LO FANTÁSTICO EN EL AULA LA CREACIÓN DE PARACOSMOS Beatriz Osés García *Artículo publicado en Revista de Literatura. Centro de Comunicación y Pedagogía. “El maestro que persiga despertar en los niños el sueño, el nervio, la gana por escribir, por narrar, por contar, tenga por buen seguro que conseguirá excelentes lectores. El mejor método para hacer lectores es hacer escritores”. (Víctor Moreno. El deseo de escribir) En algunas ocasiones, la fantasía se convierte en un animal en peligro de extinción. Queda relegada al silencio en el aula, postergada por las prisas y los temarios, por la desidia de los estudiantes o por las prioridades del profesor. Corre el riesgo, entonces, de ser devorada por la Nada. Sin embargo, las posibilidades didácticas de lo fantástico resultan infinitas sirviendo como punto de arranque de múltiples proyectos, propuestas o actividades de creación literaria con los alumnos. Isabel Ruiz de Francisco y José Luis Correa Santana recalcan en su ponencia Expresión Escrita y Enseñanza de la Literatura la necesidad de que “el estudiante participe en el fenómeno literario. No como mero espectador, tal y como ocurre frecuentemente con la lectura, sino en su legítima condición de actor principal, creador o recreador de la literatura”. En esta línea de trabajo, que desea unir lo fantástico y la animación a la escritura, se sitúa el proyecto Las Ciudades que no vio Italo Calvino. Graham Greene afirmaba que “las personas reales están repletas de seres imaginarios”. Pero también, a mi juicio, “las personas reales” están repletas de lugares fantásticos, los mundos privados de la infancia de los que hablaban Cohen y Mackeith, paracosmos, rincones proyectados por la imaginación del niño a partir del juego. “Mis juegos solitarios, –recordaba Cortázar- no con los amigos, porque esos eran juegos conocidos, eran prácticamente siempre juegos mágicos. Eran juegos en donde yo me fabriqué todo un reino imaginario en el jardín de mi casa”. Los contornos de estas regiones de la imaginación se perfilan en un gran número de obras literarias. Las torres de marfil del palacio de la emperatriz de Fantasía, la fábrica de chocolate del señor Wonka, las islas de Terramar, los territorios fantásticos de Narnia, Calormen, Mordor, La Comarca, el País de Oz, Rivia, el reino de Gudú o el mundo subterráneo al que accede Alicia en el País de las Maravillas constituyen universos en sí mismos creados por la imaginación de Michel Ende, Dahl, Ursula K.Le Guin, C.S Lewis, Tolkien, Ana María Matute o Lewis Carroll, entre otros. Estos mundos aparecen poblados por centauros, elfos, enanos, magos, hobbits, unicornios, dragones, hadas, caballeros medievales, gigantes, árboles personificados, objetos mágicos y damas encantadas, encarnaciones del mal como Sauron, la propia sombra del mago de Terramar, la bruja de Narnia o la peculiar reina de corazones. De ellos han emergido Montañas Azules, Desiertos Mortales, Infranqueables, Tumbas como las de Atuan o las cercanas a Tashbaan, Mares interiores… una nueva geografía que encierra lenguas desconocidas, ritos y religiones característicos, su propia épica, sus héroes, versos y leyendas, tradiciones, modas, vestuario, gastronomía… en definitiva, la idiosincrasia de los pueblos que los habitan. Los paracosmos permiten la génesis de una topografía imaginaria, la construcción de una nueva geografía, de una ficción cartográfica, la unión de lo icónico y lo textual, la aparición de razas, comunidades y seres vinculados a estas regiones de la imaginación; favorecen la invención de otros códigos, usos y costumbres, la aparición de bestiarios, de otras formas arquitectónicas… Se caracterizan, desde un punto de vista general, por la suspensión de marcas formales, la intertextualidad, las posibilidades de expansión del relato, la iconotextualidad, la hibridación de géneros y la complejidad derivada del gran número de personajes, espacios y tramas. En la actualidad, trascienden la literatura y abarcan otros géneros y códigos: cine, cómics, videojuegos y se han extendido de forma masiva a través de Internet y de otros medios de comunicación. El proyecto Las Ciudades que no vio Italo Calvino se inspira en el concepto de paracosmos y pretende que los propios alumnos creen una nueva topografía a partir de la idea que originó Las Ciudades Invisibles. Así surgen lugares como Seleda, Crisfumla, Aelia, Ayuf, Rofuel, Eguimma, Samago, Eliane, Lai, Erosol o Watamiro. Estos nuevos escenarios fantásticos se vinculan a diferentes materiales o ideas y de esa forma nacen ciudades de metal, de sombras, de viento, de fuego o marfil, encerradas en