Subido por ferchoga1973

Fernando Galicia para ponencia

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FILOSOFIA Y LITERATURA
TEXTO FINAL
Artículo de la novela “ciudades invisibles” de Ítalo Calvino
Lo fantástico vs verdadero
FERNANDO GALICIA
TUTOR
ELMER JEFFREY HERNNADEZ ESPINOSA
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
MAESTRIA EN PEDAGOGIA DE LA LITERATURA
CHAPARRAL-TOLIMA
2020
Artículo de la novela “ciudades invisibles” de Ítalo Calvino
Lo fantástico vs verdadero
El presente texto tiene como finalidad exponer al escritor Italiano Ítalo Giovanni Calvino
Mameli y su obra las ciudades invisibles. Primero que todo los ilustraré hablando del
escritor, nacido en cuba en el año 1923, pero, más tarde fue llevado por sus padres para
Italia. En su vida profesional; fue periodista y escritor especialmente de cuentos, ensayos
y novelas, obras representativas “el barón rampante, cuentos populares italianos, las
ciudades invisibles, si una noche de invierno un viajero, un misterio en el laberinto,
marcovaldo, … Por su forma de escribir, tenía un estilo literario variado, escribía con el
fin de criticar la realidad.
Poco a poco fue evolucionando su narrativa hasta encontrar una forma más fantástica
con una gran dosis de poesía y mensaje alegórico. aunque no escribió poesía, fue un
gran admirador del escritor argentino Jorge Luis Borges, por su estilo de narrativa
fantástica, con una poesía metafisica, con un lenguaje claro y matices irónicos. Siendo
Borges ese referente que para poder darle a todos sus escritos, ese toque de fantasía,
de verosimilidad, de interés que nosotros como lectores necesitamos para impulsarnos
a terminar de leer. un gran impulsador con sus obras, para Ítalo Calvino en la creación
de la novela “las ciudades invisibles”.
Ítalo Calvino Prolongo la existencia del escritor Jorge Luis Borges, demostrando el
gusto por los escritos de él y sirviéndole de referencia para escribir y así llegar a tener
Ciudades invisibles, novela que inicia con el siguiente fragmento demostrando toda su
fantasía para escribir y construir una ciudad con puras palabras haciéndola ver creíbles:
“Partiendo de allá y caminando tres jornadas hacia levante, el hombre se encuentra
en Diomira, ciudad con sesenta cúpulas de plata, estatuas en bronce de todos los dioses,
calles pavimentadas, de estaño, un teatro de cristal, un gallo de oro, que canta todas las
mañanas sobre una torre. Todas estas bellezas el viajero ya las conoce por haberlas
visto también en otras ciudades. Pero es propio de esta que quien llega una noche de
septiembre, cuando los días de acortan y las lámparas multicolores se encienden todas
juntas sobre las puertas de las freiduras, y desde una terraza una voz de mujer grita:
¡uh!, se pone a envidiar a los que ahora creen haber vivido ya una noche igual a ésta y
haber sido aquella vez felices.”
Calvino descubre en las obras de Borges dimensión de lo real con mundos
imaginados y pura mente ilusorio, el mundo real lo multiplica, como también sus
dimensiones y hace vivir al lector como un viajero fantástico.
En consecuencia, constante y veraz de su trabajo, logro organizar sus escritos para
formar un libro maravilloso en donde habla de sus viajes con la imaginación. Este libro
fue candidato a mejor novela en los “premios nébula” en el año 1975 por tratarse de una
novela de ciencia fantástica. Esta obra retoma muchas historias de viajes imaginarios
organizados, que durante años tomaba apuntes de las distintas ciudades que resultaban
de la imaginación.
y así se dio cuenta que lo que iba escribiendo tenía que ver con diferentes temas
como: las ciudades y los deseos, las ciudades y lo memoria, las ciudades y los sentidos,
las ciudades y los signos, las ciudades y cielos, las ciudades y los muertos, las ciudades
y los trueques, las ciudades escondidas… así organizaba en carpetas para volverlo un
cuento utópico, en donde lo que escribe lo hace ver perfecto e ideal.
