LA FORMA BIDIMENSIONAL Y TRIDIMENSIONAL: ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA. RECURSOS PARA SU ANÁLISIS. INTERACCIONES FORMALES ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 1 2. LA FORMA: DEFINICÓN Y CONCEPTO ........................................................................ 1 2.1. VARIABLES DE LAS FORMAS...................................................................................... 2 3. ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA ............................................................................................ 2 3.1. FORMAS BIDIMENSIONALES ............................................................................................... 2 3.1.1. CARACTERÍSTICA INTERNA........................................................................................ 2 3.1.2. INTERRELACIÓN DE LAS FORMAS ............................................................................ 3 3.1.3. CONFIGURADORAS DE VOLUMEN ............................................................................ 3 3.2. LAS FORMAS TRIDIMENSIONALES ..................................................................................... 4 3.2.1. 4. ATRIBUTOS FORMALES .............................................................................................. 4 FORMAS TRIDIMENSIONALES EN EL ARTE............................................................................ 4 4.1. LAS FORMAS ESCULTÓRICAS ............................................................................................ 4 4.2. LAS FORMAS ARQUITECTÓNICAS ...................................................................................... 5 1. INTRODUCCIÓN Según Aristóteles, toda entidad se compone de materia y forma; la forma es aquello que determina y precisa la materia de la que está formado un objeto determinado, y siempre debe entenderse en relación con la materia. Así, cuando se produce un cambio, es posible que éste afecte a la materia (cambio material) o sólo a la forma (cambio formal), que es menos radical. El sentido más simple y probablemente originario del término forma hace referencia a la figura espacial de los cuerpos materiales sólidos, pero la peculiaridad del término consiste en la abstracción que hacemos al prescindir de la materialidad de las cosas y considerar la figura en sí misma como algo independiente. 2. LA FORMA: DEFINICÓN Y CONCEPTO Entre las múltiples acepciones del término “forma”, aquella que guarda relación con el lenguaje visual posee un doble significado, vinculado con su apariencia: 1. La apariencia externa de las cosas: Apariencia que se modifica según los condicionantes físicos de su percepción, como son la iluminación, el punto de vista, el sujeto observador… 2. Estructura expresiva plástica: La forma es el contorno de un objeto, la línea que precisa y aísla del medio ambiente la realidad física del objeto. Luego, la forma es, esencialmente cualidad y modo de ser del signo. Se habla propiamente de forma o figura refiriéndose al espacio interno; el espacio externo se denomina contraforma o fondo. A lo largo de la historia de la producción visual, se han establecido diversas teorías en la búsqueda de una gramática visual esencial que intenta recoger cómo interactúan los diversos elementos que intervienen en las imágenes. Algunas de estas teorías, aceptan que existe una serie de formas básicas, como son el cuadrado, el triángulo y el círculo, de las cuales es posible derivar formas y estructuras visuales más complejas. Independientemente a las formas básicas, existen un conjunto de entidades gráficas que podríamos considerar esenciales: - Punto: Considerado la unidad mínima de expresión visual. Línea: Recurso básico empleado esencialmente para delimitar espacios. Plano: Hace referencia a una superficie delimitada visualmente. El plano es el elemento visual básico de representación del volumen. A través del plano se configura el espacio tridimensional. 1 LA FORMA BIDIMENSIONAL Y TRIDIMENSIONAL: ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA. RECURSOS PARA SU ANÁLISIS. INTERACCIONES FORMALES Si nos preguntamos por qué percibimos las formas, una respuesta podría ser por contrastes en el campo visual. Pero si nos preguntamos cómo percibimos las formas, la respuesta será relativa a cada uno de los factores que hacen a la percepción posible. Para que la forma sea percibida se necesitan tres elementos básicos: - Sujeto: Quién observa, con qué actitud o motivación, desde dónde observa, cuánto tiempo observa… Luz: Fuente luminosa (natural o artificial) que presenta intensidad, dirección, origen… Forma: Dado que sus variables son múltiples y complejas, se hablará de este elemento en el siguiente apartado. 