burbujas, bajo el agua, en la luna… relacionadas, en muchos casos, a distintos sentimientos o conceptos abstractos como el olvido, el miedo, la angustia o la nostalgia. Los paracosmos que integran la publicación escolar Guía de Mundos Dormidos para Viajeros Sonámbulos nacen de la imaginación de alumnos de 3º y 4º de ESO y se basan en la unión de lo icónico y lo textual: microrrelatos, versos, descripciones y relatos breves se funden con ilustraciones, climogramas y pirámides de población a través de un proyecto interdisciplinar que une tres áreas diferentes: Literatura, Educación Plástica y Geografía. Clide Gremiger de Acosta en su ponencia Escribir en clase de Literatura recordaba que “cuando el alumno se siente sujeto constructor de un texto que representa su sentir o su modo de percibir el mundo, siente también la necesidad de perfeccionar el modo de decir”. Las Ciudades que no vio Italo Calvino se basa precisamente en la idea de que el alumno cree su ciudad imaginaria y que, al mismo tiempo, busque su propio estilo literario y artístico implicándose en el proceso colectivo de elaborar un libro ilustrado. Desde el área de Lengua y Literatura, la creación de paracosmos con alumnos de ESO se aborda a partir de distintas actividades de complejidad progresiva que ofrecen propuestas y orientaciones para desarrollar la creatividad, emplear recursos estilísticos, ampliar el léxico y mejorar la expresión oral y escrita. En cuanto a la expresión oral, se practica en la actividad Dando voz al cuento, que consiste en la grabación en soporte informático de los textos elaborados y recitados por los propios alumnos. Por lo que se refiere a la expresión escrita, el primer paso para la creación literaria consiste en elegir un lugar, un material y un nombre para esa región invisible. Se propone después a los alumnos que describan de manera poética distintos elementos que pudieran integrar su lugar imaginario: calles, edificios, ventanas, luces, tejados, escaleras… a través de las dos fichas de trabajo tituladas: Metáforas Urbanas. A partir de ellas nacen figuras como: “Las luces recuerdan a luciérnagas mecánicas”, “Las calles se asemejan a una gruesa serpiente de color grisáceo”, “Samago parecía una alfombra enorme de brisa oscura y fría”, “A veces, las líneas de las escaleras resultaban caracoles abandonados, otras, remolinos de sal”. García Montero en Lecciones de Poesía para Niños Inquietos afirmaba: “el pensamiento también tiene ojos, y cuando aprendemos a mirar con ellos empezamos a ver las cosas que sólo viven en las ciudades de la imaginación”. La actividad La Ciudad y los Sentidos formula preguntas abiertas relacionadas con el olfato, la vista, el oído, el tacto y el gusto para crear sensaciones que ayuden a ver con palabras ese nuevo cosmos: ¿Qué observa el protagonista a través de la ventana?, ¿Qué se escucha en el interior de la ciudad durante el día?...¿Y al caer la noche?, ¿Qué tacto tiene la piel de sus habitantes?... De estas preguntas surgieron fragmentos como los siguientes: “Yo nací en los yacimientos cristalinos en los que el viento sonaba como suspiros oscuros”, “Por las noches, las farolas van determinando el rumbo del ojo, al atardecer ya no hay nadie en la calle y creo oír cómo el viento le susurra palabras de amor a los árboles del parque”… “Yo, en la ciudad de Eguimma, cubierto por la ira que me rodea de lágrimas, viendo cómo se rompe el cielo”. “¿Qué es hoy la ciudad para nosotros? Creo haber escrito algo como un último poema de amor a las ciudades, cuando es cada vez más difícil vivirlas como ciudades. Tal vez estamos acercándonos a un momento de crisis de la vida urbana y las ciudades invisibles son un sueño que nace del corazón de las ciudades invivibles”. (Ciudades Invisibles. Italo Calvino). Esa profunda y estrecha relación entre el espacio y el estado de ánimo del individuo se analiza en las fichas La Ciudad y los Sentimientos. Se presenta inicialmente un juego de enlaces como ejemplo y, a continuación, se propone la elaboración de un breve texto basándose en una estructura previa que se plantea como guía. De esta manera surge el siguiente texto de un alumno de 4º de ESO: “Para manifestar su amor, los habitantes de la ciudad de metal envían férreos besos. Los amistosos alean sueños y los que sienten dolor en su interior anuncian atardeceres. Los inquietos pasean por las calles hablando con la luna. Los que sienten nostalgia matan desiertos de recuerdos. Para demostrar tristeza juegan con las estrellas y su rabia arrojando pesadillas a los ríos”. La actividad titulada Curiosidades sobre tu Ciudad profundiza en otros detalles