprendido. Se buscan las palabras que puedan
traducir ideas e imágenes, crear ambientes y delinear personajes.
A la vez que se pone en práctica el uso de modelos lingüísticos de
redacción, se ejerce la función comunicativa del impreso en la que
también están incluidos los libros de imágenes (cómics, fotografías,
libros de arte, etc.) a partir de los cuales se pueden construir historias
y escribirlas, profundizar en detalles o plasmar diferentes interpretaciones y traducir en palabras lo expresado por diversos elementos
plásticos.
Cuando un niño escribe un texto y lo lee a sus compañeros está haciendo uso del manejo funcional de la lengua escrita, ya que está
usando en forma gráfica la palabra como herramienta para informar,
explicar, analizar o detallar alguna situación real o ficticia.
'
ltalo Calvino. Seispropuesraspara elprónmo milenio. pp. 137-138.
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El escribir también ayuda a dominar la información de un texto
leído con anterioridad, pues al transcribir10 estamos llevando a cabo
un doble proceso de decodificación y recodificación.
El niño que lee textos de calidad, interesantes y significativos tiene
a su alcance modelos para expresar o relacionar y comunicar sus propias ideas por escrito. Casi sin sentir, dejando a un lado tediosas y
complicadas reglas, aprende a escribir, a constmir significados ha, ciendo uso de la lengua escrita como una valiosa herramienta de comunicación.
Escuchar. Porque al leer o escuchar las lecturas de otros se agudiza
la capacidad auditiva, la retención y la memoria, se discriminan sonidos e informaciones de acuerdo a propósitos específicos que facilitarán la comprensión de mensajes y la apropiación de conocimientos.
Cuando los niños escuchan lecturas o cuentos se despierta en ellos la
curiosidad y el deseo de leer por sí mismos.
Con la lectura de poesías el niño desarrolla su sensibilidad para
apreciar la música al escuchar y sentir el ritmo, la rima y la musicalidad de las palabras. De igual forma la poesía permite ver el mundo
con los ojos de la imaginación y descubrir diferentes connotaciones
en las palabras y las expresiones literarias.
Los textos que incluyen diálogos refuerzan la relación entre escuchar y hablar y hacen evidente la importancia de poner atención a lo
que se oye para dar una respuesta ágil, coherente y adecuada.
Hablar. Porque al leer se reconocen palabras y conceptos, se descubren diferentes usos del lenguaje, se amplía el vocabulario y se
aprenden nuevas formas de expresión que e ~ q u e c e ny facilitan la comunicación con nuestro entorno. Cuando alguien comenta oralmente
la lectura de un texto, efectúa no sólo un ejercicio de retención y síntesis, sino que pone en práctica su patrimonio cultural y su habilidad
verbal para comprender, expresar e integrar los diferentes momentos
del texto leído y las relaciones entre personajes y acontecimientos. La
lectura de versos, refranes, metáforas, dichos y coplas nos introducen
en el manejo del lenguaje figurado y nos ayudan a comprenderlo y ser
partícipe de tradiciones populares de enorme riqueza cultural.
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Habilidades de comunicación
De comprensión
De expresión
La lectura y su relación con otras
expresiones artísticas y culturales
No podemos afmar que la lectura es la única vía de acceso al conocimiento, pero sí es factible valorar su efectividad e incidencia en la
apreciación y disfrute de diferentes manifestaciones artísticas, así
como su importancia en la comprensión y manejo de conceptos científicos y culturales.
El acelc:rado avance de la tecnología y el pragmatismo que exige el
rnodo de vida actual, ha ocasionado que pocas veces valoremos nuestra herencia cultural y las posibilidades de enriquecimiento personal y
social que ofrecen tanto las tradiciones populares como las bellas
artes.
Ante esta situación, la educación artística, de la mano con la lectura, representan elementos claves para el rescate, preservación, conservación y futuro de las mejores expresiones espirituales del ser
humano, hoy en día con frecuencia olvidadas, desconocidas o subestimadas por el mundo contemporáneo.
A lo largo de la historia, la lectura se ha hecho presente en casi
todas las manifestaciones de la vida cultural y la mayoría de ellas ha
pasado en algún momento por el texto escrito.