2.1. VARIABLES DE LAS FORMAS Las variables de las formas son todas aquellas características que nos permiten distinguirlas entre sí: - Configuración: Se refiere a la estructura de la forma, pudiendo ser bidimensional (triangular, rectangular, cuadrada, circular o irregular) o tridimensional (piramidal, cúbica, esférica o irregular). Tamaño: Depende de la relación y comparación entre una forma y otra. Así, pueden establecerse formas de mayor tamaño, si se compara con otra de tamaño menor. Posición: Se relaciona más con el concepto de composición y tiene que ver con la forma dentro del espacio. Material: Elemento del que está compuesto la forma, que puede presentar distintas propiedades (blando, duro, pesado, semitransparente…) Color. Es una cualidad relativa, que puede variar en función de la luz ambiental. El color, junto con la textura, conforma el aspecto superficial de la forma. Textura: Apariencia externa de la forma que podemos percibir a través de la vista y el tacto, según el tratamiento que se le da a la superficie de la misma. 3. ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA 3.1. FORMAS BIDIMENSIONALES En presencia de luz, cualquier forma generada sobre un plano o, dando lugar a él, es definida como bidimensional. Por tanto, toda forma bidimensional se desarrolla en dos direcciones (ancho y largo) y aunque su apariencia pueda dar lugar a efectos contrarios, carece de profundidad. La estructura de las formas, entendidas como la distribución y el orden de las partes, es decir, su organización, puede interpretarse tanto como la característica interna de cada forma como las relaciones entre ellas dentro de un conjunto mayor. 3.1.1. CARACTERÍSTICA INTERNA Según su estructura, teniendo en cuenta la primera acepción, las formas bidimensionales pueden ser abiertas y cerradas. Estas segundas, a su vez, pueden presentar básicamente dos tipos de estructuras: - Geométricas: polígonos regulares o irregulares. Orgánicas: de configuración abstracta o con contenido icónico. Las formas geométricas regulares son todas aquellas que tienen un número de lados de igual longitud que forman ángulos internos también iguales. Existen polígonos regulares de dos tipos: - - Polígonos regulares convexos: Son conseguidos al trazar lados cuya medida coincidiera con una cuerda de circunferencia en la que pueden dibujarse inscritos. No tienen ninguna "concavidad" o "punta" hacia adentro. Los ejemplos comunes incluyen el triángulo equilátero, el cuadrado y el hexágono regular.. Polígonos regulares estrellados: Las uniones se realizan ordenadamente, pero no de forma consecutiva, basta con hallar el orden por el cual pueden ir uniéndose las divisiones, y certificar que se terminará en la misma que se empezó. Un ejemplo común es el pentagrama, que se forma conectando cada quinto punto en el perímetro de un pentágono regular. Las características principales de las formas geométricas regulares son precisamente su regularidad y simetría. Así mismo, los vértices crean tensiones visuales en relación al centro, y 2 LA FORMA BIDIMENSIONAL Y TRIDIMENSIONAL: ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA. RECURSOS PARA SU ANÁLISIS. INTERACCIONES FORMALES los entrantes y salientes determinan un cierto movimiento visual. A su vez internamente pueden subdividirse en otras formas menores, regulares e irregulares, y en el caso de las primeras se consigue con el trazado de líneas también geométricas como son las diagonales y apotemas (segmentos que unen el centro del polígono con el punto medio de cada lado). Los polígonos geométricos irregulares se diferencian con los anteriores en que no cumplen las características de igualdad entre sus lados y sus ángulos. Por ejemplo, tanto un cuadrado como un rombo tienen los lados iguales, pero el segundo tiene los ángulos iguales por parejas, dos agudos y dos obtusos; este por tanto es irregular. De esta manera, cualquier forma geométrica construida, de cualquier número de lados y ángulos, cuyo contorno pueda ser convexo o incluso en partes cóncavo, es un polígono irregular. Pueden estar formadas por lados rectos y curvos. Existen por tanto también infinitos, y pueden ser desde triángulos hasta curvas cerradas, si consideramos que estas están formadas por infinito número de lados. Formalmente los polígonos irregulares son más complejos que los regulares, entendiendo esto en el sentido de que no hay razones matemáticas fijas que relacionen sus componentes, por lo cual su variedad es infinita. Las tensiones visuales que proporcionan son diferentes a las de los regulares, por sus características de no ser formas sujetas a reglas fijas. Suele identificarse el concepto deformas orgánicas con aquellas que no tienen apariencia geométrica; y la diferenciación que se establece entre ellas correspondería a su grado de iconicidad. Aquellas cuya apariencia recuerda algún objeto o forma real serán más icónicas que las que no lo hacen, pues su apariencia está basada, o bien en el accidente o bien en el interés en representar una abstracta por parte de su autor. 