En algunas de sus charlas amenas, el autor dice que cuando estaba escribiendo,
algunas ciudades le salían muy alegres, otras muy tristes, algunas veces se imaginaba
las ciudades estrelladas organizando así aproximadamente cincuenta y cinco ciudades
imaginadas para ser leídas por fragmentos o completa en una tarde silenciosa y todas
estas ciudades con nombre de mujer.
Realmente son dos libros en uno. Porque, lo que hace Ítalo Calvino es retomar los
viajes vividos de Marco Polo, (1254- 1394), explorador italiano que pasa 17 años en china
y entabla relación con la corte de Kublai Khan (1215- 1294), general de Mongolia. Libro
que se publicó en el siglo XIII, siendo un éxito este libro en época anterior a la imprenta,
por consiguiente, fue escrito a mano. Marco polo era un viajero veneciano que al viajar
a china y al regresar contó todas sus aventuras de los lugares por donde había pasado.
Ítalo Calvino, creador de mundos mágicos, en donde plasma curiosidades en los viajes
de Marco Polo. Hay una ciudad escondida que representa el mundo, que en realidad es
uno de los lugares imaginados por este escritor. En los años 1972 publicó este libro “las
ciudades invisibles” Retomando diálogos entre dos personajes; Marco polo y Kublai Khan
emperador de Mongolia.
Marco polo es él emperador de un embajador tártaro, cuando el embajador esta ante
el emperador, detalla las ciudades que ha visitado. Con las conversaciones hace las
descripciones de decenas de ciudades, todas únicas y fantásticas, tanto en contenido
como en forma, las ciudades son donde radica el alma del libro. Marco Polo le cuenta a
Khan de las ciudades que va viendo, pero en realidad no las ve, más que en su
imaginación.
No es que Kublai Khan crea en todo lo que le dice Marco polo, cuando le describe las
ciudades que ha visto en las embajadas, pero el emperador de los tártaros sigue
escuchando el joven veneciano con gran atención como a ningún otro. Las ciudades
invisibles es un libro que adquiere una forma diferente según el lector. Puedo afirmar que
el libro se centra en despertar en el lecto el interés por leer, las ciudades no son solo
centros de almacenamiento de humanos y Calvino intenta reflexionar sobre la realidad.
Cada lector leerá su libro y será suyo por siempre, quizás esto sea lo que hace de las
ciudades invisibles una lectura apasionante.
Es el propio Marco Polo quien lleva la voz principal, encargándose así de
acompañarnos por tierras que van desde las más comunes y familiares hasta las más
pura de las fantasías. Es un libro para leer más de una ocasión y descubrir cosas nuevas
en cada lectura, el lector se encuentra ante un reto adicional: cada ciudad, cada
categoría, podría ser sujeto a un análisis de fondo con el fin de establecer las metáforas
y deseos que tiñen toda la obra.
En conferencia del año 1983 Ítalo Calvino dijo: “Creo haber hecho algo como escribir
un último poema de amor a las ciudades, cuando aún son más difíciles vivirlas como
ciudades. Talvez estamos acercándonos en un momento de crisis en la vida urbana y
las ciudades invisibles son un sueño; que hacen de las ciudades invisibles, ciudades
invivibles.
Se puede decir que Lucía Leandro Hernández hizo una reflexión acerca del texto
las ciudades invisibles de Ítalo y esto dijo: “La ciudad se presenta como un espacio donde
se divaga acerca del ser humano y de la sociedad en la cual está inmerso. Se realiza
una critica al ritmo acelerado de la ciudad que el hombre moderno ha construido: un lugar
donde el consumo acelerado afecta la calidad de vida de los individuos, donde se
malgastan los recursos, se mercantilizan las relaciones y se producen desechos de
manera exagerada”. Y Calvino lo corrobora en un fragmento de las ciudades continuas
1. Leonia.
Kublai: —Quizá este diálogo nuestro se desenvuelve entre dos harapientos
apodados Kublai Kan y Marco Polo, que revuelven en un basural, amontonan chatarra
oxidada, pedazos de trapo, papeles viejos, y ebrios con unos pocos tragos de mal vino,
ven resplandecer a su alrededor todos los tesoros del Oriente.
