Subido por albertobaosperez

PTERIDOFITOS: OSMUNDA REGALIS

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He elegido Osmunda ReGalís como especie para el ejercicio, contagiado por mi buen amigo
Ruben Bernal, que con euforia me ha narrado su hallazgo en la Cuenca Alta del Manzanares, en
sus interminables misiones investigadoras y restauradoras, que pronto fructi carán en la edición
de su obra Bosques de la Pedriza y el Alto Manzanares.
Aunque el Helecho Real tiene una importancia menor (LC) para la UICN, lo cierto es que en el
contexto madrileño es una rareza, pero puede ser un buen ejemplo de la generalidad de
amenazas y recomendaciones de gestión que vendrían bien a todas las especies de helechos,
dada la evolución actual y las afecciones debidas al cambio climático y otras acciones humanas.
OSMUNDA REGALIS L.
Helecho Real, Falguera de Riera, Sanjuan Iratze, Dentabr n
DESCRIPCIÓN
Helecho de gran tama o, con un rizoma grueso y le oso, revestido de restos secos y ensortijados
de la base de los pec olos antiguos. Del rizoma nacen las frondes u hojas en penacho, de 0,5-2,5
x 0,2-0,6 m, muy grandes, anuales, erectas, de color verde claro, con raquis de color claro,
canaliculado y con est pulas en la base. L mina de la fronde dos veces dividida o bipinnada;
pinnas o divisiones ovado-lanceoladas, estas a su vez divididas en p nnulas oblongolanceoladas, subopuestas, enteras o con el borde ligeramente aserrado, truncadas y asim tricas
en la base. Frondes f rtiles situadas en el interior del penacho, con esporangios casta os
dispuestos en pan culas terminales en la parte superior.
HABITAT
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Bosques de ribera, frecuente en alisedas y fresnedas, principalmente en fondos de barrancos
h medos, umbrosos, en bordes de r os y riachuelos u otras zonas h medas, preferentemente
sobre suelos cidos. 0-900 m, raramente a m s altitud.
Esporulaci n de febrero a junio.
Es conocido por todos que este helecho crece en zonas h medas: en las orillas de los arroyos y
refugiado en gargantas, barrancos y valles profundos, generalmente en la ladera norte. Los m s
expertos indican que crece sobre todo en “terreno muy negro” y en lugares ricos en xido de
hierro, por lo que es frecuente su presencia cerca de minas . En Asturias y Cantabria est
presente por toda la regi n pero es relativamente escaso, en parte porque “se da mal” y en parte
porque ha sido muy recolectado.
ETNOBOTANICA
- Este helecho se ha empleado principalmente en medicina y veterinaria en el norte peninsular,
para tratar los problemas de huesos y de la musculatura, En Galicia se emplea para el
tratamiento de golpes internos y lceras varicosas, con el n de reabsorber hematomas. La
manera más habitual de preparar el remedio es macerando el rizoma en vino blanco, con lo
que se obtiene el "vino de antojil" o "licor de llantosil"Una imagen popular muy extendida es
que el antojil es capaz de unir dos trozos de car- ne, haciendo alusi n a su asombrosa e cacia
AMENAZAS
- Degradación del hábitat: la degradación histórica del hábitat, fundamentalmente por
deforestación, ha dado lugar a una alteración drástica del nicho ecológico que ocupan muchas
especies de helechos , efecto éste que ha repercutido en las condiciones actuales de
conservación de las poblaciones, que necesitan en la mayoría de los casos, de una cubierta
vegetal que les proporcione sombra y mantenga una humedad ambiental relativamente alta,
tanto para el mantenimiento de los ejemplares adultos como para que la viabilidad de los
gametó tos y plántulas sea efectiva
- Las cargas ganaderas y cinegéticas excesivas (en el caso de La Pedriza es acuciante y grave el
problema de superpoblación de Capra pyrenaica hispanica ) sobre un territorio provocan un
mayor número de riesgos para las poblaciones de pteridó tos amenazados. La principal
amenaza a este respecto proviene de la presión por herbivoría y pisoteo..La nitri cación del
suelo por acumulación o vertido de desechos del ganado también puede llegar a constituir un
factor de degradación del medio edá co. Sus efectos favorecen la colonización del hábitat por
otras especies, autóctonas o exóticas, más competitivas en estas nuevas condiciones y que
pueden acabar nalmente por desplazar del hábitat a los pteridó tos.
- La construcción de edi cios o infraestructuras, la creación y/o modi cación de caminos, pistas,
cortafuegos y la instalación de otras infraestructuras forestales.
- Alteraciones del caudal de muchos tramos uviales, debido a captaciones de agua que, en
ocasiones, pueden alterar de forma signi cativa los hábitats higró los que sustentan.
- Degradación y contaminación acuática: la contaminación acuática, tanto de los acuíferos como
de las aguas y cauces super ciales, está causada fundamentalmente por la in ltración en el
suelo de productos tosanitarios y abonos usados en agricultura o por la ltración de desechos
ganaderos. También inciden en este factor de amenaza los vertidos a los cauces de residuos
urbanos y/o industriales sin condiciones adecuadas de tratamiento y depuración.