3.1.2. INTERRELACIÓN DE LAS FORMAS Las formas pueden encontrarse interrelacionarse entre sí de ocho maneras diferentes, dependiendo de las posiciones que adquieren en el conjunto, y por las que mantienen unas con otras: - Distanciamiento: Ambas formas quedan separadas entre sí, aunque puedan estar muy cercanas. Toque: Si acercamos ambas formas, comienzan a tocarse. El espacio que las mantenía separadas queda anulado. Superposición: Si acercamos aún más ambas formas, una se cruza sobre la otra y parece estar por encima, cubriendo una porción de la que queda debajo. Penetración: Superposición, pero ambas formas parecen estar transparentes. No hay una relación obvia de arriba y debajo entre ellas, y los contornos de ambas formas siguen siendo enteramente visibles. Unión: Penetración, pero ambas formas se convierten en una forma nueva y mayor. Ambas formas pierden una parte de su contorno cuando están unidas. Sustracción: cuando una forma invisible se cruza sobre otra visible, el resultado es una sustracción. La porción de la forma visible que queda cubierta por la invisible se convierte así mismo en invisible. Intersección: Penetración, pero solamente es visible la porción en que ambas formas se cruzan entre sí. Coincidencia: Si acercamos aún más ambas formas, estas coinciden y se convierten en una única. 3.1.3. CONFIGURADORAS DE VOLUMEN Así mismo, las formas bidimensionales pueden adquirir diversas posiciones que den lugar a la apariencia visual de volumen. Estas posiciones sobre el plano se corresponderían con la disposición espacial y orientación que asumen por sí solas las formas y en relación con el resto. Las formas geométricas se combinan dando lugar a cuerpos geométricos, poliedros regulares o irregulares dotados de volumen. Este concepto es definido como el espacio ocupado por un cuerpo limitado por una superficie. Cuadrados, triángulos, rectángulos, circunferencias, óvalos, etc., se relacionan por sus lados creando cubos, prismas, pirámides, conos, esferas… y, a su vez, estas apariencias formales volumétricas se combinan entre sí dando lugar a estructuras más complejas, tridimensionales. 3 LA FORMA BIDIMENSIONAL Y TRIDIMENSIONAL: ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA. RECURSOS PARA SU ANÁLISIS. INTERACCIONES FORMALES 3.2. LAS FORMAS TRIDIMENSIONALES La principal diferencia entre las formas tridimensionales con respecto a las bidimensionales es que estas se desarrollan en el espacio, no ya en el plano. Así, el espectador se ve obligado a moverse en torno a los volúmenes para recoger toda la información que poseen. Estas presentan constantes cambios según desde donde son observadas. Las formas tridimensionales, precisamente por serlo, son capaces de adquirir un muy elevado grado de iconicidad. A diferencia de, por ejemplo, la pintura, la escultura es capaz de aproximarse más a las representaciones de otras formas tridimensionales, pues con ella no es necesario, como ocurre con las representaciones en el plano, engañar al ojo para crear la ilusión de volumen o profundidad. Al igual que las anteriores, están dotadas de una estructura interna y de una determinada apariencia exterior, generada por sus atributos formales: tamaño, material, color e iluminación y configuración. 3.2.1. ATRIBUTOS FORMALES La forma tridimensional ofrece, bajo una iluminación fija, partes de luz, sombras propias, sombras arrojadas que proyecta sobre las superficies u otras formas cercanas, y reflejos, que son aquellas zonas no iluminadas directamente por la fuente que emite la luz, pero que reciben la que otros objetos próximos emiten al ser igualmente iluminados. La materia con que está constituida la forma condiciona igualmente su aspecto. En este sentido es interesante el peso visual de la misma. En ella, además lógicamente del tamaño, influye el reconocimiento de los diferentes materiales con que están elaboradas, de tal manera que visualmente es mucho más pesada una escultura en mármol que una bola de algodón, aunque tengan contornos y proporciones parecidos. Así mismo, las texturas de las mismas, que pueden ser expresadas con mayor riqueza, o disimuladas igualmente, con la dirección de la luz, proporcionan información visual y táctil sobre ellas. Como ya ocurría con las planas, las formas tridimensionales se pueden clasificar según su configuración en: - Geométricas regulares: Se corresponden con los poliedros regulares, que son cuerpos formados por polígonos regulares, es decir, que tienen sus lados iguales entre sí, y que forman ángulos también idénticos, como el cubo o el tetraedro. Geométricas irregulares: Se corresponden con poliedros irregulares, que pueden estar formados por planos como lados, los prismas o las pirámides, o cuerpos combinados generados por superficies de revolución, los conos o los cilindros. Orgánicas: Se corresponden con formas naturales. 