Polo: —Quizá del mundo ha quedado un terreno baldío cubierto de albañales y el
jardín colgante del palacio del Gran Kan. Son nuestros párpados los que los separan,
pero no se sabe cuál está adentro y cuál afuera.
Se habla hoy en la misma insistencia, tanto de la destrucción del entorno natural como
la fragilidad de los sistemas tecnológicos, que pueden producir perjuicios en cadena
paralizando metrópolisis enteras. La crisis de las ciudades es demasiado grande y la otra
cara de la crisis de la naturaleza, la imagen de la metrópolis, ciudad continua, uniforme,
que va cubriendo el mundo, domina también mi libro, pero el libro que profetiza catástrofe
y de apocalipsis hay muchos. Lo que le importa a mi Marco Polo es descubrir las razones
secretas que han llevado a vivir en las ciudades. Razones que pueden valer más que
todas las crisis. Las ciudades son un conjunto de muchas cosas, memorias, deseos,
signos de un lenguaje, trueques de palabras. Mi libro se abre, se cierra y se desvanece
continuamente escondidas en las ciudades infelices, es poliédrico y está lleno de
conclusiones”.
Pero, de que trata. Es un libro con pequeñas descripciones de ciudades poco
imaginarias que Marco Polo cuenta a Kublai Khan, emperador de los tártaros. Marco Polo
de verdad existió y fue embajador de gran Khan, es tan imaginario como las mismas
ciudades.
Cada capítulo está separado por un dialogo entre Marco polo y Khan, es la forma que
ideo Ítalo Calvino para darle estructura al libro, todos estos diálogos nos hacen pensar
en preguntas fundamentales, además, de un pasado, es un pasado que cambia en su
viaje.
De ahí que las narraciones de ficción son más ricas en informaciones sobre el tiempo
de un relato histórico como lo plantea Paul Ricoeur en su libro tiempo y narración. Nos
dice que “La narración identifica al sujeto en un ámbito eminentemente práctico, sin la
narración no hay identificación. La narrativa pone en evidencia la posibilidad de pensar
en el tiempo. Este propiamente histórico que obliga a distinguirlo en la narración, es decir,
Solo en la narración el tiempo se convierte en humano; de la misma manera, la narración
a través del tiempo, ambos propósitos se presentan simultáneamente”.
Cada parte del libro es una reflexión sobre algo, sobre la vida. Cada ciudad es una
metáfora, símbolo que va con una reflexión sobre la ciudad moderna con nuestros
principios morales y sociales. En metáfora se abarca: la sostenibilidad, la arrogancia
tecnológica, la acumulación desmedida, los prejuicios y los miedos que nos producen las
urbes y la sociedad, podemos decir que es un libro diferente para cada lector, los que
gustan de los libros fantásticos, a los arquitectos y filósofos, a los que gustan de la
poesía, a los viajeros, a todas las posibles profesiones. Las ciudades invisibles cambian
de significado dependiendo de cada lector. El libro nos enseña cómo vivir en la ciudad,
como interpretar el día a día. Veamos un ejemplo de un pequeño fragmento como
muestra de lo que nuestro escrito Ítalo Calvino nos tiene para deleitarnos con su obra.
“Perderse en Eudossia es fácil: pero cuando te concentras en mirar la alfombra
reconoces la calle que buscabas en un hilo carmesí o índigo o amaranto que a través de
una larga vuelta te hace entrar en un recinto de color púrpura que es tu verdadero punto
de llegada. Cada habitante de Eudossia confronta con el orden inmóvil de la alfombra,
una imagen suya de la ciudad, una angustia suya, y cada uno puede encontrar escondida
entre los arabescos una respuesta, el relato de su vida, las vueltas del destino”.