La lectura facilita el acercamiento y el uso placentero de todas las
formas de comunicaciónexpresión, incluso de las no lingüísticas. La
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lectura agudiza los sentidos, genera la curiosidad y el interés por descubrir nuevos conocimientos, despierta la imaginación y nos regala el
recurso de crear y expresamos a través de diferentes medios.
Si pensamos en los vínculos entre las artes plásticas con la lectura,
encontraremos una variedad infinita de posibilidades de enlace y retroalimentación. Por ejemplo, después de haber leído un cuento los
niños podrán plasmar en un dibujo diferentes momentos, personajes u
objetos aparecidos en la historia. Los mismo sucede con la poesía, dichos y refranes cuyo manejo del lenguaje podrá aprovecharse para representar las imágenes y las sensaciones que éstos hayan generado.
En sentido inverso, la observación de obras plásticas como murales,
fotografías, cuadros, esculturas, objetos artesanales, podrá ser motivo
para crear historias y poesías, para analizar lo que nos dice la imagen,
e investigar sobre el momento específico, el autor y la época en que
fueron creados.
La relación de la lectura con las artes escénicas como la danza y el
teatro es evidente: se actúan y se bailan historias. Las dramatizaciones
de cuentos resultan muy agradables y divertidas para los niños y a su
vez representan un auxiliar pedagógico de primera línea, pues se
ponen en práctica la asimilación del contenido del texto leído, la memoria y la habilidad de expresión corporal, así como la destreza verbal para transmitir emociones y momentos claves de la historia.
Por lo que toca a la música, el niño tiene contacto con ella desde los
primeros días de nacido. Las canciones de cuna, las rondas y los villancicos lo introducen en el ritmo y en la interpretación musical de la
palabra. Se pueden leer, cantar y comentar las letras de las canciones,
darles un cambio de sentido o de ritmo; también se pueden escuchar
obras instmmentales y crear a partir de ellas personajes e historias de
acuerdo a los tonos e intensidades de los instrumentos, a las sensaciones que despierten cada uno de ellos y a las imágenes que suj a n en la
mente al apreciar diferentes ritmos y sonidos conjugados.
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La prsctica de la lectura y
el analfabetismo funcional
El estodo de no lector es una de las múlriples
fonnai de alienación.
JACQUELINECMAZ
.
Así como la cultura es inherente al ser humano, la lectura es y será
siempre disparador de la imaginación y de la creatividad, vehículo de
enriquecimiento de la vida diaria, elemento indispensable para la apropiación del conocimiento y fuente inagotable de cultura y recreación.
A pesar de que en diferentes momentos de la historia esta actividad
estuvo reservada a castas o gmpos privilegiados, en la actualidad representa un derecho elemental de todos los integrantes de la sociedad.
En la Declaración de los Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas, se estipula que los menores deben recibir una educación que favorezca su cultura general y que propicie, en
condiciones igualitarias, el desarrollo de sus aptitudes y su juicio individual, así como su sentido de responsabilidad moral y social, objetivos en cuya consecución la lectura ocupa un lugar priofitario.
Desafortunadamente, a pesar de los enormes esfuerzos que se realizan a nivel mundial, aún no ha sido posible cumplir de manera satisfactoria con este compromiso. El analfabetismo, la deserción y el
fracaso escolar se presentan de manera aguda en los sectores más desfavorecidos de la población urbana marginal y rural de los países del
Tercer Mundo.
Actualmente, s610 algunas personas cuentan con el poder de leer y
por lo tanto, de interactuar de una manera más consciente y efectiva
con la realidad que les circunda.
En contraste encontramos un alto número de analfabetas funcionales,
personas privadas del poder de leer, que no cuentan con los estímulos
necesarios para desear leer, que no dominan las normas lingüísticas básicas, que acompafian su cotidianidad familiar con la fuerte presencia
de la televisión, que no tienen un maestro sensibilizado en cuanto a la
riqueza infinita de la lectura, y que tampoco tienen acceso a materiales
significativos que puedan interesarles por su aplicación práctica.
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Existen muchas y muy complejas razones que han originado esta
problemática: el acelerado ritmo de vida del mundo moderno; el alejamiento de la enseñanza formal de las necesidades reales de la sociedad; la fuerte influencia de las culturas audiovisuales; la falta de
materiales adecuados e interesantes para el lector; la insuficiente capacitación y actualización de los maestros; en ocasiones la desintegración de la estructura familiar, y la falta de recursos económicos y de
voluntad política y social para incidir en las instancias familiar y educativa generadoras de prácticas y hábitos lectores.