4. FORMAS TRIDIMENSIONALES EN EL ARTE Tanto la escultura como la arquitectura son las artes del espacio. Sus formas se desarrollan en las tres dimensiones, por lo cual son definidoras de volumen, espacio y profundidad. La escultura ha estado relacionada durante mucho tiempo con las construcciones arquitectónicas, formando parte de ellas y colaborando en su decoración. 4.1. LAS FORMAS ESCULTÓRICAS En otros momentos, su relación con la pintura ha sido tal que realmente casi perdió su condición de elemento espacial y táctil, algo que ocurrió por ejemplo durante el Barroco, donde alcanza su mayor expresividad a través de sus valores pictóricos: no importan tanto como son las cosas sino como se ven. En este sentido podemos apreciar, por ejemplo, la obra de Bernini, donde sus esculturas tienen unas características puramente visuales. Las formas escultóricas se configuran de dos posibles maneras: por adición de materia (modelado, construcciones…) y por sustracción de materia (talla, labrado…). Y pueden clasificarse, en relación con la tridimensionalidad de sus formas, de bulto redondo (la que puede recorrerse a su alrededor), y en relieve (las dispuestas sobre un plano base donde se suma o resta material). 4 LA FORMA BIDIMENSIONAL Y TRIDIMENSIONAL: ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA. RECURSOS PARA SU ANÁLISIS. INTERACCIONES FORMALES Las distintas partes de la obra varían en su apariencia según el punto de vista del observador, así como según la iluminación recibida, y la apreciación total de la misma no depende de la suma de las diferentes impresiones puntuales, sino de la asimilación del conjunto estructural. El uso de diferentes materiales en su construcción proporciona diferentes posibilidades expresivas, así como pesos visuales variados. Relacionado con el peso, la sensación de masa da a la forma de la escultura una sensación volumétrica y espacial, así como un aspecto de gravidez evidenciado por su estructura, materiales y realización. En este sentido, se diferencia claramente la concepción escultórica “tradicional” de muchos movimientos contemporáneos que juegan con esos valores. 4.2. LAS FORMAS ARQUITECTÓNICAS Las formas arquitectónicas se conexionan entre sí para conformar una obra que, además de sus características expresivas y plásticas, tiene una función práctica. A lo largo de los diferentes momentos históricos, muchos factores de tipo social, geográfico, cultural, creativo o técnico han ido dando lugar a diferentes manifestaciones arquitectónicas, que han supuesto los estilos. En este sentido, hay que destacar que ha influido la utilización de las formas arquitectónicas básicas: - - - Columna: Evoluciona desde una aplicación práctica, sin ornamento, como es el pilar, hasta un elemento de sofisticación elevadísimo. En su utilización clásica, se distinguen tres partes: basa, fuste y capitel; y tres órdenes: jónico, dórico y corintio. En la construcción moderna, el uso de la columna ha estado muy condicionado por los nuevos materiales y tecnologías, así como por las nuevas concepciones estéticas. Las importantes estructuras metálicas han reducido prácticamente a la nada su aplicación funcional, y decorativamente ha dejado de ser también un elemento de primer orden. Arco: Elemento lineal, generalmente curvo, apoyado en dos elementos verticales que suelen columnas. Es en la civilización romana, donde empieza a potenciarse su valor, en muchas ocasiones con finalidades simbólicas, y con gran importancia técnica y constructiva, y, al igual que en Bizancio, se utiliza como elemento ornamental de características estético-simbólicas. En este sentido su consagración definitiva se produce en la civilización musulmana, donde tanto su forma como su decoración lo convierten en elemento fundamental de sus construcciones, como ocurre con la Mezquita de Córdoba. Bóveda y Cúpula: Elementos que evolucionan desde el arco. La bóveda, en su desarrollo longitudinal, y la cúpula como bóveda semiesférica. Tienen mayor dificultad técnica, y simbolizan estéticamente al cosmos. Tanto el desarrollo de las técnicas como sus decoraciones las han hecho ir evolucionando de forma similar a lo ocurrido con los elementos anteriores, siendo utilizados con intenciones constructivas muy diversas, pero siempre decoradas según los estilos dominantes del momento histórico. Si en la creación de formas tridimensionales ha influido siempre el material utilizado, en la arquitectura tanto eso como las tecnologías lo han hecho de manera fundamental. Las construcciones con barro y piedras han evolucionado hasta dejar paso a los plásticos. Así mismo, la concepción compositiva, y por tanto la manera de relacionar los elementos constructivos, evoluciona con la mentalidad de los arquitectos y las nuevas posibilidades constructivas. 5