- Aislamiento poblacional: las amenazas derivadas de la escasez de efectivos en una
determinada región son consecuencia de la situación crítica de muchas poblaciones de
pteridó tos, con pocos ejemplares y aisladas entre sí. El aislamiento, junto a la escasez de
efectivos, conduce a la degradación genética de las especies amenazadas y determina que
sus poblaciones resulten más vulnerables a otros factores de amenaza.
- Usos recreativos: algunos usos recreativos de la naturaleza y, puntualmente, la a uencia y
tránsito de vistas en zonas no habilitadas para ello o por encima de la capacidad de carga del
territorio para dicha actividad, originan resultados variables que pueden oscilar entre la simple
acumulación de restos y basuras hasta la destrucción o mutilación de ejemplares o incluso el
expolio.
- Especies invasoras: la introducción de especies exóticas supone, por lo general, una reducción
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del número de efectivos debido, fundamentalmente, a que las especies invasoras son de
carácter pionero y, por tanto, son capaces de colonizar rápidamente el lugar donde se instalan.
Esto se traduce en un aumento importante de la competencia por el hábitat con las especies
autóctonas, incluyendo los taxones amenazados.
- Enfermedades y plagas: es conveniente prestar atención a las posibles enfermedades y plagas
que pudieran afectar a los pteridó tos amenazados, sobre todo en los taxones que evidencia
mayores problemas relacionados con escasez de efectivos o poblaciones.
- Otras amenazas: las previsiones sobre la variación en las condiciones climáticas de realizadas
en base a la aplicación de diferentes modelos predictivos, ponen de mani esto que puede
producirse una signi cativa reducción en el volumen de precipitaciones registradas,
especialmente en algunos sectores, y una disminución generalizada de la disponibilidad de
recursos hídricos y la humedad ambiental. Igualmente evidencian una tendencia al incremento
de las temperaturas, tanto medias como extremas, y a la intensi cación de la magnitud y
recurrencia de episodios extremos, tales como sequías y avenidas. Todos estos factores
pueden suponer una amenaza de primer orden para los hábitats propios de las diferentes
especies vegetales , las cuales precisan condiciones ambientales exigentes, sobre todo en
términos de humedad, temperatura, disponibilidad y calidad de los recursos hídricos.
- Los incendios suponen igualmente eventos catastró cos e imprevisibles que afectan a los
ecosistemas y hábitats de las especies amenazadas. En el caso de los pteridó tos el factor de
riesgo se incrementa por la vocación eminentemente forestal de una parte importante de los
mismos, que requieren de la protección de cubiertas arboladas para mantener sus condiciones
óptimas de humedad e insolación.
MEDIDAS
− Seguimiento. En este apartado se recogen todos los trabajos de seguimiento de las especies
realizadas tanto para conocer el estado de cada una de ellas como para poder detectar las
amenazas que las afectan y de c mo funcionan las actuaciones que se llevan a cabo.
− Investigaci n. Se describen las l neas de investigaci n sobre las que se priorizar n los estudios
a realizar para mejorar la gesti n de las especies, las cuales se llevar n a cabo mediante
convenio con otras entidades destinadas a la conservaci n de los helechos.
- Gesti n del h bitat. Se incluyen medidas destinadas a mejorar los territorios de manera que
contengan las caracter sticas de h bitats que las especies de helechos necesitan
− Gesti n de poblaciones. Engloba aquellas medidas destinadas a conseguir la persistencia de
los diferentes n cleos poblacionales.
− Medidas de conservaci n ex situ. Esta l nea est destinada a conservar la mayor variabilidad
gen tica de las poblaciones y a poner a punto protocolos relacionados con la reproducci n de las
especies y la realizaci n de reintroducciones y refuerzos poblacionales.
− Catalogaci n. Con esta l nea se pretende determinar los criterios que permitan establecer en
qu momento una especie puede disminuir de categor a de estado de Conservación
− Divulgaci n y comunicaci n. Las medidas para esta l nea tienen como n hacer llegar a la
sociedad y a los sectores que pueden verse directamente implicados en la conservación de la
naturaleza, las l neas de acci n del mismo.
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− Educaci n y sensibilizaci n. Los trabajos de esta l nea est n destinados a conseguir que los
diferentes gestores, t cnicos forestales y la sociedad reconozca la importancia y se involucre en
la conservaci n de las especies de helechos.
− Participaci n social. Las medidas establecidas en este apartado tienen como nalidad
conseguir la participaci n de los sectores que pudiesen verse implicados en la ejecuci n de las
medidas de conservación..
− Cooperaci n y coordinaci n. Esta l nea de trabajo busca la conexi n entre los distintos
proyectos nacionales e internacionales destinados a las especies de helechos.
BIBLIOGRAFÍA Y ENLACES
https://es.wikipedia.org/wiki/Osmunda_regalis
http://miteco.gob.es/content/dam/miteco/es/biodiversidad/temas/inventarios-nacionales/
iect_osmunda_regalis_tcm30-164099.pdf
https://eunis.eea.europa.eu/species/150295
https://revistas.ucm.es/index.php/LAZA/article/view/44535/42053
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https://biodiversidade.eu/catalogo/
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