Al respecto es importante considerar que la lectura tradicionalmente ha llevado consigo una valoración negativa de obligatoriedad, o se
la ha considerado sólo como instrumento de trabajo, lo que ha motivado que muchas personas se alejen de ella o la rechacen por su comotación académica.
Por otra parte, durante mucho tiempo se ha responsabilizado al sistema escolar de la formación de lectores. Los diferentes sectores sociales e instituciones como la familia, delegan en la escuela y en el
papel de los maestros la función de enseñar a leer, entendida ésta sólo
como la habilidad de descifrar el código escrito.
Leer en este sentido se convierte en una práctica que persigue el
cumplimiento de un requisito exigido por la autoridad escolar y la sociedad. De ahí que la lectura, considerada únicamente como una atribución escolar, termine siendo un filtro.
Entender el acto lector de esta manera, equivale a justificar el hecho
de que el conocimiento es propiedad exclusiva de unos cuantos. Esta
errónea percepción de la lectura, aunada a la contundente expansión
de los modernos sistemas de información y a los factores señalados
con anterioridad, han traído como consecuencia una preocupante y
cada vez más notoria disminución de las prácticas de lectura.
El analfabetismo funcional no sólo se manifiesta en el poco o nulo
tiempo que una persona dedica a la lectura, sino que se traduce en la
incapacidad de relacionar el contenido de lo que se lee con las situaciones que se viven, con los hechos reales y su contexto.
Por lo que toca al enorme potencial de los medios electrónicos, las
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Este material es proporcionado al estudiante con fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor.
personas se enfrentan a un universo de imágenes, información, datos
y símbolos, sin orden e indiscriminados, que en muchas ocasiones debilitan su pensamiento analítico y transmiten imágenes y esquemas de
conducta que no siempre el lector puede asimilar, o que manipulan la
realidad con diversos fines: comerciales, ideológicos, etcétera.
.
La influencia de los lenguajes televisivos es mayor en la medida en
que los receptores no cuenten con un bagaje cultural que les permita
interactuar con aquéllos.
La solución no consiste en negar la presencia de la televisión, sino
en ofrecer a la población herramientas de anáiisis que le permitan
apropiarse, organizar e interpretar dicha información, adoptando un
papel activo y de interlocutor frente a ella.
En esta tarea, el marco de referencia debe ser la pedagogía para la
vida en la que la lectura juega un papel primordial, ya que con ella es
posible interpretar no sólo la televisión sino el entorno social y cultural al que pertenecemos.
Si bien el fenómeno del analfabetismo funcional no sólo está ligado
al nivel de desarrollo industrial y no es exclusivo de los países periféric o ~ sí
. se encuentra íntimamente vinculado a dos condiciones: por un
lado, la oferta real de materiales de lectura adecuados y accesibles para
diferentes lectores, y por otro, la percepción del valor del acto lector.
De tal suerte que en el combate del analfabetismo funcional será
cmcial el construir una nueva valoración social de la lectura, que distinga la riqueza que realmente encierran los libros y que inserte el leer
como una práctica del vivir cotidiano.
La apuesta radica no sólo en hacer presente la lectura en toda actividad cultural, política, económica y social, sino también en involucrar a todos los sectores de la sociedad en la tarea de formar lectores.
Lograrlo representará un gran paso en el combate a la pobreza y la
marginación social, pues la lectura es uno de los mejores medios para
democratizar la cultura y acceder a decisiones políticas, y un elemento esencial para mejorar la calidad de vida de cualquier ser humano.
Arenzana, Ana y Aureliano García (1995). La lectura.
En Espacios de lectura: Estrategias metodológicas para la formación de lectores (pp.13-34). México: Fonca.
Este documento no tiene costo alguno. El uso indebido de este documento es responsabilidad del estudiante.
Este material es proporcionado al estudiante con fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor.
La promoción de la lectura
Nuestra sociedad sólo otorga a algunos el poder de leer;
o sea de acudir más rica y eficazmente a un nuevo poder
sobre símismos y sobre los demás. Hoy día, cuando se ha
experimentado personalmente el poder de leer, es un acto
de justicia social trabajar para desarrollarlo en quienes
están privados del gusto y la necesidad de leer.