para desarrollar imágenes originales, divertidas o poéticas mediante preguntas como: ¿A qué juegan los niños de tu ciudad invisible?: “En Aelia, la ciudad de marfil, los niños juegan a la comba con la cola de algún dragón”; ¿Con qué tienen pesadillas los habitantes de tu ciudad?: “En mi infancia tenía pesadillas con el Hada de las Manos Frías”…; Describe alguna costumbre peculiar de los habitantes de tu mundo imaginario: “Sucedía en esta ciudad de plumas un hecho muy particular: los habitantes caminaban hacia atrás. Tú hiciste lo mismo, pero se presentó un problema, a medida que lo hacías y discurría el tiempo, ibas perdiendo la memoria”. Para describir física y psicológicamente a un posible protagonista de un relato se incluye la ficha titulada: Inventado un personaje. Aquí se propone la descripción de su rostro, datos personales, tipo de carácter, oficio, aficiones, lugar donde vive, ciudad o región de la que procede… A partir de esta actividad se crean los protagonistas de La Ciudad y sus Habitantes en los que se incluyen los siguientes fragmentos: “Tras el paso de los años, mi afición fue descifrar enigmas, en los cuales desvelaba el secreto de mis ancestros”; “Eres el habitante de la ciudad de madera, llamada Lai. Vives en un valle cubierto por verdes árboles. Naciste de sus raíces. Resultas despistado porque no llevas contados los días posteriores al eclipse lunar y, por tanto, desconoces tu edad”… La propuesta Buscando las Palabras incluye sinónimos de los verbos, sustantivos y adjetivos más frecuentes para mejorar el estilo y evitar las repeticiones en los relatos. Esta ficha de léxico añade breves ejemplos de tipo práctico para los alumnos. Mientras que Breves Historias Urbanas constituye una actividad para la creación de microrrelatos en la que se proponen diferentes inicios que los alumnos deben completar. De esta manera, se han elaborado los siguientes ejemplos que se incluyen en la publicación escolar: - Al atravesar las murallas de la ciudad de las letras, aparecían algunos analfabetos que lloraban por su soledad. - Dentro de mi zapato había crecido una ciudad con edificios minúsculos que se asemejaban a las antenas de las mariposas. - Los habitantes de la ciudad de arena carecían de sombra porque eran bocetos de los verdaderos pobladores. - En la ciudad de los laberintos, los habitantes salían de su casa andando hacia atrás para poder verla y saber el camino de vuelta. - La ciudad espiral produce remolinos de fatídicos remordimientos en sus habitantes. - Cuando el mar rodeaba la ciudad, la ciudad rodeaba al mar. - Llevaba la ciudad tan dentro de él que su pelo estaba fabricado con antenas de televisión y el ruido de los coches le salía por las orejas. - Los habitantes de la ciudad de alambre no podían visitar la ciudad de las tenazas. Por último, El Misterio de tu Ciudad presenta un breve relato con final abierto como sugerencia para que los alumnos inventen un posible secreto, algo terrible o hermoso, que suceda en algún lugar de su región imaginada. Estos pequeños fragmentos de los cuentos de los alumnos se relacionan con esta idea: En la ciudad de viento: “Su gente parecía amable, pero un extraño hombre se me acercó y me dijo que la ciudad escondía un gran secreto y que no saliera de aquel rascacielos en ningún caso”; En la ciudad de sombras: “Me asomé y distinguí una silueta encapuchada. Solo me fijé en uno de sus rasgos, sus ojos, eran completamente negros. En su mano arrastraba un cuerpo inerte”; En la ciudad inesperada: “Mientras paseo por una de las calles de mi ciudad siento un extraño escalofrío. Miro hacia el cielo y contemplo perplejo que únicamente se encuentra teñido por un lúgubre manto de oscuridad. No hay estrellas”… BIBLIOGRAFÍA CALVINO, I.(1998): Las Ciudades Invisibles. Ed.Siruela COHEN, D y MACKEITH S.A (1993): El desarrollo de la imaginación. Los mundos privados de la infancia. Ed: Paidós CORTÁZAR, J y PREGO GADEA, O (1997): La fascinación de las palabras. Ed: Alfaguara GARCÍA MONTERO, L (1999): Lecciones de poesía para niños inquietos. Ed: Comares GARCÍA RIVERA, G (2004) : Paracosmos: las regiones de la imaginación. Primeras noticias. Revista de Literatura nº 207 GREMIGER DE ACOSTA, C (2004): Didáctica de la Literatura. Escribir en clase de Literatura. Ed: Octaedro MANGUEL, A y GUADALUPI, G (1994): Breve guía de lugares imaginarios. Alianza Editorial MORENO, V (2004): El deseo de escribir. Ed.Pamiela RUIZ de FRANCISCO,I. y CORREA SANTANA,J.L. (2003) : Canon, literatura infantil y juvenil y otras literaturas. Expresión escrita y enseñanza de la literatura. Edic. de la Universidad de Castilla La Mancha.