Calvino presenta una ciudad bajo el título “Las ciudades y el cielo. 1” –la cual decide
denominar Eudossia– cuya particularidad estriba en que se dice que podría estar
contenida en un tapiz. Marco Polo indica que se consulta a un oráculo acerca de la
relación del tapiz con la ciudad, sobre lo cual este responde que uno de los dos es una
creación divina y el otro solamente su reflejo, apenas comparable dado que este es de
creación humana. Marco Polo interpela al lector indicando que tal vez Eudossia es el
verdadero mapa del universo, frente a la opinión del oráculo que cree más bien en el
carácter divino del tapiz. Estas alusiones al universo Borges nos demuestran la gran
admiración que poseía Calvino hacia el genio argentino.
—Queda una de la que no hablas jamás.
Marco Polo inclinó la cabeza.
—Venecia— dijo el Kan.
Marco sonrío.
—¿Y de qué crees que te hablaba?
El emperador no pestañeó.
—Sin embargo, nunca te he oído pronunciar su nombre.
Y Polo:
—Cada vez que describo una ciudad digo algo de Venecia.
Por ejemplo, así se describe el deambular por la ciudad de Ipazia y muchos fragmentos
más:
No me quedaba sino interrogar a los filósofos. Entré en la gran biblioteca, me perdí
entre anaqueles que se derrumbaban bajo las encuadernaciones de pergamino, seguí el
orden alfabético de alfabetos desaparecidos, subí y bajé por corredores, escalerillas y
puentes. En el más remoto gabinete de los papiros, en una nube de humo, se me
aparecieron los ojos atontados de un adolescente tendido en una estera, que no quitaba
los labios de una pipa de opio.
—¿Dónde está el sabio? —El fumador señaló fuera de la ventana. Era un jardín con
juegos infantiles: los bolos, el columpio, la peonza. El filósofo estaba sentado en la
hierba. Dijo:
—Los signos forman una lengua, pero no la que crees conocer.
Comprendí que debía liberarme de las imágenes que hasta entonces me habían
anunciado las cosas que buscaba: sólo entonces lograría entender el lenguaje de
Ipazia.
En el fragmento anterior la acción se ubica en una biblioteca descrita como un lugar de
grandes dimensiones –lo que nos remite al relato “La biblioteca de Babel”, parte del
libro Ficciones (1944) de Jorge Luis Borges– donde esta se presenta como una especie
de universo. Calvino muestra además la biblioteca casi como un laberinto, ya que indica
que el viajero casi podría perderse en la misma.
Con respecto al personaje de Marco Polo –arquetipo del viajero por antonomasia–
resulta interesante destacar que Calvino menciona la ciudad de Venecia, de la que el
famoso viajero es oriundo. Es la única ciudad real que es mencionada en el texto, por la
cual el Khan se siente atraído.
Utilizar el libro como un ejercicio de imaginación, si es posible disfrutar el relato de
estos lugares imposibles como lo hace Kublai Khan. Nos preguntaremos por qué el
escritor, utilizo numeración en desorden para nombrar cada una de las ciudades. Es un
orden según las categorías y estas se forman sucesivamente así:
1, 2-1, 3-2-1, 4-3-2-1, 5-4-3-2-1 (repetida siete veces), 5-4-3-2, 5-4-3, 5-4, y finalmente
5.
Como lo dijo Calvino, había encontrado en la ciudad un símbolo “complejo que me
permitió mayores posibilidades de expresar la tensión entre la racionalidad geométrica y
la maraña de las existencias humanas”, esta estructura matemática la confronta Calvino
en las ciudades invisibles con el desorden aparente que encuentra en la vida real.