ROBERTG L ~ N
El incremento del analfabetismo funcional ha puesto de manifiesto
que la familia, la escuela y las instituciones socioculturales no han podido cumplir satisfactoriamente su compromiso de crear hábitos de
lectura, indispensables en la vida contemporánea.
Ante esta situación, surge la necesidad imperiosa de llevar a cabo
diferentes acciones de promoción de la lectura que respondan a esta
problemática de acuerdo con las características y necesidades peculiares de diferentes sociedades.
La palabra "promover" significa aplicar un impulso para que algo
se mueva, ascender, desarrollar o llevar algo a un nivel superior.
La promoción de la lectura puede ponerse en práctica con dos
orientaciones:
Para estimular a las personas a que lean más y realicen una
lectura de mayor calidad, crítica, analítica y placentera.
Como animación para que las personas que no leen, se acerquen a la lectura y la disfruten plenamente.
En sociedades indusirializadas como los Estados Unidos y algunos
países europeos, cuyo nivel de desarrollo económico y cultural se refleja en su industria editorial y en servicios educativos eficientes que
atienden casi al total de sus habitantes, y en las cuales la formación de
hábitos lectores forma parte del proceso de socialización de los niños,
el énfasis se ha puesto en difundir la lectura y los servicios relacionados con ella.
Arenzana, Ana y Aureliano García (1995). La lectura.
En Espacios de lectura: Estrategias metodológicas para la formación de lectores (pp.13-34). México: Fonca.
Este documento no tiene costo alguno. El uso indebido de este documento es responsabilidad del estudiante.
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Las sociedades perifkricas como los países latinoamericanos, hasta
el momento no han podido cubrir sus demandas de educación básica,
padecen elevados índices de analfabetismo y deserción escolar, enfrentan problemas y limitaciones en su industria editorial y tienen tan
sólo una incipiente o incluso nula tradición de lectura.
.
En este caso la promoción necesariamente debe enfocarse a crear
habitos de lectura y a iniciar a la población en la práctica del acto lector. Como primer paso será necesario cambiar concepciones y modificar actitudes. Animar a leer significará estimular el deseo de leer y
pasociar la lectura con el juego, con la comprensión e interpretación,
con el deseo de comunicamos, de compartir, de aprender, de informamos y de disfrutar.
Para despertar el deseo y el interés por leer, tendremos que detectar
las necesidades del lector y echar mano de diversos lenguajes expresivvos como la escritura, la expresión dramática y las imágenes para
crear actividades que contribuyan a lograr nuestros objetivos.
Parte fundamental de cualquier campaña de promoción requerirá de
preparar y mantener un clima favorable, lleno de afectividad, calidez,
hrespeto, entusiasmo e imaginación, que por sí mismo nos atraiga e invite a participar en 61.
La promoción de la lectura en este sentido es un reto que requiere
de paciencia y de mucha imaginación, ya que la animación es una invitación libre a disfrutar, a recrear, a poner en juego un mensaje y
compartirlo, a comunicamos y a disfrutar y comprender los códigos
que el mundo nos ofrece.
Para crear hábitos lectores será necesario desarrollar programas específicos dirigidos a niños y otros especiales para jóvenes y adultos
no lectores.
La motivación principal para generar el gusto por la lectura en
ambos casos, radicará en mostrar su utilidad en la vida práctica, ya
sea en los pequeños con su maravillosa imaginación, su necesidad de
saber, jugar, fantasear y sorprenderse, o en los adultos, con sus múltiples requerimientos de información, capacitación, recreación y superación personal.
Arenzana, Ana y Aureliano García (1995). La lectura.
En Espacios de lectura: Estrategias metodológicas para la formación de lectores (pp.13-34). México: Fonca.
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La animación a la lectura pretende:
Producir un acercamiento afectivo e intelectual con el libro.
Que las personas no lectoras o que acuden con poca frecuencia a la lectura se acerquen al libro con gusto y regularidad.
Desarrollar el placer de leer y ayudar a que el lector potencial
descubra los beneficios prácticos del acto lector en su vida
diaria.
Mostrar la enorme variedad de libros y sus múltiples usos y
aplicaciones.
Propiciar el paso de una lectura pasiva a una activa a través
del disfrute y comprensión de diferentes códigos.
Cualquier acción de promoción de la lectura tiene como objetivo
final la formación de lectores autónomos. En principio, esto quiere
decir personas capaces de tener en cuenta diferentes opiniones, morales, sociales o intelectuales, pero que actúan de manera libre e independiente, de acuerdo con sus propios criterios, y que manifiestan
actitudes analíticas y de diálogo con su entorno.
Algunas características de este tipo de lector son las siguientes:
Es una persona que ha integrado el ejercicio de la lectura
como un acto cotidiano.
Es alguien capaz de construir un significado teniendo en
cuenta el punto de vista del autor y el propio; que da sentido
a las palabras, y que percibe y entiende las ideas o mensajes
contenidos en el texto.
Tiene la capacidad de elegir sus propias lecturas de acuerdo
con sus necesidades e intereses concretos.
Acude regularmente a los libros como una forma de aprovechar su tiempo libre o bien para profundizar en conocimientos específicos o en ciertas disciplinas,
Arenzana, Ana y Aureliano García (1995). La lectura.
En Espacios de lectura: Estrategias metodológicas para la formación de lectores (pp.13-34). México: Fonca.
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La promoción de la lectura puede llevarse a cabo bajo dos perspectivas:
1. En un marco de acción institucional que busque un impacto
macrosocial de amplias dimensiones, en el que el Estado, con
su autoridad, recursos, infraestructura rvoluntad política,
tome en sus manos la decisión de incidir en las instituciones
familiar, educativa y cultural para generar hábitos de lectura
en la sociedad global.
Para conseguir que niños y adultos lean, el Estado deberá
establecer una normatividad en materia educativa para darle
un peso mayor a la enseñanza de la lectura, y requerirá poner
en operación programas que actualicen a los maestros con los
elementos teóricos y prácticos relacionados con la enseñanza
de la lectura en todos los niveles escolares; dar un fuerte impulso a la edición y distribución de materiales de lectura variados, atractivos y adecuados para la población; fortalecer
los servicios de las bibliotecas públicas, y poner en marcha
una campaña masiva de medios que revalore las virtudes del
acto lector.
2. En un marco de acción de personas, gmpos u organizaciones,
con metas y alcances más modestos, ya que su acción puede
impactar a corto plazo a su ambiente social inmediato. Sin
embargo, en la medida en que la labor de estos grupos o personas se multiplique, se podrá dar atención a sectores más
amplios de la población.
Dentro de este tipo de instancias encontramos la escuela,
los habitantes y los gmpos o instituciones culturales que trabajan directamente con la comunidad, y a través de los cuales
se puede tener acceso directo a la población de lectores potenciales.
El primer paso consiste en sensibilizar y convencer's las
personas que forman parte de estas instancias (bibliotecarios,
maestros, promotores culturales) de la importancia de la lectura y de su promoción. El segundo, capacitarlos a fin de que
ellos puedan realizar actividades de fomento de la lectura y
Arenzana, Ana y Aureliano García (1995). La lectura.
En Espacios de lectura: Estrategias metodológicas para la formación de lectores (pp.13-34). México: Fonca.
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Este material es proporcionado al estudiante con fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor.
orientarlos de manera sistemática para evaluar, dar seguimiento y enriquecer su trabajo, así como para unir esfuerzos
con instituciones de carácter oficial o privado.
Las asociaciones de vecinos, de padres de familia, los sindicatos, las organizaciones de jóvenes y de personas de la
tercera edad, entre otras, pueden participar también.
Un gran avance sería que la animación de la lectura formara parte
de todos y cada uno de los proyectos de promoción cultural; que se le
relacionara con la danza, con el teatro, con la música; y llevar la lectura a las plazas públicas, a las calles, a los parques, a los hospitales, a
las fábricas y a las comunidades más alejadas y con recursos mínimos
de subsistencia.
Si logramos poco a poco involucrar cada vez más a personas que
disfruten la lectura y que estén dispuestos a compartir este gusto con
otros, a la larga nuestro país contará con personas lectoras más conscientes y con más elementos para enfrentar las situaciones que les
toque vivir.
Arenzana, Ana y Aureliano García (1995). La lectura.
En Espacios de lectura: Estrategias metodológicas para la formación de lectores (pp.13-34). México: Fonca.
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