Cada una de las ciudades es diferente a todas las demás descritas en once grupos
distribuidas en series de cinco textos cada uno. En esta obra Calvino utiliza personaje
histórico sin ella ser ficción histórica.
Podemos hacer un recuento que caracteriza cada una de estas ciudades como por
ejemplo al describir cada una de ellas podemos iniciar diciendo que hay una ciudad con
cúpulas de plata, estatua de bronce calles pavimentadas y teatros. Otra ciudad con
palacios en forma de caracol torre de aluminio. Una más sobrevoladas por cometas y
calles con escalera. Que decir de Despina que para llegar a ella se pude llegar en barco
o en camello y según por el lado que llegué así vera la ciudad. Como también hay ciudad
de mil pozos con un lago subterráneo. Como también una ciudad con una plaza
gigantesca y el resto de la ciudad es tranquila pudiéndose dormir allí con tranquilidad.
Logrando la existencia de las demás ciudades hay otra ubicada en terreno seco con
habitantes muy humildes construidas en bambú y zinc. Una ciudad blanca, expuesta todo
el tiempo a la luz de la luna, otras casas más invisibles; sin paredes, sin techos, ni
pavimento en las calles, como también ciudad donde nadie conoce a nadie, nadie saluda
a nadie. Si hablamos de Ottavia ciudad telaraña, llamada así por contar con hilos que
tejen las relaciones de parentesco de los habitantes. Ítalo Calvino también nos describe
una ciudad acuática, otra llena de puentes, como también una gran ciudad con un pozo
grande en el centro de la plaza. Otra ciudad que al dormir allí se sueña con muertos.
Otra ciudad pacifica, tranquila donde se goza de la vida, y así otra ciudad que en vez
de aire hay tierra, todo cubierto de polvo y arcilla hasta el cielo razo de las casas. Dos
ciudades que sus habitantes tienen sus mismos nombres, en otra nos cuenta el escritor
que los habitantes caminan con las manos torcidas y con problemas de genio para tratar
a los niños. Una ultima ciudad muy bien construida con tal arte que cada calle recorre la
órbita de un planeta.
Sin duda un referente literario que encarna un arquetipo especifico de ciudades muy
extraordinarias con una descripción combinatoria de todo tipo de lugares imaginarios,
incluyendo lo fantástico, lo mitológico, lo extraño, lo ilusorio, lo mágico y lo sobrenatural.
Si nos detenemos un poco en estudiar la literatura de Ítalo Calvino se relaciona mucho
con lo que dice Tzvetan Todorov en el texto Introducción a la literatura fantástica, “Lo
fantástico implica pues no solo la existencia de un acontecimiento extraño, que provoca
una vacilación en el lector y el héroe, sino también una manera de leer, que por el
momento podemos definir en términos negativos; no debe ser ni “poética” ni “alegórica”.
Si volvemos al Manuscrito, vemos que esta exigencia también se cumple: por una parte,
nada nos permite dar de inmediato una interpretación alegórica de los acontecimientos
sobrenaturales evocados; por otra, esos acontecimientos aparecen efectivamente como
tales, debemos representárnoslos, y no considerar las palabras que los designan como
pura combinación de unidades lingüísticas”.
Para concluir la reflexión sobre la novela “ciudades invisibles”, podemos decir que es
muy fácil de leer, e interpretar, solo nos entendemos con dos personajes, el escritor y
entendernos con la lectura de las ciudades y los diálogos de Marco Polo y Kublai Khan,
es un libro que se puede leer para deleitarnos con las frases metafóricas que el escritor
con intencionalidad de gustar lo hace posible.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
CALVINO, Ítalo. Conferencia del año 1983
JORGE, Luis Borges. Ficciones
HERNÁNDEZ, Lucía Leandro. Reflexión acerca del texto, las ciudades invisibles de Ítalo
RICOEUR, Paul. Tempo y narración
TODOROV, Tzvetan. Introducción a la literatura fantástica
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